El Parlamento de Portugal rechaza aprobar la adopción homoparental
Hace diez meses se votó un proyecto de ley que tampoco salió adelante debido a la mayoría de la coalición gobernante.
Por segunda vez en tres años, el Parlamento portugués ha dicho “no” a modificar las leyes de adopción para permitir a las parejas casadas del mismo sexo adoptar hijos conjuntamente. El resultado ha sido más ajustado que en 2012 gracias a la incorporación de los comunistas del PCP al bloque favorable a la igualdad LGTB. Portugal sigue siendo el único país de Europa con matrimonio igualitario pero sin adopción homoparental.
El Parlamento portugués rechazó hoy varios proyectos de ley que permitían la adopción por parte de parejas homosexuales con los votos en contra de los dos partidos del Gobierno, el socialdemócrata PSD y el democristiano CDS-PP.
El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en Portugal desde 2010, pero a estas parejas no se les permite adoptar, un asunto que genera gran polémica entre partidos políticos y que se discute periódicamente en la Asamblea de la República. La ley portuguesa de matrimonio igualitario fue aprobada en 2010, pero incluyendo una cláusula discriminatoria que impide optar a la adopción, y ello pese a que las personas homosexuales solteras sí pueden adoptar. La limitación fue impuesta por el entonces gobernante Partido Socialista (PS) contra el criterio de otros grupos de izquierda y muchos la consideraron inconstitucional, dado que la Constitución portuguesa recoge de forma expresa la no discriminación por razones de orientación sexual. De hecho, aunque la ley fue sometida a revisión por el Tribunal Constitucional por iniciativa del presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, la prohibición de la adopción quedó fuera de la consulta, para evitar que fuera el único punto declarado inconstitucional.
En febrero de 2012, ya con mayoría de centro-derecha, el Parlamento rechazó acabar con dicha discriminación, pero varios diputados del PS expresaron su intención de promover un proyecto que legalizara la coadopción, es decir, la posibilidad de que uno de los cónyuges de un matrimonio entre personas del mismo sexo pueda adoptar a los hijos legalmente reconocidos del otro, para dar seguridad jurídica a las familias homoparentales ya existentes. Así se hizo, y en mayo de 2013 el PSD (Partido Social Demócrata, de centro-derecha) permitió de hecho que prosperara la iniciativa cuando fue votada en primera lectura. Una actitud que causó malestar entre las bases más conservadoras de ese partido, lo que derivó en que ocho diputados pertenecientes a sus juventudes propusieran un referéndum sobre la materia, y así evitar posicionarse. Esta propuesta fue aprobada en primera instancia en mayo de 2013 por la Asamblea, pero la mayoría conservadora acabó rechazando la medida en la votación definitiva al proponer un referéndum popular para conocer la opinión de los ciudadanos. La celebración de esa consulta fue rechazada posteriormente por el Tribunal Constitucional, a causa de un tecnicismo legal.
El grupo parlamentario del PSD hizo suya la idea, que incluía además la formulación de dos preguntas (una sobre coadopción y otra sobre adopción conjunta). La propuesta de referéndum fue aprobada en enero por 103 votos de los socialdemócratas contra 93 votos de la izquierda. El CDS-PP, partido situado aún más a la derecha del PSD y que forma parte de la coalición de Gobierno, optó por la abstención, al igual que dos diputados socialistas. La estratagema del PSD, sin embargo, se topó con el Tribunal Constitucional, que debía dar su visto bueno. El alto tribunal consideró que no puede preguntarse al mismo tiempo sobre la coadopción, “donde existe una familia ya constituida de facto” y sobre la adopción conjunta, “donde se pretende constituir una familia ex novo”. El Constitucional estimó que hacer coincidir ambas preguntas generaba “ambigüedad” y que la respuesta a una de ellas podía generar un efecto de “arrastre” sobre la otra. La iniciativa del PS volvió al Parlamento, donde fue derrotada por tan solo cuatro votos.
Los partidos de izquierda no renunciaron a dar la batalla y el viernes pasado se presentaron tres proyectos de ley para permitir la adopción de menores por parte de las parejas casadas del mismo sexo.En esta ocasión, los diputados votaban los proyectos de ley presentados por el Partido Socialista –principal partido de la oposición–, el Bloque de Izquierda y Los Verdes, quinta y sexta fuerzas en el Parlamento, respectivamente. Los tres proyectos defendían un cambio en la ley para que las disposiciones que regulan el matrimonio sean independientes de la orientación sexual de los cónyuges, lo que en la práctica permitiría a los las parejas del mismo sexo recurrir a la adopción. Las propuestas del Bloque de Izquierdas (BE), los ecologistas del PEV y los socialistas fueron derrotadas con los votos del PSD y el CDS-PP. La novedad, en este caso, ha sido el voto favorable del PCP, que en el pasado se había abstenido en las votaciones sobre la materia. Por parte de los dos grandes partidos hubo varios diputados que se saltaron las directrices de su formación: siete representantes del PSD apoyaron la iniciativa del PS y, en sentido contrario, tres socialistas se opusieron a la adopción homoparental.
La mayoría de los diputados socialistas, que tenían libertad de voto, se mostró a favor de las propuestas, que también recibieron el apoyo de todos los miembros del BE, Los Verdes y el Partido Comunista.
Tras esta derrota, los derechos LGTB volverán al Parlamento portugués en los próximos días, ya que el BE ha exigido la discusión independiente de dos proyectos para abrir las técnicas de reproducción asistida a las parejas de lesbianas. La votación en el pleno de estas iniciativas está prevista para el próximo 4 de febrero. En cualquier caso, la situación podría dar un cambio si se confirma la tendencia que marcan las encuestas, y las fuerzas de izquierda recuperan la mayoría parlamentaria en las elecciones que se celebrarán en septiembre u octubre de este año.
Fuente Cáscara Amarga y Dosmanzanas
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