Después de muchas idas y venidas, se venían debatiendo y votando distintas propuestas desde el 2010, el Bundestag ha dicho sí. La propuesta partía del SPD, el partido socialdemócrata, que había amenazado a la Unión Cristianodemócrata que no habría coalición tras las elecciones si no se aprobaba el matrimonio.
Alemania celebrará elecciones en septiembre, y para evitar que este asunto se convirtiera en “tema electoral”, Merkel decidió dar libertad de voto a sus diputados, aunque ella votó en contra porque dice que “el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer”. Eso sí, ahora dice que ha cambiado de idea respecto a la adopción y que en ese punto está a favor.
Parecía impensable hace tan solo una semana, y hoy es una realidad. El Bundestag alemán ha dado su visto bueno, por 393 votos a favor frente a 226 en contra, al proyecto de ley de matrimonio igualitario que aprobó el Bundesrat en septiembre de 2015. Respaldaron el proyecto los diputados del Partido Socialdemócrata (SPD), de La Izquierda y los Verdes, además de miembros de la Unión Cristianodemócrata que lidera Merkel, que dio libertad de voto para que se votara en conciencia.Los acontecimientos se han precipitado desde que Angela Merkel avanzara su intención de otorgar libertad de voto a sus diputados este lunes. En una jugada maestra de Martin Shulz, en apenas cuatro días, el levantamiento del bloqueo por parte de los socialdemócratas ha permitido la tramitación de la medida y ha hecho valer, en la recta final de la legislatura, la mayoría progresista de la cámara baja. Alemania deja de ser una excepción en Europa occidental y sienta un importante precedente para otros países de su órbita cultural y política. Ahora el texto debe ser ratificado de nuevo por la cámara alta y firmado por el presidente Frank-Walter Steinmeier, antes de entrar en vigor. Las primeras bodas se celebrarán previsiblemente en octubre.
La canciller fue una de las primeras en depositar su voto en la urna colocada en el centro del salón de plenos y eligió la tarjeta azul, que hoy representaba el “no” a la legalización del matrimonio homosexual.
El portavoz socialdemócrata, Thomas Oppermann, defendió el paso dado por su partido, que forzó que se debatiera la iniciativa antes de finalizar la legislativa rescatando un proyecto de ley de 2015 del estado federado de Renania-Palatinado que ya había pasado por el Bundesrat, la cámara alta, y que estaba aparcado en el Bundestag. “Esta decisión quizá no es buena para la coalición, pero es buena para las personas, y buena para el Parlamento”, manifestó Oppermann, quien rechazó que sea necesario reformar la Constitución. “Si el matrimonio para todos llega, se habrá dado algo a alguien, pero no se le habrá quitado nada a nadie“, subrayó intentando convencer a los diputados reticentes, a quienes mostró su respeto.
En nombre de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el líder del grupo parlamentario, Volker Kauder, se convirtió en portavoz de quienes defienden que “el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer”, aunque manifestó su respeto a sus compañeros con una opinión diferente. “Yo personalmente nunca pondré mi firma en algo que represente el matrimonio para todos, por motivos de conciencia”, declaró Kauder, quien expresó dudas sobre la constitucionalidad de la ley al entender que la concepción cristiana del matrimonio está protegida en la ley fundamental alemana.
Desde el mismo partido, el diputado Jan Marco Luczak defendió el “sí” al proyecto al recordar que el respeto, el amor y la convivencia son valores tradicionales que deben defender los conservadores y consideró que no se necesita ninguna reforma constitucional para abrir el matrimonio.
Desde La Izquierda y los Verdes se felicitaron por el logro “histórico” alcanzado y reivindicaron su lucha durante décadas por los derechos de los homosexuales, con numerosos activistas presentes hoy en la tribuna de invitados.
Merkel se ha mostrado a favor del derecho de adopción para las parejas homosexuales, pero justificó su “no” al proyecto para legalizar el matrimonio homosexual al señalar que, para ella, el matrimonio según la Constitución es la unión de un hombre y una mujer. Merkel argumentó su voto en una breve comparecencia ante los medios después de que el pleno del Bundestag (cámara baja) aprobara la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, con los votos de los diputados socialdemócratas, de La Izquierda y de los Verdes y también de parlamentarios conservadores, que tuvieron libertad de voto. La canciller recordó que en los últimos años se habían eliminado “paso a paso” todas las discriminaciones para las parejas homosexuales y faltaba el derecho a adoptar niños. Tras reflexionar mucho sobre el bienestar de los menores, dijo , llegó a la conclusión de que “la adopción también debería ser posible” para las parejas homosexuales.
Sin embargo, a su juicio, el artículo 6 de la Constitución alemana, cuando señala que “el matrimonio y la familia se encuentran bajo la protección especial del orden estatal”, está hablando del matrimonio entre un hombre y una mujer. Merkel, consciente de las diferentes opiniones en su partido, decidió que los diputados del grupo parlamentario conservador votaran en conciencia. Calificó el debate que ha derivado en la aprobación del matrimonio homosexual de “emocional”, también para ella, y confió en que ahora no se pierda el respeto y que, con la votación, se haya generado paz social y cohesión.
La lucha por la igualdad de todas las parejas en el acceso al matrimonio en Alemania se remonta muchos años atrás. Desde que el Gobierno de Gerhard Schröder, de coalición entre socialdemócratas y verdes, aprobó una ley de uniones civiles en 2001, los activistas LGTB reivindican su derecho a no ser tratados como ciudadanos de segunda. Su incansable trabajo y la aprobación de leyes de matrimonio igualitario en otros países europeos y del resto del mundo acabaron por convencer a las principales formaciones políticas del centro y la izquierda. Pero la posición dominante de los democristianos de la CDU/CSU de Angela Merkel desde 2005, impidió a sus socios de coalición (fueran el SPD o el FDP) hasta ahora los intentos de aprobar la medida.
Durante la legislatura 2009-2013, en la que la canciller se apoyó en los liberales del abiertamente gay Guido Westerwelle para gobernar, la igualdad matrimonial llegó a la primera línea política. En septiembre de 2010, el Bundesrat (cámara de representación de los estados federados) rechazaba una propuesta presentada por el estado de Berlín. En junio de 2012 era el Bundestag el que votaba contra un proyecto de ley de Los Verdes. Solo unos meses antes, el SPD, entonces en la oposición, había decidido incluir la defensa del matrimonio igualitario y la adopción homoparental a su ideario. Unos meses más tarde hacía lo propio el FDP, si bien su posicionamiento no se materializó en un apoyo a las iniciativas que iban llegando al Parlamento. A pesar de ello, el Bundesrat aprobaba en 2013 una propuesta de matrimonio igualitario, que no llegó al Bundestag y entró en vía muerta con las elecciones de septiembre de ese año.
El resultado de esos comicios animaba a un moderado optimismo: la salida de los liberales dejaba una mayoría progresista de partidos favorables a la igualdad matrimonial en el Bundestag. Ya durante las negociaciones para formar Gobierno, sin embargo, el panorama se ensombrecía. Y efectivamente, la decepción se instaló al constatar que el acuerdo de gran coalición entre la CDU/CSU y el SPD carecía prácticamente de compromisos concretos en el ámbito LGTB. Todos los focos se dirigieron desde entonces a los socialdemócratas, de cuyo apoyo dependía cualquier avance. Pero la la obstinación de la CDU/CSU en el acuerdo de Gobierno impidió cumplir su compromiso electoral de “igualdad al 100%”.
Quedó bloqueada durante toda la legislatura la tramitación de tres proyectos de ley de matrimonio igualitario. El primero lo presentó La Izquierda (Die Linke) ya en octubre de 2013. El segundo lo introdujo el grupo de Los Verdes en junio de 2015. Y el tercero lo aprobó el Bundesrat en septiembre de ese mismo año y es el que casi dos años después ha votado por fin el Bundestag. Durante meses, que se convirtieron en años, las tres iniciativas languidecieron en la comisión de Asuntos Jurídicos de la cámara baja. Mientras tanto, el Tribunal Constitucional eliminaba importantes discriminaciones de las parejas en una unión civil con respecto a las casadas.
El impasse se mantuvo durante la mayor parte de la legislatura. Hasta en treinta ocasiones, los socialdemócratas unieron sus votos a los democristianos para impedir que el Bundestag debatiera y votara los proyectos de ley de matrimonio igualitario. La nominación de Martin Schulz, en enero de este año, como candidato a canciller por el SPD despertaba nuevas esperanzas, pero tampoco consiguió doblegar a Merkel.
En abril, sin embargo, se produjo un movimiento que se reveló posteriormente como decisivo, al iniciar la reacción en cadena que ha desembocado en la votación de hoy. Los Verdes establecían la apertura del matrimonio como línea roja en una futura negociación de Gobierno. Fue decisiva la insistencia de Volker Beck, incansable defensor de la igualdad. Un mes después, los socialdemócratas sugerían que adoptarían la misma posición. También el líder del FDP, partido al que todas las encuestas auguran la reentrada en el Bundestag, se comprometía a defender la medida. El SPD esperaría a la convención de su partido, el domingo pasado, para hacer un pronunciamiento más rotundo.
Excluida la extrema derecha de la AfD y la izquierda de Die Linke, la probable cuarta victoria consecutiva de Merkel se tendrá que apoyar en el FDP, el SPD o Los Verdes para llegar a la mayoría absoluta en un Parlamento fragmentado. Con los tres partidos firmemente instalados en el compromiso irrenunciable con la igualdad matrimonial, la canciller debió de pensar que era mejor ceder a tiempo. Este lunes por la noche, calificó la discusión del matrimonio igualitario como una “cuestión de conciencia“. Unas palabras que hacían pensar en el levantamiento de la disciplina de voto de su grupo parlamentario.
Aprovechando el momento, el SPD reaccionaba el martes por la mañana anunciando que impulsaría una votación en el Bundestag “esta semana“. Los socialdemócratas vieron una ventana de oportunidad ante el cambio de posición de Merkel y decidieron utilizarla para levantar el bloqueo en la tramitación del proyecto de ley de matrimonio igualitario que aprobó el Bundesrat en septiembre de 2015. El órdago del SPD provocaba un revuelo político en sus socios de coalición, pero apenas unas horas después, se imponía la visión de la canciller. La CDU y sus aliados bávaros de la CSU anunciaban que sus diputados tendrían libertad de voto sobre la igualdad matrimonial. Finalmente, 75 (sobre un total de 309) de ellos han votado a favor. Entre ellos Jan-Marco Luczak, que defendió lo que considera un valor “conservador y cristiano“.
Una ley con un sencillo articulado
La comisión de Asuntos Jurídicos daba vía libre este miércoles a la votación en el pleno del Bundestag, con el apoyo de SPD, Verdes y Linke y la oposición de la CDU/CSU. Esa misma tarde se anunciaba el orden del día de la sesión plenaria de este viernes, cuyo primer punto era la discusión y votación del “Proyecto de ley para la introducción del derecho al matrimonio para las personas del mismo sexo”. Un texto muy parecido a la ley española de 2005, y en cuyo primer artículo se modifica el Código Civil con la frase:
El matrimonio se contrae por dos personas de distinto o del mismo sexo para toda la vida.
La ley también prevé la conversión de las uniones civiles a matrimonios, como han hecho otros países. El debate parlamentario del viernes por la mañana lo abrió Thomas Oppermann, del SPD, que defendió la ley como una medida que “dará mucho a algunos sin quitarle nada a nadie“. A favor de la medida hablaron también los portavoces de Linke, Dietmar Bartsch, y Los Verdes, Katrin Göring-Eckardt, quien agradeció el trabajo de su compañero Volker Beck, que también tomó la palabra. En contra se manifestó el líder del grupo de la CDU/CSU Volker Kauder, convencido oponente de los derechos LGTB. El histórico resultado final, 393 votos a favor frente a 226 en contra… incluido el de la propia canciller.
La aprobación de la medida podría ejercer una influencia en Austria, cuyo canciller, el socialdemócrata Christian Kern, ha prometido impulsar el matrimonio igualitario antes de que termine la legislatura. La votación de hoy en Alemania, el país más poblado y locomotora económica de la Unión Europea, puede de hecho sentar un importante precedente en otros Estados de su órbita cultural y económica. No olvidemos que en el país viven comunidades numerosas de ciudadanos procedentes de Turquía, Oriente Próximo y Europa oriental y meridional entre otros.
Sobre las consecuencias internas, en pleno periodo preelectoral, se harán muchos análisis. Parece claro que, a pesar de la rabia de los sectores más reaccionarios de la CDU/CSU, la canciller se quita de encima un asunto polémico que podía complicar las negociaciones de Gobierno tras las elecciones de septiembre. El SPD, por su parte, lo utilizará sin duda para intentar marcar distancia con los democristianos y remontar en las encuestas. El miedo de la formación de Merkel a perder electores conservadores contrasta con el amplísimo respaldo social a la igualdad matrimonial, que alcanza el 83% de la población, de acuerdo con una encuesta del pasado mes de enero.
Evelyne Paradis, directora ejecutiva de ILGA, ha declarado que “Después de años de espera y esperanzas, las familias arcoíris en Alemania recibirán ahora el mismo reconocimiento ante la ley. Este es un hito histórico que inspirará aún más cambios para las personas LGTB+”.
La de hoy es sin duda una jornada histórica para los derechos LGTB, un sentimiento incrementado si cabe por lo inesperado de la noticia hasta hace escasos días. El matrimonio para todos (Ehe für alle) es ya una realidad en Alemania. Glückwunsch! Nosotros nos alegramos mucho pero el matrimonio es solo un paso más. Queda mucho por hacer.
Por su parte, la Iglesia Evangélica Alemana (39% población de Alemania) celebra que el Parlamento apruebe el matrimonio homosexual
Y es que varias Iglesias evangélicas de diferentes regiones alemanas han equiparado este año la alianza entre dos mujeres o dos hombres. Ya sea con inscripción en los registros parroquiales, una simple bendición o aún algo inoficial: el camino al altar será más fácil para las parejas homosexuales alemanas. Varias Iglesias evangélicas de diferentes regiones alemanas han equiparado este año la alianza entre dos mujeres o dos hombres. Y a pesar de que en la Iglesia católica la bendición de estas parejas solo sucede en secreto, cada vez se elevan más voces pidiendo una regulación oficial, y no sólo en las bases. El hecho de que el papa haya cambiado totalmente el tono respecto al tema de la homosexualidad, es para muchos una señal de esperanza… Sin embargo, los obispos alemanes han afirmado ante los matrimonios homosexuales que “No es discriminatorio que se llamen de otra manera”…
Fuentes | El País y El Mundo, vía EstoyBailando, Dosmanzanas, Universogay, AmbienteG
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