Deniegan a una chica trans de 14 años ver reconocida su identidad femenina en el Documento Nacional de Identidad
Un juzgado ha dictado un auto desfavorable a conceder el cambio de nombre en el Registro Civil a una menor transexual, de 13 años hasta dentro de un mes.
Su madre, Ches Cordero, ha señalado que ya han recurrido esa decisión y seguirán “luchando” porque “ella es una niña desde que nació“.
Incomprensible noticia. Según recoge Diario de Sevilla, una jueza se niega a autorizar que Alexa, una chica adolescente de 13 años, vea reconocida legalmente su identidad femenina. En un mes cumplirá 14 años y estará obligada a tener un Documento Nacional de Identidad que la señalará como un chico pese a que desde su más tierna infancia ha mostrado una identidad femenina.
Cordero ha explicado a que acudieron en 2014 al Registro Civil de Torremolinos (Málaga) para solicitar un cambio de nombre para hacerle el DNI a su hija, ya que es obligatorio a partir de los 14 años. Así, presentaron toda la documentación e informes necesarios, pero la decisión, de hace dos meses, “ha sido negativa”. Así, la madre de la menor ha indicado que en dicha resolución se hace referencia a una ley “en la que se dice que las personas transexuales se podrán cambiar el nombre, pero teniendo 18 años” y ha lamentado que “ninguna legislación ampara a los menores transexuales, que no existen en la ley“.
Alexa tiene la fortuna de contar con una familia que la apoya incondicionalmente. Su madre, Ches Cordero, lo tiene claro: “siempre ha sido la niña que es”, ha declarado al Diario de Sevilla. Es por eso que, llegada la adolescencia, la familia solicitó que Alexa viese reconocida judicialmente su identidad femenina. La jueza se lo ha denegado. “Nos dijeron que toda la documentación estaba perfecta, pero que hasta los 18 años no contemplaba el cambio de nombre, que cuando fuese mayor de edad lo solicitase”, explica su madre. “¿Es que Alexa no puede existir hasta que tenga 18 años? Pero es que ella existe ya”, remarca Ches Cordero, temerosa de que cuando su hija haga un viaje de estudios, presente su documentación en un aeropuerto o realice cualquier trámite oficial tenga que pasar el mal trago de dar explicaciones.
La familia ha recurrido el auto judicial, pero aún no tienen respuesta. “En marzo tendrá que sacarse el DNI sí o sí, y tenemos un problema importante, porque ella no quiere tener un DNI que no le corresponda”, indica la madre de Alexa. La situación es es a todas luces incomprensible: la identidad de Alexa es femenina, la documentación aportada por el director del instituto confirma que Alexa estudia en el centro “como la niña que es” y es tratada en femenino en todas las actividades escolares, sus documentos como deportista (juega al baloncesto y practica la natación sincronizada) la reconocen como chica… Incluso dispone de informes médicos y psicológicos en los que, de acuerdo al anacrónico paradigma patologizante, figura el diagnóstico de “disforia de género” de la Unidad de Transexualidad e Identidad de Género de Andalucía, a la que acude desde los nueve años. La familia también aportó firmas de personas que la conocen desde pequeña y un documento de su propio pediatra. El capricho de la jueza que les correspondió, sin embargo, ha impedido lo que es de sentido común.
“La transexualidad es inmutable e invariable, una persona nace transexual”, ha aseverado Cordero, quien ha apuntado, tal y como ha adelantado este lunes al diario Málaga Hoy, que en España, alrededor de 40 menores han solicitado el cambio de nombre y se han emitido 30 autos favorables, pero “todo está sujeto a la interpretación del magistrado“.
Ha explicado que el recurso contra este auto se tramita en la Dirección General de los Registros en Madrid “y vamos a seguir luchando porque ella es una niña desde que nació”.
Cordero, que colabora con la Fundación Daniela y Trans Huellas, ha incidido en que “hace falta una ley estatal que contemple a los menores transexuales que existen y que van a seguir existiendo, que no son niños que quieren ser niñas o al revés, son niños o niñas con una genitalidad diferente”.
Mientras, en Euskadi, una niña de 4 años sí lo consigue
La arbitrariedad de la justicia española queda aún más de manifiesto si se tiene en cuenta que la noticia se conoce apenas días después de que un juzgado de Tolosa, en Guipúzcoa, haya autorizado el cambio de nombre (de Luken a Lucía) de una niña transexual de 4 años, tal y como habían solicitado sus padres, deseosos de que su hija viese respetada su identidad desde su más tierna infancia.
Su padre, Agustín Arandia, ha explicado a los medios que ni él ni su mujer tenían idea alguna sobre lo que era la transexualidad hasta que su hija, a la que al nacer le fue atribuido sexo masculino, comenzó a hacer evidente su identidad femenina. Un detalle especialmente curioso fue que Lucía prefería utilizar el castellano al euskera para poder referirse a ella misma con adjetivos de género femenino (en euskera los adjetivos son neutros). Lo explica en el siguiente reportaje:
Se hace necesario un ajuste legal
Según explica la madre de Alexa, hasta la fecha se estima que unos 40 niños han solicitado el cambio de nombre, pero solo tres cuartas partes lo han conseguido. No es por desgracia el caso de su hija. Una arbitrariedad que se explica debido la ya obsoleta ley de identidad de género española, que sigue excluyendo a los menores de la posibilidad de modificar sus datos registrales sin la intervención de un juez, y que incluso para los mayores de edad sigue contemplando como requisito un diagnóstico de “disforia de género” y exigiendo, con algunas excepciones, dos años de tratamiento hormonal.
Es hora de actuar: España ya ha quedado rezagada en esta materia.
Fuente Agencias/Dosmanzanas/Cáscara amarga
Comentarios recientes