Curar hepatitis C en infectados por VIH reduce riesgo de padecer diabetes
Para los autores, los resultados de la investigación constituyen “un argumento más” a favor de priorizar el tratamiento de la hepatitis C en pacientes coinfectados.
Una investigación realizada por investigadores españoles muestra, por primera vez, que la curación de la hepatitis C en pacientes también infectados por VIH reduce el riesgo de padecer otras enfermedades extrahepáticas asociadas como la diabetes mellitus y la insuficiencia renal crónica.
El estudio lo ha realizado investigadores del Grupo de Estudio del Sida (Gesida), de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), y que han presentado en la Conferencia de Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) 2016, que se celebra en Boston.
En un comunicado, Gesida explica que la investigación ha estudiado el efecto de la erradicación del virus de la hepatitis C sobre las patologías extrahepáticas en pacientes coinfectados por VIH, “un aspecto sobre el que apenas se dispone de información científica”.
El estudio se ha realizado a partir de 1.625 pacientes tratados de hepatitis C en 19 centros hospitalarios españoles entre 2000 y 2008 y a todos ellos se les hizo un seguimiento desde el fin del tratamiento hasta la última visita o el fallecimiento.
Las manifestaciones extrahepáticas que se estudiaron fueron problemas cardiovasculares, renales, óseos, diabetes mellitus, cáncer e infecciones graves no relacionadas con el sida.
Durante el seguimiento, superior a cinco años, de los 1.625 enfermos, 628 superaron la hepatitis C y 997, no lo lograron.
Ese seguimiento permitió conocer que la erradicación de la hepatitis se asociaba con una reducción del riesgo de aparición de diabetes mellitus e insuficiencia renal crónica, sin embargo, no pudo demostrar que lo hiciera en el caso del cáncer, fracturas óseas graves o infecciones graves no relacionadas con el sida.
Además, puso de manifiesto que también se asociaba de “de manera inequívoca” con una reducción del riesgo de progresión de la enfermedad hepática y de infección por VIH, así como de fallecimiento.
Fuente Agencias/Cáscara Amarga
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