Hombres con minifalda protestan contra la violencia machista en una manifestación en Turquía
Indignación tras el asesinato de una estudiante
Turcos y azeríes se travisten en protesta contra la violencia machista
Cientos de hombres marcharon el pasado sábado junto a las mujeres en una manifestación contra la violencia machista en Estambul aunque sólo una veintena de “valientes” llevaron a la práctica la consigna de vestir minifalda para denunciar el sexismo. Y un grupo de hombres han lanzado una iniciativa a través de las redes sociales para protestar contra la violencia machista. Consiste en travestirse con minifalda y tomarse una foto para publicarla en las redes sociales.
La manifestación es una más de las decenas de protestas que se han registrado en Turquía en los últimos diez días, a raíz del asesinato de la estudiante Özgecan Aslan, el 11 de febrero pasado, a manos de un conductor de minibús que intentó violarla. El crimen provocó una oleada de indignación enorme en Turquía, un país de 76 millones de habitantes donde el año pasado murieron 281 mujeres víctimas de asesinatos con motivo machista. En dos de cada tres crímenes, el asesino fue el marido, exmarido, novio o pretendiente de la víctima.
Un hombre con vestido durante la protesta en Estambul./ REUTERS
La iniciativa surge después de un incidente ocurrido el pasado 11 de febrero, cuando una joven de 20 años llamada Ozgecan Aslan fue secuestrada y asesinada por haber tratado de evitar que un conductor de autobús la violara. Se cree que trató de disuadir a su agresor con un aerosol de pimienta, pero fue apuñalada y luego golpeada con una barra de hierro en la cabeza inmediatamente después. Su cuerpo fue descubierto varios días después en un río.
La muerte de Aslan ha desatado una enorme indignción no solo en la calle, sino también a través de Internet. Más de seis millones de personas han tuiteado su nombre, y miles han aprovechado las redes sociales para compartir sus experiencias con el acoso y el abuso sexual, la mayoría de ellas mujeres, según ha informado la BBC.
La campaña nace en Azerbaiyán, donde la gran mayoría entiende el turco, y se extiende ya por Turquía. Cientos de azeríes se han vestido con minifalda y han inundado Twitter y Facebook con sus fotografías, en las que portan carteles con mensajes contra la violencia machista. Cerca de 1.500 personas han utilizado desde el miércoles el ‘hashtag’ #ozgecanicinminietekgiy, que podría traducirse por “ponte una minifalda por Ozgecan”, en honor a la joven asesinada.
“”Si una minifalda es responsable de todo, si una minifalda significa inmoralidad y no castidad, si una mujer que lleva una minifalda está enviando una invitación para que algo malo le ocurra, ¡nosotros también mandamos una invitación!”, publican los impulsores de la campaña en su página de Facebook.
Sólo unos pocos secundaron la iniciativa de ponerse minifaldas ya que “Es difícil para los hombres hacerlo”, admite en una conversación el estudiante Bulut Aslan. Él sí va ataviado con una falda gris hasta las rodillas y un gran cartel con la frase “Paso de ser hombre. Soy humano”. “Desde pequeños nos educan en el sexismo. Y al igual que a las niñas se les enseña que lo suyo es la casa, la cocina, los hijos, a los chicos se les enseña que deben ser duros, viriles… Es un problema para ambos”, reflexiona. “Desde luego, las mujeres se llevan la peor parte, pero los hombres también debemos superar el sexismo que nos asigna un rol concreto en la sociedad”, insiste Aslan.
Como él piensa Hasan Mertoglu, también vestido con falda: “La educación nos enseña a poner a la mujer siempre en segundo lugar, es una mentalidad que se promueve desde el Gobierno. Vestirse como una mujer cuesta, porque a un hombre no se le supone que se pueda parecer a una mujer. Pero debemos reivindicar que somos iguales”.
La amplitud de la reacción contra el asesinato de Özgecan es que no se pudo encontrar ninguno de los pretextos habituales con los que parte de la sociedad justifica o disculpa las agresiones machistas, como explicó la feminista Aysun Eyrek. La muchacha no había bebido alcohol, el asesino no era su novio, ella no se había aventurado a la calle sola de noche y ni siquiera llevaba minifalda, detalló.
Esta idea, que la minifalda excusa o al menos explica el acoso o los intentos de violación, forma parte de la mentalidad patriarcal contra la que protestaron este sábado los hombres en la marcha de Estambul. “No hay ningún pretexto para el acoso”, rezaba uno de los muchos carteles en la marcha, junto a otros que exigían cadena perpetua para estos asesinos o denunciaban que “el hombre dispara, (y) la Justicia lo protege“.
En los últimos días, Internet bullía de denuncias sobre condenas livianas a hombres agresores o reducidas porque los asesinos confesos mostraban “buena conducta” durante el juicio. “Los juicios deben hacerse sin medias tintas”, exige Eyrek. “Hay que poner fin a las rebajas de condena y se deben aceptar las declaraciones de las mujeres en casos de agresiones y violaciones”. Según las feministas, las leyes en Turquía respecto a la violencia machista no son malas; lo que falla es su aplicación.
Las redes sociales han articulado en esta semana un movimiento social de rechazo al acoso y la violencia machista que va mucho más allá de los grupos feministas que llevan años denunciando esta lacra. “No he venido con amigos; vi la convocatoria en Internet y me apunté”, explica Hasan Mertoglu.
Tanto él como los demás hombres que tuvieron el valor de manifestarse con minifalda —la mayoría jóvenes, aunque hubo también algún señor con edad de estar jubilado— se vieron en todo momento rodeados por admiradoras que se querían fotografiar con ellos.
Los abrazos ante las cámaras dejaron claro que, para estos jóvenes, la solución para acabar con el acoso no pasa por la separación de mujeres y hombres en público, una idea sugerida por algunos diarios islamistas cercanos al Gobierno.
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