La Iglesia episcopaliana de Escocia aprueba el matrimonio religioso entre personas del mismo sexo
La Iglesia Episcopal de Escocia aprueba celebrar matrimonios gay
Vota a favor en un Sínodo en Edimburgo
Sus autoridades se muestran “complacidas” por “acercar la Iglesia” a la sociedad
La Iglesia Episcopal escocesa se ha convertido en la primera Iglesia cristiana en Reino Unido en celebrar los matrimonios homosexuales en su interior. Este hito se ha logrado después de que el Sínodo de Edimburgo votara eliminar la restricción que limitaba los enlaces a personas de diferente sexo, según ha informado este jueves la BBC.
El Sínodo General de la Iglesia episcopaliana de Escocia ha aprobado, por una clara mayoría, la reforma de su canon para abrir el matrimonio a las parejas del mismo sexo. Se trata de la rama escocesa de la comunión anglicana, una iglesia que aunque cuenta con pocos fieles (es la tercera del país, tras la Iglesia de Escocia y la Iglesia católica) sí tiene peso simbólico. Escocia, recordemos, aprobó el matrimonio civil igualitario en febrero de 2014, en un proceso independiente al de Inglaterra y Gales.
La votación necesitó el respaldo de dos tercios de la cámara de obispos y ha dejado a la Iglesia escocesa en una posición complicada, ya que la mayor parte de la comunidad anglicana ha expresado su desacuerdo con la decisión.La modificación del canon de la Iglesia episcopaliana ha sido aprobado por mayoría de las tres cámaras que componen el Sínodo: la de los obispos (4 votos a 1, un 80% a favor), la de los clérigos (42 votos a 20, un 67,7% a favor) y la de los laicos (50 votos a 12, un 80,6% a favor).
El matrimonio entre personas del mismo sexo se legalizó en Escocia a finales de 2014 y tanto la Iglesia de Escocia como la Católica Romana se opusieron a esta medida, provocando un intenso debate. Sin embargo, la primera aprobó el pasado mes de mayo un informe para permitir a los sacerdotes celebrar este tipo de enlaces en el futuro.
De esta forma, la regulación del matrimonio en el seno de la Iglesia episcopaliana de Escocia deja de considerar el matrimonio solo como la unión de un hombre y una mujer e incluirá un reconocimiento expreso de que el matrimonio puede ser entendido de formas diversas. Eso sí, ningún sacerdote de la Iglesia episcopaliana será obligado a celebrar bodas entre personas del mismo sexo si no lo desea.
John Armes, obispo de la Iglesia Episcopal, en declaraciones al medio británico ha expresado su satisfacción porque las parejas puedan casarse en ella y así “estar bendecidas por Dios”. También se ha mostrado “complacido” por “acercar nuestra Iglesia” a esa parte de la sociedad.
De las tres iglesias principales de Escocia, la episcopaliana es sin duda la más inclusiva. Ya en 2011, con el proceso de discusión del matrimonio igualitario ya abierto en el país, el reverendo David Chillingworth, obispo de Saint Andrews, Dunkeld y Dunblane y primado de la Iglesia, se mostraba a favor. “Si tras el periodo de consultas el Gobierno de Escocia y el Parlamento creen que deben legislar esta materia, creo que están en su derecho a hacerlo”, expresaba entonces. Sobre la posibilidad de que su iglesia hiciera lo propio también dejaba claro su postura favorable, aunque respetando los correspondientes procedimientos. “Jesús no llamó a la iglesia a ser una ciudadela de ortodoxia. Él fue constantemente criticado por pasar su tiempo con personas que no se ajustaban a los patrones convencionales y que eran consideradas inaceptables por los demás”, declaró.
Finalizado el correspondiente proceso, que dio inicio en 2015, Chillingworth se ha mostrado feliz por el resultado. “Al eliminar el requisito del género de nuestro canon matrimonial, nuestra iglesia afirma que una pareja del mismo sexo no solo está casada, sino que está casada a los ojos de Dios”, ha asegurado. Chillinworth ha reconocido que esta decisión puede resultar dolorosa para una parte de la Iglesia episcopaliana, pero está convencido de que ahora comienza un “camino de reconciliación”.
Anglicanismo: una comunión dividida por la inclusión de las personas LGTB
La aceptación de la homosexualidad en la comunión anglicana es todavía desigual entre sus diferentes jerarquías e iglesias, si bien los avances inclusivos que ha experimentado una parte de esta rama del cristianismo distan mucho de las posiciones inmovilistas que sigue manteniendo, por ejemplo, la Iglesia católica.
La Iglesia episcopaliana, rama estadounidense de los anglicanos, es sin duda la que abrió camino. Ya en 2003 eligió al primer obispo abiertamente gay, Gene Robinson. Y en 2010 fue la primera en romper con la moratoria autoimpuesta durante varios años por la comunión anglicana tras el nombramiento de Robinson y comenzar a ordenar de nuevo obispos y obispas abiertamente homosexuales. En 2012 aprobaba también la ordenación de personas transexuales. También fue la primera iglesia anglicana en celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo.
Un avance al que hace ahora un año se sumaba también la Iglesia anglicana de Canadá, que pocos meses después elegía obispo a Kevin Robertson, abiertamente gay y padre, junto a su pareja, de dos hijos (Roberston se convertía así en el primer miembro de una familia homoparental en ostentar esta dignidad en una iglesia de la comunión anglicana).
En el otro extremo, sin embargo, se sitúan las iglesias anglicanas africanas, algunas de ellas virulentamente homófobas. Una situación inestable que en los últimos años ha colocado al anglicanismo al borde de un cisma que sin embargo no acaba de producirse.
¿Y las otras iglesias de Escocia?
La que es iglesia principal del país, la Iglesia de Escocia (una iglesia presbiteriana que carece de obispos y que no pertenece al ámbito anglicano) también ha iniciado su correspondiente camino inclusivo. En 2016, de hecho, aprobó la ordenación de pastores casados civilmente con personas del mismo sexo, una vez que una mayoría de presbiterios dieron su visto bueno. Ello no supuso la aprobación del matrimonio religioso igualitario ni obligaba a las congregaciones más conservadoras, que siguen contando con la libertad de refrendar a sus pastores, aunque no es de esperar que pase mucho tiempo antes de que dé el paso.
Lo que no se puede decir, obviamente, de la segunda iglesia de Escocia en número de fieles, la Iglesia católica (que aún así mantiene a nivel local posiciones que contrastan, por ejemplo, con las de la Iglesia católica española: hace pocos meses, por ejemplo, hacíamos referencia a la aprobación de un plan de “escuelas seguras” para alumnos LGTB en los colegios católicos escoceses).
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