Una concejala de Vox que había anunciado su boda con una inmigrante venezolana abandona el partido, al que acusa de «autoritario» y de amparar a cargos que vienen «de la ultraderecha»
Carmen Cariciolo, concejala de Vox en Bormujos (Sevilla) ha anunciado que abandona la formación ultraconservadora después de comprometerse en matrimonio con otra mujer, inmigrante venezolana. Cariciolo, que ya había denunciado a un compañero de partido por uso indebido de una tarjeta de crédito que su partido les asignó para su actividad municipal, acusa ahora a Vox de «autoritario» y de amparar a cargos que vienen «de la ultraderecha».
Según informa eldiario.es, la relación de Cariciolo con su partido se había deteriorado ya después de la denuncia de las compras personales realizadas por su compañero con la tarjeta de Vox, que la dirección del partido perdonó después de que este devolviera el dinero. Durante su intervención en el pleno del Ayuntamiento en el que anunció la decisión de abandonar su partido, Cariciolo añadió que al margen del uso de la tarjeta ha presentado dos denuncias por acoso contra el otro concejal de Vox.
La relación con su partido fue a peor después de anunciar que contraería matrimonio con otra mujer, inmigrante venezolana. Cariciolo, madre de cuatro hijos de una relación anterior, sostiene que en ese momento le obligaron a conceder entrevistas comentando que contaba con el apoyo de su partido, un apoyo que ahora sabemos que no sentía. De hecho, asegura que nunca le dejaron hacer entrevistas sin que alguien de la dirección estuviese presente para asegurarse que decía lo que le habían indicado. Desde luego basta con bucear en la hemeroteca para encontrar referencias a dicha boda «bendecida» por Vox. El diario El Mundo, un medio siempre proclive a blanquear el discurso ultra de Vox, recogía por ejemplo unas declaraciones de Cariciolo en la que esta aseguraba entonces que su matrimonio no iba a ser un matrimonio sino «una unión sentimental» [asumiendo así el discurso de Vox contra el matrimonio igualitario en una alambicada cuadratura del círculo], cargaba contra el activismo LGTBI por ser «un chiringuito que no debería existir» y anunciaba que Santiago Abascal estaba invitado a la boda (suponemos que la invitación ha sido cancelada).
Carmen Cariciolo también ha denunciado que desde su partido impusieron a los concejales de Vox en la provincia apoyar a Rafael García Ortiz como su representante en la Diputación Provincial de Sevilla sin tener en cuenta su criterio. La concejala, de hecho, ha acusado a Vox de ser «un partido autoritario que no me representa» y de amparar a cargos que vienen «de la ultraderecha». También ha anunciado que continuará como concejala no adscrita al entender que su cargo electo «no pertenece a Vox, sino a los vecinos, que siguen confiando en mí».
Un caso que nos ha recordado lo sucedido en 2019 en Torremolinos, cuando la entonces recién elegida concejal de Vox Lucía Cuín abandonada también el partido tras las críticas internas recibidas por asistir al despliegue de una bandera arcoíris en el balcón del Ayuntamiento y «descubría» el carácter homófobo de la formación.
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