El Obispado de Canarias despide, meses después, al profesor de Religión que se casó con otro hombre
Como se adivinaba, al final ha habido despido… Uno más que sufre la homofobia eclesial ¿Estas son las nuevas formas vaticanas?… Para conocer más del caso, podéis pinchar en los siguientes enlaces: 1, 2, 3, 4, 5, 6,).
El docente denuncia que “las autoridades eclesiales preteden acoger al gay ‘por compasión'”
Denuncia “el cerco ideológico y moral de una institución eclesiástica que, desde mi humilde y formada opinión, se empecina en no situarse ni a la altura de los tiempos ni a la altura del Evangelio”
Durante meses, la diócesis permitió a Luis Alberto González seguir impartiendo clases
El profesor gay de religión pidió expresamente su baja
Ha cobrado 34.000 euros de indemnización tras reclamar su baja tanto al Obispado de Canarias como a la Consejería de Educación.
(Jesús Bastante en Religión Digital).- Lo que parecía ser un gesto de apertura de la jerarquía eclesiástica española a las personas homosexuales, finalmente, quedó en agua de borrajas. Este verano contábamos en RD el caso de Luis Alberto González Delgado, profesor de Religión de Lanzarote quien, tras haber contraído matrimonio con otro hombre y haber informado del mismo al obispo de Canarias, Francisco Cases, continuaba en su puesto sin ninguna condena. El pasado 1 de diciembre el docente recibió, de la Consejería de Educación del Gobierno canario, la noticia de que se le había retirado la declaración de idoneidad y que, por lo tanto, su contrato quedaba extinguido.
El profesor, que desarrollaba su labor desde hacía 16 años, se despedía de sus alumnos del IES Las Salinas y de la EA Pancho Lasso de Arrecife (Lanzarote), dejando atrás “el cerco ideológico y moral de una institución eclesiástica que, desde mi humilde y formada opinión, se empecina en no situarse ni a la altura de los tiempos ni a la altura del Evangelio”.
En opinión de Luis Alberto, la diócesis “contaba con distintas opciones ante mis requerimientos”, pues fue él quien, en distintas ocasiones, trató de aclarar su situación. Finalmente, la autoridad eclesiástica “optó por retirarme la autorización para enseñar (la ley le ampara)“. El “inevitable despido” se ha aplicado “respetando los derechos laborales adquiridos (la ley me ampara)“, no sin problemas.
“Las autoridades eclesiásticas -denuncia el docente- no están dispuestas a aceptar una relación o un matrimonio homosexual, aunque pretendan sorprendernos con la acogida al gay ‘por compasión’“. En su opinión, y desde la óptica de la experiencia, “con la homosexualidad aplican lo de ‘aborrecer el pecado pero acoger al pecador’, y reto a cualquier obispo a que me desdiga”.
Sobre su labor docente, el profesor asegura quedarse “con la satisfacción de haber ofrecido un conocimiento sólido, crítico y a la vez respetuoso y tolerante, sobre el hecho religioso”, y espera continuar su vida profesional y personal sin más cortapisas.
COMUNICADO DE PRENSA
TRAS SER DESPEDIDO COMO PROFESOR DE RELIGIÓN
El pasado día 1 de diciembre me notificó la Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad del Gobierno de Canarias la extinción de mi contrato laboral como profesor de religión “como consecuencia de la revocación de la declaración de idoneidad eclesiástica que se realizó con anterioridad al primer contrato de trabajo por la Diócesis de Canarias, en aplicación del derecho eclesiástico y canónico citados”.
Mis diferencias con la jerarquía católica se fueron agudizando en los últimos años y las decisiones tomadas, matrimonio incluido, han derivado en este final. La Autoridad Eclesiástica de la provincia de Las Palmas contaba con distintas opciones ante mis requerimientos y optó por retirarme la autorización para enseñar (la ley le ampara).
En consecuencia, yo me he mantenido firme ante las dos instituciones, Obispado y Consejería de Educación, hasta conseguir que el inevitable despido se aplicara respetando los derechos laborales adquiridos (la ley me ampara).
Dejo atrás el cerco ideológico y moral de una institución eclesiástica que, desde mi humilde y formada opinión, se empecina en no situarse ni a la altura de los tiempos ni a la altura del Evangelio.
Las autoridades eclesiásticas no están dispuestas a aceptar una relación o un matrimonio homosexual, aunque pretendan sorprendernos con la acogida al gay “por compasión”. Con la homosexualidad aplican lo de “aborrecer el pecado pero acoger al pecador”, y reto a cualquier obispo a que me desdiga.
De mi labor docente, que abarca dieciséis años, me quedo con la satisfacción de haber ofrecido un conocimiento sólido, crítico y a la vez respetuoso y tolerante, sobre el hecho religioso.
Los últimos meses de trabajo han sido inolvidables por el fructífero intercambio de ideas con el alumnado, tanto en el IES Las Salinas como en la EA Pancho Lasso de Arrecife, al potenciar de forma conjunta el respeto a la diversidad.
Arrecife, 10 de diciembre de 2014
Luis Alberto González Delgado
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