Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Cientifismo’

“Espiritualidad transreligiosa”, por Enrique Martínez Lozano

Miércoles, 15 de febrero de 2017
Comentarios desactivados en “Espiritualidad transreligiosa”, por Enrique Martínez Lozano

12261a-errores-practicar-espiritualidadLa comprensión de la diferencia que hay entre “religión” y “espiritualidad” permite comprender que “existe una alternativa entre el ateísmo materialista y la religión tradicional, entre la concepción científico-técnica del mundo y una visión mítica preilustrada”.

Quien así se expresa es el filósofo Feliciano Mayorga, en un libro que acaba de publicar, en la editorial Kairós, con título provocativo y sugerente: “El ateísmo sagrado. Hacia una espiritualidad laica”.

Parece innegable que el imaginario colectivo de nuestro entorno sociocultural se mueve, efectivamente, en un “credo materialista”, cuyo dogma fundamental afirma que solo existe aquello que podemos experimentar. Poco importa que tal “creencia” ignore cuestiones hoy científicamente irrebatibles, como el hecho de que apenas conocemos un 4% de la realidad existente, o que, como se viene afirmando desde la física cuántica, el origen de la materia es inmaterial. Sabemos bien que cuando un dogma se asienta en el imaginario colectivo es difícil tomar distancia del mismo, someterlo a crisis y abrirse a una verdad mayor. Parece que el cerebro humano justifica con facilidad aquello a lo que previamente se ha aferrado…, por más que resulte objetivamente insostenible. Esto suele ocurrir en todo tipo de creencias –en la religión hay casos notables de dogmas “increíbles”–, y el nuevo “credo” materialista o cientificista no es una excepción. La ironía consiste en que el materialismo moderno crítica el dogmatismo religioso y su carácter mítico, sin ser consciente de sus propios pre-juicios que le mantienen encerrado en el mismo error de fondo.

Para el cientificismo materialista, todo lo que suene a espiritualidad solo se sostiene en el delirio narcisista –proyectarse en lo eterno–, que escapa al control humano. No advierte que lo que realmente constituye un delirio narcisista es la reducción de la realidad a lo que puede ser controlado por el ser humano. Este es el delirio de la razón absolutizada o del racionalismo patológico, causa de un efecto hipnótico, que obliga a creer que solo existe lo que, bajo tal hipnosis, es posible percibir. Junto con sus logros extraordinarios –entre ellos, la emergencia de la “razón crítica”–, esa fue la más triste y empobrecedora herencia de la Ilustración: la razón fascinó y hechizó al ser humano, hasta el punto de quedar hipnotizado por ella, con la consecuencia de no aceptar absolutamente nada que la propia razón no comprobara.

Nos hallamos así ante una paradoja: por una parte, la no asunción de la modernidad condena a las personas religiosas a posiciones fundamentalistas –no parece desacertado afirmar que esa es precisamente una de las carencias graves de la religión islámica, aunque no solo de ella–; por otra, su absolutización desemboca en la “cultura chata”, nihilista, vacía y carente de sentido que parece haberse enseñoreado de no pocos sectores de nuestra sociedad.

Entre ambas “creencias” –la religión preilustrada y el materialismo dogmático, dos formas “gemelas” de hipnosis mental–, la espiritualidad muestra un camino de apertura incondicional a la verdad de lo que somos.

En la auténtica espiritualidad no hay dogmas ni creencias –se valora la razón y, sin absolutizarla, se la integra y trasciende–, sino apertura lúcida a la comprensión de lo real. Así, ofrece “instrucciones”, pautas o caminos para ir más allá de la mente y, de ese modo, responder adecuadamente a la única pregunta que realmente importa: ¿Quién soy yo?

Cada vez somos más conscientes que la mente nunca podrá atrapar la verdad. Por lo que tampoco es capaz de otorgarnos certezas definitivas. Todo lo que nace de ellas son –no puede ser de otro modo– “construcciones mentales”, es decir, creencias de todo tipo, religiosas o no.

Necesitamos, por tanto, aprender a acallar la mente para poder “ver” en profundidad.

Y, dado que no tiene nada que ver con las creencias, la espiritualidad es transreligiosa, por el simple hecho de que es transmental. En esta línea, son de agradecer los intentos que están surgiendo en los últimos años favoreciendo la llamada “espiritualidad laica” o “espiritualidad atea”. En esta línea, además del libro de Mayorga, ya citado, y que me ha dado pie a esta reflexión, es obligado mencionar otros dos:

Marià CORBÍ, Una espiritualidad laica. Sin religiones, sin creencias, sin dioses, Herder, Barcelona 2007.

André COMTE-SPONVILLE, El alma del ateísmo. Introducción a una espiritualidad sin Dios, Paidós, Barcelona 2006.

Finalmente, a quien esté interesado en una visión más de conjunto de toda esta cuestión de la “espiritualidad transreligiosa”, me permito reenviarle a dos libros míos:

La botella en el océano. De la intolerancia religiosa a la liberación espiritual, Desclée De Brouwer, Bilbao 2009.

Vida en plenitud. Apuntes para una espiritualidad transreligiosa, PPC, Madrid 32013.

Enrique Martínez Lozano

Fuente Fe Adulta

Espiritualidad , , , , ,

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.