El Orgullo LGTB de Beirut, interrumpido por tercer año consecutivo ante las amenazas de los homófobos
El Orgullo LGTB de Beirut ha sido interrumpido un año más. Los organizadores del único evento de este tipo en el mundo árabe han decidido suspender el concierto inaugural ante las amenazas de violencia alimentadas por las protestas de las autoridades religiosas, que acusaron a los convocantes de atacar «las buenas costumbres» y de promover el matrimonio igualitario. Las ediciones de 2017 y 2018 también se enfrentaron a las llamadas al boicot de los LGTBfobos.
El activismo LGTB libanés convocó la tercera semana del Orgullo LGTB de Beirut entre el 28 de septiembre y el 6 de octubre. El programa incluía una «cena de las familias», pensada para crear comunidad entre familias con algún miembro LGTB, así como la presentación de una beca en Brasil para artistas LGTB libaneses y un concierto inaugural en un teatro de la capital. La posibilidad de organizar una marcha no se había cerrado con anterioridad al comienzo previsto de los actos.
Las cosas empezaron a torcerse el lunes de la semana pasada, cuando una página de Facebook con el nombre de «Marriage Equality Lebanon» compartió la convocatoria del concierto. Los organizadores del Orgullo lamentan que se transmitió la impresión de que el acto quería reivindicar el matrimonio igualitario en Líbano. La polémica creció rápidamente por las redes sociales, y esa misma noche, el ex gran muftí de Líbano Mohammad Rachid Kabbani hacía un llamamiento a las autoridades a «impedir la celebración de los pervertidos».
La situación escaló rápidamente. Un día después, el teatro que iba a acoger el concierto recibió amenazas telefónicas de violencia si no se suspendía el evento. Organizaciones conservadoras e islámicas lanzaban diatribas de odio contra la comunidad LGTB. El establecimiento renunció finalmente a albergar el concierto después de que las fuerzas de seguridad avisaran de que arrestarían a los dueños del local y a los organizadores y participantes.
De nada sirvieron los esfuerzos de los responsables de Beirut Pride por explicar que el único objetivo del acto era la concienciación contra el odio y la discriminación. Acosados por varios frentes, los activistas finalmente tuvieron que anunciar la cancelación del evento «hasta nuevo aviso». En las redes sociales de Beirut Pride no hay noticias sobre la celebración o no del resto de actos previstos.
Este era el tercer año en que se organizaba una celebración del Orgullo LGTB en el Líbano, y también ha sido el tercer año consecutivo en que los distintos eventos han tenido que ser cancelados. En 2017, grupos islamistas irrumpieron en diversos actos y amenazaron con atacar con violencia si se celebraba la programada Marcha del Orgullo, que finalmente fue anulada. Debido a ello, el año pasado ni siquiera se había previsto celebrar la Marcha, pero la presión de los grupos LGBTfobos consiguió de nuevo la cancelación de los actos, además de la detención del principal organizador, el activista libanés Hadi Damien.
Sentencias judiciales a favor de los derechos LGTB
Las relaciones homosexuales en el Líbano (una república árabe multiconfesional en la que coexisten musulmanes sunitas, musulmanes chiítas, cristianos de diversas confesiones y drusos) son formalmente ilegales. El artículo 534 del Código Penal establece penas de un año de prisión para quienes realicen «actos sexuales contra natura». Sin embargo, cuatro jueces, además de un tribunal de apelaciones y otro militar, o la de un juez que falló a favor de los derechos de un hombre trans,han fallado en contra de que se aplique a las relaciones homosexuales, de modo que el artículo 534 ha quedado en la práctica invalidado para ese fin. Por ello, al igual que sucede en países como Egipto, las fuerzas del orden utilizan otros ambiguos artículos del Código Penal contra la decencia para reprimir de hecho tanto las relaciones homosexuales como la defensa de los derechos LGTB.
Hay que recordar, en este sentido, que el artículo 534 del Código Penal libanés sigue criminalizando las relaciones «contra natura», pero existen además otros artículos que basados en la defensa de la «moral pública» y «el pudor» justifican el hostigamiento de cualquier demostración pública de homosexualidad.
Ante este panorama, el apoyo internacional a la comunidad LGTB de Líbano se hace más necesario que nunca. El Ejecutivo libanés no se encuentra respaldado por su sistema judicial y la posición de la comunidad internacional puede ser determinante para que el Gobierno libanés ceje en su acoso. Un ejemplo de cómo esa presión puede beneficiar a las libertades individuales y colectivas del país es el de Brunéi, donde el sultán se ha visto obligado a anunciar una moratoria en la aplicación de la pena de muerte por lapidación para las personas que practiquen relaciones homosexuales. Es reciente, en este sentido, el apoyo de la Embajada Española en el Líbano, que con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia izó el pasado 17 de mayo la bandera arcoíris en su sede.
Fuente Dosmanzanas
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