Como ya hemos informado, Irlanda se convirtió el sábado en el primer país en aprobar por voto popular las bodas homosexuales, una bofetada a la históricamente poderosísima Iglesia católica que festejaron miles de personas en Dublín.
“Irlanda ha hecho historia”, dijo el primer ministro Enda Kenny, del partido conservador Fine Gael, “hemos demostrado lo que somos, un pueblo generoso, compasivo, valiente y alegre”.
La Iglesia había llamado a votar no, en un país en el que más del 90% de las escuelas primarias está bajo su tutela, las campanas del ángelus suenan dos veces al día en la televisión pública y el 84,2% de la población se dice católica. Pero los irlandeses dieron la espalda a este llamado. Con la totalidad de los votos del referéndum del viernes escrutados, el sí ganó con 62,1% de los votos, por 37,9% para el no.
El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, afirmó hoy que el “sí” del electorado irlandés al matrimonio igualitario es un ejemplo de la “revolución social” que atraviesa “desde hace tiempo” este país y reconoció que la Iglesia católica debe reaccionar a estos cambios.
Con la mayoría de los sufragios del plebiscito del viernes computados y asegurada ya la victoria del “sí”, Martin concedió que ha llegado el momento de que la jerarquía católica inicie un proceso de profundo debate y de “revisión de la realidad”.
“Creo que la Iglesia católica tiene que poner los pies en la tierra y no negar esas realidades”, agregó, preguntándose si “estamos ya irremediablemente alejados de los jóvenes“.
“Estamos convirtiéndonos en una Iglesia para los acólitos y no en la Iglesia abierta de la que habla el papa Francisco“, agregó Martin, que al mismo tiempo se mostró de acuerdo en que se respeten los derechos de los homosexuales “sin cambiar la definición de matrimonio”.
El máximo dirigente de la archidiócesis de Dublín aseguró que los responsables católicos deben hallar un “nuevo lenguaje” para propagar más eficazmente el mensaje de la Iglesia, sobre todo entre los más jóvenes, cuyo voto ha resultado clave en la consulta sobre el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Con la victoria del “sí”, el matrimonio entre parejas del mismo sexo será reconocido por el artículo 41 de la Carta Magna, lo que le concederá protección constitucional y le equiparará al matrimonio tradicional.
Durante la campaña, la Iglesia católica, apoyada por un reducido número de grupos conservadores, antiabortistas y una minoría de senadores y diputados, sostuvo que el matrimonio homosexual atenta contra los valores de la familia tradicional y que modificará radicalmente los procesos de adopción y de maternidad subrogada, al tiempo que erosionará los derechos del menor.
La explanada del castillo de Dublín, otrora residencia de los gobernadores británicos y siempre símbolo del poder, se llenó de partidarios del sí con ganas de celebrar.
Niamh Fitzgerald, de 29 años, voló a casa desde Birmingham, en el centro de Inglaterra, para el referéndum y fue la primera en llegar al castillo cuando se abrió excepcionalmente para celebrar la ocasión. “Todo el mundo tiene derecho a una religión, pero ninguna religión tiene el derecho de dictar a un país lo que deberían ser nuestros derechos“, dijo a la AFP.
La prensa también se felicitaba por el resultado. “La generación del ‘tigre celta’ lanzó un rugido franco y fuerte”, apuntó en el Irish Independent Niall O’Connor, quien destacó la participación de los jóvenes en la campaña a favor del sí.
“¡Es fantástico ser irlandés!”, dijo Rory O’Neill, de nombre artístico “Panti Bliss”, la drag queen más famosa de Irlanda y uno de los líderes de la campaña a favor del matrimonio homosexual.
“Es histórico, somos el primer país del mundo en votar a favor de la igualdad en el matrimonio en un referéndum“, dio por sentado el ministro de Sanidad, Leo Varadkar, para quien esto “es una revolución cultural” en un país que no despenalizó la homosexualidad hasta 1993.
De este modo, Irlanda se une a los 18 países del mundo, entre ellos España, Uruguay, Argentina y Brasil, donde el matrimonio homosexual ya es legal. En el Reino Unido lo es desde 2014, salvo en Irlanda del Norte.
En el extranjero, el primer ministro británico, David Cameron, felicitó a los irlandeses en un tuit, al igual que el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, cuya familia es de origen irlandés y para quien “el amor ha ganado”. El primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, recién casado con su compañero belga Gauthier Destenay, felicitó hoy a Irlanda por haber votado a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo en un referéndum. “Yo dije ‘sí’ la semana pasada, Irlanda dijo ‘sí’ hoy, y el 7 de junio diré ‘sí’ tres veces seguidas”, manifestó Bettel en Twitter. Con el 7 de junio se refería a las tres preguntas que se harán a los luxemburgueses dentro de dos semanas en las urnas sobre el derecho de extranjeros a participar en elecciones. Por otra parte, el ex primer ministro belga Elio Di Rupo, en la oposición desde el año pasado y que en 1996 anunció que es homosexual, saludó hoy el voto de los irlandeses a favor del matrimonio entre las parejas del mismo sexo y que es legal en Bélgica desde 2003. “Holanda y Bélgica abrieron el camino a varios países europeos hace ya más de diez años”, señaló en un comunicado.
“Evidentemente, ha habido una impresionante victoria del sí”, admitió ante la radiotelevisión nacional RTE David Quinn, director del Instituto Iona, un lobby católico, y uno de los líderes de la campaña del no.
El viernes, más de 3,2 millones de irlandeses estaban llamados a pronunciarse a favor o en contra de una enmienda constitucional que afirma que el matrimonio puede ser contraído de conformidad con la ley “por dos personas, sin distinción de sexo”.
Para Colm O’Gorman, de Amnistía Internacional, la victoria del sí constituye “un extraordinario mensaje de esperanza a la comunidad homosexual y transexual, víctima de la persecución en todo el mundo”.
A modo de símbolo, se desplegaron pancartas con lemas como “Voten sí” e “Igualdad para todos” el viernes en Dublín, cerca de la casa en la que vivió el escritor Oscar Wilde, cuya homosexualidad le costó una pena de cárcel en el Reino Unido del siglo XIX.
El sí fue defendido por todos los principales partidos políticos irlandeses, incluido el Fine Gael, no obstante conservador, del primer ministro Enda Kenny.
Los partidarios de la reforma constitucional recibieron ademas el apoyo de celebridades como el cantante Bono, del grupo U2, o el actor Colin Farrell.
La República de Irlanda ya promulgó en 2010 la ley de Relaciones Civiles que, por primera vez en este país, concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo, pero eludía calificar a esas uniones de “matrimonio” y protegerlas constitucionalmente.
Fuente: Agencias
Comentarios recientes