El obispo Rafael Zornoza Boy que manda y ordena y el párroco Lázaro Albar Marín, que se ha doblegado. Siguen el Código de Derecho Canónico pero no el Evangelio… Tendrán que rendir cuentas ante Dios de su inmisericordia.
Después de que el papa dijese a un hombre transexual “¡claro que eres hijo de la Iglesia!”, le niegan a otro ser padrino en un bautizo
Alex Salinas prevé demandar al Obispado ante la Justicia civil
Obispado de Cádiz niega que prohibir a un transexual ser padrino de un niño sea discriminación
“Con frecuencia” hay personas que “no son admitidas” para apadrinar “por estilo de vida”
Seis meses después de que el papa Francisco recibiera en su residencia vaticana de Santa Marta a Diego Neria, un hombre transexual natural de Plasencia y católico practicante, el obispado de Cádiz niega a Álex Salinas, otro hombre transexual y también católico practicante, ser el padrino del bautizo de su sobrino, tal y como deseaba su hermana, madre del niño. Un nuevo ejemplo de la hipocresía de la jerarquía católica y de su política de desprecio hacia la realidad de las personas LGTB.
El Obispado de Cádiz y Ceuta ha impedido a Alex Salinas, un transexual de 21 años, ser el padrino de bautizo de su sobrino en una parroquia de San Fernando, un hecho que la Iglesia explica porque, por su condición, no cumple con el requisito de llevar “una vida congruente con la fe”, según fuentes del Obispado. Para el obispado de Cádiz, Álex, de 21 años, no cumple el requisito de llevar “una vida congruente con la fe” que marca el Derecho Canónico (Canon 874) y que supuestamente se exige a todos los padrinos y madrinas de bautizos católicos, y ello pese a que el joven es católico practicante. El motivo de la negativa es, simplemente, su condición de persona transexual. De hecho, el párroco de la iglesia en la que el niño iba a ser bautizado, la parroquia de San José Artesano de San Fernando, no puso inicialmente objeciones. Fue tras solicitar la documentación de su bautismo cuando surgió el problema.
En su partida de nacimiento pone el nombre de Alexandra, pero, desde febrero de 2014, en su DNI se lee Alexander Salinas. Es un hombre y así está reconocido en las leyes. Su hermana deseaba que él, a sus 21 años, fuese el padrino de bautizo de su bebé de cinco meses, pero la Iglesia le ha impedido que pueda ostentar este cargo de tutor en la fe. “A los ojos de la Iglesia sigo siendo una mujer. Y me da tristeza, porque soy creyente y pienso que la Iglesia, si cambiara, podría hacer mucho por los transexuales, porque necesitamos mucho apoyo”, resume con rabia Salinas, que estudia demandar al Obispado de Cádiz por negarle lo que considera un derecho. “Para la Iglesia, yo sigo siendo una mujer, aunque tenga mi DNI cambiado”, ha explicado Alex Salinas, que quiere interponer un recurso para que el Obispado reconsidere una decisión que a él le ha sentado “como una patada en el estómago” porque “yo soy muy creyente”.
Él, que desde febrero del año pasado tiene DNI como hombre y está en lista de espera para una operación de cambio de sexo, no entiende la negativa de la Iglesia a que él sea el padrino del bautismo del hijo de su hermana. En declaraciones a Efe, este joven que se define como católico y que acudía a misa hasta que dejó de hacerlo por sus jornadas de trabajo en un restaurante de comida rápida, ha explicado que en un principio el párroco de San José Artesano de San Fernando no puso pegas a que fuera el padrino en la ceremonia religiosa. Sin embargo, al solicitar al Obispado la documentación de su bautismo el párroco le comunicó que no podría ejercer como tal.
Salinas acudió a la Parroquia de San José Artesano, de la localidad gaditana de San Fernando, para gestionar el apadrinamiento, pero el párroco asegura que le advirtió de que no sería posible que fuese padrino. “Está muy lejos de mí rechazar a alguien así, todo lo contrario, ha sufrido muchísimo y necesita ser ayudado, pero no puedo cambiar 2.000 años de Historia de la Iglesia”, declara el párroco del templo, Lázaro Albar, que insiste en que encontró en Salinas a una persona “encantadora” y que le ofreció ser guía en la fe de su sobrino, pero sin documentos. “El cambio de sexo no está permitido en la moral cristiana”, añade Albar.
El joven acudió entonces a otras parroquias de la localidad, pero en todas ellas recibió la misma respuesta. Así, según cuenta, fue al Obispado para conocer las razones. “Para ellos soy insano, por así decirlo”, manifiesta este joven, que lamenta que algunos con quienes ha hablado le han ofrecido “darme el perdón, como si yo hubiera estado pecando”.
Según afirma la agencia EFE y reproducen diversos medios, la iglesia habría ofrecido a Álex la posibilidad de ser “padrino espiritual” de su sobrino, es decir, no figurar oficialmente en los papeles –en los que sí figurará el padrino real– pero ayudar a su ahijado a llevar una vida cristiana. Nosotros no hemos encontrado, sin embargo, referencia a tal figura en el Derecho Canónico. La Iglesia, que establece los requisitos para ser padrino de un bautismo en el capítulo 4 del Código de Derecho Canónico sobre los sacramentos, ofrece a Alex Salinas la posibilidad de ser “padrino espiritual” de su sobrino, según han explicado a Efe fuentes del Obispado de Cádiz y Ceuta. Es una opción que da a personas que, como entiende en este caso, no cumplen con alguno de los requisitos establecidos para ser padrino de un bautismo católico, una vez que se ha comprobado que detrás de la solicitud hay “una buena intención”. Ambos, el padrino “real” y el “espiritual”, tienen la misma misión, la de ayudar a crecer al niño en la fe católica, aunque sólo el nombre del primero de ellos aparece recogido en los papeles de la Iglesia sobre el sacramento.
Alexander, que se muestra agradecido con el párroco, asegura que el Obispado de Cádiz y Ceuta ha sido quien ha impedido definitivamente que él pueda ser padrino de bautizo. Según ha avanzado la agencia Efe, el Obispado le ha ofrecido a Salinas la posibilidad de ser padrino espiritual, pero no real, una opción que el Código de Derecho Canónico ofrece a los que no cumplen los requisitos para ser padrino de un bautismo católico. Un hecho que la Iglesia explica porque, por su condición, no cumple con el requisito de llevar “una vida congruente con la fe”, dicen fuentes del Obispado recogidas por Efe. No obstante, la primera y única diputada transexual en el Congreso, la socialista Carla Antonelli, asegura que el Obispado no le ha ofrecido a la familia la opción de que el chico sea padrino espiritual. “La respuesta del Obispado ha sido que la situación planteada por Alexander era una aberración, lo que es del todo humillante”, declara Antonelli.
“Mientras el papa Francisco recibe a transexuales en el Vaticano, la Iglesia Católica Española aún vive en el medievo“, ha asegurado a Efe Carla Antonelli, la única diputada transexual en España. En opinión de la diputada por el PSOE en la Asamblea de Madrid, la explicación de la Iglesia es “una falsedad” porque “no hay ningún Código de Derecho Canónico que tenga escrito que un transexual no puede ser padrino de un bautismo” y además una “falta de respeto absoluta” hacia Alex. Para Carla Antonelli, lo peor de esta situación es “el daño gratuito” que se hace a Alex, y la “carga psicológica” que supone para él que le hagan sentir “que no tiene espacio en la vida”.
Situaciones como esta hacen pensar a la diputada que la jerarquía eclesiástica española “no es digna de representar la fe que dice defender” porque “utilizan la religión como arma para sus propias fobias personales“. “Tendrían que hacer caso al papa Francisco. Que asuman lo que dicen las altas instancias o, si no, que se retiren“, afirma la diputada tras recordar que el pontífice se ha preguntado en público, en referencia al colectivo de homosexuales, ‘¿quien soy yo para juzgarlos?'”. Antonelli asegura que estudiará si esta postura de la Iglesia podría ser tipificada como un “delito de odio” de la nueva reforma del Código Penal.
La diputada, que ha estado en contacto con el chico durante la gestión del apadrinamiento, considera que la posición de la Iglesia vulnera sus derechos e insta al Obispado a ampararse bajo las palabras del Papa Francisco, que en sus últimos discursos se ha mostrado más abierto en cuestiones de sexualidad dentro de la Iglesia. “La situación de la Iglesia en España es retrógrada”, considera Antonelli. También Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía, ha calificado el hecho de excluyente y considera que se incumplen todos los derechos del hombre. “Me sorprende sobremanera esta cuestión. Como una institución que promueve querer a todo el mundo por igual actúa de una manera tan antagónica”, declara Cambrollé, que apunta a que la Iglesia vulnera de esta manera la ley registral de 2007.Alexander quiere seguir con su lucha. “Si no lo consigo yo, que lo consigan los que vengan detrás de mí. Yo no he pecado. Siempre he sido cristiano y quiero luchar para cambiar las cosas”, declara el chico, que rememora que hizo la comunión vestido de niña a pesar de no sentirse identificado con ese género como una forma de demostrar su fe.
En definitiva, una situación degradante para un hombre que, además de católico, ya ha procedido a la modificación legal de sus datos registrales (figura como varón en su DNI desde el año pasado) y que ve como el deseo de su familia de que asuma el padrinazgo de su sobrino se convierte finalmente en un acto de humillación. Y solo seis meses después de que el papa recibiera toda clase de parabienes por haber recibido a otro hombre transexual, el placentino Diego Neria, que hizo el esfuerzo de intentar hacerle llegar una carta contándole su historia (incluso con la mediación del obispo de Plasencia). La carta llegó finalmente a su destino y Francisco, tras leerla, llamó por teléfono a Diego y mantuvo una breve conversación con él. Días más tarde le volvió a llamar y le propuso acudir al Vaticano junto a su novia para conocerlo. Finalmente el encuentro se produjo el 24 de enero. Diego le preguntó al papa si todavía “hay algún rincón en la casa de Dios” para él, y Francisco le abrazó y le respondió “¡claro que eres hijo de la Iglesia!”…
La reciente obsesión de la Iglesia católica con la transexualidad
Lo cierto es que pese a que la enfermiza fijación de la jerarquía católica con las relaciones homosexuales, en los últimos años se viene observando una intensificación de la condena a las personas trans, tradicionalmente ignoradas por la institución. En España tenemos el ejemplo del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, que no ha dudado en incluirlas en sus diversas diatribas. La última de ellas de la que nos hicimos eco ocurrió en diciembre, cuando incluyó a la “despatologización de la así llamada transexualidad” en la lista de supuestos objetivos de una perversa agenda LGTB.
Otro ejemplo es el del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que en enero de 2013 difundía su mensaje tránsfobo en una carta pastoral en la que criticaba la “ideología de género” que “rompe todo lazo del hombre con Dios a través de su propia naturaleza” y “sitúa al hombre por encima de Dios” “La ideología de género es una filosofía, según la cual el sexo ya no es un dato originario de la naturaleza, que el hombre debe aceptar y llenar personalmente de sentido, sino un papel social del que se decide autónomamente”, añadía.
“Ya no valdrían las ecografías que detectan el sexo de la persona antes de nacer. Esperamos un bebé. ¿Es niño o niña? La ecografía nos dice claramente que es niña. No. Lo que vale es lo que el sujeto decida. Si quiere ser varón, puede serlo, aunque haya nacido mujer. Y si quiere ser mujer puede serlo, aunque haya nacido varón. No se nace, se hace. Al servicio de esta ideología existen una serie de programas formativos, médicos, escolares, etc. que tratan de hacer ‘tragar’ esta ideología a todo el mundo, haciendo un daño tremendo en la conciencia de los niños, adolescentes y jóvenes”, aseguraba el obispo de Córdoba. De hecho, en noviembre de 2006, Fernández publicaba otra carta titulada “Dios ama también a los homosexuales” (sic) en la que calificaba a la ley de identidad de género como “contraria a la verdad del hombre”. “Es una extorsión del plan de Dios, no ayuda a las personas con dificultad en este campo y siembra la confusión en el ambiente social donde vivimos”, escribía entonces, en referencia a la ley que en España permite a las personas transexuales modificar su identidad registral sin necesidad de proceso judicial.
El propio papa Francisco aprovechaba su última encíclica “ecologista” para colar otro ataque a las personas transexuales. En concreto, en el punto 155 de la encíclica, donde Bergoglio considera que el respeto a la ecología incluye “la aceptación del propio cuerpo como don de Dios” y su “valoración en su femineidad o masculinidad” para “reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente”. “Cancelar la diferencia sexual” no es una “actitud sana”, según el mismo texto.
Palabras coherentes con las que ya el papa había pronunciado unos meses antes. “Pensemos en las armas nucleares, en su capacidad de aniquilar en unos pocos instantes un alto número de vidas humanas. Pensemos en la manipulación genética, en la manipulación de la vida, o en la teoría de género, que no reconocen el orden de la creación. Con esta actitud, el hombre comete un nuevo pecado contra Dios el Creador”, expresaba entonces.
Alex Salinas
Para rematar el tema, el Obispado de Cádiz y Ceuta ha negado este lunes que sea “discriminación” impedir que un transexual ejerza como padrino de bautismo de su sobrino y ha asegurado que “con frecuencia” hay personas que “no son admitidas” para apadrinar “por su estilo de vida, criterios o incongruencia con la vida cristiana”. El Obispado sale así al paso del caso de Alex Salinas, un transexual de 21 años al que la Iglesia gaditana impide ejercer de padrino de bautizo de su sobrino en una parroquia de San Fernando, ateniéndose al Código de Derecho Canónico.
Según dicho Código, señala el Obispado en una nota de prensa, es el párroco quien debe “incluso disuadir a quienes a su parecer no cumplen” los requisitos establecidos por la Iglesia católica para ser padrinos en un bautismo “por el propio bien del bautizado”. “El padrino ha de velar por el crecimiento en la fe del bautizado y acompañarle para que aprenda de su mano los fundamentos doctrinales y morales de la fe cristiana”, asegura el Obispado en su nota y añade que el párroco de San Fernando se lo explicó así a Alex Salinas y le animó a “participar de algún modo como padrino espiritual” de su sobrino para ayudarle “en la vida de fe”.
En relación con este asunto, la Federación Andaluza de la asociación Arco Iris ha solicitado una entrevista con el obispo de Cádiz y Ceuta para “hacerle entender la discriminación que están cometiendo” y pedirle que “de marcha atrás” y permita a Alex Salinas ser padrino de bautismo de su sobrino. Según explica en un comunicado Gonzalo Serrano, presidente de esta organización que lucha por los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales, este hecho es un claro ejemplo de transfobia, de “miedo, incomodidad y rechazo irracionales hacia las personas transexuales basados en la ignorancia”. “Seguramente desde el obispado confunden la transexualidad y la homosexualidad”, añade el presidente de Arco Iris, “al igual que le ocurre a muchas otras personas en nuestra sociedad”. Para Arco Iris “no tiene sentido que la Iglesia prohíba a un joven creyente y practicante el ser padrino de bautizo”, cuando aseguran que el único dato que se ha tenido en cuenta es que en su partida de bautismo aparece como mujer y actualmente en su DNI su identidad es la de un hombre.
Por su parte, Alex Salinas, el joven transexual de San Fernando (Cádiz) al que el Obispado de Cádiz y Ceuta ha impedido ser padrino de bautizo de su sobrino, prevé presentar una demanda ante los tribunales porque no considera “justo” que la Iglesia le trate “como alguien diferente”. En declaraciones a la cadena Ser, recogidas por Europa Press, Salinas ha explicado que recurrirá a instancias eclesiásticas superiores al Obispado y también a la Justicia para evitar lo que considera una “discriminación”.
El joven ha señalado que en su parroquia habitual no pusieron “problemas” para que fuera el padrino de su sobrino, pero que fue el Obispado el que dio “una negativa”, en un primer momento “sin razones”, y que, además, advirtió a otra parroquia de que si acudía a ella también se le dijera que no. Salinas y su familia acudieron posteriormente al Obispado, donde se les comunicó que para la Iglesia sigue siendo mujer, pese a que en su DNI figura como varón. El joven ha reconocido que esta situación le aleja “bastante” de la Iglesia pese a que ha sido “muy cristiano” y practicante durante toda su vida, y ha añadido que cuenta con el apoyo de su familia.
Preguntado por el motivo por el que quiere participar de un sacramento en una Iglesia que le rechaza, Salinas ha explicado que quiere que su sobrino “crezca en la fe” como ha crecido él.
Fuente: Religión Digital y Agencias
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