Presidente del Senado promete prohibir los Ecosig
La protección a la comunidad LGBT+ dio un paso importante. En un evento, el presidente del Senado de la República se comprometió a prohibir los Ecosig.
Los avances para la protección de la comunidad LGBT+ están dando pasos importantes. El viernes 26 de julio se llevó a cabo el foro ‘¡Jóvenes, Cámara, Acción!’, en el que participaron diversas autoridades. Entre los participantes se encontró el presidente del Senado de la República, Martí Batres Guadarrama, quien se comprometió a prohibir los Ecosig o las mal llamadas ‘terapias de conversión’.
En el encuentro organizado por el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) se dieron cita representantes del sistema legislativo mexicano. Entre ellos estuvieron Lucía Riojas, diputada federal, Citlalli Hernández, senadora de la República, y Martí Batres, presidente del Senado.
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Durante su intervención, Martí Batres habló de la iniciativa presentada por la senadora Citlalli Hernández. Dicha medida pretende reformar la ley para restringir las mal llamadas ‘terapias de conversión’. El presidente del Senado afirmó que le daba gusto que se hayan presentado estas iniciativas.
«Me da gusto comentar que hay diversas iniciativas que se discuten y se aprobarán […] para eliminar una cosa coercitiva que busca anular la diversidad y la libertad. Eso que le llaman ‘terapias de reconversión’, que busca reprimir a los jóvenes e impedir que ejerzan su libertad».
Martí Batres anunció que van contra las terapias de reconversión. pic.twitter.com/1OvmjK8SoN
— Edmundo Morelos (@Edmundo_Morelos) July 27, 2019
No es la primera autoridad que se pronuncia en contra de los Ecosig. El discurso del senador Martí Batres viene a respaldar las palabras de otras autoridades e instituciones que se han manifestado contra las mal llamadas ‘terapias de conversión’. Las senadoras, Citlalli Hernández, Patricia Mercado y Alejandra Lagunes presentaron la iniciativa que busca prohibir los Ecosig.
Clínica cristiana asegura curar la homosexualidad
Por su parte, el diputado de Ciudad de México, Temístocles Villanueva, presentó una medida para reformar el Código Penal de la capital y penalizar estas prácticas fraudulentas y degradantes. En exclusiva con Homosensual, el diputado comentó que el objetivo de reformar la ley es evitar el sufrimiento que estas prácticas provocan en los LGBT+.
La Organización de las Naciones Unidas también ha fijado una postura en contra de estos métodos para ‘cambiar’ la orientación sexual de las personas. La ONU comentó que estos ‘tratamientos’ pueden incluir tortura psicológica y física por lo que deben ser prohibidos.
Aplaudimos que el presidente del Senado de la República apoye estas iniciativas. Ojalá que la ley sea reformada pronto para que los Ecosig sean prohibidos y sancionados.
Una tendencia creciente a la prohibición
Además de Austria, Alemania y Malta, país donde la ley lleva en vigor desde 2016, también Irlanda y el Reino Unido están dando pasos en la misma dirección. En Estados Unidos ya son 18 estados, además de Washington D.C. y Puerto Rico, los que han vetado las «terapias» de conversión. En España, mientras tanto, la prohibición de este tipo de intervenciones ha sido ya contemplada en varias normas autonómicas y es una de las disposiciones que preveía la prometida ley en favor de la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI (aunque el PP intentó «colar» una proposición alternativa, en forma de enmienda a la totalidad, que no contemplaba este aspecto). Un proyecto que naufragó con la convocatoria de elecciones anticipadas.
En cualquier caso, conviene recordar que el Consejo General de la Psicología, órgano coordinador y representativo de los Colegios Oficiales de Psicólogos de toda España, emitió ya en 2017 un comunicado en el que recordaba que las intervenciones que prometen «curar» la homosexualidad carecen de fundamento. No es ninguna novedad, pero en estos momentos en los que la promoción de este tipo de intervenciones parece reverdecer en nuestro país (y no solo debido al escándalo de la diócesis de Alcalá: otros casos recientes como el de la “terapeuta” Elena Lorenzo o las charlas de Jokin de Irala o de Richard Cohen así parecen indicarlo) toda aclaración es bienvenida. Mientras, el año pasado sufrimos un seminario sobre “ayudar a cambiar sentimientos homosexuales”. En todos casos, nuestros amigos de HazteOir estuvieron ahí apoyando a los homófobos…
Mientras tanto, el Parlamento Europeo ha exigido la prohibición de estas terapias.
No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras.
“Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
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