Una pareja gay de Kenia, primeros en casarse públicamente, obligados a huir del país para salvar sus vidas
Edwin e Isaías están viviendo en lo que describen como una ‘cueva’ después de celebrar su boda en el mes de febrero pasado. Edwin, de 37 años de edad, es pastor en una iglesia luterana. Conoció a Isaías, de 25 años de edad, a través de Facebook de un amigo común. Después de tres años de relación, decidieron casarse. ‘En Kenia, relacionarse con alguien (gay) no es fácil. Pero cuando lo conocí, era como cumplir mi sueño, era la persona que estaba buscando”, explica Edwin. La homosexualidad en Kenia es considerada un delito que puede acarrear hasta cinco años de prisión. Es, además, fuertemente repudiada por la mayor parte de la sociedad.
Mantuvieron una relación de larga distancia, con Edwin predicando en Tanzania e Isaías viviendo en su casa en Mombasa, Kenia. Decidieron unir sus caminos gracias a que encontraron una iglesia en la que Edwin era aceptado por ser quien y estaban dispuestos a celebrar su unión. Así que, alrededor de 80 personas, se reunieron en el recinto de su iglesia en el pueblo de Mtitu Andei y un compañero pastor vino a bendecir su unión.
‘El gobierno de Kenia no admite como legal nuestro matrimonio pero estábamos casados bajo la ley de Dios”, afirma Edwin. ‘En Kenia, la mayoría de las personas se casan por amor. Eso es lo que hicimos. Ahora tengo a alguien en mi vida’, dice el predicador.
Posiblemente sea la primera boda celebrada entre personas del mismo sexo en Kenia o, por lo menos, los primeros en recibir una bendición de un líder religioso. Otras Ovejas (Other Sheep Exec Site), un grupo cristiano con sede en América Latina, se enteró de la boda y se fue a Kenia para felicitarlos y creó un blog para conmemorar el enlace.
Posteriormente, un par de días después de haber sido publicado, Isaías entró en una tienda de la ciudad para comprar alimento para sus pollos. Su hermano lo siguió. Alguien le había hablado de la boda. Acompañado de amigos, en un acto de cobardía extrema, empezó a golpearlo en mitad de la calle. Edwin salió al rescate de Isaías ante el temor de que una turba de hombres le golpearan hasta la muerte. Se escapó con el cuerpo lleno de moretones y cortes.
La pareja tiene miedo y están tratando de reunir los fondos para poder salir del país, buscar asilo y alojarse con amigos en Tanzania, Zanzíbar, o en otro lugar.
Edwin no se arrepientede que escriban sobre su historia. De hecho, está orgulloso de ello. Quiere que la gente sepa y entienda lo que está pasando en su país. ‘Sé que tengo que pasar por esto, y sé que algunos me están siguiendo. No me lamento de lo que soy. Si eso significa que tengo que morir, moriré. Esta es mi vida, ¿por qué tengo que esconderme?. Si Dios toma su decisión, lo aceptaré “, ha explicado en el blog.
Y agregó: “No podemos cambiar el mundo quedándonos quietos. Sólo podemos cambiar el mundo, hablando, actuando y hablando claro”.
En Ragap denunciamos este atropello a las libertades básicas de las personas y exigimos al gobierno de Kenia que derogue leyes homófobas y proteja a sus ciudadanos de la barbarie y de la persecución a personas inocentes cuyo único delito es amar a otro con independencia de su sexualidad.
Fuente Ragap
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