Klaus Wowereit con su pareja Jörn Kubicki

El último brindis de Klaus Wowereit, el alcalde gay de Berlín

Está casado con un neurocirujano y fue muy abierto con su homosexualidad

Hijo de una limpiadora, trabajó para pagarse sus estudios de Derecho

Como alcalde, será recordado por su gran humanidad

Klaus Wowereit,  quizás el político abiertamente homosexual más conocido de Alemania y uno de los referentes de la visibilidad LGTB en Europa, anunció el pasado martes su dimisión como alcalde de Berlín. La caída en picado de su popularidad por la gestión de la construcción del nuevo aeropuerto de la capital lo han llevado finalmente a tirar la toalla tras 13 años en el cargo.

En 2001, un prácticamente desconocido Wowereit, entonces portavoz del grupo socialdemócrata (SPD) en el Parlamento de Berlín, asumía la candidatura de su partido a las elecciones regionales. Pocos meses antes de los comicios, el político sorprendía a propios y extraños al proclamar, en una conferencia de su partido, “Ich bin schwul, und das ist auch gut so” (“Soy gay, y eso está muy bien”), una frase que se volvió icónica en Alemania. Wowereit ganó la alcaldía y se convirtió en el primer cargo público de relevancia abiertamente homosexual del país.

El carácter cercano del nuevo alcalde (su otra frase más famosa es “Berlín es pobre, pero sexy”) y su capacidad para aliarse con La Izquierda (Die Linke, partido con una fuerte implantación en los antiguos territorios del Este) le granjearon durante años el apoyo de los berlineses, que lo reeligieron en 2006 y 2011. También despertaron interés en el resto de Alemania: tras la debacle electoral del SPD en las elecciones federales de 2009, su nombre llegó a sonar como posible nuevo líder socialdemócrata, aunque finalmente se quedó como uno de sus vicepresidentes.

A partir de 2012, sin embargo, su popularidad empezó a caer en picado, de la mano de los retrasos y sobrecostes del nuevo aeropuerto de Berlín-Brandeburgo, cuya inauguración estaba prevista para mayo de ese año y fue pospuesta indefinidamente en el último momento. A causa de los numerosos fallos de proyecto y construcción, la fecha de apertura del aeródromo sigue siendo una incógnita, y Wowereit parece haberse resignado a no ver concluido, estando en el cargo, su gran proyecto para la capital alemana.

De lo que no cabe duda es de que Wowi, como se le conoce cariñosamente, ha sido en todo momento un ejemplo de visibilidad, participando por ejemplo en varias ocasiones en el Orgullo LGTB de Berlín; también se ha dejado ver frecuentemente con su pareja desde 1993, el neurocirujano Jörn Kubicki. El alcalde berlinés abrió la puerta en Alemania para toda una generación de políticos LGTB de casi todo el espectro ideológico, como el líder liberal y ex vicecanciller y ministro de Exteriores Guido Westerwelle, el alcalde (entre 2001 y 2010) democristiano de Hamburgo Ole von Beust o la actual ministra de Medio Ambiente y Seguridad Nuclear, Barbara Hendricks.

Fuente Dosmanzanas

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Nueva demostración de quién manda en el Gobierno alemán de gran coalición entre los democristianos  de la CDU/CSU y los socialdemócratas del SPD, al menos en lo que a la igualdad LGTB se refiere, por mucho que en esta ocasión se trate de un asunto más bien simbólico. La presión ejercida, al parecer, por la oficina de la canciller Angela Merkel ha dado al traste con el gesto emprendido por dos ministras del SPD de izar la bandera arco iris en sus ministerios con motivo de las celebraciones del Orgullo LGTB que tienen lugar durante este mes de junio.

Todo empezó a nivel regional. La consejería de Interior y Deportes del estado alemán de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en el nordeste del país, emitió una orden el pasado 21 de mayo prohibiendo la exhibición de “banderas de organizaciones privadas” en los ayuntamientos de la región. El decreto se entendió como extensivo a la bandera arco iris, símbolo de la comunidad LGTB. La alcaldesa de Schwerin (la capital del Land), Angelika Gramkow, mantiene de todas formas su compromiso de izar la enseña multicolor durante los actos del Orgullo LGTB de la ciudad el 20 de junio. Las asociaciones locales de gays y lesbianas han protestado contra el veto y animado a la población y los establecimientos a mostrar sus propias banderas si finalmente se impide el izado en el ayuntamiento de Schwerin.

A la espera de saber el desenlace del pulso en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, la polémica ha saltado también al nivel federal. El Ministerio de Familia, en manos del SPD, izó el viernes de la semana pasada la bandera arco iris, con el objetivo de mantenerla hasta la celebración del Orgullo de Berlín el próximo sábado. Siguió su ejemplo al día siguiente el Ministerio de Medio Ambiente, dirigido por la abiertamente lesbiana Barbara Hendricks. Pero ambas enseñas desaparecieron de los edificios oficiales el pasado miércoles, según parece por la presión del ministerio del Interior y la oficina de la canciller. Ambos se remiten a la aplicación del decreto sobre banderas aprobado en 2005, que deja en manos del titular de Interior la autorización para la exhibición en edificios oficiales de enseñas que no sean la de Alemania, la europea o las regionales y locales.

Una portavoz del Ministerio de Medio Ambiente justificaba la decisión de retirar la bandera revelando que habían recibido el mensaje de que “hay diferentes opiniones dentro del Gobierno federal a este respecto”. La ministra se habría mostrado favorable a que el veto sea levantado el año que viene. “Los reglamentos existen exclusivamente para las personas, y no al contrario”, declaró su portavoz.

Fuente Dosmanzanas

Homofobia/ Transfobia. Alemania, Angela Merkel, Angelika Gramkow, Bandera Arco Iris, Barbara Hendricks, Berlín, CDU, CSU, Discriminación, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Orgullo LGTB, Schwerin, SPD