‘Corvus’: una canción para mi pederasta
Antiguos monaguillos acusan de abusos en Constantí al cura Pere Llagostera
El batería de Els Pets narra los abusos sufridos a manos del cura Pere Llagostera de Constantí
Ramon: “El sacerdote abusó de una decena de menores desde finales de los setenta hasta finales de los ochenta”
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(Jesús Bastante/Agencias).- ‘Corvus‘. Cuervo. Una canción dedicada a su pederasta. “Dónde estaba tu Dios cuando mi piel tocabas, y donde estaba el mío cuando yo espantado callaba“, reza la letra de Joan Roig, batería de Els Pets, que confiesa en una entrevista con El Periódico que se trata de una historia real. De su historia.
De una historia de abusos continuados que, según varias víctimas, sufrieron al menos “una decena de menores desde finales de los setenta hasta finales de los ochenta”, de manos del cura Pere Llagostera, entonces rector de la parroquia de Constantí, y fallecido hace dos años sin que nadie pudiera pensar nada malo de él.
“Al mosén de Llagostera me lo imaginaba así: un ave oscura, como su sotana, que sobrevolaba nuestras camas desde el techo y nos atacaba mientras dormíamos“, revela Roig, quien decidió contar que la historia que narra la canción era la suya después de ver el documental ‘Examen de conciencia’ de Andreu Soler.
Según su relato, y el de otra víctima, Ramón, Llagostera estuvo tres décadas en contacto con los menores. Ambos aseguran tener constancia de que otros menores, que como ellos acudieron a las colonias, de edades entre 10 y 12 años, sufrieron abusos por parte del religioso.
Joan Reig, batería de Els Pets: “Mosén Llagostera nos robó la infancia. Nos hizo daño” https://t.co/jesrImPE4Q
— ElPeriódico Sociedad (@EPsociedad) 3 de febrero de 2019
Reig escribió ‘Corvus‘ para “cerrar este episodio” y contar lo que no pudo decir en vida al mosén. El batería de Els Pets sufrió los abusos durante una excursión a un refugio de los Pirineos, donde “dormíamos en literas y me desperté de noche y lo sorprendí mientras abusaba de mí“, tal y como relata la canción.
Algunas de las víctimas explicaron lo sucedido a seminaristas que les acompañaban y más tarde a sus familias, pero en la mayoría de los casos nadie les atendió: les replicaron que tal vez lo habían soñado. O cantado. Cuervos.
Por su parte, el Arzobispado de Tarragona ha emitido el siguiente comunicado:
En relación a las informaciones aparecidas en los medios de comunicación en las que se vincula un presbítero difunto de este Arzobispado con presuntos abusos a menores en la década de los años setenta del siglo XX, el Arzobispado de Tarragona manifiesta:
1- Que está comprometido plenamente en garantizar la protección de los menores tal como el Papa Francisco nos pide en esta materia.
2- Que en relación a las acusaciones contra el fallecido Mn. Pere Llagostera, en este Arzobispado no consta que haya habido ninguna denuncia ni indicio contra él.
3- Que lamentamos profundamente el sufrimiento que hayan sufrido las víctimas y nos ponemos a su disposición para escucharlos.
Tarragona, 3 de febrero de 2019″
Esto nos recuerda la historia que la gran cantante francesa Barbara quien en sus memorias, publicadas en 1998, revela haber sufrido el incesto de su padre, el cual abandonó luego a su familia. Evocó simbólicamente este asunto en la letra de “El águila negra“, que versionó magistralmente María del Mar Bonet:
Fuente Religión Digital
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