La cuestión de los homosexuales en las Iglesias alemanas: del anatema a la integración
Hay bastantes sacerdotes y agentes de pastoral que bendicen a los homosexuales, si lo piden
En Colonia, todos los domingos, como también en otras ciudades, hay un servicio litúrgico con y para los homosexuales. Un sacerdote o diácono está nombrado por el Obispado para que les acompañe desde la fe
La organización Homosexuales e Iglesia quiere ser un nexo de unión entre la cultura gay y la cultura de las iglesias, culturas que a menudo están alejadas entre sí
Nos cuesta aprender que solo Dios bendice, con o sin permiso de Roma. Gracias a Dios
| José Luis Gómez de Segura, corresponsal en Alemania
El dicho “cada uno sea dichoso según su façon” se usa mucho en Colonia y refleja bastante la actitud tolerante de la gente de esta ciudad. Que cada cual sea feliz a su manera. En su lenguaje: jeder soll nach seiner façon selig werden.
Hay en la ciudad de Colonia una zona de bares y restaurantes que los frecuentan sobre todo homosexuales. Todos los domingos, como también en otras ciudades, hay un servicio litúrgico con y para los homosexuales. Un sacerdote o diácono está nombrado por el Obispado para que les acompañe desde la fe.
Hace años este servicio lo hacía un arzipreste de la ciudad, del que se sabía que tenía esa tendencia. Se ha avanzado mucho en la tolerancia en la sociedad y también en la Iglesia, aunque no es así todavía en la mente de bastantes autoridades eclesiásticas.
Hace décadas era una urgencia el cambiar la mentalidad de la sociedad con respecto a los homosexuales.
La organización “Homosexuales e Iglesia” (HuK) y la iniciativa “Iglesia de base” (Ikvu) se fundaron casi al mismo tiempo. Eso fue hace más de 30 años y los temas de ambas iniciativas son igual de actuales que entonces. Muchas de los motivos que les impulsaron a crear estos movimientos son -por desgracia- todavía actuales.
En junio de 1977 fue fundada en Berlin “Homosexuales e Iglesia”. Al principio, la preocupación de los homosexuales era dejar de ser clasificados como “enfermos” por las iglesias y acabar con la discriminación de los homosexuales por parte de las mismas.
En 1980 surgió la iniciativa “Iglesia de base” por parte de los delegados de los aproximadamente 30 grupos de homosexuales que participaron en la Asamblea nacional de católicos de base.
Los grupos que abogan por el cambio en las iglesias y los grupos de orientación político-cristiana defienden diferentes formas de trabajar y también diferentes objetivos. La Iglesia de base tenía y tiene una distancia crítica no sólo con la iglesia existente en su conjunto, sino también con sus organizaciones. Esta no ha hecho un esfuerzo sistemático por llevar sus ideas y preocupaciones a las parroquias.
Hace 30 años, la Declaración de Colonia “Contra la Incapacitación – Por un Catolicismo Abierto”, causó sensación a nivel internacional. Fue firmada por más de 160 profesores de teología en reacción al nombramiento del cardenal Meissner de Berlín como arzobispo de Colonia.
Desde entonces “Homosexuales e Iglesia” comenzaron en los encuentros nacionales de católicos y tambien en los de protestantes a presentar los temas de gays y lesbianas a un amplio público interesado. Para muchos en Homosexuales e Iglesia (HuK) era y es importante mirar más allá de la propia frontera.
Es conmovedora la variedad de temas que les movieron a ellos y a otros cristianos: la paz, la justicia social y global, la teología de la liberación, el ecumenismo, así como la defensa de una iglesia fraterna.
Desde 1994, el Comité Central de los Católicos y la Asamblea nacional de todos los católicos están cada vez más abiertos a las cuestiones críticas. Los viejos puntos de discordia habían cambiado y mucha gente tenía la impresión de que ya no era necesaria una Jornada Católica de base. Toda la situación había cambiado. Y para la Iglesia de base no se podía “seguir así”.
Al principio, la Iglesia Católica fue incapaz de dialogar. Sin embargo, un llamamiento a la Conferencia Episcopal Alemana y al Comité Central de los Católicos Alemanes, en el que se pedía el fin de la discriminación de los homosexuales en la Iglesia y el inicio de un diálogo, recibió casi 3.000 firmas de apoyo en la Asamblea General Nacional.
Al mismo tiempo, Homosexuales e Iglesia participó en la preparación del Encuentro de Católicos de base, que tuvo lugar en 1980 paralelamente a la Asamblea Nacional Católica.
Después de 1994 se hizo posible que Homosexuales e Iglesia estuviera presente también en la Asamblea Nacional Católica.
La organización Homosexuales e Iglesia quiere ser un nexo de unión entre la cultura gay y la cultura de las iglesias, culturas que a menudo están alejadas entre sí. También se considera un “grupo de autoayuda de lesbianas y gays cristianos” y un grupo de emancipación. Homosexuales e Iglesia quiere trabajar con fundamento teológico en el reconocimiento igualitario de gays y lesbianas en la iglesia y en la sociedad y en la forma de reducir la discriminación. Más tarde, Homosexuales e Iglesia amplió su compromiso también con respecto a las preocupaciones de la transexualidad y la intersexualidad.
Con las iglesias regionales protestantes se han podido conseguir algunos logros. Esto incluye el reconocimiento de las formas de vida de gays y lesbianas hasta la bendición de las parejas del mismo sexo y su equiparación con el matrimonio eclesiástico o la vida en común de las parejas de gays o lesbianas en las casas parroquiales protestantes.
En la Iglesia Católica apenas hay logros en el ámbito eclesiástico oficial, aunque a nivel parroquial existe muchas veces tolerancia y reconocimiento de los homosexuales. Hay bastantes sacerdotes y agentes de pastoral que bendicen a los Homosexuales si ellos se lo piden. Y lo seguirán haciendo.
Las actividades del Homosexuales e Iglesia no siempre son bien recibidas por la jerarquía eclesiástica y por cristianos un tanto tradicionalistas.
Con motivo del documento llegado de Roma prohibiendo la bendición de las parejas homosexuales, han saltado las alarmas en los medios y círculos católicos. Hay Obispos que están en desacuerdo con el Documento. Sacerdotes y diáconos recogen firmas indignados por la prohibición.
Sí, va cambiando claramente y no solo en las bases la actitud ante los homosexuales. En las bases es así pero en las jerarquías sobre todo del Vaticano… En realidad ni la Iglesia ni el Vaticano bendicen. Nos cuesta aprender que solo Dios bendice, con o sin permiso de Roma. Gracias a Dios.
Fuente Religión Digital
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