La seducción entre Ander y Patrick, en la cuarta temporada de “Elite”.
Las plataformas fueron sancionadas por “Elite”, “Love, Victor” y “Anne+”.
Por algunas escenas de series y películas de Netflix, Disney+ y Amazon Prime Video, el Consejo Supremo de Radio y Televisión de Turquía, “Rtuk” -una agencia estatal cuyos miembros son elegidos por el Parlamento de Ankara- sancionó a las plataformas, con distinto nivel de multas. ¿El motivo? Sostiene que “promueven las relaciones homosexuales”, “la inmoralidad” y que están en contra de los valores familiares turcos.
Entre los ejemplos de los contenidos que llevaron a Rtuk a tomar la decisión se encuentran un episodio de la serie de Disney+ Love, Victor, que contiene “comportamientos inmorales que perturban a la sociedad”, y la serie Modern Love, emitida por Amazon, considerada “contraria a los valores morales de la sociedad y al principio de protección de la familia”.
La lista también incluye a la española juvenil Elite y a la película Anne+ por mostrar “relaciones entre personas homosexuales”-
Las escenas hot de “Elite” recibieron sanción en Turquía y fueron ctalogadas como de “perversión”.
Rtuk también multó a la distribuidora de filmes on-line con sede en Londres Mubi -fundada por la turca Efe Cakarel- por incluir en su catálogo películas Le Lycéen y Room in Rome, que violan “los valores nacionales y morales de la sociedad y la protección de la familia” y contienen “obscenidades”.
Incluso se ordenaron multas administrativas para la plataforma de transmisión turca Blu TV debido a los “elementos LGBTQ+” que aparecen en la serie The book of the Queer.
Además de las multas, Rtuk también decidió convocar para septiembre una reunión extraordinaria en Ankara con los representantes de las plataformas para discutir con ellos las “políticas relacionadas con la transmisión de contenido sobre temas sensibles como la estructura de la familia turca, los valores morales nacionales y la indivisible integridad de Turquía”.
Las escenas hot de “Elite” recibieron sanción en Turquía y fueron catalogadas como de “perversión”.
Los antecedentes
Las medidas tomadas en los últimos días contra las plataformas de streaming llegan pocas semanas después de una advertencia lanzada por Rtuk, que a principios de julio había definido como “inaceptable” la transmisión de contenidos que “atacan nuestros valores culturales y morales, contienen relaciones desviadas que amenazan la salud pública, insultan los valores religiosos o están en contra del Estado, nuestro presidente y el fundador de la república Mustafa Kemal Ataturk”.
Los canales de televisión que presentan debates políticos que no están alineados con la retórica del gobierno a menudo han sido investigados o multados por el Consejo de Radio y Televisión de Turquía, y casos de este tipo también ocurrieron recientemente antes y después de las elecciones generales de mayo, donde el presidente Recep Tayyip Erdogan fue reelecto.
En 2020, la filmación de una película de Netflix producida en Turquía se detuvo antes de comenzar, tras la presión de Rtuk para eliminar a un personaje homosexual del guión. Un caso que en su momento causó bastante revuelo como censura preventiva cuando habitualmente el Consejo de Radio y Televisión opta por oscurecer o sancionar contenidos tras su publicación.
“Love, Victor”, la entrañable serie web que cuenta el despertar sexual de un chico gay.
Las sanciones de estos días contra Netlfix, Disney+ y Amazon Prime se aplicaron en un contexto en el que la homosexualidad es criticada cada vez más a menudo por funcionarios de gobierno que definen como “perversión” y fueron posibles gracias a una ley aprobada en 2019.
Las reglas de Rtuk con el streaming
La disposición 6112 obliga a las plataformas que distribuyen películas digitalmente a obtener una licencia de Rtuk para poder emitir y otorga al Consejo de Radio y Televisión la tarea de monitorear los contenidos que se emiten y la posibilidad de retirarlos en caso de considerarlos inapropiados o multar las emisiones
Los efectos de esta ley también afectaron a medios internacionales de renombre como las versiones turcas de Voice of America (Voa), Euronews y Deutsche Welle (DW) que inicialmente decidieron no presentar solicitudes para obtener la licencia, considerando que la ley limitaba la libertad de expresión en sus cabeceras.
Erdoğan y la Turquía de la represión, el silencio y la LGTBfobia
Técnicamente es legal ser gay en Turquía, pero las personas LGBT + en el país tienen pocos derechos legales y enfrentan un estigma extremo, y los desfiles del Orgullo a menudo son brutalmente reprimidos por la policía y en los últimos tiempos, Turquía ha visto un aumento en la retórica homofóbica. De hecho, Turquía abandonó la histórica Convención de Estambul porque “normaliza la homosexualidad”.
En Cristianos Gays hemos informado de la involución de derechos y de visibilidad pública del colectivo LGTB en Turquía. En febrero de este año dos jóvenes eran arrestados en Turquía por un cartel con banderas LGBT.
En 2013 nos hacíamos eco de la histórica manifestación del Orgullo de Estambul, en la que participaron más de 15.000 personas (siendo la más multitudinaria hasta la fecha). Pero las ediciones de 2015 y 2016, en cambio, eran reprimidas violentamente por las autoridades. En 2015, según los organizadores del Orgullo, la marcha fue «prohibida de repente por la oficina del Gobernador de Estambul, a causa del mes de Ramadán, sin ningún aviso».
Una circunstancia que, siendo exactamente igual, no impidió la manifestación en 2014 (un año en el que el Tribunal Constitucional de Turquía reconocía por primera vez que llamar “pervertidos” a las personas LGTB es lenguaje de odio). En 2016 la Policía turca disolvía violentamente la Marcha del Orgullo Trans de Estambul. Fue prohibida por el gobernador, que justificaba su decisión por “la seguridad de nuestros ciudadanos, en primer lugar, de los propios participantes”, pero desde el activismo LGTB se contempló como una claudicación ante las amenazas de grupos de extrema derecha nacionalista e islamistas. Una semana después, el Orgullo LGTB de Estambul correría la misma suerte. En agosto de 2016, la activista trans Hande Kader era brutalmente vejada y asesinada, después de haberse posicionado en primera fila durante el reprimido Orgullo Trans.
Una situación que se repetía en 2017, cuando tras las amenazas de un grupo ultranacionalista, y lejos de asegurar el ejercicio del derecho de manifestación del colectivo LGTB, el gobernador de Estambul prohibía la manifestación del Orgullo cediendo al chantaje de los extremistas. Cientos de valientes activistas desafiaron la prohibición y salieron a las calles, pero fueron duramente reprimidos.
En febrero de 2018 publicábamos que los tribunales administrativos 4º y 13º de Ankara, respectivamente, rechazaban los recursos de apelación de las organizaciones igualitarias Kaos GL y Pink Life (o Pembe Hayat), que pretendían acabar con la prohibición de celebrar actos LGTB, impuesta por el gobernador de Ankara, Ercan Topaca. Para la justicia, que se posicionaba a favor de la oficina del gobernador, «la prohibición no causará resultados irrecuperables», dictaminando que tal decisión «no es ilegal».
El último intento de fomentar el sentimiento homofóbico en Turquía sigue a un pánico moral provocado por una serie de Netflix ambientada en el país. Los rumores de un personaje gay en Love 101, lanzado en Netflix este mes, desató un torrente de furia del estado.
El presidente del Consejo Supremo de Radio y Televisión, Ebubekir Sahin, dejó en claro: “No toleraremos transmisiones que sean contrarias a los valores nacionales y espirituales de nuestra sociedad”. En línea, las publicaciones han acumulado miles de “me gusta” acusando a Netflix de “tratar de normalizar la inmoralidad”, calificando al gigante gigante del “enemigo del Islam” por transmitir el programa durante el Ramadán. No había ningún personaje gay visible cuando Love 101 debutó el 24 de abril, y los fans no tenían claro si el rumor era falso o si se tomó la decisión de editar el programa después de la reacción violenta.
Sin embargo, existe un creciente apoyo a la inclusión en el país. Una encuesta realizada el mes pasado encontró que el 45 por ciento de las personas en Turquía piensan que las personas LGBT + deberían tener los mismos derechos, un aumento del 36 por ciento del año anterior.
Desde el fallido intento de golpe de estado en Turquía, en julio de 2016, el presidente del país, Recep Tayyip Erdoğan, lo ha utilizado para acallar cualquier voz crítica que le resulte molesta. Ha despedido a miles de funcionarios públicos, acusándolos de golpistas, ha perseguido a periodistas y medios de comunicación críticos con el Gobierno y a políticos de la oposición y se ha detenido a activistas LGTB como Levent Pişkin o Uğur Büber. Solo en 2016, se imputaron cargos por “terrorismo” a 47.000 personas.
Como culminación del proceso de concentración de poder, el pasado abril Turquía aprobaba en referéndum convertirse en un estado presidencialista por un 51,41% de los votos. Erdoğan concentraba así toda la capacidad ejecutiva, junto a la potestad de elegir jueces de los tribunales superiores y disolver el Parlamento.
Con los dos mandatos de cinco años, aprobados como el plazo máximo que un presidente tendrá posibilidad de ejercer el cargo bajo la nueva Constitución, Erdoğan podría mantener su poder casi absoluto hasta 2029 (las próximas elecciones presidenciales no tienen lugar hasta 2019). Una situación altamente preocupante para el respeto de los derechos humanos y del colectivo LGTB en Turquía.
Fuente Clarín, Con Información de ANSA y Cristianos Gays
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