Hasta 33 personas detenidas en una campaña contra las personas homosexuales en Egipto y se prohíbe la “propaganda LGTBI”
En la más reciente campaña contra las personas homosexuales, las autoridades de Egipcio arrestan en dos semanas a 33 personas que acusan de «promover la desviación sexual y el libertinaje» y someten a exámenes anales.
El organismo que regula los medios de comunicación en Egipto ha prohibido emitir cualquier forma de apoyo a la comunidad LGTBI.
Los homosexuales solo podrán aparecer en los medios “para arrepentirse”.
Es una consecuencia más del acoso gubernamental contra el colectivo desde que se desplegaran banderas arcoíris en un conciero de Mashrou’ Leila.
Después de que los medios de comunicación locales lanzan una campaña sumamente crítica contra un grupo de personas que habían ondeado la bandera del arco iris en el concierto de Mashrou ‘Leila, una popular banda de rock alternativo libanesa cuyo cantante es abiertamente gay, el fiscal de El Cairo anuncia una investigación que se salda con la detención de 7 personas. Como consecuencia, también se activa una campaña de represión contra personas sospechosas de ser homosexuales que, por el momento, ya se ha saldado con 33 personas arrestadas, 22 sólo en los últimos 3 días.
La policía arrestaba el 25 de septiembre, a Ahmed Alaa y Sarah Hegazy, siendo esta la primera mujer involucrada en estas detenciones, según revela su abogado. Ambos son acusados de «unirse a un grupo formado en contra de la ley» y «propagar la idea de ese grupo». Hegazy se enfrenta a la acusación adicional de «promover la desviación sexual y el libertinaje», motivo por el que son retenidos durante 15 días según ha declarado su abogado, Amr Mohamed. Antes del concierto de Mashrou’ Leila, dos hombres habrían sido ya arrestados, siendo uno de ellos puesto en libertad.
El resto de las detenciones no están relacionadas con el incidente de la bandera, pero todas las detenciones se han producido por ser sospechosas de ser homosexuales, 10 arrestos se producen entre el 28 y el 30 de septiembre, y 6 más a principios de la semana pasada, siendo todos los sospechosos procesados por «promover la desviación sexual» y el «libertinaje», eufemismos para designar la homosexualidad, estando previsto que se dicte un veredicto el próximo 29 de octubre.
Las expectativas para salir libres son escasas, puesto que ya se habría condenado a un hombre a seis años de edad por cargos similares, a pesar de que la homosexualidad no está prohibida en Egipto, se trata de un país en el que la sociedad es fuertemente conservadora y la discriminación está a la orden del día. Las personas homosexuales son frecuentemente arrestadas y acusadas de libertinaje, inmoralidad o blasfemia, siendo sometidos a exámenes anales para determinar si han tenido relaciones entre personas del mismo sexo, una práctica considerada como tortura por Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
Desde que se iniciara esta escalada homofóbica, las fuentes judiciales no ocultan que se han realizado hasta cinco exámenes de este tipo, aunque según ellos se hacen de manera legal y no son una forma de abuso. «En cuestión de días, las fuerzas de seguridad egipcias han reunido a decenas de personas y llevado a cabo cinco exámenes anales que indican una aguda escalada en los esfuerzos de las autoridades para perseguir e intimidar a los miembros de la comunidad LGBTI tras el incidente de la bandera arco iris», declara Najia Bounaim, director de campañas del Norte de África en Amnistía.
Aunque oficialmente la homosexualidad está despenalizada y no es motivo de arresto, en este momento se habla ya de 15 detenidos que se enfrentan a cargos de “depravación” y de “promover desviaciones sexuales en las redes sociales”.
Desde que se publicaron las fotos en las que se puede ver cómo algunos fans sacaron sus banderas arcoíris en el concierto, se ha desatado una auténtica histeria homófoba en el país y Amnistia Internacional denuncia que hay una operación orquestada de la policía para detener a personas del colectivo LGTB y que se obliga a las personas detenidas a pasar por exámenes anales que son usados como “pruebas” en su contra. Aunque las autoridades niegan que haya ninguna operación en marcha, desde las asociaciones recomiendan ser especialmente cuidadosos, borrar las aplicaciones de contactos como Grindr y las fotos de los móviles, y no dejarse ver por las zonas de ambiente.
En el comunicado del CSRM se dice que la homosexualidad es una enfermedad vergonzosa de la que no se debe hacer promoción en los medios de comunicación, y que sólo se debe permitir la presencia de homosexuales en las emisiones si aparecen para “arrepentirse”
Según el presidente del CSRM Makram Mohamed Ahmed la homosexualidad entra en contradicción con la humanidad y las religiones y la obligación de los medios de comunicación es recalcar los daños derivados de difundir el fenónemo de la homosexualidad. También ha dicho que hay que proporcionar a los padres medios adecuados para educar a sus hijos (en la homofobia y el desprecio a los que no son, o aparentan al menos, ser heteros, se entiende)
Ya nos extrañaba que no tardara en aparecer la excusa de que había que proteger a la infancia del país para que no se ahomosexualizara como pretexto para justificar esta barbaridad que acaban de publicar en Egipto. La justificación que dan sobre la difusión y promoción de la homosexualidad recuerda mucho a la que usaron en Rusia para aprobar su famosa ley. De hecho, en el escrito de la Fiscalía se asegura que los detenidos por ondear banderas LGTB en el concierto estaban “promoviendo la homosexualidad ondeando una bandera que representa esa práctica anormal“.
Como os decíamos antes, en Egipto no es ilegal (teóricamente) ser homosexual y por eso la explicación oficial que han dado las autoridades es que los detenidos fueron vistos en posturas indecentes y que mediante gestos ofrecían sexo a otros hombres a cambio de dinero y que les habían encontrado alcohol y drogas. Es decir, justifican la detención diciendo que se trata de personas que estaban ejerciendo la prostitución. Esto, aparte de una excusa para justificar las redadas y darle un aire de legalidad a la operación (y otro día si queréis hablamos de que no todo lo que se hace de forma legal es irreprochable ni inocente, que parece que a más de uno hay que recordárselo), seguramente servirá a las autoridades para alimentar todavía más los prejuicios de una sociedad muy conservadora que ya tiene bastantes prejuicios encima y ve a los homosexuales como personas poco respetables.
Fuente | Europa Press, vía Universogay/EstoyBailando
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