Curas en unas sociedades adultas
Encuentro Internacional de Curas Casados
Del 29 de octubre al 1 de noviembre, en Guadarrama
(Tere Cortés, Moceop).- “Curas en unas comunidades adultas”: lema del Encuentro Internacional de Curas Casados, que tendrá lugar los días 29 de octubre al 1 de noviembre, cerca de Madrid (Guadarrama): organizado por la Federación Europea de Curas Católicos Casados y coordinado por MOCEOP, colectivo español surgido hacia 1977 en torno al fenómeno de los curas casados e impulsado por los aires frescos del Concilio Vaticano II.
La realidad social del abandono del ejercicio ministerial por parte de un gran número del clero español, en los años 70 sobre todo, fue motivo de reflexión para comunidades y sacerdotes. De esa reflexión y preocupación por el hecho de las secularizaciones aparece MOCEOP como movimiento cristiano de ayuda y autoayuda, en un principio, para todos aquellos curas que dejaban su vida de curas, teniéndose que reubicar en la sociedad civil, tratando de conservar su dignidad y su fe. La reivindicación de la opcionalidad del celibato frente a la ley impuesta a los sacerdotes de rito latino fue uno de los aglutinantes iniciales, reflejada en las siglas MOCEOP (Movimiento pro Celibato Opcional).
La evolución posterior amplió nuevas perspectivas poniendo entre las coordenadas del movimiento la lucha por los derechos y las grandes causas humanas: libertad, solidaridad, igualdad, ecología, sentido de la vida, esperanza. Y, a la vez, se apostó por una nueva iglesia, en la que la pequeña comunidad se veía como el entorno en el que vivir la fe en Jesús desde el servicio, la vivencia de la fraternidad, la creatividad y otras formas alternativas de vivir en iglesia sin pretender romper con la comunión eclesial.
La vivencia común y compartida con otros colectivos de distintos países de objetivos parecidos hizo que se aunaran fuerzas, lo que dio lugar a un movimiento internacional de curas casados. Y ahora, aprovechando la coincidencia en 2015 de los 50 años del Vaticano II, los 30 del primer congreso de ese movimiento en Ariccia (Italia) y los 10 de la puesta en marcha de la Confederación Internacional, ha parecido oportuno convocar este Encuentro Internacional, para hacer una lectura de lo vivido como movimiento internacional. Para ello, pretendemos, una vez más, compartir nuestras experiencias, desde la fraternidad y la sencillez; realizar un análisis y evaluación de nuestros recorridos personales y como movimientos, así como formular ciertas conclusiones globales; y decidir cuáles son los caminos de futuro para nuestras apuestas y reivindicaciones.
Todo ello se hará en este encuentro, que se pretende sea experiencial y no de debate ideológico, con la participación de otros grupos y comunidades cristianas que tienen recorridos similares de vivencias de una fe, una comunidad y una iglesia renovadas y comprometidas con los retos sociales y eclesiales actuales: compartir esos recorridos siempre nos enriquece y nos ayuda a mejorar la calidad de la sociedad y de la iglesia.
No queremos dejar de ser utópicos: queremos seguir en la lucha leal y aguerrida en la que llevamos tantos años y hemos gastado tantas fuerzas: la felicidad del ser humano a través de nuestros medios y mediaciones, con nuestra impronta cristiana y nuestro compromiso solidario. Queremos seguir sirviendo de referente para quienes viven la fe desde la frontera, desde unas vivencias cristianas y alternativas, en muchas ocasiones, a las oficiales, eclesiásticas, vaticanas. Es el camino que hemos seguido y así lo demuestran los lemas y mensajes de los encuentros que hemos tenido, tanto a nivel local, nacional o internacional: compatibilidad de sacerdocio y matrimonio, el ministerio presbiteral al servicio de la Iglesia de Jesús en el momento actual, nuevos ministerios al servicio de la comunidad, derechos humanos en la Iglesia, la mujer también es iglesia, otra iglesia es posible y real, una nueva espiritualidad centrada en el evangelio, nuevos caminos eclesiales, sueños de quijote para un mundo materializado, la comunidad que sigue a Jesús, fronteras y horizontes…
Toda esta carga experiencial es la que vamos a compartir comunitariamente: una experiencia que nos ha conducido a descubrir cada vez con mayor nitidez que la comunidad es el eje, el centro, el punto de referencia clave: esa comunidad en la que muchas y muchos hemos vivido y seguimos, y que a través de los años “ha ido confirmando la convicción inicial de seguir formando parte de la iglesia, en iglesias locales, domésticas, en las que la comunidad cobra el protagonismo y las diferentes tareas -incluso la de presidencia- se van asumiendo según la disponibilidad o capacidad de cada creyente. Comunidades no impositivas sino acogedoras, no jerarquizadas sino igualitarias; no volcadas en el culto sino en la celebración festiva; comunidades de búsqueda y compromiso, con apuestas por vivir en positivo de cara al mundo actual. Una realidad pequeña; pero nada despreciable y -al parecer- con grandes posibilidades de cara al futuro”. Así lo decíamos en nuestro libro, publicado en 2010, Curas Casados. Historias de fe y ternura.
A ello nos ayudarán distintos actos: presentación de experiencias de comunidades concretas de distintos entornos y países, talleres sobre distintos servicios en la comunidad; y dos ponencias: una de Silvia R. de Lima Silva, teóloga latinoamericana conocedora de las comunidades de base, y otra del teólogo español J. Antonio Estrada, que pondrán en clave teológica toda esta riqueza vivencial. Una mesa redonda en torno a los retos para los creyentes en el mundo presente nos situará para concretar nuestros compromisos personales y grupales.
Completa nuestra convivencia la presentación del libro “Curas en unas comunidades adultas”, preparado y editado por la Federación Europea, en la que se nos ofrece un recorrido por la historia del movimiento internacional de curas casados con los momentos más ricos y la síntesis de las más destacables líneas de actuación y compromisos, tanto colectivos como personales; y como el otro elemento fundamental, una serie de experiencias comunitarias de muy diversa procedencia, que nos hablan de ese camino hacia la mayoría de edad real que tantas comunidades han recorrido y siguen recorriendo.
Y en medio, al lado y a la vez, la convivencia, la tertulia personalizada, la fiesta sencilla y distendida, en las que los sentimientos, los recuerdos, las luchas y esperanzas afloran espontáneamente y sin artificio. Como siempre, y como cristianos que somos, la oración de la mañana y la Eucaristía final lubricarán todas nuestras vivencias.
Estaríamos muy agradecidos de contar con vuestra presencia, que facilitará la difusión de nuestras vivencias y conclusiones. Si necesitáis más información detallada la podéis encontrar en la web moceop.net.
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