Marcha del Orgullo Gay de Río de Janeiro desafía la ola ultraconservadora
El conservador alcalde Marcelo Crivella había quitado el financiamiento público al evento; los organizadores recaudaron dinero online, recibieron el apoyo de grandes artistas e importantes empresas para poder finalmente realizar ayer su “marcha de la resistencia”.
El tradicional Desfile del Orgullo Gay de Río de Janeiro estaba condenado este año al fracaso por la decisión del nuevo alcalde conservador de la ciudad, el ex obispo evangélico Marcelo Crivella, de quitar por primera vez el apoyo financiero público al evento que cumplía 22 ediciones. Pero finalmente fue convocado como “la marcha de la resistencia” y cientos de miles de gays, lesbianas, bisexuales, travestis, transexuales, transgéneros y simpatizantes se sumaron el domingo al festivo acto en la Cidade Maravilhosa, que fue todo un éxito.
“Históricamente somos una resistencia. Brasil no tiene una política de hecho para la población LGBT y la homofobia es una realidad. Casi todos los días muere un homosexual víctima de la homofobia en el país. Si existimos, de alguna manera, es por la resistencia”, señaló Almir França, presidente del Grupo Arco Iris, organizador del evento, quien resaltó que aunque Brasil tiene en el mundo una imagen muy tolerante, el año pasado alcanzó el récord de 343 homosexuales asesinados en el país.
Si bien el Desfile del Orgullo en San Pablo es considerado el mayor del mundo -con unas dos millones de personas que participan de él cada mes de junio-, el de Río es un poco más antiguo y -como les gusta resaltar a los cariocas- más sensual, sobre la Avenida Atlántica, frente a la playa de Copacabana. Esta vez fue, además, muy nutrido, con más de 800.000 manifestantes.
Ya desde principios de año, con la excusa de la crisis financiera que viven el estado y la ciudad de Río de Janeiro, el alcalde Crivella había señalado que no daría ni un real para la celebración de la marcha homosexual, y había incluso advertido que reduciría a la mitad el financiamiento público a los históricos desfiles de las escolas de samba durante el Carnaval. El mundo artístico carioca, tan asociado a la cultura del samba en esta ciudad, puso el grito en el cielo y hasta desde el gobierno federal del presidente Michel Temer se comprometieron a ayudar. Pero el Desfile del Orgullo Gay quedó en suspenso.
Entonces, el Grupo Arco Iris debió primero postergar la fecha de la marcha y, para juntar fondos, lanzó una campaña de financiamiento online. No fue suficiente.
Finalmente, varios grandes artistas se sumaron con su respaldo y ofrecieron contribuir sin cobrar ningún tipo de caché. Tal fue el caso de la reina del axé Daniela Mercury (abiertamente lesbiana), la cantante Preta Gil (autodeclarada bisexual, hija del músico Gilberto Gil) y del más reciente fenómeno drag queen Pabllo Vittar.
Ante la aprobación que su actitud tuvo en las redes sociales, luego se les sumaron con dinero importantes corporaciones internacionales, como el gigante de las bebidas Ambev y la empresa de servicio de autos con chofer Uber, así como la Asociación Brasileña de la Industria de Hoteles de Río de Janeiro (Abih).
“La sociedad carioca es libertaria. Jamás combinará con el alcalde que ustedes tienen“, afirmó Daniela Mercury a la multitud que cantó y bailó sus canciones a ritmo muy político.
El resultado fue una verdadera celebración de la diversidad sexual y puso de manifiesto la determinación de la comunidad LGBT en enfrentar con todo su poder la oleada conservadora que vive el país.
Fuente La Nación, vía SentidoG
General, Historia LGTBI, Homofobia/ Transfobia., Iglesias Evangélicas
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