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José María Castillo: “Jesús soporta el error. Lo que no soporta es el sufrimiento”

Viernes, 5 de marzo de 2021
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amor-perfecto.max-750x450De su blog Teología sin censura:

“¿Cómo vivimos la fe en la pandemia?”

“Una de las cosas, que más patente ha dejado la pandemia, es que a una notable mayoría de la sociedad le interesa más la ‘diversión’ que la ‘creencia'”

“Qué quiero decir con esto? Que hemos deformado la fe. Sin embargo, en este asunto, hay que andarse con cuidado”

“El mayor elogio, que hizo Jesús, de la fe, no fue el de un creyente en el Dios verdadero, sino el de un militar romano, que tenía sus creencias, pero sufría porque un servidor suyo se le estaba muriendo (Mt 8, 5-13; Lc 7, 1-10)”

“Para Jesús es más importante la ‘humanidad’ que la ‘religiosidad’. Y esto es lo que a la teología y a los teólogos no nos entra en la cabeza”

Una de las cosas, que más patente ha dejado la pandemia, es que a una notable mayoría de la sociedad le interesa más la “diversión” que la “creencia”. Cuando la gente dice que, por causa del virus, nos quedamos sin Navidad, sin Reyes Magos, sin Cuaresma, sin Semana Santa, etc., etc., lo que menos le importa a la mayoría de la gente es recordar cómo nació Jesús, cómo murió en su Pasión y su Cruz, etc., etc. Lo que a la mayoría de los ciudadanos les importa es que nos quedamos sin el viaje, sin la playa, sin la juerga. O sea, lo que interesa es la “diversión”, no precisamente la “devoción”. Lo cual es perfectamente comprensible. Porque son miles y miles los ciudadanos que viven del turismo, los hoteles, las agencias de viajes… En un país, como es el caso de España, la economía se va al traste. Y con la economía, al traste nos vamos todos.

¿Qué quiero decir con esto? Que hemos deformado la fe. En efecto, para la gran mayoría de la gente, la fe es auténtica cuando se vive como la correcta relación con Dios. La que se traduce en la sumisión ortodoxa de los creyentes a lo que enseña y manda la autoridad jerárquica de la Iglesia. Esto es lo que enseñan los libros de teología y lo que explican los catecismos. Algo que se tomó tan en serio, que por esto se condenó a los herejes, se les torturó y hasta se les quemó vivos en la plaza pública. Que para eso se fundó la Inquisición.

Sin embargo, en este asunto, hay que andarse con cuidado. Porque, si nos atenemos a lo que relatan los Evangelios, la fe no es siempre la correcta relación con el Dios verdadero, sino la correcta relación con la salud humana.

El mayor elogio, que hizo Jesús, de la fe, no fue el de un creyente en el Dios verdadero, sino el de un militar romano, que tenía sus creencias, pero sufría porque un servidor suyo se le estaba muriendo (Mt 8, 5-13; Lc 7, 1-10). Y la “grandeza de la fe no se la atribuyó a un discípulo suyo, sino a una mujer cananea, que era una pagana, pero quería mucho a una hija suya que sufría (Mt 15, 21-28; Mc 7, 24-30). Como también resulta extraño que el único leproso curado, que mereció el elogio de su fe, no fue ninguno de los ortodoxos judíos, que se fueron al templo, sino un hereje samaritano, que tuvo la atención de agradecer su curación (Lc 17, 11-19).

Pero más elocuente que los evangelios sinópticos es el evangelio de Juan. Sobre todo, cuando afirma que Jesús se apropió el nombre de Dios que, cuando el mismo Dios le dijo a Moisés en la zarza ardiendo: “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas contra los opresores, conozco sus sufrimientos. He bajado a librarlo de los egipcios y sacarlo de esta tierra… para llevarlo a una tierra que mana leche y miel” (Ex 3, 7-8). Y cuando Moisés le preguntó a Dios: “¿Cuál es tu nombre?” (Ex 3, 13), Dios le contestó: “Yo soy” (Ex 3, 14). Una respuesta desconcertante. Porque es una definición que tiene sujeto y verbo, pero no tiene predicado. El nombre de Dios no se puede “objetivar” en un concepto. Porque eso es reducir al Dios trascendente a un mero objeto inmanente. O sea, eso sería convertir al “Absolutamente-otro” en una “cosa”, el concepto que yo tengo en mi cabeza.

 Ahora bien, este misterioso nombre, “yo soy”, es el que se apropia Jesús en sus enfrentamientos con los líderes del judaísmo: “Si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados” (Jn 8, 24). Con ligeras variantes, el “yo soy” se le apropió Jesús constantemente. Hasta llegar a decir: “El Padre y yo somos uno” (Jn 10, 30). Jesús se identifica con Dios. Con el Dios que vio el sufrimiento de los oprimidos. Y vino a este mundo a liberarlos.

No cabe duda. Jesús soporta el error. Lo que no soporta es el sufrimiento. Y eso es lo que va a decidir nuestra suerte, en el juicio final: lo que hicimos o dejamos de hacer con los sufren (Mt 25, 31-46). Para Jesús es más importante la “humanidad” que la “religiosidad”. Y esto es lo que a la teología y a los teólogos no nos entra en la cabeza.

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Aprender en la pandemia

Viernes, 26 de febrero de 2021
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_114212396_gettyimages-1214557360Pedro Zabala
Logroño.

ECLESALIA, 15/02/21.- Estas reflexiones me han brotado después de participar en una tertulia virtual con un grupo de nuestra Comunidad de la Esperanza y de escuchar una videoconferencia del jesuíta Rodríguez Olaizola. No podemos evitarlo. Vivimos, oímos, vemos, hasta tocamos esta atmósfera provocada por ese bichito, procedente de China, que domina el planeta. Pandemias ha habido siempre, más o menos globales, que han asolado a la humanidad.

¿Qué ha ocurrido para que ésta alcance tal magnitud en nuestra conciencia? Primero: Está afectando a nuestro orgulloso Occidente. Segundo: La globalización económica, con el trasiego constante y rápido de mercancías y personas de unos países a otros. Y tercero: Las interconexiones mediáticas instantáneas, las tradicionales más las redes sociales, que han hecho del globo terráqueo una aldea global.

Frente a esta situación, se están dando dos respuestas opuestas, igualmente perniciosas en sus efectos. La primera, la de los negacionistas: la pandemia no existe, es un bulo creado por ciertos poderes ocultos para aumentar su dominio sobre nosotros. La segunda es la de quienes se han hundido en un pavor extremo, en el que piensan que no hay nada que hacer; por lo que o disfrutamos a lo loco cada minuto de la existencia que nos quede o nos encerramos en la depresión más amarga.

Claro que cabe un respuesta más humana y esperanzada. Ver la crisis como una oportunidad. Para ello, aprovechando el confinamiento de tantas horas en nuestras casas, hemos de empezar por frenar. Iniciar un proceso de pensamiento sobre nuestra propia existencia y el sentido de nuestra vida.

Hemos de reconocer que, a pesar de los avances tecnocientíficos, somos seres frágiles, extremadamente vulnerables. Y que la muerte, la mía y la de los míos, forma parte de la existencia humana. Tenemos fecha de caducidad, aunque ignoremos cuál sea.

Nuestra inmovilidad no ha de impedirnos ser peregrinos de nuestro interior. Ahondar dentro de nosotros con preguntas claves: ¿Somos personas líquidas, a merced de vaivenes exteriores o personas sólidas con anclajes firmes, pero flexibles? ¿Hemos desarrollado un pensamiento crítico, capaz de evolucionar, sin caer en gregarismos fáciles? ¿Estoy abierto a la escucha leal, aceptando que me lleven la contraria, para irme acercando a la verdad desde otras perspectivas?

Este análisis ¿me permite ver qué cambios debo realizar en mis actitudes vitales? ¿No debo empezarlos ya, en el hoy en que me encuentro? Sé que no parto de cero, mi vida tiene su historia, aunque seguro que debo cambiar el relato que hago de ella. Y desde ese ayer, con los pies anclados en el presente, es el momento de abrime a un mañana esperanzado.

Mi actitud debe ser de una humildad agradecida. A esos tús cuyos encuentros me han ído modelando. ¿No puedo resumir la lección de la pandemia en tres verbos: Buscar, Esperar, Agradecer?

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

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La teoría de la conspiración de QAnon afirma que las vacunas COVID te convertirán en gay o trans

Viernes, 19 de febrero de 2021
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245px-QAnon.svgFoto Wikipedia

En la última teoría de la conspiración surgida de las profundidades de QAnon, la opinión de que las vacunas COVID-19 te convertirán en gay o trans.

Y sí, es hora de que todos nos arrojemos al sol. La humanidad está cancelada.

El reportero de la BBC Shayan Sardarizadeh subió capturas de pantalla de la plataforma de redes sociales de derecha Telegram de los partidarios de QAnon que arrojan una teoría degradada y poco científica de que, er, las vacunas hacen que las personas sean LGBT +.

QAnon es un movimiento pro-Trump que alguna vez estuvo marginado e infestado de trolls, que pasó de ser intrincadas peroratas en los foros de mensajes a ser considerado una amenaza terrorista nacional por las principales agencias de seguridad nacional.

Pero su última teoría es una versión aparentemente aún más salvaje de una afirmación pseudocientífica de un clérigo iraní, el ayatolá Abbas Tabrizian, que le dijo a sus seguidores de Telegram que se mantuvieran alejados de los vacunados contra el coronavirus, ya que se han “convertido en homosexuales”.

Un usuario con 180.000 seguidores, según la captura de pantalla de Sardarizadeh, escribió: “Supongamos que [ser LGBT + es] genético por un minuto. Dado que los homosexuales en general no procrean a sus propios hijos, su propia genética generalmente no se transmite.

Influencer de QAnon que tiene ‘amigos homosexuales’ teme que la vacuna contra el coronavirus te vuelva gay“: Dado que eso va en contra de la continuación de la vida, entonces la homosexualidad no puede ser un gen dominante, debe ser recesivo”.

La perorata serpenteante de alguna manera empeora. “Tengo muchos amigos homosexuales que han dicho que sabían que eran diferentes DESDE QUE ERA NIÑOS. ¿Cuándo es tu primer recuerdo? ¿Cuatro años de edad? Ya ha recibido 50 vacunas para entonces en 2020 “. ¿Los niños no vacunados también son homosexuales o transgénero? No lo sé. “

Sardarizadeh también compartió un reblog de un usuario con más de 56.000 seguidores que estuvo de acuerdo con Tabrizian y dijo: “En mi opinión, no está lejos. Es por eso que tenemos confusión de género entre nuestra juventud. Investigue cómo introducen hormonas y alteran el ADN con sus vacunas “.

Las redes sociales se llenaron rápidamente de información errónea después de que los fabricantes de medicamentos anunciaran las vacunas COVID-19. Hay muchos tipos de vacunas pero, en su mayor parte, le dan al cuerpo un modelo seguro para combatir virus particulares.

Tome la vacuna Pfizer-BioNTech. En resumen, funciona inyectando al cuerpo el material genético que las células leen para producir proteínas, en este caso, las proteínas con púas que le dan al coronavirus su forma de “corona”.

Entonces, si el cuerpo se encuentra con el coronavirus, con sus proteínas con picos, el cuerpo sabe que no debería estar allí y ya tiene el plan listo para producir anticuerpos y linfocitos T.

En otras palabras, no, no causa homosexualidad.

Funte Pink News

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Covid-19 agravó riesgos y violencias hacia defensores y defensoras de derechos humanos

Jueves, 18 de febrero de 2021
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informeFrontLine07-819x1024Ilustraciones: Patricio Oliver

Un informe de Front Line Defenders, organización que brinda protección a personas en riesgo, muestra las violencias que defensoras y defensores LGBTI+ y trabajadoras sexuales resistieron en pandemia. “Derechos de las personas LGBTIQ+ y de las trabajadoras sexuales: defensores y defensoras en riesgo durante la COVID-19” también documenta las redes y acompañamientos que pusieron en marcha en medio de la crisis mundial por Covid-19.

Durante la presentación de la versión del informe en español de Front Line Defenders, que se realizó hoy en un encuentro que se transmitió por las redes sociales, Bárbara Delgado, presidenta de la Asociación Trans Panameña; Leida Portal, coordinadora de la Asociación de Trabajadoras Sexuales Miluska Vida y Dignidad de Perú; Ana Karen López Quintana, presidenta de Tamaulipas Diversidad Vihda Trans de México y Georgina Orellano, secretaria general del Sindicato de Trabajadoras Sexuales (AMMAR) de Argentina coincidieron: las violencias que ya experimentaban se agudizaron en pandemia. Y se hicieron aún más evidentes las urgencias, sobre todo de trabajadorxs sexuales, personas LGBTI+ y de las personas que defienden los derechos humanos de estas comunidades. En el encuentro moderado por Alma Magaña de Fondo Semillas, destacaron la importancia de la colectividad para hacer frente a esta crisis.

Nos enfrentamos a la discriminación, estigma, violencia y si tenemos COVID la discriminación es más fuerte. La población LGBT+ es la más vulnerable, marginada y discriminada, dijo Ana Karen López Quintana (Tamaulipas, México) en la presentación

“Estamos expuestas a violencia permanente por denunciar a la policía y acompañar a las compañeras”, agregó Georgina Orellano, desde Buenos Aires, donde tiene sede AMMAR.

“En el Perú las compañeras sufren violencias y están pasando hambre durante la pandemia. Los tratamientos retrovirales están escasos y niegan los medicamentos, advirtió Leida Portal, representante de la organización Miluska Vida y Dignidad y fundadora de la Red PLAPLERTS.

Ana Karen añadió que “el gobierno se enfocó en el COVID-19 y luego se olvidó de personas con diabetes, cáncer. Vamos a las casas, hacemos apoyo domiciliario. Las personas trans de tercera edad se ven aún más discriminadas.

Las voces de estas activistas y defensoras de ddhh forman parte a la investigación de Front Line Defenders, que se realizó a través de entrevistas a distancia a más de 50 defensoras y defensores en Argentina, México, Perú, Ecuador, Tanzania, Uganda, Hungría, El Salvador, Malaui, Zimbabue, Suazilandia, Sri Lanka e Indonesia, entre abril y agosto de 2020.

Conclusiones principales

Entre sus conclusiones da cuenta del aumento en la inestabilidad económica y habitacional, de ataques físicos, acoso, difamaciones y agresiones sexuales ejercida por las fuerzas de seguridad contra las y los defensores de derechos humanos. También de los riesgos que enfrentaron a la infección y muerte por Covid-19. Además, documenta el trabajo que realizan defensoras y defensores LGBTI+  y trabajadorxs sexuales para acompañar y sostener a sus comunidades. Otro de sus aportes es que visibiliza las conexiones entre la salud pública, la justicia económica y la sexualidad como “indisolublemente ligadas a la seguridad de los/as defensores de derechos humanos”.

Algunas de las conclusiones del informe afirman:

  • Por ser visibles (como personas LGBTI+ o trabajadorxs sexuales) el riesgo de discriminación aumentó en pandemia.
  • La crisis por Covid-19 incrementó el número de personas LGBTI+ y trabajadoras sexuales sin techo. Provocó una demanda en refugios donde también fueron víctimas de redadas; arrestos; violencia policial; ataques de la sociedad y agresiones sexuales.
  • Disminuyeron los recursos para proporcionar alimentos y refugio a sus comunidades.
  • El cierre de clínicas de salud gestionadas por la comunidad empeoró el acceso a la salud, medicación, y seguimientos y prevención de enfermedades.
  • El cierre de fronteras y clínicas ocasionó que personas trans no accedieran de manera segura a su tratamiento de reeemplazo hormonal o tuvieran que suspenderlo.
  • Defensoras y defensores experimentaron agotamiento físico y psicológico, sentimiento de insuficiencia, culpa y fracaso.
  • Fueron blanco de campañas de difamación y sufrieron ataques físicos violentos tras discursos de odio que responsabilizaron a DDH, personas LGBT y trabajadorxs sexuales como responsables de la propagación de la covid-19.
  • DDH dieron respuesta a llamadas de emergencia de sus comunidades, tuvieron que trabajar en las calles y enfrentarse al acoso, discriminación y criminalización por su labor.
  • Lxs DDH trans estuvieron en riesgo por la violencia policial y acoso en los países donde se implementaron restricciones de movilidad por género. Estas medidas fueron implementadas en Perú, Colombia y Panamá.

 

Fuente Agencia Presentes

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Faustino Vilabrille: Pandemia: pobreza insoportable.

Martes, 16 de febrero de 2021
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1602653401165Pobres de los Pobres!. Hasta donde nos ha llevado el Neoliberalismo!

Las consecuencias más graves y dolorosas de la pandemia son sin duda las humanas por morir por su causa y además tener que hacerlo de forma tan inhumana y dolorosa, en soledad, en ausencia de personas cercanas o familiares, por mucho que se haya esforzado el personal sanitario en llenar ese vacío, que sin duda hizo todo lo que pudo.

La pandemia nos ha convertido a todos en víctimas y verdugos: cada ciudadano o vecino con que me encuentro puede ser mi víctima si lo contagio o mi verdugo si me contagia, y además sin saberlo. Este virus es una plaga: ¿La teníamos merecida? Es posible, porque las injusticias, desigualdades, abusos, violencias, despilfarros, adulteraciones, que hemos cometido contra los seres humanos y contra la naturaleza son enormes. Hasta ahí nos ha llevado el Neoliberalismo. Así no podíamos seguir. Un ejemplo: estamos dejando morir de hambre a millones de personas en el Tercer Mundo, mientras que en el Primer Mundo tiramos a la basura millones de toneladas de comida.

Y otro ejemplo más: El cambio climático, del que somos culpables los países desarrollados, nos amenaza a todos, pero sobre todo amenaza los sistemas agrícolas, los medios más elementales de subsistencia y la seguridad vital básica de los países más pobres y vulnerables de África, Hispanoamérica, gran parte de la India y Bangladés, donde tienen  que vivir y morir prematuramente los 815 millones de personas que no llegan a disponer ni de 1,67 euros al día (Fuente:  Asociación Internacional de Fomento (AIF)-Banco Mundial).

Por tanto, las consecuencias de la pandemia no son solo humanas, son también las consecuencias económicas:

En tan solo 9 meses de pandemia, del 18 de marzo al 31 de diciembre de 2020, las 1000 personas más ricas del mundo aumentaron su riqueza en 3,23 Billones de euros. Su riqueza conjunta ya asciende  a 9,8 Billones, casi tanto como los gobiernos del G20 han movilizado para responder a la pandemia. Mientras los más ricos ya se recuperaron, los empobrecidos por la pandemia tardarán unos 10 años en hacerlo.

Desde el inicio de la pandemia, LA FORTUNA DE LOS 10 HOMBRES MÁS RICOS DEL MUNDO ha aumentado en medio Billón de dólares, una cifra que financiaría con creces una vacuna universal para la COVID-19 y que garantizaría que nadie cayese en la pobreza como resultado de la pandemia.

Por el contrario, el número de personas que viven en el mundo con menos de 4,5 euros al día aumentó en 700 millones de personas.

Por lo que se refiere a España, con la pandemia las personas más pobres de nuestro país perderán siete veces más renta que las más ricas, y unas 790.000 personas caerán en POBREZA SEVERA a causa del COVID-19, según informa Oxfam Intermón. Tener que vivir con menos de 16 euros al día alcanzará la cifra de 5,1 millones de españoles. Asimismo, la POBREZA RELATIVA, estimada en 24 euros al día, supone un  millón más de personas por debajo de la línea de pobreza, hasta alcanzar 10,9 millones de españoles.

Si nos acercamos a la población migrante, el índice de pobreza alcanzaría el 57%, frente al 22,9% de media del total de la población. Personas migrantes, jóvenes y mujeres son los colectivos más afectados por la desigualdad que ha provocado la pandemia. De las personas que trabajan a tiempo parcial, el 73 % son mujeres (Fuente: Oxfam Intermón).

Cómo discurrirán las cosas en el próximo futuro? Todo el mundo pone la esperanza en la vacuna, una proeza de la ciencia, que bienvenida sea, pero… El domingo pasado ya denunciábamos el “pillaje” en las vacunas y la desconfianza en las Multinacionales Farmacéuticas, que ahora se está confirmando, desde los grandes a los pequeños, pues aquellas no quieren cumplir sus contrataos con la UE y sí vender las vacunas a quien más las pague, como Israel o los Emiratos Árabes, y continuando por los VACUNADOS ENCHUFADOS, como los 300 militares y diversos políticos, hasta llegar al obispo de Mallorca, que se vacunó sin corresponderle (la jerarquía eclesiástica en su conjunto, salvo contadas excepciones,  debería sentir vergüenza de haber estado recibiendo prebendas y privilegios de los poderes públicos desde la dictadura e incluso hasta nuestros días como, por ejemplo, con las inmatriculaciones, e incluso pedir perdón al pueblo  por no haber sido mucho más coherente con el Evangelio.

Otra esperanza que se  maneja son las ingentes cantidades de recursos que aportará la Unión Europea a nuestras arcas públicas y cómo influirán estas ayudas en el crecimiento futuro del PIB, que en España en 2020 ha caído un 11 %, con lo que el PIB per cápita bajó de 26.430 euros a 23.430.

No obstante España es la economía número 15 en el ranking de los 196 de los que se conoce su PIB. El Problema de España no es la falta de riqueza, sino la desigualdad, que es mayor que en las economías europeas más avanzadas, con las que compartimos un proyecto político más o menos común, pues nuestro país ocupa el cuarto puesto en el ranking de los países más desiguales de toda la Unión Europea. Pero es que, además, somos el segundo Estado europeo —por detrás de Bulgaria— en el que la distancia entre ricos y pobres ha aumentado más.

Lo ha hecho, además, a costa del empobrecimiento de los más desfavorecidos económicamente. Lejos de la recuperación, en el año 2017 aumentaron en 16.500 el número de hogares en los que no entraba ningún ingreso. Alcanzaron, así, los 617.000. Sin embargo, los ultramillonarios aumentaron en un 4% que cada vez acapara más riqueza. “El 1% más rico tiene 24,42 de cada 100 euros de riqueza, mientras que el 50% más pobre se tiene que repartir 7 euros de cada 100”.

Detrás de la pandemia, ¿cómo quedarán estos datos? El dinero que promete la UE, ¿a quién irá a parar?

Tenemos que exigir una administración rigurosa, responsable, solidaria y comprometida de todas esas ayudas, sobre todo con los más empobrecidos y necesitados. ¿A qué nos suenan estas palabras? ¿Cuándo le haremos caso a Quién las practicó y enseño, que iba curando toda enfermedad y toda dolencia del pueblo, pidiendo tener hambre y sed de justicia?

NOTA.-Si en los países desarrollados pasa lo que pasa con la pandemia, ¿cuáles serán las consecuencias humanas, sociales, económicas y políticas de la misma en el Tercer Mundo? Si aquí hay trampas con las vacunas, qué no pasará allí?

Fuentes de información: Informes de Oxfam Intermón, BM, Datos Macro, ANALYTIKS, Eurostat, INE, Foro de Davos,

Feliz domingo a tod@s.-Faustino

Fuente Religión Digital

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Un clérigo iraní advierte que la vacuna COVID-19 está convirtiendo al mundo en gay

Lunes, 15 de febrero de 2021
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bbas-Tabrizian-1024x658Abbas Tabrizian . (Youtube)

Un clérigo iraní ha dicho a sus seguidores que se mantengan alejados de aquellos que han sido vacunados contra el COVID-19 porque se han “convertido en homosexuales”.

El ayatolá Abbas Tabrizian, un clérigo de la ciudad de Qom, compartió su perorata pseudocientífica en la aplicación de mensajería Telegram, donde tiene casi 210.000 seguidores.

No se acerque a los que han recibido la vacuna COVID. Se han convertido en homosexuales ”, escribió.

La controvertida figura religiosa ha sido ampliamente criticada por sus comentarios. La disidente iraní Sheina Vojoudi dijo al Jerusalem Post  que él culpa a la sexualidad de todas las deficiencias. “Los clérigos en Irán sufren de falta de conocimiento y humanidad. En realidad, su objetivo de difundir tonterías es tratar de asustar a la gente para que no se vacune, mientras que el líder del régimen y otros funcionarios recibieron [la] [vacuna] Pfizer, y no se la proporcionan a las personas con la excusa de que no confían en Occidente “.

Esta no es la primera vez que la controvertida figura religiosa hace afirmaciones extrañas. Fue ampliamente ridiculizado en enero de 2020 cuando se compartió en línea un video de él mismo quemando una copia de un libro de texto científico estadounidense.

Afirmó que la “medicina islámica” había convertido esos libros en “irrelevantes”.
Abbas Tabrizian está tratando de ‘chivo expiatorio’ de la comunidad LGBT + con reclamos de COVID-19.

Tabrizian ha dedicado gran parte de su tiempo a difundir información errónea peligrosa sobre la pandemia de coronavirus desde que el virus comenzó a propagarse rápidamente por todo el mundo.

En febrero de 2020, gran parte de la población en general en Irán se burló de él cuando compartió un video en Telegram que ofrece 13 consejos para ayudar a las personas a evitar contraer COVID-19. Pero el video no estaba exactamente lleno de consejos útiles. Afirmó que cepillarse el cabello, comer cebolla y remojar un trozo de algodón y empaparlo en aceite de flor violeta antes de insertarlo en el ano antes de dormir evitaría que las personas contraigan el virus.

El activista de derechos LGBT + Peter Tatchell le dijo al Jerusalem Post que Tabrizian está tratando de “chivo expiatorio” de la comunidad LGBT +. Está demonizando tanto al programa de vacunación como a las personas LGBT + sin la más mínima evidencia. Al tratar de asustar al público para que no se vacune contra COVID-19, está alimentando la pandemia y poniendo vidas en riesgo. Típico de muchos líderes religiosos y políticos iraníes, sus afirmaciones extrañas e irracionales convierten a las personas LGBT en chivo expiatorio y anteponen el prejuicio teológico al conocimiento científico”.

Las afirmaciones infundadas de Tabrizian se producen pocas semanas después de que un rabino israelí apareciera en los titulares de todo el mundo cuando afirmó que las vacunas contra el coronavirus pueden convertir a las personas en homosexuales. Daniel Asor suplicó a sus seguidores que evitaran vacunarse contra el COVID-19, diciendo que hacerlo podría “convertirlos” en homosexuales.

No hace falta decir que no hay ni una pizca de evidencia que apoye las afirmaciones descabelladas de Tabrizian y Asor. Además, no hace falta decir que las vacunas no pueden “convertir” a nadie ni en gay… ni en heterosexual. No hay evidencia de que alguna vacuna haya tenido como resultado que una persona cambie su orientación sexual. Ser homosexual no es una elección ni un efecto secundario de una vacuna.

Fuente Jerusalem Post

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Ollas populares y redes vecinales: así se organizan defensoras trans en México frente a la pandemia

Viernes, 5 de febrero de 2021
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Centro-comunitario-Vihda-Trans-en-Tampico1-1024x768Por Georgina González

Fotos: Gentileza de Tamaulipas Diversa Vihve Trans

Ana Karen López Quintana es defensora de derechos humanos y preside la organización Tamaulipas Diversa Vihve Trans, dedicada a defender los derechos de las poblaciones trans, les trabajadorxs sexuales y personas que viven con VIH en Tampico, Altamira y Madero, al sur del estado mexicano de Tamaulipas. La autogestión ha sido su mejor herramienta para hacer frente a la crisis alimentaria, económica y de salud que experimentan estas poblaciones durante la pandemia.

“La pandemia sigue afectando a las personas que están ejerciendo el trabajo sexual y a las que se dedican al show travesti, a meserear, fichar (trabajadora que gana comisiones por las bebidas alcohólicas consumidas dentro de un bar), que trabajan en casa (trabajdoras domésticas) o en restaurantes pues fueron despedidas y no tienen trabajo en estos momentos. Todas ellas, mayormente parte de la población LBT (lesbianas, bisexuales y trans), viven una situación muy crítica”, cuenta Ana Karen en entrevista con Presentes.

Ante la covid-19, Vihve Trans buscó soporte con los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal). Sin embargo, luego de diez meses, el Estado permanece ausente frente al llamado de ayuda para que mujeres trans, trabajadorxs sexuales y personas que viven con VIH hagan frente a las desigualdades y violencias que experimentan durante la emergencia sanitaria.

“El Estado no nos ha brindado absolutamente nada, ni dinero, ni cubrebocas, ni gel antibacterial, ni guantes, ni condones. Todo ha sido ayuda de sociedad civil, sobre todo por el apoyo emergente de Fondo Semillas. Sin ese fondo hubiéramos colapsado y hubiera más personas afectadas y contagiadas por covid-19. Gracias a eso hemos podido acercarnos a la comunidad”, advierte Ana Karen.

De abril a mitad de enero de 2021 les integrantes de Vihve Trans han repartido 680 despensas (productos de canasta básica); 250 kits de limpieza personal; 450 cubrebocas lavables y 115 mil condones masculinos y 1500 femeninos. Además, se realizaron 600 pruebas rápidas de VIH, se brindó atención médica a 25 personas LGBT adultas mayores y a 45 niñes que viven con VIH. Este trabajo territorial aparece recogido en la investigación de la organización Front Line Defenders.

Sin empleo, sin hogar

Entrega-de-verduras-en-el-centro-comunitario-1024x768“Al principio todo fue un caos, hubo chicas que entraron en psicosis y no sabíamos ni para dónde hacernos”, recuerda Ana Karen. De golpe los hoteles, estéticas y otros espacios de trabajo cerraron.

Para apoyar y contrarrestar la falta de empleo, de techo y comida, Vihve Trans generó acciones como rifas en Facebook, a hacerse más visibles en redes sociales y a nivel local, a tocar puertas con otras organizaciones y funcionarios públicos.

Algunas mujeres trans y personas que ejercen el trabajo sexual se quedaron sin empleo y a su vez sin techo, algunas también fueron orilladas a abandonar los departamentos que rentaban como consecuencia del estigma. “Ya no querían rentarle a las chicas por la cuestión de que creen que iban a traer el virus de covid-19 y más clientes”, señala Ana Karen. 

“Hubo chicas que se refugiaron con amigas o buscaron pagar renta en otro lado entre dos personas. Y por necesidad, clandestinamente ejercen el trabajo sexual arriesgando su salud, algunas fueron afectadas con el covid-19”, agrega.

Se olvida una pandemia por otra

Ana Karen tuvo que buscar fondos económicos para poder incinerar a diez mujeres. Siete de ellas ejercían el trabajo sexual, 3 más no pero todas vivían con VIH y no contaban con tratamiento antirretroviral, eso las afectó fatalmente al momento de enfermar de covid-19.

“Durante esta pandemia no hemos tenido el abasto oportuno de medicamentos antirretrovirales y los estudios de rutina de VIH. El gobierno no está tan apegado a esto y es urgente que se brinden medicamentos y estudios médicos”, señala Ana Karen.

En México las autoridades de salud orientaron todos sus esfuerzos a la pandemia por covid-19 y dejaron de brindar detección, atención y seguimiento a la pandemia de VIH. 

Tan solo en Tamaulipas en 2019 las autoridades de salud detectaron 329 nuevos casos de VIH, en contraste, en 2020 se detectó un total de 24, 23 hasta marzo y un solo caso entre el 29 de junio y el 15 de noviembre, de acuerdo a datos del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el sida.

Ana Karen enfatiza en la urgencia porque el Estado brinde atención médica integral a les trabajadorxs sexuales, personas trans y personas que viven con VIH. “No solo hay desabasto de medicamentos para VIH, también para hipertensión, diabetes. Además, el personal de salud no está sensibilizado, muchas personas trans tienen miedo de ir (al centro de salud) porque es común que no se respete ni su nombre ni su identidad”, añade.

Para poder cremar a sus diez compañeras Ana Karen pidió apoyo a funcionarios públicos locales y es que el país también enfrenta una crisis funeraria donde los servicios de cremación han duplicado sus precios. Al final, consiguió un descuento y con el apoyo solidario de la red de mujeres trans del sur de Tamaulipas logró solventar el gasto.

“Nos dolió mucho no poder llorarlas y hacer un velorio, debían ser cremadas. Muchas no eran de aquí, unas eran de Veracruz, de San Luis Potosí, de Nuevo León (estados colindantes a Tamaulipas), y es que sabes que del trabajo sexual migran constantemente, no están sus familias, al final sus cenizas fueron entregadas a las amigas que pudieron hacer aquí”.

“Tamaulipas es conservador y violento”

Vihda-Trans-junto-a-Tendremos-Alas-ACDefender los derechos humanos en Tamaulipas tiene sus riesgos. Y aunque Ana Karen se sabe “un roble que no se deja vencer ante ninguna tempestad”, tiene claro que el estado que la vio crecer “es conservador y violento con quienes levantan la voz”. 

“No tenemos avances en ley de identidad o matrimonio igualitario, sin embargo, por ahora estamos trabajando en un solo frente como movimiento de la diversidad sexual por el derecho a la salud integral libre de estigma y libre de discriminación”, explica Ana Karen.

Además, se busca reformar el Código Civil del estado que impone como requisito para contraer matrimonio la presentación de estudios clínicos prenupciales y que impide esta unión a la persona que sean diagnosticadas con VIH, a menos que interponga un amparo.

Tamaulipas también es uno de los estados que más ha padecido la violencia generada por la estrategia de seguridad llamada “guerra contra en narco” que llevó a las calles a los militares.

“Es difícil trabajar realmente en este contexto. La presencia de policías o militares no representa un beneficio para nosotras, al contrario, de ellos solos tenemos rechazo, discriminación y detenciones injustas”, advierte Ana Karen.

Según la Encuesta sobre Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidd de Género (ENDOSIG 2019), 3 de cada 10 personas LGBT encuestadas experimentaron un trato discriminatorio por parte de la policía, siendo el más común los interrogatorios sin motivos aparentes.

Además, un informe de 2016 sobre las condiciones de los derechos humanos de las mujeres trans en México elaborado por el Transgender Law Center y la clínica de estudios LGBT de la Universidad de Derecho de Cornell, concluye que “las mujeres trans ya eran objeto de abusos policiales y militares, pero una vez que comenzó el aumento de la militarización bajo Calderón (ex presidente que instauró esa estrategia de seguridad pública en 2006), las mujeres trans sufrieron un aumento en las agresiones. Los militares cometen los mismos abusos que la policía al hacer que las mujeres trans sean objeto de detenciones arbitrarias, golpizas, extorsiones y robos”.

La resistencia trans

“Trabajar ha sido difícil, créeme que de repente pues sí me llega la desesperación, la angustia, lloro. Pero desahogar me hace bien, me he sentido respaldada por mi familia, por mi esposo y todo esto me ha empoderado aún más”, confiesa Ana Karen. Y agrega, “también veo fortalecidas a mis compañeras, algunas lloran cuando reciben los apoyos, dan las gracias y me han dado a entender que no se sienten solas y que están unidas y así nació la resistencia trans”

“La resistencia trans” es una red de personas LGBT, en su mayoría jóvenes, que trabajan como voluntarias para acercar los apoyos alimenticios, de prevención y pruebas de detección de VIH, sífilis y hepatitis en los municipios de Tampico, Altamira y Madero.

Pero la resistencia también se extendió al sur, en Veracruz, y de la mano de Tendremos Alas AC tejen puentes para gestionar apoyos a trabajadorxs sexuales, personas trans y personas que viven con VIH en Pánuco y Pueblo Viejo, a 45 minutos de Tampico.

Frente a la ausencia del Estado, la discriminación de la sociedad, la violencia institucional, el acoso policial, militar y del crimen organizado, la organización Vihve Trans reclama hoy más fuerte que nunca: “¡Nosotrans existiendo, resistiendo y persistiendo! (…) y con este empoderamiento comunitario vamos a fortalecernos aún más para tomar decisiones. Aquí estamos y queremos que nuestros derechos se garanticen y respeten”.

Fuente Agencia Presentes

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La defensora de la igualdad LGTB+ Carmen Vázquez, fallece por coronavirus

Jueves, 4 de febrero de 2021
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Es3elZAVEAAqo_xTwitter de The Women’s Building

La defensora de la justicia social LGBT + Carmen Vázquez murió tristemente el miércoles después de perder su batalla por complicaciones relacionadas con el coronavirus.

La mujer de 72 años pasó gran parte de su vida luchando por la justicia social y los derechos LGBT +.

Vázquez ha recibido homenajes de amor, apoyo y respeto por parte de grupos y organizaciones de campaña LGBT +.

La Human Rights Campaign anunció en Twitter: “Estamos profundamente tristes por el fallecimiento de Carmen Vázquez debido al COVID-19. Carmen fue una verdadera pionera en la igualdad LGBTQ y fue una heroína para muchos, particularmente para los latinos LGBTQ. Nuestros corazones están con los amigos y seres queridos de Carmen “.

 

Vázquez es conocida como una “luchadora por la libertad sexual desde hace mucho tiempo”. Después de graduarse de la Universidad de Nueva York, se mudó a San Francisco en 1979 para cofundar el The Women’s Building, y abogar por temas que abarcan los derechos de los inmigrantes a la salud de las lesbianas.

El Women’s Building, que hoy alberga a más de 20.000 mujeres al año, es conocido como “un lugar seguro centrado en los problemas de la mujer”.

Más tarde estableció el Lavender Youth Recreation and Information Center (Centro de Información y Recreación Juvenil Lavender) de San Francisco, antes de regresar a la ciudad de Nueva York a mediados de los 90 para establecer la Red de Servicios de Salud y Salud LGBT del Estado de Nueva York.

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Carmen Vázquez. ( Ricci Joy Levy/Woodhull Freedom Foundation)

Carmen nació en Puerto Rico y creció en el barrio de Harlem, en la parte alta de Manhattan.

Antes de la conferencia del suroeste de Butch Voices de 2010 en Los Ángeles, le dijo al Bay Area Reporter: “Tenemos derecho a presentar como queremos presentar … Debemos ser libres de hacer lo que queramos con nuestros cuerpos”.

Según la misma publicación, en 2012, Vázquez se enfureció con las políticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades porque dijo que amenazaban con financiar programas de educación sexual. Ella le dijo a la publicación: “Veinticinco años haciendo un trabajo increíble sobre sexo caliente y seguro por el desagüe”.

Vázquez será recordada por su activismo y como una figura incondicional apasionada por crear espacios seguros para los miembros de la comunidad LGBT + y los jóvenes LGBT +.

El año pasado, SAGE, conocida como “la organización más grande y antigua dedicada a mejorar la vida de los ancianos LGBT +”, le otorgó a Vázquez un premio especial por Excelencia en Liderazgo en Asuntos de la Vejez.

Al aceptar el premio, Vázquez se dirigió a la audiencia con las siguientes palabras: “El cambio nunca se trata de una sola persona. Hay muchos otros que allanaron el camino para mi activismo y muchos otros que me seguirán y construirán un puente hacia el futuro. Somos y siempre seremos un movimiento intergeneracional, y debemos actuar de esa manera … La igualdad no es suficiente, la justicia y la liberación es donde nuestros corazones y mentes deben llevarnos”.

Fuente Pink News

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“A la escucha, en pleno coronavirus”, por Gabriel Mª Otalora

Lunes, 1 de febrero de 2021
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Coronavirus_2226687375_14554800_667x375De su blog Punto de Encuentro:

Somos seres complejos a los que influye la realidad que nos circunda. No somos máquinas, por lo que la pandemia afecta a nuestra realidad integral.

El problema es que llevamos tiempo creyéndonos que para todo tenemos solución, que lo controlamos todo; incluso algunos han puesto cerco a la muerte buscando la inmortalidad o al menos un mayor control sobre la vida humana. Se ha perdido la actitud humilde capaz de asombrarse por tantas cosas y de aceptar aquello que no podemos domeñar como lo habíamos previsto. La gran cuestión de fondo en este tiempo de coronavirus es que no sabemos qué hacer y esto no lo soportamos (aceptamos). Por tanto, algunos lo viven como perfectos insolidarios manifestando así su arrogancia. Y algunos otros no pueden reconocer su limitación con la covid-19 dando muestras de un desconcierto al darse cuenta que la existencia no estaba controlada.

Algunos países “avanzados” no ven nada mal salvaguardar la actividad económica a costa de que caigan los más débiles. Así se aliviaría, de paso, el coste en las pensiones. No sería la primera vez que se opta por deshumanizar la realidad con decisiones de guante blanco.

No estamos acostumbrados a que una pandemia se cebe sobre todo en el Primer Mundo, donde el virus continúa actuando con gran profusión. El estupor crece cuando al abrir la mano a las relaciones sociales, se colapsa la atención sanitaria y crecen las muertes; pero si reducimos la presencia en la calle para mejorar la salud, el desplome económico general está asegurado. Esta tercera ola del virus nos ha descolocado.

Por otra parte, la vacuna logrará avances, pero hay que esperar más de lo que creíamos: esperar a la vacunación masiva de la población, a verificar la calidad de su preparado, a que los resultados logren la ansiada normalidad… Es decir, que 2021 va a ser largo y difícil. El cansancio y el desánimo por lo ya padecido es evidente. No son tiempos fáciles para moverse y menos con la falta de humildad de las grandes potencias tecnológicas cuyo poder es insuficiente para acabar con la covid-19: Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos… No está tan cerca convertir la covid-19 en un virus que se cura con un sencillo medicamento de farmacia.

¿Nos engañan? Creo que no, simplemente es que no saben qué hacer para domeñar la pandemia. Y la soberbia obnubila, viendo como el Tercer Mundo está menos afectado, con la rémora de que, si no le damos vacunas, este virus o alguna de sus mutaciones volverá a expandirse entre nosotros. De momento, la tecnología disponible no basta y, lo que es peor, tampoco queremos modificar un ápice el estilo de vida, aunque sea insolidario e injusto, incluso para muchos habitantes del Primer Mundo.

Precisamente porque hemos sufrido una prueba acelerada de nuestra vulnerabilidad, habría que construir mecanismos de confianza desde la humildad solidaria. Y esto es lo que ha fallado casi por todas partes. Desde luego que los cristianos no hemos estado a la altura, demasiadas veces, a pesar del faro del profeta Francisco que nos ilumina como un pastor y no como un jerarca. La euforia basada en que “Ya queda poco” o “Esto ha sido un mal sueño”, se desinfla y cada día aumenta el número de quienes no aguantan más trabajando a distancia y de quienes sienten la necesidad de ver a la gente, que el contacto es necesario para avanzar y que es difícil crear complicidades en lejanía. Cara a cara las complicidades crecen, y los humanos estamos hechos de sensaciones y de relaciones.

Nos han quitado libertades por una causa superior y no acabamos de aprender la importancia de la solidaridad real. Los cristianos tampoco reflexionamos, en serio, si tenemos deberes morales en torno a esta pandemia, si Cristo nos quiere decir algo a través de ella, si el sufrimiento que estamos viviendo, lejos de ser un castigo, debe vivirse como un aprendizaje. Si recuperamos la apertura del corazón en oración de escucha, con verdadera humildad, estos versos cobran todo su sentido:

A eso de caer y volver a levantarte,
De fracasar y volver a empezar,
De seguir un camino y tener que torcerlo,
De encontrar el dolor y tener que afrontarlo,
A eso no le llames adversidad, llámale sabiduría.

A eso de sentir la mano de Dios  y sentirte impotente,
De fijarte una meta y tener que seguir otra,
De huir de una prueba y tener que encararla,
De planear un vuelo y tener que recortarlo,
De aspirar y no poder,
De querer y no saber,
De avanzar y no llegar.
A eso no le llames castigo, llámale enseñanza.

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Rachel Levine sufre una campaña de desprestigio transfóbico

Lunes, 1 de febrero de 2021
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rachel-levine-1024x614Dra. Rachel Levine.

Más de 350 defensores de LGBT + y expertos en salud han instado al Senado a confirmar a la Dra. Rachel Levine de inmediato, en medio de una campaña de difamación transfóbica en su contra.

Levine fue nominada como subsecretaria de salud y servicios humanos por Joe Biden la semana pasada y, de ser confirmada, se convertiría en la funcionaria trans de más alto rango en la historia de Estados Unidos.

Sobre su nominación, el presidente Biden dijo en un comunicado: “La Dra. Rachel Levine aportará el liderazgo constante y la experiencia esencial que necesitamos para que las personas superen esta pandemia, sin importar su código postal, raza, religión, orientación sexual, identidad de género o discapacidad. – y satisfacer las necesidades de salud pública de nuestro país en este momento crítico y más allá. Ella es una elección histórica y profundamente calificada para ayudar a liderar los esfuerzos de salud de nuestra administración“.

Pero desde su nominación, Levine ha sido objeto de una implacable campaña de difamación transfóbica por parte de conservadores anti-LGBT +.

Aparentemente obsesionados con su género en lugar de su experiencia médica y su increíble historial en la lucha contra el COVID-19 en Pensilvania, los comentaristas de derecha en repetidas ocasiones han confundido y nombrado a Levine.

El presentador de Fox News, Tucker Carlson, se refirió al género de Levine como su “orientación sexual o vida sexual o lo que sea, su vida personal”, mientras que Ben Shapiro, fundador de la publicación de derecha The Daily Wire, la describió en un tweet como “un hombre biológico que cree que es una mujer ”.

El medio de extrema derecha Breitbart también nombró y confundió a Levine, quien ganó el premio PinkNews por Frontline Hero el año pasado, cuando anunció su nominación.

En respuesta, cientos de defensores de LGBT + y expertos en salud celebraron la nominación de Levine y pidieron su confirmación lo antes posible, según them.

Escribieron: “Como secretario de salud del sexto estado más poblado del país, el Dr. Levine trabaja habitualmente con la oficina del subsecretario de salud para construir puentes críticos entre las políticas federales y estatales sobre la pandemia y más.

“Su elección como actual presidenta de the Association of State and Territorial Health Officials ASTHO [la Asociación de Funcionarios de Salud Estatales y Territoriales] es un claro testimonio del nivel de fe que otros líderes de salud pública tienen en su liderazgo. Tener un ex secretario de salud estatal en el puesto [subsecretario de salud] en los próximos meses, cuando hay una necesidad urgente de una alianza más estrecha entre las políticas federales y estatales contra la pandemia, será invaluable. Confiamos en que el Dr. Levine es uno de los mejores candidatos posibles para ocupar el cargo de subsecretario de salud en este momento de demandas extraordinarias para nuestro sistema de salud pública. También sería una excelente subsecretaria de salud mental y uso de sustancias. Le recomendamos encarecidamente que la nombre a ella “.

Los firmantes de la carta fueron The Trevor Project, Lambda Legal, GLAAD, el National LGBTQ Task Force, la Planned Parenthood Federation of America y la National LGBT Cancer Network.

Fuente Pink News

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La esposa del medallista olímpico y campeón mundial de boxeo Amir Khan, Faryal Makhdoom, criticada tras describir su gusto musical como “gay”.

Sábado, 23 de enero de 2021
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GettyImages-1073929176-scaled-e1610705277363-1024x614(Jeff Spicer / Getty)

Esta no es la primera vez que el boxeador es criticado por lenguaje anti-LGBT + en su Snapchat.

La esposa del boxeador Amir Khan, Faryal Makhdoom, calificó el gusto musical de su esposo como “gay” en Snapchat y ahora está bajo fuego por usar un “insulto homofóbico”.

El  video, publicado el miércoles, vio a Khan tocando música para su esposa, mientras ella hacía una mueca y se cubría la cara. Ella dijo: “Todos necesitan ver el león en mí, no el verdadero cobarde”.

La canción en el video es apenas audible, pero Makhdoom dijo: “Esta es una canción tan gay, por favor no lo hagas”.

Amir Khan ha sido criticado anteriormente por denunciar a la olímpica transgénero Caitlyn Jenner en su Snapchat.

Amir Khan y Faryal Makhdoom también han sido criticados por desobedecer las reglas COVID-19. La pareja voló a Dubai en diciembre, a pesar de que Faryal Makhdoom dijo que había perdido el sentido del gusto. Afirmó que sus síntomas similares al COVID le hicieron perder seis libras.

Los Emiratos Árabes Unidos fueron eliminados de la lista de corredores de viaje del Reino Unido el lunes, y volvió a usar Snapchat para rechazar la decisión. Su leyenda decía: “El gobierno británico le ha fallado al Reino Unido. Nuevas reglas en cada esquina sin prácticamente ningún aviso. Siento que estoy viviendo en una dictadura “.

Amir Khan ignoró las reglas sobre entrar en contacto con alguien con síntomas de COVID-19, y asistió a los Globe Soccer Awards donde se le vio estrechar la mano de Cristiano Ronaldo.

Este año, Khan y Makhdoom serán las estrellas de una nueva serie de telerrealidad que documenta sus vidas llamada Meet the Khans. Saldrá al aire en BBC Three en marzo.

La  BBC dice que el programa “nos lleva al mundo del medallista olímpico y campeón mundial de boxeo Amir Khan y su esposa influyente de moda y belleza, Faryal Makhdoom. Es un área de acceso que analiza la dinámica de esta joven pareja en el amado Bolton de Amir mientras hacen malabares con una familia joven, su relación y las presiones profesionales bajo la mirada de los medios modernos”.

Fuente Pink News

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“¿Qué podemos hacer en pandemia? “, por Gabriel Mª Otalora

Viernes, 22 de enero de 2021
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Inmersos en la realidad de la covid-19, en plena fragilidad sanitaria y económica, vivimos en estado de shock. No estamos acostumbrados a estar en vilo después de tantos meses, contagios y muertos. El estupor es evidente en las autoridades y en las sociedades de todo el mundo, aprisionadas en un endiablado tablero con dos fichas imposibles de casar: si cierro la mano para reducir la incidencia de los contagios se destroza el tejido productivo. Si abro la mano, el coronavirus amenaza con convertir la pandemia en una sistemia que afecta de manera generalizada a todas las estructuras del sistema socio-productivo.

Intuimos que las estructuras con las que funcionamos no están siendo eficaces, más allá del esfuerzo sanitario operativo e investigador. Tampoco estamos satisfechos con la respuesta social, inmadura e infantil por parte de demasiadas personas que aceptan la más mínima molestia por el bien común. La tecnología, la logística, el dinero, los avances de todo tipo, no logran evitar la mezcla de desconcierto, estupor, miedo, desánimo y mucho dolor contenido en torno a la covid-19. Y cuando algunos negacionistas han alardeado de que no hay que hacerle mucho caso e “esto”, las consecuencias han sido severas; ahí está Brasil, Estados Unidos y Gran Bretaña. Todo esto junto es demasiado como para no preguntarnos los cristianos -en este caso- ¿qué podemos hacer cuando este virus desafía la fe cristiana?

 El nivel de solución que puede aportar la mayoría es casi testimonial en apariencia. Veamos algunas posibilidades de crecimiento interior y con el prójimo desde el dolor compartido para vivir este tiempo con otra mirada menos utilitarista y desesperanzada.

En primer lugar, podemos crecer en humildad. Es la principal actitud cristiana y está muy abandonada. La primera lección es comprender que no tenemos el control de toda la existencia. Esta pandemia pone al descubierto la limitación y la vulnerabilidad del ser humano. Somos seres necesitados de otros, no importa si las tecnologías nos cambian la vida. Todo se globaliza y se interrelaciona, se comunica y se conecta, de manera que un problema de reparto de las vacunas en África, puede repercutir en las sociedades que han podido ser vacunadas pronto. De nada sirve con este virus protegerse una parte del Planeta cuando estamos tan interconectados. Esto nos da la oportunidad para reflexionar sobre mi actitud y la soberbia insolidaria que amenaza una solución global.

En segundo lugar, esta reflexión nos debe llevar a orar mejor, a abrirnos a la escucha humilde. Dios no deja de comunicarse nunca, mucho menos en estas situaciones tan difíciles. Pedirle luz y fuerza para acertar en nuestra actitud con los que nos rodean y sobrellevar nuestra propia desazón confiadamente. “Sin mí, no podéis hacer nada”, recuerda Juan en su primera Carta.  Reflexionar con humildad delante de Dios cómo tantos dones tecnológicos (la inteligencia artificial, el mapeo del genoma, la ingeniería genética, las computadoras cuánticas…) no pueden controlar un virus microscópico. Estamos asustados y poco esperanzados, y eso no es muy cristiano.

Es un buen momento para reflexionar desde la fe sobre nuestro concepto de progreso, que no coincide con el de desarrollo; ¿de donde salen las materias primas y a qué coste humano para millones de personas? Nos hemos emborrachado de consumismo sin pensar en las consecuencias para una gran parte de la humanidad. El Papa no deja de advertir la injusticia de este sistema insolidario con una gran parte de la humanidad que además pone en peligro la sostenibilidad del Planeta. Dios nos habla también a través de la pandemia.

Priorizar la escala de valores es otra cosa que podemos hacer. Se nos pide que dejemos de lado nuestras libertades personales y nuestros deseos sociales por el bien de los demás. Si socializamos existe un riesgo real para nosotros y sobre todo sabemos del peligro de contagio  para la gente más anciana y vulnerable. Esto nos lleva a cuidar las relaciones con quienes puedan sentirse más solos y deprimidos; para eso tenemos las redes sociales, para que nadie se sienta en la cuneta. El aislamiento puede enseñarnos a actuar de positiva y constructiva en nuestras interacciones sociales en lugar de hacerlo de forma negativa y destructiva.

La siguiente lección es la aceptación como virtud, es decir, vivir esta realidad como lo contrario de la resignación. Aquello que no podemos cambiar, tengamos una actitud positiva, adecuada, para no hacernos daño con sentimientos negativos que acaban proyectándose en los demás.

Por último, es una oportunidad de oro para valorar lo que tenemos y lo que nos falta siendo conscientes de la gratuidad de Dios en todo. Tampoco somos especialmente agradecidos con lo que nos parece “normal”: tres comidas diarias, vivienda, vestido, familia, trabajo, salud, relaciones sociales, cultura, haber nacido en esta parte del mundo en lugar de en pleno Tercer Mundo… que cada cual haga su lista y vuelva a la actitud humilde y agradecida viviendo las cosas buenas del presente. Esto nos llevaría, en fin, a fomentar nuestra actitud y espíritu de servicio a los demás. Las crisis provocan una multiplicación en cadena de actos de solidaridad entre seres humanos y pueblos que fortalece lazos y destinos. Este necesario espíritu de servicio implica ofrecerse como un instrumento de ayuda de los demás, abiertos a cualquier necesidad cercana de escucha, de consuelo, de tiempo y de lo que haga falta da igual quien lo necesite.

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El rabino Daniel Asor cree que la vacuna COVID-19 puede convertir a las personas en homosexuales

Martes, 19 de enero de 2021
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Rabbi-Daniel-Asor-1024x658El rabino Daniel Asor ha afirmado que las vacunas contra el COVID-19 pueden convertir a las personas en homosexuales, y estamos tan, tan cansados.

Asor, un rabino israelí, les dijo a sus seguidores que debían evitar ser vacunados contra el COVID-19 ya que hacerlo podría “convertirlos” en homosexuales, informa  Israel Hayom.

Los comentarios del rabino se producen cuando se están implementando vacunas en todo el mundo en un esfuerzo por frenar la pandemia de coronavirus.

Para muchos en Europa, Estados Unidos y otros países que no han logrado mantener el control sobre el virus, la vacuna representa la única esperanza de un regreso a algún tipo de normalidad. Pero eso no impide que Asor impulse falsamente las teorías de conspiración sobre la vacuna y el virus en sí, lo que probablemente impida que muchos de sus seguidores se vacunen en el proceso.

Asor hizo sus comentarios en un sermón compartido en las redes sociales, según un medio de comunicación israelí. En el sermón, afirmó que “cualquier vacuna elaborada con un sustrato embrionario … provoca tendencias opuestas. Las vacunas se toman de un sustrato embrionario, y lo hicieron aquí también, así que … puede causar tendencias opuestas”, agregó.

El rabino continuó afirmando que el coronavirus y las vacunas fabricadas para combatir el virus son obra de un “gobierno global malicioso” formado por los masones, los Illuminati y Bill Gates. Dijo que todos están conspirando para crear un “nuevo orden mundial” y que lanzaron COVID-19 en un esfuerzo por “eliminar [la] población mundial”.

No hace falta decir que no hay ni una pizca de evidencia que respalde ninguna de las afirmaciones descabelladas de Asor. Además, no hace falta decir que las vacunas no pueden “convertir” a nadie en gay. No hay evidencia de que alguna vacuna haya tenido como resultado que una persona cambie su orientación sexual. Ser gay no es una opción, ni un efecto secundario de una vacuna, como sugiere Asor.

El rabino continuó afirmando sin fundamento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Pfizer y Moderna, dos de las compañías farmacéuticas que crearon vacunas contra COVID-19, eran “organizaciones criminales”.

Havruta, una organización LGBT + que trabaja con la comunidad Haredi, se burló del rabino en un comunicado, diciendo que se estaban “preparando para dar la bienvenida a nuestros nuevos miembros inminentes” luego del lanzamiento a gran escala de la vacuna en Israel.

Israel ha recibido elogios internacionales por el rápido lanzamiento de vacunas contra el coronavirus; sin embargo, el país también se ha enfrentado a críticas por no haber vacunado a los palestinos en Cisjordania y Gaza.

Más: Coronavirus, Daniel Asor, Gay, Israel

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Se reúnen en mi nombre

Viernes, 8 de enero de 2021
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00 jesus_choco_cerezoUn precioso artículo, y necesario…

Ventura Puigdomenech
Assekrem (Argelia).

ECLESALIA, 01/01/21.- “Os aseguro que si dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” (Mt.18, 20). Como preparación de la Navidad hace tiempo que me propuse profundizar algún tema que me ayude a mejor visualizar este “Dios hecho carne viviendo en medio de nosotros” (Juan 1,14). Un Dios que desde su primera venida no ha dejado de sorprendernos viniendo allí donde no lo esperábamos: una cueva, un pueblo perdido, un pesebre… lo que no es sorpresa y sabemos bien, es que este año una vez más viene a compartir nuestras historias y sufrimientos: “no tenemos un Jesús incapaz de compadecerse de nuestras flaquezas, sino que de manera parecida a nosotros, ha sido probado en todo, excepto en el pecado y por ello, puede concedernos, la ayuda que necesitamos” (Hb 4, 15-16). ¿De qué va a disfrazarse este año pidiendo acogida?: ¿tomará el disfraz de un desplazado?; ¿el de un parado?; ¿el de un enfermo?; ¿el de un…?, ¡sabe Dios! ¿Sabremos reconocerlo? ¿Y si fuera el disfraz de un Dios ENFERMO que viene a compartir nuestras ‘Unidades de Cuidados Intensivos ‘(UCI)?

A nivel mundial estamos sufriendo un virus del que creíamos que su visita sería de corta duración y hay que rendirse a la evidencia; ya se comienza hablar de una posible tercera ola: ¿Y si escucháramos lo que este bicho, nos quiere decir?

Imagino vuestra reacción: “no por favor, ya estamos hartos de que nos hablen del Covid-19” ¡Lo comprendo!, sin embargo, no puedo dejar de deciros que la respuesta global que le estamos dando desde los niveles político, económico, social y también eclesial no me gusta nada. Cuando veo que la única preocupación desde estos estamentos, no es otra que la de “recuperar la nueva normalidad”, sencillamente me digo: “¡no vamos bien!” La realidad es esta: en medio de la pandemia, al ver cómo la naturaleza retomaba sus espacios, la onda de solidaridad que todo ello despertó, etc… La mayoría de entre nosotros llenos de optimismo, nos decíamos: “nada será como antes” pero una vez deconfinados vemos que para una gran mayoría la única preocupación es el “volver a lo de antes”; el “volver a lo de siempre.”

Pero, decidme: ¿alguien puede aceptar como “normal” que a diario la gente se ahogue en el mar?; ¿que nos hayamos acostumbrado a hablar de un primer y de un cuarto mundo hasta el punto de que ya no son noticia ni el hambre, ni la muerte de niños por una simple diarrea? ¿Cómo vamos a terminar con la pandemia si hay países que acumulan entre 7 y 9 veces más sus dosis necesarias dejando de esta manera en la cuneta a multitud de países pobres que solo podrán vacunar uno de cada diez de sus habitantes? ¿Quién puede aceptar como “normal” el hecho de ver cómo la mentira, la corrupción y la difamación son moneda de cambio en nuestros Parlamentos?; ¿que en pleno siglo XXI se siga cerrando en prisión a personas por sus ideas o reivindicaciones? Más que “normal”: ¿no es “escandaloso” el hecho de ver que se emplea más tiempo en construir muros que en construir puentes o hospitales? ¿Encerrar a millones de desplazados en campos insalubres; dilapidar los impuestos del contribuyente en armas para preparar la guerra; matar nuestra ‘Madre Tierra’… y así, un largo etc.: ¿será esto “normal”? “¿Recuperar una nueva normalidad?” “¡No!, ¡no gracias!”

Con todo, me limitaré a hablar de los efectos de la pandemia sólo desde el nivel eclesial y como miembro activo que soy de esta iglesia me gustaría poder ayudar a la reflexión; esta es la única razón por la que me he decidido a hablaros de ello. Me hago una multitud de preguntas de las que intuyo algunas posibles salidas pero mi sueño es que juntos, desde una reflexión eclesial serena con todo el pueblo de Dios, encontremos las respuestas adecuadas que nos marquen el camino a recorrer.

Para empezar la reflexión, debo deciros que siento una gran pena cuando leo cosas parecidas a estas: “Nosotros tenemos la gracia, como curas que somos, de celebrar en este periodo de confinamiento”; o cuando en la plena primera ola del Coronavirus, en nombre de la “libertad religiosa”, algunos de nuestros responsables reclamaban abrir los templos; o también cuando tímidamente nuestras iglesias empezaron de nuevo a abrir sus puertas y la gente aún traumatizada y con el miedo en el cuerpo, incrédula escuchaba a algunos obispos subrayar: “la obligación dominical”, recordándonos “que la dispensa de no asistir a la misa dominical ya se había acabado”. Mal andamos cuando reducimos la religión a lo permitido, lo prohibido o lo obligatorio… ¿no os parece?

Nos hemos acostumbrado a privilegios y exacciones. En esta salida gradual del confinamiento, no acabo de imaginarme qué hubiera pasado si en muchos de los países dichos católicos hubiéramos tenido que adoptar la medida que tomaron una gran mayoría de países musulmanes: mezquitas (iglesias) abiertas los días laborables y cerradas los viernes (domingos)… simplemente habríamos puesto el grito al cielo al comprobar lo que todos sabemos: nuestras iglesias, a pesar de tener sus puertas abiertas a lo largo de la semana, seguirían vacías y el día que podríamos tener gente: puertas cerradas!

¿Y si el Covid-19 nos regalara el poder hacer una nueva lectura de nuestras prácticas cultuales? El papa Francisco nos pide que “desconfinemos” a Jesús: «hoy Jesús llama desde dentro de la Iglesia para salir hacia afuera.» ¿Seremos capaces de abrirle de par en par las puertas?

Vivo en el Assekrem (Sur de Argelia), en pleno desierto del Sáhara, y mi fraternidad vecina de Tamanrasset (80 km.) desde el mes de marzo del 2019 no tiene sacerdote, eso significa pasar meses enteros sin eucaristía, pero, “por los frutos los conoceréis,” nos dice Jesús: ¿no será más importante ser eucaristía, pan y vino para tanta gente que reclama su presencia? ¿Quién puede poner en duda que mis hermanos son una verdadera fraternidad eucarística y samaritana? Otras fraternidades a lo largo del mundo a pesar de tener algún hermano sacerdote en casa, por solidaridad con el común de los fieles decidieron no celebrar ninguna eucaristía hasta que abrieran las parroquias. Leer más…

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La Navidad de Jesús y nuestra Navidad bajo la COVID-19.

Lunes, 4 de enero de 2021
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navidad-maximino-cerezoLa Navidad del año 2020 tal vez sea la más parecida al verdadero nacimiento de Jesús bajo el emperador romano César Augusto.

Este emperador había mandado hacer un censo de todo el imperio. La intención no era sólo, como entre nosotros, contabilizar cuantos habitantes había. Era esto, pero con el propósito de cobrar un impuesto a cada habitante, que sumado al de todas las provincias se destinaba a mantener encendida la pira de fuego permanentemente y a sustentar los sacrificios de animales al emperador, que se presentaba y así era venerado, como dios. Tal imposición a todos los habitantes del imperio provocó revueltas entre los judíos.

Este hecho fue usado más tarde por los fariseos para tender una trampa Jesús: ¿debía pagar o no el impuesto al César? No se trataba del impuesto común, sino de aquel que cada persona del imperio debía pagar para alimentar los sacrificios al emperador-dios.

Para los judíos esto significaba un escándalo pues adoraban a un único Dios, Yavé; ¿cómo iban a poder pagar un impuesto para venerar a un falso dios, el emperador de Roma? Jesús se dio cuenta de la celada. Si aceptaba pagar el impuesto sería cómplice de adoración a un dios humano y falso, el emperador. Si se negaba, se indispondría con las autoridades imperiales al negarse a pagar el tributo en homenaje al emperador-dios.

Jesús dio una respuesta sabia: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. En otras palabras, dad al César –un hombre mortal y un falso dios– lo que es de César: el impuesto para los sacrificios; y a Dios –el único verdadero– lo que es de Dios: la adoración. No se trata de la separación entre la Iglesia y el Estado, como comúnmente se interpreta. La cuestión es otra: ¿cuál es el Dios verdadero? Denle a él lo que le corresponde, la adoración. Y al Cesar, el falso dios, lo que es del César: la moneda del impuesto. No mezclen a dios con Dios.

Pero volvamos al tema: La Navidad de 2020 se asemeja a la navidad de Jesús, como nunca antes en la historia. La familia de José y María encinta, es hija de la pobreza como la mayoría de nuestro pueblo. Las hospederías estaban llenas, como aquí los hospitales están llenos de gente contaminada por el virus. Como pobres, José y María tal vez no eran capaces de pagar los gastos, así como entre nosotros quien no es atendido por el SUS (Sistema Único de Saúde) no tiene cómo pagar los costes de un hospital particular. María estaba a punto de dar a luz. A la pareja no le quedó otra solución que refugiarse en un establo de animales, como hacen hoy tantos pobres que no tienen dónde dormir y se acuestan bajo las marquesinas o en un rincón de cualquier ciudad. Jesús nació fuera de la comunidad humana, entre animales, como tantos de nuestros hermanos y hermanas menores nacen en las periferias de las ciudades, fuera de los hospitales, en sus pobres casas.

Después de su nacimiento, el Niño fue amenazado muy pronto de muerte. Un genocida, el rey Herodes, mandó matar a todos los niños menores de dos años. ¿Cuántos niños en nuestro contexto son muertos por los nuevos Herodes vestidos de policías que matan a niños sentados a la puerta de sus casas? El llanto de las madres es el eco del llanto de Raquel en uno de los textos más conmovedores de todas las Escrituras: “En la Baixada (en Ramá) se oyó una voz, mucho llanto y muchos gemidos: es la madre llora a sus hijos muertos y no quiere ser consolada porque los perdió para siempre” (cf.Mt 2,18).

Por temor a ser descubierto y muerto, José tomó a María y al niño, atravesaron el desierto y se refugiaron en Egipto. Cuántos hoy, bajo amenaza de muerte por las guerras y por el hambre, tratan de entrar en Europa y en Estados Unidos. Muchos mueren ahogados, la mayoría es rechazada, como en la catoliquísima Polonia, y son discriminados; se llega a arrancar a los niños de sus padres, y se los encierra en jaulas, como pequeños animales. ¿Quién les enjugará las lágrimas? ¿Quién les quitará la saudade de sus padres queridos? Nuestra cultura se muestra cruel con los inocentes y con los inmigrantes forzados.

Después que murió el genocida Herodes, José tomó a María y al Niño y fueron a esconderse en un pueblecito, Nazaret, tan insignificante que ni siquiera consta en la Biblia. Allí el Niño “crecía y se fortalecía lleno de sabiduría” (Lc 2,40). Aprendió la profesión del padre, José, un fac-totum constructor de tejados y cosas de la casa, un carpintero. Era también un campesino que trabajaba el campo y aprendía a observar la naturaleza. Allí estuvo escondido hasta cumplir treinta años, cuando sintió el impulso de salir de casa y empezar la predicación de una revolución absoluta: “El tiempo de espera acabó. El gran cambio (Reino) está llegando. Cambien de vida y crean en la buena noticia” (cf.Mc 1,14): una transformación total de todas las relaciones entre los humanos y con la propia naturaleza.

Conocemos su fin trágico. Pasó por el mundo haciendo el bien (Mc 7,37; Hechos 10,39), curando a unos, devolviendo la vista a los ciegos, dando de comer a las multitudes y compadeciéndose siempre del pueblo pobre y sin rumbo en la vida. Los religiosos, confabulados con los políticos, lo prendieron, lo torturaron y lo asesinaron, crucificándolo.

Salgamos de estas “densas sombras” como dice el Papa Francisco en la Fratelli tutti. Volvamos la mirada clara al nacimiento de Jesús. Él nos muestra la forma como Dios quiso entrar en nuestra historia: anónimo y escondido. La presencia de Jesús no apareció en la crónica de Jerusalén ni mucho menos en la de Roma. Debemos aceptar esta forma escogida por Dios. Se realizó la lógica inversa a la nuestra: “todo niño quiere ser hombre; todo hombre quiere ser grande; todo grande quiere ser rey. Solo Dios quiso ser niño”. Y así sucedió.

Aquí resuenan los bellos versos del poeta portugués Fernando Pessoa:

Él es el Eterno Niño, el Dios que faltaba.
Él es tan humano que es natural,
Él es lo divino que ríe y juega.
Es un niño tan humano que es divino

Tales pensamientos traen a mi memoria a una persona de excepcional calidad espiritual. Fue ateo, marxista, de la Legión Extranjera. De repente sintió una conmoción profunda y se convirtió. Escogió el camino de Jesús, en medio de los pobres. Se hizo Hermanito de Jesús. Llegó a una profunda intimidad con Dios y lo llamaba siempre “el Amigo”. Vivía la fe según el código de la encarnación y decía: “Si Dios se hizo gente en Jesús, gente como nosotros, entonces hacía pipí… lloriqueaba pidiendo el pecho, hacía pucheros si tenía el pañal mojado”… Al principio le habría gustado más María, y después, crecidito, más José, cosa que los psicólogos explican en el proceso de la realización humana.

Fue creciendo como nuestros niños, observaba a las hormigas, tiraba piedras a los burros y, travieso, levantaba el vestidito a las niñas para molestarles, como imaginó irreverentemente Fernando Pessoa en su bello poema sobre Jesús Niño.

Ese hombre, amigo del Amigo, “imaginaba a María acunando a Jesús para que durmiera porque de tanto jugar fuera se excitaba mucho y le costaba cerrar los ojos; lavaba los pañales en el balde; cocinaba la papa para el Niño y comidas más fuertes para el trabajador, el buen José”.

Ese hombre espiritual italiano que vivió, muchas veces amenazado de muerte, en tantos países de América Latina y varios años en Brasil, Arturo Paoli, se alegraba interiormente con tales cavilaciones, porque las sentía y vivía como conmoción del corazón, de pura espiritualidad. Y lloraba con frecuencia de alegría interior. Era amigo del Papa que lo mandó a buscar con un coche a su pequeña ciudad a unos 70 km de Roma para pasar la tarde juntos y hablar de la liberación de los pobres y de la misericordia divina. Murió a los 103 años como un sabio y un santo.

No olvidemos el mensaje principal de Navidad: Dios está entre nosotros, asumiendo nuestra condition humaine, alegre y triste. Es un niño quien nos va a juzgar, no un juez severo. Y este niño sólo quiere jugar con nosotros y no rechazarnos nunca. Finalmente, el sentido más profundo de la Navidad es éste: nuestra humanidad, un día asumida por el Verbo de la vida, pertenece a Dios. Y Dios, por malos que seamos, sabe que venimos del polvo, y tiene con nosotros una misericordia infinita. Él nunca puede perder, ni va a permitir, que un hijo o una hija suya se pierdan. Así que a pesar de la Covid-19 podemos vivir una discreta alegría en la celebración familiar. Que la Navidad nos dé un poco de felicidad y mantenga en nosotros la esperanza del triunfo de la vida sobre la Covid-19.

Leonardo Boff

24 Diciembre 2020, servicioskoinonia.org

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Sara Lumbreras y Lluis Oviedo: ¿Qué pasará con la religión después de la COVID?

Martes, 29 de diciembre de 2020
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20131031_011553_1103lipcolAdemás, la pandemia nos ha forzado a reevaluar algunos de nuestros comportamientos y los recursos disponibles para afrontarla. La pandemia podría transformar nuestra manera de entender la fe religiosa, y esta fe renovada podría ser un apoyo fundamental para superar la situación a la que nos enfrentamos.

La percepción de lo religioso depende intensamente del contexto social y las circunstancias personales. Ciertos momentos pueden dotar a la experiencia religiosa de una intensidad especial que sería impensable en otros momentos. Sabemos que nuestro entorno tiene un efecto que con frecuencia es determinante en nuestro modo de experimentar la trascendencia. No es lo mismo el ajetreo de la ciudad que trasladarse a una aldea o vivir en el campo abierto. El caso del desierto es aún más extremo, y la historia de las religiones ofrece una larga lista de lugares sagrados por su relación con el medio natural. La experiencia tampoco es la misma en tiempos serenos y relajados que la que se vive en momentos difíciles. Estas variaciones se incluyen en la lista de factores que inciden en la experiencia religiosa, que va mucho más allá de la presencia de ciertas estructuras mentales que favorecen la percepción de agentes sobrenaturales – como indican los psicólogos cognitivistas – o la conveniencia de algunos rasgos que alientan conductas prosociales, como sugieren los evolucionistas.

Por otro lado, el fenómeno religioso – siempre elusivo y difícil de objetivar – ha sido observado a partir de sus funciones o bien de su utilidad para las personas y las sociedades. El planteamiento funcionalista ha sido siempre, al menos desde el gran sociólogo Emile Durkheim, una fuente de buena información sobre lo religioso, un acceso a esa realidad que nos revelaba, si no qué es, al menos qué hace o qué proveen las creencias y prácticas religiosas. Ciertamente, la sociología de la religión ha desarrollado varias propuestas y teorías que hoy enriquecen un repertorio denso y plural. También en nuestro tiempo la cuestión de la religión se plantea – de forma legítima – en torno a sus funciones y utilidad. Hasta cierto punto la cuestión tradicional sobre la credibilidad de una fe religiosa, como la cristiana, se expresa de forma más indirecta y práctica en términos de utilidad o de prestaciones que sirvan a personas y grupos. Si un conjunto de creencias no supera dicho test – si aportan o no algo práctico, si resuelven o no determinados problemas, entonces se vuelve irrelevante. La cultura que nos envuelve es eminentemente pragmática. De acuerdo con ella, si la religión no presta ningún servicio positivo (o si resulta en más impactos negativos que positivos) entonces no debería mantener un lugar en nuestras sociedades.

La religión se ha asociado tradicionalmente, entre otras, a tres funciones diferentes: proporcionar significado (1); prestar recursos para hacer frente a la angustia y las dificultades vividas (2), y establecer normas morales junto a la motivación para cumplirlas (3). Sin embargo, la gran difusión de una mentalidad secular comprende la religión como un conjunto de creencias y prácticas que se han vuelto superfluas, de poca o nula utilidad en las sociedades avanzadas. ¿Sigue siendo útil la religión o podemos sustituir las funciones que prestaba por medios más eficientes y actuales?

La pandemia de Covid-19 ha reactivado esta discusión: no es claro hasta qué punto la religión, al menos sus expresiones más evolucionadas y universales, todavía tiene sentido y puede ayudar en estos tiempos difíciles. Sabemos que las crisis pueden tener repercusiones en la espiritualidad y la fe. Según algunos, el humanismo renacentista surgió de la crisis multidimensional provocada por la peste, que tuvo un impacto profundo no solo en la salud pública, sino que también reestructuró la dinámica social, desafió la economía y transformó las percepciones existentes sobre ciencia y religión. Durante los peores momentos de la epidemia, los enfermos eran abandonados a su suerte incluso por sus mismas familias, lo que llevó a un marcado individualismo en los supervivientes. A la vez, se hizo patente que tanto las iglesias como la medicina de aquellos momentos eran completamente impotentes ante la infección. La confianza en ambas instituciones se vio quebrada de tal manera que el teocentrismo medieval acabó desapareciendo, y comenzó a construirse una nueva ciencia basada en la experimentación. ¿Cambiará también la pandemia de Covid el papel de la religión? Examinemos esta cuestión para cada una de sus funciones.

La primera función de la religión es la de proporcionar significado, especialmente en tiempos difíciles. El sociólogo alemán Niklas Luhmann solía atribuir a la religión la función de determinar lo indeterminado; o gestionar riesgos inmanejables (Luhmann, Funktion der Religion, 1977). Donde otros sistemas sociales agotan sus recursos debido al exceso de complejidad y a la incertidumbre, la religión acude al rescate. Como regla general, cuando aumentan la incertidumbre y el riesgo, la función de la religión se vuelve más necesaria y más difícil de reemplazar por medios seculares. Luhmann siguió madurando su teoría social de la religión para señalar después su función de contribuir a superar o desactivar las paradojas que inevitablemente surgen del funcionamiento de los sistemas sociales. Se trata de un nivel más abstracto, pero probablemente la pandemia que vivimos también pone en evidencia algunas de esas paradojas – como es el caso de abundancia y precariedad, de seguridad e incertidumbre – y puede de nuevo volver la función de la religión más necesaria.

Los estudios de la socióloga Crystal Park aportan más luz a ese respecto. Su enfoque es más empírico, y señala que la religión se convierte en una fuente de significado más necesaria cuando los medios habituales que proveen sentido a muchos se ven desbordados por las circunstancias o por crisis personales o sociales que generan demasiada tensión o se vuelven más amenazantes. Está bastante claro que la fe religiosa sigue siendo una fuente potente de significado, pero no es ni mucho menos la única. La fe religiosa coexiste con otros sistemas de proyección de sentido, o sistemas de creencias y valores, como, por ejemplo, la dimensión familiar, la realización profesional, los grandes ideales que nos motivan, las mejores amistades, o las experiencias más exaltantes que podemos vivir y sentir. La cuestión no es tanto cuál sea la fuente de sentido mejor o más segura, pues no es necesario concebirlas en competencia, o en un esquema de ‘suma cero’, sino en qué medida la fe religiosa mantiene un cierto espacio y funcionalidad cuando el sentido de la vida se construye de forma plural y a menudo un tanto fragmentada, o bien parcelada según momentos o situaciones vitales. La cuestión es en qué medida la fe religiosa mantiene un cierto espacio y funcionalidad en el contexto actual, que probablemente implica una reorganización de los sistemas de sentido [1].

La segunda función de la religión, la del afrontamiento, está estrechamente relacionada con la primera. Desde hace algunas décadas se estudia desde varios puntos de vista la capacidad de la religión para afrontar situaciones difíciles. La función de afrontamiento (religious coping) se vuelve aún más valiosa en tiempos de amenaza y angustia, de crisis (a nivel personal o social) e, intuitivamente, en la enfermedad o la proximidad de la muerte. Existe una abundante literatura científica que establece firmemente el alcance y la efectividad del afrontamiento religioso, convirtiéndose ahora en un amplio programa de investigación, que se inspira sobre todo en los trabajos pioneros de Kenneth Pargament y su equipo[2].

La situación que vivimos en estos meses confiere un valor especial a los recursos de afrontamiento, que se necesitan con carácter de urgencia cuando hay que afrontar la enfermedad en primera persona o en un ser querido -una experiencia demasiado habitual para muchos en estos tiempos convulsos. Existe evidencia anecdótica de que, para muchos, la oración ha sido más frecuente e intensa durante los tiempos de confinamiento. Encontramos también ejemplos como el artículo de Tanya Luhrmann en The New York Times, con el título “Cuando Dios es tu terapeuta”[3], señalando el papel fundamental que desempeñan muchas iglesias en el cuidado de quienes padecen trastornos psicológicos. Incluso la famosa revista The Economistseñalaba hace pocos meses la importante función que las iglesias y otras entidades sociales pueden desempeñar para hacer frente a síntomas similares al trastorno de estrés postraumático asociados al Covid-19 y su tratamiento [4]. Lo cierto es que las estrategias de afrontamiento no son exclusivas y que esa exigencia psicológica ante situaciones de gran estrés, o del creciente número de casos de depresión, ansiedad y otras patologías causadas por la prolongada pandemia, han incrementado esta necesidad[5]. De nuevo, la religión no es ni mucho menos la única estrategia de afrontamiento disponible; las redes familiares y sociales proporcionan un apoyo insustituible. La relación con la naturaleza, el deporte, el arte o la lectura pueden también proporcionar un apoyo valioso.

La tercera función que atribuimos a la religión también es tradicional: las creencias y prácticas religiosas ayudan a alimentar una actitud más responsable hacia los demás en momentos en que tal actitud es particularmente necesaria, pero no todo el mundo parece estar convencido de dichos deberes sociales. También en este caso, una gran cantidad de investigaciones ha tratado de comprender hasta qué punto la religión está relacionada con el comportamiento prosocial[6]. Cierto consenso apunta sólo a algunas religiones, las denominadas ‘Post-Axiales’ (entre las que se inscriben el cristianismo, el judaísmo, el islam o el budismo). Estas religiones enfatizan los deberes morales hacia los demás junto a la devoción religiosa o espiritual. En otras palabras, el vínculo entre religión y deber social no puede asumirse en todos los casos, pero se observa bajo ciertas condiciones que incluyen a las principales religiones que existen en la actualidad. A menudo se observa una orientación de preferencia hacia el propio grupo o los miembros de la misma religión, lo que vuelve dicha inclinación un tanto parcial. De todos modos, cabe esperar que las personas religiosas se comporten de forma más responsable y respetuosa hacia los demás, sobre todo en tiempos de emergencia sanitaria en los que se invita a la población a extremar las precauciones para no contagiar a otros. Cabe esperar que aquellos más sensibles hacia los demás, motivados por creencias religiosas más exigentes en ese campo, puedan asumir conductas más convenientes para ellos y para el conjunto de la población. En otros términos, sería previsible que una población más religiosa – en el sentido de una religión prosocial – pudiera seguir mejor las consignas que pudieran limitar los contagios.

Todas las religiones post-axiales comparten las tres funciones descritas, lo que permite conjeturar una posible convergencia interreligiosa, una tendencia que permitiría superar algunos de los problemas acuciantes asociados al exclusivismo y el fanatismo religioso, que probablemente constituyen los dos principales argumentos actuales en contra de la religión. El exclusivismo constituye una barrera lógica a la creencia religiosa (“Si una religión es cierta, entonces no pueden serlo las otras. Por tanto, ninguna es cierta”).  El fanatismo religioso sería la consecuencia más desastrosa del exclusivismo y el impacto negativo por el que muchos juzgan a la religión en su conjunto.

Sin embargo, parece cada vez más claro que las principales religiones puedan encontrarse y compartir sus propuestas más profundas, o bien reconocerse mutuamente no tanto como instancias en competencia, sino como propuestas que colaboran a varios niveles para contribuir de manera positiva a las sociedades. Las religiones, según este principio, proporcionan significado, una estrategia de afrontamiento ante el dolor y también valores para guiar las decisiones personales para el bien común. Dichas prestaciones implican una cierta convergencia hacia objetivos comunes, o bien la asunción de prioridades en momentos difíciles que obligan a relativizar otros componentes y objetivos en cada forma religiosa: ahora, lo primero es hacer frente a la pandemia, y en eso estamos todos implicados.

Aunque la religión es mucho más que estas tres funciones, y el análisis en clave funcionalista es claramente parcial, evaluarlas debería ser el primer paso para valorar qué nos aporta la religión desde un punto de vista social, y clarificar si tiene sentido en un contexto que algunos sociólogos describen como ‘postsecular’. Si la religión contribuye de manera positiva a la realización de estas funciones, entonces su papel práctico en las sociedades debería reconocerse.

Necesitamos ir más allá de una visión simplista que identifica la religión con un sentimiento espiritual vago, cercano a lo estético y desprovisto de cualquier efecto práctico. Si la fe y la experiencia religiosa no tienen un impacto práctico en la vida de las personas, entonces es que no tienen demasiado sentido. Si, por el contrario, la fe nos resulta útil o sigue prestando funciones convenientes, seguirá teniendo un papel en nuestras sociedades. Ahora bien, parece bastante claro que la función de la religión en las sociedades avanzadas evoluciona con el tiempo y según circunstancias cambiantes. La pandemia ha introducido niveles de riesgo e incertidumbre, además de un incremento de trastornos mentales, que vuelve el recurso a la dimensión religiosa más necesario, su función más urgente. La situación actual invita a superar esquemas más reductivos en el tratamiento de lo religioso, y también a ir más allá de los modelos de secularización que se concibieron a partir de una cierta concurrencia entre las agencias religiosas y entidades políticas, educativas u otras. La idea de post-secularización implica más bien alcanzar un cierto nivel de integración constructiva y de colaboración entre esos sistemas sociales, cada uno con sus propias prestaciones y servicios. Como consecuencia, la percepción que precipita el actual estado de emergencia sanitaria invita a la fe religiosa a integrarse mejor en el conjunto social y con los demás sistemas o propuestas que tratan de afrontar la presente crisis, como es el sistema sanitario, el de la investigación científica, el de información, y el de gestión política. Además, dicha integración invita a las religiones a abandonar formas exclusivistas y a asumir un formato de convergencia y colaboración de cara al bien común. Este es un punto en el que insiste el Papa Francisco y su reciente encíclica Fratelli tutti, un punto que la pandemia ha evidenciado todavía más.

Es posible que la experiencia de la pandemia haya transformado nuestra manera de entender nuestro papel en el mundo. En un contexto de sociedad del cansancio, de estrés crónico generalizado, de valorar la economía y la productividad por encima de todo, la pandemia nos ha puesto de bruces con nuestra vulnerabilidad y la de nuestros seres queridos y, lo que es más importante, con las incongruencias entre los valores y la organización de la propia vida. Muchos han sentido de manera íntima e intensa la necesidad de sentido más allá del materialismo consumista en el que nuestras sociedades llevaban décadas funcionando de manera inconsciente y cada vez más insostenible. La confianza en las instituciones se ha visto gravemente erosionada y sigue deteriorándose, al igual que nuestro sistema económico. Cuando algo se destruye es necesario sustituirlo por algo que cumpla mejor las funciones faltantes. La pandemia está transformando nuestras sociedades, nuestra economía y nuestra ciencia. Si aprovechamos las oportunidades que vengan más allá de las tragedias que nos asolan ahora, podemos construir un mundo más sostenible y justo, una economía más humana y una ciencia más humilde, prudente y transparente. La religión puede contribuir a esta tarea aportando sentido, apoyando en los momentos difíciles y fomentando la cooperación desde un marco integrador. Esperamos que así sea.

Sara Lumbreras y Lluis Oviedo

Fronterasctr – Cátedra Ayala CTR

 [1]Park, Crystal L. “Making sense of the meaning literature: an integrative review of meaning making and its effects on adjustment to stressful life events.” Psychological bulletin 136.2 (2010): 257.

[2]The psychology of religion and coping: theory, research, practice. Kenneth I. Pargament. Guilford Press, New York, 1997.

[3]https://www.nytimes.com/2013/04/14/opinion/sunday/luhrmann-when-god-is-your-therapist.html

[4]https://www.economist.com/international/2020/08/29/worldwide-covid-19-is-causing-a-new-form-of-collective-trauma

[5]LixiaGuo,  MingzhouYu,WenyingJiang, HaiyanWang,Thepsychological and mental impact of coronavirus disease 2019 (COVID-19) on medical staff and general public – A systematic review and meta-analysis, Psychiatry Research291 (2020) 113190; https://doi.org/10.1016/j.psychres.2020.113190

[6]Para revisiones de la extensa bibliografía disponible: Preston, Jesse Lee, Ryan S. Ritter, and J. Ivan Hernandez (2010), Principles of Religious Prosociality: A Review and Reformulation, Social and Personality, Psychology Compass4/8: 574–590;Galen, Luke. W. (2012). Does religious belief promote prosociality? A critical examination. Psychological Bulletin, 138, 876 –906.

Sara Lumbreras es profesora de la Escuela Superior de Ingeniería (ICAI) e investigadora del Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas. Además es miembro del Consejo Asesor de la Cátedra Francisco José Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión.

Lluis Oviedo es profesor de la Universidad Antonianum de Roma y colaborador de la Cátedra Francisco José Ayala de Ciencia, Tecnología y Religión.

Fuente Fe Adulta

Budismo, Cristianismo (Iglesias), General, Hinduísmo, Islam, Judaísmo , ,

Ignacio Ramonet: La pandemia está estableciendo la crisis del modelo neoliberal.

Sábado, 26 de diciembre de 2020
Comentarios desactivados en Ignacio Ramonet: La pandemia está estableciendo la crisis del modelo neoliberal.

289FB359-F4B3-48EF-B540-5CB34F4A24CC“Vamos a ver muchos Gobiernos cambiar de color por los efectos de la pandemia”

En Europa va a haber una gran sufrimiento social aunque haya mucho capital para ayudar”

Es la primera vez desde el principio del siglo XX que hay una crisis mundial y que EEUU no tiene un rol de protagonista”

Su nombre está asociado desde hace décadas a la publicación periodística Le Monde Diplomatique tanto en Francia como nuestro país. Este periodista y catedrático de teoría de la comunicación fue también el impulsor del movimiento ATTAC, protagonistas en el movimiento antiglobalización con eventos tan destacados como el Foro Social de Porto Alegre y las sucesivas ediciones. Prolífico autor de libros, premiado en diferentes ocasiones y Doctor Honoris Causa por varias universidades. Durante el inicio del confinamiento estuvo en Cuba. Desde allí, Ignacio Ramonet (Redondela, Galicia, 1943) escribió un extenso ensayo con sus reflexiones sobre el mundo actual y futuro en medio de una pandemia sin precedentes. De esos pensamientos, y ya desde París donde reside habitualmente, tenemos el placer de hablar con él en cuarto poder.

-Ha definido la pandemia como un “hecho social total”. ¿Qué significa?

-Es una expresión que algunos sociólogos utilizan. En particular, un sociólogo de gran referencia como Norbert Elias. ¿Qué es un hecho social total? Pues a veces en la historia se producen acontecimientos, por ejemplo una guerra, que tienen repercusiones en todos los ámbitos de la sociedad. Primero en la organización misma de la sociedad, en la economía, en la cultura, en la política, en la organización de la vida de la gente. La pandemia, tal y como nos ha sorprendido, ha funcionado y está funcionando como un hecho social total. Realmente hay pocos espacios en nuestra vida cotidiana y en la de las sociedades que no se hayan visto afectadas de manera particularmente impactante por la pandemia.

-Ha señalado, al igual que otras muchas personas, que el mundo y la vida no va a ser igual cuando acabe todo. Parece que lo tenemos todos claro

-Yo creo que sí. Bueno, todos no, ha habido una serie de intelectuales que han dicho que todo sería exactamente igual. Por ejemplo aquí en Francia, Michel Houellebecq escribió un texto diciendo que después de la pandemia todo será igual. ¿En qué sentido todo seguirá igual? Bueno, seguiremos en una sociedad vertical, el capitalismo no se habrá derrumbado, las grandes empresas seguirán teniendo un rol determinante…En ese aspecto no cabe duda de que la estructuración, el esqueleto portador de la sociedad, probablemente no se va a mover, al menos en un primer tiempo. Pero sí que muchas cosas ya se están moviendo. Y podemos decir quizás que muchas han cambiado ya. Por ejemplo la cuestión del teletrabajo. Hoy día es conocido que, en particular en nuestras sociedades desarrolladas, cantidad de gente piensa que ir a la oficina cada día tiene cada vez menos sentido. Y que durante estos meses se ha demostrado que se puede trabajar perfectamente igual desde casa.

Por otro lado, una parte del consumo virtual se ha podido hacer de manera virtual. Globalmente la aceleración de toda la virtualidad, de todo el universo de internet, no cabe duda de que aunque ya estaba bien anclada en nuestras sociedades, ha conocido una aceleración muy notable. No es una casualidad que precisamente las empresas del GAFA (Google, Amazon, Facebook, Apple) sean las que más han ganado y las que menos han sufrido con esta pandemia. Así podríamos decir que muchas cosas se han modificado. Probablemente también, aunque decía antes que el capitalismo se va a mantener, el neoliberalismo como lo habíamos conocido hasta ahora probablemente no va a ser posible. Porque esta pandemia tiene tres tiempos. Estamos viviendo el tiempo sanitario, que es el más importante en esta fase. Pero ya está viniendo el tiempo económica, y la pandemia económica va a ser de una brutalidad desconocida. Las cifras últimas publicadas sobre las expectativas de la economía española, la situación de los bancos en España…Todo esto da una idea de la colosal tempestad que están viviendo las economías. Y el tercer tiempo va a ser el social. No sabe duda de que si las economías sufren, quienes van a sufrir van a ser los trabajadores a todo nivel. Por consiguiente eso va a producir aquí y allá protestas o revueltas. Y sea electoralmente o por otras vías, vamos a ver muchos Gobiernos cambiar de color por los efectos de la pandemia.

-Se está haciendo también mucho hincapié, especialmente a nivel europeo, en que la crisis no la paguen los de siempre como ocurrió en 2008. ¿Debemos ser algo optimistas con esto?

-Por ejemplo, un país del Sur cualquiera. ¿De qué vive? La mayoría viven de tres cosas. La mayoría de países de África, América Latina, de gran parte de Asia, viven de tres cosas. O bien de las exportaciones de los productos del suelo o subsuelo, la minería o la agricultura. Segundo, de las remesas que envían sus trabajadores emigrados. Y tercero, en algunos de ellos, del turismo. Estas fuentes de recursos hoy día están muy impactadas por la pandemia. El turismo está con un encefalograma plano. Las remesas, como la mayoría de estos trabajadores está en los países desarrollados, y que evidentemente, van a entrar en una crisis colosas, van a disminuir masivamente. Como por otra parte la economía está medio paralizada, las exportaciones también están de capa caída. Entonces, imagina cuando en un país se caen estos tres recurso, obviamente el número de quiebras va a ser colosal. Cuando quiebran las empresas, quienes sufren son los bancos. Porque han dado créditos para que las empresas funciones. Por tanto, el propio sistema bancario se puede derrumbar en muchos países.

Esto es lo que normalmente podría haber ocurrido en Europa. No va a ocurrir por el acuerdo que se logró. Porque la UE que ve venir esta situación, está dispuesta a endeudarse sin límite para que precisamente todo el sistema bancario, que es un poco el sistema de riego sanguíneo de la economía europea, no dé quiebra y colapse. En Europa va a haber un gran sufrimiento social aunque haya mucho capital para ayudar. Pero eso no va a cambiar el hecho de que mucha gente vaya a perder su empleo. En Francia, por ejemplo, el propio presidente anunció hace dos semanas que se espera en otoño próximo la pérdida de un millón de puestos de trabajo. Es enorme, si piensas que cada puesto de trabajo hace vivir a dos o tres persona.

-Cambiando de tema, hay muchas referencias, y también las describía usted en el artículo, sobre la irrupción de la vigilancia masiva digital. Supongo que en este tipo de situaciones hay riesgos y beneficios dentro de una crisis sanitaria

-La era digital, en la que ya estábamos desde hace unos 30 años, ahora ha alcanzado una normalidad. El mundo actual es el mundo de la virtualidad. Para los que aún dudaban de si estábamos en una prolongación de la era industrial, pues ahora estamos en la era virtual y de la ciber actividad. Por consiguiente, eso significa que cada vez que toco una tecla en mi computadora, teléfono o Ipad, estoy dejando una huella de lo que hago. Por consiguiente, no cabe duda de que ahora sí que se confirma algo que algunos ya habíamos predicho desde hace bastante tiempo. Y es que los datos que cada uno damos de nosotros pasan a ser una materia prima de alto valor y que probablemente pueden transformarse en la materia prima de la era digital. Eso va a tener un valor económico en la medida en la que en el mundo del 5G y Big Data, se va a trabajar exclusivamente con datos. En el mejor de los casos para conocer mejor desde el punto de vista comercial o publicitario todas las simpatías y deseos de los individuos. Pero además eso va a permitir a las grandes empresas digitales y a los Gobiernos e institutos de inteligencia para tener un conocimiento muy fino de cada uno de nosotros.

Entonces, la idea de que precisamente haya una especie de Big Brother que conozca a cada uno de los 7.000 millones de habitantes del planeta, o los 5.000 que usan constantemente internet, eso, que era ciencia ficción cuando Orwell escribió 1984, está siendo cada día más real. Yo escribí hace poco un libro llamado El imperio de la vigilancia y creo que me quedé corto. Porque con la pandemia esto se ha confirmado completamente. Antes podían decir que era un poco paranoico y cosas así pero ahora es la realidad.

-Una de las cosas por las que más se le conoce fue su lucha en el movimiento antiglobalización y la fundación de ATTAC. Han pasado varias décadas pero, ¿cómo se relacionan las críticas que ya se hacían entonces sobre el mundo con la realidad actual en plena pandemia?

-Nosotros lanzamos el movimiento hace unos 20 con la idea de “Otro mundo es posible” y con el Foro Social. La crisis de 2008, que fue financiera y de crédito, ya nos dio la razón de que obviamente la globalización, es decir el neoliberalismo globalizado, nos conducía hacia un mundo en el que cada vez habría más gente cada día más rica y gente cada vez más pobre relativamente. Hoy, el 1% de la población más rica posee más de la mitad de la riqueza del mundo. Hoy día, si quieres esta desigualdad salta tanto a la vista que el escándalo se ha generalizado.

La pandemia está estableciendo también la crisis del modelo neoliberal. Por ejemplo, hemos visto como muchos países se han cerrado, como muchos países apuestan por el mercado interior. La crisis ha demostrado que, por ejemplo, en Europa no se fabricaban mascarillas, paracetamol, respiradores… Sabemos que habrá otras crisis, porque en los últimos 15 ha habido otras tres crisis epidemiológicas aunque no hayan concernido a Europa. El SARS y el MERS han sido crisis muy graves para Asia. Nadie puede decir que no habrá otra crisis pandémica de aquí a 5 o 10 años. No tenemos autonomía en materia de producción de lo que es mínimamente indispensable para combatir una amenaza de este tipo. Todo este modelo que consistía en fabricarlo todo con trabajadores mal pagados en el otro lado del mundo es que el hoy tenemos, a la vez por razones económicas, sanitarias y ecológicas. No nos olvidemos de una importante, que la pandemia no es más que una manifestación de la crisis ecológica. Porque el virus ha surgido por el desprecio a la naturaleza, por el ataque constante a ella y en particular a los animales salvajes. Y el virus ha saltado precisamente por ese desprecio. No podemos seguir fabricando una camisa al otro lado del mundo que va a ser transportada y consumiendo una cantidad excepcional de petróleo y energía para luego ser vendida a un precio ridículo. Es impensable. Este tipo de modelo es al que hoy, por razones económicas, ecológicas y políticas, la sociedad debería rechazar.

-A nivel geopolítico nos preguntamos mucho el papel que van a cumplir ahora China y EEUU. ¿Podemos ver algún cambio en el equilibrio entre fuerzas?

-En el aspecto geopolítico vamos a decir algo que es lo más central. Es la primera vez desde el principio del siglo XX que hay una crisis mundial y que EEUU no tiene un rol de protagonista. Esto no se ha visto nunca hasta ahora. Su intervención en la I Guerra Mundial fue decisiva, en 1944 también. Y desde los años 50, EEUU ha estado en todas las partes. Esta vez no han enviado una mascarilla a nadie. No han enviado una jeringuilla ni personal médico a nadie. Esta ausencia da una idea de la debilidad de EEUU. El país más impactado por la pandemia es EEUU, por una conducción política completamente errática, equivocada, con un problema de liderazgo enorme que pone en riesgo la continuidad de Trump, tal y como lo dicen los sondeos. Solo esto ya es una indicación de cómo la pandemia está modificando la geopolítica. Por otra parte también, la pandemia detuvo todos los conflictos en el mundo durante unas semanas, con mucha más eficacia que la ONU. Otra cosa, las Naciones Unidas han estado absolutamente ausentes en esta crisis. No se han oído iniciativas. Por tanto, hay algo en la estructuración y funcionamiento geopolítico hasta ahora que demuestra que tal y como funcionaba el mundo, éste no era eficaz.

Sobre China podríamos decir dos cosas. Primero, tiene una responsabilidad en la medida que el virus surgió allí y no pudo impedir que saliera. Por otra parte, China ha combatido con gran eficacia la pandemia y es el país que ha ayudado enormemente a otros países, enviando medicamentos, médicos, etc.

-Estuvo en Cuba durante las primeras semanas de confinamiento. Ha alabado su gestión de la pandemia, ¿por qué?

-Cuba ha combatido la pandemia con mucha eficacia sin declarar un confinamiento obligatorio, pero con mucha disciplina social, con mucho voluntarismo y de manera bastante inteligente, y con una organización social muy eficaz. Por otra parte también, Cuba no ha dudado en enviar a cerca de 45 países brigadas médicas con personal: Italia, Andorra, las posesiones de Francia en el Caribe, en América Latina o África. Cuba sí ha dado muestras de un internacionalismo solidario y creo que esto vale la pena subrayarlo. Infelizmente los grandes medios de comunicación europeos no lo subrayan. Por otra parte observamos que la UE ha publicado una lista de los países con los que se puede aceptar viajero y veo que no está Cuba, que es uno de los países que menos casos tiene en el mundo. Para darte una idea, Cuba tiene más o menos la misma población que Bélgica, 10-11 millones de habitantes. Bélgica tiene 9.000 muertes. Cuba sólo 85. Entonces, evidentemente hay una manera de afrontar esta cuestión desde el punto de vista sanitaria que demuestra lo que se sabía ya, que Cuba es una gran potencia médica. Pero que es una gran potencia con una generosidad y solidaridad espectacular cuando muy pocos países en el mundo han enviado ayuda a tantos países.

Miguel Muñoz

Fuente Fe Adulta

Espiritualidad, General ,

Gerardo Villar: Carta para una familia en Belén.

Jueves, 24 de diciembre de 2020
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Adviento Sagrada Familia (eligelavida)Amigos José y María: Todos los años celebramos el nacimiento de Jesús. Pero este año con el coronavirus, os voy a mandar ciertas advertencias para que las tengáis en cuenta, no vaya a ser que, con la covid, agarréis la enfermedad y lo compliquemos todo.

Ya sé que marcháis con tiempo hacia Belén porque si os pilla un confinamiento, por menos de nada, os quedáis encerrados a medio camino.

. Al hacer los trámites o papeleo, cuidado con estar junto a muchas personas. No paséis de media docena. Y vosotros sois tantos de familia y de antepasados….

. Cuidado al ir por las casas pidiendo posada, no os contagiéis.

. Que los pastores pasen a la cueva en turnos, para que nunca estéis más de seis personas.

. Y no se os olvide la mascarilla. Bueno, a Jesús no se la pongáis porque es tan pequeño…

. No sabéis los días que vais a tener que permanecer. A ver si hay suerte y no os confinan. Por eso, llevad un poco más de ropa y comida.

. Cuando nazca el Niño, dejadle en el pesebre. Primero lo purificáis con vuestras manos y lo dejáis sobre las telas tan limpias y desinfectadas que le ha preparado María

. Conviene que los ángeles canten bajito. Que es perjudicial el cantar muy fuerte y además en lugar pequeño. Y ojo, nada de muchos ángeles.

. Tenéis una ventaja: dicen que hace falta buena ventilación. Aire ya os sobra, el que entra por la boca de la cueva.

. Y este año, nada de cantos. Tenéis más tiempo para contemplar a Jesús y para hablar entre vosotros dos.

. Cuidado con las visitas, que Herodes es capaz de mandaros algún soldado contagiado. Así que silencio y recogimiento.

. Como sois tan espirituales los dos, vais a tener tiempo para dedicarlo a contemplar a vuestro Hijo y a decirle bajito vuestros cariños y alegrías.

. Ojo: limpiad las piedras y los troncos en que se sienten los que os visiten. Pasad luego un paño para limpiar. Y salvo, María, Jesús y José, guardad las distancias. Eso sí, haced una pequeña trampa y dejad darle un beso al Niño, que ese no puede transmitir nada malo.

. Si podéis, cuando lleguen los magos, mirad a ver si traen de oriente alguna hierba rara que cure los males y encargadle gran cantidad a ver si curan como vacuna este virus de la pandemia.

Y nada más. Felicidades y un beso para el Niño.

Gerardo Villar

Fuente Fe Adulta

Biblia, Espiritualidad ,

“¿Quién es mi familia esta Navidad?”, por Carlos Osma

Jueves, 24 de diciembre de 2020
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Cheerful young man wearing Santa Claus hat greeting his family on New Year's Day, texting messages online on mobile phone. Funny hipster wishing Merry Christmas to his friends using electronic device De su blog Homoprotestantes:

Las diferentes medidas que los gobiernos están tomando para que las celebraciones de Navidad no sean el detonante de lo que se intuye como una tercera ola del coronavirus, nos obligan a algunos a tener que preguntarnos cosas como: ¿Quién forma parte de mi familia? Y es que, ante la necesidad de escoger a los afortunados familiares con los que podremos sentarnos a comer el turrón en Nochebuena sin sobrepasar el maravilloso número diez, debemos decidir cuál es el criterio que convierte a una persona en parte de nuestra familia. ¿El color de los ojos? ¿el apellido? ¿la afinidad religiosa? ¿el ADN? ¿el coeficiente intelectual? ¿la definición del diccionario? ¿lo que diga la Biblia?

Cierto es, que muchas personas no tendrán que debanarse los sesos para responder a estas preguntas, de hecho ni se las plantearán, porque llegar a diez comensales con los que compartir el pavo relleno, les es misión imposible. Otras, darán gracias a Dios de poder escaquearse, y enviarán un WhatsApp al grupo “Christmas family 2020” explicando que por precaución y responsabilidad este año no asistirán a tan deseado encuentro. Añadirán después, claro está, el Emoji “¡que triste estoy!”. Sin embargo, no todo el mundo tiene la misma fortuna, e inevitablemente estarán abocados a responderse cuestiones como: Mi hermana Rocío a la que no veo en todo el año, y que no vino a mi boda por homofobia, ¿es mi familia? Mi tío Antonio que me sigue llamando Alejandra, cuando ya por fin en mi DNI pone Alex, ¿es mi familia? Y mi amiga Miriam, que es la persona que más nos ha apoyado a Mertxe y a mí para que seamos madres, ¿por qué consideran algunos que no es mi familia?

Cristianas y cristianos de todo el mundo celebramos en Navidad el nacimiento de Jesús, la irrupción de la salvación enviada por Dios al mundo. Este acontecimiento lo presentan los evangelistas Mateo y Lucas como un espacio de encuentro entre María, José y Jesús, con ángeles, pastores, ovejas, estrellas y sabios. Si los evangelistas hubiesen integrado una pandemia mundial en sus construcciones teológicas, y el rey Herodes hubiera impedido reunirse aquel día a quienes no formaran parte de la misma familia (entendida esta de forma sanguínea, o sanguinaria como dice mi amiga Lucy), ni el mismo José hubiese podido estar presente, y la joven María tendría un parto de lo más solitario que se recuerda. Algo que, por otra parte, conectaría con la experiencia de las mujeres que este año han dado a luz en soledad debido a la covid-19, o también con la de aquellas que lo hacen desde hace mucho tiempo debido a otras pandemias como la lesbofobia, la pobreza, la transfobia, la guerra, o la explotación sexual.

Y siguiendo con la teología ficción sobre las burbujas de convivencia de las que Jesús formaba parte, es evidente que si el índice de rebrote hubiese estado por encima de mil pocos días antes de la crucifixión de Jesús, y Pilato hubiera decretado que las cenas debían reducirse únicamente a diez personas de la misma familia (tal y como la entendía él en aquel momento, claro), en la última cena no hubiera habido discípulo amado acurrucándose al lado de Jesús, ni Pedro llevándole la contraria, ni traidores como Judas. De hecho el pobre Jesús, como muchas personas este y otros años, se hubiera quedado más solo que la una. Tampoco hubieran tenido lugar las comidas que Jesús hacía a menudo con pecadores, comilones, bebedores o cobradores de impuestos. Ni la pobre María, la hermana de Marta y Lázaro, que no compartía ni una gota de sangre con Jesús, le hubiera podido ungir al maestro con un perfume de nardo puro. Y a los pies de la cruz, no hubieran acudido ni María Magdalena, ni el discípulo al que Jesús amaba. Lo acompañarían únicamente su madre y una tía, que por otra parte, son dos personas más que las que han acompañado a muchos de los que este año han fallecido por la pandemia.

¿Quién es de mi familia? Jesús contestó a esta pregunta diciendo que su familia no estaba determinada por la sangre ni por las disposiciones legales, y  que su madre y sus hermanos eran quienes aceptaban la llamada de Dios, al que él consideraba Padre. No deja de sorprender, por tanto, que tantas iglesias se erijan en defensoras de la familia biológica como único criterio para determinar quién es, o quién no es, familia. La familia tan atípica y disfuncional de Jesús, seguro que la compararían con la unión de un hombre con un animal, o la tacharían de provocación para desestabilizar las instituciones divinas. Pero hay que reconocer que también a nosotros nos resulta incómoda su propuesta, porque no la fundamenta en el amor entre sus miembros (al menos en un primer momento), sino en el amor de Dios que nos convierte en hijos e hijas suyos, y por tanto, en hermanas y hermanos. ¿Son mi familia quienes me discriminan, pero tratan de seguir al Dios de Jesús? ¿Realmente sigue al Dios de Jesús quienes hacen esto? ¿No son unos mentirosos quienes dicen que aman a Dios, pero aborrecen o discriminan a sus hermanas y hermanos?

Soy consciente de que la visión de Jesús sobre la familia es más inclusiva que la mía. Él considera que son mis hermanos y hermanas mucha gente con la que yo jamás me sentaría en la misma mesa el día de Navidad. La homofobia y el fundamentalismo son dos virus más letales que la covid-19, así que por experiencia sé que es necesario protegerse y no minimizar o relativizar su capacidad de destrucción. En demasiadas comidas de Navidad tuve que ponerme una mascarilla para taparme la boca, así que prefiero no tener que hacerlo más. Este año pediré a Dios que, como el de la covid-19, estos virus desaparezcan pronto, o que algún día no muy lejano haya una vacuna que cure a personas que he querido mucho. Pero por mi seguridad y la de mi familia, ni la sangre, ni decir que se sigue al Dios de Jesús, serán los criterios que utilizaré para saber quien es mi familia y con quién he de sentarme en Nochebuena o Navidad. Utilizaré otros que sé que son más restrictivos que los que me propone Jesús, pero son los que en este momento me hacen sentir seguro: mi familia son las personas con las que comparto la vida, que me quieren, y a las que yo quiero.

 Carlos Osma

Consulta dónde encontrar “Solo un Jesús marica puede salvarnos”

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En Chile, la pandemia metió en el closet a muchas personas LGBT+

Sábado, 19 de diciembre de 2020
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750x336xsalir-del-closet-coming-out-e1417514202872.jpg.pagespeed.ic.Lvy0A2Gp3WPor Erika Montecinos*

Hay muchos desafíos para las comunidades LGBTIQ+ cuando se desatan emergencias y, sobre todo, en una crisis de salud pública como la que hemos vivenciado este 2020. Con esta columna quiero exponer mi perspectiva como mujer lesbiana y coordinadora de la Agrupación LésBIca Rompiendo El Silencio, en lo que han sido las crisis sociales y económicas que se han desatado en Chile, donde nuevamente las más invisibilizadas son las comunidades LGBTIQ+.

Hoy la pandemia nos obliga al encierro, las precauciones, las medidas, a no confiar en quienes tienes cerca y, si bien, para algunes puede ser una oportunidad para parar un poco ante la vorágine de la vida diaria de consumismo que llevábamos, para otres el encierro se convierte en un calvario. Le pasa a las mujeres cisgénero que obligadamente conviven con un agresor y deben asumir dobles, hasta triples tareas con el teletrabajo y les hijes de los cuales hacerse cargo.

Las recientes encuestas revelan lo que todes sabemos: un porcentaje muy bajo de esos maridos ayuda en las labores de la casa a su compañera en pandemia. Asimismo, las parejas del mismo sexo también cargan con problemáticas de violencia proveniente de los roles impuestos y cuya invisibilidad en este contexto les juega más en contra.

Pero también existe la realidad poco difundida de les jóvenes lesbianas, bisexuales, gays y trans que deben convivir o volver con su familias en pandemia. En este contexto, se ha denunciado aumento de violencia en el entorno, en que se suman algunos familiares que les agreden por su forma de sentir, vestir o expresarse. La familia que debería ser tu refugio en tiempos de crisis, se convierten para LGBTIQ+ en sus principales verdugos. Así, por ejemplo, se comienzan a conocer casos como el de una joven lesbiana amenazada de violación correctiva por su padrastro o de un joven gay cuya tía y primas con las cuales convive, se burlan de su expresión de género. Realidades que no se consideran en las políticas públicas o si se hacen, se realizan desde el total desconocimiento de las realidades propias de comunidades marginadas.

Frente a este abandono, el contexto actual se ha transformado en el regreso a un closet obligatorio y asfixiante. Las comunidades LGBTIQ+ necesitan contención y apoyo. El Estado de Chile aún no da cabida plena a las personas LGBTIQ+, las invisibiliza, no las muestra o, peor aún, cuesta mucho que impulse cambios legales para mejorar sus condiciones de vida. Al menos en Chile, el Senado ha tomado cartas en el asunto y ha promovido la instalación de una mesa en que se abordan estos temas en conjunto con la sociedad civil. En dicha mesa se construyó una agenda de género y diversidad sexual en contexto COVID, de la cual, pese a las buenas intenciones de la senadora Adriana Muñoz, no ha visto aún su impacto en el gobierno con alguna política pública. ¡Es más! La subsecretaria de derechos humanos no tenía idea de la existencia de esta agenda. Insólito.

Entonces, es necesario tener una mirada más amplia de aquellas políticas que se llevan a cabo. Países como Argentina han incorporado en sus servicios esa mirada; es decir, visibilizan y entienden que la disidencia sexual debe ser considerada con sus propias problemáticas y especificidades. Como Agrupación exigimos que las medidas propuestas tengan una mirada interseccional, eso quiere decir que se incluyan en las experiencias y realidades de las mujeres, la clase, la raza, la orientación sexual, la identidad y la expresión de género, porque todas ellas son diferentes y diversas manifestaciones de violencia que no están visibilizadas ni nombradas. Es momento de abrir #ElOtroCloset, conversar, visibilizar y tomar cartas en el asunto.

*Coordinadora Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio

Fuente Agencia Presentes

General, Homofobia/ Transfobia. , , , ,

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