Tres años después, Daniel Román vuelve a acusar a la ONG para la que trabaja de discriminación tránsfoba
Daniel Román, el enfermero-educador al que la ONG Nuevo Futuro-Sirio se vio obligada a readmitir hace ahora tres años tras ser despedido en el contexto de su proceso transexualizador, vuelve a sentir el peso de la discriminación. Román, convencido de que detrás de lo que le ocurre no se encuentra sino la transfobia, ha presentado la correspondiente denuncia.
En su momento recogimos la historia con cierto detalle. Daniel Román fue despedido de Nuevo Futuro-Sirio (ONG que cuida a menores con problemas mentales cuya tutela corresponde a la Comunidad de Madrid, de la que recibe financiación) pocos meses después de comunicar su intención de proceder a la rectificación legal del sexo (ya dos años antes había comenzado su proceso de hormonación, y los menores habían visto su proceso con normalidad). Desde la ONG se le propuso dejar el puesto mientras acometía el proceso, pero Daniel lo rechazó: “Al menos dos veces la directora me sugirió que me cogiera una baja o una excedencia. La excusa era que así podría hacer el proceso más tranquilo. Pero yo me negué. Primero, porque necesitaba el trabajo; segundo, porque no soy un enfermo”, contó entonces. La ONG acabó por despedirlo, alegando “indisciplina y desobediencia en el trabajo”. Pero Daniel, que contó por entonces con el asesoramiento del sindicato UGT y con el apoyo activo de Carla Antonelli (que llegó a registrar una pregunta en la Asamblea de Madrid sobre el tema y entrevistarse con la directora de la ONG) consiguió que Nuevo Futuro-Sirio lo readmitiese.
Tres años después Daniel Román ha denunciado que vuelve a ser objeto de discriminación. Fue a principios de este año cuando comenzó a percibir que la actitud de la dirección cambiaba. “Hice una solicitud de vacaciones a principios de año para irme 15 días en diciembre y todavía no sé si me las puedo coger, cuando otros compañeros lo han hecho”, declaraba a El Mundo hace tres semanas. “Hasta julio he tenido silencio administrativo; ese mes me dicen que son malas fechas para el centro, y les da un poco igual que sea parte de mis derechos y que me venga bien por cuestiones personales y familiares”, añadía.
Tras su reclamación, Daniel Román comenzó a recibir escritos de amonestación por no acudir a un determinado número de reuniones, muchas de las cuales se celebran fuera de su horario de trabajo. Según Daniel Román explicó a El Mundo se trata de una situación común a otros trabajadores, con los que sin embargo la dirección no tiene “el mismo nivel de exigencia”. Y a finales de agosto fue sancionado por tomarse dos días de permiso por la hospitalización de su hermana y el nacimiento de su sobrino (un derecho recogido en su convenio colectivo y en el Estatuto de los Trabajadores), a pesar de que avisó con 15 días de antelación explicando que desconocía la fecha exacta en la que se produciría el parto. El mismo día del nacimiento de su sobrino volvió a comunicarlo por la mañana a la dirección, que le denegó el permiso argumentando la imposibilidad de sustituirle y le acusó de actuar de mala fe. La sanción emitida por la ONG, de hecho, recoge que “cuesta creer que no supiera con más antelación la fecha” y añade que “en el caso que nos ocupa se ha desobedecido una instrucción directa por parte de esta dirección. Entendemos que no es relevante en este caso que el Estatuto de los Trabajadores y el Convenio colectivo le confiriesen el derecho a la licencia”.
Insertamos a continuación la entrevista realizada a Daniel Román en el programa Hoy por Hoy Madrid, de la cadena SER, en el que el joven explica su historia y se muestra convencido, en última instancia, de que lo que le ocurre no es más que otro episodio de discriminación tránsfoba:
Todo apunta a que será la justicia la que tenga la última palabra. Veremos qué sucede finalmente.
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