Ni mujeres, ni expertos, ni víctimas… la ‘Comisión Antipederastia’ nace herida de muerte
Éstos son los miembros de la ‘Comisión Antipederastia’ de la CEE ABC
La CEE recula tras las críticas, internas y externas y ahora dice que incluirá a seglares en el futuro
Roma advierte de un ‘tsunami’ de denuncias. “Y no estamos preparados”, admite un obispo español
(Jesús Bastante).- Ni mujeres, ni expertos en distintas materias (educadores, psicólogos, psiquiatras…), ni, lamentablemente, víctimas. La ‘Comisión Antipederastia‘ anunciada por la Conferencia Episcopal la pasada semana nace herida de muerte, y con duras críticas, tanto dentro como fuera de la institución.
La comisión, que en principio nacía como un grupo de expertos en Derecho Canónico para acompañar el informe que el cardenal Ricardo Blázquez llevará en febrero al encuentro con el Papa, está presidida por el polémico obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, cuestionado por las víctimas, y por seis sacerdotes, todos ellos juristas: Jorge Otaduy, del Opus Dei, director de la Revista “Ius Canonicum“; Silverio Nieto, del Servicio Jurídico Civil de la Conferencia Episcopal; Carlos Morán, del tribunal de la Rota; el jesuita Miguel Campo Ibáñez, canonista de la CONFER; y el vicesecretario para Asuntos Generales de la Conferencia, Carlos López Segovia.
Amén de la ausencia -clamorosa- de mujeres, laicos y especialmente, víctimas de abusos sexuales, el mayor drama de este equipo vino cuando alguien en la Casa de la Iglesia quiso ir más allá y, como un modo de responder al informe de El País sobre casos de pederastia en la Iglesia española, anunciar a bombo y platillo que la comisión no sólo se centraría en cuestiones legales, sino que abordaría una respuesta completa al drama de los abusos.
La indignación de las víctimas fue inmediata, tanto por los nombres elegidos (la crítica, además de Menéndez, se cebó en la figura de Silverio Nieto y, en menor medida, de Jorge Otaduy y Carlos Morán) como por no haber sido informados y mucho menos invitados. La cascada de críticas también vino de círculos internos, que entendían que, con esta comisión, la Iglesia española volvía a darse “un tiro en el pie” (en expresión de un arzobispo español).
Sólo entonces, y tras escuchar las opiniones de algunos expertos en comunicación, los obispos filtraron, a través de Cope, que “más adelante se incorporarán varios seglares expertos en diversas disciplinas, hombres y mujeres“. Un matiz que, lamentablemente, ya llega tarde. Y que sigue sin hablar de la necesaria presencia, con voz y con voto, de las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia.
La creación de esta comisión, de este modo, también ha sido criticada en la Santa Sede, que entiende que la Iglesia española “sigue sin entender la importancia de este drama“ para el presente y el futuro de la institución, y se escuda en que apenas se conocen casos en nuestro país.
“Si esperan a que surja un escándalo, que surgirá, cualquier medida que se tome después será en vano”, sostienen expertos desde el Vaticano, que auguran que, más tarde o más temprano, el tsunami de abusos que ya ha pasado por Estados Unidos, Irlanda, Alemania o Australia llegará a las ‘costas‘ de la Iglesia de nuestro país.
“Y no estamos preparados“, admite un prelado español, quien añade que “la comisión que se ha creado es un buen elemento en el ámbito de lo legal, pero si no nos ponemos al servicio de las víctimas será peor que no haber hecho nada”.
Fuente Religión Digital
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