El pederasta del Gaztelueta condenado por el Supremo apelará para probar su “completa inocencia” y dice que “perdona” a la víctima.
El colmo del cinismo y la desvergüenza… ¿El verdugo perdona?
“Parece que se le ha olvidado que el verdugo es él, tal y como han expresado ya 1 juez instructor, 3 jueces de la Audiencia Provincial de Bizkaia y los magistrados del Supremo pese a la pírrica condena”
“Me encantaría que el juez Marchena y el resto de magistradas y magistrados redactores de la sentencia explicaran a mi hijo y a mí mismo el sentido de esta sentencia”
| Juan Cuatrecasas, padre de la víctima del ‘caso Gaztelueta‘.
Me encantaría que el juez Marchena y el resto de magistradas y magistrados redactores de la sentencia explicaran a mi hijo y a mí mismo el sentido de esta sentencia.
No puedo entenderla por más que la leo y la comparo con los hechos probados de la sentencia de la Audiencia Provincial de Bizkaia. Mi hijo obtuvo un triste récord en los índices de credibilidad de los peritos facultativos no de parte del juzgado. Mi hijo tuvo un segundo triste récord el de expresar desde mayo de 2011, que había sufrido acoso escolar y abusos sexuales, dos años después de la perpetración de los delitos.
No entendemos la sentencia y la considero re victimizadora, ofensiva para las víctimas y contradictoria. No existe en caso alguno falta de insistencia en la incriminación. Es una auténtica falsedad porque desde el inicio habló de abusos sexuales y acoso.
Respecto al escrito de ayer redactado por el numerario del OD condenado por el TS en firme a 2 años por cometer abusos sexuales continuados contra mi hijo y dejando al margen sus pretensiones de victimismo debo decir que su expresión de estar comportándose como un cristiano perdonando me parece repulsiva. ¿Perdonando? ¿Un condenado por abusos sexuales continuados a un menor perdona? ¿A quién? ¿A su víctima?
El mundo al revés.
El Supremo ha rebajado de 11 a 2 años la condena al agresor sexual del colegio de Gaztelueta, José María Martínez Sanz. Sin entrar en valoraciones jurídicas, qué barato es destrozar la vida de un chaval inocente. Esta es la foto del depredador condenado pic.twitter.com/HGwCM34M2B
— Pedro Águeda (@pedroagueda) September 28, 2020
Solo leer esa frase me produjo un rechazo absoluto, un asco terrible y la idea de que su estado emocional es tóxico y de una perversidad infinita. El cristianismo nada tiene que ver con esa prepotencia. Parece que se le ha olvidado que el verdugo es él, tal y como han expresado ya 1 juez instructor, 3 jueces de la Audiencia Provincial de Bizkaia y los magistrados del Supremo pese a la pírrica condena.
Ya he repetido hasta la saciedad que las víctimas no cuentan cuando quiere un juez o un fiscal. Lo dije en sala al fiscal durante el juicio en la AP de Bizkaia y lo repito ahora y lo seguiré haciendo hasta que jueces y fiscales caigan en la cuenta de que tienen ante sí. Es deplorable este trato, mi hijo es víctima y no lo merece, de verdad no lo merece.
Fuente Religión Digital
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