Arizona y Wyoming se han unido a la lista de estados de los Estados Unidos donde es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo. El juez federal John W. Sedwick ha sentenciado que la prohibición del matrimonio igualitario vigente en las leyes del estado de Arizona viola la Constitución de los Estados Unidos. El fiscal general de Arizona ha comunicado ya que no apelará la decisión y ha dado instrucciones a los secretarios de los condados para que faciliten licencias de matrimonio a las parejas que las soliciten. Por su parte, el juez federal Scott W. Skavdahl ha dictado una medida cautelar contra la normativa que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo en Wyoming, a la que declara inconstitucional, aunque ha suspendido la aplicación de su medida hasta el próximo jueves 23 de octubre. El gobernador del estado ha comunicado a su vez que tampoco apelará esta decisión. Con Arizona y Wyoming, el matrimonio igualitario ya es legal en 32 estados.
La legalización del matrimonio igualitario en los estados adscritos a los circuitos de apelación que han fallado favorablemente al respecto se está convirtiendo en mero trámite. Es el caso de Arizona, que depende de la Corte de Apelaciones del 9º Circuito, que ya ha dictaminado a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo en Idaho y Nevada. Que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos rehúse repetidamente admitir a trámite las apelaciones contra estas decisiones favorables hace que las sentencias de los jueces federales adquieran firmeza de manera casi inmediata.
Así ha ocurrido en Arizona, donde el juez federal John W. Sedwick ha sentenciado en dos casos distintos, en la misma fecha y con el mismo resultado: la prohibición del matrimonio igualitario en Arizona viola el derecho a la igual protección recogido en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. El fundamento es la decisión del órgano superior a la autoridad del juez, la Corte de Apelaciones. Ya no son necesarias largas argumentaciones en que basar el fallo, porque ya existe jurisprudencia que acatar. El juez negaba la posibilidad de cualquier suspensión de su dictamen y ordenaba a la administración de Arizona que dejase sin efectos de manera inmediata cualquier disposición legal contraria al mismo.
Poco después de conocerse la sentencia del juez Sedwick, el fiscal general de Arizona, Tom Horne, comunicaba que no la apelaría. Su decisión se basaba en criterios fundamentalmente prácticos, pues, a su juicio, la apelación “sería un ejercicio inútil que solo serviría para gastar el dinero de los contribuyentes”. Según el fiscal Horne, “la probabilidad de que el Noveno Circuito revierta la decisión del tribunal de distrito es nula. La probabilidad de que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos revise la decisión del Noveno Circuito es también cero. Por lo tanto, para lo que único que serviría la presentación de una apelación sería para malgastar el dinero de los contribuyentes”.
El fiscal Horne ordenaba a las Secretarías de los condados que facilitasen las licencias de matrimonio a las parejas del mismo sexo que las deseasen, y así, este mismo 17 de octubre, tenían lugar las primeras bodas, entre ellas la de Nelda Majors y Karen Bailey (en la fotografía), dos de las demandantes en el caso cuya sentencia ha traído la igualdad de derechos para las parejas LGTB de Arizona.
La gobernadora del estado, la republicana Jam Brewer, expresaba sin embargo su malestar con la decisión judicial, a pesar de tener que acatarla. Según Brewer, “no solo es decepcionante, sino también muy preocupante, que los jueces federales no electos pueden dictar las leyes de los estados, crear derechos basados en sus preferencias políticas personales y suplantar la voluntad del pueblo en un área tradicionalmente en manos de los estados desde hace más de doscientos años. Como opinó el juez Scalia, dicha acción es equivalente a ‘una afirmación de la supremacía judicial sobre el pueblo’ y es una imagen del poder judicial que habría sido ‘irreconocible para aquellos que escribieron y ratificaron nuestra carta nacional’. En pocas palabras, los tribunales no deberían dedicarse a cambiar las leyes en función de sus agendas personales. No es el papel del poder judicial determinar que los matrimonios del mismo sexo deben ser permitidos. Histórica y tradicionalmente, ese poder pertenece a los estados y al pueblo. Si la sociedad quiere reconocer el matrimonio homosexual o las uniones civiles, dicha decisión debe ser tomada a través de nuestros representantes elegidos o en las urnas, no en los tribunales”.
A pesar de la opinión de la gobernadora Brewer, Arizona se ha convertido en el 31º estado de los Estados Unidos en reconocer el matrimonio igualitario.
Wyoming, hogar de Brokeback Mountain, se une a lista de la igualdad
Pocas horas después de conocerse la sentencia de Arizona, el juez federal Scott W. Skavdahl emitía una medida cautelar de obligado cumplimiento que declaraba inconstitucional la prohibición del matrimonio igualitario en el estado de Wyoming. Su decisión se fundamentaba en el dictamen de la Corte de Apelaciones del 10º Circuito, al que pertenece Wyoming, que estimó que las leyes que impedían el matrimonio entre personas del mismo sexo en Utah y Oklahoma violaban la facultad de una parte de la ciudadanía de ejercer un derecho fundamental en base a su orientación sexual, y por lo tanto eran contrarias a la Constitución de los Estados Unidos. La apelación contra esa decisión no fue admitida a trámite por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos. A pesar de ello, el juez Skavdahl ha estimado conveniente garantizar el derecho de la administración estatal a recurrir su mandato cautelar y ha establecido una demora en su aplicación para que puedan preparar el recurso, que finalizará a las cinco de la tarde del próximo jueves 23 de octubre, o hasta que la Fiscalía del estado le comunique que no presentará recurso alguno.
Desde la oficina del gobernador de Wyoming, el también republicano Matthew H. Mead, se informaba poco después de que la Fiscalía General de Wyoming no presentaría apelación contra el mandato del juez Skavdahl, al considerar altamente improbable que tuviese éxito ante la Corte de Apelaciones del 10º Circuito. También se reproducían las declaraciones del gobernador Mead al respecto, más conciliadoras que las de su homóloga de Arizona. Mead estima que “este resultado es contrario a mis creencias personales y las de muchos otros. Como en todos los asuntos, respeto el papel de los tribunales y el fallo del tribunal. Hay cuestiones jurídicas complicadas entre el sistema judicial estatal y federal. Los demandantes también han presentado un caso ante la corte estatal, que sigue activo, aunque cualquier decisión de ese tribunal no cambiaría el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio. Si bien este no es el resultado que yo y otros habríamos esperado, reconozco que las personas tienen diferentes puntos de vista y, espero que todos los ciudadanos estén de acuerdo, estamos obligados por la ley”.
En el mismo comunicado se indicaba que el fiscal general presentará un informe ante el tribunal del juez Skavdahl antes de que concluya el plazo fijado en el mandato, en el que constará la decisión de no apelar su dictamen. Desde ese momento, el matrimonio entre personas del mismo sexo será posible en Wyoming, el estado al que pertenecen los paisajes de Brokeback Mountain donde se desarrolló la historia de amor de Jack Twist y Ennis del Mar.
El Tribunal Supremo rechaza suspender el matrimonio en Alaska
Como ya había anunciado el gobernador de Alaska, Sean Parnell, su Fiscalía General presentó el pasado 12 de octubre ante el juez del Tribunal Supremo Anthony M. Kennedy, supervisor de la Corte de Apelaciones del 9º Circuito, una solicitud de suspensión de la sentencia que permite el matrimonio igualitario en su estado mientras se decida su apelación. La Corte de Apelaciones suspendía la sentencia el 15 de octubre, en espera de la decisión del Tribunal Supremo, en un acto garantista cuyo objetivo era no incurrir en el mismo error que trajo consigo la suspensión durante unos días del matrimonio igualitario en Idaho.
A las tres de la tarde de este viernes 17 de octubre, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos rechazaba la solicitud de la Fiscalía. El matrimonio igualitario en Alaska había sido suspendido durante apenas tres días.
Una lista cada vez mayor
Con estas nuevas incorporaciones, la lista de estados donde se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo asciende ya a 32: Alaska, Arizona, California, Carolina del Norte, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawaii, Idaho, Illinois, Indiana, Iowa, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Nevada, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Nuevo México, Oklahoma, Oregón, Pensilvania, Rhode Island, Utah, Virginia, Virginia Occidental, Vermont, Washington, Wisconsin y Wyoming. A ellos hay que sumar el Distrito de Columbia y a 10 jurisdicciones tribales.
Además, están pendientes de ser revisadas por las correspondientes Cortes de Apelación sentencias favorables al matrimonio igualitario en Florida, Kentucky, Michigan, Ohio, Tennessee y Texas. Por el momento solo ha habido un estado en el que un juez federal ha considerado constitucional prohibir el matrimonio igualitario: Luisiana. En Arkansas, es la Corte Suprema del estado la que debe revisar una decisión favorable al matrimonio igualitario emitida por un juez estatal, no federal. En Misuri, por su parte, un juez estatal ha ordenado el reconocimiento de los matrimonios celebrados en otros estados. Y ya hay demandas contra la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo en todos los demás estados.
El siguiente mapa, que hemos tomado de Freedom To Marry, muestra cual es la situación en el momento actual:
Fuente Dosmanzanas
General, Historia LGTBI
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