Washington celebrará una marcha por la diversidad en junio que se espera sea la mayor marcha LGTB de la historia
Un activista gay de Nueva York pone en marcha la National Pride March, manifestación con la que esperan que el colectivo LGTB siga el camino marcado por la Women’s March .
El activista David Bruinooge convoca una marcha para el 11 de junio en Washington D.C., coincidiendo con el fin de semana del orgullo en la capital estadounidense, con el objetivo de defender los derechos del colectivo LGBT ante Donald Trump y su gabinete. Un evento directamente inspirado en la Marcha de la Mujer que ha bautizado como National Pride March a la que se espera que acudan más de 18.000 personas
Después de ver lo exitosas que resultaron ser las Women’s March que tuvieron lugar por todo el mundo el pasado 21 de enero, en especial la impresionante manifestación de Washington podemos sentirnos optimistas. Y es que tras el éxito de la Women’s March, el movimiento LGTBI se ha puesto manos a la obra para visibilizar el próximo mes de junio una gran marcha en la ciudad de Washington.
David Bruinooge, un activista LGTBI de la ciudad de Brooklyn ha sido uno de los organizadores de la cita, que se ha empezado a gestar en la red social Facebook. Esta marcha se celebrará el 11 de junio y coincidirá con el “orgullo estatal estadounidense” que se produce también el mismo día en la capital. “Toda identidad, raza, religión, grupo de edad, etc., será bien recibida en nuestra comunidad diversa, representada e involucrada en la planificación, preparación y participación de esta marcha”, aseguran en su convocatoria de Facebook. Bruinooge y sus colaboradores confiesan estar “abrumados por el apoyo positivo” de la gente subrayando que su marcha será completamente inclusiva con todo el mundo.
El evento en cuestión ha acumulado ya a más de 11.000 confirmados y 45.000 interesados, y la cifra sigue en aumento. Su elemento catalizador es la disolución de los avances en materia LGTBI por parte de Trump. La marcha tendrá lugar el domingo 11 de junio y nace con la intención de lanzar un mensaje muy poderosos a los políticos de Washington: los derechos civiles del colectivo LGTB no se tocan. Por mucho que Trump y los suyos jueguen al despiste. Por desgracia, y visto lo que ha hecho Trump en sus primeros días en el Despacho Oval, parece que lo de que su gabinete sea eminentemente homófobo sí es un motivo para preocuparse.
Bruinooge ha explicado al Washington Blade que al ver por televisión el impacto que estaba teniendo la Women’s March decidió que la comunidad gay tenía que dar un paso al frente. La fecha, el 11 de junio, se ha elegido para coincida con el Capital Pride Festival que se celebra cada año en Washington. Los organizadores del Capital Pride se han puesto en contacto con David para ayudarle y colaborar en la National Pride para que las dos marchas y los eventos de la ciudad se complementen. Una de las primeras cosas que han acordado ha sido cambiar el nombre de la manifestación, que iba a ser Gays on the Mall, a National Pride March, para que convertirlo en un evento 100% inclusivo y pacífico que sirva para que toda la comunidad LGTBI sea representada.
En palabras del activista:
Queremos aprovechar el impulso que las poderosas mujeres de los EE.UU. y de todo el mundo comenzaron el 21 de enero. Ellas han marcado el tono con su liderazgo y nuestra intención como comunidad es seguir su camino y cumplir nuestro papel.”
Estaba viendo los acontecimientos de la Marcha de las Mujeres en la televisión y me sentí muy orgulloso e inspirado por todas las mujeres, mujeres fuertes de nuestro país que estaban llevando esto a la calle y haciendo escuchar sus voces (…). Y en el fondo de mi mente, como hombre abiertamente gay, pensé que la comunidad gay debería estar haciendo algo como esto siguiendo el impulso.”
Desde la página de Facebook de la manifestación piden paciencia para conocer más detalles mientras Bruinooge y sus colaboradores trabajan mano a mano con el Capital Pride para asegurar la parte logística de la manifestación, al mismo tiempo que invitan a todos a compartir el evento y trabajar con las organizaciones LGTB locales para unir fuerzas y crear más marchas que sigan el mismo principio de solidaridad.
La última gran marcha LGTB celebrada en Washington fue la National Equality March, que tuvo lugar el 11 de octubre de 2009 (justo 11 años después del asesinato de Matthew Sheppard). Gracias a esa manifestación la administración de Obama comenzó a cambiar el rumbo en cuanto a los derechos del colectivo: una semana después Obama firmaba la Matthew Sheppard and James Byrd, Jr. Hate Crimes Prevention Act (que expandió las leyes federales sobre crímenes de odio para incluir motivos de género, orientación sexual, identidad de género o discapacidad) y fue el principio del fin del Don’t Ask, Don’t Tell.
National Pride March Facebook – Foto: Uso permitido
Presentarse a candidato a la presidencia generó un sinfín de especulaciones ante sus disparatadas promesas electorales, ganar las elecciones supuso un estallido de homofobia y xenofobia a lo largo de los Estados Unidos que ni siquiera él mismo supo contener, pero ha sido desde el momento en que firmaba su cargo como presidente de los Estados Unidos cuando Donald Trump se ha convertido en fuente inagotable de noticas, debate y controversia desde el momento en que formalizaba sus primeras amenazas, materializadas en desmantelar el Obamacare y hacer desaparecer al colectivo LGBT, los derechos civiles y el cambio climático de la página oficial de la Casa Blanca el mismísimo día que comenzaban las protestas contra él.
Antes que él, había sido Mike Pence el objetivo de las protestas. El antiguo gobernador de Indiana, donde fue responsable de la aprobación de la Ley de libertad religiosa, ha visto cómo sus vecinos protestaban con su intolerancia colgando banderas del orgullo en sus ventanas y balcones. Después vendría la Queer Dance Tea Party, celebrada delante de su casa en señal de advertencia, temiendo todo lo que se avecinaba.
Y no parecían equivocados porque Donald Trump ya se ha comprometido a firmar la Ley de Defensa de la Primera Enmienda, que permitiría a los negocios y proveedores de salud negar el servicio a las personas LGBTQ basadas en creencias religiosas, cuestionando de esta manera el futuro de los derechos de las personas homosexuales, bisexuales y transexuales, incluyendo a su mentor Peter Thiel cuya intervención en la convención republicana, recordemos, fue uno de los elementos que contribuyeron a “dulcificar” el perfil de Trump en materia LGTB que tras defenderle en campaña, siendo él mismo homosexual, y conseguir formar parte de su equipo de transición, no conseguía aplacar la lista de colaboradores intolerantes, xenófobos y homofóbicos de su actual gabinete, y a su amiga Caitlin Jener, que aseguraba que “sería muy bueno para las mujeres “.
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