Solo por hoy.
Miércoles, 3 de septiembre de 2014
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Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día,
sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto:
cortés en mis maneras,
no criticaré a nadie
y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie,
sino a mi mismo.
cortés en mis maneras,
no criticaré a nadie
y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie,
sino a mi mismo.
Sólo por hoy seré feliz en la certeza
de que he sido creado para la felicidad,
no sólo en el otro mundo,
sino en este también.
de que he sido creado para la felicidad,
no sólo en el otro mundo,
sino en este también.
Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias,
sin pretender que las circunstancias
se adapten todas a mis deseos.
sin pretender que las circunstancias
se adapten todas a mis deseos.
Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura;
recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo,
así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo,
así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
Sólo por hoy haré una buena acción
y no lo diré a nadie.
y no lo diré a nadie.
Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer;
y si me sintiera ofendido en mis sentimientos
procuraré que nadie se entere.
y si me sintiera ofendido en mis sentimientos
procuraré que nadie se entere.
Sólo por hoy me haré un programa detallado.
Quizá no lo cumpliré cabalmente,
pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades:
la prisa y la indecisión.
Quizá no lo cumpliré cabalmente,
pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades:
la prisa y la indecisión.
Sólo por hoy creeré firmemente
aunque las circunstancias demuestren lo contrario
que la buena providencia de Dios se ocupa de mí
como si nadie existiera en el mundo.
aunque las circunstancias demuestren lo contrario
que la buena providencia de Dios se ocupa de mí
como si nadie existiera en el mundo.
Sólo por hoy no tendré temores.
De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello
y de creer en la bondad.
De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello
y de creer en la bondad.
*
Beato Juan XXIII, papa
Decálogo de la Serenidad
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