La presentadora Eli Martín califica de “exceso de tolerancia” los emoticonos LGTBI
Como dice la sabiduría popular, siempre tan al día… “Más vale callar y que le crean a uno tonto… que hablar y desaparezca la duda…“
Eli Martín, la colaboradora de Cazamariposas, provoca una gran polémica al intentar hacerse la graciosa por la cantidad de diversos emoticonos que le inundan el móvil. Eli Martín, una de las colaboradoras del programa Cazamariposas que se emite en Divinity. Y a veces en Telecinco.
Eli Martín está preocupadísima por los emojis. ¿Y cuál es el problema que tiene Eli con los emojis? ¡Que hay muchos! ¡Hay demasiados! ¡Nadie los usa! Pero lo peor no es eso, lo peor es que (para ella) hay demasiados porque nos hemos pasado de “exceso de tolerancia“:
A @EliMartinns se le ha borrado un tuit pic.twitter.com/7PDmKSfUQY
— María R. López (@Maria_RLopez) 3 de enero de 2017
Aunque Eli no es la única que está cansada de los Emoji. Otra televisiva como Carmen Alcayde también está enfadada porque tanta familia, tanta familia y la suya que es numerosa y heterosexual no está representada.
Qué moderna la gente de la tele. pic.twitter.com/hTJdFpSXVn
— marcos (@emece) 3 de enero de 2017
Esta sociedad podrá excederse en muchas cosas pero no precisamente de tolerancia. Pero tampoco nos convence la palabra “tolerancia” ni necesitamos que nos “toleren“, porque como dice la RAE, “tolerar” es “soportar, admitir o permitir una cosa que no gusta o no se aprueba del todo” o “permitir algo ilícito sin consentirlo expresamente“. Y resulta que las personas LGTBI no somos algo que pueda “no gustar” o que pueda “no ser aprobado” o algo “ilícito“.
Quizá ha utilizado la palabra “tolerancia” con toda la buena intención del mundo, pero al usarla salta la chispa homófoba. Y no sabemos si esta señora es homófoba o no pero lo que es claro es que ha metido la pata hasta el zancarrón.
La representación de diferentes tipos de familia en los emojis no es un “exceso de tolerancia“, es un acto de visibilidad. Un acto de visibilidad que a ti te puede parecer una idiotez trabajando donde trabajas, viviendo donde vives y relacionándote con quien te relacionas. Pero resulta que no todo el planeta es una mujer blanca que trabaja en televisión rodeada de homosexuales que viven en el país más respetuoso con el colectivo LGTB del mundo. Hay gente en Rusia (donde, por cierto, quisieron prohibir esos emojis por hacer “propaganda” de la homosexualidad) o en Uganda a la que no sólo les dicen cada día que lo suyo no es normal y que lo natural es la familia tradicional, sino que además los matan por su condición sexual.
Un emoji no va a cambiar el mundo (por cierto, que en el mundo somos como 7.000 millones de personas, que ella no use algo no implica que el resto no lo haga), pero ¿se imagina cómo se debe sentir una mujer lesbiana en Etiopía cuando ve representada la imagen de dos mujeres con sus hijos y se da cuenta de que un mundo en el que no la quemen viva por su sexualidad es posible? Tal vez así ee de cuenta de su metedura de pata. Y no hace falta irte a otro continente, se lo ha explicado bien un twittero:
@EliMartinns https://t.co/ijUGuVerM5 hasta junio 2016, 105 agresiones homofobas. ¿Exceso de tolerancia? MIS COJONES
— Darkitos (@Darkitos) 3 de enero de 2017
Y añadimos: 2016 se cerró con 232 agresiones homófobas en Madrid. Ésas las que conocemos, claro, que seguro que hay más. Si así están las cosas en Madrid o en Barcelona ¿cómo estarán en los muchos pueblos en los que se ve Cazamariposas?
Por eso, creemos que es una cuestión de igualdad. Para que lo entienda como mujer: puede imaginarse lo que pasaría si todos los emoticonos fueran hombres… O que en su programa decidieran que sólo haya colaboradores hombres. O que no se pudiera elegir los tonos de piel de los emoticonos…
Lo que pasa, es que el colectivo LGTB lleva tantísimos años siendo ignorado que ha llegado un momento en el que exigimos (porque lo necesitamos) que se nos vea. Que se nos represente. Porque existimos. Y si se representa a una familia heterosexual, tenemos derecho a que se represente a una familia homosexual. ¿Cuántas películas ha habido en el último año con personajes LGTB que no fueran estereotipos? ¿Cuántas series cuentan historia sobre personas LGTB? ¿cuántos súper-héroes LGTB existen? Ahora cambiamos el LGTB por heterosexuales, compara las respuestas y… ¿qué ves?
Planteémonos si ese “exceso de tolerancia” no es en realidad un ejercicio de visibilidad por un colectivo históricamente maltratado que necesita que los heterosexuales entiendan que un emoji es tan normal (y natural) como los otros.
Bueno, fin. PERDÓN si os ha ofendido la expresión “exceso de tolerancia”. Igual no era la más apropiada. #feliz2017 lleno de emoticonos
— Eli Martin (@EliMartinns) 3 de enero de 2017
Porque la solución nunca debe ser ponerse a retwittear a quienes le defienden, bloquear a los que le critican (sin atreverse a debatir, a escuchar, a aprender) y luego disculparse con tono condescendiente cambiando lo que ha dicho para no aceptar que ha hecho un comentario homófobo.
No me parece tan grave decir que hay un exceso de emoticonos. Pero vosotros a lo vuestro con la homofobia. Soy Hitler. ⚜️◽️
— Eli Martin (@EliMartinns) 3 de enero de 2017
Y claro, como era de esperar, la ultraderecha homófoba y los ultracatólicos salen en tromba a defender a Eli Martín
En un artículo de la web Actuall la defienden del ataque de lo “políticamente correcto“. Desde el propio canal también la defienden, lo demostraron en un tweet que llevaba emoticonos de flores:
@EliMartinns en un tuit no cabe el ingenio que tiene usted, señorita. Y oiga, humildad porque usted ya es una Twitter Star.
— divinity (@divinity_es) 3 de enero de 2017
Y en las webs más alejadas del colectivo LGTB la defienden a capa y espada.
En la sección “Democracia” y “Criterio” , dice un tal Juan Robles que es víctima de la “dictadura de lo políticamente correcto“. Cuando esta gente habla de lo “políticamente correcto” o crean magazines y cosas y les ponen la palabra “libertad” , como si su libertad estuviera amenazada lo que les fastidia es que las minorías a las que antes señalaban y discriminaban y eran blanco de sus burlas (mujeres, negros, maricas, transexuales…) ahora ya no toleran ese trato y cuando se quejan los que ofenden usan la excusa de lo “políticamente correcto” como estandarte para justificar su intransigencia.
Según él lo que Eli Martín pretendía hacer era criticar que “por no faltar al respeto a nadie, estos ‘emojis’ de Whatsapp incluyen varias opciones de familia“. Y no alcanzamos a comprender qué problema hay en que no se falte al respeto a nadie. ¿Hay que faltar al respeto para no ser víctima de la “dictadura de lo políticamente correcto“? ¿Y no es faltar al respeto salir en su programa afirmando: “Siento si os he ofendido, pero es que os ofendéis por cualquier cosa“. Vamos, que Eli, tiene todo el derecho del mundo a decirle a las minorías de qué se pueden ofender y de qué no.
Y el tal Juan Robles, el de Actuall (que es un medio relacionado con la plataforma ultracatólica Hazte Oir, los que dicen que sus compañeros de trabajo son enfermos y no deberían poder casarse ni adoptar ni deberían salir por la tele), está de acuerdo contigo. Y dice Robles que, ya que estamos, “puestos a pedir visibilidad se podría exigir a Whatsapp que incluyese emoticonos de niños abortados, o de niños con síndrome de Down o de niñas pequeñas con pene o vagina.”
Lo del aborto lo dejamos porque podríamos decir unas cuantas cosas a quienes tanto defiende la vida de los “no nacidos” y se olvidan de los ya nacidos en situacion de miseria o que viven en campos de refugiados, sí, de esos que no quieren aceptar… Sobre los niños con síndrome de Down, no vemos por qué no vamos a visibilizarlos, teniendo en cuenta que son personas tan válidas como nosotros no vemos por qué no podrían tener su emoticono. Y sobre las “niñas pequeñas con pene o vagina“… aprovechamos para recordarle que las niñas, con pene o con vagina, ya tienen sus emojis…
El lobby ultra-católico ha venido a rescatarla. El señor Robles la defiende diciendo que “a la mínima que alguien opina algo fuera del ideario LGTB la etiqueta homófobo recorre las redes para desacreditarla”. El problema es que no hay un “ideario LGTB“, lo que hay es personas. Hay diversidad. Y se puede respetar a esas personas o a esa diversidad o no. Y Juan Robles no las respeta. Y Eli tampoco las respetó con su tweet.
Fuente EstoyBailando
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