En su histórica sentencia del 6 de septiembre de 2018, la Corte Suprema de la India derogaba la sección 377 del Código Penal, que castigaba las relaciones homosexuales con penas de hasta 10 años de prisión. El alto tribunal argumentaba lo siguiente: «La orientación sexual es uno de los muchos fenómenos biológicos descritos como naturales e inherentes. Se consideran parte de la libertad de expresión. La moralidad constitucional urge a los órganos del Estado, incluyendo el poder judicial, a proteger la heterogeneidad y prevenir la imposición de la percepción popular sobre las minorías. Los derechos fundamentales de cada individuo no pueden ser violados». Pero además en el fallo se pedía al Gobierno que implementase todas aquellas medidas que asegurasen que las personas homosexuales no fueran objeto de discriminación, incluyendo formación de los cuerpos policiales y medidas de sensibilización.
A la luz de este criterio, los defensores de los derechos civiles de las personas LGTB de la India decidieron presentar ante la Corte Suprema una petición de revisión de la sentencia, de manera que también dictaminase la inconstitucionalidad de las distintas legislaciones que discriminan por razón de la orientación sexual o identidad de género de los ciudadanos. Según la petición, «los derechos LGTB no están reconocidos como parte de los derechos humanos. El no reconocimiento de los matrimonios entre personas del mismo sexo (Ley de Matrimonio de la India de 1954), la imposibilidad del acceso a la adopción, a la maternidad subrogada, a la fecundación in vitro (solo prohibida a personas LGTB) viola los artículos 14, 15, 19, 21, 29 [de la Constitución]. La discriminación basada únicamente en la orientación sexual viola los artículos 14, 15 y 21 en relación con la Ley del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea».
La petición de revisión incidía sobre todo en denunciar la grave discriminación que representa que las personas abiertamente LGTB no puedan servir en el ejército, o que la institución del matrimonio esté vetada a las parejas del mismo sexo. El texto presentado ante el alto tribunal indio señalaba que «tanto las relaciones entre personas del mismo sexo como las de distinto sexo son consecuencia de una atracción o motivación entre personas de carácter privado. Si bien las circunstancias son similares, se les trata de manera desigual, es decir, se reconoce el matrimonio entre heterosexuales que mantienen una relación entre personas de distinto sexo, pero no se reconoce ese derecho a los homosexuales que mantienen una relación entre personas del mismo sexo». El alegato añadía que la negativa a la institución del matrimonio para las parejas del mismo sexo «causa daños psicológicos, sociales y emocionales, es inmoral. En comparación con el daño imaginario a las normas sociales que no tiene base en un tribunal de justicia. También va en contra de la salud pública de un país en el que los homosexuales deben casarse con heterosexuales. Viola su dignidad, da a otras personas excusas para maltratarlos, perpetúa el estigma social».
La respuesta a la petición, sin embargo, ha sido escueta y desoladora. Un panel de tres jueces de la Corte Suprema, encabezados por su presidente Ranjan Gogoi, firmaban una denegación en los siguientes términos: «No nos inclinamos a considerar esta petición tras la decisión de esta Corte en el caso Navtej Singh Johar contra la India [el que despenalizó las relaciones homosexuales], decidida el 6 de septiembre de 2018».
Esta decepcionante resolución obliga a seguir luchando en el plano legislativo, mucho más complicado, dado el fuerte conservadurismo respecto a estas cuestiones de las formaciones políticas mayoritarias en la India. La discriminación legal y social de las personas LGTB se perpetúa en un país de más de 1.300 millones de habitantes.
Comentarios desactivados en La Corte Suprema de la India despenaliza las relaciones homosexuales
Día histórico. La Corte Suprema de la India, un país de más de 1.300 millones de habitantes, ha declarado inconstitucional la sección 377 del Código Penal, la norma heredada de la época colonial británica que criminaliza la homosexualidad. El alto tribunal indio considera que esta vulnera varios derechos fundamentales, como son los derechos de autonomía, intimidad e identidad. Es más, la sentencia pide al Gobierno indio que que implemente todas aquellas medidas que aseguren que las personas homosexuales no son objeto de discriminación, incluyendo formación de los cuerpos policiales y medidas de sensibilización.
«La orientación sexual es uno de los muchos fenómenos biológicos descritos como naturales e inherentes. Se consideran parte de la libertad de expresión. La moralidad constitucional urge a los órganos del Estado, incluyendo el poder judicial, a proteger la heterogeneidad y prevenir la imposición de la percepción popular sobre las minorías. Los derechos fundamentales de cada individuo no pueden ser violados», expresa el fallo, que pide además al Gobierno que implemente todas aquellas medidas que aseguren que las personas homosexuales no son objeto de discriminación, incluyendo formación de los cuerpos policiales y medidas de sensibilización.
La Corte Suprema se corrige a sí misma, y lo hace por todo lo alto. Fue hace casi 5 años, el 11 de diciembre de 2013, cuando el alto tribunal indio dictaminaba en contra de la despenalización de las relaciones homosexuales que en julio de 2009 había decidido el Alto Tribunal de Delhi como consecuencia de una demanda planteada por Naz Foundation India. Aquella decisión de 2009, que ya fue considerada en su momento histórica, anulaba la vigencia de la sección 377, heredada de la época colonial, y que declaraba ilegal cualquier acto considerado «contra natura». La Corte Suprema, sin embargo, consideró que el Alto Tribunal de Delhi se había extralimitado en sus funciones, al decidir sobre una cuestión que correspondía al poder legislativo.
La decisión de la Corte Suprema causó, de hecho, una profunda sorpresa. El fallo de 2009 del Alto Tribunal de Delhi, que consideraba que penalizar actos sexuales consentidos entre adultos viola derechos fundamentales reconocidos por la Constitución india, se creía difícilmente reversible, pese a haber sido recurrido y contar con la firme oposición de sectores tradicionales y religiosos, tanto del ámbito hindú como del musulmán o del católico. El propio Gobierno indio de aquel momento pidió días después a la Corte Suprema que reconsiderara su sorprendente decisión. No lo hizo.
Las relaciones homosexuales volvieron así a estar castigadas con penas de hasta diez años de prisión. Y aunque es cierto que las penas más duras apenas se aplicaban ya y que la aceptación social de la homosexualidad ha ganado posiciones en los últimos años (de hecho se celebran orgullos reivindicativos en diversas ciudades), la ley india sigue pesando sobre una losa sobre la población LGTB de ese país. No está de más recordar, por ejemplo, que en 2014 hubo más de 600 detenidos, cifra que como mínimo se duplicó al año siguiente.
Durante todo este tiempo, no han dejado de sucederse las peticiones a la Corte Suprema para que reconsiderase la decisión, pero no fue hasta enero de este año cuando por fin el más alto tribunal del país accedió a revisarla, en respuesta a una petición de amparo formulada por cinco destacados miembros de la comunidad LGTB india. Los peticionarios argumentaron que la vigencia de la sección 377 les hace vivir en un estado de temor continuo. Un primer panel de tres jueces de la Corte Suprema les dio la razón, admitiendo la primacía del carácter consensual de las relaciones entre personas del mismo sexo sobre su supuesta naturaleza «contra natura».
Un precedente positivo en 2017
Se da la circunstancia de que en agosto del año pasado la Corte Suprema de la India emitió una resolución sobre el derecho a la intimidad que facilitaba la legalización de las relaciones homosexuales. El alto tribunal determinó entonces que la intimidad es un derecho fundamental de los ciudadanos y la orientación sexual es uno de sus «componentes esenciales». En el texto del dictamen se explicitaba que «la invasión de un derecho fundamental no se hace tolerable cuando unos pocos, a diferencia de un gran número de personas, son sometidos a un tratamiento hostil» y se reconocía «la dignidad de la vida privada de las personas LGTB». Aquel dictamen fue elaborado por un panel de nueve jueces y claramente comprometía la continuidad de la sección 377 tal y como se conoce hasta el momento.
Por fortuna, la Corte Suprema ha mantenido ahora el mismo criterio.Por fin podemos decir que las relaciones entre personas del mismo sexo son legales en el segundo país más poblado de la Tierra. Habrá que consolidar lo conseguido y seguir luchando por avanzar aún más, pero hoy es día de celebración ¡Enhorabuena!
Países que castigan las relaciones homosexuales
Este sería el mapa de los países que castigan las relaciones homosexuales tras la despenalización en la India (podéis pinchar en él para verlo a mayor tamaño), lo que, como mencionábamos anteriormente, supone que más de mil trescientos millones de personas (casi el 18 % de la población mundial) formen ahora parte de las naciones donde las relaciones entre personas del mismo sexo no están castigadas.
Comentarios desactivados en La Sociedad India de Psiquiatría dice por primera vez que la homosexualidad no es una enfermedad
La Sociedad Psiquiátrica India (IPS), la mayor asociación de psiquiatras del país, ha anunciado que deja de considerar la homosexualidad como una enfermedad. Se trata de la primera vez que la organización se expresa sobre el asunto y lo hace para frenar las prácticas encaminadas a intentar modificar la orientación sexual, las también conocidas como «terapias» reparadoras o de conversión. El pronunciamiento puede tener efectos positivos en la próxima sentencia sobre la constitucionalidad de la ley que criminaliza las relaciones homosexuales en la India. La Sociedad India de Psiquiatría, que agrupa a 5.000 profesionales, aclara que la homosexualidad no es una enfermedad y no debe tratarse como tal. Se espera que esto sirva tanto para prohibir las “terapias de conversión” como para presionar al Supremo y que despenalice la homosexualidad en el país.
A pesar de que toda la comunidad científica está de acuerdo en que la homosexualidad no es un desorden mental, los psiquiatras de la India aún no habían aclarado su posición sobre el tema pero acaban de despatologizarla. Como ha explicado el presidente de la Sociedad India de Psiquiatría (que tiene unos 5000 miembros), el doctor Ajit Bhide: “Algunas personas no están hechas para ser heterosexuales y no necesitamos castigarlas, no necesitamos penalizarlas, ni discriminarlas“.
Es la primera vez que la SIP se pronuncia de forma oficial sobre la homosexualidad y lo hacen después de muchas presiones sociales para que dejaran de considerarla una enfermedad y en pleno mes del Orgullo LGTB+. En 2016 la SIP organizó un grupo de trabajo para analizar los problemas a los que se enfrentan las personas LGTB+ y ahora por fin han llegado a la conclusión evidente.
La dirección de la asociación psiquiátrica, que cuenta con unos 5.000 miembros, lleva deliberando sobre el asunto desde 2016. Pretende, con este pronunciamiento, concienciar tanto a los ciudadanos como a los profesionales sobre la inutilidad y el daño de las conocidas como «terapias» reparadoras o de conversión. Miembros de la IPS han relatado casos de padres que piden a los psiquiatras que les suministren terapia hormonal o electrochoques a sus hijos parar «curarlos» de su homosexualidad.
El equipo encargado de difundir la decisión de la IPS protagonizará una evento en Nueva Delhi el próximo 1 de julio para informar a psiquiatras, médicos y público en general sobre el tema. El líder del equipo, Kersi Chavda, reconoce que la presente situación de discriminación y estigma puede empujar a muchas personas LGTB a sufrir episodios de ansiedad o depresión y quiere reorientar la ayuda psiquiátrica a estos trastornos, proscribiendo las «terapias reparadoras».
Como ha explicado el Dr. Bhide: “Es un paso en la dirección correcta y está respaldado por evidencias científicas. Algunas personas no están hechas para ser heterosexuales y no necesitamos castigarlas, no necesitamos penalizarlas, ni discriminarlas. Los profesionales de la salud mental están ampliamente orientados hacia la aceptación de que esto es una variación en lugar de una aberración de la naturaleza. Sea cual sea tu orientación sexual, sea cual sea tu preferenci asexual, mientras ninguna parte resulte herida, se debe permitir que un individuo practique lo que quiera“.
“Es la primera vez que la SIP ha aclarado públicamente su posición sobre la homosexualidad: no es una enfermedad y no debe tratarse como tal“, ha declarado el portavoz de la Sociedad India de Psiquiatría, el Dr. Kersi Chavda.
“Ahora se ha de informar a todos los miembros de la SIP de que dejen de practicar terapias de conversión que incluyen prácticas como el lavado de cerebro, tratamientos hormonales, terapias de electroshock y muchísima adoctrinación religiosa y psicológica“, explica el Dr. Bhooshan Shukla, un psiquiatra basado en la ciudad de Pune que junto a otros 11 colegas ha presionado -y sigue haciéndolo- para conseguir que el país deje de considerar la diversidad afectivo sexual como un crimen.
Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Y el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de todo el país, emitía hace un año un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen “curar” la homosexualidad carecen de fundamento. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
LGTBfobia de Estado en La India
El artículo 377 del Código Penal de la India castiga las relaciones sexuales “contra natura” con hasta 10 años de prisión. A finales de 2013, la Corte Suprema decidió recriminalizar la homosexualidad, dejando sin efecto la histórica sentencia sancionada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009 (en la que declaraba “inconstitucional” la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo). En los últimos años,mos hemos hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales.
Las informaciones que nos llegan positivas en clave LGTB de la India son muy escasas. A principios de este mismo año nos hacíamos eco de la apertura del primer colegio para alumnos transexuales en riesgo de exclusión social. Solo unos días después, sin embargo, recogíamos la historia de un joven de 20 años cuyos padres trataron de organizarle una “violación correctiva”después de salir del armario como gay. Los progenitores llegaron a contratar a unos matones para que le agredieran al saber que mantenía una relación con otro chico con el que convivía.
Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de Estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En octubre de 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”. Por otra parte, la estigmatización y los prejuicios provocan todo tipo de injusticias. A principios de 2016 nos hacíamos eco del intento de suicidio de un adolescente de quince años, quemándose vivo, tras ser acosado por ser gay.
Comentarios desactivados en La Corte Suprema de la India obliga al Gobierno a pronunciarse sobre la criminalización de las relaciones homosexuales
La Corte Suprema de la India ha enviado un requerimiento al Gobierno federal en el marco de las deliberaciones sobre la constitucionalidad de la ley que criminaliza las relaciones homosexuales. El alto tribunal exige al Ejecutivo que clarifique su postura sobre este asunto, que hasta ahora había intentado sortear. Cuando conozca la opinión del Gobierno, la Corte Suprema emitirá un fallo definitivo, que revertirá o confirmará su propia sentencia de 2013. Fue en aquel año cuando anuló la declaración de inconstitucionalidad que había emitido antes otro tribunal, reinstaurando así la persecución legal de las personas LGTB que dura hasta ahora.
El 11 de diciembre de 2013 la Corte Suprema de la India dictaminaba en contra de la despenalización de las relaciones homosexuales que en julio de 2009 había decidido el Alto Tribunal de Delhi como consecuencia de una demanda planteada por Naz Foundation India. Aquella decisión de 2009, que había sido considerada en su momento histórica, anulaba la vigencia de la sección 377, heredada de la época colonial, y que declaraba ilegal cualquier acto considerado «contra natura». La Corte Suprema, sin embargo, consideró que el Alto Tribunal de Delhi se había extralimitado en sus funciones, al decidir sobre una cuestión que correspondía al poder legislativo.
La decisión de la Corte Suprema causó, de hecho, una profunda sorpresa. El fallo de 2009 del Alto Tribunal de Delhi, que consideraba que penalizar actos sexuales consentidos entre adultos viola derechos fundamentales reconocidos por la Constitución india, se creía difícilmente reversible, pese a haber sido recurrido y contar con la firme oposición de sectores tradicionales y religiosos, tanto del ámbito hindú como del musulmán o del católico. El propio Gobierno indio de aquel momento pidió días después a la Corte Suprema que reconsiderara su sorprendente decisión. No lo hizo.
Las relaciones homosexuales volvieron así a estar castigadas con penas de hasta diez años de prisión. Y aunque es cierto que las penas más duras apenas se aplicaban ya y que la aceptación social de la homosexualidad ha ganado posiciones en los últimos años (de hecho se celebran orgullos reivindicativos en diversas ciudades), la ley india sigue pesando sobre una losa sobre la población LGTB de ese país. No está de más recordar, por ejemplo, que en 2014 hubo más de 600 detenidos, cifra que como mínimo se duplicó al año siguiente.
Durante todo este tiempo, no han dejado de sucederse las peticiones a la Corte Suprema para que reconsiderase la decisión, pero no fue hasta enero de este año cuando por fin el más alto tribunal del país accedió a revisarla, en respuesta a una petición de amparo formulada por cinco destacados miembros de la comunidad LGTB india. Los peticionarios argumentaron que la vigencia de la sección 377 les hace vivir en un estado de temor continuo. Un primer panel de tres jueces de la Corte Suprema les dio la razón, admitiendo la primacía del carácter consensual de las relaciones entre personas del mismo sexo sobre su supuesta naturaleza «contra natura».
Pero antes de emitir una sentencia definitiva, el alto tribunal quiere recabar también la posición del Gobierno, que hasta ahora ha intentado esquivar la cuestión. Después de que este martes se registraran seis nuevas peticiones por la derogación de la sección 377, los jueces han decidido darle de plazo a la Administración federal hasta el mes de julio para que clarifique su postura. Los activistas creen que, en la práctica, la Corte Suprema le traslada la decisión al poder ejecutivo y califican el movimiento de «punto de inflexión». «El Gobierno tendrá que decidir si esta ley colonial debería seguir en pie en un país que tiene su propia Constitución que protege los derechos fundamentales de sus ciudadanos», ha declarado Ashok Row Kavi, de la organización LGTB The Humsafar Trust y uno de los peticionarios.
Conviene precisar que por el momento la sección 377 sigue vigente: la Corte Suprema se ha limitado a aceptar una reconsideración de la decisión que tomó hace cuatro años. Es cierto que la argumentación de los tres jueces que inicialmente han valorado la cuestión resulta favorable a los peticionarios, pero habrá que esperar a conocer la posición del Gobierno y su influencia en la decisión final ampliada. Los activistas LGTB prefieren mantener la cautela.
El respeto a la intimidad, un aspecto que también juega a favor de los activistas
Se da la circunstancia de que en agosto del año pasado la Corte Suprema de la India emitió una resolución sobre el derecho a la intimidad que también favorecería la legalización de las relaciones homosexuales. El alto tribunal determinó entonces que la intimidad es un derecho fundamental de los ciudadanos y la orientación sexual es uno de sus «componentes esenciales». En el texto del dictamen se explicitaba que «la invasión de un derecho fundamental no se hace tolerable cuando unos pocos, a diferencia de un gran número de personas, son sometidos a un tratamiento hostil» y se reconocía «la dignidad de la vida privada de las personas LGTB».
Aquel dictamen fue elaborado por un panel de nueve jueces y claramente comprometía la continuidad de la sección 377 tal y como se conoce hasta el momento. Si la Corte Suprema mantiene ahora el mismo criterio, por fin podremos decir que las relaciones entre personas del mismo sexo son legales en el segundo país más poblado de la Tierra.
LGTBfobia de Estado en La India
El artículo 377 del Código Penal de la India castiga las relaciones sexuales “contra natura” con hasta 10 años de prisión. A finales de 2013, la Corte Suprema decidió recriminalizar la homosexualidad, dejando sin efecto la histórica sentencia sancionada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009 (en la que declaraba “inconstitucional” la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo). En los últimos años,mos hemos hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales.
Las informaciones que nos llegan positivas en clave LGTB de la India son muy escasas. A principios de este mismo año nos hacíamos eco de la apertura del primer colegio para alumnos transexuales en riesgo de exclusión social. Solo unos días después, sin embargo, recogíamos la historia de un joven de 20 años cuyos padres trataron de organizarle una “violación correctiva” después de salir del armario como gay. Los progenitores llegaron a contratar a unos matones para que le agredieran al saber que mantenía una relación con otro chico con el que convivía.
Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de Estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En octubre de 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”. Por otra parte, la estigmatización y los prejuicios provocan todo tipo de injusticias. A principios de 2016 nos hacíamos eco del intento de suicidio de un adolescente de quince años, quemándose vivo, tras ser acosado por ser gay.
Comentarios desactivados en Se celebra el orgullo LGBT de Bombay reclamando el final de la sección 377 la norma que criminaliza las relaciones homosexuales en India
Miles de personas se manifestaron este sábado por las calles de Bombay, la ciudad más poblada de la India, en una nueva y multitudinaria edición de la Queer Azaadi Mumbai, su marcha del Orgullo LGTB. Los manifestantes reclamaron la derogación definitiva de la infame sección 377, que criminaliza las relaciones homosexuales.
Coincidiendo con el 75º aniversario del movimiento a favor de la independencia en la India, se celebra el orgullo de Bombay reclamando el final de la sección 377, herencia del colonialismo británico.
La criminalización de las relaciones homosexuales no ha impedido la celebración en los últimos años de orgullos reivindicativos cada vez más multitudinarios en las grandes ciudades de la India. La marcha del Orgullo LGTB de Bombay se celebra de hecho desde 2008. No hay cifras oficiales, pero todos los medios coinciden en que este año la manifestación fue más numerosa que la de 2017, cuando la participación se estimó en unos 14.000 asistentes. El lema de la marcha fue “Section 377 Quit India” (377 abandona la India, en español), un guiño al 75 aniversario del movimiento “Quit India” (la protesta contra la ocupación británica que Mahatma Gandhi lanzó en 1942 y que culminaría con la independencia india cinco años más tarde). La marcha dio comienzo, de hecho, el el August Kranti Maidan, el mismo parque de Bombay en el que Gandhi pronunció su histórico discurso, y discurrió de forma pacífica hasta la playa de Girgaum Chowpaaty (puedes ver fotografías de la marcha en este enlace).
Se da la paradoja de que la sección 377 es una herencia de la época colonial que las autoridades indias han mantenido vigente, y por cuya derogación judicial luchan los activistas LGTB (la derogación por vía parlamentaria parece imposible). De hecho, las esperanzas han renacido después de que la Corte Suprema decidiese a principios de enero revisar su constitucionalidad, cuatro años después de que ese mismo tribunal dictaminase en contra en contra de la despenalización de las relaciones homosexuales que en julio de 2009 había decidido el Alto Tribunal de Delhi como consecuencia de una demanda planteada por Naz Foundation India.
Aquella decisión de 2009, considerada en su momento histórica, anulaba la vigencia de la sección 377. La Corte Suprema, sin embargo, consideró en 2013 que el Alto Tribunal de Delhi se había extralimitado en sus funciones, al decidir sobre una cuestión que correspondía al poder legislativo. Una decisión que causó sorpresa: el fallo de 2009, que consideraba que penalizar actos sexuales consentidos entre adultos viola derechos fundamentales reconocidos por la Constitución india, se creía difícilmente reversible, pese a haber sido recurrido y contar con la firme oposición de sectores tradicionales y religiosos, tanto del ámbito hindú como del musulmán o del católico. El propio Gobierno indio pidió a la Corte Suprema que reconsiderara su sorprendente decisión. No lo hizo.
Si Dios odia a los gays, ¿por qué somos tan lindos?
Las relaciones homosexuales volvieron así a estar castigadas con penas de hasta diez años de prisión. Y aunque es cierto que las penas más duras apenas se aplicaban ya y que la aceptación social de la homosexualidad ha ganado posiciones en los últimos años , la ley india sigue pesando sobre una losa sobre la población LGTB de ese país. No está de más recordar, por ejemplo, que en 2014 hubo más de 600 detenidos, cifra que como mínimo se duplicó al año siguiente.
Durante todo este tiempo, no han dejado de sucederse las peticiones a la Corte Suprema para que reconsiderase la decisión, pero no ha sido hasta hace unas pocas semanas cuando por fin el más alto tribunal del país ha accedido en respuesta a una petición de amparo formulada por cinco destacados miembros de la comunidad LGTB india, que argumentaron que la vigencia de la sección 377 les hace vivir en un estado de temor continuo. Un primer panel de tres jueces de la Corte Suprema les ha dado la razón, admitiendo la primacía del carácter consensual de las relaciones entre personas del mismo sexo sobre su supuesta naturaleza “contra natura”. No obstante, la sección 377 sigue vigente: habrá que esperar a la decisión final ampliada.
Se da la circunstancia de que hace pocos meses la Corte Suprema de la India emitió una resolución sobre el derecho a la intimidad que también favorecería la legalización de las relaciones homosexuales. El alto tribunal determinó entonces que la intimidad es un derecho fundamental de los ciudadanos y la orientación sexual es uno de sus “componentes esenciales”, reconociendo además“la dignidad de la vida privada de las personas LGTB”. Veremos si la Corte Suprema mantiene ahora el mismo criterio.
«Hemos visto un aumento en la conciencia sobre los problemas que enfrenta la comunidad LGBTQ a lo largo de los años. De las 15,000 personas que asistieron a la marcha; hubo un número significativo de heterosexuales», declara el activista Harish Iyer, quien es asimismo uno de los organizadores del evento.
Asimismo, Virek Anaund, de The Humsafar Trust, afirma que «reclamamos la igualdad de derechos, pero igualdad de derechos en relación a la legalización (de la homosexualidad), lo que significa que el artículo 377 debe ser eliminado», resaltando que «hasta que los actos homosexuales sean despenalizados» no será posible solicitar más derechos, como los de igualdad, matrimonio entre personas del mismo sexo o la adopción homoparental.
«La ley no permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Tenemos grandes esperanzas de que el Tribunal Supremo falle a nuestro favor. En la marcha del próximo año, podríamos estar celebrando nuestra libertad», declara Ritesh Aher, miembro de un grupo de baile queer.
«Un abrazo es inocente, cálido y puro. Es una forma de mostrar aceptación hacia la comunidad y respetar su elección. La gente piensa que las orientaciones sexuales de los miembros de la comunidad LGBTQ no son naturales, pero queremos romper esa barrera», explica Jaya Lulla mientras regala «abrazos gratis». Estudiante de Dereco en Surat, ha decidido asistir a la marcha del orgullo para apoyar a sus amigos gays al estar convencida de que todos tienen derecho a elegir su estilo de vida.
LGTBfobia de Estado en La India
El artículo 377 del Código Penal de la India castiga las relaciones sexuales “contra natura” con hasta 10 años de prisión. A finales de 2013, la Corte Suprema decidió recriminalizar la homosexualidad, dejando sin efecto la histórica sentencia sancionada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009 (en la que declaraba “inconstitucional” la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo). En los últimos años,mos hemos hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales.
Las informaciones que nos llegan positivas en clave LGTB de la India son muy escasas. A principios de este mismo año nos hacíamos eco de la apertura del primer colegio para alumnos transexuales en riesgo de exclusión social. Solo unos días después, sin embargo, recogíamos la historia de un joven de 20 años cuyos padres trataron de organizarle una “violación correctiva” después de salir del armario como gay. Los progenitores llegaron a contratar a unos matones para que le agredieran al saber que mantenía una relación con otro chico con el que convivía.
Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de Estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En octubre de 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”. Por otra parte, la estigmatización y los prejuicios provocan todo tipo de injusticias. A principios de 2016 nos hacíamos eco del intento de suicidio de un adolescente de quince años, quemándose vivo, tras ser acosado por ser gay.
Comentarios desactivados en El dictamen de la Corte Suprema de la India sobre la intimidad es favorable a despenalizar la homosexualidad
La resolución que la Corte Suprema de la India ha emitido sobre la intimidad favorece la legalización de las relaciones homosexuales en este país asiático. El tribunal indio ha determinado que la intimidad es un derecho fundamental de los ciudadanos y la orientación sexual es uno de sus “componentes esenciales”.En el texto se explicita que “la invasión de un derecho fundamental no se hace tolerable cuando unos pocos, a diferencia de un gran número de personas, son sometidos a un tratamiento hostil” y reconoce “la dignidad de la vida privada de las personas LGTB”. El activismo y la comunidad LGTB esperan que este dictamen de la Corte Suprema abra la puerta a la definitiva despenalización de las relaciones homosexuales, todavía consideradas “contra natura” por la sección 377 del Código Penal.
El pasado 3 de agosto recogimos que la Corte Suprema de la India debatía sobre si la privacidad es un derecho fundamental y, finalmente, ha decidido que sí lo es. Como declaró entonces Dhananjaya Yashwant Chandrachud, uno de los jueces que componen el panel de 9 magistrados que ha elaborado el dictamen, la resolución de la Corte Suprema que ampara constitucionalmente el derecho a la privacidad compromete la sentencia del mismo tribunal que volvió a criminalizar la homosexualidad en la India.
Para la Corte Suprema, los “actos de discriminación hostil” hacia el colectivo LGTB “son constitucionalmente inadmisibles”. Sin embargo, “dado que la impugnación de la sección 377 está pendiente de consideración ante un Tribunal más amplio de esta Corte, acordamos que la validez constitucional fuera decidida en un procedimiento apropiado”. Con todo, parece muy probable que el sentido del dictamen sobre la intimidad que acabamos de conocer, favorable a despenalizar las relaciones entre personas del mismo sexo, marcará el camino hacia la legalización.
“La invasión de un derecho fundamental no se hace tolerable cuando unos pocos, a diferencia de un gran número de personas, son sometidos a un tratamiento hostil”, asegura el tribunal. Y prosigue: “La razón por la cual tales actos de discriminación hostil son constitucionalmente inadmisibles es debido al efecto escalofriante que tienen sobre el ejercicio del derecho fundamental”. Asimismo, la Corte Suprema argumenta que “el efecto escalofriante sobre el ejercicio del derecho plantea un grave peligro para el desarrollo sin obstáculos de la orientación sexual, como elemento de privacidad y dignidad. El efecto escalofriante se debe al peligro de que un ser humano sea sometido a oprobio social o desaprobación, como se refleja en el castigo del delito”.
El 11 de diciembre de 2013, la Corte Suprema de la India dictaminó en contra de la despenalización de las relaciones homosexuales que en julio de 2009 había decidido el Alto Tribunal de Delhi. La Corte Suprema consideró que el Alto Tribunal de Delhi se extralimitó en sus funciones, pues no apreciaba vulneración constitucional en la redacción de la sección 377 del Código Penal de la India, que castiga las relaciones homosexuales, señalando que únicamente correspondía al poder legislativo derogarlo o no. Por consiguiente, las relaciones homosexuales fueron de nuevo penalizadas en la India con hasta 10 años de prisión por ser consideradas un acto “contra natura”.
En enero de 2014, la Corte Suprema rechazó la petición del Gobierno indio y de varios grupos de defensa de los derechos humanos de reconsiderar su resolución. La última instancia posible ante el alto tribunal era la presentación de una curative petition, un recurso especial para que la decisión fuera revisada por un panel de cinco jueces de la Corte, y que fue interpuesta en abril de 2014 por el prestigioso abogado Anand Grover representando a diversas organizaciones de defensa de los derechos LGTB (la ley obliga a que este recurso sea presentado por una de las partes agraviadas). Una de las organizaciones representadas era Naz Foundation, cuya demanda ocasionó la primera sentencia favorable del Alto Tribunal de Delhi. Recordemos que solo en 2015 más de 1.300 personas fueron detenidas en la India bajo la acusación de practicar la homosexualidad, incluyendo 207 adolescentes.
Comentarios desactivados en Un dictamen de la Corte Suprema de la India sobre el derecho a la privacidad podría revertir la penalización de la homosexualidad
La Corte Suprema de la India debate actualmente sobre si la privacidad es un derecho constitucional, en revisión de dos antiguas sentencias del alto tribunal que negaban esa posibilidad. Uno de los jueces que componen el panel de 9 magistrados encargados de dilucidad el asunto, Dhananjaya Yashwant Chandrachud, ha declarado que, si la Corte Suprema decide finalmente el amparo constitucional al derecho a la privacidad, la sentencia del mismo tribunal que volvió a criminalizar la homosexualidad en el gigante asiático podría verse comprometida.
El 11 de diciembre de 2013, la Corte Suprema de la India dictaminó en contra de la despenalización de las relaciones homosexuales que en julio de 2009 había decidido el Alto Tribunal de Delhi. La Corte Suprema consideró que el Alto Tribunal de Delhi se extralimitó en sus funciones, pues no apreciaba vulneración constitucional en la redacción de la sección 377 del Código Penal de la India, que castiga las relaciones homosexuales, señalando que únicamente correspondía al poder legislativo derogarlo o no. Por consiguiente, las relaciones homosexuales fueron de nuevo penalizadas en la India con hasta 10 años de prisión por ser consideradas un acto “contra natura”.
En enero de 2014, la Corte Suprema rechazó la petición del Gobierno indio y de varios grupos de defensa de los derechos humanos de reconsiderar su resolución. La última instancia posible ante el alto tribunal era la presentación de una curative petition, un recurso especial para que la decisión fuera revisada por un panel de cinco jueces de la Corte, y que fue interpuesta en abril de 2014 por el prestigioso abogado Anand Grover representando a diversas organizaciones de defensa de los derechos LGTB (la ley obliga a que este recurso sea presentado por una de las partes agraviadas). Una de las organizaciones representadas era Naz Foundation, cuya demanda ocasionó la primera sentencia favorable del Alto Tribunal de Delhi.
Con la curative petition aún pendiente de resolver, un panel de nueve jueces de la Corte Suprema está dilucidando sobre si la privacidad debe ser considerada un derecho constitucional, una cuestión de gran calado que afecta a asuntos como la intromisión gubernamental en redes de comunicación privadas, o en la cesión de datos personales a terceros. Tanto en 1954 como en 1962, la Corte Suprema, en dos casos diferentes, dictaminó en contra de otorgar rango constitucional al derecho a la privacidad, sentencias largamente utilizadas por la Fiscalía para negar este amparo a los ciudadanos de la India.
Con el dictamen aún pendiente, el juez Dhananjaya Yashwant Chandrachud, miembro del panel que tendrá que dirimir la cuestión, ha efectuado unas sorprendentes declaraciones. Según el magistrado, “el matrimonio y la procreación son facetas de la privacidad… la orientación sexual también trata sobre la privacidad. Si decidimos que hay un derecho fundamental a la privacidad, nuestro fallo en el caso de la Fundación Naz se vuelve vulnerable”, refiriéndose a la sentencia que volvió a criminalizar la homosexualidad. Y aún reafirmaba que “si la privacidad trata sobre el derecho de hacer una elección, ¿en qué áreas?… familia, orientación sexual, identidad de género, supervisión, ¿en todo? En caso afirmativo (es decir, si el derecho a la privacidad es un derecho fundamental), entonces la sentencia en el caso de la Naz Foundation se derrumba”.
Efectivamente, el panel de cinco jueces que deben dictaminar sobre la curative petition está a la espera del dictamen acerca del derecho a la privacidad. De estimarse su rango constitucional, muy bien pudiera dar un fallo favorable al recurso y derogar definitivamente la penalización de la homosexualidad en la India. Sin embargo, el juez Chandrachud también ha advertido de que sería “extraordinariamente peligroso” hacer un catálogo de todo aquello que se puede considerar privacidad. Por ello, algunos han entendido sus declaraciones como el adelanto de un fallo desfavorable, una manera de indicar que un dictamen que amparase constitucionalmente la privacidad podría hacer que “incluso la homosexualidad” se viera protegida, y así justificar una decisión de la Corte Suprema que podría ser muy controvertida por sus implicaciones en otros asuntos. Solo cabe esperar a la resolución definitiva del asunto.
Comentarios desactivados en El Estado de Kerala puede convertirse en el primero de la India en enmendar la criminalización de la homosexualidad
“¿Puede Kerala demostrar que no es solo el estado más alfabetizado en la India, sino que también es el más liberal?”, se pregunta a través de su muro de Facebook el diputado indio pro LGTB Shashi Tharoor. La pregunta viene a cuento de la posible enmienda al artículo 377 del Código Penal del país, que criminaliza las relaciones homosexuales. Tharoor se ha reunido recientemente con el primer ministro de Kerala, Pinarayi Vijayan, a quien le ha solicitado que este Estado tome la iniciativa para despenalizar la homosexualidad. Aunque en última instancia el parlamento volvería a tener la pelota sobre su tejado, el presidente tendría que sancionar posteriormente la reforma de la ley. Para el activismo LGTB, aún si la enmienda no saliera adelante, “se abrirá camino para el siguiente nivel del movimiento”.
Precisamente este diputado (que en 2006 llegó a ser el segundo más votado de los siete candidatos para suceder a Kofi Annan como secretario general de la ONU, por detrás del vencedor Ban Ki-moon) parece de los pocos parlamentarios nacionales interesados en la protección de las personas LGTB en la India. En este sentido, tras sus anteriores intentos fallidos, Tharoor está visibilizando una nueva fórmula: que un Estado considerado más liberal sea el que presente formalmente la enmienda para despenalizar la homosexualidad. Se trata de Kerala, un Estado con cerca de 32 millones de habitantes al suroeste del país, que destaca por desarrollar políticas más progresistas que otros territorios indios, así como por su elevada tasa de escolarización (que alcanza cerca del 94% frente al 74% nacional).
Con los antecedentes de rechazo del parlamento a la descriminalización de las relaciones entre personas del mismo sexo todo apunta a que, en caso de prosperar la presentación de la enmienda al artículo 377 del Código Penal de la India, el camino se presenta complicado. Todavía más si cabe cuando en última instancia es necesaria la firma del presidente. En todo caso, aunque “la comunidad LGTB en Kerala espera con interés que se produzca la reforma política, que establecerá un modelo replicable para el subcontinente indio”, de no llegar a salir adelante “abrirá camino para el siguiente nivel del movimiento”, ha explicado Jijo Kuriakose, uno de los fundadores de la organización igualitaria Queerala.
Por su parte, Shashi Tharoor ha dejado claro que es necesario“asegurar la igualdad a todos los ciudadanos del país, proporcionando protección contra cualquier forma de discriminación social”. Además, el diputado denuncia la “ironía” de que “todas las antiguas tradiciones hindúes de tolerancia a la orientación sexual de varios tipos y varias formas de autosexualidad son una expresión en favor de la moral victoriana que se impuso a la India y que no formaba parte de nuestros códigos y prácticas morales”.
LGTBfobia de Estado en La India
Las informaciones que nos llegan positivas en clave LGTB de la India son muy escasas. A principios de este mismo año nos hacíamos eco de la apertura del primer colegio para alumnos transexuales en riesgo de exclusión social. Solo unos días después, sin embargo, recogíamos la historia de un joven de 20 años cuyos padres trataron de organizarle una “violación correctiva” después de salir del armario como gay. Los progenitores llegaron a contratar a unos matones para que le agredieran al saber que mantenía una relación con otro chico con el que convivía.
Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de Estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En 2014, un año después de la recriminalización de la homosexualidad en la India, el activismo LGTB denunciaba un repunte de la violencia homófoba. Y a principios del año pasado recogíamos que ese mismo año 2014 se realizaron un mínimo de 600 detenciones a personas que habían sido acusadas de practicar la homosexualidad. Una cifra que en 2015 se elevaba a más de 1.300 personas, incluyendo 207 adolescentes. Una cifra, no obstante, que parece poco realista si tenemos en cuenta que desconocemos el alcance de la corrupción policial y la cantidad de afectados por extorsiones económicas a cambio de evitar el arresto o el procesamiento judicial.
En octubre de 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”. Por otra parte, la estigmatización y los prejuicios provocan todo tipo de injusticias. A principios de 2016 nos hacíamos eco del intento de suicidio de un adolescente de quince años, quemándose vivo, tras ser acosado por ser gay.
Comentarios desactivados en La India impide la entrada al país a Victoria Kolakowski, la primera jueza trans de los Estados Unidos
El Gobierno indio no parece tener ningún interés en que se debata sobre los derechos del colectivo LGTB en el país, acomodado en su posición de negación y discriminación de Estado. La jueza Victoria Kolakowski, la primera magistrada abiertamente trans de los Estados Unidos, ha tenido que cancelar su viaje de dos semanas a la India después de que le hayan negado el visado. Las autoridades se interesaron por el programa de Kolakowski, dirigido a abordar con diversos grupos de trabajo la aplicación de políticas y leyes específicas para proteger los derechos de las personas LGTB. La propia Kolakowski facilitó la documentación requerida y desde entonces solo ha obtenido el silencio por respuesta.
Como recogió dosmanzanas en su momento, Victoria Kolakowski se convirtió en 2010 en la primera jueza abiertamente trans de los Estados Unidos, al imponerse sobre su rival, John Creighton, con un 52% de los votos, en la Corte Superior de Justicia de Alameda County (California). Un cargo que, por otra parte, conseguía renovar en 2016. Consciente del papel que ocupa e implicada con los derechos de la comunidad LGTB en el plano internacional, Kolakowski organizó su agenda con meses de antelación para participar en un programa sobre políticas y legislación igualitaria en la India durante dos semanas.
Sin embargo, el Gobierno indio se ha esforzado para impedir su entrada en el país. En un principio, según indica la propia magistrada, “todo estaba arreglado”. Pero las autoridades políticas quisieron conocer los detalles de la agenda de Kolakowski y al descubrir que iba a abordar la realidad del colectivo LGTB en la India se encendieron todas las alarmas. Su solicitud fue analizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores indio y aunque “personalmente me reuní con el director general del Consejo de Relaciones Culturales de la India para tratar de obtener la visa solicitada”, ha sido en vano.
“Estoy muy decepcionada y frustrada de que esto se haya visto atrapado en un bucle burocrático”, expresaba esta jueza estadounidense, que ya suma 28 años de experiencia como jurista. Además, Kolakowski indica que “nos tomó semanas despejar estas dos semanas” de trabajo para poder cumplir con los objetivos del viaje, durante el cual tenía previstas más de 30 reuniones con abogados y otros juristas.
La magistrada ha denunciado que la embajada ya ha enviado a muchas otras personas a la India para discutir temas como la tecnología y el cambio climático y ninguna antes ha tenido el menor problema para obtener las correspondientes visas. En este sentido, Kolakowski asegura que “me resulta irónico que el problema que estamos teniendo no sea con el Gobierno de Estados Unidos, que quiere enviarme a hacer esto, sino con el Gobierno indio que está bloqueando las cosas”.
La India: un país con LGTBfobia de Estado
Las informaciones que nos llegan positivas en clave LGTB de la India son muy escasas. A principios de este mismo año nos hacíamos eco de la apertura del primer colegio para alumnos transexuales en riesgo de exclusión social. Solo unos días después, sin embargo, recogíamos la historia de un joven de 20 años cuyos padres trataron de organizarle una “violación correctiva” después de salir del armario como gay. Los progenitores llegaron a contratar a unos matones para que le agredieran al saber que mantenía una relación con otro chico con el que convivía.
Por otra parte, hace un par de semanas publicábamos que las autoridades de la India prohibían una película por “glorificar” las relaciones homosexuales. La Junta Central de Certificación Cinematográfica de la India (CBFC) se negaba a certificar ‘Ka Bodyscapes’ para su proyección por incluir “escenas gais sensibles”.
El artículo 377 del Código Penal de la India castiga las relaciones sexuales “contra natura” con hasta 10 años de prisión. A finales de 2013, la Corte Suprema decidió recriminalizar la homosexualidad, dejando sin efecto la histórica sentencia sancionada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009 (en la que declaraba “inconstitucional” la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo). En los últimos años,mos hemos hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales.
Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En 2014, un año después de la recriminalización de la homosexualidad en la India, el activismo LGTB denunciaba un repunte de la violencia homófoba. Y a principios del año pasado recogíamos que ese mismo año 2014 se realizaron un mínimo de 600 detenciones a personas que habían sido acusadas de practicar la homosexualidad. Una cifra que en 2015 se elevaba a más de 1.300 personas, incluyendo 207 adolescentes. Una cifra, no obstante, que parece poco realista si tenemos en cuenta que desconocemos el alcance de la corrupción policial y la cantidad de afectados por extorsiones económicas a cambio de evitar el arresto o el procesamiento judicial.
En octubre de 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”. Por otra parte, la estigmatización y los prejuicios provocan todo tipo de injusticias. A principios de 2016 nos hacíamos eco del intento de suicidio de un adolescente de quince años, quemándose vivo, tras ser acosado por ser gay.
Comentarios desactivados en Abre sus puertas el primer colegio para alumnos transexuales en riesgo de exclusión social de la India
La activista LGTB, escritora y actriz trans Kalki Subramaniam ha inaugurarado el primer centro de enseñanza para alumnos trans de la India. La escuela se encuentra en el distrito de Ernakulam (en el estado de Kerala, al suroeste del país) y, por el momento, cuenta con una decena de estudiantes. “La mayoría de nuestros padres biológicos no nos aceptan y por esta razón la mayoría de nosotros quedamos en la calle y obligados a mendigar y a realizar trabajos sexuales. Esto tiene que cambiar si queremos modificar el destino de aquellas personas que fueron abandonadas por sus familias y que habían perdido la oportunidad de educarse”, ha explicado Subramaniam. Por otra parte, recordemos que en 2013 la India volvió a penalizar las relaciones homosexuales y solo en 2015 fueron detenidas más de 1.300 personas, incluyendo 207 adolescentes.
Desde el pasado 30 de diciembre ya está en funcionamiento la escuela Sahaj International para alumnos trans en la ciudad india de Thrikkakara (Ernakulam, Kerala). La polifacética Kalki Subramaniam ha definido este hito como algo “histórico”. La alcaldesa Neenu KK, por su parte, también ha dicho que es un “orgullo” que su municipio sea el primero de la India en acoger un colegio libre de discriminación para alumnos transexuales en riesgo de exclusión social.
Sin embargo, la puesta en marcha del proyecto no ha sido fácil. Los promotores han tenido muchas dificultades para encontrar un espacio adecuado, ya que los propietarios de varios inmuebles se negaron a alquilar sus instalaciones al conocer cuál iba a ser el uso de las mismas. En esta ocasión, la organización cristiana CMC Vimala Province fue la arrendataria de un edificio sobre un terreno de más de 6.000 metros cuadrados en Thrikkakara. Un detalle significativo teniendo en cuenta que otras organizaciones religiosas del país no han dudado en agitar la bandera de la LGTBfobia. En 2015, sin ir más lejos, las Misioneras de la Caridad cerraban sus orfanatos en la India para evitar que las personas LGTB pudieran adoptar.
El colegio Sahaj International, por el momento, cuenta con una capacidad de 10 alumnos y con 60 formadores (entre los que se incluyen profesores, trabajadores sociales y personal sanitario). Este centro de aprendizaje alternativo trabaja en colaboración con el Instituto Nacional de Educación Abierta (NIOS) de la India y pretende poder aumentar progresivamente el número de alumnos. El director regional de esta institución, de hecho, ha asegurado que la escuela “pronto será una institución acreditada de NIOS”.
Para la activista trans Kalki Subramaniam “la herramienta más importante para la comunidad trans, marginada y oprimida, es la educación, porque la educación aporta luz, conocimiento, verdad y confianza”. En este sentido, Vijayraja Mallika, directora y una de las impulsoras del colegio, ha referido que “Kerala tiene unas 25.000 personas trans, y el 57% de ellas fueron obligadas a abandonar la escuela debido al estigma”.
Homofobia de estado en la India
El artículo 377 del Código Penal de la India castiga las relaciones sexuales “contra natura” con hasta 10 años de prisión. A finales de 2013, la Corte Suprema decidió recriminalizar la homosexualidad, dejando sin efecto la histórica sentencia sancionada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009 (en la que declaraba “inconstitucional” la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo). En los últimos años,mos hemos hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales.
Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En 2014, un año después de la recriminalización de la homosexualidad en la India, el activismo LGTB denunciaba un repunte de la violencia homófoba. Y a principios del año pasado recogíamos que ese mismo año 2014 se realizaron un mínimo de 600 detenciones a personas que habían sido acusadas de practicar la homosexualidad. Una cifra que en 2015 se elevaba a más de 1.300 personas, incluyendo 207 adolescentes. Una cifra, no obstante, que parece poco realista si tenemos en cuenta que desconocemos el alcance de la corrupción policial y la cantidad de afectados por extorsiones económicas a cambio de evitar el arresto o el procesamiento judicial.
En octubre de 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”. Por otra parte, la estigmatización y los prejuicios provocan todo tipo de injusticias. A principios de 2016 nos hacíamos eco del intento de suicidio de un adolescente de quince años, quemándose vivo, tras ser acosado por ser gay.
Comentarios desactivados en El Parlamento de la India vuelve a rechazar la despenalización de la homosexualidad
Por segunda vez en los últimos tres meses la Lok Sabha, la cámara baja del Parlamento de la India, ha rechazado una proposición de ley del diputado Shashi Tharoor para despenalizar las relaciones homosexuales. La vía legislativa para acabar con la normativa represiva parece bloqueada, pero aún permanece la esperanza de que la Corte Suprema revierta la sentencia de 2013 que reinstauró la prohibición de los actos considerados “contra natura”.
El 11 de diciembre de 2013, la Corte Suprema de la India dictaminó en contra de la despenalización de las relaciones homosexuales que en julio de 2009 había decidido el Alto Tribunal de Delhi. La máxima instancia judicial del país consideró que el Alto Tribunal de Delhi se había extralimitado en sus funciones, señalando que corresponde al poder legislativo derogar la sección 377, que tras la sentencia quedó de nuevo en vigor. Por consiguiente, las relaciones homosexuales actualmente son penadas en la India con hasta 10 años de prisión por ser consideradas un acto “contra natura”.
En diciembre del año pasado, el diputado por el Congreso Nacional Indio (INC) Shashi Tharoor presentó ante la Lok Sabha un proyecto de ley para restringir la aplicabilidad del artículo 377 del Código Penal a los actos sexuales no consentidos entre personas adultas o los actos sexuales con personas menores de edad. La propuesta fue rechazada por 71 votos en contra y 24 a favor, en un Parlamento que está en manos del conservador Partido Popular Indio (BJP) desde las elecciones de 2014.
El viernes pasado, Tharoor intentó reintroducir su proyecto en el legislativo. La admisión a trámite fue de nuevo rechazada, esta vez por 58 votos frente a tan solo 14, con una abstención. El diputado se lamentó de que el BJP hiciera uso de su mayoría para bloquear la discusión de su proposición, una actitud que achacó a la “intolerancia religiosa” del partido gobernante.
Con los procedimientos legislativos en vía muerta, la única esperanza en estos momentos está puesta en el poder judicial. Hace un mes conocíamos que la Corte Suprema había admitido a trámite un recurso, presentado en 2014, para que la decisión de mantener la penalización de la homosexualidad fuera revisada por un panel de cinco jueces de la Corte. Los demandantes aducían graves errores de forma y fondo en la sentencia de 2013. Tras la decisión tomada el pasado febrero, los solicitantes podrán presentar sus argumentos ante el tribunal, que deberá decidir definitivamente sobre la cuestión.
Homofobia de Estado y violencia en la India
En los últimos años, dosmanzanas se ha hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales. Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de Estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En 2014, un año después de la recriminalización de la homosexualidad en la India, el activismo LGTB denunciaba un repunte de la violencia homófoba. Y a principios del año pasado recogíamos que en 2014 se realizaron un mínimo de 600 detenciones a personas que habían sido acusadas de practicar la homosexualidad. Una cifra, no obstante, que parece poco realista si tenemos en cuenta que desconocemos el alcance de la corrupción policial y la cantidad de afectados por extorsiones económicas a cambio de evitar el arresto o el procesamiento judicial.
En octubre de 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”.
Comentarios desactivados en El Orgullo LGTB de Bombay reclama la despenalización definitiva de las relaciones homosexuales
Instantánea del Orgullo de Bombay, tomada por la activista animalista @PoorvaJo: si Dios odia a los gais ¿por qué somos tan monos?
Cerca de diez mil manifestantes se reunieron el sábado en el Queer Azaadi Mumbai en su novena edición. Un evento que este año celebra la entrada a trámite del recurso judicial que podría eliminar la consideración como ciminales de las personas LGTB en el Código Penal.
Miles de personas, muchas de ellas heterosexuales que quisieron acompañar a sus amigos y amigas LGTB o que simplemente se manifestaron por lo que consideran justo, marcharon el sábado por la calles de Bombay en su 9º Marcha del Orgullo, que transcurrió con absoluta normalidad. El evento adquiría este año una significación especial, al haber decidido la Corte Suprema de la India admitir a trámite el último recurso posible en contra de la sentencia que reinstauró la penalización de la homosexualidad en el país asiático. Un panel de cinco jueces escuchará en los próximos días los argumentos de varios grupos de defensa de los derechos LGTB y decidirá sobre la derogación de la provisión homófoba.
La comunidad LGTB de La India ha celebrado su noveno Queer Azaadi anual en la ciudad de Mumbai con una grandísima posibilidad en el horizonte: asistir a la eliminación de la Sección 377 de su Código Penal, por el cual las personas homo, bi y transexuales se enfrentan a penas que ascienden hasta los diez años de cárcel.
Organizado por el colectivo Queer Azaadi Mumbai, la marcha reunió a unos 7.000 participantes, entre los que se encontraban veteranos activistas LGTB, como Ashok Row Kavi; personas conocidas, como los actores Manoj Bajpai y Rajkummar Rao, protagonistas de Aligarh, película india que recrea la historia real de un profesor universitario que fue despedido debido a su orientación sexual, o Manvendra Singh Gohil, hasta la fecha el único príncipe indio abiertamente gay, y sobre todo, y ello fue muy destacado por asistentes y medios de comunicación (como The Times of India), numerosas parejas heterosexuales y familias que decidieron sumarse a un evento que este año tenía un cariz especialmente reivindicativo.
Por esta razón, el Queer Azaadi Mumbai ha recibido más apoyo de la comunidad heterosexual que nunca, un impulso que ha venido materializado por la incorporación de varios rostros populares a los eventos de sensibilización y por la marcha de varios grupos de progenitores en favor de los derechos igualitarios de sus hijos.
A lo largo de la marcha, que ha congregado a diez mil asistentes según la organización, los manifestantes lanzaron proclamas acompañadas de tambores, y llevaron a cabo bailes y cánticos para amenizar la cita, que discurrió desde el parque August Kranti Maidan hasta la Opera House, para volver a su punto inicial por el Puente Kennedy.
La multitud tenía un objetivo principal durante toda la cita: protestar contra el artículo 377 del Código Penal, algo que este año se ha reclamado con mucha más esperanza al estar en la mano del Tribunal Supremo su eliminación definitiva. Al evento acudieron numerosas familias, integrantes de diversas ONG y miembros de la sociedad civil que portaron pancartas, elaborados trajes y maquillajes inspirados por el folclore y ta tradición religiosa india. A su vez, se contabilizó un significativo número de participantes de otras ciudades y de países extranjeros, que tras la marcha se unieron al acto simbólico de la organización de liberación de globos con los colores arcoíris.
Tras nueve años de conmemoración, la marcha Queer Azaadi Mumbai ha visto cómo las cerca de 500 personas que participaron en la primera edición, han ascendido hasta rozar la decena de miles, en una ciudad en la que viven 11,9 millones de personas. Desde de 2011 el Queer Azadi también ofrece durante su celebración un programa de actividades para que la ciudadanía se acerque a la comunidad LGTB entre los que destacan proyecciones de películas, obras de teatro o espectáculos callejeros. Todo lo que sea necesario para hacer valer sus derechos humanos y promover la igualdad en todos los sectores de la sociedad.
Como informamos hace pocos días, la Corte Suprema de la India ha decidido admitir a trámite el último recurso posible en contra de la sentencia que reinstauró la penalización de la homosexualidad en el país asiático. Desde que el Tribunal Supremo de La India aprobara la reinserción en el Código Penal de las relaciones entre personas del mismo sexo en 2013, numerosas iniciativas locales e internacionales han denunciado esta flagrante merma de los derechos y libertades del colectivo. El 11 de diciembre de 2013, la Corte Suprema de la India dictaminó en contra de la despenalización de las relaciones homosexuales que en julio de 2009 había decidido el Alto Tribunal de Delhi. La Corte Suprema consideró que el Alto Tribunal de Delhi se extralimitó en sus funciones, señalando que corresponde al poder legislativo derogar la sección 377, que tras la sentencia quedó de nuevo en vigor. Por consiguiente, las relaciones homosexuales actualmente son penadas en la India con hasta 10 años de prisión por ser consideradas un acto “contra natura”.
En enero de 2014, la Corte Suprema rechazó la petición del Gobierno indio y de varios grupos de defensa de los derechos humanos de reconsiderar su resolución. La última instancia posible ante el alto tribunal era la presentación de una curative petition, un recurso especial para que la decisión sea revisada por un panel de cinco jueces de la Corte, y que fue interpuesta en abril de 2014 por el prestigioso abogado Anand Grover representando a diversas organizaciones de defensa de los derechos LGTB (la ley obliga a que este recurso sea presentado por una de las partes agraviadas). Una de las organizaciones representadas es Naz Foundation, cuya demanda ocasionó la primera sentencia favorable del Alto Tribunal de Delhi.
En la petición solicitaron una audiencia para poder presentar sus argumentos contra una sentencia en la que encuentran graves errores de forma y fondo, como el no haber tenido en cuenta las alegaciones de las asociaciones LGTB, lo que supone una violación de sus derechos fundamentales, así como la ignorancia de los cambios legales que se habían producido en aplicación de la primera sentencia del Alto Tribunal de Delhi. También se criticaba que la sentencia diga que una parte minúscula de la población, en estimación de la Corte, no puede reclamar derechos fundamentales, lo cual según los recurrentes vulnera el articulado de la Constitución india que protege a las minorías. La sentencia, en definitiva, reflejaría un problema de sesgo en contra de los derechos de las personas LGTB.
Cerca de dos años después, la Corte Suprema ha decidido admitir el recurso. La decisión devuelve la esperanza a la comunidad LGTB india. Máxime después de que la cámara baja del país rechazara el pasado mes de diciembre una proposición de ley para despenalizar las relaciones homosexuales, lo que da una idea de la dificultad de la vía legislativa en un parlamento bajo el dominio del conservador Partido Popular Indio (Bharatiya Janata Party).
Os dejamos con uno de los vídeos del evento difundidos en YouTube (este es de Satyen K. Bordoloi):
Comentarios desactivados en El Supremo de la India reconsiderará la despenalización de la homosexualidad
Noticia esperanzadora desde la India. La Corte Suprema ha admitido a trámite el último recurso posible en contra de la sentencia que reinstauró la penalización de la homosexualidad en el país asiático. Un panel de cinco jueces escuchará los argumentos de varios grupos de defensa de los derechos LGTB y decidirá sobre la derogación de la provisión homófoba.
El Tribunal Supremo de la India decididió el pasado día 2 admitir el recurso de amparo que eliminar la Sección 377 de su Código Penal, por la cual todas las lesbianas, gais, transexuales y bisexuales del país son considerados como ”criminales” y penados por ello.
Desde que el Tribunal Supremo de La India aprobara la reinserción en el Código Penal de las relaciones entre personas del mismo sexo en 2013, numerosas iniciativas locales e internacionales han denunciado esta flagrante merma de los derechos y libertades del colectivo. El 11 de diciembre de 2013, la Corte Suprema de la India dictaminó en contra de la despenalización de las relaciones homosexuales que en julio de 2009 había decidido el Alto Tribunal de Delhi. La Corte Suprema consideró que el Alto Tribunal de Delhi se extralimitó en sus funciones, señalando que corresponde al poder legislativo derogar la sección 377, que tras la sentencia quedó de nuevo en vigor. Por consiguiente, las relaciones homosexuales actualmente son penadas en la India con hasta 10 años de prisión por ser consideradas un acto “contra natura”.
En enero de 2014, la Corte Suprema rechazó la petición del Gobierno indio y de varios grupos de defensa de los derechos humanos de reconsiderar su resolución. La última instancia posible ante el alto tribunal era la presentación de una curative petition, un recurso especial para que la decisión sea revisada por un panel de cinco jueces de la Corte, y que fue interpuesta en abril de 2014 por el prestigioso abogado Anand Grover representando a diversas organizaciones de defensa de los derechos LGTB (la ley obliga a que este recurso sea presentado por una de las partes agraviadas). Una de las organizaciones representadas es Naz Foundation, cuya demanda ocasionó la primera sentencia favorable del Alto Tribunal de Delhi.
Hoy conocemos que la ONG Naz Foundation y otros agentes sociales han visto prosperar su recurso de amparo ante el Supremo, que mañana decidirá si reconsidera su decisión y elimina la penalización de las relaciones homosexuales.
Las entidades solicitantes han alegado que existe un error en la sentencia dictada por la Corte Suprema en diciembre de 2013, por la cual, su decisión está basada en una ley antigua y derogada por el Tribunal Superior de Delhi.
Tal y como recogen medios como firstpost.com:
El juicio fue convocado el 27 de marzo de 2012, pero el veredicto no fue pronunciado hasta veintiún meses después. Durante este perído tuvieron lugar muchos cambios, entre los que se incluye la modificación de leyes, que no han sido consideradas por la Corte que dictó la resolución.”
En la petición solicitaron una audiencia para poder presentar sus argumentos contra una sentencia en la que encuentran graves errores de forma y fondo, como el no haber tenido en cuenta las alegaciones que presentaron las asociaciones LGTB, lo que supone una violación de sus derechos fundamentales, así como la ignorancia de los cambios legales que se habían producido en aplicación de la primera sentencia del Alto Tribunal de Delhi. También se criticaba que la sentencia diga que una parte minúscula de la población, en estimación de la Corte, no puede reclamar derechos fundamentales, lo cual según los recurrentes vulnera el articulado de la Constitución india que protege a las minorías. La sentencia, en definitiva, reflejaría un problema de sesgo en contra de los derechos de las personas LGTB.
El presidente de la Corte Suprema respondió que estudiaría detalladamente la solicitud y los informes presentados e informaría sobre su admisión. Cerca de dos años después, la decisión ha sido favorable, con lo que los solicitantes podrán presentar sus argumentos ante un panel de cinco jueces. La decisión devuelve la esperanza a la comunidad LGTB india. Máxime después de que la cámara baja del país rechazara el pasado mes de diciembre una proposición de ley para despenalizar las relaciones homosexuales, lo que da una idea de la dificultad de la vía legislativa en un parlamento bajo el dominio del conservador Partido Popular Indio (BJC).
En la audiencia preliminar del pasado martes sobre la curative petition, declararon Grover y Kapil Sibal a favor de la derogación de la sección 377. El primero recordó el clima de estigmatización y chantaje que se ha creado en torno a la comunidad LGTB tras la reinstauración de la provisión homófoba, mientras que Sibal apeló al respeto a la privacidad que queda violado por la misma. En la parte contraria a la modificación de la situación actual, se personaron una alianza de iglesias apostólicas y una organización islámica.
Habrá que esperar todavía para ver si el recurso prospera. De momento, el periódico The Times of India valora como precedente positivo que el ministro de Finanzas Arun Jaitley, del gobernante BJC, instara el pasado mes de noviembre a la Corte Suprema a reconsiderar la prohibición de las relaciones homosexuales. Estaremos pendientes de los futuros acontecimientos.
Los grupos de activismo también han declarado que en los últimos 4 años miles de personas de la comunidad LGTB se han hecho visibles en La India, por lo que tras la despenalización y posterior reinserción de la Sección 377 sus vidas ahora están amenazadas por un potencial procesamiento judicial.
Como defiende su solicitud, criminalizar las relaciones homosexuales viola los derechos fundamentales del colectivo, y mucho más si existe un régimen sancionador que considera la cadena perpetua para las personas ”reincidentes”.
Comentarios desactivados en El Parlamento de la India rechaza la despenalización de la homosexualidad
La Lok Sabha, o cámara baja del Parlamento de la India, ha rechazado una proposición de ley del diputado Shashi Tharoor para despenalizar las relaciones homosexuales. Tharoor ha manifestado su “sorpresa al ver tal intolerancia” por parte de los representantes políticos indios. Desde que en 2013 la Corte Suprema de la India reinstaurara la sección 377 del Código Penal indio, que castiga los actos considerados “contra natura”, no ha cesado el hostigamiento social y policial contra los ciudadanos LGTB del gigante asiático.
La sección 377 del Código Penal de la India data de 1860, en los tiempos de la colonización británica. El texto es el siguiente:
Delitos contra natura: Aquel que voluntariamente tenga contactos carnales en contra del orden de la naturaleza con cualquier hombre, mujer o animal, será castigado con encarcelamiento de por vida, o bien con pena de prisión por un periodo que podrá extenderse hasta los diez años, además también será susceptible de multa.
Aclaración: La penetración es suficiente para constituir el contacto carnal necesario para el delito descrito en este artículo.
El concepto “contra el orden de la naturaleza” ha sido ampliamente interpretado en la jurisprudencia india para aplicarse a las relaciones homosexuales. Por ello, el diputado por el Congreso Nacional Indio Shashi Tharoor presentó ante la cámara baja del Parlamento de la India un proyecto de ley que, según detallaba, “propone restringirla aplicabilidaddel artículo377 del CódigoPenal de la Indiaa los actossexuales noconsentidos entrepersonas adultas o los actos sexualesconpersonasmenores dedieciochoaños, siempre y cuando tales actos nosean puniblesbajo las secciones375, 376, 376A, 376B, 376C, 376D o 376Edel CódigoPenal de la India”.
La proposición de ley, sin embargo, ha sido rechazada este 18 de diciembre por 71 votos en contra y 24 a favor, en un Parlamento que está en manos del conservador Partido Popular Indio desde las elecciones de 2014.
Shashi Tharoor informaba del resultado y mostraba su decepción a través de su cuenta de Twitter, manifestando su “sorpresa al ver tal intolerancia”.
1/2 Intro of Pvt.Member’s Bill2decriminalize consensual sex btwn consenting adults defeated in LS 71-24. Surprising to see such intolerance.
Después informaba a sus seguidores de que la premura con que se había introducido el proyecto de ley no le había permitido conseguir apoyos, y aseguraba que volverá a intentarlo en el futuro, finalizando con un animoso “¡Venceremos!”.
1/2 Intro of Pvt.Member’s Bill2decriminalize consensual sex btwn consenting adults defeated in LS 71-24. Surprising to see such intolerance. — Shashi Tharoor (@ShashiTharoor) diciembre 18, 2015
Tharoor ocupó durante el gobierno del Congreso Nacional Indio las carteras ministeriales de Asuntos Exteriores (de 2009 a 2010) y de Desarrollo de Recursos Humanos (de 2010 a 2014). Anteriormente había ocupado el puesto de subsecretario general adjunto de Comunicaciones e Información Pública en las Naciones Unidas.
En los últimos años, dosmanzanas se ha hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales. Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En octubre de este 2015 dábamos cuenta de más casos de extorsión por ser o “parecer” homosexual por parte de miembros de la policía, quienes, según constatan los activistas LGTB “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”.
Comentarios desactivados en La ilegalización de la homosexualidad en la India alienta la corrupción y la persecución policial hacia la comunidad LGTB
La India, con el segundo mayor censo de población del mundo, es uno de los 79 países en los que las relaciones homosexuales son ilegales. De hecho, desde la recriminalización de las llamadas relaciones “contra natura”, no ha cesado el hostigamiento social y policial contra ciudadanos que manifiestan voluntaria o involuntariamente cualquier signo contrario a la heteronormatividad impuesta. Solo en la ciudad de Nagpur (en el estado de Maharashtra, situado en el centro oeste de la India) se han hecho públicos en los últimos días varios casos de discriminación LGTBfóbica a cargo de los servicios policiales.
Dos jóvenes eran detenidos en Nagpur la semana pasada acusados de homosexualidad. Al parecer, los muchachos se encontraban en los alrededores de una zona retirada de la ciudad, cuando algunos vecinos avisaron a la policía, pensando que podría tratarse de ladrones. Los agentes que acudieron al lugar de los hechos, incumpliendo su supuesta misión de velar por la seguridad de la población, trasladaron a los chavales a comisaría. Lo grave es que no lo hicieron porque tuvieran indicios reales de actividad ilícita alguna sino porque “observaron” que uno de los jóvenes era “afeminado”. Sin un delito punible cometido y sin ni siquiera evidencias de tentativa, las víctimas pasaron la noche en la cárcel y fueron sometidas al chantaje de la propia policía. Según ha trascendido, los agentes habrían solicitado a estos chicos una gran suma de dinero a cambio de no registrar oficialmente la denuncia.
La corrupción policial, de hecho, es una fuente de preocupación para la comunidad LGTB de la India, ya que incrementa todavía más su vulnerabilidad. Por una parte, las víctimas de cualquier agresión homófoba tienen muy complicado denunciar, debido a la persecución legal de la diversidad sexual. Pero, por otra, no son raros los casos en los que los propios agentes realizan detenciones arbitrarias contra ciudadanos, con el fin último de extorsionarles económicamente bajo amenaza de enjuiciamiento penal y posible prisión por homosexualidad. Sin embargo, y aunque en la práctica la policía suela actuar con total impunidad, legalmente solo podría realizar detenciones en el caso de descubrir a una persona in fraganti en una ‘situación comprometida’.
Acudiendo a la legislación internacional y a los tratados sobre derechos humanos, nadie debería ser perseguido en su país por su mera orientación sexual o identidad de género, bajo ninguna circunstancia (un derecho extensible a la diversidad étnica, social, cultural o religiosa). En cualquier caso, teniendo en cuenta el infierno legal que la justicia india representa para la comunidad LGTB, es importante remarcar que la policía incurre en un delito al realizar este tipo de detenciones, fruto de su propia interpretación de la ley. “Estos casos son cada vez más comunes”, denuncia Anand Chandrani. Este activista local de los derechos LGTB ha explicado que los agentes de policía “con frecuencia visitan los puntos donde los gais se encuentran y les extorsionan pidiéndoles dinero”.
Por otra parte, esta misma semana otro hombre era trasladado a un hospital como consecuencia de una sobredosis de somníferos. Al ser investigado el caso por la policía, los agentes encargados determinaron que el intento de esta persona de acabar con su propia vida podría ser el resultado de una dura ruptura con su novio. Sin ningún tipo de miramiento por su delicada situación, los propios agentes agredieron física y verbalmente a la víctima y le chantajearon con incriminarle por ser gay si no les entregaba la cantidad suficiente de dinero para que “ajustaran” el parte policial.
Homofobia de estado y violencia en la India
El artículo 377 del Código Penal de la India castiga las relaciones sexuales “contra natura” con hasta 10 años de prisión. A finales de 2013, la Corte Suprema decidió recriminalizar la homosexualidad, dejando sin efecto la histórica sentencia sancionada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009 (en la que declaraba “inconstitucional” la prohibición de las relaciones entre personas del mismo sexo). En los últimos años, nos hemos hecho eco del aumento exponencial de la violencia contra personas LGTB en la India, a raíz de la ilegalización de las relaciones homosexuales. Como ocurre en muchos otros países en los que existe homofobia de estado, los grupos homófobos en la India (incluidos los policiales) se creen en el derecho de realizar impunemente cualquier acción contra las personas sexualmente diversas. No es necesario que las víctimas sean realmente homosexuales (lo que en ningún caso les eximiría de su responsabilidad criminal), con que ‘lo parezcan’ es suficiente.
En 2014, un año después de la recriminalización de la homosexualidad en la India, el activismo LGTB denunciaba un repunte de la violencia homófoba. Y a principios de este mismo año recogíamos que en 2014 se realizaron un mínimo de 600 detenciones a personas que habían sido acusadas de practicar la homosexualidad. Una cifra, no obstante, que parece poco realista si tenemos en cuenta que desconocemos el alcance de la corrupción policial y la cantidad de afectados por extorsiones económicas a cambio de evitar el arresto o el procesamiento judicial.
Comentarios desactivados en Más de 600 detenidos en la India en 2014 acusados de practicar la homosexualidad
El Ministerio de Interior de la India ha publicado un informe, en el que se detallan las detenciones que han tenido lugar hasta el mes de octubre del año 2014 por vulnerar la sección 377 del Código Penal indio, que declara ilegal cualquier acto considerado “contra natura”. Según el informe, se han registrado 778 casos relacionados con la práctica de la homosexualidad y se han producido 587 detenciones. Según los medios, la cifra real sería aún mayor, pues algunos estados no han comunicado sus datos y otros lo han hecho parcialmente.
La Corte Suprema de la India reinstauró a finales de 2013 la sección 377 de su Código Penal, que castigaba las relaciones sexuales “contra natura”. Dicha sección había sido derogada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009, al considerar que penalizar actos sexuales consentidos entre adultos violaba derechos fundamentales reconocidos por la Constitución. Sin embargo, en diciembre de 2013 esta decisión fue revocada por la Corte Suprema, que estimó que el Alto Tribunal se había extralimitado en sus funciones, pues la derogación de la sección 377 sería una competencia del poder legislativo. Desde entonces, las relaciones homosexuales son penadas en la India con hasta 10 años de prisión por ser consideradas un acto “contra natura”.
Ahora, el Ministerio del Interior de la India ha dado a conocer un informe en el que se detallan los casos abiertos y las detenciones producidas en relación a la sección 377 desde enero hasta octubre del pasado 2014. La cifra es abrumadora, pues los medios de comunicación apenas si habían informado de unos cuantos casos a lo largo del año. Según el informe, se han incoado 778 expedientes relacionados con la práctica de la homosexualidad, que han conllevado la detención de 587 personas.
El total de casos y detenciones, sin embargo, debe ser mayor, pues algunos estados, como Bengala Occidental y Karnataka, no han facilitado datos al respecto. Delhi, que ocupa el primer lugar en número de detenciones, tan solo ha ofrecido estadísticas hasta el mes de septiembre, y las comunicadas por Uttar Pradesh, que ocupa el segundo, alcanzan únicamente hasta el mes de junio. Se estima que los casos totales superarían los 750 y las detenciones incluirían a más de 600 personas.
Aun así, Delhi ha comunicado un total de 140 casos abiertos y 110 detenciones, mientras que Uttar Pradesh consignaba 127 casos y 36 arrestos (hasta el mes de junio). En estados como Haryana y Maharashtra se alcanza también el centenar de detenidos.
Aumento de las agresiones homófobas
Las asociaciones de defensa de los derechos LGTB, que se reunieron en Nueva Delhi a finales de 2014, han denunciado además el aumento de las agresiones homófobas desde la reinstauración de la sección 377. En la conferencia, el expresidente de la Corte Suprema y actual director de la Comisión de Derechos Humanos de la India, K. G. Balakrishnan, defendió que los “derechos humanos de la comunidad LGTB necesitan protección” y se opuso a su criminalización. Las asociaciones de lucha contra el VIH/sida lamentaron el perjuicio que supone la “la violencia, el estigma y la discriminación” para las campañas de prevención contra la enfermedad.
Estas mismas asociaciones han solicitado al Gobierno de la India que derogue la sección 377, pero el ministro del Interior, Haribhai Parathibhai Chaudhary, comunicó recientemente en el Parlamento que la administración de la que forma parte no tiene intención de derogarla ni enmendarla. Hay que tener en cuenta que Chaudhary pertenece al Bharatiya Janata Party (Partido Popular Indio), que gobierna la India desde mayo de 2014. Se trata, conviene recordar, de un partido de inspiración nacionalista y fuertemente homófobo. Una coyuntura política que no es precisamente la más favorable a los derechos LGTB.
Lo que sí hizo el anterior Gobierno indio en enero de 2014, poco después de la reinstauración de la ley homófoba, fue solicitar a la Corte Suprema, junto a varios grupos de defensa de los derechos humanos, que reconsiderara su decisión. Sin embargo, el alto tribunal rechazó la petición del Gobierno indio. La última instancia posible ante el alto tribunal era la presentación de una curative petition, un recurso especial para que la decisión sea revisada por un panel de cinco jueces de la Corte, y que finalmente fue interpuesta en abril de 2014 por el prestigioso abogado Anand Grover representando a diversas organizaciones de defensa de los derechos LGTB.
Comentarios desactivados en Activistas denuncian un repunte de la violencia homófoba en la India un año después de la recriminalización de la homosexualidad
Las agresiones homófobas, lejos de reducirse, han aumentado durante 2014 en India, tras la decisión de su Corte Suprema de revocar la despenalización de las relaciones homosexuales decretada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009. Esta es la conclusión a la que ha llegado más de 500 activistas LGTB reunidos la semana pasada en Nueva Delhi para analizar la situación del colectivo en el gigante asiático.
Hace ahora un año quedaba reinstaurada la sección 377 del Código Penal de la India, que castiga las relaciones sexuales “contra natura”. Dicha sección había sido derogada por el Alto Tribunal de Delhi en 2009, al considerar que penalizar actos sexuales consentidos entre adultos violaba derechos fundamentales reconocidos por la Constitución. Sin embargo, en diciembre de 2013 esta decisión fue revocada por la Corte Suprema, que estimó que el Alto Tribunal se había extralimitado en sus funciones, pues la derogación de la sección 377 sería una competencia del poder legislativo. Por consiguiente, las relaciones homosexuales actualmente son penadas en la India con hasta 10 años de prisión por ser consideradas un acto “contra natura”.
En enero de 2014, la Corte Suprema rechazó la petición del Gobierno indio y de varios grupos de defensa de los derechos humanos de reconsiderar su resolución. La última instancia posible ante el alto tribunal era la presentación de una curative petition, un recurso especial para que la decisión sea revisada por un panel de cinco jueces de la Corte, y que finalmente fue interpuesta el pasado mes de abril por el prestigioso abogado Anand Grover representando a diversas organizaciones de defensa de los derechos LGTB.
Coincidiendo con el triste primer aniversario de este hecho, la organización India HIV/AIDS Alliance convocó una audiencia pública para discutir las consecuencias de la sentencia en la sociedad india. Al encuentro acudieron tanto activistas LGTB como representantes del Gobierno y de organizaciones internacionales, así como de la sociedad civil y los medios de comunicación. Varios de los participantes relataron la violencia y la persecución de las que han sido víctimas.
Por ejemplo, un mes antes del fallo de la Corte Suprema en 2013, trece hombres fueron arrestados durante las celebraciones de Diwali, una festividad hindú, acusados de mantener relaciones “contra natura”. “Nuestra identidad se hizo pública y a consecuencia de ello hemos caído en el ostracismo social, hemos sido ridiculizados por nuestra familia, acosados por vecinos y despedidos de nuestros trabajos”, relató uno de los asistentes. Y a principios de noviembre de este año informábamos de la detención de un hombre, por el mismo motivo, tras ser denunciado por su esposa.
El expresidente de la Corte Suprema y actual director de la Comisión de Derechos Humanos de la India, K. G. Balakrishnan, defendió que los “derechos humanos de la comunidad LGTB necesitan protección” y se opuso a su criminalización. Las asociaciones de lucha contra el VIH/sida lamentaron el perjuicio que supone la “la violencia, el estigma y la discriminación” para las campañas de prevención contra la enfermedad. En el foro intervino también Sushant Divgikar, elegido Mister Gay India 2014 y rostro conocido de la televisión tras su participación en la edición local de Gran Hermano, quien se mostró “profundamente consternado” por las “injusticias a las que hacen frente a diario mis hermanos y hermanas LGTB”. Divgikar hizo un llamamiento contra la homofobia y la transfobia internalizadas y a “transformar nuestro miedo en el valor de celebrar lo que somos”.
La derogación definitiva de la sección 377, por otra parte, fue la principal reivindicación del Orgullo de Nueva Delhi, que tuvo lugar el pasado domingo 30 de noviembre. Cientos de personas participaron en una colorida manifestación por las calles de la capital india en la séptima edición de esta jornada reivindicativa.
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