José María Álvarez: “Este señor (Jesús Sanz Montes) más que obispo de Asturias lo que parece quiere ser es animador político-religioso de la ultraderecha”
“Le considero un usurpador o manipulador del mandato episcopal para ejercer en esta archidiócesis de Oviedo”
“Mismo Día de Asturias, mismo lugar: en Covadonga, lenguaje de improperios excluyentes, dirigidos ante los mismos personajes políticos y contra los mismos ciudadanos: la gente de izquierda”
“Con el estilo ideológico utilizado se descalifica a sí mismo como prelado de la diócesis de Oviedo”
“Yo creo que ante posicionamientos tan claros no hay necesidad de exégesis para llegar a conclusiones”
“Ha reducido su misión a jalear o animar a un determinado grupo de gente y ha sido repetidamente excluyente de otros a quienes con relativa frecuencia se atreve a denigrar insultantemente”
Homilía de Mons. Jesús Sanz Montes en la fiesta de Nuestra Señora de Covadonga
| José María Álvarez Rodríguez
Lo que algunos temían sucedió. Mismo Día de Asturias, mismo lugar: en Covadonga, lenguaje de improperios excluyentes, dirigidos ante los mismos personajes políticos y contra los mismos ciudadanos: la gente de izquierda y algunos de derechas que son nacionalistas o independentistas, todos ellos con cabida neta en la Constitución Española, pero no en el evangelio de este monseñor, que con discursos semejantes no se representa más que así mismo y, si cabe, a aquellos que tienen parecidos ideales políticos a los suyos.
La ideología que reflejan sus palabras en el Día de Asturias no fue muy diferente al de otras varias ocasiones como cuando escribió su artículo de hace poco publicado en el ABC, precisamente.
En días anteriores un cristiano de una Comunidad de Base de Gijón, Nacho Alonso, pedía al Sr. Presidente de Asturias que no asistiese a dicha misa de Covadonga y entre las razones que daba decía que “D. Jesús Sanz, que tanto en lo religioso como en lo político tiene merecida y reconocida fama por su ideología retrógrada y que, revestido de las mejores galas, cual ayatola en tecnicolor, aprovecha la ocasión para proclamar una de sus soflamas fundamentalistas a modo de homilía”. Nacho no se equivocó nada.
El día 5 de septiembre J. Benito C. Fernández, de Gijón, se preguntaba sobre cuáles serían las razones para que la Iglesia diocesana de Asturias, se hiciera eco en este día tan significativo “de los lugares comunes de la ideología radical de la extrema derecha europea, creando una inaceptable confusión, y llevando en este marco ideológico a una dura y muchas veces injusta descalificación de las autoridades elegidas democráticamente en nuestro país”.
El mitrado siguió provocando, no solo confusión, al hablar cual líder político al hacer la homilía de la celebración eucarística. Con el estilo ideológico utilizado se descalifica a sí mismo como prelado de la diócesis de Oviedo.
El 18 de agosto pasado el Foro de Cristianos Gaspar García Laviana se unía a la crítica hecha por la Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII refiriéndose a lo dicho por este arzobispo en el citado artículo del diario madrileño, manifestando también su disconformidad con la visión política de D. Jesús Sanz, que a todas luces se ve que no está inspirada en el espíritu del Maestro de Nazaret, sino en otras fuentes medievales o modernas, las que inspiraron la unión de la espada y la cruz, justificaron el absolutismo o dieron origen al nacionalcatolicismo, tan añorado todavía hoy por algunos. Esta asociación ha mostrado en repetidas ocasiones su desacuerdo con el obispo.
Es verdad, como ya se dice públicamente, este señor más que obispo de Asturias lo que parece que quiere ser es animador político-religioso de la ultraderecha, con lo que ello significa de exclusión de todos aquellos que no están alineados en ese entorno.
Si fuera así, estaría abusando de su situación al haber aceptado ser obispo de la diócesis de Asturias, ya que su modo de posicionarse políticamente nos excluye a muchos, condenándonos a quienes no pensamos como él: los que no estamos con él nos sitúa entre los que, cuando nos reunimos, nos emborrachamos, producimos destrozos urbanos, toneladas de basura y, no me atrevo a decirlo, violaciones en manada.
Cuando hablamos de ecología no lo hacemos acertadamente, ya que estamos contaminados “con la carga ideológica de la Agenda 2030”, nuestras palabras “subvencionadas” son “monserga vacía” y nuestra categoría es calificada por él como de “ecolojetas”. Nuestro feminismo manipula la condición femenina, es postureo, empoderamiento, zafia mediocridad, cargado de odio y de venganza.
El asunto del beso en el día en que un grupo de jugadoras españolas ganaron el campeonato mundial de futbol femenino es “leyenda” o “zarzuela” que se une a “los recientes sainetes jaleados con estrategias calculadas” y a “las noticias amañadas para distraer la atención, eclipsar las vergüenzas o manejar bajo cuerda pretensiones y apaños a cualquier precio o con la habitual mentira como arma política”.
Este fue parte del discurso del día de la Santina en la basílica de Covadonga. Y luego, de modo descaradamente incongruente, dice, a continuación, que hay que ir al encuentro del otro, que se sabrá “acogido y respetado sin señalamiento ni linchamiento alguno”, en él se encontrará un “verdadero diálogo, carente de prejuicios excluyentes, sabiendo reconocer la verdad del otro sin renunciar a la Verdad que nos hace libres”.
Él tiende “manos fraternas, abre cauces viables sobre horizontes de esperanza… en lugar [como otros, nosotros, se puede suponer por el contexto,] de levantar muros que nos separan, trincheras que nos enfrentan reabriendo heridas, o manipulando la realidad con noticias falsas o malbaratando a capricho un Estado de derecho que nos asimilaría a una república de banana malhadada rompiendo la convivencia“. Y remata el iluminado: “así estamos, cuando se conculcan derechos, se retuerce la cordura dejando que salte por los aires lo que fuimos construyendo en la convivencia democrática”.
Este es el resumen, a mi entender fidedigno, de la homilía de marras del titular de la sede ovetense, que la vino a ocupar bajo la égida del cardenal Rouco Varela. Yo creo que ante posicionamientos tan claros no hay necesidad de exégesis para llegar a conclusiones. Algunos dirán a voz en grito: ¡Así se habla! Cada vez se oye más en Asturias que este obispo es políticamente de Vox y religiosamente conservador-tridentino.
Yo lo que sí puedo decir, uniéndome a otras voces como las dos citadas al principio y a las de otras y otros que ya he oído, en el tono que cada cual quiera oír, que a mí este obispo en absoluto me representa y que le considero un usurpador o manipulador del mandato episcopal para ejercer en esta archidiócesis de Oviedo, pues ha reducido su misión a jalear o animar a un determinado grupo de gente y ha sido repetidamente excluyente de otros a quienes con relativa frecuencia se atreve a denigrar insultantemente.
Él sabe bien que aquí en Asturias hay muchos católicos que votan izquierda. Tienen una visión distinta a la suya tanto de la sociedad como del evangelio de Jesús de Nazaret. Le piden, o le exigen, el debido respeto.
Fuente Religión Digital
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