Cincinnati prohíbe las ‘terapias de reconversión’ en memoria de Leelah Alcorn
En Estados Unidos, el presidente Barack Obama ha pedido repetidamente el fin de las terapias de tratamiento psiquiátrico para miembros del colectivo LGBT. Obama realizaba ese llamamiento tras una petición ciudadana realizada a través de la web de la Casa Blanca en relación a Leelah Alcorn, un chico transexual de 17 años al que sus padres obligaron a acudir a una de estas “terapias de reconversión” y que acabó suicidándose. La propuesta logró 120.000 adhesiones en tres meses. Cincinnati las ha prohibido en memoria de Leelah Alcorn, el adolescente transexual de Ohio que se suicidó el año pasado.
Dos docenas de pastores llenaron la cámara del consejo este pasado miércoles 9 en un intento de detener la prohibición. Pero el consejo de la ciudad aprobó la ley (por 7 votos frente a 2) que prohíbe la terapia para cambiar la orientación sexual y la identidad de género de los menores y le impone una multa de 200 dólares (182 euros) al día a los infractores.
El concejal abiertamente gay e impulsor de la ley, Chris Seelbach, tuiteó tras la votación de la ley: “Acabamos de hacer que lo que le pasó a Leelah Alcorn sirva para algo. Y hemos hecho historia al convertirnos en la primera ciudad de los Estados Unidos de América que prohíbe las terapias de conversión para los menores de edad”.
Hasta ahora cualquier médico con licencia en la ciudad de Cincinnati podía realizar cualquier tipo de “tratamiento” para cambiar la orientación sexual y la identidad de género siempre que los padres o tutores legales de los menores de edad lo permitieran. A partir de ahora ya no será posible, o como dijo el Presidente de la Junta de Igualdad de Ohio, John Boggess, “Este es un asunto de seguridad pública. La protección de las personas LGBT jóvenes en nuestra ciudad “.
Leelah Alcorn, de 17 años, fue atropellado por un coche en diciembre del año pasado después de que sus padres, cristianos conservadores, le obligaron a someterse a una “terapia de conversión”. En su nota de suicidio, que tuvo repercusión internacional, lanzó un significativo mensaje a la sociedad: ‘Mi muerte tiene que significar algo’.
La peligrosa práctica de estos agresivos tratamientos han sido desacreditados por la Asociación Americana de Psiquiatría y ya están prohibidos en los estados de California, Nueva Jersey, Oregon, Illinois y Washington y en el Distrito de Columbia.
Cada dos por tres, por desgracia, conocemos la existencia de algún manual o alguna terapia para “erradicar la homosexualidad”, como el seminario de Richard Cohen ‘Curar la homosexualidad’ o el de la Iglesia Pentecostal llamado ‘Aprendiendo sobre la homosexualidad’, donde se daba respuestas a interrogantes como “¿Convivir con los homosexuales nos pone en riesgo de contagio?” o “¿qué actividades del hogar podrían poner en riesgo la hombría de mi marido”.
Fuente Ragap
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