El aspirante republicano a la Casa Blanca Marco Rubio, suaviza su retórica homofóbica de cara a las próximas elecciones
Marco Rubio, el joven republicano aspirante a ser el candidato de su partido para la Presidencia de Estados Unidos, ha hecho gestos para ganarse los votos de los conservadores homosexuales.
El equipo del actual senador de Florida ha mantenido reuniones trimestrales con los miembros del grupo LGTB Log Cabin Republicans (“los Republicanos de la Cabaña de Troncos”), nombre con el que hacen referencia a una casa que construyó Abraham Lincoln.
En los encuentros con esta organización conformada por gays y lesbianas conservadores, han discutido temas como la legislación y oportunidades para trabajar juntos, agregó.
El Partido Republicano tendrá que luchar para ganar su puesto en la Casa Blanca en el 2016 si sólo cuenta con el apoyo de los votantes socialmente conservadores. Al mismo tiempo, los aspirantes tendrán dificultades para ganar la nominación de su partido sin esos votantes, que a menudo dominan las primarias.
La tensión de cara a las próximas elecciones es evidente en torno al matrimonio entre homosexuales. Durante años, la férrea oposición a su aprobación fue la estrategia segura en la que confiaban los candidatos republicanos.
Sin embargo, ahora tienen que enfrentarse a un electorado que ha variado considerablemente su punto de vista sobre este tema desde el cambio de siglo, e incluso Rubio, que se ha opuesto en anteriores ocasiones al matrimonio entre personas del mismo sexo, ha suavizado su retórica, asegurando la semana pasada que asistiría a la boda gay de una persona cercana a él y, en una entrevista con la CBS el pasado domingo, Rubio dijo que creía que la “preferencia sexual es algo con lo que se nace”, no una elección.
El precandidato ha tomado esta dirección de su campaña tras el apoyo mostrado por la demócrata Hillary Clinton a las parejas homosexuales.
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