«Queremos que Macron presione a Putin para que este, a su vez, presione a Kadyrov, que persigue con total impunidad a los homosexuales con el beneplácito de las autoridades», declara Cécile Coudriou, vicepresidenta de Amnistía Internacional en Francia, quienes, aprovechando la visita de Putin a Francia, han querido instar a Macron, quien había declarado en campaña su intención de luchar contra la homofobia, que advirtiera a su homólogo ruso de la necesidad de parar la persecución de personas homosexuales en Chechenia. Este mismo lunes, previo a la reunión de los dos mandatarios, dos parejas del mismo sexo escenifican un acto de protesta en la plaza de Trocadero, frente a la Torre Eiffel, besándose mientras sostienen una pancarta con el lema «Stop a la homofobia en Chechenia».

Si bien Macron y Putin se han comprometido a trabajar juntos para luchar contra el terrorismo, lo cierto es que el lenguaje corporal delataba una cierta tensión que se visibiliza en el momento en que en la rueda de prensa posterior, Macron advierte su intención de desempeñar un papel contundente en la escena global, así como que no se va a dejar intimidar por otros líderes mundiales. Una actitud que deja clara en el momento en que habla de «órganos de influencia» en lugar de medios de comunicación para referirse a Rusia Hoy y Sputnik, dos organizaciones de prensa con vínculos con el Kremlin a las que no se autorizó acceso a este encuentro. «Cuando los órganos de prensa siembran falsedades difamatorias, ya no son periodistas. Son órganos de influencia (…). Rusia Hoy y Sputnik han sido órganos de influencia durante esta campaña, lo que en muchas ocasiones produjo falsedades sobre mí y mi campaña, por lo que decidí que no tenían lugar, lo confirmo, en mi sede», declara Macron, quien también ha sido contundente a la hora de hacer referencia al fuerte respaldo por parte de los rusos al régimen de Bashar-al-Assad, acusado de utilizar armar químicas en Siria en abril, declarando que «el uso de armas químicas por cualquiera será objeto de represalias, y represalias inmediatas por parte de Francia».

En la rueda de prensa, Macron también asegura que otro de los puntos que ha discutido con Putin es el de la persecución que afronta el colectivo LGBT en Chechenia, así como las organizaciones no gubernamentales, advirtiendo que estará «constantemente vigilante en estos temas, que están en línea con nuestros valores», después de que Putin le asegurara que ya había tomado medidas para «establecer la verdad completa sobre las actividades de las autoridades locales» en Chechenia, bajo el control de Ramzan A. Kadyrov, aunque no ha llegado a especificar cuáles eran esas medidas como también ha evitado mencionar directamente a las personas homosexuales en la conferencia de prensa. “Le he enfatizado al Presidente Putin lo importante que es para Francia el respeto a todas las personas, a todas las minorías.” ha dicho Macron a la prensa, “hemos hablado de los casos de personas LGTB en Chechenia… Le he dicho al presidente Putin lo que Francia espera respecto a este tema, y hemos accedido a informarnos regularmente sobre este tema.” “El presidente Putin me asegura que ha tomado varias decisiones sobre el tema de las personas LGTB en Chechenia. Son medidas cuyo objetivo es descubrir toda la verdad sobre las actividades de las autoridades locales.”

Habrá que ver si ahora que ya son dos los líderes internacionales que presionan a Putin sobre el tema, Rusia se decide a hacer algo de verdad.

El encuentro entre Putin y Macron se produce coincidiendo con la apertura de una exposición en el Grand Trianon, dentro del complejo de Versalles, que celebra los lazos forjados entre Rusia y Francia 300 años atrás por Pedro el Grande, cuando visita Francia tras alentar las relaciones diplomáticas entre ambos países. En la rueda de prensa, Macron hace un resumen de los grandes lazos culturales entre los dos países en la literatura, la cultura y la filosofía, señalando que «ningún asunto esencial puede ser manejado hoy sin hablar con Rusia». Por su parte, Putin ha preferido no responder directamente al desafío implícito de Macron, en lo que parece un intento por restablecer las relaciones relativamente cálidas que los dos países han tenido en el pasado y utilizar la reunión como una oportunidad para subrayar la posición de Rusia en una serie de áreas políticas, que ciertamente tiene la intención de aprovechar para exigir que se levanten las sanciones económicas contra Rusia que Europa pone en marcha tras la anexión de Crimea y la intromisión en Ucrania.