Comentarios desactivados en Las autoridades estadounidenses emiten el primer pasaporte con marcador de sexo legal no binario
El departamento de Estado de los Estados Unidos ha informado de la emisión del primer pasaporte del país con un marcador de sexo legal «X». Culmina así la batalla legal de seis años de duración de Dana Zzyym, activista intersexual y de género no binario. La administración Biden ha anunciado que la tercera opción de sexo legal estará disponible de manera generalizada a partir de comienzos del año que viene. La iniciativa es un paso fundamental para acabar con la discriminación basada en la identidad de género. Otros países, como Alemania, Austria, Islandia o Malta ya han aprobado medidas similares para reconocer la identidad de su población intersexual o de género no binario.
El departamento de Estado ya había adelantado la medida en junio, pero fue el pasado miércoles cuando su portavoz, Ned Price, confirmó la decisión. Se trata de la primera vez que las autoridades estadounidenses emiten un pasaporte con un marcador de sexo legal distinto a los de «masculino» y «femenino». La persona que se ha beneficiado de esta novedad es Dana Zzyym, activista intersexual y de género no binario de la organización Intersex Campaign for Equality.
Zzyym ha librado una batalla legal de seis años con el apoyo de Lambda Legal, que finalmente ha culminado de manera positiva. En octubre de 2015, Lambda Legal presentó una demanda en la Corte de Distrito de Colorado para exigir su derecho a obtener un pasaporte que refleje su identidad de género. El tribunal falló dos veces a favor de Zzyym, en noviembre de 2016 y en septiembre de 2018, pero el departamento de Estado de la administración Trump recurrió las sentencias ante la Corte de Apelaciones del 10º Distrito, a la que pertenece Colorado. Hace algo más de un año, este tribunal ratificó la decisión de su instancia inferior y la nueva administración Biden ha materializado ahora por fin la medida.
El objetivo principal de la reforma es el de «servir mejor a todos los ciudadanos de los Estados Unidos, con independencia de su identidad de género», según Price, que informó de que a partir de comienzos del año que viene se actualizarán los formularios en línea para que cualquier persona pueda solicitar un pasaporte con la nueva opción de sexo legal «X». No se prevé que las autoridades exijan ningún tipo de informe médico para registrarse bajo el género no binario.
La medida es un paso muy importante en la lucha contra la discriminación basada en la identidad de género. Otros países ya han adoptado decisiones similares, ya sea en casos concretos o con carácter general: se trata de Alemania , Argentina, Australia,Austria, Canadá, , Pakistán, la India o Nepal, Islandia o Malta . En el Reino Unido, sin embargo, la justicia rechazó el año pasado la emisión de pasaportes con una tercera opción de sexo legal.
Comentarios desactivados en El joven trans Gavin Grimm, gana una demanda de 1,3 millones de dólares a la escuela que le prohibió usar el baño correcto
Gavin Grimm. (ACLU)
Punto final a una larguísima batalla jurídica de la que un joven adolescente trans, Gavin Grimm, sale triunfante. Y con él, los derechos de las personas trans en Estados Unidos. En el contexto actual, dada la «supermayoría» conservadora del Supremo estadounidense tras la presidencia de Donald Trump (que en solo 4 años renovó a tres de sus nueve magistrados) supone una derrota inesperada del activismo transexcluyente y un alivio importante para el colectivo LGTBI.
Después de siete años de pelear contra Gavin Grimm, un hombre trans al que se le prohibió usar el baño correcto en la escuela, finalmente recibió un pago de $ 1.3 millones de la junta escolar que lo discriminó.
En 2014, cuando solo tenía 15 años, Grimm le dijo por primera vez a la Junta Escolar del Condado de Gloucester de Virginia: “Todo lo que quiero hacer es ser un niño normal y usar el baño en paz”.
Pero su simple solicitud lo llevó hasta la Corte Suprema y al centro de un debate nacional sobre el derecho a existir de las personas trans.
Cuando la junta escolar impidió que Grimm usara los baños de niños en su escuela y lo dejó “estigmatizado y aislado” al obligarlo a usar su propio baño privado, el entonces adolescente presentó una demanda por discriminación.
Representado por la ACLU y la ACLU de Virginia, Grimm sostuvo que la política de la junta iba en contra del Título IX, una ley de derechos civiles que prohíbe la discriminación basada en el sexo.
Su demanda se convirtió en un caso de prueba federal cuando el entonces presidente Barack Obama programó su envío a la Corte Suprema en 2017, pero volvió a las cortes inferiores una vez más al año siguiente después de que la administración Trump desechara una política de la era de Obama que protegía alumnos trans.
Un tribunal federal finalmente dictaminó que la prohibición de la junta escolar fue discriminatoria en 2019 y esto fue confirmado por un tribunal de apelaciones en 2020.
A principios de este año, la Corte Suprema denegó una apelación de la junta escolar, ya que presionó para intentar prohibir a los estudiantes trans el uso de los baños correctos.
En julio, el Tribunal Supremo de ese país ha decidido no tomar en consideración el recurso contra la decisión de la Corte de Apelaciones del 4º Circuito Judicial, que reconoce al Grimm el drecho a usar los baños de su instituto que corresponden a su identidad de género. La decisión del Supremo pone de manifiesto el escaso interés del máximo órgano jurisdiccional estadounidense en entrar a discutir a fondo el detalle de los derechos del día a día de las personas trans.
Finalmente, el jueves (26 de agosto), la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) anunció que se le había ordenado a la Junta Escolar del Condado de Gloucester pagar más de $ 1.3 millones en honorarios y costos de abogados a Grimm, llevando su caso a una resolución.
Gavin Grimm espera que los fanáticos aprendan que “la discriminación es una costosa batalla perdida”
Josh Block, abogado senior del ACLU LGBTQ and HIV Project, dijo en un comunicado: “Estamos contentos de que este largo litigio finalmente haya terminado y que Gavin haya sido plenamente reivindicado por los tribunales, pero no debería haber tomado más de seis años. de litigios costosos para llegar a este punto. Después de un año en el que las legislaturas estatales han presentado una cantidad sin precedentes de proyectos de ley dirigidos a los jóvenes trans, esperamos que la concesión de tarifas dé a otras juntas escolares y legisladores una pausa antes de que utilicen la discriminación para ganar puntos políticos”.
El propio Gavin Grimm, que ahora tiene 22 años, agregó: “En lugar de permitir que un niño tenga el mismo acceso a un entorno escolar seguro, la Junta Escolar de Gloucester decidió luchar contra este niño durante cinco años en una costosa batalla legal que perdieron. Espero que este resultado envíe un mensaje contundente a otros sistemas escolares, que la discriminación es una costosa batalla perdida”.
En definitiva, un triunfo muy relevante para los derechos de las personas trans en Estados Unidos en un momento en el que este colectivo está recuperando, de la mano de Joe Biden, los derechos que la administración Trump les retiró en el nivel federal. Eso no significa que su situación sea precisamente halagüena, dado que la ofensiva tránsfoba se ha trasladado ahora a los estados controlados por los republicanos. Esta batalla se ha ganado, pero la guerra continúa.
Comentarios desactivados en Gavin Grimm, el adolescente que llevó a los tribunales su lucha por usar los baños masculinos de su instituto, logra una importante victoria para los derechos trans en Estados Unidos
Punto final a una larguísima batalla jurídica de la que un joven adolescente trans, Gavin Grimm, sale triunfante. Y con él, los derechos de las personas trans en Estados Unidos. El Tribunal Supremo de ese país ha decidido no tomar en consideración el recurso contra la decisión de la Corte de Apelaciones del 4º Circuito Judicial, que reconoce al Grimm el drecho a usar los baños de su instituto que corresponden a su identidad de género. La decisión del Supremo pone de manifiesto el escaso interés del máximo órgano jurisdiccional estadounidense en entrar a discutir a fondo el detalle de los derechos del día a día de las personas trans. Algo que en otros momentos podría ser visto como negativo pero que en el contexto actual, dada la «supermayoría» conservadora del Supremo estadounidense tras la presidencia de Donald Trump (que en solo 4 años renovó a tres de sus nueve magistrados) supone una derrota inesperada del activismo transexcluyente y un alivio importante para el colectivo LGTBI.
A continuación hacemos un repaso de la historia de Gavin Grimm y de su batalla jurídica. Tras salir del armario como chico en 2014, el adolescente comenzó a usar los baños que correspondían a su identidad masculina en su instituto de Gloucester (Virginia). Aparentemente ello no le supuso problema alguno con sus compañeros, pero cuando la noticia llegó a oídos de los padres, un grupo de ellos solicitó al Consejo Escolar del condado que se le habilitase un baño separado. El joven, asistido por la ACLU (American Civil Liberties Union), demandó al instituto ante la justicia federal en junio de 2015, al considerar que la medida suponía una violación del Título IX, la ley federal que desde principios de los años setenta prohíbe a toda institución educativa que reciba fondos del Gobierno discriminar por razón de sexo.
Cuando el juez federal Robert Doumar estudió el caso en primera instancia, denegó la petición de Gavin, pero el joven apeló. Un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del 4º Circuito (con jurisdicción sobre los estados de Virginia, Virginia Occidental, Maryland, Carolina del Norte y Carolina del Sur) le dio la razón, por 2 votos contra 1, al considerar que el derecho del adolescente a usar los baños que corresponden a su identidad de género en efecto podía considerarse amparado por la legislación federal que prohíbe la discriminación por razón de sexo en las escuelas. Una decisión coherente con las directrices que en abril de 2014 había emitido el departamento de Educación de Estados Unidos bajo la administración Obama, según las cuales las protecciones derivadas del Título IX se extendían también a los estudiantes LGTB (si bien la Corte de Apelaciones reconocía en su argumentación que la equivalencia jurídica entre «sexo» e «identidad de género» no está bien clarificada).
Una decisión que el Consejo Escolar del condado de Gloucester apeló directamente al Tribunal Supremo, solicitando de este que con carácter urgente la orden quedase temporalmente invalidada en tanto se desarrollase el proceso legal. Algo a lo que el Tribunal Supremo accedió por 5 votos contra 3. Ya avanzada la batalla legal, el departamento de Educación de Obama había enviado en mayo de 2016 a todos los distritos escolares del país unas nuevas directrices que de forma expresa abordaban el tratamiento de los estudiantes trans y que cubrían, entre otros, el uso de baños públicos y vestuarios acordes a su identidad de género.
La llegada al poder de Donald Trump en enero de 2017, y junto a él de toda una corte de políticos contrarios a la igualdad jurídica de las personas trans, convertía en papel mojado los esfuerzos de la administración Obama. La instrucción sobre los estudiantes trans quedaba revocada a los pocos días de la toma de posesión de Trump, de forma que estos perdían la protección federal y su situación quedó en manos de los estados. Tras el cambio en la política del departamento de Educación, el Tribunal Supremo, que como explicamos antes había paralizado cautelarmente a requerimiento del instituto la orden de que Grimm pudiese usar el baño de chicos, decidió devolver la patata caliente a los tribunales de ámbito inferior para que reevaluaran el caso. En agosto de 2019, la jueza federal Arenda L. Wright Allen emitió una primera sentencia a favor de Grimm, pese a que este, ya por su edad, había abandonado el instituto. Pero el Consejo Escolar del condado recurrió y el caso volvió a la Corte de Apelaciones del 4º Circuito, que en agosto de 2020 insistía de nuevo por 2 votos a 1 en que la decisión de prohibir a Grimm el uso de los baños acordes a su identidad de género era inconstitucional. El tribunal ciataba además en su argumentación una reciente sentencia del propio Tribunal Supremo que prohibía la discriminación laboral basada en la orientación sexual o la identidad de género.
En un casi perfecto déjà vu, el Consejo Escolar del condado de Gloucester volvió a recurrir al Tribunal Supremo, seguramente convencido de que gracias a su actual composición este le daría finalmente la razón. Sin embargo, para sorpresa de muchos, el pasado 28 de junio el alto tribunal comunicaba su decisión de no tomar en consideración el caso, de forma que el fallo del 4º Circuito de Apelaciones es ya firme. Poco se conoce sobre las deliberaciones del Supremo a la hora de decidir por qué no estimaron la apelación, aunque el comunicado del alto tribunal menciona de forma expresa que dos de los magistrados de su mayoría conservadora (Clarence Thomas y Samuel Alito) se opusieron.
En definitiva, un triunfo muy relevante para los derechos de las personas trans en Estados Unidos en un momento en el que este colectivo está recuperando, de la mano de Joe Biden, los derechos que la administración Trump les retiró en el nivel federal. Eso no significa que su situación sea precisamente halagüena, dado que la ofensiva tránsfoba se ha trasladado ahora a los estados controlados por los republicanos. Esta batalla se ha ganado, pero la guerra continúa.
Comentarios desactivados en Con Biden revirtiendo las medidas discriminatorias de Trump, los republicanos se lanzan a aprobar leyes tránsfobas en los estados que controlan
La oleada de odio tránsfobo que vive el mundo alcanza su perfecta representación en lo que está pasando en Estados Unidos, donde varios estados de mayoría republicana han aprobado leyes cuyo objeto no es otro que el discriminar a las personas trans. La modalidad más extendida es la de impedir a las estudiantes trans participar en competiciones deportivas femeninas, pero también hay leyes que les dificultan modificar sus datos registrales (Montana) e incluso facilitar tratamiento con bloqueadores puberales a los menores trans que lo deseen (Arkansas).
El Partido Republicano de Estados Unidos, una formación política cada vez más enferma de transfobia, consiguió de la mano del expresidente Trump importantes éxitos en su estrategia de discriminación contra las personas trans a nivel federal. La pérdida de la presidencia a manos de Joe Biden, que en solo unos meses ha revertido dichas medidas, ha hecho que la obsesión tránsfoba se traslade a los estados que controlan, al tener mayoría en sus cámaras legislativas para aprobar las medidas y gobernadores dispuestos a rubricarlas (o mayorías suficientemente amplias como para superar sus vetos).
A lo largo de este 2021, de hecho, seis estados han legislado prohibir a las estudiantes trans participar en competiciones deportivas de acuerdo a su identidad de género. Se trata de leyes concebidas para que colegios y universidades no puedan aceptar a deportistas trans en sus equipos femeninos. Una medida del agrado tanto de la derecha religiosa como del activismo feminista radical transexcluyente (el tristemente conocido movimiento TERF). Se trata, por el momento, de Arkansas, Alabama, Tennessee, Mississippi, Montana y Virginia Occidental. Estos seis estados se unen a Idaho, el primer estado que adoptó una medida similar en 2020, aunque su aplicación se encuentra paralizada por decisión de un juez federal. Una paralización que se encuentra pendiente de la decisión que finalmente adopte la Corte de Apelaciones del 9º Circuito, que hace poco más de un mes escuchó los argumentos de las partes.
Pero si la prohibición a las estudiantes trans de participar en equipos femeninos es repugnante, aún más crueles son otras dos leyes aprobadas en Arkansas y Montana. En Arkansas, la legislatura del estado ha aprobado una ley que criminaliza cualquier tipo de atención médica a los menores trans que tenga como objeto facilitarles la transición o simplemente impedir el desarrollo de caracteres sexuales no deseados. Se trata del primer estado de Estados Unidos en llegar tan lejos. Hasta el gobernador republicano del estado, Asa Hutchinson, que sí estuvo de acuerdo en firmar la ley que discrimina a las deportistas trans, se vio moralmente obligado a vetarla, pero la mayoría republicana en la legislatura de Arkansas es tan grande que el veto fue superado en una nueva votación. Un procedimiento tan común en el abordaje de la adolescencia trans, como es el tratamiento con bloqueadores puberales, es ahora ilegal en ese estado, y puede llevar a los médicos que se atrevan a prescribirlo a su inhabilitación.
Por lo que se refiere a Montana, la nueva ley impide a las personas trans acceder a la modificación de sus datos registrales a no ser que se hayan sometido previamente a cirugía de reasignación genital. No se trata del único estado que obliga a ello (a este respecto existe una gran diversidad de situaciones entre los 50 estados del país), pero supone un gigantesco paso atrás en un estado que hasta ahora no lo hacía. Por lo que se refiere a este aspecto, recordemos que el año pasado Idaho aprobó una ley que impedía en todos los casos la modificación registral del sexo (algo que en este momento solo hace Tennessee), ley que también se encuentra paralizada por decisión judicial.
Los estados citados son los que han aprobado legislaciones abiertamente tránsfobas, pero por desgracia no son los únicos en los que estas propuestas están siendo discutidas. Es previsible, de hecho, que en próximos meses algunos otros estados en los que los republicanos disponen de sólidas mayorías implementen medidas similares. Y es que, como The Conversation señalaba en un reciente artículo, los republicanos han encontrado en la transfobia un excelente argumento para movilizar a sus bases de cara a las elecciones de medio término, que tendrán lugar en noviembre de 2022, en las que intentarán recuperar el terreno perdido en 2020. Está por ver si lo lograrán, pero de lo que no cabe ya duda es de que en el camino habrán conseguido hacer aún más dificil la vida de las personas trans, y muy especialmente la de las mujeres trans. Para ello, además, han encontrado un valioso aliado: el feminismo radical transexcluyente, que aplaude entusiasta cualquier medida discriminatoria contra este colectivo.
Comentarios desactivados en La administración Biden recupera la protección de las personas trans frente a la discriminación en la sanidad
Importante medida a favor de las personas LGTBI por parte de la administración del presidente de Estados Unidos Joe Biden. El departamento de Salud ha anunciado la recuperación de la protección antidiscriminatoria en la prestación de servicios sanitarios a las personas trans, intersexuales y de género no binario. Se trata de una nota aclaratoria que el expresidente Barack Obama añadió a su reforma sanitaria, conocida como Obamacare, en 2016. Cuatro años después, la administración Trump decidió anular la orden de Obama, dando vía libre a la exclusión de pacientes basada en su identidad de género del sistema de salud. La medida se cuenta, junto con la reversión de la prohibición de servir en el Ejército, entre las principales iniciativas aprobadas por Biden para restablecer la igualdad de la comunidad trans.
En 2010, la administración de Barack Obama impulsó una de sus medidas más emblemáticas, la Ley de Protección al Paciente y de Cuidados Asequibles (más conocida como Obamacare). La nueva regulación prohibía la discriminación basada en la raza, el color de la piel, el origen nacional, la discapacidad, la edad o el sexo en cualquier programa o actividad sanitaria que reciba financiación federal. En 2016, durante el segundo mandato de Obama, se añadió una nota aclaratoria para explicar que la categoría protegida «sexo» debía entenderse como «la percepción interna de género de cada cual, que puede ser masculino, femenino, ninguno de los dos o una combinación de masculino y femenino».
La reforma tenía el objetivo de proteger contra la discriminación basada en la identidad de género y prohibir a los profesionales médicos, instituciones y aseguradoras la exclusión de las personas trans o intersexuales en el acceso a la asistencia sanitaria y a los tratamientos necesarios. El texto fue objeto de demandas legales y varios jueces se pronunciaron a favor y en contra. Con la llegada al poder de Donald Trump, se paralizó la aplicación de la medida hasta su completa abolición que ha llegado esta semana.
En 2019 se produjo el primer intento de consolidar sobre el papel lo que ya se estaba aplicando en la práctica, pero fue en junio de 2020, coincidiendo con el cuarto aniversario del ataque en Orlando, cuando la administración Trump consagró la anulación de la reforma de Obama. Con la nueva definición, la categoría de «sexo» pasaba a entenderse como «masculino o femenino y determinado por la biología», excluyendo por tanto de la protección antidiscriminatoria a las personas trans, intersexuales o de género no binario. El Centro Nacional por la Igualdad Transgénero lamentó que tal retroceso llegara además en plena crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus y advertía de que los profesionales médicos podrían rechazar legalmente tratar a pacientes de COVID-19 solo por ser personas trans.
Desde el pasado lunes 10 de mayo, sin embargo, esta posibilidad queda de nuevo descartada. El departamento de Salud y Servicios Humanos, dirigido por el secretario Xavier Becerra, anunció que la medida regresiva de la anterior Gobierno republicano queda revertida y se recupera el texto aprobado por Obama en 2016. La administración Biden vincula esta decisión con la sentencia del Tribunal Supremo de julio de 2020 que prohibió la discriminación laboral de la población LGTBI y aclara que los artículos correspondientes del Obamacare que hacen referencia al sexo se interpretarán en un sentido amplio que incluya la orientación sexual y la identidad de género.
La decisión es la segunda de gran calado que afecta a la comunidad trans desde la llegada al poder de Joe Biden en enero de este año. La primera de ellas fue, en realidad, otra rectificación de la anterior administración: la revocación de la prohibición a las personas trans de servir en el Ejército estadounidense. Una de las medidas estrella de la administración Trump, que puso a la comunidad en su punto de mira con el intento indisimulado de suprimir su existencia jurídica. Un ataque a la igualdad y el reconocimiento de las personas trans que Biden ahora ha empezado a revertir.
Comentarios desactivados en La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprueba la histórica ley de igualdad, que prohíbe discriminar a las personas LGTBI. Es ahora el turno del Senado
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado, por 224 votos a favor (tres de ellos de representantes republicanos, el resto demócratas) y 206 en contra (todos republicanos) la Ley de Igualdad («Equality Act»), una ley que consagra el principio de no discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género en ese país, y lo que es más importante, modifica una serie de importantes leyes para garantizar su implementación práctica en materia de empleo, vivienda, crédito, educación o servicios públicos. La ley, cuya aprobación definitiva se consideraría histórica, queda pendiente de lo que suceda ahora en el Senado, donde los demócratas disponen de una mayoría muy justa, lo que les obligará, si realmente quieren aprobar la ley, a activar la denominada «opción nuclear» en materia legislativa para permitir la aprobación por un solo voto de diferencia.
Hacía años que la situación política en Estados Unidos no era tan favorable a la aprobación de leyes en favor de los derechos LGTBI: con un presidente y una vicepresidenta recién elegidos dispuestos a promoverlas (y sobre todo a no vetarlas) y una mayoría demócrata en las dos cámaras del Congreso. Hay que remontarse a los dos primeros años de presidencia de Barack Obama para encontrar un escenario así, con la diferencia que por aquel entonces Obama no estaba tan comprometido con los derechos LGTBI como sí lo están ahora Joe Biden y Kamala Harris. De hecho, bajo la presidencia de Obama el primer intento de sacar adelante una ley de este tipo no tuvo lugar hasta 2015, año en el que los republicanos controlaban las dos cámaras del Congreso. No fue, de hecho, hasta mayo de 2019 cuando la Equality Act obtuvo por primera vez el respaldo de la Cámara de Representantes, ya bajo control demócrata, pero el dominio republicano del Senado hizo imposible su aprobación definitiva. Sobra decir que el proyecto contaba además con la oposición del entonces presidente, Donald Trump.
Una situación que ha dado un giro de 180 grados tras las elecciones presidenciales y legislativas del pasado noviembre. Sin embargo, solo hay garantías de un escenario favorable durante dos años más: en noviembre de 2022 volverán a celebrarse elecciones legislativas y se renovarán la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. En ese momento, los republicanos pueden hacerse de nuevo con el control de alguna o de las dos cámaras, cerrando de nuevo la vía legislativa en lo que al avance de los derechos LGTBI se refiere.
Por eso es tan importante que la Equality Act se apruebe cuanto antes. Una ley que consagrará el principio de no discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género en todos aquellos aspectos que dependen del nivel federal de la administración, algo que hasta la fecha ha sido imposible por vía legislativa, siendo los tribunales los que de una forma u otra han impulsado (o frenado) dicho principio. El ejemplo más reciente, en esta ocasión en un sentido favorable, tuvo lugar el pasado mes de junio, cuando el Tribunal Supremo de los Estados Unidos declaró ilegal la discriminación en el trabajo por orientación sexual o identidad de género por 6 votos contra 3.
Si la Equality Act es aprobada por el Senado y el presidente Joe Biden la rubrica, este principio se hará extensivo no solo al trabajo, sino a otros aspectos fundamentales de la vida cotidiana, como el acceso a la vivienda, el crédito bancario, la educación, el uso de espacios públicos, la prestación de servicios públicos, el desarrollo de programas financiados con fondos federales o la institución del jurado. Para ello, la ley detalla en su articulado una serie de reformas a leyes ya vigentes, incluida la Ley de Derechos Civiles de 1964, la Ley de Vivienda Justa, la Ley de Igualdad de Oportunidades de Crédito, la Ley de Selección y Servicios de Jurado y varias leyes relacionadas con el empleo dependiente o relacionado con la administración federal. La ley también será de aplicación en aspectos relacionados con el servicio prestado por tiendas minoristas y otros servicios privados regulados por la reglamentación federal. Puedes acceder al texto del proyecto de ley en este enlace.
¿De qué depende la aprobación por el Senado?
Una vez que la Equality Act ha sido aprobada por la Cámara de Representantes, es ahora el turno del Senado, donde demócratas y republicanos están empatados a 50 senadores cada uno. Los demócratas cuentan, eso sí, con el voto de calidad de la presidenta del Senado, capaz de deshacer el empate, y que no es otra que la vicepresidenta, Kamala Harris. Sin embargo, no es todo tan sencillo. La actual reglamentación del Senado obliga a que, para cerrar el trámite de una nueva ley, el proyecto en discusión cuente con una mayoría de 60 votos, no de 50+1. Mientras no se disponga de dicha mayoría, los que se oponen a la ley pueden prolongar sine die la discusión (mecanismo conocido como «filibusterismo»). El Senado puede modificar dicha reglamentación por 50+1 votos, pero en este caso sería necesario el voto unánime de todos los demócratas, algo que hoy por hoy no parece asegurado (hay al menos dos senadores demócratas, el senador por Virginia Occidental Joe Manchin y la senadora por Arizona Kyrsten Sinema, que se oponen a derogar la norma procedimental que permitiría a los republicanos ejercer el filibusterismo.
En próximas semanas veremos hasta qué punto las convicciones de los demócratas son suficientemente sólidas en materia de igualdad como para poner fin al filibusterismo legislativo, dado que parece altamente improbable que diez senadores republicanos se unan a los demócratas para aprobar la Equality Act por 60 votos. Cabe recordar, en este sentido, que los republicanos no tuvieron problema alguno en activar en 2017 la «opción nuclear» y poner fin a la posibilidad de filibusterismo cuando de elegir a los jueces del Tribunal Supremo propuestos por Donald Trump se trató. Y ya antes, en 2013, los propios demócratas habían hecho lo mismo con la confirmación por el Senado de otros nombramientos judiciales.
De lo que no cabe duda es de que si la Equality Act es aprobada por el Congreso, Joe Biden la firmará. Así lo dejaba muy claro en su perfil de Twitter, en el que el presidente de Estados Unidos animaba a los senadores a aprobar la ley haciendo alusión al aspecto sobre el que más ruido están haciendo sus opositores: los derechos de las personas trans (¿nos suena en España, verdad?). «Los derechos trans son derechos humanos, y la Cámara de Representantes lo ha dejado claro hoy aprobando la Equality Act. Es la hora de que el Senado haga lo mismo», tuiteaba Biden:
Transgender rights are human rights — and the House made that clear today by passing the Equality Act.
Comentarios desactivados en Antes de abandonar la presidencia, Donald Trump autoriza a las agencias de servicios sociales que reciben fondos federales a discriminar a las personas LGTBI
Pocos días antes de abandonar la Casa Blanca tras su derrota en noviembre, Donald Trump ha querido cimentar el tono marcadamente anti-LGTBI de su presidencia. El Departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos (HHS) ha emitido una nueva normativa que autoriza a los proveedores de servicios sociales que reciben fondos federales a discriminar por razones de orientación sexual o identidad de género. La norma, de carácter ejecutivo, entra en teoría en vigor el próximo 11 de febrero. Será probablemente una de las primeras que el nuevo presidente, el demócrata Joe Biden, anule una vez que tome posesión efectiva de su cargo.
La normativa vigente prohíbe a los proveedores de servicios sociales que reciben fondos federales discriminar por razón de orientación sexual e identidad de género. Se trata de una de tantas normas ejecutivas instituidas por la administración Obama ante la imposibilidad de aprobar por vía legislativa un marco antidiscriminatorio global contra las personas LGTBI debido a la oposición republicana, muchas de las cuales han sido revertidas por la administración Trump. Esta era una de las que habían sobrevivido hasta el último momento, pero ni siquiera la derrota de Trump en las elecciones de noviembre ha impedido que finalmente sea sustituida por una nueva normativa que en teoría debe entrar en vigor el próximo 11 de febrero. Según la nueva normativa, dicha prohibición violaría la Religious Freedom Restoration Act, una ley federal que protege la libertad religiosa. De entrar en vigor, organizaciones como agencias de adopción o servicios de atención a personas sin hogar o ancianos, entre otros, podrían negarse a prestar sus servicios a personas LGTBI si consideran que ello viola su libertad religiosa aunque reciban financiación federal, y no podrían ser penalizadas por ello.
La nueva disposición será probablemente una de las primeras que la próxima administración Biden anule una vez el demócrata tome posesión efectiva de su cargo este 20 de enero, pero en cualquier caso supone un argumento más que ls partidarios de poder discriminar a las personas LGTBI «por razones religiosas» continuarán esgrimiendo ante los tribunales, y muy singularmente ante el Tribunal Supremo, que precisamente tiene estos momentos entre manos la decisión sobre un caso (Fulton v. City of Philadephia) que afecta a una agencia de adopción católica con la que la ciudad de Filadelfia rompió el acuerdo que las vinculaba por rechazar a parejas del mismo sexo. No hay que olvidar que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos tiene en estos momentos una rotunda mayoría conservadora después de que Trump y sus socios republicanos tuviesen la oportunidad de colocar a tres nuevos magistrados, entre ellos la conservadora Amy Coney Barrett en sustitución de la recientemente fallecida Ruth Bader Ginsburg (precisamente la que era considerada magistrada más progresista del Supremo).
El movimiento de Trump, por otra parte, se suma a muchos otros movimientos previos que han hecho retroceder de forma considerable los derechos de las personas LGTBI. Hace unos meses, por ejemplo, el mismo Departamento de Salud y Servicios Sociales anunciaba la anulación de otra norma que ampliaba la protección antidiscriminatoria en la prestación de servicios sanitarios a las las personas trans, intersexuales o de género no binario. Una reforma que se enmarca en una estrategia más amplia de la administración Trump, cuyo objetivo no ha sido otro que la supresión de la existencia jurídica de las personas trans en Estados Unidos. Y es que si por algo se está caracterizando la administración Trump en el ámbito LGTBI es por la incansable batalla contra los derechos y la inclusión de la comunidad trans. Ya tras conquistar la Casa Blanca en las elecciones de noviembre de 2016, Donald Trump y su vicepresidente Mike Pence pusieron en marcha, por ejemplo, toda una operación para excluir a las personas trans del Ejército, que permaneció en suspenso por decisión judicial hasta que un Tribunal Supremo controlado por el sector conservador ratificó la exclusión. En mayo de 2018 se consumó también la retirada de las normas de protección de las personas trans recluidas en las cárceles federales que en su momento instauró la administración Obama. Una norma especialmente cruel hacia las mujeres trans, que perdieron de esta manera la protección de la que gozaban frente a agresiones sexuales a manos de otros reclusos. La administración Trump también retiró la protección al alumnado trans en las escuelas que reciben fondos federales y ha prohibido, por mencionar otro ejemplo más, el uso de la palabra «transgénero» en los informes de su principal agencia sanitaria, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC en sus siglas en inglés). Y todo ello por no hablar de las medidas dirigidas de forma global contra el colectivo LGTB en su conjunto, como por ejemplo su intención de que el personal sanitario pueda negarse a atender a una persona homosexual, bisexual o transexual si considera que prestarle la asistencia sanitaria que precisa vulnera sus creencias.
Comentarios desactivados en Líder de Proud Boys arrestado después de que se quemara la pancarta de Black Lives Matter de una histórica iglesia negra
Enrique Tarrio, líder de los Proud Boys. (Elijah Nouvelage / Getty Images)
El líder de Proud Boys, Enrique Tarrio, fue arrestado por la policía de Washington DC el lunes (4 de enero) bajo sospecha de quemar una pancarta de Black Lives Matter.
Tarrio, presidente del grupo de odio nacionalista blanco de extrema derecha y partidario de “Straight Pride“, fue arrestado después de llegar a Washington DC antes de las protestas pro-Trump planeadas para el miércoles (6 de enero), cuando Joe Biden será oficialmente certificado como ganador de las elecciones estadounidenses.
La policía confirmó que el hombre de 36 años había sido arrestado por cargos de destrucción de propiedad, informó el Washington Post, después de que supuestamente rompió la pancarta de una histórica iglesia negra durante las violentas protestas a favor de Trump en diciembre que consumieron DC.
En ese momento, según los informes, Tarrio le dijo al Washington Post que había quemado la pancarta. “Hagamos esto simple“, dijo. “Lo hice.”
Los oficiales detuvieron a Tarrio en un vehículo después de que ingresó al distrito, donde se lo encontró en posesión ilegal de dos cargadores de armas de fuego de alta capacidad, agregaron.
¿Quiénes son los Proud Boys?
Enrique Tarrio.Foto de Karli Evans
Proud Boys está catalogado por el Southern Poverty Law Center (SPLC) como un grupo de odio y es considerado por al menos una agencia oficial de los Estados Unidos como nacionalistas blancos.
Dice en su sitio web: “Anhelamos los días en que ‘las niñas eran niñas y los hombres eran hombres’. Esto no era controvertido ni siquiera hace 20 años, pero estar orgulloso de la cultura occidental hoy es como ser una comunista lesbiana negra lisiada en 1953”.
Los Proud Boy son, por reputación, una banda de hermanos musculosos. Los miembros son conocidos por vestir atuendos negros y dorados y lanzar opiniones misóginas, anti-LGBT + e islamófobas.
Sus miembros recibieron un impulso del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, durante los debates presidenciales de septiembre de 2020 cuando se les preguntó si condenaría a los supremacistas blancos.
“Proud Boys”, dijo, “retroceda y espere”. El comentario sirvió como un escalofriante impulso publicitario para el grupo, convirtiéndose rápidamente en uno de los apoyos más ruidosos y vocales de Trump en su triste intento por anular los resultados electorales.
El líder de Proud Boy, Enrique Tarrio (R), abraza a un compañero durante un mitin de Proud Boy el 26 de septiembre de 2020 en Portland, Oregon. (Nathan Howard / Getty Images)
Se programó que Tarrio apareciera como orador en un evento llamado “Straight Pride” en Boston, Massachusetts, en 2019 organizado por Super Happy Fun America.
El grupo, que considera a las personas heterosexuales como la “mayoría oprimida”, sembró una reacción inmediata por el evento entre los activistas LGBT +. Pero por mucho que las fuerzas del orden y los funcionarios locales endurecieron las medidas de seguridad, temiendo el resultado de tensiones a fuego lento durante meses, casi nadie se presentó.
En cambio, los pocos cientos de asistentes al Orgullo Heterosexual, que incluían cosplayers de Pepe the Frog y miembros de Proud Boys, se vieron ampliamente superados en número por los 1000 contramanifestantes pro-LGBT +.
Decenas de grupos anti-LGBTI con sede en Estados Unidos están recaudando fondos en la plataforma de donaciones en línea de Amazon – pese a las políticas de la compañía contra la discriminación por orientación sexual – revela una nueva investigación de openDemocracy.
Amazon terminó 2020 como una de las pocas grandes ganadoras de la pandemia de COVID-19, pues las compras en línea crecieron exponencialmente con los confinamientos, el miedo al contagio y el cierre de las tiendas físicas. Las ganancias de la empresa crecieron casi 50% comparadas con las de 2019.
“Vive la experiencia de comprar y sentirte bien” es el eslogan del programa AmazonSmile, que habilita a los clientes a donar a organizaciones benéficas mientras compran en línea. Amazon asegura que desde el lanzamiento del programa en 2013 ha facilitado donaciones por más de 215 millones de dólares.
El Acuerdo de Participación de AmazonSmile establece claramente que las organizaciones elegibles para recibir donaciones no pueden “involucrarse, apoyar o promover: la intolerancia, la discrminación o prácticas discriminatorias por razones de raza, sexo, religión, nacionalidad, discapacidad, orientación sexual o edad”.
Sin embargo, la investigación de openDemocracy descubrió más de 40 organizaciones inscriptas en la plataforma estadounidense de AmazonSmile que se oponen públicamente a la igualdad y los derechos de las personas LGBTI. Entre ellas hay grupos que:
intervinieron en numerosos litigios judiciales en EEUU y el resto del mundo para oponerse al matrimonio y adopción para parejas homosexuales y a leyes antidiscriminatorias;
aseguraron que la homosexualidad “abre las puertas al reino demoníaco” y que legalizar el matrimonio para personas del mismo sexo “impone” una “agenda inmoral, impulsada de forma demoníaca”;
catalogaron el COVID-19 como “la ira consecuente de Dios” y el castigo para pecados de la sociedad como la “propensión hacia el lesbianismo y la homosexualidad”;
atacaron programas de TV (por ejemplo, American Idol) por ampliar “la aceptación social de la homosexualidad” al presentar ante la audiencia a personas LGBTI como “gente común”;
amenazaron a su personal con “despidos inmediatos” si se descubría que expresaban apoyo al matrimonio igualitario.
En respuesta a estos hallazgos de openDemocracy, activistas de derechos humanos dijeron que Amazon debería retirar inmediatamente a esos grupos de su plataforma.
“Las empresas, si practican lo que predican, no deberían servir de vidriera para organizaciones que trabajan para limitar los derechos de otras personas”, dijo Evelyne Paradis, directora ejecutiva del grupo de defensa de derechos LGBTI ILGA-Europa.
Es bueno que Amazon tenga diversidad de grupos en su plataforma, agregó, “pero no debería dar lugar a ninguna organización […] que impulse activamente el odio y/o trabaje contra los derechos de otras personas”.
¿Promesas traicionadas?
Amazon ha expresado numerosos compromisos públicos con la no discriminación y la inclusión de personas LGBTI. Por ejemplo, como empleadora, ofrece desde hace varios años beneficios a las parejas homosexuales de sus empleados y presta cobertura para cirugías de reasignación de sexo.
El fundador y director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, recibió el Premio Nacional de Igualdad 2017 que entrega el grupo estadounidense de derechos LGBTI Human Rights Campaign. En 2012, él y su entonces esposa comprometieron públicamente 2,5 millones de dólares para la lucha por el matrimonio igualitario en el estado de Washington.
El sitio web de Amazon en Reino Unido publicitaalianzas con organizaciones benéficas LGBTI, entre ellas el programa Diversity Champions del grupo Stonewall, en favor de ambientes laborales inclusivos.
Dos grandes grupos de la derecha cristiana estadounidense – Alliance Defending Freedom (ADF) y el Family Research Council – fueron retirados del programa AmazonSmile debido a la controversia por su activismo contra la población LGBTI.
Pero la investigación de openDemocracy revela que esos son apenas la punta del iceberg, y que muchas más organizaciones con similar historial de ataques a la gente LGBTI permanecen en AmazonSmile.
El director de uno de esos grupos, Human Life International, llamó a la población a “oponerse al movimiento LGBTI” y aseguró que la homosexualidad se relaciona con la pedofilia. A inicios de este año, openDemocracy reveló que este grupo apoya también iniciativas antiaborto en América Latina acusadas de propagar desinformación y de manipular a mujeres vulnerables sobre su salud y sus derechos.
El American Center for Law and Justice (ACLJ), encabezado por el abogado personal de Donald Trump, Jay Sekulow, también está inscripto en la plataforma AmazonSmile. Este grupo ha participado en numerosos litigios judiciales en EEUU contra el matrimonio igualitario. Su filial europea también suministró argumentos legales para prohibir que las mujeres polacas aborten en caso de anomalías fetales incompatibles con la vida.
El abogado en jefe de ACLJ, Jay Sekulow, es también el defensor personal de Donald Trump | Foto: Mark Taylor/Wikimedia CC BY 2.0
Otro grupo de AmazonSmile criticado por sus posturas divisivas y anti-LGBTI es la Billy Graham Evangelistic Association. Su presidente, Franklin Graham, afirma que Satán es el arquitecto del matrimonio igualitario y que el Islam es “diabólico” y “maligno”. Este año, varios locales y escenarios del Reino Unido cancelaron presentaciones de Graham debido a este tipo de expresiones.
Estos tres grupos se encuentran entre las decenas de organizaciones ultraconservadoras estadounidenses que, como reveló openDemocracy en octubre, han gastado millones de dólares en todo el mundo para oponerse a los derechos sexuales y reproductivos, incluso en los juzgados.
Ayudar a ‘grupos de odio’
“Sé parte de algo más grande”, invita AmazonSmile a quienes compran en línea. La plataforma habilita a los clientes para que donen 0,5% del precio de las compras elegibles a las organizaciones benéficas que prefieran. Asegura tener en su plataforma más de un millón de estos grupos, y que los que más donaciones han recibido son los vinculados a la defensa de los animales, seguidos de los dedicados a la educación.
No está claro cuánto dinero han recaudado los grupos anti-LGBTI de donaciones de AmazonSmile, pues ni ellos ni Amazon suministran esa información.
AmazonSmile también tiene presencia internacional, con grupos diferentes a los cuales donar. Por ejemplo, ninguno de los estadounidenses catalogados como anti-LGBTI están inscriptos en el programa AmazonSmile de Reino Unido.
OpenDemocracy le entregó a Amazon un informe de investigación sobre las actividades y declaraciones anti-LGBTI de más de 40 grupos inscriptos en su plataforma estadounidense y preguntó a la compañía si investigaría posibles infracciones a su Acuerdo de Participación.
Una portavoz de Amazon respondió: “Las organizaciones benéficas deben cumplir los requerimientos mencionados en nuestro Acuerdo de Participación para ser elegidas por AmazonSmile. Las organizaciones que se involucren en, apoyen, alienten o promuevan la intolerancia, el odio, el terrorismo, la violencia, el lavado de dinero u otras actividades ilegales no son elegibles”.
“Si una organización viola este acuerdo en cualquier punto, su elegibilidad será revocada”, agregó la portavoz, aunque no indicó si esto pasará en estos casos.
La declaración añade que “desde 2013, Amazon se respalda en la Oficina Estadounidense de Control de Activos Extranjeros y en el Southern Poverty Law Center que suministran los datos para esas decisiones”.
El Southern Poverty Law Center (SPLC) elabora listas anuales de “grupos de odio”. ADF y el Family Research Council, las dos organizaciones que fueron retiradas del programa AmazonSmile, habían sido incluidas en esas listas como “grupos de odio anti-LGBTI”. Ambas rechazaron la designación.
De los más de 40 grupos que openDemocracy descubrió en AmazonSmile, ocho han sido socios o integrantes de la controvertida red del Congreso Mundial de Familias – también catalogado por el SPLC como “grupo de odio anti-LGBTI”.
En la plataforma de Amazon se encuentra asimismo una filial de la American Family Association (AFA) en el estado de Indiana, incluida en la lista actual de “grupos de odio anti-LGBTI” del SPLC. La AFA relaciona la homosexualidad con el nazismo y la tacha de “elección mala y peligrosa”.
Otra organización que recauda fondos en AmazonSmile es Focus on the Family, criticada por el SPLC debido a sus posturas anti-LGBTI y descrita como parte de “una docena de grupos que contribuyen a dirigir la cruzada anti-gay de la derecha religiosa”.
Capturas de pantalla de la plataforma AmazonSmile tomadas en diciembre de 2020.
Seth Levi, director de estrategia del SPLC, confirmó que Amazon usa las “designaciones de grupo de odio” que realiza su organización para identificar a aquellos que “no se alinean con los valores y exigencias del programa Smile”.
“No estamos al tanto de si hay otras fuentes de información que use Amazon. Urgimos a la empresa a asegurarse de que ninguna de sus plataformas, incluidas las de ventas minoristas, recursos web y entretenimiento, sea usada para apoyar o dictar contenido de odio o deshumanizante, ni desinformación que amenace nuestro tejido democrático”.
Robbie de Santos, director asociado de campañas y comunicación de Stonewall, una organización británica que defiende derechos LGBTI, dijo a openDemocracy: “Es decepcionante ver que organizaciones que hacen campaña contra la igualdad LGBTI tienen una plataforma en AmazonSmile”.
Stonewall asegura haber enviado mensajes a sus contactos en Amazon acerca de lo denunciado por openDemocracy. “Planteamos nuestras preocupaciones a Amazon y seguiremos trabajando hasta que cada persona LGBT+ del mundo sea libre de ser quien es”, agregó De Santos.
El American Center for Law and Justice, la American Family Association, Focus on the Family y Human Life International no quisieron contestar sobre su observancia del Acuerdo de Participación de AmazonSmile.
Un portavoz de la Billy Graham Evangelistic Association dijo que el grupo está “agradecido de participar en el programa AmazonSmile”, que “no se involucra en discriminación ilegal” y que “no promovemos la intolerancia”. La organización añadió: “Esperamos que AmazonSmile siga respetando los derechos y la dignidad de todas las personas y no discrimine a grupos confesionales basándose solamente en las creencias religiosas que profesan con sinceridad”.
Esta es una versión editada y traducida de un artículo publicado originalmente por el proyecto Tracking the Backlash de openDemocracy.
Comentarios desactivados en Pete Buttigieg hacer historia al ser nombrado por Joe Biden como secretario de transporte
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ya ha dado a conocer la mayoría de los miembros de su futura administración, que echará a andar cuando tome posesión del cargo junto a la vicepresidenta electa Kamala Harris el próximo 20 de enero. Entre ellos se encuentra Pete Buttigieg, su exrival en las primarias demócratas, quien desde su retirada de la carrera presidencial se convirtió en un apoyo firme de la campaña de Biden. Buttigieg asumirá el departamento de Transporte y se convertirá en el primer miembro abiertamente gay de un Gabinete de Estados Unidos.
Tras un lento recuento, por la enorme cantidad de votos depositados con antelación y enviados por correo, los principales medios de comunicación estadounidenses confirmaron el pasado 7 de noviembre la victoria de Joe Biden frente a Donald Trump en las elecciones presidenciales. A pesar de los intentos de la administración saliente por torpedear el proceso de transición con demandas sistemáticamente rechazadas por los tribunales, el próximo 20 de enero Biden y Kamala Harris se convertirán, respectivamente, en presidente y vicepresidenta de Estados Unidos.
Durante estas semanas, el presidente electo ha ido revelando los nombres que compondrán su Gobierno. Uno de ellos se hacía público el pasado día 16: Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend (Indiana) y excontendiente en las primarias demócratas antes de retirarse y anunciarle su apoyo a Biden. Este lo ha recompensado ofreciéndole el departamento de Transporte en su futura administración. Aunque se daba por segura su entrada en el Gabinete, se había especulado con que el puesto que anhelaba Buttigieg era el de embajador ante las Naciones Unidas, que finalmente obtuvo Linda Thomas-Greenfield. En cualquier caso, el político de 38 años se convertirá en el primer miembro abiertamente gay de un Gabinete de Estados Unidos, si el Senado confirma su nombramiento.
Pete Buttigieg ha sido elegido como secretario de transporte de Joe Biden, convirtiéndose en la primera persona LGBT + en la historia de Estados Unidos en ocupar un puesto de gabinete a tiempo completo.
El ex veterano gay de la guerra de Irak, alcalde de South Bend y aspirante a la presidencia ha sido elegido por su antiguo rival para liderar el informe del Departamento de Transporte, Reuters y CNN.
Con 38 años se convertirá en la primera persona LGBT + en ocupar un puesto de tiempo completo en el gabinete, aunque el controvertido funcionario gay de Trump, Richard Grenell, ocupó temporalmente el cargo de director interino de inteligencia nacional en el gabinete durante tres meses mientras se confirmaba un sucesor.
El puesto pone a Buttigieg a cargo del presupuesto de $ 72 mil millones del departamento y una fuerza laboral de 58,000 personas, supervisando la infraestructura de transporte del país.
El nombramiento de Pete Buttigieg es un “hito histórico”: Buttigieg dijo: “Este es un momento de tremenda oportunidad: crear empleos, enfrentar el desafío climático y mejorar la equidad para todos. Es un honor para mí que el presidente electo me haya pedido que sirva a nuestra nación como secretario de transporte”.
El presidente electo ha elogiado la figura de Buttigieg por tener «la visión de un líder de la próxima generación, con la experiencia y el temperamento para liderar el cambio hoy». El político demócrata fue alcalde de South Bend entre 2011 y 2019. Formado en Harvard y Oxford y veterano de Afganistán, en 2018 contrajo matrimonio con Chasten Glezman. A principios de 2019 comenzó a forjar su campaña presidencial, que anunció formalmente el 14 de abril de ese año. En los debates de candidatos demócratas se perfiló como un representante del ala centrista o «moderada» del partido, frente a las posiciones más claramente progresistas en materia económica y social de Bernie Sanders o Elizabeth Warren.
Biden dijo: “El alcalde Pete Buttigieg es un patriota y un solucionador de problemas que habla lo mejor de quiénes somos como nación. Lo nomino para Secretario de Transporte porque este puesto se encuentra en el nexo de muchos de los desafíos y oportunidades entrelazados que tenemos por delante. Empleos, infraestructura, equidad y clima se unen en el DOT, el sitio de algunos de nuestros planes más ambiciosos para reconstruir mejor. Confío en que el alcalde Pete dirigirá este trabajo con concentración, decencia y una visión audaz; unirá a las personas para lograr grandes logros”.
La vicepresidenta electa Kamala Harris, quien también cruzó espadas con Buttigieg durante las primarias demócratas, agregó: “El alcalde Pete Buttigieg es una excelente opción para ayudar a encabezar este trabajo. Un solucionador de problemas innovador y un servidor público pionero, el alcalde Pete está profundamente comprometido a unir a las personas y mejorar nuestro sistema de transporte de una manera que sirva a los estadounidenses de todos los orígenes y comunidades de todos los tamaños, urbanos y rurales, en todo nuestro país”.
Los activistas LGBT + han celebrado el hito.
El presidente de Human Rights Campaign, Alphonso David, dijo: “El presidente electo Joe Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris cumplen su promesa, lo que representa un paso significativo en la creación de una administración que refleje la diversidad y las experiencias de vida de Estados Unidos.
“El alcalde Pete Buttigieg fue abierto y honesto sobre su identidad a lo largo de su tiempo en la escena nacional, dando voz a nuestra comunidad y una nueva visión de a quién y cómo nuestros líderes pueden amar. Su voz como defensor de la comunidad LGBTQ en la sala del gabinete ayudará al presidente electo Biden a reconstruir nuestra nación mejor, más fuerte y más igual que antes.
“Este es un momento histórico para nuestra comunidad, aunque no es el final de nuestra defensa. Hemos colaborado y seguiremos colaborando con el equipo de transición de Biden-Harris para garantizar que las personas LGBTQ sean designadas en todos los niveles de gobierno y que esos nombramientos reflejen la diversidad total de nuestra comunidad, incluidas y especialmente las personas LGBTQ de color y transgénero personas que no se ajustan al género “.
Annise Parker de LGBTQ Victory Institute dijo: “La nominación de Pete es un nuevo hito en un esfuerzo de décadas para garantizar que las personas LGBTQ estén representadas en todo nuestro gobierno, y su impacto repercutirá mucho más allá del departamento que él dirigirá. Distancia a nuestra nación de un legado problemático de excluir a las personas LGBTQ de cargos gubernamentales y nos acerca a la visión del presidente electo de un gobierno que refleje a Estados Unidos.
“Como persona LGBTQ, Pete aportará una perspectiva única que informará e influirá en las políticas de todo el gobierno federal. Lo más importante, sin embargo, es que Pete traerá su intelecto y energía al Departamento de Transporte y nuestra nación estará mejor gracias a eso”.
Sarah Kate Ellis de GLAAD agregó: “La experiencia y las habilidades de Pete como líder, gerente y comunicador brillante, combinadas con sus raíces del corazón y su compromiso incondicional con la diversidad y la igualdad, mejorarán las vidas de todos los estadounidenses como Secretario de Transporte. Felicitaciones a Pete y su esposo Chasten por sus nuevos e innovadores roles “.
Como estrella en ascenso demócrata y aliado incondicional de Biden, a Pete Buttigieg se le propuso acaloradamente un papel en el gabinete. Antes de las elecciones de noviembre, Buttigieg se ganó el favor del campo de Biden con su sólida actuación en los medios de comunicación defendiendo la causa demócrata, ganando una reputación como “Slayer Pete” por sus apariciones sensatas en Fox News.
Sin embargo, como la serie de nombramientos iniciales de Biden priorizó la experiencia en políticas nacionales, persistieron las preguntas sobre para qué puesto sería adecuado el ex alcalde de una pequeña ciudad.
Biden prometió públicamente algún tipo de papel a Buttigieg en marzo, explicando: “Hablé con Pete Buttigieg hace un par de días para alentarlo a mantenerse comprometido porque tiene un talento enorme. Le indiqué que si me convertía en el nominado, vendría y le pediría que fuera parte de la administración, que se comprometiera a hacer avanzar las cosas”.
Comentarios desactivados en Tras la inhibición del Supremo, la justicia estadounidense vuelve a dar la razón al alumno trans al que no permitían usar el baño de chicos
Importante sentencia de la justicia estadounidense sobre los derechos de las personas trans. La Corte de Apelaciones del 4º Circuito ha vuelto a fallar a favor de Gavin Grimm, un joven al que su instituto no permitió usar los baños de chicos. El caso se remonta a 2016, cuando las autoridades escolares llevaron a la justicia el uso por parte del alumno de las instalaciones correspondientes a su identidad de género masculina. En 2017, el Tribunal Supremo declinó pronunciarse sobre el caso, después de que la administración Trump anulara las directrices contra la discriminación en las escuelas que había aprobado su antecesor Obama. Ahora, el tribunal que dictó la sentencia inicial vuelve a dar la razón a Grimm y declara inconstitucional el reglamento que prohibía a los alumnos usar espacios distintos a los correspondientes al sexo que les fue asignado al nacer.
Recordemos el caso. Tras salir del armario como chico en 2014, Gavin Grimm comenzó a usar los baños que corresponden a su identidad masculina en su instituto de Gloucester (Virginia). Aparentemente ello no le supuso problema alguno con sus compañeros, pero cuando la noticia llegó a oídos de los padres, un grupo de ellos solicitó al Consejo Escolar del condado que se le habilitase un baño separado. El joven, asistido por la ACLU (American Civil Liberties Union), demandó al instituto ante la justicia federal en junio de 2015, al considerar que la medida suponía una violación del Título IX, la ley federal que desde principios de los años setenta prohíbe a toda institución educativa que reciba fondos del Gobierno discriminar por razón de sexo.
Cuando el juez federal Robert Doumar estudió el caso en primera instancia, denegó la petición de Gavin, pero el joven apeló. Un panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del 4º Circuito (con jurisdicción sobre los estados de Virginia, Virginia Occidental, Maryland, Carolina del Norte y Carolina del Sur) le dio la razón, por 2 votos contra 1, al considerar que el derecho del adolescente a usar los baños que corresponden a su identidad de género en efecto podía considerarse amparado por la legislación federal que prohíbe la discriminación por razón de sexo en las escuelas. Una decisión coherente con las directrices que en abril de 2014 había emitido el departamento de Educación de Estados Unidos bajo la administración Obama, según las cuales las protecciones derivadas del Título IX se extendían también a los estudiantes LGTB (si bien la Corte de Apelaciones reconocía en su argumentación que la equivalencia jurídica entre «sexo» e «identidad de género» no está bien clarificada).
Una decisión que el Consejo Escolar del condado de Gloucester apeló directamente al Tribunal Supremo, solicitando de este que con carácter urgente la orden quedase temporalmente invalidada en tanto se desarrollase el proceso legal. Algo a lo que el Tribunal Supremo accedió por 5 votos contra 3. Ya avanzada la batalla legal, el departamento de Educación de Obama había enviado en mayo de 2016 a todos los distritos escolares del país unas nuevas directrices que de forma expresa abordaban el tratamiento de los estudiantes trans y que cubrían, entre otros, el uso de baños públicos y vestuarios acordes a su identidad de género.
La llegada al poder de Donald Trump en enero de 2017, y junto a él de toda una corte de políticos rabiosamente LGTBfobos, convertía sin embargo en papel mojado los esfuerzos de la administración Obama. La instrucción sobre los estudiantes trans quedaba revocada a los pocos días de la toma de posesión de Trump, de forma que estos perdían la protección federal y su situación quedó en manos de los estados, varios de los cuales han promovido normas discriminatorias para obligarles a usar las instalaciones que corresponden al sexo que les fue asignado al nacer, en lugar de las que corresponden a su identidad de género.
Tras el cambio en la política del departamento de Educación, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, que como explicamos arriba había paralizado cautelarmente a requerimiento del instituto la orden de que Grimm pudiese usar el baño de chicos, decidió devolver la patata caliente a los tribunales de ámbito inferior para que reevaluaran el caso. En agosto del año pasado, la jueza federal Arenda L. Wright Allen emitió una primera sentencia a favor de Grimm, quien por lo demás en la actualidad ya cursa estudios universitarios. Dos semanas después, el Consejo Escolar del condado recurrió el fallo de la magistrada.
El caso volvió a la Corte de Apelaciones del 4º Circuito, que el pasado 26 de agosto ratificaba por 2 votos a 1 que la decisión de prohibir a Grimm el uso de los baños acordes a su identidad de género es inconstitucional. El tribunal considera que el reglamento del Consejo Escolar que contiene esa previsión es contrario al Título IX, que como se ha explicado prohíbe la discriminación por razón de sexo en las escuelas, así como al mandato constitucional de igualdad de trato. La Corte de Apelaciones citó en su argumentación la reciente sentencia del Tribunal Supremo que prohibió la discriminación laboral basada en la orientación sexual o la identidad de género. En cualquier caso, el fallo es susceptible de un nuevo recurso que podría devolver la cuestión al Supremo.
Comentarios desactivados en Un juez federal paraliza la orden de la administración Trump que despojó a las personas trans de protección antidiscriminatoria en la sanidad
Frederic Block
La justicia estadounidense ha suspendido una orden que pretendía despojar a las personas trans de la protección antidiscriminatoria en la sanidad. Se trata de una reforma que la administración Trump aprobó en junio y que pretendía dar vía libre a la exclusión de pacientes del sistema de salud basada en su identidad de género. El texto se enmarca en una estrategia más amplia de la administración republicana cuyo objetivo es la supresión de la existencia jurídica de las personas trans. El juez federal Frederic Block decretó, un día antes de su prevista entrada en vigor, la paralización de la medida. Considera que es contraria al precedente establecido por la reciente sentencia del Tribunal Supremo que declaró ilegal la discriminación laboral basada en la orientación sexual o la identidad de género.
En 2010, la administración de Barack Obama impulsó una de sus medidas más emblemáticas, la Ley de Protección al Paciente y de Cuidados Asequibles (más conocida como Obamacare). La nueva regulación prohibía la discriminación basada en la raza, el color de la piel, el origen nacional, la discapacidad, la edad o el sexo en cualquier programa o actividad sanitaria que reciba financiación federal. En 2016, durante el segundo mandato de Obama, se añadió una nota aclaratoria para explicar que la categoría protegida «sexo» debía entenderse como «la percepción interna de género de cada cual, que puede ser masculino, femenino, ninguno de los dos o una combinación de masculino y femenino».
La reforma de 2016 tenía el objetivo de proteger contra la discriminación basada en la identidad de género y prohibir a los profesionales médicos, instituciones y aseguradoras la exclusión de las personas trans o intersexuales en el acceso a la asistencia sanitaria y a los tratamientos necesarios. El texto fue objeto de demandas legales y varios jueces se pronunciaron a favor y en contra. Con la llegada al poder de la administración de Donald Trump, se paralizó la aplicación de la medida hasta que en junio de este año se anunció su completa abolición.
El departamento de Salud y Servicios Humanos anunció el cambio en un comunicado de prensa en el que justifica la derogación como un «retorno» al «sentido literal de la ley según se aprobó en el Congreso» y se vanagloria del ahorro en costes que supondrá. Con la nueva definición, la categoría de «sexo» se entendería como «masculino o femenino y determinado por la biología», excluyendo por tanto de la protección antidiscriminatoria a las personas trans, intersexuales o de género no binario.
La entrada en vigor de la reforma estaba prevista para el pasado 18 de agosto. Pero un día antes, un juez federal decretaba su paralización. El magistrado Frederic Block del Tribunal del Distrito Este de Nueva York consideró que la medida de la administración Trump entra en contradicción con la histórica sentencia del Tribunal Supremo, que se hizo pública también en el mes de junio, y que declaró ilegal la discriminación laboral basada en la orientación sexual o en la identidad de género. La orden del juez Block da respuesta a la demanda presentada por dos mujeres trans y paraliza la aplicación de la medida, pero no es una sentencia firme.
En el fondo del asunto se encuentra la discusión sobre el alcance de la definición de «sexo» aplicada a las normas antidiscriminatorias. Mientras que la administración Obama amplió sus límites para incluir a las personas trans, intersexuales o no binarias, la actual Casa Blanca republicana se ha fijado como objetivo la supresión de la existencia jurídica de las personas trans. En esta estrategia se enmarca la aprobación de medidas para excluir la identidad de género de las protecciones antidiscriminación que existían en el acceso al empleo, la educación, la vivienda y por último la sanidad. Una regresión que la justicia está poco a poco revirtiendo.
Comentarios desactivados en El Tribunal Supremo de los Estados Unidos declara ilegal la discriminación en el trabajo por orientación sexual o identidad de género
El Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha declarado contrario al Acta de Derechos Civiles de 1964 la discriminación en el trabajo de las personas LGTB. Para ello ha unido tres casos distintos, que afectaban a dos trabajadores homosexuales y a una trabajadora trans, todos ellos despedidos por su orientación sexual o identidad de género. El alto tribunal considera que han sido discriminados puesto que el despido se ha producido por razón de su sexo, dado que no habría tenido lugar si hubieran pertenecido a un sexo diferente. Se trata de la mayor victoria para los derechos de las personas LGTB estadounidenses desde la declaración de inconstitucionalidad de la prohibición del matrimonio igualitario en 2016. La nota amarga es que dos de los demandantes no podrán celebrar esta importante victoria, pues ambos han fallecido durante el proceso.
Se trata de una de las decisiones más importantes sobre los derechos LGTB en la historia de los Estados Unidos. Según el dictamen del Tribunal Supremo del 15 de junio, «un empleador que despide a un individuo por ser homosexual o transexual lo hace por rasgos o acciones que no habría cuestionado en miembros de un sexo diferente. El sexo juega un papel necesario e indiscutible en la decisión, exactamente lo que el título VII prohíbe».
Efectivamente, el título VII del Acta de Derechos Civiles protege contra la discriminación en las relaciones laborales «por motivos de raza, color, religión, sexo u origen nacional». En este caso, ha sido el sexo el factor contemplado por todos los implicados. La Fiscalía, en representación de la Administración Federal, y dos de los jueces del Tribunal Supremo se ciñen a la literalidad de la ley y estiman que solo está amparada la discriminación entre hombres y mujeres. Pero para la defensa de los litigantes y la mayoría del tribunal el espíritu de la ley es más amplio. Según la sentencia, «los que adoptaron la Ley de Derechos Civiles podrían no haber previsto que su trabajo llevaría a este resultado en particular. Pero los límites de la imaginación de los redactores no dan ninguna razón para ignorar las exigencias de la ley. Solo la palabra escrita es la ley, y todas las personas tienen derecho a su beneficio».
La sentencia ha sido sorprendente, dado el cariz conservador de la composición del Tribunal Supremo. Pero en esta ocasión, a los cuatro jueces liberales (Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan) se han unido los conservadores John Roberts (presidente del tribunal) y Neil Gorsuch, el primer juez nombrado por Donald Trump durante su presidencia. Gorsuch, además, ha sido el ponente de la sentencia. Han emitido voto particular en contra de la sentencia los jueces Samuel Alito y Clarence Thomas, que abogaban por la literalidad de la ley. También se ha opuesto el juez Brett Kavanaugh, el último en incorporarse al tribunal y nombrado por Donald Trump, que defendía la separación de poderes y estimaba que debía ser el poder legislativo quien modificase el Acta de Derechos Civiles, si bien defendía que este cambio debía producirse.
Los casos implicados
El Tribunal Supremo de los Estados Unidos unificó en un solo caso tres apelaciones que consideró que tenían factores comunes. El caso tomó el nombre de uno de los demandantes, Bostock contra el condado de Clayton, Georgia.
Gerald Bostock era un funcionario del tribunal de menores del condado de Clayton, dentro del área metropolitana de Atlanta. A principios de 2013, se unió a una liga de softball para gais y la promovió en el trabajo. En abril de 2013, el condado de Clayton llevó a cabo una auditoría de los fondos controlados por Bostock y lo despidió por «conducta impropia de un empleado del condado».
Bostock, sin embargo, estaba convencido de que el condado utilizaba este subterfugio como pretexto para despedirlo por ser gay, e interpuso una demanda por discriminación en el lugar de trabajo en 2016 ante el Tribunal de Distrito Norte de Georgia. El condado solicitó que la demanda fuese desestimada, petición que fue aceptada por el juez, al estimar que el título VII del Acta de Derechos Civiles no incluye la protección contra la discriminación por motivos de orientación sexual, según la jurisprudencia asentada en el Undécimo Circuito de Apelaciones, que ya había fallado en contra de demandas semejantes anteriormente. A pesar de ello, Bostock apeló al Undécimo Circuito, cuyo panel de tres jueces confirmó el fallo del Tribunal de Distrito en 2018.
El segundo caso implicaba a Donald Zarda, un empleado de la compañía de paracaidismo Altitude Express, que había sido despedido tras comentarle a una de las clientes que era gay, con el propósito de que se sintiera cómoda mientras él le ajustaba el traje de seguridad. El marido de la cliente puso una queja y Altitude Express despidió a Donald Zarda por «comportamiento inapropiado en el trabajo». Zarda interpuso una demanda ante el Tribunal de Distrito, que falló en su contra. Posteriormente, recurrió el fallo ante el Segundo Circuito de Apelaciones, cuyo panel de tres jueces confirmó la sentencia desfavorable del Tribunal de Distrito. Zarda falleció en un accidente en Suiza en octubre de 2014, pero su familia decidió proseguir con el caso. Presentaron una petición para que decidiera el pleno del tribunal del Segundo Circuito, que en esta ocasión revertió su dictamen anterior y dictó sentencia favorable a Zarda, al estimar que «dado que la orientación sexual es una cuestión de sexo y el sexo es una característica protegida por el título VII, se deduce que la orientación sexual también está protegida».
El tercer caso afectaba a Aimee Stephens, una mujer trans que trabajaba como empleada en una funeraria. Cuando se inició la relación laboral, Aimee Stephens aún se presentaba públicamente como perteneciente al género que le fue asignado al nacer. Pero en 2013 tomó la decisión de vivir su vida plenamente con su género real y así lo comunicó al dueño de la funeraria, informándole de que en el futuro acudiría al trabajo con el uniforme femenino. Apelando a sus convicciones religiosas, el empleador despidió a Aimee Stephens por no vestirse apropiadamente en el trabajo. Stephens decidió denunciarlo ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, con la convicción de que había sido despedida por ser una mujer trans. La comisión la apoyó y presentó demanda ante el Tribunal de Distrito, que falló en su contra y confirmó el despido. Sin embargo, el Sexto Circuito de Apelaciones falló a su favor, dictaminando que la «discriminación por sexo» del título VII incluye a las personas trans.
Los tres casos fueron llevados ante el Tribunal Supremo por parte del demandante en el primero de ellos y de la Fiscalía en los otros dos. Tras la unificación de casos y las audiencias que tuvieron lugar en 2019, el alto tribunal confirmó las sentencias del Segundo y Sexo Circuito y revocó la del Undécimo Circuito.
Lamentablemente, Aimee Stephens falleció en un hospital en mayo de 2020, sin poder conocer una sentencia de tanta importancia para el colectivo trans, que se había producido gracias a su lucha.
Satisfacción por la sentencia
Los grupos de defensa de los derechos LGTB han expresado su profunda satisfacción por una sentencia histórica para los derechos de las minorías sexuales.
Kevin Jennings , director ejecutivo de Lambda Legal, declaraba lo siguiente: «Por fin. Hoy, la ley, la justicia y la equidad están de nuestro lado. El más alto tribunal de nuestra nación ha confirmado lo que Lambda Legal ha argumentado durante años, que la discriminación contra los trabajadores LGBTQ es ilegal. Tenemos un largo camino por recorrer para asegurar los plenos e innegables derechos civiles de las personas LGBTQ, especialmente los de nuestra comunidad que son negros, indígenas y personas de color para quienes su orientación sexual o identidad de género es solo una de las muchas barreras para la igualdad de oportunidades en este país. Pero la victoria de hoy es un paso necesario en el camino hacia la igualdad de justicia para todos sin salvedades o condiciones».
Sarah Kate Ellis, presidenta de GLAAD, emitía un comunicado en el que afirmaba: «La histórica decisión del Tribunal Supremo confirma lo que no debería haber sido ni siquiera un debate: los americanos LGBTQ deberían poder trabajar sin miedo a perder sus trabajos por ser quienes son. La decisión nos da la esperanza de que como país podemos unirnos por el bien común y continuar la lucha por la aceptación de las personas LGBTQ. Especialmente en un momento en el que la Administración Trump está haciendo retroceder los derechos de las personas trans y la violencia antitrans continúa plagando nuestra nación, esta decisión es un paso hacia la afirmación de la dignidad de las personas trans, y de todas las personas LGBTQ».
También han dado a conocer las palabras del único demandante superviviente de los tres, Gerald Bostock. «No hay palabras para describir lo eufórico que estoy», afirmaba, «cuando me despidieron hace siete años, estaba devastado. Pero esta pelea se convirtió en mucho más que yo. Estoy sinceramente agradecido al Tribunal Supremo, a mis abogados, a las organizaciones de defensa como GLAAD, y a todos los que me apoyaron en esta lucha. Hoy podemos ir a trabajar sin el temor de ser despedidos por lo que somos y por lo que amamos. Sin embargo, hay más trabajo por hacer. La discriminación no tiene cabida en este mundo, y no descansaré hasta que tengamos derechos iguales para todos».
Por su parte, el presidente Donald Trump, en una mesa redonda de la Casa Blanca sobre temas de la tercera edad, calificó la decisión de «muy poderosa» y añadió que «ellos han dictaminado y nosotros viviremos con su decisión. De eso se trata, viviremos con la decisión del Tribunal Supremo».
Comentarios desactivados en La administración Trump anula la norma que protegía a las personas trans frente a la discriminación en la sanidad
Nuevo golpe a la comunidad trans estadounidense por parte de la administración Trump. El departamento de Salud ha anunciado la anulación de una norma, aprobada en 2016, que ampliaba la protección antidiscriminatoria en la prestación de servicios sanitarios. El texto, que prohíbe la discriminación basada en una serie de características, fijaba una definición de sexo inclusiva con las personas trans, intersexuales y de género no binario. La reforma aprobada ahora revierte esta descripción y redefine el sexo como «masculino o femenino y determinado por la biología». El activismo alerta de que el cambio da vía libre a la exclusión de pacientes del sistema sanitario basada en su identidad de género. La medida se enmarca en una estrategia más amplia cuyo objetivo es la supresión de la existencia jurídica de las personas trans.
En 2010, la administración de Barack Obama impulsó una de sus medidas más emblemáticas, la Ley de Protección al Paciente y de Cuidados Asequibles (más conocida como Obamacare). La nueva regulación prohibía la discriminación basada en la raza, el color de la piel, el origen nacional, la discapacidad, la edad o el sexo en cualquier programa o actividad sanitaria que reciba financiación federal. En 2016, durante el segundo mandato de Obama, se añadió una nota aclaratoria para explicar que la categoría protegida «sexo» debía entenderse como «la percepción interna de género de cada cual, que puede ser masculino, femenino, ninguno de los dos o una combinación de masculino y femenino».
La reforma tenía el objetivo de proteger contra la discriminación basada en la identidad de género y prohibir a los profesionales médicos, instituciones y aseguradoras la exclusión de las personas trans o intersexuales en el acceso a la asistencia sanitaria y a los tratamientos necesarios. El texto fue objeto de demandas legales y varios jueces se han pronunciado a favor y en contra. Con la llegada al poder de la administración de Donald Trump, se paralizó la aplicación de la medida hasta su completa abolición que ha llegado esta semana.
En 2019 se produjo el primer intento de consolidar sobre el papel lo que ya se estaba aplicando en la práctica, pero fue el viernes pasado, coincidiendo con el cuarto aniversario del ataque en Orlando, cuando se consagró la anulación de la reforma de Obama. El departamento de Salud y Servicios Humanos anunció el cambio en un comunicado de prensa en el que justifica la derogación como un «retorno» al «sentido literal de la ley según se aprobó en el Congreso» y se vanagloria del ahorro en costes que supondrá. Con la nueva definición, la categoría de «sexo» se entenderá como «masculino o femenino y determinado por la biología», excluyendo por tanto de la protección antidiscriminatoria a las personas trans, intersexuales o de género no binario.
El Centro Nacional por la Iguadad Transgénero ha lamentado que la medida excluyente llegue en plena crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus y advierte de que, a partir de ahora, los profesionales médicos podrán rechazar legalmente tratar a pacientes de COVID-19 solo por ser personas trans. La organización Human Rights Campaign ha anunciado que demandarán a la administración Trump ante los tribunales por la reforma, que también elimina la protección contra la discriminación de pacientes que hayan abortado en el pasado o la obligación de informar sobre la existencia de un servicio de traducción de documentos.
Una auténtica cruzada contra los derechos de las personas trans
El cambio introducido ahora se enmarca en una estrategia más amplia de la administración Trump, cuyo objetivo es la supresión de la existencia jurídica de las personas trans en Estados Unidos. Ya lo adelantábamos en octubre de 2018, cuando informábamos de la prevista reforma de las leyes federales que incluiría una definición del sexo o género que negaría la existencia de las personas trans. Según esa definición, aprobada ahora por el departamento de Salud, «el sexo se refiere a la condición de una persona como hombre o mujer en base a rasgos biológicos inmutables identificables por o antes del nacimiento». La pretensión es que esta descripción sea adoptada también por los departamentos de Educación, Justicia y Trabajo, por lo que negaría a las personas trans la posibilidad de que ejerzan algún derecho con su identidad de género real en todos los aspectos de su vida pública.
Y es que si por algo se está caracterizando la administración Trump en el ámbito LGTBI es por la incansable batalla contra los derechos y la inclusión de la comunidad trans, su principal objetivo en este momento. Tras conquistar la Casa Blanca en las elecciones de noviembre de 2016, Donald Trump y su vicepresidente Mike Pence pusieron en marcha, por ejemplo, toda una operación para excluir a las personas trans del Ejército, que permaneció en suspenso por decisión judicial hasta que un Tribunal Supremo controlado por el sector conservador ratificó la exclusión.
En mayo de 2018 se consumó también la retirada de las normas de protección de las personas trans recluidas en las cárceles federales que en su momento instauró la administración Obama. Como en el caso que hoy nos ocupa, la administración Trump ordenó que fuera el «sexo biológico», y no la identidad de género el que determine las instalaciones a las que las personas trans son asignadas. Una norma especialmente cruel hacia las mujeres trans, que han perdido de esta manera la protección de la que gozaban frente a agresiones sexuales a manos de otros reclusos. La administración Trump también retiró la protección al alumnado trans en las escuelas que reciben fondos federales y ha prohibido, por mencionar otro ejemplo más, el uso de la palabra «transgénero» en los informes de su principal agencia sanitaria, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC en sus siglas en inglés).
Comentarios desactivados en Trump pide a la Corte Suprema prohibir la adopción a parejas homosexuales
La administración de Trump está resultando letal para los derechos LGTB. Hace unas semanas os contamos que quería permitir a los médicos negarse a tratar a alguna persona trans, en plena pandemia del coronavirus. Ahora quiere permitir que las agencias de adopción discriminen a las parejas homosexuales en nombre de la religión.
La administración Trump ha pedido a la Corte Suprema que permita a las agencias de adopción discriminar a las parejas del mismo sexo en nombre de la religión.
Los abogados del Departamento de Justicia presentaron un resumen de 35 páginas a la Corte Suprema pidiéndole que se pronuncie a favor de Catholic Social Services (CSS), una agencia de adopción con sede en Filadelfia que insiste en que debería permitirse rechazar a las parejas del mismo sexo bajo la Primera Enmienda.
Varios tribunales inferiores ya se han pronunciado contra CSS, pero la Corte Suprema acordó abordar el caso a principios de este año.
El gobierno de los Estados Unidos no es parte en el caso, lo que significa que el informe fue presentado voluntariamente, informa Washington Blade .
La administración de Donald Trump continúa revocando los derechos LGBT + con el informe de adopción.
En su informe, el Departamento de Justicia dice que Estados Unidos tiene “un interés sustancial” en Fulton v Ciudad de Filadelfia porque el gobierno cree que debe protegerse el “libre ejercicio de la religión”.
El Departamento de Justicia señala que CSS solo funcionará con parejas heterosexuales casadas o personas solteras “porque se adhiere a la creencia de que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer. Considera a todas las parejas del mismo sexo como solteras”, dice el breve.
Sorprendentemente, el Departamento de Justicia continúa defendiendo CSS, diciendo que felizmente referirán parejas del mismo sexo a otras agencias de acogida. A lo largo del informe, el departamento argumenta que la libertad religiosa debe protegerse por encima de todo. “Las acciones de Filadelfia también reflejan una hostilidad inconstitucional hacia las creencias religiosas de los Servicios Sociales Católicos”, señala el breve.
El departamento continúa argumentando que la ciudad de Filadelfia “seleccionó organizaciones religiosas” para la investigación y “sugirió que las creencias religiosas son simplemente un pretexto para la discriminación”. También afirman que Filadelfia “trató de persuadir a los Servicios Sociales Católicos de que su comprensión de la doctrina católica era anticuada e inconsistente con los puntos de vista del Papa Francisco, tal como la ciudad los entendió”.
La American Civil Liberties Union (ACLU) ha dicho que debe presentar una solicitud ante la Corte Suprema antes del 13 de agosto en respuesta al informe de la administración Trump. Los activistas temen que el maquillaje conservador de la Corte Suprema pueda causar problemas a las personas LGBT +.
Cuando la Corte Suprema acordó escuchar el caso en febrero, los activistas expresaron su preocupación de que podría sentar un precedente peligroso para los padres LGBT +.
La composición de la Corte Suprema ha cambiado drásticamente desde que falló a favor del matrimonio igualitario en 2015, con los nombramientos de Donald Trump, Brett Kavanaugh y Neil Gorsuch, probablemente cambiando la mayoría de la corte contra los derechos LGBT +.
En sus presentaciones ante los tribunales, los Servicios Sociales Católicos afirman un derecho constitucional de usar sus criterios basados en la fe para rechazar a las parejas del mismo sexo como posibles familias de crianza temporal mientras brindan servicios para niños en el sistema público de cuidado de crianza de Filadelfia.
La American Civil Liberties Union ha intervenido previamente en el caso, advirtiendo sobre el potencial de un efecto escalofriante sobre los derechos de las personas LGBT +.
Comentarios desactivados en La universidad que castiga a los estudiantes por ser homosexuales les dijo a los alumnos que fueran a clase durante el coronavirus. Ahora están realmente enfermos
El presidente de Liberty University, Jerry Falwell, con Donald Trump. (Chip Somodevilla / Getty)
Una universidad anti-LGBT + que les dijo a los estudiantes que regresaran al campus a pesar de las pautas de distanciamiento social del coronavirus ha visto su primer caso confirmado de COVID-19.
La Universidad Liberty, con sede en Virginia, se encontró en el centro de una tormenta mediática la semana pasada cuando decidió reabrir en contravención directa de las pautas COVID-19.
La universidad, que prohíbe las relaciones entre personas del mismo sexo, invitó a 5.000 estudiantes a regresar al campus la semana pasada pocos días después de que las escuelas cerraran debido a la pandemia.
El presidente de la universidad, el aliado de Trump Jerry Falwell Jr, fue informado por el médico que dirige el servicio de salud estudiantil de la institución que habían “perdido la capacidad” de controlar la crisis de salud en el campus.
El médico, el Dr. Thomas W. Eppes, le dijo al New York Times que no le había ordenado a Falwell que cerrara la universidad, sino que le informó sobre los riesgos.
Como era de esperar, ha habido un brote de COVID-19 en el campus desde que la universidad decidió traer a los estudiantes de regreso al campus. Hasta el viernes pasado, había al menos 12 estudiantes que presentaban síntomas del coronavirus y tres fueron remitidos a un hospital local para ser examinados.
Hasta ahora, uno de esos estudiantes dio positivo por el virus, uno dio negativo y el tercero todavía está esperando los resultados. “Liberty notificará a la comunidad según lo considere apropiado y requerido por la ley”, dijo Falwell ayer.
Se cree que la mayoría de los estudiantes que regresaron al campus la semana pasada se han ido nuevamente después del brote en la universidad.
El incidente no será una gran sorpresa para aquellos familiarizados con las opiniones de Falwell sobre el coronavirus. El presidente de la universidad sugirió recientemente que el virus en realidad es solo un plan mediático diseñado para dañar las posibilidades de Trump de ser reelegido a finales de este año. “Creemos que es irresponsable que tantas universidades simplemente digan ‘cerrado, no puedes regresar’, empujen el problema a otras comunidades y se sienten allí en sus torres de marfil”, dijo Falwell al comentarista y teórico de la conspiración de extrema derecha Todd Starnes. en una entrevista de radio.
El presidente de la universidad afirmó previamente que la pandemia COVID-19 fue inventada por los medios de comunicación para evitar que Trump fuera reelegido. “Somos conservadores, somos cristianos y, por lo tanto, estamos siendo atacados”, agregó.
También dijo en Fox & Friends a principios de este mes que era “extraño” para él ver a tanta gente “reaccionando de forma exagerada” ante la pandemia mundial. “Hace que te preguntes si hay una razón política para eso. La acusación no funcionó y el informe Mueller no funcionó y el Artículo 25 no funcionó, por lo que tal vez ahora este sea su próximo intento de conseguir a Trump “.
Liberty University prohibió todos los grupos LGBT + en 2006 por “moralidad”, y en 2014 obtuvo una exención de las leyes federales contra la discriminación para permitir que discriminara a las personas LGBT +.
Se requiere que todos los estudiantes firmen una declaración que promete no tener sexo homosexual o sexo con una persona transgénero, incluso si están casados. Según el código de honor de la universidad: “Las relaciones sexuales fuera de un matrimonio ordenado bíblicamente entre un hombre natural y una mujer natural no están permitidas en la Universidad Liberty”.
Las violaciones de la regla pueden ser castigadas de varias maneras, incluyendo una multa de $ 300, 30 horas de servicio comunitario o expulsión.
Sin embargo, Jerry Falwell Jr. apareció en los titulares cuando se informó que Michael Cohen supuestamente ayudó a detener la publicación de fotos del activista antigay poco antes de apoyar a Trump para presidente en 2016.
Según Reuters, Falwell se puso en contacto con Cohen en 2015 para solicitar ayuda en relación con un “asunto personal embarazoso” que involucraba a él, a su esposa y a su hijo de 20 años, perdón, encargado de la piscina de Miami.
Se rumoreaba que el chico de la piscina poseía fotos sucias de Falwell y las usaba para chantajear al líder evangélico por valor de 1,8 millones de dólares. Falwell negó que tales fotos existieran, y el chico de la piscina negó haberle chantajeado, pero tampoco negó el pago de 1,8 millones de dólares, lo que aún no se ha explicado.
Por supuesto, Falwell no es el primer líder de la iglesia antigay en verse envuelto en un extraño escándalo sexual, alegado o confirmado.
Comentarios desactivados en El líder de estudios bíblicos de Donald Trump afirma que el coronavirus es la ira de Dios por el lesbianismo y la homosexualidad
(Facebook / Ralph Drollinger)
Por primera vez en 100 años, el gabinete de los EE. UU. tiene un grupo de estudio bíblico ordenado por Trump, dirigido por Ralph Drollinger en un lugar secreto cada semana y culpa a los gays por el coronavirus.
Todos los miércoles, Ralph Drollinger enseña el Evangelio a las personas más poderosas de los Estados Unidos, incluidos Mike Pence, Mike Pompeo, Betsy DeVos y Jeff Sessions.
Drollinger amplía sus enseñanzas en su blog, Capitol Ministries. Hace unos días publicó su “evaluación bíblicamente astuta” de la pandemia de coronavirus, y es tan problemático como cabría esperar.
“Sí, Estados Unidos está experimentando la ira consecuente de Dios”, escribió. Con frecuentes referencias a la Biblia, explica los cinco “identificadores” clave de esto, y llegar al número tres es “una sensación de homosexualidad.Claramente indicativo de la ira de Dios es cuando los abandonados sirven a la criatura en lugar del creador”, declaró. “Indicativo de abandonar la ira es una propensión hacia el lesbianismo y la homosexualidad”. Y también lanzó un pasaje bíblico homofóbico en buena medida.
Otras supuestas causas del coronavirus son aquellos que adoran la “religión del ambientalismo“. Estos infiltrados ecológicos, dice, “son en gran parte responsables de la ira consecuente de Dios sobre nuestra nación”.
Si bien cree que la mayoría en los Estados Unidos son individuos fieles, lamenta el hecho de que muchos de los infieles hayan ganado posiciones de influencia en “nuestro gobierno, nuestro sistema educativo, nuestros medios y nuestra industria del entretenimiento. Esto es trágico, desafortunado y costoso”.
Pero Ralph Drollinger concluye asegurando a los lectores que, en su opinión bíblicamente educada, a América probablemente le irá mejor que a Sodoma y Gomorra. Bueno es saberlo…
Según The Intercept, las guías de estudio de Drollinger han proporcionado una justificación bíblica para las decisiones más controvertidas de Trump, incluida la política de separar a los niños inmigrantes indocumentados de sus padres.
Dos miembros clave del grupo de trabajo sobre coronavirus de EE.UU., El secretario de desarrollo urbano Ben Carson y el secretario de salud Alex Azar, son asistentes regulares del estudio bíblico de Drollinger.
El vicepresidente Mike Pence, también líder de la fuerza de trabajo de coronavirus, es un anfitrión listado de los Ministerios del Capitolio.
Comentarios desactivados en Primarias demócratas: Biden y Sanders presentan sus programas en materia de derechos LGTBI
Las primarias demócratas avanzan y dibujan un claro favorito. Joe Biden ha batido a Bernie Sanders en la mayor parte de los estados que ya han votado y se acerca a la nominación como candidato en las elecciones de noviembre. Tanto el exvicepresidente como el senador por Vermont han presentado ambiciosos programas en materia de igualdad que pretenden restaurar el daño causado por la administración Trump y colocar a Estados Unidos en la vanguardia de la promoción de los derechos LGTBI en el mundo.
La carrera por la nominación demócrata a las elecciones presidenciales de Estados Unidos ya es cosa de dos. Tras la retirada de los demás aspirantes del grupo de cabeza, incluido el abiertamente gay Pete Buttigieg, el candidato será un varón blanco, heterosexual y septuagenario: el centrista Joe Biden o el izquierdista Bernie Sanders. Los resultados de los estados y territorios que ya han celebrado primarias colocan al primero con una clara ventaja sobre el segundo, con trescientos delegados y diez puntos de margen.
Ambos candidatos han publicado sus programas sobre igualdad LGTBI, que incluyen iniciativas ambiciosas para reparar los retrocesos de la administración Trump y avanzar en otros campos, especialmente en la lucha contra la discriminación y la protección de las personas trans. Un colectivo que, recordemos, ha sido de los peor golpeados por las medidas de la actual presidencia.
Proteger a las personas LGTBQ+ frente a la discriminación.
Apoyar a las personas LGTBQ+ jóvenes.
Proteger a las personas LGTBQ+ frente a la violencia y trabajar para acabar la epidemia de violencia contra la comunidad transgénero, en particular las mujeres transgénero de color.
Ampliar el acceso a sanidad de alta calidad para las personas LGTBQ+.
Garantizar un tratamiento justo de las personas LGTBQ+ en el sistema de justicia penal.
Recopilar la información (estadística) necesaria para apoyar plenamente a la comunidad LGTBQ+.
Fomentar los derechos LGTBQ+ y el desarrollo a nivel global.
Las propuestas de Biden alcanzan un gran nivel de concreción y se traducen en medidas contra la discriminación laboral y la permisividad con las organizaciones religiosas que deniegan servicios, el apoyo a las personas LGTBI mayores y sin techo, adopción de un tercer sexo legal, lucha contra el acoso escolar y la violencia, prohibición de las pseudoterapias de conversión y protección a los demandantes de asilo LGTBI, entre otras muchas.
Si Biden reivindica una trayectoria de apoyo a la comunidad LGTBI, Sanders puede exhibir su compromiso ininterrumpido desde su época como alcalde de Burlington, en los años 80 del siglo pasado. Las propuestas de Sanders se resumen en doce puntos. Algunas son comunes a las de Biden, como la prohibición de las «terapias» reparativas, la reversión del veto a las personas trans para servir en el ejército o la introducción de un tercer sexo legal.
Aprobar leyes contra la discriminación de las personas LGTBQ+.
Medidas en materia de sanidad: financiación de las cirugías de afirmación de género y la profilaxis preexposición (PrEP).
Proteger los derechos de las personas LGTBQ+ en todo el mundo con su inclusión en los acuerdos de libre comercio.
Lucha contra el acoso escolar, la violencia y el suicidio de jóvenes LGTBQ+.
Proteger a las personas trans y, en particular, las mujeres trans de color frente a la violencia, incluida la policial.
Medidas en materia de vivienda y protección de las personas sin techo.
Prohibición de la discriminación de las personas LGTBQ+ en el acceso a servicios y productos bancarios.
Oposición a las medidas que invocan la libertad religiosa para perpetuar la discriminación.
Revertir la prohibición de servir en el ejército a las personas trans.
Facilitar la formación de sindicatos de trabajadores LGTBQ+.
Reconocimiento de las identidades no binarias con la inclusión de una tercera categoría de género en los documentos.
Investigar todos los asesinatos de personas trans como delitos de odio federales.
Se trata, por tanto, de dos programas de amplio alcance con muchos puntos en común. Tanto si gana Biden, como todo parece indicar, como si Sanders da la sorpresa de última hora, el Partido Demócrata concurrirá a las presidenciales con el programa más avanzado en materia LGTBI de la historia. Estaremos pendientes de las próximas citas de las primarias para conocer quién se enfrentará en noviembre a Donald Trump, cuya administración ha causado tanto daño a la comunidad en solo tres años.
Comentarios desactivados en La carrera presidencial estadounidense deja fuera a Pete Buttigieg, primer candidato abiertamente gay que consigue llegar a las primarias en el grupo de cabeza
Pete Buttigieg tiró la toalla. El primer aspirante a la presidencia estadounidense que siendo abiertamente gay había logrado llegar en el grupo de cabeza a la fase de primarias abandonó la carrera por la nominación tras obtener un mal resultado en Carolina del Sur. Antes, Buttigieg había ganado los caucus de Iowa (en número de delegados) y alcanzado la segunda posición en Nuevo Hampshire. Buttitieg, de perfil centrista, ha anunciado su apoyo a Joe Biden, gran triunfador del supermartes y que tras la retirada de Amy Klobuchar, Michael Bloomberg y Elizabeth Warren se alza como favorito frente a Bernie Sanders, el candidato de la izquierda del partido.
La campaña presidencial de Pete Buttigieg empezó a forjarse a principios de 2019, cuando el entonces alcalde de South Bend, Indiana, ponía en marcha un comité exploratorio como paso previo al lanzamiento de su campaña para la nominación demócrata. La precampaña de Buttigieg dio un salto cualitativo a partir de su participación en una conferencia de la CNN en Austin (Texas), el 11 de marzo del año pasado. En apenas 24 horas, el equipo del precandidato recaudó más de 600.000 dólares (533.000 euros) procedentes de 22.000 donantes. El 16 de marzo, la cifra de contribuyentes había superado los 65.000, el umbral para poder participar en los debates oficiales.
El 14 de abril de 2019, Buttigieg lanzó formalmente su campaña. Se unía así a otros 16 nombres con diferentes niveles de apoyo y se convirtió en el primer candidato abiertamente gay a unas primarias presidenciales demócratas: el entonces alcalde había revelado su orientación sexual en 2015 en un periódico local y contrajo matrimonio con su novio Chasten en junio de 2018. Buttigieg participó en los debates de candidatos demócratas y, como mencionamos arriba, es considerado un representante del ala centrista o «moderada» del partido, frente a las posiciones más claramente progresistas en materia económica y social de Bernie Sanders o Elizabeth Warren.
En las encuestas, Buttigieg nunca ha gozado de un apoyo abrumador. Su mejor momento fue a finales del año pasado, cuando los sondeos empezaron a darle opciones de victoria en los caucus de Iowa. Tras un recuento caótico, el candidato efectivamente ganó en número de delegados, aunque en voto popular lo superó Sanders. El senador por Vermont también ganó las primarias de Nuevo Hampshire, seguido de cerca por Buttigieg. En Nevada, el exalcalde quedó en tercer lugar, por detrás de Sanders y de Joe Biden, que empezaba a escalar posiciones tras tropezar en las dos primeras citas. La remontada de Biden se confirmó en las primarias de Carolina del Sur, que demostraron su fortaleza entre los votantes negros, precisamente una de las comunidades en las que menos entusiasmo despertaba el candidato gay. La rotunda victoria del exvicepresidente provocó la renuncia inicial de Buttigieg, a la que se sumaron posteriormente Amy Klobuchar y, ya tras el supermartes, Michael Bloomberg. Ambos anunciaron su apoyo a Biden. Elizabeth Warren también ha acabado por retirarse tras obtener unos resultados muy por debajo de sus expectativas en el supermartes, si bien la senadora por Massachusetts no se ha pronunciado de forma explícita sobre qué candidato de los dos que quedan en liza prefiere.
Abiertamente gay, aunque sin el respaldo mayoritario del colectivo LGTBI
La campaña de Buttigieg, al margen de otras consideraciones, ha sido un hito de visibilidad LGTBI que lo ha colocado en la diana de ataques como el de Rush Limbaugh. El locutor y comentarista político de referencia en la esfera mediática conservadora arremetía contra el entonces candidato en su programa de radio por no ocultar su homosexualidad. Limbaugh, que recientemente recibió de manos de Donald Trump la Medalla Presidencial de la Libertad, le recriminaba al precandidato demócrata que besara en público a su marido Chasten, dando a entender que era una imagen dañina para los niños. Unas homófobas declaraciones que Bernie Sanders, por ejemplo, calificaba de «escandalosas y ofensivas».
Aunque pueda parecer paradójico, la comunidad LGTBI no parecía entusiasmada con el candidato abiertamente gay: según una encuesta de finales de enero, este sector que representa el 12% del electorado demócrata se decantaría mayoritariamente por la candidatura de Sanders. El anuncio de su retirada, sin embargo, sí generó una oleada de apoyo al exalcalde en redes sociales con el hashtag#ThankYouPete. Li cierto es que la juventud de Buttigieg (tiene 38 años) permite presagiar que aún puede optar a altas responsabilidades en el futuro. Como se comentaba esta semana en redes sociales, Buttitieg podría todavía presentarse a las elecciones presidenciales en el año 2056 y ser más joven de lo que son ahora Biden y Sanders.
Comentarios desactivados en Bernie Sanders y Pete Buttigieg encabezan las primarias demócratas tras los dos primeros asaltos
Las primarias demócratas para elegir a la persona que se enfrentará a Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre ya están en marcha. Los dos primeros escenarios de la contienda han deparado algunas sorpresas. Tras un recuento caótico que aún no está cerrado, el exalcalde abiertamente gay Pete Buttigieg se impuso en delegados en los caucus de Iowa, mientras que en Nuevo Hampshire empató en la primera posición. Se coloca así a escasa distancia de Bernie Sanders, que gana ambos asaltos en voto popular. El senador por Vermont ha condenado los comentarios homófobos del locutor Rush Limbaugh, que atacó a Buttigieg por besarse en público con su marido.
La carrera por la nominación demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre de este año no pudo comenzar peor. El recuento de los caucus de Iowa, que tuvieron lugar el pasado 3 de febrero, se retrasó hasta tres días por problemas con la aplicación utilizada para declarar los resultados y con el cálculo de los delegados equivalentes. El balance provisional, a falta de que concluya un nuevo recuento parcial, otorga la victoria a Pete Buttigieg en número de delegados y a Bernie Sanders en voto popular.
La siguiente cita electoral fue en Nuevo Hampshire una semana más tarde. El senador por Vermont volvió a alzarse con la victoria en número de votos, pero el exalcalde de South Bend empató a delegados (nueve) y se quedó a solo 1,3 puntos del primer puesto. Buttigieg está batiendo a las encuestas, aunque cuenta con una debilidad: el electorado centrista al que pretende seducir tiene más opciones para escoger (Joe Biden, Michael Bloomberg o Amy Klobuchar), con lo que su voto es susceptible de dividirse. Sanders, en cambio, podría aglutinar al voto progresista en torno a su candidatura, tras unos resultados de Elizabeth Warren por debajo de las expectativas.
Lo ajustado de la contienda no ha sido impedimento, sin embargo, para que Sanders haya salido en defensa de Buttigieg tras las críticas homófobas de Rush Limbaugh. El locutor y comentarista político de referencia en la esfera mediática conservadora arremetía contra Buttigieg en su programa de radio por no ocultar su homosexualidad. Limbaugh, que recientemente recibió de manos de Donald Trump la Medalla Presidencial de la Libertad, le recriminaba al precandidato demócrata que tachara a Trump de mal ejemplo para la infancia. Comparaba esta crítica con una foto de Buttigieg besando a su marido Chasten, dando a entender que la segunda era una imagen más dañina para los menores. Unas declaraciones con una clara carga homófoba que Sanders ha calificado de «escandalosas y ofensivas».
El primer precandidato abiertamente gay
Pete Buttigieg, de 37 años, fue alcalde de la ciudad de South Bend (Indiana) por el Partido Demócrata durante ocho años. Elegido en noviembre de 2011 con el 74% de los votos, se convirtió a los 29 años en el regidor más joven de una ciudad de más de 100.000 habitantes en Estados Unidos. Previamente se había graduado con honores en las universidades de Harvard y Oxford. Habla árabe, español, francés, italiano, maltés, noruego y persa dari además de su inglés nativo, y es un veterano de Afganistán, donde sirvió durante siete meses en 2014. En noviembre de 2015 fue reelegido para la alcaldía de South Bend con el 80% de los sufragios, pero en las elecciones locales de 2019, ya en plena carrera por la nominación demócrata, declinó presentarse para un tercer mandato.
AP Photo/Charles Krupa
Ya el 23 de enero de 2019, Buttigieg había anunciado la formación de un comité exploratorio para participar en las primarias que elegirán la candidatura demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre de este año. Tres meses después, el 14 de abril, lanzó formalmente su campaña. Su nombre se unía así al de otros 16 precandidatos con diferentes niveles de apoyo, de los que actualmente siguen ocho en la carrera. Buttigieg se convirtió en el primer precandidato abiertamente gay a unas primarias presidenciales demócratas: el alcalde hizo pública su orientación sexual en 2015 en un periódico local y contrajo matrimonio con su novio Chasten Glezman (ahora Chasten Buttigieg) en junio de 2018.
La precampaña de Buttigieg dio un salto cualitativo a partir de su participación en una conferencia de la CNN en Austin (Texas), el 11 de marzo del año pasado. Cinco días después, la cifra de contribuyentes había superado los 65.000, el umbral para poder participar en los debates oficiales. Buttigieg defiende posiciones más moderadas o menos izquierdistas que las de algunos de sus competidores, por ejemplo en materia económica o de sanidad. Unos postulados «tibios» que le critica la parte más progresista del electorado.
Aunque en las encuestas a nivel nacional se sitúa en quinta posición por detrás de Sanders, Biden, Bloomberg y Warren, sus buenos resultados en Iowa y Nuevo Hampshire, que han superado a los sondeos, están impulsando de nuevo sus cifras globales. Su principal debilidad es su baja valoración entre dos colectivos clave para los demócratas, el hispano y el negro. Paradójicamente, tampoco la comunidad LGTB parece estar entusiasmada con el candidato abiertamente gay: según una encuesta de finales de enero, este sector que representa el 12% del electorado demócrata apoyaría mayoritariamente la candidatura de Sanders. Estaremos pendientes de las próximas semanas y de la cita clave del «Supermartes» el próximo 3 de marzo, cuyos resultados marcarán con más claridad las tendencias.
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Por favor, no lo olvidéis, ni tampoco indicar vuestros motivos en las solicitudes de incorporación.
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