El Parlamento rumano bloquea una propuesta de ley de uniones civiles abierta a parejas del mismo sexo.
Rumanía, país de la Europa del Este miembro de la Unión Europea, seguirá sin reconocer derechos a las parejas del mismo sexo. La Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Diputados de ese país ha bloqueado por unanimidad de sus miembros un proyecto de ley de uniones civiles abierto a parejas tanto del mismo como de distinto sexo que había sido propuesto por el diputado verde Remus Cernea.
El proyecto ya había sido rechazado por el Senado, donde se llegó a votar en pleno. De 176 senadores que componen la cámara alta rumana, solo dos votaron a favor. En contra se pronunciaron 105, mientras que el resto se abstuvo. En la Cámara de Diputados, sin embargo, la unanimidad de los componentes de la Comisión de Asuntos Jurídicos ha bloqueado la tramitación. De haber sido aprobado, las parejas no casadas, tanto del mismo como de diferente sexo, hubieran tenido la posibilidad de ver reconocidos derechos básicos como el de herencia, el de acceder a hipotecas conjuntas o el de ser beneficiarios del seguro médico de tu pareja. El proyecto no contemplaba el derecho de adopción.
El proyecto contaba con la predecible oposición de sectores religiosos y partidos de derecha, pero incluso los diputados de la izquierda se han posicionado en contra. Daniel Florea, diputado del Partido Socialdemócrata rumano (PSD), miembro de la Internacional Socialista y del Partido Socialista Europeo, llegó a declarar en televisión, en referencia a las personas homosexuales, que “sus preferencias son asunto suyo. Nosotros, como legisladores, creemos que las cosas están bien tal y como las marca hoy día la ley”. El PSD es a día de hoy el mayor partido de Rumania, con mayorías relativas tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Es también el partido del primer ministro, Victor Ponta, que preside un gobierno de coalición entre varias fuerzas políticas.
“Creo que ya tuvimos bastante con la desgraciada experiencia de los 50 años de comunismo, cuando se nos impusieron leyes que no atendían a las especificidades de Rumanía. No hay necesidad de traumatizar a las generaciones futuras en el nombre de un progreso ilusorio conseguido a través de recetas ajenas”, declaró por su parte la diputada Diana Tusha, diputada del Partido Nacional Campesino Cristiano Demócrata (PNȚCD), ferozmente opuesta al proyecto, que calificó Remus Cernea (su proponente) de representante del “marxismo cultural”.
Pese al bloqueo en comisión, Remus Cernea cuenta todavía con la posibilidad de proponer una votación directa del proyecto por el pleno de la cámara, aunque visto lo visto cuenta con nulas posibilidades de salir adelante.
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