El ‘choca esos cinco’ lo inventó un deportista gay
La mayoría de las personas piensa que el famoso saludo de chocar las manos en el aire es una muestra clara y varonil de lo recio del deporte, en especial del béisbol.
Corría el año 1977. Estaba a punto de finalizar la temporada de béisbol norteamericana. Los Angeles Dodgers estaba a punto de convertirse en el primer equipo donde cuatro jugadores llegaba a los 30 “Home Run”. Pero el récord sólo sería efectivo si Dusty Baker, con 29 a sus espaldas, conseguía el último punto. Y ocurrió.
El público enloqueció por la gesta de sus jugadores, pero realmente lo que pasó a la historia aqulla tarde fue la celebración. Glenn Burke, el primer jugador de béisbol que admitió su homosexualidad, se acercó a su compañero Baker con la mano en alto y este, al no saber qué hacer, le imitó chocándola en el aire con la de su amigo. Había nacido el “high five” o “choca los cinco”.
La mayoría de las personas piensa que el famoso saludo de chocar las manos en el aire es una muestra clara y varonil de lo recio del deporte, en especial del béisbol. Pero este símbolo conocido como “high five” nació en el diamante y se reivindicó en el mundo homosexual hacia 1982.
El famoso saludo de chocar las manos con los brazos erguidos hacia el cielo y dando un pequeño brinco se le adjudica de forma errada a Dusty Baker, pero como el mismo lo confesó, no fue su gesto sino idea de Gleen Burke, se compañero de equipo en Los Angeles Dodgers.
Burke, que fue borrado de la historia del equipo y marginado por ser homosexual fue realmente quien inventó el saludo, como lo reseña Baker.
El béisbol es un mundo visual, el diamante se plaga de códigos no verbales para la comunicación, y los gestos siempre tienen un significado. Aquél de ese día no pasaría desapercibido, porque fue, como lo señala Enrique Alpañés en un artículo: genuino, improvisado y auténtico.
La publicidad de los Dodgers se encargó de hacer lo demás, cientos de carteles y anuncios promocionaban el saludo, pero evidentemente sin la presencia de Glenn Burke por su homosexualidad.
A lo largo de las siguientes temporadas decenas de jugadores se apropiaron del gesto y siguieron chocando las cinco, popularizándolo entre los seguidores del béisbol. Lo que empezó como un gesto espontáneo se intentaba patentar como una marca registrada del equipo. Pero la viralidad del high five no había hecho más que empezar.
Glenn Burke pasaría a la historia como el primer jugador de béisbol profesional en admitir su homosexualidad, fuera de los parámetros de hoy, no lo hizo público en rueda de prensa pero tampoco lo negó, y recorrió desde entonces un amargo camino con la dirigencia de su equipo, y no con sus compañeros, que terminó con la salida de Burke de la pelota mayor, y su retiro.
Los Dodgers siguieron potenciando el uso del “high five” en su propaganda, aunque eliminaron a Burke de forma nada sutil. Pero el símbolo no les pertenecía y estaba a punto de trascender lo deportivo para convertirse en algo totalmente distinto.
En 1982, el deportista confesaba a la revista Inside Sports lo que todo el mundo sabía. Lo hizo en un reportaje titulado La doble vida de un Dodger gay. Aliviado y ya fuera del armario, Burke se mudó a Castro, el barrio homosexual de San Francisco. Allí se convirtió en un miembro muy apreciado de la comunidad y siguió chocando las cinco con todos sus vecinos y amigos, en un saludo que pronto se convirtió en símbolo de identificación y orgullo entre la comunidad homosexual.
Glenn Burke murió a los 42 años víctima del Sida, pero su gesto le sobrevivió para convertirse en un símbolo mundialmente reconocido de triunfo y logro, en equipo y entre amigos que saben divertirse en la vida sin prejuicios.
Fuente Cáscara amarga
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