Destapada en Colombia una red de prostitución gay en la que hubo sexo furtivo entre políticos y policías
En Colombia se les conoce como ‘La comunidad del anillo‘ y en este sórdido escándalo de prostitución masculina en el que presuntamente hubo sexo furtivo entre congresistas y cadetes de la policía, hay grabaciones de conversaciones telefónicas e incluso se habla de un ‘católogo de cadetes’ donde aparecen el muestrario de hombres disponibles. Entre los implicados destaca un nombre, el del general Rodolfo Palomino, jefe de la Policía en Colombia que deja su cargo después de 38 años acusado de proxenetismo, inducción a la prostitución y trata de personas de miembros de la propia institución que dirigía. “Espero que la justicia pueda devolverme la dignidad que se me ha querido arrebatar con mentiras e infamias”, dijo rodeado de su esposa e hijos. Palacios sostiene que, con este escándalo, se busca “desvertebrar a un cuerpo de generales que tiene una cita incambiable e irrenunciable con la patria. He tomado la decisión con mi familia y con los generales de la policía para pedir al presidente que me retire de mi puesto”, dijo.
La red de prostitución operó entre 2004 y 2008. La emisora La FM dio a conocer un vídeo de 2008 que muestra al ex senador, Carlos Ferro, hablar explícitamente de sexo gay por teléfono y durante 10 minutos con el capitán de policía Ángelo Palacios, aunque no se menciona a Palomino. Ferro renunció a su cargo de vice ministro del Interior este martes. Ayer lo hacía Palomino, quien negó cualquier participación en este turbio asunto. Palacios ha pedido protección especial porque dice temer por su vida.
El senador Roy Barreras, del mismo partido que el presidente Juan Manuel Santos, calificó la cinta de “obscena y procaz”, pero consideró que es necesario fijar una frontera entre la vida pública y privada de los adultos. “El día que crucemos el límite y empecemos a sancionar y castigar a las personas por su vida íntima habremos retrocedido a épocas de la inquisición”, dijo. El presidente Santos se ha mantenido en silencio por ahora.
A medida que avanzan las investigaciones irrumpen nuevos nombres en esta trama. Los medios hablan del coronel Jerson Jaír Castellanos, jefe de seguridad del Congreso. Castellanos se aprovechaba de las costumbres sexuales de algunos parlamentarios y ponía a sus servicios a un grupo de cadetes. Aparte de intercambio monetario, se pagaba con favores para los ascensos en la carrera militar. Y según las grabaciones, algunos policías eran obligados a llevar una bandera para que algunos congresistas pudieran escoger aquellos uniformados de su gusto con el fin de satisfacer sus deseos sexuales.
Según la revista ‘Semana‘, cuando Palacios intentó denunciar los hechos de prostitución se sintió perseguido por el general Palomino. A esto hay que sumar la sospecha de que la muerte de la alférez Lina Maritza Zapata hace diez años no fue un suicidio. Todo apunta a que tenía información sobre el ‘católogo de cadetes’ y quiso denunciar públicamente esta trama.
Un asunto muy sórdido que, por el momento, se desconoce si han salido a la luz todos los nombres de las personas implicadas.
Fuente Ragap
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