Al menos 46 colegios británicos siguen prohibiendo hablar de homosexualidad a sus profesores.
Los años finales de la década de los 80 y los años 90 fueron una época especialmente difícil para los adolescentes LGBT británicos. La Sección 28 promulgada por la entonces primera ministra Margaret Thatcher prohibía expresamente hablar de la homosexualidad en las escuelas y en la práctica hacía imposible que un alumno LGBT buscara apoyo en su centro educativo. La ley no desaparecería hasta 2003 e incluso los propios conservadores reconocieron el error que implicaba. Pero en al menos 46 centros educativos británicos se sigue poniendo en práctica una política similar, según se ha denunciado en la conferencia anual de la Unión Nacional de Profesores, celebrada hoy en la ciudad de Brighton.
Los datos se basan en un estudio de la Asociación Humanista Británica (BHA) presentado en la conferencia por la profesora Deborah Glynn y que concluye que muchos centros educativos, principalmente de carácter cristiano y de ideas fundamentalistas, mantienen en vigor reglamentos o artículos antiguos que tienen redacciones muy similares a las expresadas en la famosa Sección 28. La propia Glynn contó en la conferencia su experiencia en uno de estos centros que sí acabó por eliminar ese artículo. La BHA ha conseguido también que algunos de los centros cambiaran las normas después de que se les requiriera y afirmaron no ser conscientes de que todavía estaban en vigor. También el propio Gobierno británico realizó peticiones similares.
“Cualquier indicio de colegios que dan un trato distinto a la homosexualidad es inaceptable. El pasado verano, el Departamento de Educación lanzó una investigación sobre los colegios de los que se sospechaba este tipo de política. Como resultado, todos los colegios con reglamentos ofensivos se comprometieron a retirarlas o reemplazarlas”, ha explicado el departamento de Educación en un comunicado. “Todas las escuelas pueden trazar su propia política de educación sexual pero deben asegurar que no discriminan injustamente en base a la orientación sexual. Nuestra guía educativa sobre sexo y relaciones deja claro que los colegios no deben promover ninguna orientación sexual”, concluyen.
Fuente Ragap
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