Comentarios desactivados en Benedicto XVI creía necesario que la Iglesia rechazara las uniones homosexuales
Nada que no supiéramos… ninguna solución cabía en su homofobia internalizada. Y no, la foto no corresponde a la sección de momias del Museo Británico…
Hay que tener cuajo para achacar a la llamada “revolución sexual” de los abusos sexuales o el “debilitamiento de la supuesta familia cristiana”… ¿la del papa Borgia o la casi totalidad de las católicas majestades europeas? ¿De la pedofilia de la que acusaban a Felipe Neri o Juan Bosco? ¿De los abusos sexuales tan extendidos en la Iglesia muchísimo antes de los años 60 del pasado siglo? ¡ Hay que tener poca vergüenza!
Livio Melina, teólogo moralista y cofundador del Veritas Amoris Project, destaca en una entrevista concedida a La Verità la importancia que Benedicto XVI otorgaba al Instituto Juan Pablo II de Estudios sobre el Matrimonio y la Familia. Según Melina, el cierre de este instituto y su sustitución por otro con una orientación más pastoral y menos vinculada a la encíclica Humanae Vitae marca una ruptura significativa en la enseñanza sobre el matrimonio y la familia en la Iglesia.
Melina, profesor titular y exdecano del mencionado instituto, explica que para Benedicto XVI la misión de este centro resulta fundamental para enfrentar las crisis antropológicas y teológicas de la modernidad. El Papa alemán, según relata Melina, subrayaba que la raíz de problemas como los abusos sexuales en el clero o el debilitamiento de la familia cristiana se encuentra en la disolución del concepto moral cristiano, la sexualidad y el matrimonio. Se trata de un fenómeno que, afirma, Benedicto XVI vinculaba con la “revolución sexual”de 1968.
Uno de los temas más delicados que Melina aborda es el enfoque de Benedicto XVI respecto al matrimonio homosexual. El teólogo señala que el Pontífice creía firmemente en la necesidad de que la Iglesia rechace con claridad el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque sin dejar de mostrar un amor maternal hacia las personas homosexuales. Según Melina, Benedicto XVI sugería caminos de “amistad moralmente legítimos” (¿Cómo la suya con su Giorgio?) para superar la soledad y curar las heridas, pero siempre manteniendo una línea firme respecto a la enseñanza sobre la diferencia sexual y el matrimonio.
Melina también recuerda las conversaciones privadas que mantuvo con Benedicto XVI en los últimos años, hasta enero de 2021. En esos encuentros, el por entonces papa emérito expresó su preocupación por lo que consideraba “la mayor pobreza de la humanidad contemporánea”: la ausencia de Dios en la vida cotidiana. Según Melina, Benedicto XVI creía que la misión esencial de la Iglesia es recordar el primado de Dios, y sostenía que, sin esta referencia, la dignidad humana queda destruida.
El teólogo moralista aborda también en la entrevista el pensamiento de Benedicto XVI sobre la diferencia sexual, la cual considerababa una dimensión esencial de la imagen de Dios en el ser humano. Melina explica que el papa veía con alarma los intentos de borrar la diferencia sexual, describiéndolos como una reivindicación prometeica de la libertad humana para proyectarse a sí misma sin reconocer la primacía del Creador. Según Benedicto XVI, en su paranoia, este intento “inaudito y monstruoso” de suprimir palabras como padre, madre, hijo o hija refleja un peligroso proyecto de manipulación social que amenaza con destruir la identidad personal y la dimensión social de la vida humana.
Melina destaca además la publicación del volumen La verdad del amor. Huellas para un camino, que recoge un importante texto inédito de Benedicto XVI. Según el teólogo, en este escrito el Pastor alemán aborda con valentía el desafío de la modernidad frente al cristianismo, centrándose en la relación entre libertad y naturaleza. Melina resalta que Benedicto XVI creía que no se puede renunciar a la grandeza del ideal cristiano y que el proyecto de Dios, accesible a través de la encarnación de Cristo, es la única vía para reconciliar la libertad humana con la naturaleza, permitiendo a la humanidad vivir en armonía con su Creador.
Comentarios desactivados en Christina Moreira, presbítera católica: “Al papa le diría que seríamos un viento fresco para la Iglesia”
En 2002 tres obispos católicos ordenaron a las siete primeras mujeres sacerdotes, ya son más de 300
Están excomulgadas por las normas de la Iglesia Católica aunque cumplen con la sucesión apostólica
Por Santi Riesco
18/08/2024. 09:34 horas
Christina Moreira es una figura destacada en el movimiento por la ordenación de mujeres dentro de la Iglesia Católica Romana. Nacida en Francia, aunque vive en Galicia desde hace más de 30 años, es miembro activo de la Asociación de Mujeres Sacerdotes Católicas Romanas (ARCWP, por sus siglas en inglés), una organización que aboga por la ordenación de mujeres y tiene como objetivo crear comunidades católicas inclusivas. Moreira sirve como presbítera, celebrando liturgias y promoviendo la inclusión de las mujeres en todos los aspectos del ministerio de la iglesia.
Christina también está involucrada en otros grupos que abogan por la igualdad de género dentro de la Iglesia, como Toutes Apôtres (“Todos Apóstoles” en Francia) y el Comité de la Jupe (“Comité de la falda“, asociación feminista y católica, también en Francia). Su trabajo se centra en desafiar la exclusión tradicional de las mujeres de roles sagrados y en fomentar una comprensión más igualitaria del catolicismo. Es crítica con el clericalismo que considera una barrera para la verdadera igualdad y llama a repensar las estructuras de la Iglesia para que sean más inclusivas y representativas de todos sus miembros.
P: ¿Cómo es posible que haya una ordenación sacerdotal dentro de la Iglesia Católica Romana a una mujer teniendo en cuenta que, según el Derecho Canónico, es imposible?
R: Hay ordenaciones dentro de la Iglesia Católica porque somos católicas, por lo tanto, pertenecemos a esta iglesia. Nos han bautizado en esta Iglesia, en ella nos movemos y existimos. Y el bautismo no caduca, es indeleble e imprime carácter. En cuanto al Derecho Canónico hoy vigente hay que señalar que sólo existe desde el siglo XIX. Antes lo que había era tradición, costumbres y reglas no escritas.
“El Derecho canónico sólo existe desde el siglo XIX, antes había tradición, costumbres y reglas no escritas“
Ese Derecho dice que sólo pueden acceder a las órdenes sagradas -diaconado, presbiterado y episcopado- de manera lícita o autorizada por la ley, los varones. Pero hubo unas mujeres inspiradas, inteligentes y valientes que en el año 2002 decidieron reunirse para solicitar a unos obispos, también valientes e inspirados, que las ordenaran. Primero como diaconisas y luego como presbíteras. La primera ordenación de siete mujeres ocurrió en el Danubio el año 2002. Ya somos más de 300 y tenemos comunidades por todo el mundo.
“Soy católica, apostólica y romana”
P: Esto garantiza la sucesión apostólica, porque un obispo católico es quien ha presidido estas ordenaciones.
R: Exacto. Pero no fue un obispo solo, fueron tres. Lo que ocurre es que no podemos dar a conocer sus identidades porque queremos protegerles. La sucesión apostólica se transmite por la presencia de obispos católicos debidamente consagrados. Nosotros tenemos referenciada y avalada nuestra sucesión apostólica, porque siempre se recogen las ordenaciones ante notario y se establece el linaje apostólico, si no, no serían válidas. Como te decía, soy católica, apostólica y romana. Y para mí y para mis compañeras es muy importante este linaje apostólico. Si no, estaría en otra tradición.
P: ¿Y qué dice la Iglesia oficial que les ha excomulgado?
“Quedamos excomulgadas automáticamente junto con los violadores de niños y todo tipo de abusadores“
R: Alguna de mis compañeras recibió su comunicación oficial de excomunión o como se quiera llamar. Las siguientes han caído bajo diferentes decretos promulgados por Benedicto XVI. Ahora el Papa Francisco lo ha reforzado con un artículo en el libro seis del Código de Derecho Canónico donde se dice que quedamos excomulgadas automáticamente junto con los violadores de niños y todo tipo de abusadores. Nos suelen meter en el mismo saco. Esto es lo que dice la Iglesia Católica oficial. Por lo demás, en nuestras comunidades atendemos a la gente, trabajamos cada una en su ámbito y vivimos en paz con la iglesia local.
P: Las 300 presbíteras católicas romanas son casadas, viudas, célibes… ¿Cuál es su caso?
R: Pues yo soy casada, tengo una hija de un matrimonio anterior que fue anulado por causas evidentes y me volví a casar hace ya un montón de años con un sacerdote católico que decidió tener este proyecto de vida conmigo. Ambos nos hacemos cargo de la comunidad, que es un pequeño adelanto de lo que nos gustaría que fuese la Iglesia en nuestro sueño de futuro. No tienen nada que ver nuestros compromisos espirituales y religiosos con el hecho de tener o no una familia de determinada forma y color. Eso no influye.
P: Le iba a preguntar por cómo lo llevaba su familia, pero entiendo que cuenta con todo su apoyo.
R: Mi marido es mi más fiel aliado, mi compañero en el ministerio, en la vida y, francamente, creo que estoy gozando de una situación absolutamente privilegiada. Es un regalo.
Christina Moreira preside una celebración litúrgica al aire libre. ARCHIVO PARTICULAR C.M.
P: ¿Dónde está su comunidad y cuándo se reúnen para celebrar la liturgia?
R: Para celebrar la vida, la palabra, el Evangelio, la fracción del pan en las alegrías y las penas nos reunimos una comunidad de cristianos todos los domingos a las 12:00h en La Coruña, cerca de Juan Flores, en pleno centro de la ciudad.
P: ¿Cuántos son?
R: Ayer éramos once o doce, ya no recuerdo. A veces somos 15 y a veces hemos sido más. Fluctúa. La gente es libre. Así que cuando puedes, cuando lo necesitas. Pero sí, entre diez y 20 solemos estar siempre.
P: Bueno, Jesús empezó con doce…
R: Sí, y alguno le salió mal.
Machismo clerical
P: ¿Qué desafíos ha enfrentado como presbítera en una institución tradicionalmente masculina? Aunque las primeras comunidades cristianas parece que no eran tan machistas…
“el papel de las mujeres en la Iglesia, de los primeros siglos, ha sido poco a poco borrado y difuminado“
R: El primer reto es afrontar esa realidad histórica que nos golpea de lleno a todas las mujeres cuando nos interesamos por este tema. Es visitar las catacumbas en Roma y ver que desde el primer siglo las mujeres partían el pan y oraban en público con un papel de liderazgo. Está allí, a todo color, en los muros de esos cementerios antiguos que recogían la vida y la muerte. Es darse de lleno con que el papel de las mujeres en la Iglesia, de los primeros siglos, ha sido poco a poco borrado y difuminado. El reto hoy es recuperar la visibilidad de las mujeres en la Iglesia. No sólo las que tenemos ministerios más o menos reconocidos, sino de todas: las catequistas, las que dirigen el canto, las que llevan la economía, las que tienen los registros de bautismos, las que hacen acogida en las iglesias, las que celebran funerales… ¡La variedad es tan enorme! El reto es visibilizarlas y empezar a crear las estructuras igualitarias, justas y, sobre todo, cariñosas y de buen trato.
P: ¿Qué le diría a la gente que piensa que la Iglesia es una institución que tiene sus leyes y que si no le gustan tendrá que buscar otra religión?
R: Para empezar, la Iglesia no es una institución. La Iglesia es la familia del pueblo de Dios, es decir, de todas las personas bautizadas. La Iglesia como institución sólo es una herramienta que nos permite gestionar y situar en el tiempo y el espacio esa gran familia del pueblo de Dios.
“Recordemos que la Iglesia apoyó la esclavitud y le costó un mundo deshacer esa regla“
Pero la Iglesia, ante todo, es una familia de fe y de corazón. Una familia que se adhiere al proyecto de Jesús y de su Reino. Entonces, la institución que es esa herramienta, crea reglas. Pero hay que recordar que esas reglas pueden cambiar. Han cambiado en el pasado. Recordemos que la Iglesia apoyó la esclavitud y le costó un mundo deshacer esa regla. En el pasado, la Iglesia dudaba de si las mujeres, los indios o los negros tenían alma. La Iglesia puede cambiar sus normas, porque esa parte de la “iglesia” con minúscula, que es la institución, puede cambiar porque la hemos fabricado nosotros, los seres humanos. Tenemos la esperanza de que Dios atraviese todas esas instituciones y normas de alguna manera, que el Espíritu esté ahí trabajando y nos de la fuerza para cambiar lo que tenga que ser cambiado porque no es justo. Y no es justo que la mitad de todo de ese pueblo de Dios, que son las hijas de Dios, estén apartadas de predicar su Palabra, de anunciar la Buena Nueva, de partir el pan, de reconciliar a las comunidades, de aportar consuelo… Porque hace falta. Porque hacemos falta.
Christina Moreira con un cartel reivindicativo en la Plaza de San Pedro. ARCHIVO PARTICULAR C.M.
P: El papa Francisco con este gran Sínodo 2021-2024 parece que quiere renovar la Iglesia Católica. ¿El tema del sacerdocio de la mujer ha tenido algún papel? Porque usted asistió a la celebración inicial y la detuvo la Policía.
R: Sabemos que las mujeres han hablado de ministerios, de igualdad. Ahora viene la segunda parte del Sínodo en octubre. En este momento se sabe que en el instrumento de trabajo no se va a tocar el tema de la ordenación de las mujeres y el Papa Francisco ya adelantó, en una entrevista informal, que el diaconado para las mujeres, si existiera, sería sin ordenación. Todo el problema que se está presentando ahora es el del privilegio de la sacralidad.
“El problema que se está presentando ahora es el del privilegio de la sacralidad“
El privilegio de la ordenación sacramental que transforma, según la vieja dogmática, a una persona en un ser interestelar, súper santo, maravilloso, más cercano a Dios, Dios mismo en la tierra. Lo cual es un absurdo. Ese tropiezo de la sacralidad del sacerdote realmente es un privilegio de los machos y ha de revisarse porque no es justo. Estamos en el siglo XXI y hay que poder debatir sobre ello y desentrañar todo lo que contiene de impuro y tóxico para la mitad de los bautizados.
P: ¿Cree que la Iglesia católica tiene miedo a las mujeres?
“Nos gustaría aportar el ADN de María de Magdala que tuvo la valentía de ir al sepulcro sabiendo que allí había soldados romanos“
R: El primer obispo de la Iglesia (san Pedro) -sobre el que hemos fundado esta Iglesia católica- ya traicionó a su amigo y Señor (Jesucristo), le entró el miedo. Ese miedo está como en el ADN de la Iglesia. Y nos gustaría aportar otro ADN. El ADN de María de Magdala que tuvo la valentía de ir al sepulcro sabiendo que allí había soldados romanos, soldados mortíferos como los que habían matado a su Señor. Esa valentía es la que queremos meter en la Iglesia. Pero sí, la sensación es que nos tienen miedo. Uno no puede hablar del miedo de otros, pero podemos olerlo. Y es lo que pasó cuando me detuvieron en Roma.
Christina Moreira revestida con alba y estola en la Plaza de San Pedro. ARCHIVO PARTICULAR C.M.
P: ¿Qué pasó exactamente?
R: En realidad estábamos rodando una película y haciendo un pequeño experimento. Yo iba vestida con el alba y la estola para ver cómo reaccionaba la gente. Fue sumamente bonito. Todas las reacciones fueron positivas. Me preguntaban si realmente era presbítera, si podía celebrar misa y cómo era aquello. Incluso hubo personas que me pidieron que les bendijera. Otros se han sacado fotos conmigo. Lo que se veía es que la voz del pueblo, que es la voz de Dios, estaba diciendo: ‘Oye, ya ocurre, ya está siendo, ya era hora’.
P: Fue en la Plaza de San Pedro, ¿verdad?
R: En la Plaza de San Pedro, justo después de la misa de apertura del Sínodo. Pasó por ahí un policía al que le molestó. Antes ya habían pasado un montón de ellos. Pero a este le molestó y le costó mucho trabajo acusarme de algo. Tuvo que reunir a siete policías más para encontrar en el Código Penal de Italia una vieja ley que prohíbe que la gente se vista de lo que no es para andar por la calle. Es miedo. Tienen miedo.
La Asociación de Mujeres Presbíteras Católicas Romanas (ARCWP) tras una pancarta en el Vaticano. ARCWP
P: ¿Le gustaría enviar algún mensaje al papa Francisco sobre la ordenación de las mujeres?
R: Le voy a decir algo muy claro: escúchanos. Los que estamos en esto no estamos por puro gusto, ni por darnos publicidad o porque nos guste salir en la prensa. Estamos aquí porque hemos sido llamadas.
“Nos encantaría contribuir de la manera más amorosa al crecimiento de la Iglesia y aportar esa valentía de la que somos especialistas“
Las mujeres presbíteras que conozco están viviendo la realización de una vocación auténtica, discernida y sobre todo, pasada por el crisol del sufrimiento, la espera, la paciencia y la fe. Y esas vocaciones queremos ponerlas al servicio de nuestra Iglesia con amor, con cariño, con respeto. Solo necesitamos que nos escuche y que podamos contarle lo que estamos haciendo en nuestras comunidades. Nos encantaría contribuir de la manera más amorosa al crecimiento de la Iglesia y aportar esa valentía de la que somos especialistas.
P: ¿El papa Francisco no os ha recibido nunca para escucharos?
R: No, nunca. Ha recibido a obispas episcopalianas y a alguna luterana. También a las anglicanas de Escocia, todas ellas compañeras de otras familias cristianas, pero no a nosotras.
P: No parece encajar mucho con el esfuerzo de este papa para unir a las iglesias cristianas.
R: Francisco está teniendo proyectos maravillosos. De vez en cuando oímos cosas y otras veces nos extrañamos porque no entendemos por qué no nos llama a nosotras. Se lo hemos dicho por activa y por pasiva. Le mandamos recados por todos los cauces. Yo le he escrito varias veces y le he mandado una carta a través del nuncio que me recibió en París. Ni un guiño, ni una señal, ni una respuesta, ni un nada. Nada de nada. ¿Qué pasa que nos tiene miedo? ¿Por qué recibe a tantísima gente y escucha a todo el mundo menos a nosotras?
P: ¿Qué le dirían si las recibiese?
R: Que estamos aquí, que seríamos un viento fresco para entrar en la Iglesia ahora y que podemos aportar nuestra experiencia de estos 22 años en nuestras comunidades circulares.
Comentarios desactivados en “Los gays son sacerdotes. Demos gracias al Señor, nuestro Dios”, por Jos Moons, SJ
Fr. Jos Moons, SJ
¿Por qué siempre se centra la atención en los homosexuales?,
Jos Moons recuerda los comentarios filtrados del Papa Francisco
La sospecha constante y la preocupación exagerada sobre los sacerdotes homosexuales no ayudan a lograr una integración sana.
La publicación de hoy es del colaborador invitado P. Jos Moons, PhD, sacerdote jesuita. Trabaja en KU Leuven como conferenciante, investigador y pastor. Es autor de El arte de la dirección espiritual: una guía para la práctica ignaciana (Paulista, 2021) y El Espíritu Santo, la Iglesia y la renovación pneumatológica: Mystici Corporis, Lumen Gentium y más allá (Brill, 2022).
¿Deberían los hombres homosexuales ser admitidos en los seminarios? ¿Se pueden ordenar? Durante una conversación reciente con los obispos de Italia, el Papa dijo “no”. No estoy seguro de que “no” sea la mejor respuesta. Desafortunadamente, es difícil mantener una conversación tranquila sobre este tema.
Los comentarios del Papa Francisco sobre los sacerdotes homosexuales y su uso de un término ofensivo han vuelto a poner en el centro de atención la cuestión de los hombres homosexuales en el sacerdocio. Comencemos analizando sus comentarios señalando que los insultos y los comentarios irrespetuosos nunca sirven a una buena causa. Esta regla se aplica igualmente incluso al Papa Francisco. El lenguaje irrespetuoso que utilizó indica que, en este sentido, todavía necesita una conversión, es decir, adoptar una nueva mentalidad. Aparentemente su comentario de 2013: “¿Quién soy yo para juzgar?” No se ha integrado completamente en su forma de pensar. Pero se disculpó, lo cual es un buen comienzo.
Los comentarios del Papa también sacan a la luz un problema más amplio. Las repetidas insinuaciones y la preocupación exagerada por los sacerdotes homosexuales no ayudan en sus esfuerzos por reconocer su orientación sexual y lograr una integración saludable. En cambio, esconderse parece la mejor opción para muchos. Esconderse evita que uno sea expulsado del seminario. Esconderse reduce la probabilidad de que uno resulte herido. Problema resuelto, ¿verdad? No. El hecho es que, psicológicamente, esconderse funciona exactamente al revés: cualquier cosa que intentes ignorar resurgirá. Puede manifestarse como un pseudo-coqueteo (en otras palabras, la cultura gay a la que se refiere el Papa), un cuidado exagerado por las vestimentas litúrgicas y el incienso, o el desarrollo de una actitud fría y distante. El Papa Francisco puede ponerse bastante nervioso por todas estas cosas. Es conocido por su aversión a las liturgias demasiado solemnes. Regularmente castiga al clero que aplica las reglas sin mucha empatía. Quiere que los sacerdotes estén cerca de la gente y huelan a oveja. Suspiro profundo. Cuando la postura eclesial oficial es una espiritualidad tan insalubre y encerrada, los comportamientos y actitudes que el Papa deplora son, irónicamente, el resultado. Al condenar a los sacerdotes homosexuales, el Vaticano y el Papa Francisco se están disparando en el pie.
A veces la gente señala que ser un seminarista gay o un religioso gay es difícil debido a que se vive bajo el mismo techo con el tipo de personas que te atraen. Eso es diferente para un seminarista o religioso heterosexual. Si bien debemos estar algo atentos a este tema, esta preocupación subraya la importancia de crear una cultura en la que las personas reconozcan su orientación y la integren saludablemente, ya que ignorarla o rechazarla conduce a…. ver el párrafo anterior. Una vez más, los comentarios negativos del Vaticano dan exactamente los frutos que ellos y nosotros no queremos.
Muchos seminaristas, sacerdotes, obispos y religiosos profesos son homosexuales. Mi estimación es que aproximadamente la mitad del clero y los religiosos son homosexuales. Eso es lo que veo en los países donde he vivido: Bélgica, Inglaterra, Irlanda, Países Bajos y España. Personas famosas, como el Papa Benedicto XVI o San John Henry Newman, ambos grandes teólogos, o Gerard Manley Hopkins, un poeta jesuita innovador con una tremenda influencia en la literatura inglesa, probablemente eran homosexuales. El padre Mychal Judge, OFM, un héroe del 11 de septiembre, era ciertamente gay. (Estas no son acusaciones, sino observaciones). En lugar de sentirnos aprensivos acerca de sus identidades, deberíamos estar agradecidos. Como dice el p. James Martin, S.J., ha comentado: un sacerdote gay puede haber enterrado a su madre o haber asistido a la boda de su hijo; Es posible que haya sido su director espiritual durante su época universitaria o que lo haya visitado en el hospital. Puede que ni siquiera lo hayas notado, porque los homosexuales son personas normales y buenas, y tienen mucho que dar.
Lo siento por los homosexuales. Una y otra vez tienen que soportar y procesar insultos, insinuaciones y desconfianzas, y luego recordarse a sí mismos que Dios los ama, que son buenos, que hacen el bien, etc. (Incluso una declaración supuestamente libre de calumnias como “No, no puedes ser ordenado” respira desconfianza.) ¿Por qué se centra tanta atención en las personas LGBTQ+? ¿Podemos desviar nuestra atención hacia otros problemas? ¿Qué pasa con los sacerdotes heterosexuales que tienen amantes o hijos? ¿Qué pasa con la importancia de la formación teológica continua? ¿O el valor de la sensibilidad espiritual, ambas cosas no dadas y de gran importancia para ser buenos ministros del pueblo de Dios? ¿Qué pasa con la sinodalidad? O, para alejarnos aún más, ¿qué pasa con la atención a los pobres?
Cuando se trata de sacerdotes homosexuales, en lugar de condenarlos, enfrentemos la realidad de que hay muchos que sirven fielmente a la iglesia, y seamos agradecidos.
—P. Jos Moons, SJ, 31 de mayo de 2024
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Y este otro artículo publicado en neerlandés en la página Otheo:
Afrontemos la realidad y seamos agradecidos. Hay muchos seminaristas, sacerdotes y obispos homosexuales. Mi sensación es: al menos la mitad. También en Holanda, también en el Vaticano. Es muy probable que el Papa Benedicto XVI fuera gay, y lo mismo ocurrió con John Henry Newman o Gerard Manley Hopkins. Es más, agradezcamos todo lo que el clero homosexual aporta a la Iglesia. (Por cierto, lo mismo ocurre con los feligreses y los voluntarios). Como publicó una vez James Martin: enterraron a tus padres, fueron un oído atento en un lugar de peregrinación, dieron forma a tus hijos, etc., etc.
¿No hay ningún problema en absoluto? Creo que sí. La sospecha constante y la preocupación exagerada sobre los sacerdotes homosexuales no ayudan a lograr una integración sana. Al contrario, esconderse bien parece lo mejor que se puede hacer. Entonces no te pueden despedir. Entonces no podrás lastimarte. Problema resuelto, se podría decir. Pero psicológicamente funciona exactamente al revés: lo que guardas siempre vuelve a salir. En forma de comportamiento pseudo-coqueto, atención excesiva al incienso o a la vestimenta litúrgica, dureza fría, etc. Incluida la subcultura gay de la que habla el Papa. En definitiva, sus comentarios son contraproducentes.
Se argumenta con razón que es objetivamente más difícil ser seminarista o religioso gay porque vives con personas que te pueden atraer; un seminarista heterosexual no tiene eso. Eso requiere atención adicional. Y de aceptación, porque esconderse lleva a… ver el párrafo anterior. Por lo tanto, la dirección de la iglesia se dispara en el pie con sus comentarios críticos.
Finalmente: ¿por qué siempre se centra la atención en los homosexuales? Simplemente serás gay y tendrás que lidiar con que te azoten una y otra vez. Después de todo, las personas heterosexuales también pueden tener “tendencias profundamente arraigadas”; ¿No deberíamos hablar de eso también? ¿Qué pasa con los sacerdotes con amantes extramatrimoniales? Una vez más: la integración es el camino a seguir. Y también: ¿por qué siempre se centra la atención en el género? El medio ambiente, la atención a los pobres, la importancia de seguir estudiando teología, la sensibilidad espiritual, etc.: todo es importante también.
Comentarios desactivados en El Papa Francisco dice que el ex Papa Benedicto XVI lo defendió en relación con las uniones civiles; Mas noticias
Benedicto XVI y Francisco (OSV News photo/Vatican Media)
Los siguientes son algunos elementos que pueden ser de interés:
1. En una entrevista que abarca un libro publicada este mes, el Papa Francisco dijo que el ex Papa Benedicto XVI lo defendió una vez contra los cardenales que atacaron a Francisco por apoyar las uniones civiles entre personas del mismo sexo. El libro, El Sucesor, mis recuerdos de Benedicto XVI, fue la reflexión del actual Papa sobre su relación con Benedicto XVI. Según Crux:
“Poco después de que estallara la controversia sobre esos comentarios [a favor de la unión civil], dijo Francisco, un grupo de cardenales fue a ver a Benedicto al respecto, y durante la reunión, ‘Benedicto no se inquietó, porque sabía perfectamente lo que yo pensaba’. ‘
“’Los escuchó a todos, uno por uno, los calmó y les explicó’, distinguiendo entre uniones civiles y matrimonio sacramental, diciendo a los cardenales que ‘esto no es una herejía’.
“‘¡Cómo me defendió!’, dijo Francisco, diciendo que esta situación le ayudó a comprender que había personas ‘que estaban medio cubiertas y que aprovechaban la menor oportunidad para morderme’, pero Benedicto ‘siempre me defendió’”.
2. Hablando en una conferencia para el Instituto Pontificio Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y la Familia, afiliado al Vaticano, el teólogo moral p. Ronaldo Zacharias, criticó los “modelos dogmáticos establecidos de enfoque teológico de la sexualidad” de la Iglesia como “anacrónicos”. UCA Newsinformó sobre los comentarios del sacerdote salesiano que, si bien no tratan explícitamente cuestiones LGBTQ+, podrían ayudar a ampliar la comprensión de la iglesia sobre las relaciones entre personas del mismo género, y son particularmente notables dado el foro en el que fueron pronunciados:
“Citando a la teóloga brasileña, la hermana agustina Ivone Gebara, dijo que la “teología de la sexualidad binaria” de la Iglesia ya no es capaz de comprender la complejidad que descubrimos en nosotros mismos. . .
“La sexualidad de cualquier persona, independientemente de su vocación, ‘tiene un papel legítimo en todas las fases de su desarrollo’ y, por tanto, ‘no puede limitarse al contexto del matrimonio’ ni reducirse a un medio de procreación”, afirmó. ‘El amor auténtico mueve a uno hacia la autotrascendencia y hace de la sexualidad un “lugar de reciprocidad”, un lugar para afirmar el bien del otro‘”.
3.Un estudiante de Ohio que asiste a la Academia St. Joseph, Cleveland, ganó el concurso de ensayos “Stop the Hate” al escribir sobre el daño que causaron a los estudiantes las políticas anti-LGBTQ+ de la Diócesis de Cleveland introducidas en 2023. La estudiante, Zoë Schmidt, ayudó a organizar protestas contra la política y luego en el concurso de ensayos fue elegida entre 3.000 participantes, informó Cleveland.com. Schmidt escribió, en parte:
“El día que se implementó [la política], me senté en silencio mientras lágrimas calientes corrían por mi rostro. Me sorprendió lo repentino e inquietante que fue…
“Después de cuatro años de ver a mis compañeros trabajar incansablemente para crear espacios seguros en nuestra comunidad escolar, todo iba a desaparecer. Normalmente soy un llorón: pisoteo y hago alboroto. Pero esta vez me quedé en silencio, mientras una tormenta de emociones me atravesaba. Me sentí impotente. . .
“Esta experiencia me ha impulsado a convertirme en un miembro vocal en la lucha por los derechos y la dignidad de todos los estudiantes en mi comunidad escolar y también en el Gran Cleveland. Actualmente, los líderes de GSA y yo hemos tomado la iniciativa de crear un espacio seguro en línea. Esta plataforma permite a los estudiantes compartir experiencias de intolerancia LGBTQ+ que hayan encontrado o presenciado, así como cambios que les gustaría ver en sus escuelas, mientras trabajamos continuamente hacia la revocación de la política. Mi esperanza es que nuestras acciones inspiren un cambio que se repercuta no sólo en nuestra comunidad local sino también en la comunidad global”.
4.Tras la controversia sobre el Día de la Visibilidad Transgénero en marzo, que este año se alineó con el Domingo de Pascua, Emma Cieslik, una erudita católica queer, escribió para U.S. Catholic que la coincidencia de estos días de celebración fue realmente significativa:
“Así, en la visibilidad de los cuerpos de las personas trans, no binarias y de género (cicatrices de cirugías, vendas y pinchazos de agujas), la belleza de la segunda pubertad es la verdad hecha carne, la venida de Jesús en sangre y agua en nuestra segunda pubertad. lectura. Por lo tanto, la superposición del Día de la Visibilidad Trans con el Domingo de Pascua es significativa para los católicos LGBTQ+ y sus aliados laicos en todas partes, que luchan por los mismos derechos acordados en nuestra primera lectura.
“Como compartió Reilly Paige, un pastor de género queer en Nueva Inglaterra, en Threads la semana pasada: el cuerpo de Cristo fue marcado y roto a propósito para reflejar el cuerpo de la humanidad. Paige escribió: “Las personas trans tienen una visión especial de esto: las cicatrices, la totalidad, un viaje observado con escepticismo y malicia. Que todos salgamos de nuestras tumbas llenos de cicatrices y sagrados, santos y totalmente a la imagen Divina’”.
—Robert Shine (él/él), Ministerio New Ways, 27 de abril de 2024
Comentarios desactivados en 7.1.24. Epifania 2: Benedicto XVI: Teología de los reyes magos (adorar a niños y excluidos).
Del blog de Xabier Pikaza:
Ayer (6.1: Epifanía) ofrecí, con U. Luz, exegeta suizo, una visión bíblica de la parábola/leyenda de los reyes magos (Mt 2). Hoy (7.1: Domingo de Epifanía) presento, la mejor interpretación teológica “tradicional” de ese pasaje, con J. Ratzinger (B.XVI), La Infancia de Jesús (Planeta, Barcelona 2012).
No todos están de acuerdo con esa interpretación, pero ella ofrece una poderosa síntesis teológica, que ha de ser actualizada en sentido social: A Jesús niño se le adora sirviendo y abriendo vida para los niños perseguidos o amenazados.
Conforme a la visión de Benedicto, los magos han sido y son los mejores teólogos del cristianismo, uniendo la sabiduría oriental con el pensamiento griego, vinculando los diversos planos de la vida: mundo (estrella), razonamiento (ciencia/filosofía) y contemplación religiosa vida).
BXVI ha sido un inmenso teólogo y así expongo aquí su visión teológica de la Epifanía. Dejo para una postal posterior (/3) una visión centrípeta y centrífuga del mensaje de los magos, en la línea del Papa Francisco.
| Xabier Pikaza
Benedicto XVI. Teología de los Magos
Introducción
Benedicto XVI ha querido presentarse en este libro como falible, en contra de la actitud de papas anteriores (como Pio XII) que estuvieron rodeados de un aura de infalibilidad constante. Por un momento, al escribir y presentar este libro,Benedicto no quiere actuar como Papa de la Iglesia universal sino como pensador y teólogo.
Benedicto ha recogido, en forma unitaria, algunos de sus recuerdos e interpretaciones mejores de la teología de los magos, desde la perspectiva de su formación de joven teólogo antes del Vaticano II (1962-1965), en clave de piedad, de apertura a los Padres de la Iglesia y simbolismo eclesial…
Desde antiguo, el relato de los Magos ha sido un campo propicio para la investigación y la imaginación, el simbolismo creador y el seco rigor científico, pues junta estrellas y magos, astrología y ciencia, realeza del niño y tragedia real. Benedicto XVI ha sabido interpretar ese relato recogiendo experiencias de su mundo eclesial de Baviera y de su fe de niño y de adolescente germano que iba a arrodillarse ante el arca de los reyes de Colonia (Renania) donde los emperadores germanos, como pretendidos reyes supremos de la cristiandad, quisieron ser herederos de los magos, convertidos ya en Reyes del mundo).
Éstas son algunas posibles carencias de Benedicto:
‒ Benedicto XVI no sitúa el tema en la perspectiva de Mateo frente a Pablo: El mesianismo del Niño, frente al mesianismo de Jesús Mesías crucificado; la misión universal de Oriente, frente a la apertura de la Iglesia a partir de occidente; la búsqueda de un universalismo más ligado a la tradición judía, con lo que significa Babilonia en la creación y recreación del judaísmo…
‒ No explora la experiencia específicamente religiosa de los magos, desde un fondo oriental y judío, f en clave de adoración del Niño que nace, no del Crucificado, como hace Pablo (como en Flp 2).
– No ha precisado el sentido particular de la religión de los magos, que son más astrólogos que filósofos, y que buscan la armonía imaginada en el cielo de estrellas, más que la luz clara de los griegos. El Papa ha seguido buscando la ciencia y filosofía del helenismo, más que la sabiduría oriental (como puso de relieve en el discurso de Ratisbona).‒ No ha definido el tipo de ciencia y religión que vincula a los magos de Oriente con el Rey de los judíos? Quizá debería haber comparado la religión de los magos con el realismo de Herodes, el rey semi-oriental que pacta con Roma para mantener por encima de todo el poder, la Real-Politik. Posiblemente, el Papa no ha querido (ni sabido) entrar en la gran crítica política que hallamos al fondo del pasaje. No sabe que el fondo un tipo de ciencia/religión ha caído en manos de la política
– Significativamente, el Papa no ha destacado el tema de la Gebira, Madre del Rey Niño, un símbolo clave del Oriente y también del judaísmo, que se hará después esencial en la Iglesia… Por eso no encuentra explicación al hecho de que en el contexto de la adoración no aparezca José, sino sólo Jesús y su madre. En una postal anterior, propia del Adviento, he puesto de relieve el sentido de la Gebira (madre del rey), que el papa debería haber tenido cuenta. Es evidente que no ha leído las investigaciones recientes sobre el tema.
BENEDICTO XVI: LOS MAGOS DE ORIENTE
1. Cuadro histórico y geográfico de la narración
Difícilmente habrá otro relato bíblico que haya estimulado tanto la fantasía, pero también la investigación y la reflexión, como la historia de los «Magos» venidos de «Oriente», una narración que el evangelista Mateo pone inmediatamente después de haber hablado del nacimiento de Jesús: «Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos [astrólogos] de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: “¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo”» (2,1s).
Con la mención del rey Herodes y el lugar del nacimiento, Belén, encontramos aquí primero una neta determinación del contexto histórico. Se indica un personaje bien conocido de la época y un lugar geográfico fácilmente reconocible. Pero en ambas referencias se ofrecen al mismo tiempo elementos de interpretación. Rudolf Pesch, en su pequeño libro Die matthäischen Weihnachtsgeschichten —los relatos de Navidad según Mateo, ha resaltado con énfasis el significado teológico de la figura de Herodes: «Así como al principio del Evangelio de la Navidad (Lc 2,1-21) se menciona al emperador romano Augusto, la narración de Mateo 2 comienza de modo análogo denominando a Herodes, “rey de los judíos”.
Belén es el pueblo natal del rey David. El significado teológico de aquel lugar se esclarecerá todavía con mayor nitidez en el curso de la narración mediante la respuesta que dan los escribas a Herodes acerca del lugar en el que debía nacer el Mesías. También podría comportar una intención teológica el que la localización geográfica se precise aún más, añadiendo «de Judá». En la bendición de Jacob, el patriarca dice a su hijo Judá de manera profética: «No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos» (Gn 49,10). En una narración que trata de la llegada del David definitivo, del recién nacido rey de los judíos que salvará a todos los pueblos, se ha de percibir de algún modo esta profecía como trasfondo.Junto con la bendición de Jacob hay que leer también una palabra atribuida en la Biblia al profeta pagano Balaán. Balaán es una figura histórica de la que hay una confirmación fuera de la Biblia.
n 1967 se descubrió en Transjordania, una inscripción en la que aparece Balaán, hijo de Beor, como «vidente» de divinidades autóctonas; un vidente al que se le atribuyen anuncios de fortuna y de calamidad (cf. Hans-Peter Müller, en lthk3, II, 457). La Biblia le presenta como un adivino al servicio del rey de Moab, que le pide una maldición contra Israel. Pero Dios mismo impide que Balaán lleve a efecto lo que pretende, de manera que el profeta, en vez de una maldición, anuncia una bendición para Israel. A pesar de ello, sigue siendo mal visto en la tradición bíblica, como instigador a la idolatría, y muere de una forma considerada como punitiva (cf. Nm 31,8; Jos 13,22). Por eso adquiere más importancia aún la promesa de salvación que se le atribuye a él, no judío y siervo de otros dioses; su promesa era conocida también fuera de Israel. «Lo veo, pero no es ahora, lo contemplo, pero no será pronto: Avanza una estrella de Jacob, y surge un cetro de Israel…» (Nm 24,17).
¿Quiénes eran los «Magos»?Pero ahora es preciso preguntarse ante todo: ¿Qué clase de hombres eran esos que Mateo describe como «Magos» venidos de «Oriente»? El término «magos» (mágoi) tiene una considerable gama de significados en las diversas fuentes, que se extiende desde una acepción muy positiva hasta un significado muy negativo.
La primera de las cuatro acepciones principales designa como «magos» a los pertenecientes a la casta sacerdotal persa. En la cultura helenista eran considerados como «representantes de una religión auténtica»; pero se sostenía al mismo tiempo que sus ideas religiosas estaban «fuertemente influenciadas por el pensamiento filosófico», hasta el punto de que se presenta con frecuencia a los filósofos griegos como adeptos suyos (cf. Delling, Theologisches Wörterbuch zum Neuen Testament, IV, p. 360). Quizá haya en esta opinión un cierto núcleo de verdad no bien definido; después de todo, también Aristóteles había hablado del trabajo filosófico de los magos (cf. ibíd.).
Los otros significados mencionados por Gerhard Delling designan a los dotados de saberes y poderes sobrenaturales, y también a los brujos. Y, finalmente, a los embaucadores y seductores. En los Hechos de los Apóstoles encontramos este último significado: Pablo califica a un mago llamado Barjesús «hijo del diablo, enemigo de toda justicia» (13,10), manteniéndolo así a raya.
Los diversos significados del término «mago» que encontramos aquí hacen ver también la ambivalencia de la dimensión religiosa en cuanto tal. La religiosidad puede ser un camino hacia el verdadero conocimiento, un camino hacia Jesucristo. Pero cuando ante la presencia de Cristo no se abre a él, y se pone contra el único Dios y Salvador, se vuelve demoníaca y destructiva.
Qué tipo de hombres eran aquellos que se pusieron en camino hacia el rey. Tal vez fueran astrónomos, pero no a todos los que eran capaces de calcular la conjunción de los planetas, y la veían, les vino la idea de un rey en Judá, que tenía importancia también para ellos. Para que la estrella pudiera convertirse en un mensaje, debía haber circulado un vaticinio como el del mensaje de Balaán. Sabemos por Tácito y Suetonio que en aquellos tiempos bullían en el ambiente expectativas según las cuales surgiría en Judá el dominador del mundo, una expectación que Flavio Josefo interpreta como referida a Vespasiano, con el resultado de que éste pasó a gozar de su favor (cf. De bello Iud., III, 399-408). Leer más…
Comentarios desactivados en ¿Nueva evangelización o vieja eclesialización?
Juan Zapatero Ballesteros
Sant Feliú de Llobregat (Barcelona).
ECLESALIA, 29/05/23.- Desde que Juan Pablo II comenzase a hablar de «nueva evangelización» a finales de la década de los 70 del siglo pasado, lo han venido reiterando de manera insistente sus sucesores, Benedicto XVI y Francisco. Quiero hacer una salvedad: por lo que a este último respecta, cabe decir que lo ha hecho y lo viene haciendo de manera muy diferente; incluso me atrevería a decir que opuesta en muchos casos. Al menos esa es la impresión que tengo, cuando comparo la manera de hablar y sobre todo de actuar de este último respecto a sus dos predecesores.
Digo esto, porque creo que, tal y como muchas personas y sectores de la Iglesia entienden en la actualidad dicha evangelización, están más cerca de la doctrina, de la moral y de la liturgia de Juan Pablo II y Benedicto XVI que de Francisco.
No sé, pero cuando yo pienso en el significado y sentido de evangelizar, me viene a la mente la Buena Noticia de Jesús que predicó y puso en práctica, pues, al fin y al cabo, eso significa «Evangelio». Me lleva de manera inmediata a aquella escena de la sinagoga de Nazaret, Lc 4, 16-21, donde Jesús se presentó a sus conciudadanos “El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos”. Jesús se aplica a sí mismo el mensaje que el profeta Isaías había anunciado ocho siglos antes. Un mensaje que está en plena consonancia, por otra parte, con la respuesta que da a los emisarios que llegaron a Él enviados por Juan Bautista, Lc 7,19-23, “Id y decid a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y los pobres son evangelizados”.
Una Buena Noticia que el evangelista Mateo se encargará de recordar en qué consiste a aquellos judíos intransigentes, legalistas y amantes del culto por encima de las personas, Mt 25,34-46, “Tuve hambre y me disteis de comer, me visteis desnudo y me vestisteis, en la cárcel y me visitasteis. En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis”. Un mensaje que le acompañó a Él mismo en todo momento con una actitud de servicio y entrega generosa por su parte y cuyo mejor ejemplo podemos encontrar en el lavatorio de los pies a sus discípulos en la Última Cena, Ju 13,1-20, “Se levanta Jesús de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en una jofaina y se pone a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido”.
Junto a esta actitud clara y evidente en favor de la humanización de toda la gente, Jesús se mostró totalmente en contra de quienes pretendían hacer del culto y del cumplimiento de la ley sin más, o incluso por encima de las personas, el centro de la religión y del Evangelio. La parábola del Buen Samaritano, que refiere el evangelista Lucas, es su enseñanza más clara en este sentido.
Entonces, ¿Jesús se opuso al culto como factor de evangelización? ¿Lo censuró como contrario al compromiso y al “evangelio”? No, en absoluto. Ahora bien, tal y como le dijo a la Samaritana, Jn 4,3-42,“El culto se ha de hacer en espíritu y en verdad. Ya no sirve el culto que los judíos practican en el Templo de Jerusalén ni el de los samaritanos en Garizim”.
Después de lo dicho, la pregunta que me hago es si la “nueva evangelización” de la que viene hablando la jerarquía de la Iglesia de manera tan insistente desde hace ya un tiempo, está en la línea de la Buena Nueva que encontramos en el Evangelio por parte de Jesús, o en la vuelta a la liturgia, a los ritos, cumplimientos, etc., que comenzaron a prevalecer en la Iglesia a partir de un momento de su historia. Está claro que la evangelización que se pretende llevar a cabo hoy será nueva en la medida que enlace con aquel primer anuncio de las primeras comunidades cristianas, fundamentado en una manera de actuar y de vivir entroncada de manera directa con el propio hacer y la propia vida de Jesús: Hch 2, 42-46.
En cambio, no será anuncio nuevo, sino eclesialización vieja y caduca, si lo que se pretende es volver a la Iglesia del 313, Edicto de Milán, y de manera definitiva del 380: el emperador Teodosio convierte el cristianismo en religión oficial del imperio. No es nueva la evangelización si lo que pretende es resucitar una Iglesia de cristiandad que, a la postre, busca fomentar la unicidad, que no hace sino empobrecer y aborregar, en detrimento de la unidad, tal y como Jesús rogó al Padre: Ju 17, 20-23, que fomenta la libertad del Espíritu. Tampoco es nueva si lo que busca es volver a utilizar fórmulas y sistemas de ser, estar y actuar que recuerdan tiempos y circunstancias ya superados o que, al menos, debieran estarlo.
Al hilo de lo que acabo de decir y bajando al plano de lo cotidiano y concreto, me pregunto, por ejemplo, qué pretenden en la actualidad tantísimos ministros representantes de la jerarquía de la Iglesia con esos atuendos externos en cuanto al vestir que los diferencian de los laicos, si nos referimos a la comunidad eclesial, y de los ciudadanos en general, si pensamos en la sociedad civil.
Me temo que debajo de todo ello no está solo, ni mucho menos, una cuestión canónica, sino una visión teológica muy concreta sobre la Iglesia y sobre la propia sociedad, que yo creía que ya había quedado superada para siempre por el concilio Vaticano II: una Iglesia como sociedad perfecta frente a una Iglesia como pueblo de Dios.
¿Es precisamente a través de liturgias cargadas, celebraciones farragosas, inciensos abundantes, sotanas y roquetes recuperados de viejos baúles, maestros de ceremonias que controlan el rito hasta el extremo, sermones vacíos y alejados de la vida, etc., que pretenden evangelizar a hombres y mujeres postcristianos, para quienes todo lo anterior no les dice nada en medio de la vida rutinaria y a veces tediosa en que se encuentran viviendo?
Que conste que he pretendido simplemente traer a colación algunas de las numerosas realidades actuales por parte de la jerarquía eclesiástica con las que, según ella, pretende evangelizar, no sé si de nuevo o de manera novedosa, a hombres y mujeres alejados de la fe o revitalizar la de quienes ya la profesan.
Es por ello que mi pregunta pretende dilucidar simplemente si se trata de una evangelización nueva y, por lo mismo, llena de vida y de sentido, o, por el contrario, volver a una eclesialización vieja, caduca y carente de verdaderas razones de esperanza que ofrecer
Comentarios desactivados en “Repetir una idea tonta no la convierte en realidad”: Donde algunos obispos se equivocan sobre las identidades trans
Lisa Fullam, D.V.M.,
La publicación de hoy es de la colaboradora de Bondings 2.0 Lisa Fullam, D.V.M., Th.D., profesora emérita, Escuela Jesuita de Teología de la Universidad de Santa Clara. Las publicaciones anteriores de Lisa en el blog están disponibles aquí.
Una de las acusaciones más curiosas dirigidas a las personas transgénero en los documentos magisteriales católicos es la de dualismo, que de alguna manera las personas trans están adoptando la postura de que el cuerpo y el alma/mente/espíritu se consideran separables en la persona humana, y que el sexo corporal es una cuestión de elección personal.
El Papa Benedicto XVI planteó esta preocupación en su carta de 2012 a la Curia: “La gente cuestiona la idea de que tiene una naturaleza, dada por su identidad corporal, que sirve como elemento definitorio del ser humano. Niegan su naturaleza y deciden que no es algo que les ha sido dado previamente, sino que la hacen ellos mismos”.
El Papa Francisco retomó el tema en Amoris Laetitia, hablando de “una ideología de género que ‘niega la diferencia y la reciprocidad en la naturaleza de un hombre y una mujer y prevé una sociedad sin diferencias sexuales… En consecuencia, la identidad humana se convierte en la elección de el individuo, que también puede cambiar con el tiempo” (n. 56).
En 2019, la Congregación para la Educación Católica tocó el mismo tambor, aunque hizo un mal uso de la terminología básica: “el concepto de género se considera dependiente de la mentalidad subjetiva de cada persona, que puede elegir un género que no corresponda a su sexo biológico, y por tanto con la forma en que los demás ven a esa persona (transgenerismo)” (n. 11).
Más recientemente, el arzobispo Paul Coakley de la ciudad de Oklahoma atacó “el movimiento transgénero” de esta manera: “El movimiento transgénero tiene sus raíces en una forma moderna de dualismo donde el cuerpo y el alma/mente/espíritu son realidades separadas. Desde este punto de vista, la persona humana es el habitante inmaterial de un anfitrión físico. Por lo tanto, el cuerpo material puede ser manipulado al servicio del alma/mente/espíritu inmaterial”.
Repetir una idea tonta no la convierte en realidad. Además, esta acusación es exactamente al revés; cualquier dualismo cuerpo/alma aquí está en las mentes de los magistrados, no en las de las personas a las que atacan. Dejame explicar.
La antropología católica fundamental sostiene que la persona humana es espíritu encarnado, en otras palabras, un compuesto inseparable de cuerpo y alma. La resurrección (la de Jesús y, con el tiempo, la nuestra) no es simplemente una cuestión de espíritus incorpóreos que flotan, sino que involucra cuerpos físicos: Jesús resucitado comió y bebió con sus amigos, invitó a Tomás a tocar sus heridas, pescado a la parrilla en la playa para desayuno. Su cuerpo no era idéntico a su cuerpo anterior, tenía una tendencia inquietante a aparecer en habitaciones cerradas, por ejemplo, pero seguía siendo un cuerpo, carne y hueso, no solo espíritu. En el pensamiento católico, no tenemos cuerpos, somos cuerpos. No somos meramente materiales, sino materia animada; nuestros espíritus/almas/mentes informan y animan nuestro ser corporal.
Así que los Papas y otros. entendieron bien esa parte. (¡Uf!) En lo que se equivocaron fue en su descripción de la identidad trans: parecen pensar que las personas trans simplemente eligen su forma corporal de la misma manera que uno podría elegir la ropa para el día, una cuestión de capricho o gusto personal. Veo dos errores en esta suposición.
Primero, las personas trans son las últimas en decir que los cuerpos son una cuestión de capricho o una simple elección. (Una advertencia: no pretendo representar aquí la experiencia de cada persona trans, sino solo de aquellas con las que he leído y hablado). Muchas personas trans salen de una profunda sensación de desconexión entre quienes saben que son y cómo son etiquetados, vestidos, tratados y socializados. Para algunas personas trans, esto comienza a la edad en que los niños expresan por primera vez su identidad de género, alrededor de los 2 a 4 años de edad; para otros esto se convierte en un asunto urgente más adelante, en la pubertad o más allá. La transición puede requerir un enorme coraje ya que las personas arriesgan las relaciones con familiares y amigos, la carrera y la seguridad: las personas trans están sujetas a crímenes de odio a un ritmo que supera al de las personas LGB, quienes son atacadas de manera desproporcionada en comparación con la población general. La transición en cada etapa es una declaración de que los cuerpos son muy importantes y deben alinearse con el sentido más profundo de uno mismo.
En segundo lugar, un creciente cuerpo de evidencia psicológica y neurológica muestra que la identidad trans no es solo una cuestión mental, sino que involucra ciertos aspectos de la función cerebral: un fenómeno biológico/corporal, no puramente psicológico. [1] Por ejemplo, algunos hombres trans que toman testosterona notan efectos psicológicos y sociales de la hormona más allá de los efectos “meramente” físicos. Curiosamente, algunos neurocientíficos están planteando preguntas sobre si el género causa cambios epigenéticos en el cerebro. La epigenética explora cómo el entorno y la experiencia de uno pueden influir en cómo se expresan los genes, lo que podría afectar el sexo biológico (al menos si el “sexo biológico” se entiende, correctamente, como algo más que una cuestión de cromosomas X o Y, sino descriptivo de todo el organismo) . Así, nuevamente, la acusación magisterial de que la “mente inmaterial” se está imponiendo arbitrariamente sobre el cuerpo material es simplemente falsa.
Cualquier dualismo cuerpo/alma, claramente, está en la mente magisterial, no en la experiencia de las personas trans o en un creciente cuerpo de evidencia científica que afirma su sentido de identidad.
Sospecho que el error fundamental en la postura magisterial es una falta de imaginación moral. Como hombres cisgénero, probablemente no puedan imaginar la identidad trans como algo más que contradicciones de sus seres cis encarnados. De hecho, para ellos lo sería, pero no para las personas trans. En general, es posible que hagan un esfuerzo por escuchar a las personas trans, no solo por hablar de ellas.
Comentarios desactivados en Nuevos libros del Papa Francisco y Benedicto XVI destacan el contraste sobre la homosexualidad
Las declaraciones sobre las personas homosexuales aparecen en dos nuevos libros, uno del Papa Francisco y otro de Benedicto XVI, el Papa emérito fallecido, y como era de esperar se encuentran en los enfoques positivos y negativos que se esperan de cada prelado.
La paura come dono (“El miedo como regalo”) es una entrevista del tamaño de un libro entre el Papa Francisco y un psicólogo italiano que abordó temas que van desde el cambio climático hasta la formación sacerdotal. Cuando se le preguntó sobre las personas homosexuales, Francisco respondió, para Vatican News:
“’Dios es Padre y no niega a ninguno de Sus hijos… Y el estilo de Dios es la cercanía, la misericordia y la ternura. No juicio y marginación. Dios se acerca con amor a cada uno de sus hijos, a todos y cada uno de ellos. Su corazón está abierto a todos y cada uno. El es Padre. El amor no divide, sino que une’”.
Benedicto XVI hizo comentarios negativos sobre la homosexualidad en su nuevo libro, ¿Qué es el cristianismo?, que pidió que se publicara solo después de su muerte. La mayoría de los ensayos, todos escritos durante la jubilación del Papa emérito, se publicaron anteriormente. Sólo cuatro de los 16 eran nuevos. Según The Telegraph, Benedicto escribió sobre los hombres homosexuales en los seminarios y el sacerdocio:
“Los ‘clubes’ gay operan abiertamente en los seminarios católicos, las instituciones que preparan a los hombres para el sacerdocio, afirmó el difunto Papa Benedicto XVI. . La existencia de “clubes de homosexuales” es particularmente frecuente en los EE. UU., dijo Benedict en su libro, y agregó: “En varios seminarios, los clubes homosexuales operan más o menos abiertamente”.
“Citó el ejemplo de un obispo estadounidense que supuestamente permitió que sus seminaristas, o sacerdotes en formación, vieran películas pornográficas ‘presuntamente con la intención de hacerlos capaces de resistir comportamientos contrarios a la fe’”.
En 2005, bajo Benedicto XVI, el Vaticano prohibió la admisión de hombres homosexuales al sacerdocio, que el Papa Francisco aprobó en 2016 y 2018. El Papa emérito hizo otras afirmaciones sobre la formación sacerdotal en su nuevo libro, sugiriendo que en ” no pocos seminarios, los estudiantes sorprendidos leyendo mis libros son considerados indignos para el sacerdocio”, y agregó que sus libros están “ocultos como literatura peligrosa”.
Después de la muerte de Benedicto XVI, muchos comentaristas establecieron contrastes entre su legado y el historial del Papa Francisco. Estos dos nuevos libros dejan en claro cuán diferentes son realmente sus enfoques de la homosexualidad. Si bien la enseñanza de la iglesia permanece constante entre los papados, el Papa Francisco enfatiza constantemente lo personal y lo pastoral. Para él, el estilo de Dios es, y por lo tanto el enfoque de la iglesia debe ser, no sobre el juicio, sino sobre el amor. Se reúne repetidamente con personas LGBTQ+ y sus familias. Desafortunadamente, Benedicto XVI se basó en estereotipos defectuosos y escribió de manera abstracta.
Hay una lección clara de este contraste. Cuantos más católicos LGBTQ+ y aliados puedan encontrarse personalmente con los líderes de la iglesia y hacerlo con amor, más se hará posible la inclusión ampliada en la iglesia. Como escribe el Papa Francisco, “El amor no divide, sino que une”.
—Robert Shine (él/él), New Ways Ministry, 27 de enero de 2023
Comentarios desactivados en La obsesión de Ratzinger: El ‘Testamento espiritual’ de Benedicto XVI admite la existencia de “clubes de homosexuales” en varios seminarios
Las evidencias de un carácter eminentemente narcisista y neurótico con manía persecutoria. Hay que recordar que Joseph Ratzinger no desaprovechó una ocasión para cargar contra la equiparación de derechos de las personas LGTBI. En la biografía Benedicto XVI. Una vida, escrito por el periodista Peter Seewald, el difunto papa emérito se quejaba de que las opiniones homófobas tengan cada vez menos reputación. «Hace cien años, a cualquiera le parecería absurdo hablar de matrimonio homosexual. Hoy está socialmente excomulgado quien se oponga», se lamentaba Benedicto XVI quien advertía del «poder del Anticristo» en una «dictadura mundial de ideologías aparentemente humanísticas».
Nuevas revelaciones de ‘Qué es el cristianismo‘, el último libro de Ratzinger
En uno de los capítulos, tal y como adelanta ANSA, Ratzinger denuncia la existencia de “clubes de homosexuales” en varios seminarios, refiriéndose a grupos que “actuaban más o menos abiertamente y que claramente transformaban el clima” en las escuelas de sacerdotes
Un obispo llegó a permitir la proyección de “películas pornográficas a los seminaristas, presumiblemente con la intención de permitirles resistir comportamientos contrarios a la fe”
‘Qué es el cristianismo‘. El último libro de Joseph Ratzinger, considerado su ‘Testamento Espiritual’, y que la pasada semana salió a la venta en Italia (pronto, en España), contiene textos inéditos escritos por el Papa emérito, tras su histórica renuncia, de la que el próximo 11 de febrero se cumplen diez años. Entre ellos, revelaciones de la existencia de “clubes de homosexuales” en algunas diócesis, un rumor muy extendido en aquellos meses, y del que no se había vuelto a hablar hasta ahora.
Así, en uno de los capítulos, tal y como adelanta ANSA, Ratzinger denuncia la existencia de “clubes de homosexuales” en varios seminarios, refiriéndose a grupos que “actuaban más o menos abiertamente y que claramente transformaban el clima” en las escuelas de sacerdotes.
“En un seminario en el sur de Alemania, los candidatos al sacerdocio y los candidatos al servicio laico vivían juntos. Durante las comidas conjuntas, los seminaristas permanecían juntos con representantes pastorales casados, acompañados en parte por esposas e hijos, y en algunos casos incluso por novias. El ambiente en el seminario no ayudó en la formación sacerdotal“, señaló el Papa emérito.
Benedicto XVI va más allá, y escribe que un obispo llegó a permitir la proyección de “películas pornográficas a los seminaristas, presumiblemente con la intención de permitirles resistir comportamientos contrarios a la fe”.
El lanzamiento del volumen se produce al mismo tiempo de la llegada a las librerías de un libro en el que el Papa Francisco, en conversación con Salvo Noé, comenta sobre la homosexualidad y afirma que “Dios no repudiará a ninguno de sus hijos”, destacando las diferentes visiones entre conservadores y progresistas en la Iglesia.
En la carta en la que pedía la publicación de estos textos sólo después de su muerte, Benedicto XVI afirmaba que ya no quería divulgar nada en vida debido a la oposición que sufría en su propio país. “La furia de los grupos contrarios a mí en Alemania es tan fuerte que la aparición de cualquier palabra mía provoca inmediatamente un clamor asesino“, dijo entonces. Parece que, al menos la última parte de la frase, resulta cierta.
Comentarios desactivados en “El ‘no’ del Papa Francisco al sacerdocio de las mujeres: ¿’residuos’ del patriarcado?”, por Leonardo Boff
“Ellas nunca traicionaron a Jesús (…), ellas velaban al pie de la cruz”
“Hemos apoyado casi todo lo que el Papa Francisco ha escrito y enseñado. Pero en este punto me permito alejarme críticamente pues este es también el oficio de la teología razonada”
“Las funciones de María y de Pedro son de naturaleza totalmente distinta. Pedro no es el padre de Jesús, mientras que María es verdaderamente su madre biológica. Solamente alguien todavía rehén del patriarcalismo secular, puede colocarlos al mismo nivel”
“Hay sólidas razones para sustentar la conveniencia y hasta la necesidad de que las mujeres que quieran accedan al ministerio sacerdotal”
“No lo hacen con un espíritu de ruptura con la institución, sino con un sentido de servicio a toda la comunidad, siempre en comunión teológica con toda la Iglesia. La comunidad, según el Concilio Vaticano II, tiene derecho a recibir la Sagrada Eucaristía que se le niega por el simple hecho de no haber un sacerdote ordenado y célibe”
“Lógicamente, el sacerdocio femenino no puede ser una reproducción del sacerdocio masculino. Sería una aberración si así fuera. Debe ser un sacerdocio singular, según el modo de ser de la mujer, con todo lo que denota su feminidad a nivel ontológico, psicológico, sociológico y biológico”
Últimamente el Papa Francisco ha sorprendido a los teólogos con una entrevista dada a la revista jesuita América del 22 de noviembre, diciendo un “no” al sacerdocio de las mujeres. Utilizó una argumentación inusitada, tomada de un teólogo exjesuita Hans Urs von Balthazar, muy erudito, pero inmerso en una relación singular con una médica y mística suiza, Adrienne von Speyer. El Papa toma de él una distinción que le ha permitido negar el sacerdocio a la mujer: el principio-mariano y el principio-petrino. Curiosa e inusitada esta distinción del Papa Francisco. María sería la esposa de la Iglesia, mientras que Pedro es su guía.
Observemos que definir a María como esposa de la Iglesia es una metáfora y no una definición real como es afirmar “la Iglesia es la comunidad de los fieles”. ¿Será correcta y justa esta distinción metafórica rara en la tradición, retomada por un teólogo erudito, pero considerado como extravagante?*
Vale la pena subrayar la lógica siguiente: sin el Espíritu Santo no habría María. Sin María no habría Jesús. Sin Jesús no habría Pedro, hecho el principal de los Apóstoles. Sin Pedro no habría sucesores, llamados Papas.
Hemos apoyado casi todo lo que el Papa Francisco ha escrito y enseñado. Pero en este punto me permito alejarme críticamente pues este es también el oficio de la teología razonada. Me siento apoyado en la argumentación de los mejores teólogos de la actualidad, solamente para citar al mayor de ellos, mi antiguo profesor en Múnich, Karl Ranher (+1980). La opinión de esos teólogos es prácticamente unánime en que no hay ningún impedimento doctrinal al acceso de las mujeres al sacerdocio, como lo han hecho otras iglesias cristianas no católicas. Solamente una visión masculinista de la fe cristiana y cierta interpretación de los evangelios, contaminada por la visión patriarcal, sostienen el “no”.
La argumentación a favor del sacerdocio para las mujeres es abundantísima y minuciosa, tema que presenté en mi libro Eclesiogénesis de 1982/2021.
En ciertos puntos, la argumentación papal no evita cierta contradicción, como por ejemplo: María puede engendrar a Jesús, su hijo, pero no puede representarlo en la comunidad. Eso suena hasta ofensivo para la grandeza de María, portadora permanente del Espíritu. Pedro que llegó a negar a Jesús y a quien este llegó a llamarlo “satanás” por no admitir que padeciese y muriese, puede representar a Jesús. Aquí hay una innegable desproporción, culturalmente explicable.
¿Quién tiene mayor excelencia? Lógicamente es María, sobre la cual vino el Espíritu Santo y estableció su morada permanente en ella (“episkiásei soi”:Lc 1,35) hasta el punto de elevarla a la altura de lo Divino. Solamente de alguien elevado a la altura de lo Divino (María) es válido afirmar: “el Santo engendrado (por ti) será llamado Hijo de Dios”.
Las funciones de María y de Pedro son de naturaleza totalmente distinta. Pedro no es el padre de Jesús, mientras que María es verdaderamente su madre biológica. Solamente alguien todavía rehén del patriarcalismo secular, puede colocarlos al mismo nivel. No sin razón, la mujer nunca hasta hoy ha tenido su ciudadanía eclesial reconocida. El evangelio se encarnó en la cultura de la época que entendía a la mujer como un “mas”, es decir, “un ser humano todavía deficiente en camino de su humanidad”. No dice otra cosa Santo Tomás de Aquino (¿repetido después por Freud?) y, en el fondo, es lo que pasa por la mente de las más altas autoridades eclesiásticas, cardenales y papas. Las mujeres son menos, por el hecho de ser mujeres, aunque mujeres y hombres son igualmente imagen y semejanza de Dios (Gn 1,28). Y aún más: la mayoría de la Iglesia son mujeres, y además las hermanas y madres de todos los demás hombres. Por lo tanto, tienen una preeminencia innegable.
El único que escapó de esta visión reduccionista fue el Papa Benedicto XVI al decir en una entrevista de radio en 2005: “Creo que las mismas mujeres con su impulso y su fuerza, su superioridad y con su potencial espiritual sabrán crear su espacio. Nosotros debemos procurar ponernos a la escucha de Dios, para no ser nosotros quienes se lo impidamos (Benedicto XVI,5,VIII,2006)”.
Hay sólidas razones para sustentar la conveniencia y hasta la necesidad de que las mujeres que quieran accedan al ministerio sacerdotal. Una eminente teóloga y feminista holandesa, A. van Eyde, dice: “La misma Iglesia quedaría herida en su cuerpo orgánico si no diese lugar a la mujer dentro de sus instituciones eclesiales” (Die Frau im Kirchenamt, 1967, p. 360).
La Iglesia jerárquica no puede, dado el avance de la conciencia acerca de la igualdad de los géneros, transformarse en un reducto de conservadurismo y de machismo
La Iglesia jerárquica no puede, dado el avance de la conciencia acerca de la igualdad de los géneros, transformarse en un reducto de conservadurismo y de machismo. Hay aquí una concepción estéril y enquistada en el pasado de la positividad de la fe. Esta no es un recipiente de aguas muertas, sino una fuente de aguas vivas, capaz de vivificar nuevas iniciativas en razón del cambio de las mentalidades y de los tiempos. Ellas, en su fina sensibilidad, captan el sentido claro de los signos de los tiempos y lo expresan con un lenguaje más adecuado a nuestros días. Veamos los argumentos principales.
En primer lugar, fue una mujer la que dio testimonio del hecho mayor del cristianismo, la resurrección de Jesús, María Magdalena, llamada por eso “apóstola de los apóstoles”. Sin el evento de la resurrección no habría Iglesia.
Eran ellas las que seguían a Jesús y le garantizaban la estructura material para su misión.
Ellas nunca traicionaron a Jesús, mientras que el principal de ellos, Pedro, lo traicionó con ocasión de la pasión. Después de su crucifixión, entristecidos, los apóstoles lo abandonaron y se fueron a sus casas, mientras ellas velaban al pie de la cruz, acompañando su agonía.
Ellas nunca traicionaron a Jesús, mientras que el principal de ellos, Pedro, lo traicionó con ocasión de la pasión. Después de su crucifixión, entristecidos, los apóstoles lo abandonaron y se fueron a sus casas, mientras ellas velaban al pie de la cruz, acompañando su agonía
Ellas fueron las que, dos días después de ser sepultado, cuidaron de concluir el ritual sagrado de la unción del cuerpo con aceites sagrados.
Por lo tanto, ellas merecerían y merecen una centralidad inigualable en la comunidad cristiana. Y hasta hoy, el patriarcalismo cultural internalizado en la mente de los que tienen la dirección de la Iglesia, pero también en el mundo, las mantienen subalternas. En la Amazonia profunda y en otros lugares distantes, son ellas quienes llevan la fe, hacen todo lo que un cura hace, sin poder celebrar sin embargo la eucaristía, por no ser mujeres ordenadas en el sacramento del Orden.
Sin embargo, hay mujeres, líderes comunitarias, conscientes de la madurez de su fe, que asumen la totalidad de los sacramentos. No celebran la misa (que es un concepto litúrgico y canónico), sino la Cena del Señor tal como está descrita en la Epístola de San Pablo a los Corintios. No lo hacen con un espíritu de ruptura con la institución, sino con un sentido de servicio a toda la comunidad, siempre en comunión teológica con toda la Iglesia. La comunidad, según el Concilio Vaticano II, tiene derecho a recibir la Sagrada Eucaristía que se le niega por el simple hecho de no haber un sacerdote ordenado y célibe.
Teológicamente es importante subrayar lo que en la práctica se olvida totalmente, que sólo hay un sacerdocio en la Iglesia, el de Cristo. Los que vienen bajo el nombre de “sacerdote” son sólo figuraciones y representantes del único sacerdocio de Cristo; es Él quien bautiza, es Cristo quien consagra, es Él quien confirma. El sacerdote actúa sólo “in persona Christi” “en el lugar de Cristo”. Es decir, hace visible lo invisible.
Su función no puede reducirse, como sostiene la argumentación oficial, al poder de consagrar, (algo que sólo ha predominado desde el segundo milenio), expresión del poder del clero que se ha apoderado de todas estas funciones. Tal concentración de poder sagrado ha constituido el clericalismo tantas veces criticado duramente por el Papa Francisco. Sin embargo, en el caso del acceso de las mujeres al sacerdocio también él ha caído en un cierto clericalismo, o mejor dicho, se ha visto obligado a mantener la praxis tradicional para no crear un verdadero cisma en la Iglesia por parte de los grupos apegados a la tradición y, sobre todo, a los privilegios agregados al clericalismo.
Tal concentración de poder sagrado ha constituido el clericalismo tantas veces criticado duramente por el Papa Francisco. Sin embargo, en el caso del acceso de las mujeres al sacerdocio también él ha caído en un cierto clericalismo, o mejor dicho, se ha visto obligado a mantener la praxis tradicional para no crear un verdadero cisma en la Iglesia por parte de los grupos apegados a la tradición y, sobre todo, a los privilegios agregados al clericalismo
La función del sacerdote ministerial no es acumular todos los servicios, sino coordinarlos para que todos sirvan a la comunidad. Como preside la comunidad, preside también la Eucaristía. Pero si la comunidad, sin culpa, se ve privada de ella, puede organizar por sí misma la celebración de la Cena del Señor. Todos estos servicios (que San Pablo llama “carismas” y que son muchos) pueden muy bien ser ejercidos por mujeres, como se demuestra en las Iglesias no católico-romanas y en las comunidades eclesiales de base.
De ahí que sea comprensible que las mujeres, conscientes de su madurez en la fe, en ausencia de un ministro ordenado, asuman ellas mismas tal ministerio, haciéndolo con su estilo particular de mujeres. No tienen que pedir permiso a la autoridad eclesiástica, porque ésta canónicamente dirá “no”. Pero lo hacen en perfecta comunión teológica con la totalidad de la Iglesia. Y por eso es plausible, justo y teológicamente fundado que presidan la Cena del Señor.
Lógicamente, el sacerdocio femenino no puede ser una reproducción del sacerdocio masculino. Sería una aberración si así fuera. Debe ser un sacerdocio singular, según el modo de ser de la mujer, con todo lo que denota su feminidad a nivel ontológico, psicológico, sociológico y biológico. No será una sustituta del sacerdote, sino una verdadera representante sacramental del Cristo invisible que se hace visible a través de ellas.
Sería natural y lógico que el Papa reconociera oficialmente lo que ellas ya hacen en la práctica y así la Iglesia sería verdaderamente de hermanos y hermanas, sin exclusiones ni jerarquizaciones ontológicas injustificadas.
Sin temor a equivocarnos podemos decir: esta división entre ordenados y no ordenados (laicos y sacerdotes) no se encuentra en la tradición del Jesús histórico, que quería una comunidad de iguales y todo poder como mero servicio a la comunidad y no como promotor de privilegios, títulos y ventajas sociales e incluso económicas.
Esta división entre ordenados y no ordenados (laicos y sacerdotes) no se encuentra en la tradición del Jesús histórico, que quería una comunidad de iguales y todo poder como mero servicio a la comunidad y no como promotor de privilegios, títulos y ventajas sociales e incluso económicas
Tiempos vendrán en que la Iglesia católica romana acompasará su paso con el movimiento feminista mundial y con el propio mundo, rumbo a una integración del “animus” y del “anima”(de lo masculino y de lo femenino) para el enriquecimiento de lo humano y de la propia comunidad cristiana. Los tiempos están ya maduros para este salto cualitativo. Solo falta el valor de dar este paso necesario e inevitable.
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*Hans Urs von Balthazar en el tiempo en que yo estaba sometido a “silencio obsequioso” públicamente en Roma, me denunció como alguien que negaba la divinidad de Cristo, cosa que jamás hice. Un teólogo- periodista le respondió en la primera página de un periódico de Roma con estas palabras: ”Cobarde, acusas calumniosamente a alguien que no puede defenderse por estar sometido a silencio obsequioso”. Su obra principal es La gloria del Señor (en siete volúmenes sobre la fe como estética y contemplación). Fue nombrado cardenal por el Papa Juan Pablo II, pero murió antes de recibir el nombramiento, cuando se dirigía a Roma.
Leonardo Boff, ha escrito Eclesiogénesis: la Iglesia que nace del pueblo por el Espíritu de Dios, Vozes 1984/2021.
Comentarios desactivados en La muerte de Benedicto XVI resalta los cambios de la Iglesia en temas LGBTQ+
El Papa Emérito Benedicto XVI y el Papa Francisco
El declive y la muerte del Papa Emérito Benedicto XVI ocuparon grandes titulares la semana pasada, primero cuando el Papa Francisco pidió oraciones por el ex pontífice cuando su salud comenzó a deteriorarse, y el sábado cuando falleció. Pero una vez que se informó la noticia de su muerte, se escribieron muy pocos comentarios, y los pocos que se han hecho se han centrado en la naturaleza histórica de su renuncia y su fracaso para lidiar con el abuso sexual del clero. El otro tema del comentario ha sido que él era principalmente un erudito, no un líder de la iglesia.
No estoy muy seguro de qué pudo haber causado la falta de comentarios. Tal vez fue porque su muerte ocurrió en un fin de semana festivo en todo el mundo, durante un período de noticias tradicionalmente lento, por lo que los periodistas y comentaristas pueden haber tardado en responder. Tal vez fue el hecho de que sus contribuciones escritas más significativas de su papado tendieron a ser teológicas y esotéricas. Un hombre tímido por naturaleza, la falta de carisma de Benedict y el hecho de que no era una personalidad pública como su predecesor o su sucesor también pueden haber contribuido a los escasos comentarios sobre su muerte.
Cuando escuché la noticia de la muerte de Benedicto, temí que muchos de los que se sintieron heridos por sus políticas y enseñanzas encontrarían esta ocasión como una oportunidad para repetir sus fuertes críticas hacia él que proclamaron mientras era Papa. En cambio, parece que la mayoría de los que no estaban de acuerdo con Benedicto han reconocido su muerte simplemente con dolor, incluso cuando relataron el daño que les causó.
Creo que la razón principal es que, dado que Benedicto ya había renunciado hace casi diez años, su muerte no altera significativamente el gobierno de la iglesia. Como se señaló, tuvo una gran influencia en las políticas y enseñanzas más negativas sobre las personas LGBTQ+. Pero su fallecimiento también parece ser un evento menor incluso para los católicos preocupados por la igualdad LGBTQ+.
Cuando el Papa Francisco apareció en escena, se temía que pudiera continuar con el enfoque negativo de Benedicto XVI sobre los problemas LGBTQ+. Pero sus declaraciones y acciones durante la última década han demostrado lo contrario. Si bien es posible que Francisco no haya realizado los cambios por los que oran muchos defensores católicos LGBTQ+, la diferencia entre su enfoque de los problemas LGBTQ+ y el de Benedicto es como la noche y el día.
La muerte de Benedicto resaltó esa diferencia. Si bien abordó estos temas como un erudito, el enfoque de Francisco es el de un pastor. Benedicto hizo hincapié en la tradición y la continuidad, mientras que Francisco alentó nuevas ideas. El papa alemán era conocido por haber silenciado a los teólogos y censurado a los líderes de la iglesia, el papa argentino le ha tendido la mano a muchas de estas mismas personas. Francisco ha pedido una amplia discusión en la iglesia, incluso sobre temas LGBTQ+, donde Benedicto había tratado de cerrar tales conversaciones. Benedicto enfatiza la autoridad, Francisco enfatiza la conciencia.
Lo más importante que su muerte ha puesto de relieve para mí es cuánto ha cambiado el enfoque del catolicismo sobre los temas LGBTQ+ en los diez años transcurridos desde su renuncia. Tenemos un Papa que se ha reunido y mantenido correspondencia con personas LGBTQ+ y sus defensores. Los temas LGBTQ+ se discutieron abiertamente en los sínodos sobre la familia y el sínodo sobre la juventud, y prometen ser un punto de discusión importante durante el sínodo sobre la sinodalidad, según la frecuencia con la que las personas han planteado estos temas en las conversaciones del sínodo local. Obispos, arzobispos y cardenales han hecho declaraciones en apoyo de las parejas del mismo sexo y el amor, y han pedido que se reevalúen las enseñanzas de la iglesia sobre tales relaciones. Al menos aquí en los EE. UU. y en otros lugares del mundo, el desarrollo del ministerio parroquial LGBTQ+ se ha disparado.
Si hace poco más de diez años, en enero de 2013, alguien me hubiera dicho que dentro de diez años veríamos aunque sea una fracción de los cambios mencionados en el párrafo anterior, me hubiera reído a carcajadas. Aunque a menudo se me acusa de ser demasiado optimista acerca de la iglesia, mientras vivía en la iglesia mientras Benedicto XVI era Papa, nunca podría haber imaginado que tales cambios habrían ocurrido de manera tan amplia y rápida.
A fines del siglo XIX, la iglesia experimentó una transformación repentina similar cuando el Papa León XII emitió la Rerum Novarum, la primera encíclica en lo que se convertiría en una serie de documentos durante el próximo siglo que desarrollaron la enseñanza social católica. El énfasis de Leo en los derechos de los trabajadores, su apoyo a los sindicatos, su crítica del capitalismo y la propiedad privada, y su introducción del principio de subsidiariedad que exigía que las decisiones se tomaran en el nivel local más apropiado, todos estos eran diametralmente opuestos. a su predecesor el Papa Pío IX. La iglesia experimentó un trascendental “cambio de rumbo” en su enfoque de la sociedad, y durante los próximos 100 años, desarrollaría y refinaría aún más estas enseñanzas. Creo que ha tenido lugar una dinámica similar entre los papados de Benedicto y Francisco cuando se trata de temas LGBTQ+. Estamos siendo testigos de un “cambio de dirección” que recién comienza y que creo que continuará desarrollándose en las próximas décadas.
—Francis DeBernardo, New Ways Ministry, 2 de enero de 2023
Nota del editor: en la próxima semana, Bondings 2.0 proporcionará sinopsis de cualquier comentario adicional sobre el legado del Papa Emérito Benedicto XVI en temas LGBTQ+.
Para publicaciones anteriores de Bondings 2.0 sobre el fallecimiento de Benedict:
Comentarios desactivados en Defensores reflexionan sobre el impacto mayormente negativo LGBTQ+ de Benedicto XVI
Hoy, en el día en el que se celebran sus funerales y ya que algunos cardenales empiezan a pedir que sea declarado Doctor de la Iglesia y que, con toda seguridad, los movimientos eclesiales manipularán a los asistentes con su mantra de “Santo súbito”,como pide su “favorito” , y fiel secretario,George Gänswein, conviene recordar quien fue Joseph Ratzinger y su cruzada contra las personas LGTBIQ+:
Los defensores LGBTQ+ han marcado la muerte de Benedicto XVI, el papa emérito, con reflexiones sobre el impacto que tuvo, como teólogo y cardenal, además de papa, en temas de género y sexualidad en la iglesia. (Para ver la declaración del Ministerio New Ways sobre el fallecimiento de Benedict, haga clic aquí).
Jamie Manson, un católico queer que es presidente de Catholics for Choice, reflexionó en el National Catholic Reporter sobre el legado de décadas del entonces cardenal Joseph Ratzinger en la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe.
Manson se centró en los teólogos estadounidenses que enfrentaron investigación y censura debido a las intervenciones del prelado. Entre los destinatarios se encontraba la Hna. Margaret Farley, RSM, por su libro Just Love, que incluía una evaluación más positiva de las relaciones entre personas del mismo género y un nuevo paradigma de ética sexual basado en la justicia social. Manson escribió, en parte:
“El libro, como era de esperar, creó consternación en Benedicto quien, como Agustín, mostró una preocupación particular por la pecaminosidad del deseo sexual. Durante su tiempo en la CDF, algunos de los trabajos más destacados de Benedicto se produjeron en sus duras críticas doctrinales de las relaciones sexuales fuera del matrimonio y de las relaciones entre personas del mismo sexo…
“A pesar de todos sus esfuerzos por controlar o suprimir la investigación teológica, el éxito de Benedicto sigue siendo cuestionable. Se podría argumentar que, durante sus 24 años al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe y sus ocho años como Papa, la teología realmente prosperó”.
Marianne Duddy-Burke, directora ejecutiva de DignityUSA, dijo en un comunicado que la muerte del ex papa“marca lo que es, con suerte, el final de una era larga y dolorosa para los católicos LGBTQIA+, nuestras familias y toda la iglesia”. Duddy-Burke agregó que mientras los miembros de Dignity oran por Benedicto, “su muerte también nos llama a reflexionar honestamente sobre su legado”, continuando:
“Sus palabras y escritos forzaron a nuestra comunidad a salir de las iglesias católicas, separaron familias, silenciaron a nuestros partidarios e incluso costaron vidas. Se negó a reconocer incluso los derechos humanos más básicos de las personas LGBTQIA+. Muchos de nosotros experimentamos la discriminación justificada religiosamente más dura y flagrante de nuestras vidas como resultado de sus políticas. . .
“Oramos para que la iglesia aproveche el período de reflexión posterior a la muerte del Papa Benedicto XVI para reconocer que en muchos casos utilizó su poder en formas que no lograron promover el mensaje evangélico de amor, unidad humana y la responsabilidad de cuidar a los marginados. ”
La Global Network of Rainbow Catholics- Red Global de Católicos del Arco Iris emitió una declaración que afirmaba que el mundo “ha perdido a un gran teólogo y un hombre que amaba profundamente su fe” y, sin embargo, “Benedicto era una persona bastante tímida y no estaba bien versado ni se sentía cómodo al abordar el complejo emociones de la condición humana”. Christopher Vella, copresidente de GNRC, comentó:
“Si bien notamos que su historial con la comunidad LGBTQ no es positivo, su decisión inspirada de renunciar al Papado fue fundamental para el papado más inclusivo de su sucesor, el Papa Francisco, con su compromiso inequívoco de abrir la Iglesia a la gente de la periferia…”
FutureChurch, un grupo reformista católico de EE. UU., hizo referencia al legado del ex Papa en temas LGBTQ+ en una declaración más larga, que dice, en parte:
“Si bien lamentamos la pérdida del Papa Benedicto XVI, no debemos borrar el registro cuando se trata de sus muchos esfuerzos para mantener a las mujeres subordinadas y a las personas LGBTQI+ excluidas. Las políticas establecidas mientras se desempeñó como prefecto de la CDF y luego como Papa, importan hoy. Las mujeres y los católicos LGBTQI+ aún sufren los efectos de sus políticas en una Iglesia que continúa socavando su auténtico valor, dones, sabiduría y autoridad”.
LGBT+ Catholics Westminster – Católicos LGBT+ Westminster, el ministerio de extensión pastoral en el Reino Unido, emitió un comunicado llamando a Benedicto “un ser humano sensible y vulnerable” que “a menudo no podía o tenía miedo de relacionar sus profundos principios teológicos con los problemas del día, sobre todo en las áreas de género y sexualidad”. Destacó sus esfuerzos como cardenal Ratzinger para dejar de recibir Misas en la Diócesis de Westminster y concluyó: “Su fallecimiento marca un punto de inflexión en la vida de los católicos LGBTQ+ de todo el mundo”.
El P. Tony Flannery, CSsR, un sacerdote irlandés censurado por la Congregación para la Doctrina de la Fe en parte por su apoyo a la igualdad LGBTQ+, reflexionó sobre el fallecimiento de Benedicto en su blog personal. Flanery escribió:
“Hay dos cosas que se destacan para mí de mi experiencia de lo que me gusta llamar ‘el Vaticano de Ratzinger’… La primera fue una convicción total sobre la rectitud de sus creencias y prácticas…
“La segunda fue su total falta de respeto por las personas que consideraban un error. Esto se expresó en mi caso al no permitirme ninguna oportunidad de ejercer ninguno de los derechos que los sistemas legales de todas las sociedades civilizadas otorgan a las personas acusadas. No se me permitió saber quiénes eran mis acusadores…
“Entonces, ¿lamento su muerte? Realmente no puedo decir que lo hago. Pero rezo por él y le deseo la paz eterna. Todos nosotros, papa y mendigo, nos enfrentamos al mismo final, sea cual sea exactamente”.
El P. James Martin, S.J., un defensor LGBTQ+, publicó elogios para Benedicto en su página de Facebook, destacando la humildad del pontífice al dejar el papado, así como sus libros sobre la vida de Jesús de Nazaret:
“Primero, su renuncia como Papa en 2013 fue uno de los actos de humildad más notables en la historia de la iglesia. Tomó a casi todos con la guardia baja, no solo porque fue el primer Papa en renunciar en siglos, sino también porque los actos de humildad de esa magnitud son cada vez más raros…
“En segundo lugar, su serie de libros ‘Jesús de Nazaret’, a la vez profundos, eruditos, sorprendentes, expansivos e inspiradores, son una importante contribución a la espiritualidad cristiana. Junto con su encíclica ‘Caritatis in Veritate’, se encuentran entre sus escritos teológicos más poderosos”.
Outreach, un recurso del ministerio LGBTQ+ producido por Estados Unidos, ofreció una oración católica tradicional por los muertos en Instagram:
“Outreach, junto con los católicos de todo el mundo, lamenta la muerte del Papa Emérito Benedicto XVI. Concédele el descanso eterno, oh Señor, y brille para él la luz perpetua. Puede él descansar en paz.”
John Casey, editor general de The Advocate, también reflexionó sobre el legado de Benedicto XVI. Casey, quien es sobreviviente del abuso del clero, cita las fallas de Benedicto para abordar el abuso sexual durante cada paso de su carrera eclesial. El autor describe a Benedicto como teniendo “una reacción de selección de cerezas y humo y espejo ante el escándalo”. En términos de temas LGBTQ+, Casey dijo que el ex papa “fue despiadado al amonestar y castigar a cualquiera en la iglesia que fuera LGBTQ+ o un aliado”. Señaló la censura de Ratzinger a la Hna. Jeannine Gramick,y el P. Robert Nugent,, cofundadores del New Ways Ministry, y la persistente oposición de Benedicto al matrimonio igualitario.
Además, Casey dijo que el enfoque de Ratzinger hacia la crisis del VIH/SIDA fue particularmente dañino y perjudicial para la vida:
“En 1987, mientras el virus se propagaba, abundaban los rumores de que la Iglesia Católica podría respaldar implícitamente el uso de condones para ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad. Ratzinger lo rechazó de inmediato y dijo que tal enfoque para proteger a los hombres homosexuales y el sexo homosexual “daría como resultado al menos la facilitación del mal”… ¿Te imaginas cuántas vidas podrían haberse salvado si los obispos respaldaran el uso de condones?”
Casey concluyó con lo que probablemente sea la evaluación más negativa de Benedicto desde una perspectiva LGBTQ+ que se haya visto impresa hasta ahora, afirmando que el pontífice “dejó tanta animosidad, desprecio y división a su paso”.
Bondings 2.0 continuará presentando opiniones y perspectivas sobre el legado de Benedicto XVI en temas LGBTQ+ si salen a la luz más comentarios a medida que nos acercamos a su funeral el 5 de enero.
Para publicaciones anteriores de Bondings 2.0 sobre el fallecimiento de Benedict0:
Comentarios desactivados en La ‘venganza’ (o el canto del cisne) de Georg Gänswein
El secretario personal de Ratzinger dirige cada paso del funeral y publicará sus memorias en enero
Quien fuera sombra de Ratzinger anuncia la publicación, en pocas semanas, de sus memorias, en las que contará “la propia verdad sobre las miserables calumnias y las oscuras maniobras que han tratado en vano de arrojar sombras sobre el magisterio y las acciones del pontífice alemán”
En el Vaticano existe una honda preocupación. Por lo que sabe, y por la responsabilidad que ha tenido (y que,en puridad, sigue teniendo, pues no ha sido cesado como secretario de la Casa Pontificia, aunque Francisco no quiso contar con él, con la excusa de que Ratzinger necesitaba todos sus cuidados), Gänswein conoce muchos de los secretos, y de los ‘pecados‘ de la Curia vaticana. ¿Los usará para defender la memoria del Papa emérito?
Pronto veremos si las ‘Memorias‘ de Gänswein son una reivindicación de su vida, y de la del Papa emérito, o un ‘ajuste de cuentas’ ante los ‘traidores‘ que permitieron la renuncia y la soledad del hombre que, con su renuncia, abrió un nuevo hito en la bimilenaria historia de la Iglesia
Controla cada detalle. Con amabilidad, con una sonrisa triste, la cara alargada de quien hace mucho que no duerme, y que ha llorado todo lo que tenía dentro. Georg Gänswein, el secretario personal de Benedicto XVI, está organizando hasta el más mínimo detalle de la despedida de quien fuera su mentor, su alma gemela, durante décadas.
Dicen quienes conocen los entresijos de las inéditas exequias del Papa emérito, que Gänswein llegó a plantarse ante las autoridades vaticanas para lograr que no se restara a Ratzinger un solo detalle de grandeza, respetando hasta el último detalle lo escrito en sus últimas voluntades. Francisco le ha dado total libertad, como no podía ser de otro modo.
Pero Gänswein quiere más. Consciente de que estamos ante su último servicio a Benedicto XVI, el arzobispo alemán -que no seguirá en el Vaticano una vez concluyan los funerales- ha preparado con detalle su ‘venganza‘. O, como apuntan algunos, su ‘canto del cisne’. Y es que, en pocas semanas, quien fuera la sombra del Papa emérito publicará sus memorias, para hacer frente a las “calumnias” que, asegura, se han vertido, y se siguen vertiendo, contra él y contra el Papa alemán.
‘Nient’altro che la veritá. La mia vita al fianco di Benedetto XVI’ (en español, “Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI), será publicado por la editorial Piemme de Mondadori “a principios de enero” de 2023. Según el comunicado de la editorial, “estas páginas contienen un testimonio personal de la grandeza de un hombre calmado, un fino estudioso, un cardenal y un papa que ha hecho la historia de nuestro tiempo. Pero también son una narración en primera persona que trata de arrojar luz sobre algunos aspectos incomprendidos de su pontíficado y describir desde dentro el verdadero ‘mundo vaticano'”.
Y es que, para Gänswein, este libro contará “la propia verdad sobre las miserables calumnias y las oscuras maniobras que han tratado en vano de arrojar sombras sobre el magisterio y las acciones del pontífice alemán”. Porque Ratzinger “no fue un actor papal y menos aún un autómata papal indiferente. Fue y siguió siendo plenamente humano, incluso en la cátedra de Pedro”, aseguró su secretario en sus primeras declaraciones tras el fallecimiento de Benedicto XVI.
El anuncio de la publicación de sus memorias ha causado gran revuelo, y preocupación, en ese ‘mundo vaticano’ del que habla Gänswein. Por lo que sabe, y por la responsabilidad que ha tenido (y que,en puridad, sigue teniendo, pues no ha sido cesado como secretario de la Casa Pontificia, aunque Francisco no quiso contar con él, con la excusa de que Ratzinger necesitaba todos sus cuidados), Gänswein conoce muchos de los secretos, y de los ‘pecados‘ de la Curia vaticana. ¿Los usará para defender la memoria del Papa emérito? Algunos creen que sí, y recuerdan cómo el propio secretario papal fue triste protagonista del fallido libro escrito supuestamente a cuatro manos entre Ratzinger y Sarah para criticar algunas de las reformas de Bergoglio.
¿Hará Gänswein lo que Benedicto XVI prometió -y cumplió- no hacer, es decir, entrometerse en el pontificado de su sucesor? ¿Empañará el hombre que más quiso a Ratzinger su legado tratando de defenderlo? ¿Volveremos a ver al Papa emérito solo, rodeado de lobos, como cuando renunció, pero esta vez ya enterrado? En todo caso, pronto lo veremos. Pronto veremos si las ‘Memorias‘ de Gänswein son una reivindicación de su vida, y de la del Papa emérito, o un ‘ajuste de cuentas‘ ante los ‘traidores‘ que permitieron la renuncia y la soledad del hombre que, con su renuncia, abrió un nuevo hito en la bimilenaria historia de la Iglesia.
Comentarios desactivados en Benedicto XVI en compañía de los santos LGBTQ+
La publicación de hoy es del colaborador invitado Jason Steidl Jack. Jason es un teólogo católico homosexual y profesor asistente de estudios religiosos en la Universidad St. Joseph de Nueva York. Su primer libro, Ministerio Católico LGBTQ: Pasado y Presente, ha sido publicado recientemente por Paulist Press. Participa activamente en Out @ St. Paul, el ministerio LGBTQ de St. Paul the Apostle en Manhattan, y es miembro de la junta directiva de Fortunate Families. Vive en Brooklyn con su esposo, Damian.
Benedicto XVI ha muerto. Fue sacerdote, teólogo, profesor, perito, cardenal, prefecto de la CDF, obispo de Roma y papa emérito. Pero no era amigo de la comunidad LGBTQ+.
Desde hace un tiempo, he reflexionado sobre cómo me sentiría al escuchar la noticia de su muerte. ¿Me sentiría aliviado de que sus enseñanzas ya no puedan hacernos daño? Sus enseñanzas contribuyeron al sentimiento anti-LGBTQ+ dentro y fuera de la iglesia, lo que a menudo resultó en violencia espiritual y física contra las personas LGBTQ+. ¿Me compadecería de él porque fue moldeado por la cultura de la homofobia internalizada que dominó la iglesia durante su vida? ¿Me enojaría pensar que él podría haber elegido aprender más sobre las personas LGBTQ+, pero no lo hizo?
Sus decisiones causaron un gran daño a la comunidad católica LGBTQ+. Como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) del Vaticano, el entonces cardenal Ratzinger expulsó a los grupos católicos LGBTQ+ de las parroquias en el punto álgido de la epidemia del SIDA. En una carta de 1986, dijo que las personas queer se infligían violencia cuando defendían sus derechos. A lo largo de muchas décadas, intentó, y a menudo tuvo éxito, silenciar a nuestros héroes y aliados: teólogos y ministros pastorales que trabajaron por la inclusión LGBTQ+.
A principios de la década de 1990, criticó la legislación secular que garantizaría el acceso a la vivienda, el empleo, la adopción y el servicio militar. Según él, “no hay derecho a la homosexualidad”. Una década más tarde, cuando los gobiernos de todo el mundo se movilizaron para legalizar las uniones civiles de parejas del mismo sexo, advirtió a los políticos que votar por tales medidas sería “gravemente inmoral”. Como Papa, uno de los primeros actos oficiales de Benedicto XVI fue aprobar una política de exclusión del seminario de “quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales arraigadas o apoyan la llamada ‘cultura gay’” porque supuestamente carecen de madurez afectiva y su situación “les impide gravemente relacionarse correctamente con hombres y mujeres”. De hecho, a lo largo de su larga carrera en el Vaticano, Ratzinger/Benedicto XVI inventó nuevas formas de condenar al ostracismo a las personas queer y sus aliados.
Todas estas acciones causaron un gran daño pastoral, personal y, en ocasiones, incluso físico a las personas LGBTQ+.
Ahora que se ha ido, reflexiono sobre mi creencia en la salvación universal. A algunas personas LGBTQ+ les gustaría imaginar al ex papa en el infierno. Como soy un universalista, no lo hago. Confío en que el amor de Dios es lo suficientemente fuerte para convencer y transformar incluso a los mayores enemigos de Dios. No creo que Benedicto XVI esté en el infierno, ni siquiera que fuera uno de los mayores enemigos de Dios.
Benedicto XVI se equivocó gravemente con las personas LGBTQ+. Tenía mucho que aprender en esta vida, pero ¿quién podría enseñarle? Desde que me enteré de su muerte, me imaginé a Benedicto XVI sentado en un aula celestial donde sus maestros son mártires y santos queer. En la muerte, tendrá que escucharlos, un gran cambio con respecto a su vida cuando afirmaba tener todas las respuestas.
Benedicto XVI escuchará sobre el amor queer que trasciende la muerte de las santas Perpetua y Felicidad, mártires que murieron abrazadas. San Sebastián, el patrón de las víctimas del SIDA cuyo cuerpo juvenil fue atravesado por flechas, le hablará de la belleza y la agonía del deseo. Santos Sergio y Baco, soldados cristianos romanos cuya inseparable amistad se consumó en el martirio, compartirán cómo la unión de sus amantes cambió el mundo. San Juan de la Cruz, el místico español del siglo XVI, relatará su relación erótica entre personas del mismo sexo con Jesús. St. Wilgefortis, quien oró por un milagro y se dejó crecer la barba para escapar del matrimonio heterosexual obligatorio, puede contarle cómo Dios la hizo trans. Santa Juana de Arco, que se vistió de hombre para la batalla contra los ingleses, revelará el poder espiritual de su espíritu de cambio de género.
Mártires y santos más recientes, no canonizados, también pueden enseñarle. Padre John McNeill, un ministro de católicos LGBTQ+ que fue expulsado de los jesuitas y vivió durante décadas en una relación entre personas del mismo sexo, hablará sobre las formas en que el amor de Dios rompe las barreras erigidas por la Iglesia institucional. Marsha “Pay it no Mind” Johnson, la famosa drag queen negra que participó en los disturbios de Stonewall pero murió en la pobreza, revelará las muchas formas en que Dios se preocupa por los pobres y los inconformistas. Alana Chen, la joven de Denver que se suicidó después de recibir un peligroso consejo de un sacerdote, detallará la devastación provocada por la enseñanza católica y la llamada terapia de conversión. Matthew Shepard, un hombre gay en edad universitaria que fue atacado y dejado morir en un campo remoto de Wyoming, articulará la necesidad de protección y derechos civiles LGBTQ+. Padre Robert Nugent, cuyo compromiso con el sacerdocio resultó en años de sufrimiento después de que el Vaticano lo silenciara, demostrará los buenos frutos del ministerio de afirmación y compasión.
¡Cuánto tendrá que aprender y crecer Benedicto XVI! Muy pronto, espero, la comunión con mártires y santos queer lo ayudarán a alcanzar la perfección. Es una pena que no haya tenido un comienzo anterior, pero ahora tiene una eternidad para descubrir la hermosa obra de Dios en las vidas queer.
Comentarios desactivados en Declaración de Francis DeBernardo, Director Ejecutivo del New Ways Ministry sobre el fallecimiento de Benedicto XVI
La siguiente es una declaración de Francis DeBernardo, Director Ejecutivo del New Ways Ministry sobre el fallecimiento del Papa Emérito Benedicto XVI.
New Ways Ministry ofrece oraciones por el descanso del alma de Benedicto XVI, el Papa Emérito, quien falleció el 31 de diciembre de 2022.
Antes de convertirse en Papa en 2005, Benedicto, conocido entonces como el cardenal Joseph Ratzinger, tuvo una gran influencia en el enfoque de la Iglesia hacia las personas y los problemas de homosexuales y lesbianas. Como autor principal de la “Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre el cuidado pastoral de las personas homosexuales” de 1986, introdujo el término “trastorno objetivo” en el vocabulario de la Iglesia para describir una orientación homosexual. También supervisó la producción del Catecismo de la Iglesia Católica de 1994, que describía la actividad sexual entre dos personas del mismo género como “actos de grave depravación”.
Estos documentos causaron, y aún causan, un grave daño pastoral a muchas personas LGBTQ+ y a los católicos que ven la bondad, la santidad y el amor de Dios en las relaciones de las parejas queer. Si bien las declaraciones del cardenal Ratzinger tenían la intención de resolver el debate sobre la homosexualidad en la iglesia, simplemente ampliaron el debate. Muchos teólogos católicos, líderes y personas de base cuestionan esta enseñanza y buscan una renovación doctrinal sobre temas LGBTQ+. Lamentablemente, las palabras del Cardenal Ratzinger hicieron que muchos católicos abandonaran la iglesia, algunos se fueron a otras denominaciones cristianas u otras religiones, y algunos rechazaron cualquier tipo de religión institucional.
La hermana Jeannine describió su conversación en el avión como una experiencia de la humanidad del Cardenal: cálida y amistosa, amable, graciosa y afable. Si bien no estaba de acuerdo con sus puntos de vista sobre la homosexualidad, sintió que él era un hombre de profunda fe y profundamente comprometido con la Iglesia al servicio del pueblo de Dios.
En un momento de la conversación, ella le preguntó si alguna vez había conocido a lesbianas y gays. Él respondió: “Cuando el Papa Juan Pablo II y yo estuvimos en Berlín, hubo una manifestación de homosexuales”. Ella se entristeció porque su respuesta indicó que él no había tenido una relación personal con lesbianas y gays; su imagen de ellos era como manifestantes, no como los seres humanos completos, amorosos y llenos de fe que ella había llegado a conocer.
El enfoque de Benedicto sobre los problemas de gays y lesbianas se vio claramente obstaculizado por el hecho de que no comprendía la dimensión humana del amor y la relación que caracteriza a las parejas e individuos del mismo sexo. Se basó en ideas filosóficas y teológicas abstractas de siglos de antigüedad en lugar de aprender sobre entendimientos más recientes de la sexualidad. Lo más importante es que no pudo escuchar las experiencias vividas de personas reales.
Aunque claramente es un hombre de fe que busca actuar con buenas intenciones, su resistencia a comprometerse con la vida, el amor y la fe de seres humanos reales significa que será recordado como un líder de la iglesia que no escuchó pastoralmente a aquellos a quienes sirve la Iglesia. En contraste, el Papa Francisco, su sucesor, ha llamado a los líderes pastorales a ser oyentes y aprendices, particularmente en el ministerio con aquellos en los márgenes de la iglesia y la sociedad, como las personas LGBTQ+.
–Francis DeBernardo, New Ways Ministry, December 31, 2022
Comentarios desactivados en Ha fallecido Benedicto XVI (Joseph Ratzinger)
Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa ternura, borra mis transgresiones. Lávame a fondo de mi culpa y límpiame de mi pecado.
Desde este blog en el que tantas veces tuvo que aparecer por sus posiciones poco empáticas, por decir algo en estos momentos, acerca de las personas LGTBI+ para las que fue de una gran dureza, tanto siendo Ratzinger como Benedicto, nos unimos al pesar de nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia Católica Romana ante el fallecimiento de quien fue su cabeza durante 7 años. Se definió a sí mismo como “un simple y humilde trabajador en la viña del Señor”. No se lo discutimos pero cuántas ovejas se perdieron o fueron expulsadas…
Que descanse en Paz, que el Señor de la Misericordia le de el descanso eterno…
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El emérito falleció a las 9,34. El día 2 su cuerpo será venerado por los fieles en San Pedro
Comentarios desactivados en Pederastia (y encubrimiento) en la Iglesia católica: Wojtyla, Ratzinger… ¿quién está libre de pecado?
¿Podría condenar un Papa a otro por su inacción ante los abusos?
Las acusaciones contra el Papa emérito destapan las dinámicas de ocultamiento de los abusos sexuales desde tiempos de Juan Pablo II y su política de protección de depredadores como Maciel, McCarrick o Figari, o encubridores como el cardenal de Boston, Bernard Law, o el mismísimo Benedicto XVI
Francisco está decidido a acabar con el flagelo de la pederastia, pero la dinámica del encubrimiento parece mucho más difícil de erradicar en una institución acostumbrada a lavar los trapos sucios en casa, y a acusar a las víctimas, y a los medios que destapan el horror de los abusos, de “falta de prudencia”
“El mayor problema de la Iglesia en este tema es… que no se libra nadie. Nadie”. Con la voz temblorosa, un funcionario vaticano admite a RD que el informe elaborado por un equipo independiente de abogados y que ha destapado la implicación del Papa emérito, Benedicto XVI, en el encubrimiento de al menos cuatro casos de abusos sexuales a menores, no ha sido recibido con sorpresa en los muros de la Santa Sede.
Y es que el “largo camino hacia el abismo”, como ha definido la Iglesia alemana los resultados del informe –uno más, frente a la enésima negativa del episcopado español– que destapa medio millar de casos de abusos en las últimas décadas en la diócesis que dirigió Joseph Ratzinger antes de ser nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es “una nueva muestra de que prácticamente todos los obispos que tuvieron responsabilidades pastorales hasta hace una década, de uno u otro modo, no hicieron lo suficiente para amparar a las víctimas“, y sí para proteger al sacerdote o religioso implicado.
El ‘apóstol de la juventud’ que resultó un depredador
Juan Pablo II bendiciendo al siniestro depredador sexual Marcial Maciel
¿Nadie está libre de pecado? Muy pocos, sostienen fuentes vaticanas, que subrayan que el problema no viene tanto de la pederastia en sí, cuanto de la dinámica de encubrimiento que se suscitó en la institución durante décadas, y que tuvo en Juan Pablo II a su máximo exponente. Un Wojtyla que, durante años, no hizo caso a las denuncias de abusos contra algunos de los líderes de la restauración conservadora tras la apertura del Concilio Vaticano II y que amparó a pederastas tan famosos como el fundador de la Legión de Cristo, Marcial Maciel, al que llegó a llamar “apóstol de la juventud”.
Y es que, pese a que las acusaciones en su contra llegaron a Roma ya en 1988 (anteriormente, en 1954, siendo Papa Pío XII, ya habían aparecido denuncias, que finalmente cayeron en el olvido), Juan Pablo II no quiso abrir expediente alguno contra Maciel. Hoy, ambos han fallecido: el fundador de la Legión, como el mayor depredador de menores de la historia reciente de la Iglesia; el Papa polaco, como santo universal.
El caso de Maciel no fue el único. El líder del Sodalicio, Luis Figari, también campó a sus anchas durante años, como lo hizo Theodore McCarrick, uno de los cardenales más poderosos de Estados Unidos y al que Francisco arrebató la púrpura y hoy está siendo juzgado por tribunales norteamericanos.
Los Legionarios de Cristo tardaron más de tres décadas en reconocer los abusos de su fundador, protegido como en el caso de McCarrick por Juan Pablo II y su fiel secretario Estanislao Dzwisz, que hace pocos meses fue absuelto en una investigación sobre abusos en Polonia que amenazaba con implicar al propio Papa polaco.
La contrapartida, en ambos casos, era evidente: una fuerte financiación proveniente de México y Estados Unidos, y nuevas vocaciones sacerdotales para el proyecto de involución en la Iglesia católica. Roma cumplió, ninguno pisó la cárcel.
El cardenal Law, refugiado en el Vaticano
Otros casos, como el de Fernando Karadima, uno de los formadores de buena parte del episcopado chileno, y abusador impune durante años, terminaron por juzgarse. La mayoría no corrieron con tanta suerte. Cuando en 2002 estalló el escándalo por la investigación del Boston Globe, que reveló miles de casos de pederastia y que llevó a la bancarrota a media iglesia católica de Estados Unidos, el cardenal de Boston, Bernard Law, dimitió de su cargo pero, en lugar de afrontar sus responsabilidades, viajó a Roma… y nunca regresó. La Santa Sede, primero con Juan Pablo II y después con Benedicto XVI, denegó las peticiones de extradición de la justicia norteamericana, y acabó muriendo entre los muros vaticanos.
De hecho, Law vivió a sus anchas hasta que el 14 de marzo de 2013, al día siguiente de ser elegido Papa, Francisco se lo encontró en la basílica de Santa María la Mayor, adonde había acudido a rendir pleitesía a la patrona de Roma. El cardenal tenía allí su residencia desde que Juan Pablo II lo nombrara, en 2004, arcipreste de uno de los templos más importantes (y más ricos) de la Ciudad Eterna. Al ver al cardenal Law, a Bergoglio se le desencajó la cara y se alejó inmediatamente de él. “No quiero que siga frecuentando esta Basílica”, le espetó el argentino.
Fuentes vaticanas defienden que Francisco está decidido a acabar con el flagelo de la pederastia, pero la dinámica del encubrimiento parece mucho más difícil de erradicar en una institución acostumbrada a lavar los trapos sucios en casa, y a acusar a las víctimas, y a los medios que destapan el horror de los abusos, de “falta de prudencia”. No es una cosa del pasado, sino una afirmación del cardenal de Valencia, Antonio Cañizares, el viernes pasado, a cuenta del informe entregado por El País al Papa y al cardenal Omella.
¿Un Papa condenaría a otro Papa?
Con todo, nunca hasta la fecha una acusación, con pruebas, había llegado tan lejos. Ni más ni menos que contra Joseph Ratzinger, quien fuera Papa de 2005 hasta su renuncia, en 2013. Un Benedicto XVI que sí comenzó a investigar los abusos de Maciel, que abrió la puerta a los cambios en la legislación que Francisco está intentando culminar, pero que no supo, o no quiso, actuar con la dureza con la que ahora (por convicción o por la fuerza de los hechos) está haciéndolo el pontífice argentino.
La razón, tal vez, pudiera estar en lo ocurrido entre 1977 y 1982, cuando Ratzinger ejerció como arzobispo de Múnich. Según la investigación independiente, el hoy emérito sabía de la existencia de casos de abusos sexuales a jóvenes y menores cometidos por miembros de la Iglesia católica alemana cuando sucedían y tuvo, en al menos cuatro de ellos, una conducta reprochable. Entre ellos, el caso del sacerdote Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pedófilo y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.
Aunque el secretario de Ratzinger ha negado las acusaciones, y el Papa emérito ha entregado una respuesta de 82 folios a los investigadores, éstos no dan credibilidad a la versión de Benedicto XVI. El Vaticano, que ha mostrado su “vergüenza” ante los datos presentados, se ha comprometido a dar una respuesta una vez lea el documento. Pero la siguiente pregunta se antoja imposible de responder: ¿qué hará Francisco si se demuestra, como parece, que su antecesor encubrió a curas pederastas?
¿Se atreverá Bergoglio a condenar al Papa emérito? Una decisión así, apuntan en la Curia vaticana, sería muy difícil de tomar, pues pondría en cuestión la infalibilidad papal. “Y, sobre todo, porque parte de la Iglesia no entendería que un Papa condenara a otro”, nos cuentan. Y añaden: “Si de verdad nadie se libra… ¿alguien podría sacar algún dossier similar sobre Bergoglio?”. La pregunta, otra vez, se queda sin respuesta
Comentarios desactivados en Ratzinger, una pieza más del sistema: ¿Debería reconocer su culpa y cerrarse las puertas de la historia y de los altares?
Del blog de José Manuel Vidal Rumores de Ángeles:
“¿Será capaz de llegar a ese extremo de entrega y de generosidad con la institución a la que tanto ama?”
“Joseph Ratzinger fue una pieza, una pieza más en el sistema eclesiástico generalizado de inacción y encubrimiento implícito y explícito de los clérigos abusadores”
“¿Y qué hizo el joven arzobispo? Lo que tenía que hacer, lo que hacían todos sus colegas, lo que mandaban las leyes no escritas, la costumbre y la prudencia: desdeñar a las víctimas, mirar para otro lado, tapar a los pederastas (tras alguna llamada al orden) y cambiarlos de lugar”
“Me alegro de tener un hermano en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los otros obispos del mundo, ha preferido la prisión antes que denunciar a su hijo sacerdote”. Porque “un padre nunca denuncia a sus propios hijos”, concluía Castrillón, jefe de todos los curas del mundo
“Los cardenales lo eligieron, tras afirmar en la misa solemne previa al cónclave que los dos grandes peligros de la Iglesia eran el relativismo y la “suciedad” de la propia institución, que conocía mejor que nadie”
“Si asumiese su culpa, podría convertirse en un ejemplo vivo y práctico para todos los demás obispos encubridores del mundo. Si no lo hace, estaría dando munición a los que siguen resistiéndose a la tolerancia cero y al resarcimiento pleno de las víctimas, que preconiza el Papa Francisco”
Joseph Ratzinger fue una pieza, una pieza más en el sistema eclesiástico generalizado de inacción y encubrimiento implícito y explícito de los clérigos abusadores. Desde su más tierna infancia de seminarista y, después, en su juventud de cura, el prometedor teólogo alemán formó siempre parte del amplio funcionariado eclesiástico, que se rige por unas normas estrictas y que sólo permite discrepantes moderados. A los radicales, los escupe fuera y los estigmatiza, llamándoles herejes.
El joven Ratzinger se alineó, durante el Concilio, con el ala más liberal de la Iglesia, llamado como perito y asesor del progresista cardenal Frings, arzobispo de Colonia. En esa época estaba a partir un piñón con su amigo el también teólogo Hans Küng. Pero, mientras éste se mantuvo toda su vida fiel a los grandes principios conciliares, Ratzinger pronto comenzó a cambiar de dirección y, por una mezcla de miedo al futuro de la iglesia ante los tumultos del mayo del 68 y de convicción personal, cambió la chaqueta y se alineó con el sector más conservador.
El premio le llegó de inmediato. Pablo VI, el Papa del Concilio, estaba asustado del devenir eclesiástico y llegó a decir que “el humo de Satanás” había entrado en la Iglesia. Por eso, a la hora de buscar un arzobispo para Munich pensó inmediatamente en Ratzinger y le nombró primero arzobispo, el 24 de marzo de 1977, y sólo unos meses después, el 27 de junio, le concedió el máximo galardón eclesiástico de la púrpura cardenalicia. El otrora teólogo rebelde entraba en las filas prietas del sistema en cuerpo y alma.
En Munich, donde sólo estuvo cuatro años y 8 meses, tuvo que pasar de las musas teológicas al teatro pastoral directo. Y allí se encontró entre otros problemas, con el fenómeno de los curas abusadores. ¿Y qué hizo el joven arzobispo? Lo que tenía que hacer, lo que hacían todos sus colegas, lo que mandaban las leyes no escritas, la costumbre y la prudencia: desdeñar a las víctimas, mirar para otro lado, tapar a los pederastas (tras alguna llamada al orden) y cambiarlos de lugar. Porque la máxima vigente era que “los trapos sucios se levan en casa” y que “hay que evitar por todos los medios el escándalo de los inocentes” (no de las víctimas, sino de que la gente se entere) y proteger la buena fama de la institución por encima de todo y de todos.
La Iglesia siempre tuvo muy claro que tenía que transigir con los pecados sexuales de su clero, disculparlos y disimularlos, siempre que se mantuviesen en secreto y, por lo tanto, no provocasen escándalo público. A las víctimas se las culpabilizaba o, en caso de que amenazasen con hacer mucho ruido, se les tapaba la boca con dinero.
¿Y los curas victimarios? Se les reprendía, lógicamente, se les hacía prometer que iban a cambiar de vida y, a lo sumo, se les trasladaba de parroquia y, en casos muy sonados, se les mandaba a misiones (especialmente a Latinoamérica). Más o menos lo mismo que se solía hacer con los que mantenían relaciones sexuales consentidas pero siempre ocultas con mujeres o con hombres.
El funcionamiento del sistema lo explica perfectamente este caso. “Le felicito por no haber denunciado a un sacerdote [pederasta] a las autoridades civiles. Ha actuado usted bien”. Eso escribía en 2001 el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, entonces prefecto de la Congregación del Clero, en una carta dirigida al obispo de la diócesis francesa de Bayeux-Lysieux, monseñor Pican, en la que le felicitaba por haberse negado a entregar a los tribunales civiles a un cura acusado de abusos sexuales a menores y haber sido condenado por ello a tres meses de cárcel.
“Me alegro de tener un hermano en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los otros obispos del mundo, ha preferido la prisión antes que denunciar a su hijo sacerdote”. Porque “un padre nunca denuncia a sus propios hijos”, concluía Castrillón, jefe de todos los curas del mundo.
En su época de arzobispo de Munich, Ratzinger comulga a fondo con esta misma mentalidad. Como lo hicieron todos sus predecesores y sus sucesores. De hecho, la información del Informe sobre los Abusos de Múnich se centra principalmente en los obispos diocesanos que aún viven: el Papa emérito Benedicto XVI, el cardenal Friedrich Wetter y el actual arzobispo, el cardenal Reinhard Marx. Pero el estudio se remonta a 1945 y, por lo tanto, abarca también los mandatos de los cardenales Michael von Faulhaber, Joseph Wendel y Julius Döpfner.
Pues bien, todos ellos, tanto los vivos como los difuntos, tanto los más progresistas como los más conservadores, respetaron y cumplieron a rajatabla el sistema establecido: insensibilidad total hacia las víctimas y generosidad y gracia con los victimarios.
Las cosas comienzan a cambiar para Ratzinger, cuando, el 25 de noviembre de 1981, Juan Pablo II le nombra prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es decir su mano derecha teológica, el hombre que le iba a permitir encontrar bases teológicas y doctrinales sólidas para imponer a la Iglesia mundial el llamado “modelo polaco”: cierre ideológico, involución doctrinal, congelación de los principios fundantes del Concilio Vaticano II, ostracismo para los prelados más abiertos, condena de los teólogos progresistas y conversión de la Iglesia en un poder fáctico, capaz de hacer frente al comunismo e incluso de derrumbar el Muro de Berlín.
Aunque dedicado a justificar el modelo wojtyliano, el cardenal Ratzinger comenzó a palidecer al abordar, en su nuevo puesto, sobre todo el dossier de los “delicta graviora”, que son, entre otros, los que cometen los clérigos, cuando abusan de menores, y que están reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Es tal la podredumbre con la que se encuentra que ya manda poner al día estos delitos y recrudecer las penas.
Era la época en que llegaban a Roma denuncias contra un gran depredador: Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo, protegido por Juan Pablo II, que llegó a llamarlo “apóstol de la juventud”. ¿Llegaba esa información incriminadora a Juan Pablo II o se quedaba en los despachos de los secretarios: el secretario personal Dziwisz y el Secretario de Estado, cardenal Sodano? ¿Lo sabía el entonces prefecto de Doctrina de la Fe, cardenal Ratzinger, pero no podía hacer nada?
De hecho, una vez que Ratzinger se convierte en Benedicto XVI y sucede al Papa Wojtyla, está ya convencido de que el sistema generalizado de encubrimiento es no sólo un pecado, sino un enorme perjuicio para la institución. Y, por eso, pronto se convierte en el “barrendero de Dios”.
De hecho, el Papa alemán se presenta con este programa. Los cardenales lo eligieron, tras afirmar en la misa solemne previa al cónclave que los dos grandes peligros de la Iglesia eran el relativismo y la “suciedad” de la propia institución, que conocía mejor que nadie. Por sus manos de guardían de la ortodoxia pasaron durante décadas los casos más sangrantes y dolorosos del peor pecado que pueden cometer los eclesiásticos: el escándalo de los inocentes. Para ellos, el propio Cristo dice que “más les valiera atarse una piedra al cuello y arrojarse al fondo del mar” (Mt. 18,6).
El ‘policía‘ del Papa Wojtyla convertido en dueño de las llaves de Pedro se encontró con una barca en peor estado de lo que él mismo creía. La pederastia era un misil en plena línea de flotación de la credibilidad de la institución, que vive precisamente de eso: de generar confianza en la gente, que le entrega a sus hijos desde la más tierna infancia. Una confianza hecha añicos por curas sin escrúpulos, personificados en el icono de Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo, uno de los nuevos grupos restauracionistas mimados por Roma, porque le aportaban vocaciones y dinero fácil.
Benedicto apartó a Maciel de la dirección de los Legionarios, lo suspendió a divinis y le impuso una vida de retiro y penitencia, pero no lo procesó ni lo llevó ante los tribunales canónicos, como exigían las normas de la Iglesia. y puso a la congregación bajo supervisión vaticana, camino de la refundación.
La limpieza no era nada fácil y, en la Curia, le pusieron todo tipo de trabas y zancadillas. El sistema de encubrimiento y de complicidad con los abusadores estaba incrustado en el alma de la institución. Benedicto tuvo que echar a obispos y mandar inspectores a varias iglesias nacionales. Pero la tarea era tan ingente que, al final, Ratzinger se vio sin fuerzas para culminar la tarea y efectuó su gesto más revolucionario: la renuncia al pontificado.
Pero, como nadie puede enterrar su pasado en vida, la memoria de los años de Munich, en los que, como todos los demás, comulgaba con el sistema del encubrimiento, le persigue. Ante las acusaciones de encubrimiento (bien documentadas) sólo le cabe reconocer sus errores, pedir perdón y resarcir a las víctimas de todas las maneras todavía posibles. ¿Lo hará o se encastillará en la negación numantina de responsabilidades? Si asumiese su culpa, podría convertirse en un ejemplo vivo y práctico para todos los demás obispos encubridores del mundo. Si no lo hace, estaría dando munición a los que siguen resistiéndose a la tolerancia cero y al resarcimiento pleno de las víctimas, que preconiza el Papa Francisco.
Eso, sí, al confesar y pedir perdón por sus actitudes, el Papa emérito mancharía su figura en la Historia y se cerraría el paso a la gloria de la santidad (como casi todos los últimos Papas). Un sacrificio máximo por el bien de la Iglesia. ¿Será capaz de llegar a ese extremo de entrega y de generosidad con la institución a la que tanto ama? Si fue capaz de renunciar, también podría asumir este último gran servicio a la Iglesia.
Lo haga o no, la repercusión del caso en el próximo cónclave es evidente: Los cardenales sólo podrán elegir como próximo Papa al que esté limpio de polvo y paja en este ámbito. Con lo cual el espectro de los eventuales candidatos se circunscribe a los cardenales curiales (sin responsabilidad directa en la pastoral) o en los purpurados elegidos en los últimos años, en los que el sistema ya está virando hacia la tolerancia cero. El próximo Papa tendrá que ser un hombre de manos limpias. Sólo así la Iglesia recuperará su credibilidad tan dañada. Pero, para eso, Benedicto XVI tiene que sacrificarse.
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Ratzinger se retracta y admite que sí estuvo en la reunión para admitir a un cura pederasta en Múnich
El Papa emérito, acusado de encubrimiento en cuatro casos de abusos.
No obstante, el Papa emérito aseguró que en aquella sesión no se habló de que el sacerdote en cuestión desempeñara labores pastorales, sino solamente de “hacer posible que contara con alojamiento en Múnich durante su tratamiento terapéutico”
Todo se debe, según Ratzinger, a “un error sin mala intención“, y asegura su “vergüenza y dolor” tras haber leído el informe
| RD/Efe
Cuatro días después de que se publicara el informe sobre los abusos en la diócesis de Múnich, que lo involucra en al menos cuatro casos de encubrimiento, el papa emérito Benedicto XVI se ha retractado de declaraciones centrales para el informe sobre el encubrimiento de abusos sexuales en la Iglesia católica en Alemania que fue presentado la semana pasada.
Ahora, Joseph Ratzinger reconoce que sí estuvo presente en una reunión del obispado de Múnich y Freising en enero de 1980 en la que se trató el traslado de un sacerdote acusado de abusos a menores, según informó hoy la Agencia Católica de Noticias (KNA).
No obstante, Ratzinger, a la sazón arzobispo de Múnich, aseguró que en aquella sesión no se habló de que el sacerdote en cuestión desempeñara labores pastorales, sino solamente de “hacer posible que contara con alojamiento en Múnich durante su tratamiento terapéutico”.
El sacerdote, identificado por los medios alemanes como Peter H., volvió a cometer abusos en la archidiócesis de Múnich, lo que llevó a que fuera trasladado de nuevo.
Faltó a la verdad: lo dicen las actas
Según un demoledor informe elaborado por un despacho de abogados a petición de la Iglesia católica en Alemania y que vio la luz la semana pasada, es “muy probable” que Ratzinger estuviera al corriente de ese caso y de otros tres similares y no actuase al respecto.
Además, según el informe, Ratzinger faltó a la verdad al afirmar en su posicionamiento que no estaba presente en la reunión de enero de 1980, ya que según las actas intervino en ella y no figuraba como ausente.
De acuerdo con las declaraciones del papa emérito citadas por KNA, ello se debe a “un error sin mala intención” que ocurrió durante el proceso de redacción de su posicionamiento frente a las alegaciones, un texto de 82 páginas.
El secretario privado de Ratzinger, Georg Gänswein, agregó que más adelante el papa emérito presentará una reacción más elaborada ante el informe, pero que por el momento la lectura del documento le llena de “vergüenza y dolor “.
“Que asuma su responsabilidad”
En los últimos días se han sucedido las críticas al comportamiento del papa emérito, que el pasado viernes fue tildado de “desastroso” por el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Georg Bätzing.
El obispo de Aquisgrán, Helmut Dieser, reclamó en su sermón de este domingo que Ratzinger asuma la responsabilidad que le corresponde. “No puede ser que los responsables se escabullan con referencias a que no sabían nada o a que entonces había otra situación u otros procedimientos,” afirmó. “Porque ése es el motivo por el que entonces no se detuvo a los perpetradores y se siguió abusando de niños,” agregó, según declaraciones citadas por la cadena pública ARD.
Comentarios desactivados en El presidente de los obispos alemanes critica a Ratzinger: “Los encubrimientos ya han durado bastante”
No creo que pretendan dañar ni un poquito más de lo que él ha dañado a la Iglesia y a los cristianos LGTBI. El todopoderoso Ratzinger que conocía hasta el último movimiento de los teólogos de la Liberación para suspenderlos y condenarlos, no veía lo que pasaba a su lado… A otro perro con ese hueso.
El ultraconservador Müller defiende al emérito y asegura que “hay quienes quieren dañar” a Benedicto XVI
Bätzing habló de “comportamientos desastrosos” y mencionó explícitamente a Benedicto XVI. El obispo de Limburg llama a una auténtica purificación para generar una nueva confianza en la Iglesia, e invita a la esperanza. “No os desaniméis”
Hans Zollner: “El informe alemán empaña el legado de Benedicto XVI en relación conel tratamiento de los casos de abuso (mientras estaba en Alemania, pero) no es un juicio sobre la totalidad de su legado”
“Los encubrimientos y las ocultaciones ya han durado bastante (…). Es la hora de la verdad“. El obispo de Limburg y presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Georg Bätzing, ha mostrado su repulsa por los resultados del informe independiente sobre los abusos en la diócesis de Múnich, que destaca la inacción de la cúpula episcopal, entre la que se incluye al hoy Papa emérito, Benedicto XVI, y al cardenal Marx.
Durante su homilía de este viernes por la noche, Bätzing admitió ante los fieles que “esta situación pesa enormemente sobre todos nosotros”. Incluso, en su entorno: “Muchos me dicen que tengo que justificar que sigo perteneciendo a esta institución (…). A veces, yo mismo me avergüenzo de que hayamos tenido un pasado así”.
Bätzing habló de “comportamientos desastrosos”y mencionó explícitamente a Benedicto XVI, insistiendo en que “los encubrimientos, las ocultaciones, ya han durado bastante”. “Ahora es el momento de la verdad”, concluyó el presidente de los obispos alemanes, quien se mostró convencido de que una auténtica purificación generaría una nueva confianza en la Iglesia. “No os desaniméis”, concluyó el prelado.
“No hizo nada malo deliberadamente”
Sin embargo, uno de los purpurados alemanes más críticos con Francisco, el cardenal Gerhard Müller, denunció que tras las denuncias contra Ratzinger “hay personas y grupos en Alemania, y otros lugares, que quieren dañar” al Papa emérito.
“Es obvio que si hubo errores, él no los conocía”, señaló Müller a Il Corriere, subrayando que Ratzinger “no hizo nada malo deliberadamente”.
Por su parte, Hans Zollner, uno de los responsables de la comisión antipederastia del Vaticano, admitió que el informe alemán “empaña el legado de Benedicto XVI en relación con el tratamiento de los casos de abuso (mientras estaba en Alemania, pero) no es un juicio sobre la totalidad de su legado como teólogo, como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe y como Papa”.
Finalmente, Thomas Schüller, profesor de derecho eclesiástico en la Universidad de Münster, dijo a Der Spiegel que el informe había causado un daño duradero a la reputación de Ratzinger. “Este es su Waterloo personal”.
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La Fiscalía de Múnich investiga 42 casos de encubrimiento y abusos en la Iglesia alemana.
El primer ministro de Baviera tilda el informe de “largo camino hacia el abismo”
Las diligencias se refieren a representantes eclesiásticos a los que el informe, que abarca el periodo de 1945 a 2019, atribuye conductas reprochables y que todavía continúan con vida
El documento, encargado por el cardenal arzobispo de Múnich y Freising, Reinhard Marx, acusa a los responsables de esa archidiócesis de no haber hecho lo suficiente por esclarecer los abusos cometidos contra casi 500 víctimas por parte de 235 perpetradores.
| RD/Efe
La fiscalía de la ciudad alemana de Múnich investiga 42 casos relacionados con el informe sobre el presunto encubrimiento de abusos sexuales en la Iglesia católica que fue presentado este jueves.
Según confirmó a Efe la portavoz de la fiscalía, Anne Leiding, las diligencias se refieren a representantes eclesiásticos a los que el informe, que abarca el periodo de 1945 a 2019, atribuye conductas reprochables y que todavía continúan con vida.
“Qué reglas del derecho penal fueron violadas todavía es objeto de examen,” agregó Leiding, quien explicó que el despacho de abogados que elaboró el informe puso a disposición de la fiscalía las informaciones que dieron pie a las diligencias en agosto del año pasado.
El documento, encargado por el cardenal arzobispo de Múnich y Freising, Reinhard Marx, acusa a los responsables de esa archidiócesis de no haber hecho lo suficiente por esclarecer los abusos cometidos contra casi 500 víctimas por parte de 235 perpetradores.
Inacción de Benedicto XVI
Uno de los hallazgos que han tenido el mayor eco mediático es la inacción del papa emérito Benedicto XVI ante al menos cuatro casos en su etapa al frente de la archidiócesis en los años 80 y su falta de cooperación con los investigadores, que concluyen que es falso que no estuviera al corriente de los hechos.
El cardenal Marx se declaró “conmocionado y avergonzado” al conocer el contenido del informe, aunque la Iglesia católica en Alemania no se posicionará oficialmente hasta después de haber analizado de forma minuciosa las conclusiones, la semana que viene.
Markus Söder, el primer ministro de Baviera – el “Land” de mayoría católica al que pertenece la archidiócesis en que ocurrieron los abusos-, calificó el informe de “largo camino hacia el abismo“, en declaraciones citadas por la cadena regional “Bayerischer Rundfkunk”.
Además, afirmó que la Iglesia católica debe modificar sus estructuras y comprometerse claramente con una política de “tolerancia cero” para con los agresores.
Por su parte, en una rueda de prensa hoy en Berlín, la viceportavoz del Gobierno federal Christiane Hoffmann tildó al informe de “paso al que deben seguir otros pasos“ y pidió a la Iglesia que realizara “una revisión transparente y completa”.
Comentarios desactivados en Benedicto XVI, en el punto de mira: ‘Informe Múnich’: Ratzinger no actuó al menos en cuatro casos de abusos siendo arzobispo de Múnich
El Papa emérito rebate “contundentemente” los resultados de la investigación
El informe documenta cientos de casos cometidos durante décadas, hasta prácticamente el presente, y responsabiliza a las sucesivas jerarquías eclesiásticas de no haber actuado en consecuencia, cuando menos, o incluso haberlos encubierto
En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger estuvo al frente de esa archidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que prestaban asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto
Los responsables del informe consideran “poco creíble” la reacción del ahora papa emérito rechazando esas inculpaciones y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no hubo “ningún interés reconocible” en actuar frente a ellos
El informe habla de 235 abusadores, 497 víctimas el 60% de ellas menores, y más de la mitad varones. La mayoría de los delitos se cometieron en las décadas de 1960 y 1970
El informe sobre los presuntos abusos sexuales en la archidiócesis alemana de Múnich atribuye al entonces arzobispo y actual papa emérito Benedicto XVI no haber actuado al menos en cuatro casos conocidos ocurridos siendo arzobispo de la diócesis alemana.
El documento, encargado por la archidiócesis a un equipo de abogados y que fue presentado hoy, destaca, asimismo, que Joseph Ratzinger ha rebatido “contundentemente” estas acusaciones.
El documento contempla casos de abusos sexuales ocurridos en el seno de la Iglesia católica en esa archidiócesis desde la postguerra y hasta prácticamente la actualidad.
Arzobispo entre 1977 y 1982
Ratzinger fue arzobispo de Múnich entre 1977 y 1982, antes de convertirse en prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio) en el Vaticano.
“Kardinal [Ratzinger] informiert über den letzten Versuch, den Fall Kühn zu regeln. Er berichtet ferner über das Gespräch, das Papst Johannes Paul II. mit deutschen Bischöfen über Kühn geführt hat. Wir halten die Aussage von Papst Benedikt unglaubwürdig.” #Missbrauchsgutachtenpic.twitter.com/BszMZLPPjd
El informe documenta cientos de casos cometidos durante décadas, hasta prácticamente el presente, y responsabiliza a las sucesivas jerarquías eclesiásticas de no haber actuado en consecuencia, cuando menos, o incluso haberlos encubierto.
Los abogados que presentaron el informe denominaron en repetidas ocasiones como un “balance del horror” el análisis de los casos de abusos que abordaron en su estudio.
Ratzinger, “poco creíble”
En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger estuvo al frente de esa archidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que prestaban asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto.
Los responsables del informe consideran “poco creíble” la reacción del ahora papa emérito rechazando esas inculpaciones y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no hubo “ningún interés reconocible” en actuar frente a ellos.
Asimismo, se muestran convencidos los investigadores de que Ratzinger tuvo conocimiento del caso del párroco identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pedófilo y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.
Los abogados consideran “poco creíble” la afirmación de Ratzinger de que no estuvo presente en la reunión en la que se decidió ese traslado.
Eine Studie zu Missbrauch im Erzbistum #München kommt zum Schluss, dass viele Priester nach Bekanntwerden von Vorwürfen weiter eingesetzt worden seien. Den Kardinälen Ratzinger und Marx wird Fehlverhalten vorgeworfen. @BarbaraLueg berichtet. pic.twitter.com/h61nRBt8Ax
Ulrich Wastl, uno de ellos, aseguró que Ratzinger tenía “que haber conocido los acontecimientos” y que “muy probablemente” sabía qué pasaba en la archidiócesis.
“Es geht nicht mehr um das Gewinnen von Grundkenntnissen, sondern um Konsequenzen.” In München beginnt gerade die Vorstellung des Gutachtens zu Fällen sexuellen Missbrauchs im @ebmuc.
Los autores del informe lamentaron en su presentación la ausencia en la rueda de prensa del actual cardenal de Múnich, Reinhard Marx, quien en 2008 encargó un informe psiquiátrico sobre H., aunque no abrió una investigación interna.
Marx presentó el año pasado su dimisión como gesto ante los abusos de menores cometidos en la Iglesia católica, renuncia que fue rechazada por el papa Francisco. Se espera que el cardenal se pronuncie esta tarde sobre los contenidos del informe.
The Munich clergy abuse report (from 1945-2019) chronicles the abuse of “at least” 497 victims
The investigators believe the actual numbers are “far greater.”
“Far too often, despite clear knowledge of acts of abuse, priests continued to be employed in pastoral care.” pic.twitter.com/GI5M9ELidO
En su examen de los actos de abuso en la arquidiócesis, los expertos identificaron a 235 presuntos perpetradores entre 1945 y 2019. De estos, 173 eran sacerdotes, dijo Pusch. El número de víctimas fue de 497. De estas, 247 fueron hombres y 182 mujeres. No se pudo determinar el sexo de 68 personas. Esto confirma que los niños y adolescentes predominantemente varones se vieron afectados.
Casi el 60 por ciento de estos delitos se cometieron entre los 8 y los 14 años. En el caso de las mujeres afectadas, esto se aplica a un tercio de las personas. Según Pusch, la mayoría de los delitos se cometieron en las décadas de 1960 y 1970. Una cantidad sorprendente de denuncias solo fueron reportadas por los afectados a partir de 2015.
Los autores de los abusos son 235, de los que 173 son sacerdotes,nueve diáconos, cinco agentes de pastoral y 48 personas del ámbito escolar. Son estas las cifras del informe sobre los abusos del clero en la Iglesia de Múnich, elaborado por el bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl por encargo de la archidiócesis en febrero de 2020.
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Golpe duro, aunque esperado, para la Santa Sede, que dará “justa atención” al documento
El Vaticano habla de “vergüenza” ante el informe de Múnich y anuncia que estudiará la implicación de Ratzinger
Un golpe duro, aunque esperado. Así ha recibido la Santa Sede la publicación de informe sobre los abusos sexuales en la diócesis de Múnich, que implica al Papa emérito, Joseph Ratzinger, en al menos cuatro casos de encubrimiento o mala gestión de la pederastia clerical.
En un comunicado, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, mostró su “vergüenza” ante el estudio independiente, al que Roma dará “justa atención” una vez lo estudie, porque “por el momento no conoce el contenido”.
Remordimiento y cercanía a las víctimas
Y es que Roma desea “reiterar el sentimiento de vergüenza y el remordimiento por los abusos sobre menores cometidos por el clero“, confirma la declaración vaticana, que insiste en que “la Santa Sede asegura su cercanía a todas las víctimas y confirma el camino que ha emprendido para tutelar a los pequeños, garantizándoles espacios seguros”.
⛪️ En una declaración oficial, la Santa Sede quiso “reafirmar su sentimiento de vergüenza y remordimiento por los abusos de menores cometidos por religiosos” y manifestó “a todas las víctimas su cercanía”, aseguró el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. #eluniverso#vaticanpic.twitter.com/wxa5Id5EnI
“El Vaticano considera que debe dar la justa atención al documento (…). En los próximos días, tras su publicación, lo podrá ver y podrá oportunamente examinar los detalles”, concluyó Bruni.
El documento encargado por la archidiócesis de Múnich a un equipo de abogados, que fue presentado hoy, atribuye a Benedicto XVI no haber actuado al menos en cuatro casos conocidos ocurridos bajo su jerarquía y destaca que el pontífice alemán ha rebatido “contundentemente” estas acusaciones.
El documento contempla casos de abusos sexuales ocurridos en el seno de la Iglesia católica en esa archidiócesis desde la postguerra y hasta prácticamente la actualidad. Ratzinger fue arzobispo de Múnich entre 1977 y 1982, antes de convertirse en prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger estuvo al frente de esa archidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que prestaban asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto.
Sin “interés reconocible” en actuar contra los abusos
Los responsables del informe consideran “poco creíble” la reacción del ahora papa emérito rechazando esas inculpaciones y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no hubo “ningún interés reconocible” en actuar frente a ellos.
Asimismo, se muestran convencidos los investigadores de que Ratzinger tuvo conocimiento del caso del párroco identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pederasta y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.
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“Me siento corresponsable de lo ocurrido”: Cardenal Marx, ‘avergonzado’ por el informe sobre abusos en la archidiócesis de Múnich
El documento señala al papa emérito y al propio arzobispo
| RD/EFE
El cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich, se declaró este jueves “conmocionado y avergonzado” tras la publicación de un informe sobre el encubrimiento de abusos sexuales en esa archidiócesis alemana que también incluye al papa emérito Benedicto XVI.
“Mis primeros pensamientos son para los afectados por los abusos sexuales, que han experimentado daño y sufrimiento a manos de representantes de la Iglesia, sacerdotes y otros empleados eclesiásticos,” afirmó, durante una breve comparecencia retransmitida en directo.
El informe, encargado por el propio Marx, expresidente de la Conferencia Episcopal alemana, determina que el papa emérito, responsable de la archidiócesis de Múnich y Freising entre los años 1977 y 1982, tuvo una conducta reprochable al no haber actuado ante los abusos en al menos cuatro casos. Según el despacho de abogados que elaboró el informe, de 1.700 páginas, existe una “elevada posibilidad” de que Joseph Ratzinger tuviera conocimiento de los casos, algo que el papa emérito rechaza.
El documento también señala, entre otros, al propio Marx por su comportamiento en relación con dos casos de presuntos abusos y además le atribuye no prestar suficiente atención a ese tipo de comportamientos.
El cardenal arzobispo presentó su renuncia al papa Francisco el año pasado ante las dimensiones de los abusos sexuales encubiertos por la Iglesia católica en Alemania durante décadas, pero éste la rechazó.
Marx explicó que, debido al volumen del informe, las instituciones eclesiásticas se hallan ahora analizándolo y presentarán un primer posicionamiento al respecto el jueves de la semana que viene.
“Me siento co-responsable de lo que ha ocurrido con la institución de la Iglesia en las últimas décadas,” afirmó Marx y añadió que “sabemos desde hace años que la Iglesia no tomaba en serio los abusos sexuales, que los perpetradores a menudo no fueron cuestionados y que los responsables miraron hacia otro lado”.
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Gänswein: “Benedicto XVI manifiesta su conmoción y vergüenza por los abusos a menores cometidos por clérigos”
“Benedicto XVI no ha conocido el informe del bufete Westpfahl-Spilker-Wastl, que tiene más de 1.000 páginas, hasta esta tarde”. Esta ha sido la reacción del secretario personal de Joseph Ratzinger, Georg Gänswein, ante la publicación del informe que señala el posible encubrimiento del Papa emérito en la gestión de cuatro casos de abusos mientras era arzobispo de Múnich.
“El Papa emérito, como ya ha repetido varias veces durante los años de su pontificado, manifiesta su conmoción y vergüenza por los abusos a menores cometidos por clérigos, y expresa su cercanía personal y su oración por todas las víctimas, algunas de las cuales ha conocido con ocasión de sus viajes apostólicos”, recalcó Gänswein, quien anunció que “en los próximos días (Ratzinger) examinará el texto con la atención necesaria”.
Wir lassen nicht locker und haben eine Spontandemo angemeldet in der Karmeliterstraße 1. Kardinal #Marx wird sich dort gleich äußern zum 2. Gutachten zum #Missbrauch im Erzbistum #München. Die Presse freut sich, dass wir schon wieder da sind. pic.twitter.com/kSFdUCtQ2S
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