El magnate Bernie Ecclestone, considerado el gran “patrón” de la Fórmula 1, ha salido en defensa del presidente ruso Vladimir Putin, de quien ha alabado sus políticas homófobas. Ecclestone ve a Putin como un político valiente que se atreve a hacer algo con lo que no solo él, sino “el 90 %” de la población mundial está de acuerdo.

Ha sido en una entrevista a la CNN, en la que ha manifestado estar “completamente de acuerdo” con Putin en este tema. “El no ha dicho que no esté de acuerdo [en referencia a las relaciones homosexuales], solo que no quiere que estas cosas se publiciten a menores de 18″, ha asegurado Ecclestone. “Coincido completamente con ese sentimiento, y si usted coge el censo mundial encontrará que el 90 % está de acuerdo”, ha añadido.

Conviene recordar, en este punto, que la ley rusa lo que prohíbe es informar positivamente sobre homosexualidad (“relaciones sexuales no tradicionales”, es el eufemismo que utiliza) en cualquier ámbito al que tengan acceso menores. En la práctica, ni marchas del Orgullo, ni manifestaciones públicas, ni programas contra el acoso escolar, ni información sobre salud sexual, ni cualquier actividad que se considere susceptible de ser entendida como “propaganda homosexual” puede tener lugar en Rusia. La homosexualidad queda reducida a una conducta privada, que debe permanecer invisible, y el activismo LGTB resulta estrangulado.

Una legislación, la que defiende Bernie Ecclestone, que ha llevado por ejemplo a sancionar a activistas como Dmitry Isakov, que se manifestó ante el ayuntamiento de su ciudad con una pancarta que rezaba “ser homosexual y amar a otros homosexuales es normal, pegar y matar a los homosexuales es un crimen” o a medios de comunicación como Molodoi Dalnevostochnik, una revista que publicó un reportaje sobre Alexander Yermoshkin, un profesor que había sido despedido meses atrás por su orientación sexual. La afirmación por parte de Yermoshkin de que su propia existencia “es una prueba de que la homosexualidad es normal” fue definitiva para sancionar a la revista.

Pendiente de juicio por soborno…

A través de un entramado societario, Bernie Ecclestone es el dueño de los derechos comerciales de la Formula 1, y ejerce en la práctica como el gran controlador de este inmenso negocio gracias al acuerdo que mantiene con la Federación Internacional de Automovilismo y con los diferentes equipos. En estos momentos se enfrenta a un proceso judicial en Alemania, donde ha sido acusado de sobornar al banquero Gerhard Gribkowsky con 33 millones de euros en relación a una venta de parte de las participaciones de la Formula 1 a un fondo de capital riesgo.

Precisamente Ecclestone ha encontrado en Vladimir Putin a un aliado en sus negocios. Este año 2014, conviene no olvidarlo, uno de los grandes premios de la Formula 1 tendrá lugar precisamente en un circuito urbano en Sochi, la ciudad rusa que en estos momentos alberga los Juegos Olímpicos de Invierno. “Tengo una gran admiración por él [Putin] y por su valor para decir lo que dice”, ha insistido Ecclestone.

… y admirador no solo de Putin, también de Hitler

Lo cierto es que la homofobia de Ecclestone no sorrprende demasiado teniendo en cuenta la calaña moral del personaje, que en el pasado ha alabado al dictador y genocida Adolf Hitler y ha hecho declaraciones de tufo antisemita.

De Hitler dijo que “consiguió que las cosas funcionasen”. “Al margen de que Hitler se dejase llevar en un determinado momento e hiciese cosas que no sé realmente si quería hacer o no, lo cierto es que estaba en posición de mandar a muchos y conseguir que se hicieran cosas”, afirmó. Añadió, eso sí, que “al final se perdió, así que no fue un buen dictador porque o sabía lo que estaba sucediendo e insistió o simplemente transigió”. Unas declaraciones que luego matizó, afirmando que todo había sido “un gran malentendido” y “aclarando” que no había sido su intención citar a Hitler como ejemplo positivo “sino simplemente indicar que, pese a sus terribles crímenes, actuó con éxito contra el desempleo y la crisis económica”.

Cuando el Congreso Judío Mundial pidió su dimisión al frente de la Fórmula 1, Ecclestone se refirió a los judíos afirmando que era una pena que en lugar de hacer tal petición no se dedicasen a “arreglar los bancos”. Preguntado sobre qué era exactamente lo que quiso decir con tal afirmación, dijo que los judíos “tiene influencia en todas partes”.

Fuente Dosmanzanas

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