Rafael Delgado Suriel, el cura que incita al odio en República Dominicana
“Las homilías del padre Chelo son diatribas homófobas y machistas”
“Rafael Delgado Suriel se ha hecho famoso por sus misas de ‘sanación’ que preside todos los miércoles en la Catedral de La Vega”
“Creo que se siente con mucho poder, supongo porque consigue dinero para sus obras. La más conocida es el canal de televisión La Voz de María, desde donde se trasmiten sus misas y todo lo que a él le interesa, pues para algo es su propietario”
“El padre Chelo incita al odio, al rechazo a las personas LGBTI, incluso a la violencia por su tono colérico, intolerante, irrespetuoso y burlesco”
“Lo más triste de todo esto es que no haya salido un obispo a desautorizarlo y a decir que la postura del padre Chelo no se corresponde con la doctrina oficial de la Iglesia Católica”
| Neftalí W. Eugenia Castillo, sj
Rafael Delgado Suriel, mejor conocido como padre Chelo, es un presbítero de la Diócesis de La Vega, en República Dominicana. Pertenece a lo más recalcitrante del Movimiento de la Renovación Carismática Católica y se ha hecho famoso por sus misas de “sanación” que preside todos los miércoles en la Catedral de La Vega.
Al parecer el padre Chelo se siente por encima del clero dominicano, incluso de los obispos. Una vez, condenando las fiestas del Carnaval Vegano, famoso en todo el país y en el exterior, dijo: “Yo hablo por todos los obispos que tienen miedo a condenar el carnaval y hablo por todos los sacerdotes que también tienen miedo”. Creo que se siente con mucho poder, supongo porque consigue dinero para sus obras. La más conocida es el canal de televisión La Voz de María, desde donde se trasmiten sus misas y todo lo que a él le interesa, pues para algo es su propietario. Parece estar por encima del bien y del mal. Dice, hace y deshace y nadie le dice nada.
Hace aproximadamente un mes, en una de sus misas de “sanación”, el padre Chelo insultó de la manera más grosera a las autoridades educativas y a la comunidad LGBTI. Se refirió a ellos como “un grupito de locos homosexuales” que quieren implementar la “ideología de género”. De igual modo insultó a las mujeres feministas llamándolas “locas que han malinterpretado la liberación femenina con el feminismo”. Dijo además que se declaraba en rebeldía y que violentaría la supuesta ley de género porque “Dios creó hombres y mujeres pero no creó a los homosexuales ni a las lesbianas”.
Dijo que violentaría la supuesta ley de género porque “Dios creó hombres y mujeres pero no creó a los homosexuales ni a las lesbianas”
Su postura no me sorprende, así son sus homilías y es aplaudido por una catedral llena de personas que tienen una fe sencilla, que piensan que todo lo que dice un cura es palabra de Dios y siguen pensando que el sacerdote es el “padre de Occidente” y que está legitimado por Dios para definir qué es bueno o malo y qué tiene el poder para condenar o salvar.
Sus homilías suelen ser diatribas que perfectamente entran en lo que algunos países han tipificado como “delito de odio”. Este delito está castigado con prisión de uno a cuatro años. El delito de odio se da cuando una persona fomenta públicamente al odio y a la hostilidad contra un grupo o contra una persona determinada por razones racistas, por sus creencias religiosas, por su sexo u orientación o identidad sexual, por razones de género, etc. El padre Chelo incita al odio, al rechazo a las personas LGBTI, incluso a la violencia por su tono colérico, intolerante, irrespetuoso y burlesco. “Tantos pájaros que hay en este mundo”. (La palabra “pájaro” se usa en nuestro contexto dominicano para referirse a la persona gay con sorna y desprecio).
Conozco bien el asunto porque fui párroco por casi tres años en una parroquia de dicha diócesis. Acompañé a muchos católicos LGBTI que salieron desahuciados llorando de las misas de “sanación” del padre Chelo.
Pero lo más triste de todo esto es que no haya salido un obispo a desautorizarlo y a decir que la postura del padre Chelo no se corresponde con la doctrina oficial de la Iglesia Católica; que el Catecismo afirma en el numeral 2358 que los católicos estamos llamados a tratar a los homosexuales con respeto, compasión y sensibilidad y que todos somos hijos e hijas de Dios.
El padre Chelo en una de sus misas de ‘sanación’
Los fieles católicos, las personas en general deben saber que las opiniones del padre Chelo no son la doctrina de la Iglesia, aunque así parezca por el silencio que guardan los obispos. Que no todos los sacerdotes opinan como Chelo, que en la Iglesia hay sacerdotes y obispos gays y monjas lesbianas que sirven fervorosamente al prójimo y a la Iglesia desde la vocación a la que han sido llamados por Dios. Esto debe decirse y no se ha dicho todavía por ninguna autoridad eclesiástica dominicana.
En este tiempo en que las leyes civiles tratan de proteger, al menos en algunos países, los derechos de nuestros hermanos gays, están siendo revertidas. Las iglesias, los cristianos en general debemos ser contundentes y decir a cielo abierto que Dios ama a los gays, que somos ovejas de un mismo rebaño, que Jesús es nuestro Buen Pastor que nos conoce por nuestros nombres y nos llama. No basta decir “quién soy yo para juzgarlos”; hay que decir ser gay no es un delito ni es un pecado.
Termino recomendando el libro “Tender un puente” del padre jesuita James Martin, que aboga por una relación de respeto, compasión y sensibilidad entre las iglesias y la comunidad LGBTI.
Fuente Religión Digital
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