Blasfemia y libertad: Entre el “humor” y el fusil
Un famoso poeta evocaba la tragedia que forman tocando a muerto la “campaña y el cañón”. En este caso, en vez de la campaña tenemos un tipo humor (la revista Charlie-Hebdo). El cañón han sido en este caso los “fusiles” de los ejecutores de una muerte “sagrada” por venganza.
Presenté el 17.01 una postal sobre el tema (Entre “blasfemia y asesinato” ¿Todos somos Charlie? http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2015/01/17/p363234#more363234) y en ella mostraba en ella mi perplejidad ante unos hechos que resultan difíciles de explicar y razonar:
a. Por una parte defendía y defiendo el derecho a la libertad, garantizada por la Ilustración racional y la democracia de occidente.
b. Por otra parte suponía que en otro plano las viñetas de Ch.H. me parecían al menos poco adecuadas en un contexto de diálogo de culturas y de religiones.
Sigo pensando lo mismo, aunque J. I. Calleja respondido en unos comentarios, y con toda razón, que debemos distinguir el plano legal, definido y delimitado por las leyes de los estados (que abren un espacio para que Ch.H. pueda publicar sus caricaturas, y el plano ético, en el que quizá ellas pueden y deber ser criticadas.
Admito gustoso la aclaración o rectificación de J. I Calleja, y así vuelvo a publicar los números centrales de mi “propuesta” de entonces, con sus valiosos comentarios, presentando a continuación algunos comentarios de los cientos que se cruzaron esos días en mi Facebook.
Para situar quizá mejor el tema, me atreve a presentar algunas consideraciones, que pueden ser marginales, pero que resultan importantes en esta discusión:
1. Acepto con J. I. Calleja el valor “vinculante” de las leyes, pero con dos anotaciones marginales. (a) Quiero que las leyes mejoren (¡mucho!) y se acerquen en lo posible al ideal ético, en contra de lo que sucede en muchos espacios de la actualidad. (b) Quiero que puedan pactarse unas leyes universales, por encima de los estados concretos (como ha puesto de relieve L.F, es decir, Lucio Florio, en mi facebook).
2. Como heredero de una tradición cristiana e ilustrada, pienso que un tipo de caricaturas son no sólo “legales”, sino que hacen mucho bien, pues nos enseñan a ver el otro lado de las cosas. Sin un tipo de “humor” la vida sería inviable; sólo quien es capaz de aceptar caricaturas y chistes sobre sus propias creencias y formas de vida es en el fondo maduro.
3. Muchas caricaturas (como la del Asno/Cristo de los principios del cristianismo; volveré a presentar este “grafito” insultante y lo comentaré al fin de esta postal) nos han enseñado a ver las cosas… El mismo nombre de “cristianos” empezó siendo una caricatura ofensiva, pero los seguidores de Jesús la aceptaron, y aprendieron a verse mejor a sí mismos. Esto deberían aprenderlo los “fusileros” islamistas (pero no sólo ellos).
Seguiré hablando del tema, pues merece la pena. Hoy presento tres motivos, para que los lectores juzguen: Mis tres tesis centrales del pasado 17; la respuesta y aclaración de J. I. Calleja (¡gracias, José Ignacio!), y algunos comentarios del face.book.
Propuestas de X. Pikaza (de la postal del 17)
6. Dicho eso, y defendiendo de un modo radical la libertad, tenemos que añadir que sólo es auténtica una libertad que respeta la vida y sentimiento de los otros, en un plano ético. Ciertamente, los caricaturistas de Charlie-Hebdo tienen libertad de pluma y mente, han hecho lo que han creído bien (supongo que con buena intención, sin querer herir a nadie)…, pero ellos no deben despreciar las creencias de otros, que no son un bien privado, sino un “bien social”. En ese sentido les pedimos mucha mayor madurez y responsabilidad si quieren seguir siendo periodistas satíricos. En el fondo de alunas caricaturas de Charlie-Hebdo hay un desconocimiento del Islam y quizá una falta de sensibilidad ante sus más hondos sentimientos personales y religiosos.
7. Tengo la impresión de que los periodistas de Charlie-Hebdo (y otros muchos “cultos” occidentales ) tienden a ignorar los valores del Islam, en su historia, en su cultura de fondo de paz… En concreto, los de Harlie-Hebdo con sus caricaturas han herido sin causa a millones y millones de musulmanes. Podían hacerlo, y les defiendo. Lo han hecho para que todos sonriamos, y les aplaudo. Pero quizá se han creído superiores por pertenecer a un primer mundo que se piensa el ombligo de la razón cósmica, del pensamiento absoluto, y en ello se equivocan.
8. Por su parte, los musulmanes han de aceptar el “juego” de la libertad de occidente, que les permite vivir y practicar su religión (en contra de lo que hacen muchos “estados musulmanes” que no dejan libertad de hecho para los cristianos). Y en este mundo en que estamos (año 2015) han de responder con el pensamiento y la palabra, no con las bombas. Por eso, sigo condenando sin paliativos el asesinato de los periodistas de Paris.
Comentario por José Ignacio Calleja
A mí el punto seis, querido Xabier, me parece el más discutido fuera del mundo de los creyentes; nosotros creemos que la libertad de expresión es un derecho fundamental, -con el límite de los demás derechos humanos , según lo exige la ley democrática-, y también según lo exige un moral común y sensata al tratar las convicciones religiosas o metafísicas de los demás; por supuesto, si estas convicciones son dignas de la dignidad humana y la respetan. O sea, que mofarse por mofarse de las convicciones ajenas o propias, como una libertad total de hacer escarnio de ellas -salvo lo que prohíba la ley- nos parece que es un derecho legal, pero que no es de recibo éticamente. Lo cual no obvia que el terrorismo es condenable de forma absoluta y siempre, se justifique en lo que se justifique. Nos dicen que mezclamos el campo legal con el moral, y que este segundo, fuera de la ley, es opcional y privado. Decimos que separarlos es un tobogán hacia la nada, que puede serlo.
Por el contrario, los ilustrados franceses y contemporáneos creen que ese derecho de libertad de expresión –salvo lo que prohíba la ley- es absoluto, aunque su resultado suponga mofa o desprecio de las ideas y convicciones ajenas: las que sean. Estas tienen su defensa siempre y sólo en el mismo campo de las ideas. Las intenciones buenas, malas o regulares del crítico, no cuentan. La moralidad del dibujo y de su intención, tampoco. En su extremo, la gracia está en negar que haya religión alguna respetable y humanamente positiva. Son dos conceptos. Nosotros estamos por el primero.
Si lees tu texto, verás que mezclas el plano jurídico y el moral -punto 6-, y ellos los separan. Detrás está el debate de que para ellos, el bien es aquello que cabe en el procedimiento de la ley; lo bueno viene dado por cumplir el procedimiento legal común; todo lo demás es opinión, ideología y opción, aunque las religiones, y otros, le llamemos moral. Creo contigo que estamos obligados a cumplir el procedimiento democrático no violento, siempre, pero que no debemos callar sobre el valor moral que está en juego en el modo de ejercer un derecho fundamental y en su efecto final. Esto es lo propio de la lucha moral justa en una sociedad democrática, lucha moralizada por una moral civil justa en los fines y en los medios, en los objetivos y los procedimientos.
Diciendo esto les parecemos poco laicos y racionales, y nada demócratas; yo creo que cumplimos suficientemente los tres requisitos -deberíamos hacerlo, pues bien sabes que a la gente de religión se nos cuela enseguida el dogma y el derecho al castigo divino por mano humano-, y hasta evitamos el artificio de gozarnos de la libertad de expresión al margen del bien común intentado al menos -cuestión a discutir-, y cuestionamos un concepto de libertad de expresión demasiado absoluto por comparación con otros derechos más materiales, como los que nos dan de comer por el trabajo u oportunidades de vida para los niños.
Hay algo extraño en este debate de los derechos con una comprensión dogmática de su jerarquía y significado. Merece la pena ser críticos de los críticos que con razón y derecho nos critican ¿Qué le vamos a hacer, Xabier? Y otra vez, lo asesinatos de Charlie Hebdo, y los otros, hasta 17, son asesinatos sin paliativos ni disculpa ni explicación. Con fe y sin fe, son asesinatos.
Un tema de facebook
He publicado en el facebook (https://www.facebook.com/xabier.pikaza) tres fotos que han sido muy comentadas, los días 10, 11 y 18 de enero, con caricaturas que aquí no me atrevo a reproducir. Allí decía:
¿Os parece de buen gusto esta imagen de Charlie-Hebdo? ¿Te parecen ofensivas? Ciertamente, me parece horrible sin más, condenable del todo, la “respuesta” de los que quieren defender el honor de Muhammad /Mahoma matando a los caricaturistas… pero no me siento del todo feliz con las caricaturas (que no pongo aquí, para no sumarme a ellas). Leer más…
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