‘Eisenstein in Guanajuato’: “La homofobia es parte del programa antioccidental de Putin”
Tras visitar nuestro país en el Festival de Cine Europeo de Sevilla y el LesGaiCineMad aterriza en todas nuestras salas el último proyecto de Peter Greenaway que se apoya en una gran riqueza visual para realizar un antibiopic sobre uno de los directores de cine más prestigiosos de la historia.
Este viernes se ha estrenado en España Eisenstein en Guanajuato, la última cinta de Peter Greenaway, que explora la homosexualidad —cierta para unos, supuesta para otros— del genial director ruso. Una película que ha generado malestar en Rusia, cuyas autoridades han hecho de la homofobia de estado una de sus señas de identidad ante el mundo y donde Eisenstein es un icono nacional.
En El acorazado Potemkin (1925), una película encargada por las autoridades soviéticas de la época a mayor gloria de la revolución antizarista de 1905, Serguéi Eisenstein sentó buena parte de las bases de lo que ha sido el cine posterior. Pese a su temprano fallecimiento (murió en 1948, a los 50 años) su vida bien puede considerarse apasionante. Incluyó un curioso paréntesis, durante los años treinta, en Estados Unidos y México. En este último país intentó dirigir ¡Que viva México!, experimento cinematográfico que desgraciadamente quedó inconcluso. Es en el contexto de esta aventura mexicana en la que Greenaway sitúa el descubrimiento de la homosexualidad de Eisenstein y su relación con Palomino Cañedo, el que pudo ser su guía por el país. Esa es la historia que descubre Eisenstein en Guanajuato.
Ya cuando Eisenstein en Guanajuato se estrenó en el Festival de Berlín, hace casi un año, despertó críticas en Rusia, incluso por parte de los sectores menos intolerantes. “En Rusia hay una actitud muy agresiva hacia las personas homosexuales, lo que es una auténtica desgracia. Se les critica y se les ataca. Pero por otra parte no me importa si Eisenstein era gay. Es algo secundario. Para la imagen de Eisenstein, esto no añade nada”, argumentaba entonces Raisa Fomina, al frente de una importante distribuidora de cine rusa y considerada “una de las cien mujeres más importantes de la industria del cine” por The Hollywood Reporter.
FICHA TÉCNICA
Título original: ‘Eisenstein in Guanajuato’. Duración: 113 minutos. Nacionalidad: Holandesa. Dirección: Peter Greenaway. Guión: Peter Greenaway. Fotografía: Reinier van Brummelen. Reparto: Elmer Bäck, Stelio Savante, Maya Zapata, Lisa Owen, Luis Alberti, Rasmus Slätis, Raino Ranta, Alan Del Castillo, Jakob Öhrman
¿De qué va?
Si una película se encarga de buscarle las cosquillas a la verdad oficial y se acerca a la cuestión de la homosexualidad consiguiendo desquiciar a las autoridades (muy oficiales todas) rusas es que esta cinta, como mínimo, merece la pena.
Y el retrato que Peter Greenaway realiza de Sergei Eisenstein es tan directo y desnudo que sirvió para que las élites rusas, las mismas que han intentado reescribir la historia para borrar las tendencias sexuales de Tchaikovsky, interpusieran una protesta oficial en el Festival de Berlín que acogió el estreno mundial de la misma.
La cinta arranca en el año 1931. Eisenstein tiene 32 años pero su cuentakilómetros vital ha dado vueltas como para tres vidas. Revoluciona la historia del cine haciendo del montaje un arte en ‘El acorazado Potemkin’, posiblemente la cinta de la que más se haya escrito en la historia del cine, consigue crear una iconografía nueva para un mundo revolucionario y, como los grandes genios, resultaba incómodo para todos los círculos de poder.
Rusia no era lo suficientemente grande para dos personajes como Einsenstein y Stalin. Así que el primero, doblemente sospechoso para el régimen por su condición de judío y su sexualidad diferente, se lanza a EEUU donde es recibido como un genio pero poco después tiene que tomar la salida mexicana.
Y llegamos a Guanajuato. El director soviético se deja seducir por el encanto y la frescura de su nuevo destino y pasará dos años rodando su proyecto ‘¡Que viva México!’. Con la ayuda de su joven y atractivo guía Palomino Cañedo (Luis Alberti), el prestigioso director da libertad por primera vez a sus verdaderos deseos sexuales entrando en un mundo en el que todo es posible y que cambiará para siempre su forma de enfocar la vida.
Si uno piensa en un genio como Einsenstein (Elmer Bäck) podría pensar que el cineasta dormía, comía, masticaba y cagaba arte. Sin embargo, Greenaway se dedica a desmitificar la figura de uno de los mayores artistas del siglo XX.
Como hiciera Milos Forman en ‘Amadeus’, el director gales nos dibuja a un genio caprichoso, infantil, imprevisible y entusiasta. En este caso, asistimos a la liberación del director. Una liberación que se lleva a cabo a través de su relación con Palomino Cañedo. De sus caricias, de sus besos, de su sexo y de una carnalidad que le conduce a descubrirse a sí mismo.
Greenaway realiza una película tan exuberante que durante momentos llega a abrumar. La cámara del galés habla con constantes metáforas cinematográficas. Realiza recorridos geométricos, se deja llevar por secuencias cruzadas y circunloquios visuales que lo mismo terminan en vericuetos insondables que acaban con un necesario sentido del humor.
El galés abre tanto la persiana del dormitorio y como la de la relación entre Eisenstein y Cañedo. Fuera de la órbita soviética y el puritanismo norteamericano, el director decide romper las cadenas de sus instintos. La homosexualidad se nos dibuja como una isla desierta que está esperando ser explorada. La carnalidad fluye. El sexo se erige como elemento liberador y finalmente vemos que sobre otros temas se levanta una historia de amor.
Vídeo: ‘Einsenstein in Guanajuato’ – Tráiler
Y añadimos esta interesante entrevista con su director:
Preguntado por Público sobre el porqué de elegir este poco conocido episodio para su película sobre Eisenstein, Peter Greenaway sostiene que “en realidad es una aventura de amor, solo que entre dos hombres. Es una historia de amor porque eso es una gran celebración, no es una historia triste, aunque sí tiene mucha emoción. La escena sexual, en la que los personajes están hablando y hablando, es muy divertida. Podríamos reírnos todos un poco más de nuestra conducta sexual”.
En la ultra homófoba Rusia de Putin, la revelación de la condición sexual de Serguéi Eisenstein, uno de los más grandes cineastas de todos los tiempos, autor de las legendarias ‘El acorazado Potemkin’ y ‘Octubre’, ha caído como una bomba. Decir que esta gloria nacional, pionero en el uso del montaje en el cine, brillante creador de nuevas narrativas visuales, era gay ha provocado incluso quejas formales del presidente ruso. El ‘acusado’, el británico Peter Greenaway, un agitador del cine que se ha emocionado tanto con esta “celebración de uno de los grandes directores de la historia” que rodará otras dos películas sobre él. Leer más…
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