El día en que la libertad religiosa entró en debate para apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Las leyes de matrimonio de Carolina del Norte son una afrenta directa a la libertad de culto”, aunque no lo parezca son las palabras de un reverendo, concretamente, J. Bennet Guess, pastor de la Iglesia Unida de Cristo, con sede en Cleveland (Carolina del Norte), que se queja por la prohibición del estado a los matrimonios del mismo sexo.
Son muchos los argumentos que se pueden usar para defender el matrimonio gay. La religión no suele incluirse entre ellos y cuando entra en liza habitualmente es para atacar al colectivo LGBT. Pero los tiempos cambian y ahora el argumento de la libertad religiosa se ha empleado oficialmente por primera vez para apoyar el matrimonio gay. La United Church of Christ, o Iglesia Unida de Cristo, ha desafiado la prohibición del matrimonio gay en Carolina del Norte con un argumento muy novedoso: impedir la celebración de matrimonios del mismo sexo atenta contra la libertad religiosa al prohibir al clero bendecir a estas parejas. Siguiendo este argumento, además, la prohibición es inconstitucional al ir en contra de la primera enmienda.
Jake Sussman, abogado de la coalición de clérigos, declaró que este es uno de los más de 60 casos que se han presentado en contra de las cortes federales reclamando la aprobación del matrimonio gay para garantizar la libertad religiosa, tal y como defiende la Primera Enmienda de la Constitución.
“No hemos planteado esta demanda para obligar a otros a aceptar nuestras creencias, sino para reivindicar el derecho de todas las confesiones de ejercer libremente sus prácticas religiosas”, ha explicado Donald Clark, consejero general de esta iglesia que agrupa a un millón de creyentes en Estados Unidos. Esta confesión defiende el matrimonio igualitario desde 2005, pero según argumenta Clark el estado actual de la legislación les impide realizar los ritos de su religión cuando se trata de personas del mismo sexo. Según las leyes del estado, los pastores pueden bendecir parejas ya casadas en otros estados pero “si realizan una ceremonia religiosa de bendición de una pareja del mismo sexo en su iglesia, se exponen a persecución y a un juicio civil”.
Junto a la propia Iglesia en la demanda también participan varias parejas del mismo sexo así como representantes de otras religiones. Concretamente se han unido a la demanda un sacerdote luterano, un rabino, dos ministros unitarios universalistas y un pastor baptista. Todos apoyan el argumento de que la prohibición “representa una intervención ilegal del gobierno en la estructura interna y las prácticas religiosas de los demandantes”.
Por el momento el fiscal general de Carolina del Norte, Roy Cooper, ya había anunciado anteriormente que defenderá las leyes del estado aunque su opinión personal es que debería levantarse la prohibición del matrimonio gay. Por el momento no hay una reacción oficial de la fiscalía a esta demanda. Actualmente hay 70 casos abiertos contra la prohibición en este estado, aunque este es el primero apoyado en argumentos religiosos.
La Coalición por los Valores de Carolina del Norte se ha apresurado a criticar a la iglesia por esta demanda: “Es tanto irónico como triste que una denominación religiosa al completo y su clero, que se supone que defiendan las enseñanzas cristianas sobre el matrimonio, vayan a los tribunales a justificar sus creencias erróneas. Estos individuos son simplemente revisionistas que tergiversan las enseñanzas de las Escrituras para justificar la revolución sexual, no la santidad matrimonial”, ha explicado en un comunicado Tami Fitzgerald, directora ejecutiva de este colectivo.
Fuente Ragap
General, Iglesia Bautista, Iglesia Inclusiva, Iglesia Luterana, Judaísmo
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