Jerusalén celebra el Orgullo LGTB más multitudinario de su historia un año después del asesinato de la joven de 16 años Shira Banki
El pasado jueves Jerusalén acogió el más exitoso Orgullo LGTB de su historia. Unas 25.000 personas se han manifestado en favor de la igualdad por las calles de la histórica ciudad, bajo fuertes medidas de seguridad. Su alcalde, Nir Barkat, declinó su asistencia para no “ofender” a los ultraortodoxos. Según ha explicado el primer edil, “al día siguiente del Orgullo necesitamos convivir. Soy un gran creyente de la tolerancia”. La gran participación en el Orgullo de Jerusalén se justifica por el asesinato de la joven Shira Banki en la edición del año pasado, la reciente prohibición del recorrido del Orgullo LGTB de Beerseba (que llevó a su cancelación) y que los activistas quieren mostrar su determinación frente a los extremistas.
30 sospechosos han sido detenidos, en previsión de que pudieran atacar a los manifestantes o provocar algún tipo de altercado violento. Este es solo uno de los datos que evidencia el gran despliegue de seguridad que ha tenido este año el Orgullo LGTB de Jerusalén. Gran parte del centro se ha cortado al tráfico rodado, se han establecido cordones de seguridad en todo el recorrido y todos los asistentes han tenido que pasar por dos controles previos. Y es que, después de que el Orgullo LGTB de Jerusalén fuera noticia internacional el año pasado, ahora las autoridades han querido dar otra imagen al mundo.
Curiosas, cuanto menos, las declaraciones de su alcalde, Nir Barkat, para excusar su ausencia: “soy un aliado para conseguir el objetivo de una mayor tolerancia, pero no todos los medios llevan a ese objetivo”. Según alega el primer edil “por ejemplo, sé que muchas personas se ofenden con el Orgullo. No es un medio para lograr el objetivo”. Un tono pretendidamente santurrón que esconde un mensaje de incomprensión de lo que representa el Orgullo LGTB (un discurso que, por cierto, en España no nos es en absoluto ajeno).
Homenaje a Shira Banki en el primer aniversario de su asesinato
Una década después de acuchillar a tres asistentes durante el Orgullo LGTB de 2005 en Jerusalén, y un mes después de salir de la cárcel donde cumplió parte de su condena por aquellos hechos, el perturbado ultraortodoxo Yishai Shlissel acuchilló el año pasado a varios participantes, repitiendo la misma agresión por la que fue recluido. Solo unos días más tarde, dosmanzanas recogía el tristísimo fallecimiento de Shira Banki, la chica de 16 años que resultó más gravemente herida (en la foto de la derecha). En su memoria se dedicó el cambio de nombre de la céntrica plaza de Zion por el de “Tolerancia”.
En el mismo lugar donde Banki fue fatalmente atacada, los participantes del Orgullo LGTB de este año han colocado flores y mensajes para rendirle tributo. En una foto de la víctima alguien ha escrito: “es mejor enseñar el bien que condenar el mal”. Los manifestantes ondearon banderas israelíes, banderas arcoíris y banderas arcoíris con la estrella blanca de David cosida en el centro.
Hace dos años apenas unas 500 personas salieron a las calles de Jerusalén para reivindicar los derechos de la comunidad LGTB y ayer la participación se cifró en unas 25.000. Un crecimiento que responde a la denuncia social contra el asesinato de la joven Banki y que, además, supone un toque de atención al doble discurso de Benjamin Netanyahu y su Gobierno. Asimismo, la visibilización del activismo es una representación de unidad frente al extremismo religioso, la intolerancia y la violencia motivada por el odio a la diversidad.
Apoyo institucional en Tel Aviv, cancelación en Beerseba
Tras la exitosa celebración del Orgullo LGTB de Tel Aviv del pasado mes de junio, con alrededor de 200.000 asistentes, la organización The Aguda denunciaba que “finalmente comprendimos la hipocresía de este Gobierno y este primer ministro, que habla en inglés en el extranjero acerca de la libertad de la que gozan los homosexuales en Israel, pero nunca pronuncia esas palabras en hebreo cuando llega a casa”. La advertencia surtía efecto y el Ministerio de Economía se comprometió a destinar la misma cantidad invertida en marketing y publicidad internacional del Orgullo a políticas y proyectos desarrollados por las entidades que trabajan por los derechos de la comunidad LGTB a lo largo de los próximos 3 años.
Pero la semana pasada informábamos de que los organizadores del primer Orgullo LGTB de Beerseba lo cancelaban, al conocer la noticia de la prohibición del Tribunal Supremo israelí de celebrarlo en el centro de la ciudad. No se aceptó un recorrido alternativo porque el objetivo “es que sea visto por la sociedad”. Un grupo de valientes activistas decidió salir a las calles de todos modos y el resultado fue la arbitraria detención de varias personas por “reunión ilegal”.
Fuente Dosmanzanas
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