El partido del gobierno argentino presenta a su primera precandidata transexual para senadora
Cristina Campos, de 47 años y presidenta de una cooperativa textil trans, es la primera precandidata transexual argentina a senadora provincial por parte del partido en el gobierno.
Cristina Campos cambió su nombre y sexo legal en su DNI hace años, y pasó a ser presidenta de la cooperativa Vientos de Cambio, que funciona con maquinarias compradas por el Estado y que emplea a 16 chicas transexuales. “Creo que ser trans y luchadora me entrenó para ir al Senado. En cada una de estas máquinas de coser, sentimos que hay un pedacito del corazón de nuestra presidenta Cristina Kirchner“, expresó la precandidata al destacar que el aporte para adquirir las máquinas lo hizo el gobierno nacional.
“Siempre entendí que lo que nos tocó vivir tanto en dictadura con la represión, como en democracia, con los prejuicios y la discriminación, eran injusticias que algún día teníamos que cambiar. Nuestra vida no fue fácil, yo trabajé mucho para sostener a mi familia, siempre hubo gente que nos discriminaba por ser distintas. Nunca renuncié a lo que soy y con el tiempo aprendí a sentirme orgullosa de ser una persona honesta y trabajadora”, agregó.
La Cooperativa “Vientos de cambio” junto con componentes del Gobierno provincial
Recordemos el momento en que un grupo de mujeres transexuales de Mendoza (Argentina) instalaron un taller de textil gracias a la ayuda del Gobierno de Cristina Kirchner. Las chicas se emocionaban al pensar en todas las dificultades que habían sufrido en su vida, ya que para ellas encontrar trabajo resultaba muy complicado debido a los prejuicios de la gente.
A partir de entonces sus vidas cambiaron gracias al gobierno provincial, que les cedió un dinero para poder poner en funcionamiento la cooperativa textil, llamada “Vientos de cambio”, la primera de este tipo en la provincia. El gobierno de Mendoza, a través del Ministerio de Desarrollo Social, lessubvencionó con 30 mil pesos cpara comprar la maquinaria necesaria para poner en marcha el proyecto.
La dirección de Protección de los Derechos Humanos del ministerio puso en marcha la idea, las acompañó en todo el proceso y las apoyó. La idea no era otorgarles solo los conocimientos necesarios para realizar las tareas, sino enseñarles también todo lo imprescindible para saber administrar una cooperativa y trabajar en equipo.
La sociedad tiende a estereotipar y vincular a las chicas transexuales a la prostitución y a las drogas, por eso para ellas esto significa un paso muy importante para demostrar de lo que son capaces de hacer. El hecho va más allá de lo laboral, ya que lo verdaderamente importante es que esta labor las sacará de la discriminación en la que viven. Paula, una de las emprendedoras, explicaba que su idea era poder también ofrecerles esta opción a otras chicas en su misma situación que no tengan otra alternativa. También quieren crear un centro cultural con fines educativos, específicamente orientado al colectivo transexual pero abierto a todo aquel que quiera participar.
El Gobierno ha podido tramitarles la primera fase de comercialización la cual se moverá por las rutas de los artesanos y se suministraran a las dependencias públicas.
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