El primer ministro irlandés, el abiertamente gay Leo Varadkar, ha realizado una visita a los Estados Unidos para acudir a las celebraciones del Día de San Patricio, celebrado multitudinariamente por la abultada comunidad de origen irlandés en ese país. En esta ocasión, en su viaje le ha acompañado su pareja, el cardiólogo Matt Barrett. Al no tratarse de un viaje oficial, ha sido recibido por el vicepresidente Mike Pence, conocido tanto por sus opiniones como sus actuaciones políticas llenas de LGTBfobia, que le ha ofrecido un desayuno protocolario.
Como el pasado año, Leo Varadkar ha visitado Nueva York para unirse a la numerosa comunidad de origen irlandés que vive en aquella ciudad en sus celebraciones del Día de San Patricio. Como novedad en este año, el dirigente irlandés, uno de los pocos mandatarios mundiales abiertamente LGTB de la actualidad, ha decidido realizar el viaje en compañía de quien es su novio desde 2015, el cardiólogo Matt Barrett, quien no suele acompañar al primer ministro en sus viajes oficiales.
Como no se trataba de un viaje de Estado, el protocolo marcaba que fuera agasajado por el vicepresidente estadounidense, el marcadamente LGTBfobo Mike Pence. Al igual que el año anterior, Pence ha ofrecido al visitante, a quien acompañaba evidentemente su pareja, un desayuno protocolario que tuvo lugar este pasado jueves en su residencia oficial, el Observatorio Naval, en el que se intercambiaron los correspondientes discursos de cortesía. El vicepresidente, por su parte, iba acompañado por su hija y no por su esposa, Karen Pence, de quien se conoce que desarrolla su labor docente en una institución educativa que excluye taxativamente la contratación de trabajadores LGTB.
Se trata de la primera ocasión en la que el vicepresidente estadounidense recibe oficialmente en su residencia a la pareja del mismo sexo de un mandatario LGTB. Aunque los discursos protocolarios se limitaron a las habituales alabanzas de cortesía y los deseos de fortalecer los lazos diplomáticos, Leo Varadkar sí quiso hacer referencia a su orientación sexual y los cambios experimentados en su país en los últimos tiempos en unas declaraciones dirigidas a la prensa. En ellas, el primer ministro afirmaba que “yo vivía en un país donde, si hubiera intentado ser yo mismo en ese momento, habría terminado por romper las leyes. Pero hoy todo eso ha cambiado. Estoy aquí, como líder de mi país, imperfecto y humano, pero juzgado por mis acciones políticas y no por mi orientación sexual, mi tono de piel, mi género o mis creencias religiosas. Y no creo que mi país sea el único en el mundo donde esta historia es posible. Se encuentra en todos los países donde se aprecia la libertad y la libertad. Después de todo, somos hijos de Dios. Eso también es posible en los Estados Unidos, la tierra y el hogar de los valientes y libres”.
Varadkar, que es uno de los pocos líderes mundiales abiertamente gay, también agradeció a Pence por su “maravillosa hospitalidad”. Tuiteó: “El Vicepresidente Mike Pence nos invitó a mí y a Matt a su casa en el Observatorio Naval esta mañana. Es genial estar de vuelta aquí para una recepción realmente cálida.“
Mike Pence tiene un historial “extremo” anti-LGBT
Los comentarios del líder irlandés sobre la orientación sexual se producen a pesar de los extensos antecedentes de Pence en contra de los homosexuales, bisexuales y bisexuales. Para valorar la singularidad de estos actos protocolarios, hay que recordar que Mike Pence se dio especialmente a conocer por su oposición a los derechos LGTB durante su etapa como gobernador de Indiana.
Pence, no obstante, ya arrastraba un largo historial LGTBfobo. En el año 2000, durante su campaña para ser elegido congresista, llegó a proponer que se utilizasen fondos destinados a ayudar a personas con VIH para sufragar a organizaciones que promovieran las «terapias reparadoras» entre aquellos que quisiesen modificar su orientación sexual. Pence publicó un manifiesto electoral en el que pedía que la financiación para la prevención del VIH/SIDA se agotara de las “organizaciones que celebran y fomentan los tipos de comportamientos que facilitan la propagación del virus del VIH”, una aparente referencia a los grupos inclusivos LGBT+. En su lugar, Pence pidió que se financiaran “instituciones que presten asistencia a quienes tratan de cambiar su comportamiento sexual”, lo que desde entonces ha dado lugar a acusaciones de que estaba apoyando la terapia de conversión.
Pence fue Gobernador de Indiana de 2013 a 2017, y sus recortes a las pruebas de VIH y la prohibición del intercambio de agujas condujeron al peor brote de VIH/SIDA en la historia del estado, lo que provocó una intervención de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
En 2016 Pence fue nombrado homófobo del año por All Out tras aprobar la ley de libertad religiosa en Indiana que permitía discriminar a las personas LGTB y defender las terapias de conversión. En marzo de 2015, sancionaba orgulloso una ley, aprobada por la legislatura del estado (bajo control republicano), cuyo objetivo era impedir que entes locales o el propio estado pudiesen aprobar normativas antidiscriminatorias que afectasen a la «libertad religiosa», eufemismo que suponía la legalización de la discriminación contra las personas LGTB. Un acto en el que Pence quiso rodearse de numerosos líderes religiosos, algunos de ellos virulentamente homófobos. La norma provocó una intensísima reacción social en su contra, que amenazó con afectar seriamente la economía del estado y que dejó muy tocada su imagen. Mike Pence se vio obligado a promover una norma adicional que clarificase los límites de la ley e impidiese la discriminación en la prestación de servicios a personas por motivos de orientación sexual.
En su etapa de congresista votó contra la ley Mattew Shepard y contra la derogación del Don’t ask don’t tell.
Pence tuvo que salir a negar que había apoyado las terapias de conversión así como haberse opuesto a reconocer los derechos civiles del colectivo LGBT. Sin embargo, su esposa, Karen Pence, quedaba en evidencia cuando el Washington Post revelaba que había enviado una carta a los responsables del Indianapolis Star condenando que difundiesen información sobre una línea de ayuda a jóvenes LGBT. No solo se conoce al vicepresidente como «el funcionario elegido a nivel estatal más vociferante y consistentemente anti gay en el país», sino que el presidente Trump ha llegado a bromear en una ocasión sobre su alto grado de homofobia al afirmar que su Pence quería «colgar» a todas las personas homosexuales.
La homofobia del matrimonio es tan notoria que cuando se trasladan a Washington D.C. de cara a firmar su cargo como vicepresidente, sus vecinos le reciben con banderas del orgullo LGBT, reuniéndose cientos de personas en una Queer Dance Tea Party celebrada frente a su domicilio como acto de protesta. Estas navidades, cuando el matrimonio se desplaza a Aspen para pasar la nochevieja, son recibidos de manera similar, al encontrarse una bandera con el lema «haz America gay de nuevo».
Un informe de 2018 alegó que Pence ha jugado un papel fundamental en las acciones anti-LGBT de la administración Trump. El informe de la Campaña de Derechos Humanos analizó en profundidad el historial de Pence sobre los derechos de los LGBT como candidato, como gobernador de Indiana y como vicepresidente, y descubrió que ha demostrado un enfoque “consistente” para desmantelar las protecciones para las personas LGBT+.
Ha destacado su enfrentamiento con Adam Rippon, que se negó a reunirse con él por su pasado homófobo y su reunión a puerta cerrada con el primer ministro irlandés Leo Varadkar, abiertamente homosexual.
Fuente Pink News, vía Cromosomax/Cristianos Gays
General, Historia LGTBI
Día de San Patricio, Estados Unidos, Irlanda, Karen Pence, Leo Varadkar, Matt Barrett, Mike Pence, Visibilidad LGTBI
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