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La encuesta es anónima y fue elaborada por 40 profesionales de distintas universidades argentinas, para el Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica. Se puede completar hasta el 30 de julio.
BUENOS AIRES, Argentina. Alrededor de 40 profesionales de distintas universidades argentinas se unieron para desarrollar el Primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica. Su objetivo es conocer las condiciones de vida y las inserciones laborales de esta población a lo largo de todo el país. Se realizará a través de un formulario online y anónimo.
“Este relevamiento busca conocer las condiciones de vida de la población de la diversidad sexual y de identidades de géneros de nuestro país contemplando los datos de manera interseccional”, contó a AgenciaPresentes Úrsula Sabarece, directora de Diversidad, Disidencia Sexual e Identidad de Género de la provincia del Chaco e integrante de la iniciativa.
“El proyecto surge de la necesidad de contar con datos estadísticos confiables sobre las condiciones de vida de la población de la diversidad sexual y de género. En especial en aspectos referidos al trabajo y las inserciones ocupacionales”, explicó Maximiliano Marentes. El sociólogo, investigador de Conicet con sede en la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (IDAES) de la Universidad de San Martín (UNSAM) es uno de los coordinadores del proyecto.
¿El objetivo? “Avanzar en la construcción de información de calidad, que pueda informar y orientar políticas públicas específicas”, resumió el sociólogo.
Información de calidad
La población heterosexual y cis -cuya identidad de género coincide con la que le fue asignada al nacer- posee información accesible en estadísticas como son el Censo Nacional y la Encuesta Permanente de Hogares. “Pero quienes no somos hetero-cis, quedamos invisibilizades en dichas encuestas”, advirtió Marentes.
Además, la información estadística disponible actualmente vinculada a la diversidad sexual y genérica son “relevamientos específicos y se limitaron a regiones específicas y/o poblaciones puntuales, dificultando la sistematicidad”.
Por tales motivos surgió la idea de realizar un censo de la diversidad sexual y genérica que sea federal sobre las actividades laborales y económicas de esta población. La encuesta es anónima, virtual, autoadministrada yse puede completar hasta el 30 de julio de 2023.
Generar datos diversos y federales
El censo permitirá comprender las particularidades del colectivo. “Qué tipo de trabajos tienen, en qué sectores económicos, en qué zonas del país se concentran más. Pero, además, tener información sobre salidas del closet, si compartieron con otres sus identidades sexo-genéricas, si han sufridos situaciones de discriminación”, detalló Marentes.
“Nos gusta decir que contarnos es otra forma de visibilizarnos. En este caso se trata de hacerlo de manera anónima, ya que la encuesta/censo es confidencial”, añadió.
Los participantes resaltan que se trata de un proyecto federal. “Es hermoso poder trabajar con colegas de diferentes lugares del país, de diferentes disciplinas, enriquece mucho. Y eso nos lleva a pensar también los desafíos que tenemos a la hora de generar datos estadísticos que incorporen una perspectiva de género y diversidad. Pero que al mismo tiempo logre garantizar la comparabilidad con otras fuentes de datos del país”, indicó el investigador del Conicet.
En este sentido, el grupo de trabajo se encuentra conformado por seis nodos. Corresponden cada uno a una región: Ciudad de Buenos Aires, Patagonia, Centro, Noreste/Litoral, Noroeste y Región Metropolitana de Buenos Aires. Además, colaboran en el equipo profesionales de otras regiones del país.
“Esto permite que los datos puedan ser analizados de manera nacional, por regiones y por provincias. Esto generaría un aporte para la definición de políticas públicas. Es muy importante dejar en claro que representa un aporte a todas aquellas iniciativas locales que existen acerca de dicho sector poblacional de forma integrada”, dijo, por su parte, Sabarece.
Que todes respondan
El proyecto también comprende otros objetivos, además de la elaboración del censo. Así, cuenta con una segunda acción que consiste en realizar entrevistas cualitativas a referentes de distintos espacios. “Tienen como fin reconstruir, desde la mirada experta, las problemáticas en torno a la diversidad sexual y de género en su vinculación con los ámbitos económicos”, explicaron les impulsores de la iniciativa a través de un comunicado.
Otra de las acciones será un mapeo de organizaciones, agrupaciones y espacios culturales de la diversidad sexual y de género a lo largo del país. Su fin es “explorar y situar las acciones que se están llevando a cabo”. Por último, la iniciativa realizará un relevamiento bibliográfico para “contribuir a la federalización del conocimiento”.
Para que el censo sea representativo de la población LGBTIQ+ debe tener una difusión de alto alcance. “Necesitamos la colaboración de todes. Tanto quienes sean parte de la población LGBTIQ+ para que respondan la encuesta, como quienes no lo sean y nos ayuden a difundirla. A mayor cantidad de respuestas, más representativo va a ser la información que obtengamos”, concluyó Marentes.
Juan Carlos Cortázar vivió en Argentina pero sin ningún parentesco con nuestro prócer literario, se hizo escritor en Buenos Aires (se dedicaba a la gestión pública) y esperó a jubilarse para meterse de lleno con la escritura. Desde entonces publicó Cuando los hijos duermen y Como si nos tuvieran miedo, entre otros; este último, el libro que sale en breve en nuestro país por Alto Pogo. Dos mujeres trans indígenas intentan sobrevivir poniendo una peluquería y evadiendo así la transfobia cotidiana y los destellos de la guerra interna del Perú de la que también formaron parte y de la que huyen sin mirar atrás.
Por Flor Monfort
19 de mayo de 2023 –
“Recios y barbudos, muy seguros tras sus discursos de justicia social, de igualdad, ¿qué necesidad de algo así? De acribillar con saña, de atacar con bronca los cuerpos y despedazarlos como si les tuvieran miedo, tanto miedo” escribe Juan Carlos Cortázar poco después de la muerte de una personaja trans a la que matan en su novela Como si nos tuvieran miedo, editada por Ferragosto y ahora en Argentina por Alto Pogo. Cortázar aclara “el título se lo robé a Donoso” pero él no estaba hablando de los cuerpos desobedientes a los que este autor peruano da voz y vida. Cuerpos que cargan con las ambiguedades más insoportables para tantos otros mortales que quieren disciplinarlos, castigarlos o tratarlos como escoria. Angie y Miluska tienen una pequeña peluquería en un barrio marginal: tres sillones rojos bastan para armar ese campo de resistencia, de belleza y alianza afectiva.
¿Cómo armaste estos personajes?
–Traté de entroncar, en la medida de mis posibilidades, con una mirada trans. Por eso investigué mucho, tardé cuatro años en escribir la novela. Yo puedo ser todo lo gay del mundo pero ser trans es otra cosa, totalmente distinta. Escuché muchas cosas, horas de escucha: muchas chicas travestis que se dedican al trabajo sexual y dicen que no se van a operar porque perderían trabajo. O transformistas que van con rugbiers, se meten los huevos para arriba, la pija para atrás y tienen sexo con ellos. Hay algo ahí que calienta mucho y a mí me interesa hablar sobre el deseo. Para mí el deseo se abre paso, como los ríos, y cuando se abre camino genera cosas que son hermosas pero a la vez tortuosas (la homofobia, la transfobia, etc) pero a la larga cuando se abre paso también genera imágenes, experiencias, situaciones bellas y luminosas. Hombres maduros que salen del clóset como yo, la gente me dice “qué valiente” y no fue para nada un acto de valentía, no pude hacer otra cosa porque es el deseo que se abre paso. Y no te lo voy a negar, fue lindo pero a la vez dejó un reguero de problemas, gente herida, quilombos. Uno no puede ir por la vida pensando que los actos de libertad no tienen costo.
Un peruano de apellido Cortázar en Buenos Aires
Juan Carlos vivió dos veces en Buenos Aires: la primera tres años, “entre el ultimo año del innombrable y antes de la debacle del 2000”, dice. Y luego en el segundo gobierno de Cristina, del 2011 al 2014. “De hecho tengo una hija porteña, que ahora tiene 23, y aparte dos hijos adoptivos. La primera vez vivía en Caballito, y la segunda vez en Cerviño y Oro así que re porteñazo”.
¿Cómo era llamarte Cortazar viviendo acá?
–Esta es una anécdota que es verdad: yo estaba haciendo la formación de dos años en Casa de Letras. Siempre se sumaba gente pero éramos un grupo de seis u ocho estables. Y también se sumaban docentes nuevos. Cada quien que entraba me decía “¿vos sos algo de…?” y yo tenía dos respuestas: la falsa pero verosímil, que era “ah, el tío Julio?” y la gente decía “aaaahhh”, en Chile diríamos quedaba peinada para atrás. Y la segunda respuesta, que es verdadera pero inverosímil, es “yo soy papá de Julio Cortázar”, que es verdad, porque mi hijo adoptivo se llama Julio. Cuando adoptas un niño grande no le cambias el nombre, y él ya vino a casa llamándose Julio.
¿Cómo te hiciste escritor? Contame esa historia.
–Yo me salí del clóset grande, a los 42, 43. Tenía un trabajo que pagaba las cuentas muy bien pero yo lo odiaba. Y en un momento me di cuenta que si no hacía algo que me llenara me iba a volver loco o a devenir asesino serial. En ese entonces yo estaba trabajando en Washington, no me gustaba Estados Unidos para nada asi que pedí un pase y me mandaron a Chile. Me dedicaba a la gestión publica. Y me acuerdo que en ese momento dije “¿qué hago?”. Compré una batería y me puse a hacer un taller de escritura. Al mismo tiempo aprendí a ser gay (risas). La batería nunca la saqué de las cajas hasta hace muy poco (y descubrí que es muy difícil) y luego (año 2010) me metí a un taller. Me dije claramente “esto va a ser un hobbie”, pero bueno, acá estamos. Luego llegué a Argentina y me metí en la Casa de Letras después de leer en una contratapa que un autor había ido allí. Me metí de cabeza a hacer la formación, los cursos, etc. me enseñaron Brindisi, Brizuela, la Gabriela Cabezón, Selva Almada… Así que no tengo tanto tiempo escribiendo, unos diez años.
La primera edición de la novela de Cortázar que llega a Argentina de la mano de Alto Pogo.
Y ahí pudiste renunciar…
–-A mí la escritura me salvó la vida, porque yo padecí mucho trabajo pero estaba atado a él. Yo trabajaba en el Banco Interamericano de Desarrollo. Estos organismos internacionales tienen un sistema de jubilación anticipada a los 55. Así que yo contaba los días como los presos. Sigo dando clases de gestión pública pero ya soy libre.
¿Tenés una rutina de escritura?
–Hasta hace poco yo tenía una disciplina más ordenada. Hasta Como si nos tuvieran miedo tenía un orden más estricto, pero ahora estoy escribiendo cuentos de barroco andino, que es muy homoerótico (siempre he dicho que entrar a una iglesia colonial es una clase de gay life, con esos cuerpos maravillosos). Yo he tenido un pasado militante cristiano de izquierda pero bueno, ahora estoy en otra onda. El barroco español tiraba unos cuerpos…. y ahora que terminé estos cuentos me doy cuenta que he tenido un ritmo de trabajo mucho más relajado. Antes trabajaba sobre la base de una idea, hoy día escribo más a partir de una sensación, de una imagen, de una frase.
¿Cuál fue la inspiración para Como si nos tuvieran miedo, que no es una voz que te corresponde biográficamente pero que tomaste para escribir?
–Yo he sido muy militante en mi juventud, así que ahora no tengo ganas de repetir el plato. Me parece fantástico militar pero yo no escribo por militancia. Puede tener consecuencias pero no es lo que busco. Cuando me propuse el proyecto quise descentarrme de mi voz de hombre cisgénero blanco. Ya había escrito algunos cuentos con personajes trans, de hecho Angie y Melgar, que es el barrio donde transcurre la acción, ya los había inventado para un cuento anterior, así que empecé a buscar por ahí. Acá en Santiago en el mundo gay el arco trans está muy presente, y esa fue una primera idea. Y al poco tiempo fue esta matanza en una discoteca en Orlando (de hecho la peluquería de la novela se llama Orlando) que me impactó mucho. La prensa peruana empezó a retomar casos de violencia contra la comunidad lgbt y hubo varios en la época de la guerra interna del MRTA. Había dos movimientos subversivos: el MRTA y Sendero Luminoso. Hubo una matanza muy importante en una ciudad de la selva con este discurso de limpia social; matar a los maricones que infectan a la juventud. Y esto me pareció interesante porque conectaba con mi experiencia militante. El MRTA tenía este gran tronco que es el guevarismo y parte del discurso del Hombre Nuevo, donde no entran ni la lesbiana ni el maricón ni les trans ni nadie. Ahi me hizo click y me fijé en esa matanza, que se llamó las Gardenias, fue en 1989.
Y tu novela sucede en 1992…
–Sí, la anclé en ese año porque pasaron muchas cosas: Fujimori cerró el Congreso, matanzas a cada rato, hubo el atentado más grande en Lima donde tiraron abajo un edificio, Tarata.
¿El MRTA y Sendero actuaban separados?
–Sí, Sendero fue el más poderoso, el más sangriento, la mirada maoista los hacía mas intransigentes y estaban más nucleados en las ciudades, mientras el MRTA actuaba más en la selva. Ambos tenían una lógica de limpieza moral. Cuando investigué los archivos de la Comisión de la verdad, pregunté si había testimonios de personas lgbt y me dijeron que había muy pocos. Solo hay uno que es público, que ni siquiera es de una persona homosexual sino que es de una mujer que vio cómo mataban a un grupo de homosexuales en la selva. Y ahi ficcioné esa imagen, que era muy fuerte: les ataban a un poste y les cortaban el pene. No los mataban a tiros sino que castigaban los cuerpos. La novela inicia con una cosa que yo vi, que fue que en una ladera de Lima prendieron fuego una oz y un martillo. Miluska militó en Sendero y se sale y se esconde en la peluquería.
Tenerle más miedo a los compañeros que a los enemigos…
–Maricones hay en todos lados y en Sendero tiene que haber habido. Es un personaje bien difícil de clasificar en que está, pero se da cuenta que la van a matar entonces se hace la muerta y escapa. El temor es que la descubran y es ahí donde ella termina escondida en esta peluquería con Angie. Creo que es algo poco explorado y que la ficción puede ayudar a entender. El horror de vivir por un lado con miedo a los militares y por el otro a los ex compañeros.
Eso también explica que hay personas que no salen del clóset.
–En Cuando los hijos duermen, hay dos personajes, uno es un hombre maduro con hijos que decide salir del clóset, y conoce otro hombre que decide no salir del clóset para seguir cerca de sus hijos. ¿Cuál de las decisiones es mejor? No hay respuesta. Cuando yo le planteé a mi ex mujer que quería estar con hombres pensé en esta opción de tener una vida alterna secreta y si no elegí eso fue porque soy muy malo mintiendo. Yo me salí del closet en inglés porque en ese momento estaba en Estados Unidos y creo que eso me ayudó mucho, aprender todo el lenguaje gay en otra lengua. Mi familia era bastante liberal, yo estudiaba en un colegio católico, progre pero católico al fin, pero yo no me lo decía, en mi cabeza no tenía palabras. Supongo que me gustan los hombres desde que nací pero no tenía capacidad de expresarlo.
¿Qué pensas de las críticas por escribir personajes trans sin serlo?
–Shakespeare nunca fue a Venecia ni a Dinamarca, sin embargo sus historias ocurren allí. Cervantes nunca fue un terrateniente empobrecido de Castilla y sin embargo ahí tienes al Quijote, y Homero no era ni troyano ni guerrero. Menciono estos ejemplos no por compararme sino por mencionar que desde el origen la literatura consiste en este desequilibro entre nutrirte de lo que vives e impersonar lo que no eres. Ese es el arte. Yo no tengo problema con la autoficción pero no me llama la atención. Si escribo un cuento de dos chicos sicarios gays en Cuzco, no soy ninguna de todas esas cosas: ¿y? El arte no tiene que ser testimonial. Hay gente que lo hace muy bien y me encanta, Lemebel por ejemplo. Pero cada uno tiene que escribir desde su musa. Mi literatura es realista pero no busco hacer una réplica de la realidad.
Comentarios desactivados en Declaran culpables a 11 policías por el abuso sexual a detenidas en una comisaría
Mujeres y personas trans sufrieron graves abusos y torturas durante cuatro meses, mientras estaban detenidas. El juicio fue por jurado popular y ahora esperan el monto de la pena.
BUENOS AIRES, Argentina. Un jurado popular declaró culpables a 11 policías por el delito de vejaciones y abuso sexual. Las víctimas fueron 28 personas trans y mujeres que siguen afectadas por la violencia sufrida, con lesiones psicológicas y físicas que persisten. No quieren hablar. El terror las habita.
El miércoles 10 de mayo estaba prevista la audiencia de cesura, pero fue pospuesta. Durante esa audiencia las partes requieren el monto de la pena al juez Gerardo Gayol, del TOC 4 de La Matanza para que dicte sentencia. Por unanimidad, los 12 jurados estuvieron de acuerdo en considerar culpable a 11 de los 15 policías bonaerenses acusados. El veredicto se conoció el sábado 22 de abril.
A pesar de las normativas que lo prohíben, hoy las comisarías siguen albergando detenidos y detenidas muy por encima de sus capacidades. ¿El motivo? Los penales también están sobrepoblados, y la tasa de prisionalización no para de crecer.
— Comisión Provincial por la Memoria (@CPMemoria) April 24, 2023
El caso
Los hechos denunciados tuvieron lugar en la Comisaría 3° de la Tablada, en La Matanza, entre septiembre de 2019 y enero de 2020.
El personal policial fue señalado como responsable de gravísimos delitos. Fueron declarados culpables el subcomisario Lionel Maximiliano Gómez, Ángel Ariel Reales y Javier Ramón González por los delitos de severidades y abuso sexual; Valeria Suárez, Silvia Solari y Lara de las Nieves Taramazzo por el delito de severidades; Silvina Suárez por el delito de abuso sexual; y Hernán Garzón, Yanina Vargas, Johanna Romero y Franco Hinojosa por el delito de vejaciones. Por su parte, Maida Ruiz, Cristian Aliaga, Leandro Maidan y Ariel Pasquale fueron declarados no culpables por el jurado.
La causa penal tenía otros 6 policías, integrantes del Grupo de Apoyo Departamental (GAD), imputados por el encubrimiento de estos hechos; 5 de ellos firmaron un juicio abreviado. Uno de los abusos cometidos por GAD fue luego de una protesta cuando encerraron a 10 detenidas en un baño ínfimo. Las obligaron a desnudarse y a los golpes las obligaron a hacer ejercicios de fuerza mientras les gritaban “negras de mierda”, “putas”, “mugrientas”.
Desamparadas
Otro de los hechos fue durante una requisa en la que buscaban un celular. Las víctimas declararon que un agente policial de la comisaría revisó en sus cavidades íntimas, con sus dedos, y con el mismo par de guantes, a un mínimo de cuatro personas. Las requisas se realizaron sin autorización judicial y en el lugar había un escáner. Es decir que la maniobra era evitable.
Además, se supo en el juicio que era habitual el robo y la destrucción de los alimentos que ingresaban las familias de las detenidas, el aislamiento extremo como forma de castigo en pequeñas celdas por tiempos prolongados, teniendo que orinar y defecar en botellas y bolsas descartables. Y también las hambreaban, arrojaban comida fresca en el patio y dejaban que se echara a perder, a la vista.
Se les administró agua en condiciones peligrosas para su salud.
Comisaría 3 de La Tablada, La Matanza, Provincia de Buenos Aires.
El contexto
El caso puede (y debe) leerse en una serie. Sofía Fernández (39) murió en una celda de una comisaría de Pilar, y aún se desconoce qué maniobra produjo la asfixia que terminó con su vida. El año pasado, Sasha Barrionuevo (38) falleció detenida en Mar del Plata por falta de asistencia médica. Estaba alojada en la alcaidía 44 del Complejo Carcelario de Batán. Había bajado más de 30 kilos en el último tiempo, estaba perdiendo la visión y casi no tenía movilidad cuando la llevaron (demasiado tarde) en camilla a recibir atención extramuros.
Según el informe emitido por la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), durante 2022 hubo 129 crímenes de odio en la Argentina. De ese total, el 5% fue perpetrado específicamente por personal de las fuerzas de seguridad en ejercicio de su función estatal, es decir, configuran casos de violencia institucional. El informe también consigna que el 84% de los casos (108) tienen como víctimas a mujeres trans. De esa cifra 12 fueron asesinadas.
(Pincha en la imagen para agrandarla)
Según el Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena, estadística penitenciaria oficial del país, que muestra la evolución y las características de la población privada de libertad en unidades penitenciarias, en 2021, en la Provincia de Buenos Aires hubo 92 mujeres trans detenidas y un varón trans, sobre un total de 46.437 personas. Las mujeres fueron 1.689, con lo cual los varones representan el 96,2% del total de detenidos en cárceles. Para saber lo que sucede en las comisarías la información no es pública, pero se puede inducir que las proporciones serán similares. Veamos cómo crece la cantidad de detenidos, sin que esta estrategia mejore de forma significativa los niveles de seguridad.
Durante las jornadas del juicio, familiares de las víctimas y militantes acompañaros con diferentes acciones. Foto: Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) La Matanza.
El juicio
Lily Galeano integra la agrupación H.I.J.O.S de La Matanza. Es una de las militantes que acompañó el desarrollo de este juicio. “Mi mirada como hija, en este otro tipo de juicio, tan hermanados a la justicia social”, compara, como hija de desaparecidos de la última dictadura cívico militar (1976-1983), terrorismo de Estado que también incluyó al colectivo travesti trans.
La mujer construye un activismo situado en su territorio, con epicentro en el distrito más populoso del Gran Buenos Aires. Acompaña a familias con situaciones actuales de violaciones graves a los derechos humanos, que se siguen (re)produciendo hasta nuestros días.
«Los juicios contra los genocidas ya tienen otro marco», remarca, «otra jurisprudencia, otra aceptación social. Pero en los juicios por hechos de gatillo fácil, por ejemplo, hay otros estereotipos que pesan socialmente: el pibe chorro, la persona trans, la trabajadora sexual. Son sujetos sociales que siguen encontrando múltiples barreras, económicas y simbólicas, para acceder a la justicia», explica Lily.
“Era un juicio contra las mujeres pobres, y un juicio de clase: machista, racista”, remarca en diálogo con Presentes. Es uno de los motivos por el cual las víctimas no se sienten seguras para hablar. La defensa de los policías acusados fue muy agresiva para con ellas. No sirvió de nada ante el jurado popular, que “comprendió el dolor de las víctimas”, y tomó la decisión de protegerlas y condenar a los policías.
La Comisión Provincial por la Memoria representa a 17 de las 28 víctimas. Como querellante denunció la “sistematicidad” y la responsabilidad de la institución en prácticas que constituyen actos de tortura, con la intencionalidad de provocar sufrimientos y padecimientos graves en las víctimas, siendo funcionarios públicos con el deber de velar por la seguridad y la integridad de los detenidos.
Una red del bien
La investigación judicial se inició con una denuncia de la Defensoría General de La Matanza y el entonces Defensor de Casación, Mario Coriolano, que vehiculizó un habeas corpus presentado por familiares de las víctimas y una posterior denuncia penal de la CPM el 21 de enero del 2020.
Las audiencias fueron acompañadas por H.I.J.O.S. y APDH de La Matanza, la distrital de La Matanza de Suteba y colectivos de género y derechos humanos de la región.
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Relatos y experiencias sobre cómo se vive la diversidad sexual en la comunidad judía de Argentina.
BUENOS AIRES, Argentina. Podría decirse que el pueblo judío es, por sobre todas las cosas, el pueblo de la Torá (el antiguo testamento de la Biblia). Cada rollo de este, el objeto más sagrado de la religión, debe ser escrito a mano cuidadosamente por un escriba (sofer). A la hora de rezar, la congregación debe ponerse de pie cuando la Torá se saca de su arca, y la halajá – la ley judía – está basada en sus palabras.
Es en la Torá, específicamente en Levítico 18:22, que encontramos lo que por milenios se ha interpretado como una prohibición explícita de la homosexualidad: “no te acostarás con varón como con mujer; es abominación”.
Sin embargo, a este verso le cabe otra interpretación posible. Por supuesto que “no te acostarás con varón como con mujer”; es simplemente imposible, ya que se trata de identidades diferentes. Pero, ¿por qué querría, en realidad, un varón homosexual acostarse “como con mujer”, si su atracción sexual no es hacia ellas?
Lecturas, interpretaciones, realidades
Otra lectura posible nos obliga a considerar el contexto histórico. ¿Se referiría acaso a las prácticas sexuales promiscuas como modo de culto pagano y politeísta que practicaban los antiguos griegos y egipcios, culturas de las que el judaísmo, como religión monoteísta, buscaba diferenciarse? Cabe destacar también, que la palabra “abominación” (toevah en hebreo) que suena tan áspera en nuestra lectura contemporánea, es utilizada a lo largo de la Torá para identificar a cosas tan variadas como la idolatría, el comer animales prohibidos y el ser deshonesto en los negocios.
Otra interpretación viene de la mano del rabino de la comunidad Or Israel Diego Vovchuk, que señaló para Presentes que el versículo se encuentra al final del listado de todas aquellas relaciones que se consideran incestuosas. “Una interpretación que a mí me gusta es que lo que en realidad está queriendo decir es que las mismas relaciones que están prohibidas entre un hombre cis y una mujer cis, también lo están para una pareja de hombres”.
La lista de posibles lecturas sigue. Y es que el pueblo judío es, por sobre todas las cosas el pueblo de la Torá, y como tal, tiene no solo el permiso sino la obligación de leerla y releerla, de discutir con el texto e incluso de pelearse con él. “La Torá debe ser resignificada permanentemente porque el paradigma así lo exige”, dijo Diego Vovchuk.
Por su parte, Gustavo Michanie, ex-presidente de JAG, señaló otra lectura de la Torá que acompaña la diversidad en el judaísmo. “Fuimos pioneros en algo: en la subrogación. Abraham no podía tener hijos con Sara, y ahí vino la primera”. Leandro Kaus de Hamakom LGBTIQ+ dijo que “si querés buscar y encontrar una historia con travestis, por ejemplo, la vas a encontrar: va a haber uno que se hizo pasar por mujer y era hombre”.
Esta apertura existe en las ramas más abiertas del judaísmo: las comunidades conservadoras y reformistas que, a diferencia de aquellas ortodoxas cuya lectura de los textos bíblicos es más rígida, presentan un sinfín de interpretaciones que permiten perfectamente la coexistencia de la vida comunitaria y religiosa con el ser parte de la comunidad LGBT.
En 2004, un grupo de amigos judíos argentinos gays quisieron reflejar esta diversidad dentro de la comunidad judía de modo institucional. Así decidieron nombrar al primer organismo judío LGBT: JAG, que no solo significa Judíos Argentinos Gays, sino que también significa, en hebreo, fiesta. “La idea era tener un espacio recreativo” contó Gustavo Michanie, ex-presidente de JAG. “En ese momento, nunca se hablaba del tema y nadie se animaba a salir del closet”.
Así, JAG funcionaba no solo cómo un espacio al que ir a debatir sobre películas, escuchar charlas de rabinos, celebrar una cena de shabat o jugar al bingo. Se convirtió por, sobre todo, en un espacio de contención. “Una vez, en un festejo de Pesaj, se acercó un hombre de unos 50 años y se puso a llorar”, dijo Michanie a Presentes. “Me contó que cuando tenía 22 años lo habían echado de la casa porque contó que era gay y que nunca más había vuelto a compartir un seder en familia como el de ese día”.
El trabajo de JAG también se vio atravesado por el activismo. En 2010, trabajaron con otras instituciones LGBT nacionales para que se aprobara la Ley de Matrimonio Igualitario. Durante ese período, tuvieron charlas con senadores y también con rabinos de movimientos ortodoxos. “Siempre fuimos con el diálogo”, destacó Michanie. “Si los ortodoxos me dicen que no a algo, me siento a dialogar. Hoy tengo buena relación que rabinos ortodoxos, que me invitan a sus congregaciones y me convocan”.
Gustavo Michanie, expresidente de JAG. Foto: Gentileza de Cecilia Frenkel.
Hace años que JAG no está activo, pero fue su trabajo el que allanó el camino para el desarrollo de actividades en otros espacios institucionales similares. Hoy, existen varias organizaciones que o tienen un foco de género y diversidad, como Judies Transfeministas, o llevan a cabo algunas actividades con esa perspectiva, como Fundación Hillel.
Uno de estos programas, Hamakom LGBTQI+, surgió en noviembre 2021 con la intención de darle un marco a jóvenes judíos LGBTIQ+. Hoy, el proyecto está a cargo de Leandro Kaus, Abigail Lichtenstein y Constanza Ros.
“Nos encontramos con mucha gente que estaba cerca de la comunidad como con gente que no tenía la menor idea y se acercó porque conoció que había un proyecto de esta índole”, contó Kaus a Presentes. “Hay gente de todo tipo; gente fuera del closet y gente que no puede salir porque viene de comunidades muy religiosas. La idea es ir acompañándolos y también proponer eventos para el resto de la organización de Hamakom con la idea de educar en la diversidad”. El objetivo de estos espacios es, también, que puedan recibir preguntas no sólo de jóvenes LGBT, sino de sus padres y sus familias. “Les mostramos que hay una comunidad y una contención, que tu hijo no está planteando una vida en soledad”, agregó Kaus.
Hace poco, Hamakom LGBTIQ+ ingresó al World Jewish Congress LBGT, como lo había hecho JAG. Allí, aprenden sobre los modos de distintas comunidades en todo el mundo. La sociedad mexicana, por ejemplo, es mucho más conservadora, mientras que en Brasil reescribieron las brajot (bendiciones) en lenguaje inclusivo. Existen movimientos judíos LGBT en todo el mundo, desde Israel y Estados Unidos hasta distintos países de América Latina y Europa. La primera jupá igualitaria de la región fue, sin embargo, en la Argentina.
Primera jupá igualitaria
Romina Charur decidió acercarse a JAG cuando quiso casarse con Victoria Escobar por jupá (es decir, bajo la tradición judía). Para ello, se acercó primero a la comunidad NCI Emanuel, donde la rabina Karina Finkelstein era la rabina en ese momento. “En ese momento, ni se hablaba de eso”, explicó la rabina a Presentes. “No podía ser decisión mía porque iba a cambiar la historia de la congregación; tenía que ser decisión de la comunidad”. Finkelstein, entonces, comenzó por donde siempre empieza cuando una pareja le comunica su decisión de casarse: las instó a Romina y a Victoria a incorporarse a la vida comunitaria. Empezaron a ir a los servicios de shabat y a las actividades sociales del templo. Así, cuando finalmente se casaron, “no era la familia rara de la comunidad, eran una familia comunitaria”, explicó Finkelstein.
El trabajo de JAG permitió pensar actividades para toda la comunidad.
Previo a casarse, Romina pasó a ser parte de la Comunidad Directiva de NCI. Fue desde allí que comenzó a trabajar en la responsa de la Asamblea Rabínica del Movimiento Conservador Mundial, que permitía a personas del mismo sexo contraer matrimonio dentro del judaísmo siempre y cuando esa comunidad se adhiriera a esa responsa. El 21 de marzo de 2016, NCI fue la primera en hacerlo en América Latina, y por unanimidad. “Realmente fue un avance muy importante dentro de la comunidad en general porque abrió puertas a un montón de comunidades a adherirse”, contó Romina. “A las dos semanas se casó Diego Vovchuk, y luego siguieron un montón de otras familias”. Desde 2018, Romina es presidenta de JAG.
“Lo más importante de este proceso fue la educación comunitaria, tanto para ellas como para el resto de la comunidad”, señaló Finkelstein. “No se puede ser judío en soledad: hay que hacer comunidad. Al final, el sitio físico de la comunidad no le habla a la gente, lo que le habla es la idea que tenés. El lugar es una mesa en cualquier lugar del mundo donde se hable de Torá. Eso es lo más creativo del mundo judío”.
Comentarios desactivados en Marcha por la ley de la reparación histórica para personas trans: “Nuestra venganza será llegar a viejas”
Imagen: Euge Azar
Hace más de 8 años que el colectivo travesti trans impulsa un proyecto de Ley de reparación histórica. El objetivo es exigirle al Estado un reconocimiento por la persecución sistemática padecida tanto en dictadura como en democracia. Este año lo hará nuevamente con una movilización: el 24 de mayo. La concentración será desde las 15 en la Casa Rosada y a las 16 se marchará hacia el Congreso de la Nación.
Este 24 de mayo el colectivo travesti trans vuelve a salir a las calles para exigir de manera urgente la aprobación de una Ley de Reparación Histórica para estas identidades sobrevivientes. La movilización comenzará a las 15 en la Casa Rosada y a las 16 se marchará al Congreso de la Nación donde se compartirá un documento. La jornada finalizará a las 17 con un festival que cuenta con la participación de artistas del colectivo Travesti Trans como La Tía Marilu, Casa Exilia, Max Vanns y Floro.
Desde hace más de 8 años que las personas Travesti Trans mayores de 40 años se autoconvocan para impulsar un proyecto de Ley a nivel nacional. El colectivo explica que el objetivo es exigirle al Estado argentino una reparación por los años de persecución sistemática que han padecido tanto en dictadura militar como en democracia con los llamados edictos contravencionales.
Una vejez digna
El proyecto reclama una pensión reparatoria y un acompañamiento en salud integral para una vejez digna. Y es que las travestis trans han luchado durante años contra un aparato represor que se ha encargado de borrarlas de la historia con ignorancia y negación. Sus voces y testimonios están siendo ahora tomados en cuenta en los juicios de lesa humanidad y son testigues claves.
Exigen además, que se cumplan los derechos vigentes, que se efectivice el cupo laboral trans en todo el país, sobre todo en las provincias donde las compañeras siguen ejerciendo la prostitución como única salida. “Pedimos el acceso a la salud integral entendiendo que la esperanza de vida de una persona trans es de 35 años, exigimos planes y programas de acceso a viviendas dignas, el cumplimiento efectivo de la ESI, la visibilidad de lxs compañerxs Trans Masculinos, el pago del programa de Fortalecimiento Travesti Trans, la apertura de los archivos policiales y antecedentes, entre otras cosas”, explican.
“La gran consigna es la reparación histórica de la comunidad travesti y después todas las otras que se desprenden de ella, como la aparición de Tehuel, que el cupo laboral travesti trans se cumpla en todo el país con trabajo genuino y no con precarización laboral, que se cumpla la ley de identidad de género y que se reglamente el artículo que habla sobre la salud, que se la reglamente toda para que no quede en ley muerta y también reclamos específicos en el marco de la salud como que el Conicet se ponga a investigar sobre las problemáticas de los cuerpos travestis, puntualmente sobre la inyección de silicona y cómo extraer la silicona”, dijo a Soy la referente histórica Marlene Wayar.
Universalizar derechos
Wayar dijo además que “otros reclamos del momento, de urgencia es que se universalicen los diferentes programas sociales que están en danza que no llegan a las personas travestis y trans con mayor necesidad sino que los cupos están raleados en quienes participan de algún espacio político partidario y a las personas del común que están más urgidas, no llegan. Y en relación a la educación sexual integral debería contemplar a los cuerpos travestis trans y hay una visión que depende de cada institución que la imparte de qué se habla, si de anticoncepción, y podemos hablar del deseo, de las formas de acercarnos al otro y a la otra, el respeto”.
Tanto Marlene como el resto del colectivo esperan que la movilización sea representativa: “esperamos que sea grande, están viniendo con mucho esfuerzo muchas compañeras de las provincias. Estamos viendo si pueden venir al menos 2 de cada provincia del territorio nacional. Lo lindo sería que todas las personas que venimos participando a través de las redes podamos estar y participar. Necesitamos un lugar para que puedan descansar y refrescarse”.
“Hasta ahora tenemos pocas plazas confirmadas para recibirlas. No tenemos espacios propios. Y esperamos que puedan entender que de eso se trata la ley de reparación que no es una ley individual sino que nos repare como comunidad. Exigimos estar en las bancas y que la ley de paridad no se entienda como paridad entre hombres y mujeres sino de paridad entre los diferentes sectores del país y uno de esos sectores es el nuestro”, agregó Wayar.
Y parafraseando a Lohana Berkins, desde el colectivo dicen: “Nuestra venganza será llegar a viejas”.
Comentarios desactivados en Francisco, Yorio y Jalics: una memoria difícil
Jalics: “Estoy reconciliado con los acontecimientos”
“Superior en 1973, a la edad de 36 años, no estaba a favor de que los jesuitas se comprometieran en asuntos políticos”
“Los militares secuestraron a los dos jesuitas porque estaban cerca de un grupo de jóvenes laicos, que habían sido secuestrados días antes y porque pretendían limpiar la iglesia de los sacerdotes tercermundistas”
“Después de casi seis meses de secuestro, Yorio y Jalics aparecieron en octubre en un campo en Cañuelas. Estaban completamente desnudos”
| Francesco Strazzari
(Settimana News).- En el diálogo con los hermanos jesuitas durante el viaje a Budapest (cf. Civiltà Cattolica 9 de mayo de 2023; cf. SettimanaNews, qui),) el 29 de abril, el Papa Francisco respondió a una pregunta incómoda sobre dos jesuitas que, en el momento de su responsabilidad como provincial en Argentina (1973-1979), fueron encarcelados, torturados y después de unos meses, liberados: Orlando Yorio y Ferenc Jalics.
“Se desarrolló la leyenda de que yo sería quien los habría entregado para ser encarcelados. Sepan que hace un mes la Conferencia Episcopal Argentina publicó dos volúmenes, de los tres previstos, con todos los documentos relativos a lo sucedido entre la Iglesia y los militares. Allí se encuentra todo”. “Hice lo que creí que debía hacer para defenderlos”.
Totalmente exonerado por Jalics (Yorio murió en 2000), Francisco no niega la “distancia” con Jalics, incluso en su última conversación (“Vi que estaba sufriendo porque no sabía cómo hablarme”) y enfatiza: “Las heridas de esos años han permanecido tanto en mí como en él”. En general, “la situación en Argentina era confusa y no estaba del todo claro qué debía hacerse”.Francesco Strazzari reconstruye aquel clima a partir de sus contactos en los viajes efectuados a Argentina (Redacción de SettimanaNews)
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Incluso bajo la breve presidencia de Isabelita Perón (1974-1976) hubo secuestros y desapariciones en los barrios de los pobres. Ya antes del golpe de Estado (24 de marzo de 1976), con el que se inició la dictadura despiadada, en la iglesia de Santa María Madre del Pueblo, el párroco Rodolfo Ricciardelli, una de las figuras más carismáticas y activas del movimiento de sacerdotes tercermundistas, junto con los sacerdotes Jorge Venazza y Carlos Mugica (asesinados en 1974), se habían dado cuenta del peligro de seguir trabajando en los monobloques del barrio.
Militantes de diferentes sectores operaban allí. Entre ellos estaban los jesuitas Orlando Yorio y Ferenc Jalics. Bergoglio había conocido a Yorio a principios de los años 60 en el Colegio Maximo. Fue su profesor en los dos años de teología. Jalics lo conoció en el mismo lugar y al mismo tiempo.
Los jesuitas en la dictadura militar
Bergoglio no compartía sus posiciones y su actividad. Durante mucho tiempo se había distanciado de ellos, provocando descontento en la Compañía argentina. Superior en 1973, a la edad de 36 años, no estaba a favor de que los jesuitas se comprometieran en asuntos políticos. Los dos jesuitas – también había otros – se habían orientado hacia los pobres con actividades pastorales, que tenían un propósito muy específico, claramente evangélico.
Vivían en el barrio Rivadavia y eran muy activos en el movimiento “Peronismo Básico” (PB.) Cuando ocurrió el golpe, ambos con el padre Luis Dourrón ya no contaban con las autorizaciones necesarias para ejercer el ministerio. La Compañía de Jesús había decidido disolver la comunidad del barrio Rivadavia, permitiéndoles celebrar misa hasta que ingresaran en otra congregación o fueran incardinados en alguna diócesis.
Jalics y Yorio no estaban entusiasmados con la solución, de hecho tuvieron una reacción muy dura. Dentro del Colegio durante todo un año discutieron con Bergoglio, permaneciendo en posiciones distantes. El mismo Bergoglio en una audiencia en 2010 anunció que ambos habían pedido abandonar la Compañía. La solicitud fue transmitida a Roma.
A Yorio y Dourron se les permitió abandonar la Compañía el 19 de marzo de 1976, mientras que Jalics decidió quedarse. Dourron fue incardinado en la diócesis de Morón, mientras Yorio esperaba. Bergoglio declaró en la audiencia: “Les ofrecí vivir en la curia provincial junto conmigo, los tres”.
Secuestros y tensiones
Del 11 al 23 de mayo de 1976, grupos vinculados a las fuerzas armadas de la dictadura allanaron las casas de militantes y habitantes del barrio Rivadavia y Bel Basso Flores. Yorio y Jalics, que tenían contactos con el “peronismo básico”, también fueron secuestrados.
“Mi primera impresión “, informó Bergoglio más tarde, “fue que los liberarían inmediatamente porque no tenían nada de qué ser acusados. Además, estaba convencido de que no era una operación para buscarlos a ellos solos, sino una redada en la que cayeron”. Los militares secuestraron a los dos jesuitas porque estaban cerca de un grupo de jóvenes laicos, que habían sido secuestrados días antes y porque pretendían limpiar la iglesia de los sacerdotes tercermundistas, a los que consideraban comunistas, como lo demuestran los asesinatos de los padres Palottini de la parroquia de San Patrizio en el barrio de Belgrano y otros en el mismo año.
El juicio de Horacio Verbitsky en su obra es despiadado: “Historia política de la Iglesia Católica” (III vol.). Criticando duramente las acciones de Bergoglio, afirmaba que se había propuesto limpiar la Compañía de “jesuitas zurdos”.
Únicos supervivientes
Después de casi seis meses de secuestro, Yorio y Jalics aparecieron en octubre en un campo en Cañuelas. Estaban completamente desnudos. Yorio llamó a Bergoglio y le informó de la liberación. Habían estado en la Escuela de Mecánica del Ejército junto con otros reclusos y luego fueron trasladados a un lugar, que no pudieron identificar.
Bergoglio trabajó para que el secretario de la nunciatura ayudara a Yorio a obtener autorización para incardinarse en la diócesis de Quilmes. Luego fue enviado a Roma para estudiar derecho canónico. Jalics fue a los Estados Unidos, donde vivía su madre.
Yorio murió en 2000 en Montevideo, donde trabajó en la parroquia Santa Bernardeta. Bergoglio mantuvo relaciones con Jalics a lo largo de los años. En 1978 Jalics encontró hospitalidad en el monasterio de Wilhelmsthal, en el sur de Alemania. Luego se mudó a Budapest en 2017, donde murió de Covid en 2021.
El 15 de marzo de 2013, hizo una declaración muy importante y largamente esperada: “Años más tarde tuvimos la oportunidad de conversar con el Padre Bergoglio sobre lo que había sucedido. Luego celebramos la Misa junto con la gente y nos dimos un abrazo solemne. Estoy reconciliado con los acontecimientos y considero que el asunto está cerrado”.
Comentarios desactivados en Victoria Villarruel, diputada nacional y compañera de fórmula de Javier Milei (Libertad Avanza), desinformó sobre la ley de matrimonio igualitario, vigente en Argentina desde 2010
La compañera de fórmula de Javier Milei dijo que la unión entre personas de el mismo sexo ya estaba “garantizada con la unión civil”. Esta información es deliberadamente falsa.
La unión civil es un tipo de unión que si bien tiene alcance legal – con personas que conviven al menos por dos años- no tiene alcance federal ni contempla la misma cantidad de derechos que el matrimonio.
“Lo que dice Villarruel es falso por varios motivos. Primero porque en la Argentina no había una unión civil a nivel nacional. Había una unión civil en determinadas localidades, en la ciudad autónoma de Buenos Aires, que por supuesto no garantizaban los mismos derechos que los derechos que garantiza el matrimonio hoy. No estaba contemplada, por ejemplo, la posibilidad de la adopción conjunta, las cuestiones hereditarias. Eran derechos muy escasos y por supuesto no existía el reconocimiento de la voluntad procreacional que vino con el matrimonio igualitario”, explicó a Presentes Ricardo Vallarino, integrante de la organización 100% Diversidad y Derechos.
La candidata a Vice de Milei, en contra del Matrimonio Igualitario, y a favor de la Unión Civil.
En otro momento, Villarruel dice que el matrimonio – o el término matrimonio- tiene una connotación religiosa, como si eso le sacara valor. Esto también es falso. “El matrimonio que se discutía era el matrimonio civil. Y era civil desde siglo XIX. En la discusión, que la ley para parejas del mismo sexo tuviera el mismo nombre era precisamente el estatus igualitario del mismo, justamente. Que no hubiera absolutamente ningún tipo de diferenciación entre los derechos a los que podía acceder una pareja heterosexual o alguna pareja de gays o de lesbianas, o cual fuera la identidad de género de éstas. La diputada hace eco de argumentos que se escucharon hace mucho cuando se discutía la ley y esos argumentos fueron desarticulados y rebatidos en su momento”, agrega Vallarino.
12 de mayo de 2023
Agencia Presentes
Fuente Agencia Presentes
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Nota: Leer su biografía en Wikipedia es un relato de terror. Y para los españoles, su amistad con Santiago Abascal es toda una declaración de principios negacionistas y de peligrosa extrema derecha. Dos ejemplos y coda final corrupta:
Con Javier Milei
Igual que el partido VOX se niega a condenar la Dictadura Franquista y su cruel represión, Villarruel o reivindica la dictaduracívico–militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. Ha sido acusada de negacionismo del terrorismo de Estado en Argentina por medios de comunicación y organizaciones por los derechos humanos del país por tener “opiniones del tipo negacionista” y “reivindicar a la teoría de los dos demonios” según su criterio.30 Villarruel por su parte niega dichas acusaciones, pero la realidad es que cuestiona lo que según su opinión es la “historia oficial” de la Argentina moderna que ubica exclusivamente durante lo que ella llama “guerra sucia” en los años 1976-1983, cuando en la Argentina gobernaba la dictadura cívico-militar autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
Con Santiago Abascal
En una columna de opinión para Infobae en 2019 reivindicó el partido español de extrema derecha, homófobo y racista Vox. Villarruel firmó la Carta de Madrid, un documento redactado por el partido Vox que califica como “criminales” y “parte de una conspiración global influenciada por Cuba” a los grupos de izquierda de Iberoamérica.
Y, como no podía faltar en ningún ultraderechista que se precie, al poco tiempo de asumir su cargo de diputada, asomó su patita corrupta alusar los pasajes aéreos provistos por el Estado, otorgados a los diputados para fomentar el federalismo y la participación democrática. Tal como informa la página web del Congreso de la Nación, los pasajes son intransferibles y vencen a los 30 días de otorgados por lo que la diputada Villarruel emitió en febrero y marzo pasajes a futuro informando en sus redes sociales las actividades legislativas realizadas…
Comentarios desactivados en Ciudad de Buenos Aires: Adolescentes trans podrán hacer su cambio de DNI desde los 16 años sin acompañamiento
El Registro Civil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires realizó una serie de cambios para facilitar el acceso al cambio registral. Fue luego de un pedido de las organizaciones.
BUENOS AIRES, Argentina. El Registro Civil porteño informó que se modificó el procedimiento para que las adolescencias trans puedan acceder al derecho del cambio registral.
La ley de identidad de género da el derecho al cambio de género en el registro por vía administrativa sin patologización ni judicialización, pero establece requisitos diferentes para ejercerlo en función de la edad. Hasta ahora los adolescentes menores de 18 años debían acceder al cambio con autorización y acompañamiento de sus padres y un patrocinio jurídico obligatorio.
Las organizaciones celebraron este cambio en la normativa. “Es un avance en el ejercicio del derecho a la identidad de género de adolescentes de 16 a 18 años quienes podrán acceder a un Documento Nacional de Identidad que refleje su identidad por derecho propio, de modo libre y sin la tutela de sus progenitores”, afirmaron.
El reclamo se presentó ante el Registro Civil con el apoyo del Ministerio Publico de la Defensa de la Ciudad. Se hizo a través de la Defensoría Nº 5, y estuvo a cargo en 2022 del Dr. Patricio Canepa, siendo ahora la titular la Dra. Giselle Furlong Pader.
Lo que falta
Las modificaciones no incluyen a las personas menores de 16 años. A ellos se les exige la firma de ambos progenitores y el patrocinio jurídico obligatorio por restringir la autonomía progresiva de infancias y adolescencias.
“Sabemos que las infancias y adolescencias trans son excluidas de sus familias, por lo que el trámite obligatorio con la firma de sus progenitores o tutores es un impedimento”, dijo a Agencia Presentes, Martín Canevaro, integrante de 100% Diversidad y Derechos.
Las organizaciones solicitan que, en el caso de personas menores de 13 años, accedan al trámite con su requerimiento y con el asentimiento de alguno de sus progenitores o referente afectivo. “No siendo en ningún caso obligatorio el patrocinio jurídico, el que sólo deberá ser provisto por el Estado de la ciudad cuando existan conflictos de intereses con sus representantes legales”.
Las organizaciones recuerdan que la actualización del Código Civil de 2015 expresa que “a partir de los dieciséis años se las considerada como personas adultas para las decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo. Y entre los trece y dieciséis años se presume que tienen aptitud para decidir por sí respecto de tratamientos de salud que no resulten invasivos. Además, reconoce la asistencia letrada como un derecho y sólo ante conflictos de intereses con sus representantes legales”.
Cómo funciona
Actualmente, la Ciudad brinda un patrocinio a través de la Asesoría General Tutelar. Previo a esto se realiza una entrevista con profesionales de la salud mental. «Se culmina un círculo restrictivo y patologizante», destacan las organizaciones. «No reconoce a infancias y juventudes trans como titulares para el ejercicio del derecho a la identidad de género», indican.
A pesar de este importante avance que se comunicó a días del aniversario 11 de la Ley de Identidad de Género, se mira con preocupación lo que suceda en el país. «En muchos lugares ni existe la figura del abogado del niño y entonces se dificulta aún más el acceso».
De no ser atendido el reclamo al Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas de la Ciudad para que interprete y aplique el artículo 5 de la Ley 26.743 de Identidad de Género (2012) se presentará un amparo ante el Ministerio Público de la Defensa.
Comentarios desactivados en Ley de reparación histórica: el reclamo urgente de colectivos travestis y trans
El colectivo travesti trans convoca a la primera marcha plurinacional por una ley de reparación histórica.
BUENOS AIRES, Argentina. A 11 años del reconocimiento a la identidad de género en Argentina, la ley que trajo la democracia para trans y travestis, el colectivo hoy reclama una reparación por lo que vivieron. «Es un reconocimiento por todo el daño que nos causaron», dicen las activistas. Este 24 de mayo realizarán la Primera Marcha Plurinacional por una «Ley de Reparación Histórica Ya».
«Es un reconocimiento por todo el daño que nos causaron: la persecución, las violaciones, las torturas, las caídas presas, el homicidio de tantas compañeras y amigas. Por una persecución institucional tanto del Estado como de la sociedad toda, y hasta de la propia familia. Nos negaron la existencia, nos mataron y nos prohibieron por el solo hecho de existir», dijo a Presentes Patricia Rivas, sobreviviente trans de 56 años, activista de Travestis-Tras Las Históricas Argentina.
Se trata de una normativa que permita la entrega de una pensión mensual y reparatoria a las trans y travestis mayores de 40 años que hayan sido víctimas de violencia institucional en base a su identidad de género.
Una democracia real
El colectivo advierte que esta violencia tuvo lugar no solo durante la última dictadura militar. La democracia para ellas no llegó en 1983, con el fin del Terrorismo de Estado. Los edictos policiales que las criminalizaban sólo por ser travestis o trans -que fueron derogados recién en 1998 en la Ciudad de Buenos Aires y una década después en la provincia de Buenos Aires-, les valió detenciones, encarcelamientos y las violencias desatadas por el personal policial en esos establecimientos y en la calle.
«Pedimos una reparación histórica porque sabemos que es el Estado quien perpetuó el terrorismo de Estado hacia los cuerpos travestis y trans no solo en dictadura sino también en gran parte de la democracia. Podemos decir que casi dos décadas después empezamos a adquirir algunos derechos. Pero con los delitos contravencionales hasta casi el 2000 multaban y encarcelaban a las personas travestis y trans. El Estado fue el que criminalizó nuestras identidades y generó un terrorismo sobre nuestros proyectos de vida e identidades. Por eso, el Estado debe responder», dijo a Presentes Alejandra Silvestre, docente y militante de Mujeres Trans Argentina (MTA).
Además de la derogación de los edictos policiales, la normativa argentina en materia de derechos humanos que comenzó a instalarse a partir del 2010 contribuyó a mejorar la situación del colectivo travesti trans.
«Nosotras no tenemos 40 años de democracia, tenemos 12, desde que se aprobó la Ley de Identidad de Género», lanzó la sobreviviente trans Marcela Viegas Pedro en su declaración en el juicio por delitos perpetrados en las brigadas del sur del Conurbano de la provincia de Buenos Aires, conocida como causa Brigadas, ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata. Cuando era muy joven estuvo detenida en el Pozo de Banfield, uno de los 230 centros clandestinos que funcionaron en la provincia de Buenos Aires bajo el Terrorismo de Estado.
Hacia más derechos
Para la militante travesti presidenta de La Rosa Naranja, Marcela Tobaldi, actualmente en la Argentina existe un «piso de derechos». Ésto, afirma, fue otorgado por «el matrimonio igualitario, la ley nacional de identidad de género, la ley de cupo que prevé este 1% dentro de los empleos públicos y también privados». En este marco, aún falta «sentar este piso de derecho de reconocer y reparar, que es un reconocimiento a nuestras vidas, a nuestras luchas y a nuestros recorridos».
Actualmente hay tres proyectos de ley presentados en la Cámara de Diputados de la Nación que buscan la reparación histórica. Uno fue presentado por la diputada Mónica Macha, otro por Mara Brawer y uno por Gabriela Estevez, todas del Frente de Todos. «Están trabajando en asesores de la Comisión de Mujeres para hacer un proyecto de síntesis y poder dictaminar», dijo a Presentes Brawer, y aclaró que «la idea es sacarlo este año».
Además, en la provincia de Buenos Aires, por iniciativa del Ministerio de Mujeres, Políticas de Géneros y Diversidad Sexual, el gobernador Axel Kicillof envió en octubre del año pasado un proyecto de ley a la legislatura que busca reconocer y reparar al colectivo. «Está muy avanzado el proyecto de ley», dijo Tobaldi a Presentes sobre la iniciativa que considera «superadora» frente a las demás.
Este proyecto prevé un monto de las pensiones más alto que los anteriores ya que equivale a «tres sueldos básicos de la Categoría Ingresantes del Agrupamiento Administrativo – Clase 4».
Integrantes de la Asociación civil Gondolín reclaman por una ley de reparación histórica.
Santa Fe, la pionera
Por otra parte, la provincia de Santa Fe en 2018 fue pionera en interpretar sus leyes locales vinculadas a lesa humanidad en favor del colectivo travesti trans.
En este sentido, el Director de la Caja de Pensiones Sociales de la provincia extendió a este colectivo la aplicación de la Ley Provincial N° 13.298 de 2012 de Pensión para presos y presas políticos, gremiales o estudiantiles (1976-1983). Además, en abril del año pasado se presentó un proyecto de ley de reparación.
Los proyectos en general apuntan a las travestis y trans mayores de 40 años porque el promedio de vida de este colectivo ronda los 35 y 40 años. «Estamos hablando de una población que la mayoría no llega a los 40 años. Todas aquellas que han pasado los 40 años, que son las que vivieron el terrorismo, son sobrevivientes», dijo Silvestre a esta agencia.
Patricia Rivas, Luana Salvá y Umma Almiron durante la manifestación en pedido de una ley de reparación histórica.
Reivindicar derechos
Esta reparación «implica borrar las heridas y todas las persecuciones policiales que tuvimos que comernos nada más que por ser de una identidad distinta», reconoció Marcela Saibek, de 57 años y militante de Travestis-Tras Las Históricas Argentina. «Nos vulneraron en todo sentido, física y moralmente, nuestros derechos. Nos arrebataron los derechos. No existíamos como ciudadanas. Por eso, esta reparación implica reivindicar nuestros derechos y no que no nos falten más el respeto», concluyó.
La marcha se realizará a las 15 de forma federal el 24 de mayo. En la Ciudad de Buenos Aires partirá desde Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación.
Para llevarla adelante las distintas organizaciones que convocan están recaudando fondos para recibir a compañeras, garantizar sonido y técnica (para un festival luego de la marcha), agua y víveres.
Para participar de esta recaudación se puede enviar dinero al alias HISTORICASARGENTINAS.
En el año introductorio del seminario, el régimen era algo estricto, quizás algo monacal. Después de la oración de la noche todo se apagaba hasta la mañana siguiente. Salíamos después del desayuno del domingo para volver, ese mismo día, para la oración final. La cuestión es que ese 12 de mayo, era 1974, un compañero me despierta diciendo: “¡mataron a Mugica!” ¡Un mazazo! Para peor, en la misa, antes del desayuno, el cura encargado soltó que “¡el que siembra vientos, recoge tempestades!” ¡Otro más! No hacía mucho había hablado con Carlos por teléfono; me interesaba escuchar su palabra, totalmente distinta a lo que nos decía la oficialidad, sobre la relación del cura y la política. Quedamos que un domingo lo vería en el Instituto de Cultura Religiosa Superior, donde celebraba misa vespertina, para charlar y de ahí volver al Seminario. ¡Nunca pude concretarlo!
Estuve toda esa tarde en San Francisco Solano (recuerdo que se cantó decenas de veces el Salmo: “yo pongo mi esperanza en ti, Señor, ¡y confío en tu palabra!”). Estuve mucho tiempo en la vereda de la Parroquia en triste silencio. Desconcertado. Dolorido. Luego tuve que volver al Seminario previo paso por la casa de mis padres. Al cuerpo de Carlos lo llevaron de allí a la villa 31, donde yo lo había conocido y algo colaboraba, para seguir el velatorio y finalmente, llevarlo de allí al Cementerio. Pero, aunque los seminaristas sí pudieron participar, a los del pre-seminario no nos autorizaron a ir. ¡Nuevo mazazo!
Hoy Carlos tendría 92 años (nació el 7 de octubre de 1930). Siempre he creído que decir, o insinuar “hoy Carlos diría / pensaría / estaría” es mera ficción. Todos tenemos en nuestra vida frenos, retrocesos, saltos, cambios, aceleraciones… nadie sigue un movimiento lineal en una misma dirección; lo que sí es razonable es mirar, escuchar, leer a Carlos ayer y luego mirar nuestro hoy y dejarnos iluminar por aquello.
La charla mía pendiente con él era, precisamente, sobre el cura y la política. Nos era presentada como un mundo de dos horizontes casi opuestos; lo “sacerdotal” era lo sacro, lo vertical, lo celestial, mientras la política era horizontal, era algo in-mundo. Por supuesto que, como persona de su tiempo, Carlos no conocería ni habría leído mucho de lo que hoy dicen los estudiosos de la Biblia, de la teología, de las ciencias sociales sobre ese tema, y para ver el hoy no podríamos ignorarlo… Por ejemplo, en su artículo “el sacerdote y la política” dice que
el sacerdote que siempre tiene el deber de anunciar a los hombres que sólo en Cristo está la liberación total del hombre, que culmina en su divinización, no puede eludir la dimensión política de su misión ya que el Reino de Dios, comienza aquí abajo.
Y esa es la única vez que aparece la categoría “reino” en todo el artículo. En su artículo “Jesús y la política”, el término “reino” se encuentra bastantes veces más (relee un libro clásico de Oscar Cullmann, “Jesús y los revolucionarios de su tiempo”) pero prácticamente en todas las ocasiones el reino se trata de algo “escatológico”, que vendrá en un futuro. La única excepción se encuentra en el párrafo final:
Este trabajo de Cullmann es un aporte importante para la reflexión de los cristianos, que hoy, tal vez con más seriedad que nunca, asumen el compromiso político y la lucha revolucionaria porque comprende que el Reino de Dios comienza ya en este mundo.
En “el rol del sacerdote” sólo se encuentra dos veces el término, pero en el sentido de “reino de los cielos” en sendas citas del Evangelio de Mateo (7,21; 13,44). Con esto señalo que Carlos, aunque no temía embarrarse en el terreno de la política, no teologizaba esa actitud con la, hoy indispensable, categoría Reino porque no era, todavía, un tema central en la teología (el libro clásico “Reino y Reinado de Dios”, de Rudolf Schnackenburg, de 1959, recién fue traducido al castellano [y en una traducción no demasiado buena] en 1965; y las consecuencias históricas del tema fueron comenzadas a extraer de un modo más tardío, especialmente por la Teología de la Liberación que Carlos conoce sólo en sus inicios de modo incipiente). Además, parece conveniente distinguir la cuestión social de la cuestión política. Teniendo un ministerio pastoral en la villa de Retiro, lo social no podía menos que interpelarlo, pero lo político, hasta 1972 era un tema obturado por la Dictadura. En realidad, lo político Carlos lo fue “mamando” desde su contacto amoroso con los pobres, y eso – en aquel tiempo – tenía un nombre: Juan Domingo Perón; decir “el pueblo es peronista” resultaba algo que difícilmente podía ser rebatido. Pero una actitud de “meterse en política” no tenía posibilidad alguna, ni concreción antes de la convocatoria a elecciones en 1972, para marzo de 1973. Fue precisamente en 1972 que Perón regresa por primera vez a la Argentina, y que en el grupo que acompaña este viaje están Carlos y su gran amigo Jorge Vernazza. Todo indica que dos cosas confluyeron en este proceso de conversión de Mugica al peronismo (luego de su visceral anti peronismo que celebró “el júbilo orgiástico de la oligarquía” cuando es derrocado en septiembre de 1955). En primer lugar, el amor del pueblo por el peronismo, la convicción de que “los días más felices” habían ocurrido en su gobierno, pero también, la convicción de que el peronismo era y sería el que mejor haría por los pobres de la patria. No se hablaba, entonces, de “opción preferencial por los pobres”, pero de eso se trataba.
Hoy, pensar en la invasión mediática de la “anti-política” me recuerda, precisamente, el esquema “mundo – in-mundo” que vivíamos entonces en el Seminario. Una suerte de fundamentalismo espiritualista que en nada se asemeja al Evangelio. La primera vez que escuché hablar de la cercanía del martirio contemporáneo, precisamente, la leí cuando Carlos comentaba las espantosas torturas del gobierno “stronista” de Paraguay al cura Monzón (“el rol del sacerdote”). Allí se vislumbraba que la militancia social, cuando entra en el terreno político, provoca una grieta propia del reino de Dios. La misma que provocó en vida la persona de Carlos, por cierto (porque “en muerte” quedaba bien reconocerlo, y – por supuesto – buscar despegar de su asesinato a los “amigos”). Se suele decir que el cura al entrar en política opta por “un partido” (= una parte) cuando debe ser cura “de todos”, olvidando que la garantía de la “universalidad” del ser cura viene dada por su ubicarse entre, por, con y para los pobres (sólo desde los pobres se garantiza la universalidad). Y, sería, además, ingenuo desconocer que los pobres lo son por “causa”, y los “causantes” eligen no quedar “de este lado de la grieta”, como el rico, que prefirió salir del camino de Jesús cuando le dijo que “comparta sus bienes con los pobres”. Son los que voluntariamente eligen no quedar del lado de los pobres, debemos reconocerlo. En lenguaje de ayer, “el anti-pueblo”. Hoy, pensar en el testimonio del martirio, y en este caso especialmente el de Carlos, y buscar militantemente lo que creemos firmemente que es lo que mejor beneficia a los pobres parece que debería ser una escucha de su memoria, un reconocerlo como “lugar teológico” y dejarnos enseñar. Claro que muchos no lo terminarán de entender… como no entendieron a Carlos ayer, aunque lo saluden muerto. Por ser, precisamente “lugar teológico” es que Carlos sigue hablando, sigue vivo… sigue molestando. ¡Hasta la victoria! ¡Siempre!
Comentarios desactivados en Piden justicia por Sofía Fernández, una mujer trans que murió en una comisaría
Sofía Fernández murió en una celda de la comisaría 5° de Presidente Derqui y su familia asegura que la mataron. (Foto: Gentileza Mabel, hermana de la víctima)
BUENOS AIRES, Argentina. Pasaron tres semanas del día en que Sofi Fernández, una mujer trans de 39 años, fue vista con vida por última vez. Su familia sigue sin tener datos exactos sobre su muerte, sucedida en circunstancias no esclarecidas en la Comisaría 5 de Derqui, provincia de Buenos Aires.
Según la versión policial, Sofía apareció muerta en la celda donde permaneció detenida desde el 8 de abril. Sobre su muerte no hay demasiados detalles dado que todavía no permiten que la familia acceda a leerla.
La causa se caratuló como muerte dudosa y la familia, tres semanas después, sigue pidiendo acceder a la causa que está en la UFI 4 de Pilar, a cargo del fiscal Gonzalo Agüero.
El 28 de abril se realizó una manifestación frente a la fiscalía para pedir justicia. Esta semana el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y diversidad de la provincia de Buenos Aires se comunicó con la familia para acompañarlos en el pedido.
El sábado 8 de abril un patrullero llegó hasta el terreno que compartía Sofía con su hermana Mabel, la localidad de Villa Rosa, a kilómetros de Derqui, Pilar. Uno de los agentes le explicó a Mabel que habían encontrado a su hermana perdida en la calle y que estaba en la comisaría por averiguación de antecedentes, que pronto quedaría libre. El otro agente, mientras le tomaba los datos, le dijo que la detención fue por un robo.
El domingo la familia de Sofía esperó que regresara. Nunca volvió. Al día siguiente, el lunes a las 9 de la mañana, Mabel llamó a la comisaría preocupada. Le dijeron que se quede tranquila que, si no podía ir hasta allí a llevarle comida, ellos tenían viandas. También le dijeron que Sofía estaba presa por un robo con escalamiento.
“Sofía nunca tuvo problemas con la policía. Nunca robó nada. No está claro de donde sale ese supuesto robo. Lo raro es que el mismo fiscal que investiga la muerte de Sofía es el que estaba investigando ese robo del que no sabemos nada: no sabemos si hay denuncia y tampoco si hay testigos”, cuenta a Agencia Presentes, Mabel Valdéz, hermana de Sofía.
Esa noche, en la madrugada del martes 11 de abril se presentó la Gendarmería con una psicóloga para informarle que encontraron muerta a Sofía dentro de la celda.
En ese momento le dijeron que no sabían si había sido una muerte súbita o un paro cardíaco. Sin embargo, después de la autopsia se conoció que Sofía murió por “asfixia con obstrucción de vía”.
Los datos contradictorios
Otro de los datos que le llamó la atención a Mabel es que la autopsia revela que Sofía Fernández murió entre el domingo y el lunes. La fiscalía les dijo que se enteraron a las 16.30 del lunes, pero a ellos le informaron muchas horas después. Tampoco pudieron ver su cuerpo.
Como familia sólo tienen versiones de lo que pudo pasar. Que hubo una denuncia en su contra por parte de una vecina que niega haber denunciado a Sofía. Otra versión indica que vieron cómo era perseguida por dos personas que la querían asaltar. “Hay muchas versiones, siento que el fiscal pone muchas trabas en todo esto. No entendemos nada de lo que está pasando”.
Mabel fue la última persona de la familia que vio con vida a Sofía. “Estuvo hasta la 1 de la mañana charlando conmigo y de ahí se fue a su casa que es en el mismo terreno. A las diez del sábado la fui a buscar y ya no estaba”, recuerda.
Familiares de Sofía Fernández/Facebook Justicia por Sofía Fernández
Una acusación sin sentido
Vanesa es sobrina de Sofía. Ella es quien en los últimos tiempos se ocupa de atender el teléfono y de hablar de lo que pasó con su tía.
“Sofi nunca pisó una comisaría, no tenía antecedentes, nunca había robado. Nos llama mucho la atención la contradicción de un policía que dijo una cosa y otro dijo otra. El lunes apareció una denuncia de robo por escalamiento. No tiene sentido”, afirma Vanesa a Presentes.
“Nos resulta totalmente extraño. Sabemos que no podía quedar detenida por ese robo ni porque iban a averiguar antecedentes. Nunca nos imaginamos que podía pasar esto”, lamenta Vanesa. Y agrega, “hasta ahora sabemos que ella estaba sola en la celda y que no tenía intenciones de matarse. A nosotros no nos dicen nada más”, señaló.
“Sofía era toda sonrisa, toda alegría”
Sofía estaba tramitando su cambio registral y esperaba ansiosa que llegue el 17 de abril para comenzar sus estudios en enfermería. “Tenía todo listo, se había comprado todo para comenzar sus estudios. Estaba muy entusiasmada”, coinciden Mabel y Vanesa.
Era docente de literatura, trabajó durante un tiempo, pero tuvo que abandonar su trabajo porque sufría demasiada discriminación. “Era una persona muy buena, muy amorosa. Le pasaron un montón de cosas y nunca cambió su forma de ser, ayudaba en lo que podía y estaba presente para todos dando una mano”, recuerda Vanesa de su tía.
Ambas descartan totalmente la posibilidad de que Sofi se haya suicidado. “Acá no hay motivos de suicidio, pero sí motivos para matar. Hay muchas dudas en esta causa y no hay ninguna respuesta para lo que tenemos que saber”, dice Mabel.
Recuerda que esa semana, Sofía se había atragantado con un hueso de pollo que se le había incrustado en la garganta y corrió a su casa para que la ayude. “Estuvo tres días internada por eso. Ella no era una persona que se iba a suicidar, menos en una comisaría. Estaba feliz, entusiasmada con empezar una nueva carrera”, recuerda su hermana Mabel.
Desde la página de Facebook, Justicia por Sofi Fernández, recuerdan: “Sofía tenía muchos sueños por delante. Tenía un plan a futuro que se los arrebataron con su muerte. La familia de Sofi conocía y transitaron unides la historia familiar, lo que quiere decir que conocían como ella era, así también cuales eran las posibilidades de subsistencia, debido a su personalidad: siempre atenta, dócil y muy amorosa”.
*Justicia por el travesticidio de Sofía Fernández*
El lunes 10 de abril, Sofía Fernández, mujer transgénero de 39 años, MUERE en una celda de la Comisaría 5ta de Derqui. Había sido detenida el 8 de abril y llevada a dicha comisaría, donde la retuvieron y quedó incomunicada con su familia durante esos días. A su hermana la notifican de su muerte en la madrugada del martes 11 de abril, sosteniendo …Ver más
Una de sus amigas la recordó en las redes sociales: “Justicia por mi amiga Sofía, venía a dormir a casa a veces. Jamás Sofía levantó nada que no era de ella. Yo sé cómo era, acá nadie va a ensuciar su nombre, lo lamento es una pérdida irreparable”.
“Sofía era toda sonrisa, toda alegría. No había horarios para ayudar si necesitabas algo. Queremos saber qué pasó porque ella merece descansar en paz”, manifestó su hermana.
Desde Agencia Presentes se contactó a la fiscalía, pero no quisieron dar información. contactar a la infructuosamente que la fiscalía brindase información sobre el caso.
Comentarios desactivados en Trabajo y diseño diverso en la cooperativa Claudia Pía Baudracco
La cooperativa Claudia Pia Baudracco funciona en Moreno. Brinda talleres de capacitación y trabajo a un grupo de personas trans.
BUENOS AIRES, Argentina. La textil Claudia Pía Baudracco busca resolver dos problemas a la vez: crear una fuente de trabajo estable -cooperativo y comunitario- y confeccionar prendas que el mercado no ofrece: ropa sin género, talles grandes con diseños para jóvenes conurbanes, binders para moldear torsos masculinizados, por ejemplo. Además, la textil autopercibe su propia existencia y visibilidad como un hecho político.
Sobre una callecita recién asfaltada hay una piecita separada, adelante del chalet donde viven Bruno y Seba, en Trujui, partido de Moreno. Está en el fondo del segundo anillo gris que rodea la Capital, donde la trama urbana se desgrana. Se casaron a principios de 2022, aunque, aclaran, “están juntos hace años”.
En un jardín pequeño, un árbol ofrece mandarinas dulces. Para llegar hay que atravesarlo, allí se abre la puerta y lo primero que ve en la pared opuesta a las dos máquinas, es un mural que pintó Eideen (20) con su hermana.
– ¡Y yo también di algunas pinceladas! – grita alguien desde el fondo.
El mural de Claudia Pía Baudracco sintetiza la identidad colectiva. “Se caminó todo el país”, subrayan, “para construir la ley de identidad de género (que no llegó a gozar), la ley de matrimonio igualitario, fundóATTTA (en 1995), lideró el movimiento por la derogación de códigos de faltas discriminatorios en 15 provincias (lo logró en 14). Y en 2005 fue miembro fundadora de la creación de laFALGTB”, enumeran casi sin respirar.
El taller de la cooperativa se ubica en el municipio de Moreno, Buenos Aires. Foto: Ariel Gutraich
Generar trabajo luego de la crisis
“Es muy complicado para las masculinidades trans, y mismo para las mujeres trans, conseguir un trabajo estable”, lamenta Eideen, con la crisis post pandemia como escenografía. “Y más difícil es que te respeten como uno es”, agrega. Afirma que está dispuesto a trabajar muchas más horas cuando el negocio empiece a rendir frutos.
El rubro textil tiene mala fama: explotación, malos tratos, trabajo no registrado, mal pago, cuerpos uniformes. La Claudia Pía se propone encarar este oficio con otra perspectiva, con otro trato y de forma autogestiva.
El espacio primero es escuela, y reconoce económicamente el tiempo que se requiere para la capacitación en el oficio. El grupo está conformado por 14 personas, que por ahora se encuentran aprendiendo a usar las primeras dos máquinas -una recta y una Overlock-. Dos veces por semana y durante cuatro horas se dedican a coser carteritas y riñoneras, con retazos reciclados, para sí mismes. El objetivo es aprender los gajes del oficio. Ahora que concluyeron una primera etapa de formación, empezarán a producir para vender, y lo recaudado será para fortalecer el emprendimiento.
Las clases están a cargo de Seba, que ostenta 25 años en el rubro textil; y Lidia, dueña de @bychabelita (en IGM), emprendimiento que (la) sostiene desde hace 10 años.
Mientras Eideen fuma en el jardincito se presenta: “Soy un varón trans bisexual. Nunca tuve la aceptación de mis padres, no saben que soy una masculinidad trans, tampoco lo aceptarían si se enteraran. Encontré este espacio en el cual me siento cómodo”. Agrega que siempre vivió en Las Catonas, un complejo habitacional de 1.600 unidades construido por el FoNaVi entre 1978 y 1989.
A los 16 años, en 2018, Eideen estaba pasando un momento difícil, en situación de calle, y pidió ayuda llamando a un 0800 del INADI. Leandro, un empleado sensible, con su mamá, Zulma, le acercó un bolsón de alimentos, y se hicieron amigos. En 2020, cuando ingresó como directora nacional Ornella Infante, la pusieron en contacto con Vale Roxy, militante del peronismo diverso de la zona noroeste de conurbano, que se acababa de mudar a Moreno. Andaba buscando encender el motor de la textil trans, muy cerca de su casa. “Vine a una primera reunión y me sentí bien por las buenas vibras de la gente”, recuerda.
Cada vez que busca trabajo, la conversación se repite:
– No, acá están buscando hombres.
– Pero yo soy un hombre.
– No, pero…
Cooperativa textil Claudia Pia Baudracco. Foto: Ariel Gutraich
Diseñar y producir para todes
Eideen sigue buscando otro trabajo. Pero, sobre todo, desea hacer binders al por mayor, para que a nadie le falte. “Me he vendado con faja postquirúrgica, con retazos de tela, y eso te llega a lastimar. Las vendas te cortan y te queman. Tengo todas las cicatrices y con el tiempo te puede llegar a agarrar cáncer”, explica.
“Yo a los 13 años no sabía, y lo primero que agarraba eran vendas. Y es un problema de salud a futuro que estaría bueno evitar, y que estuviera como contenido de ESI (Educación Sexual Integral) en todas las escuelas”, completa.
Su novio también es una masculinidad trans, que está teniendo problemas de discriminación en la escuela secundaria (tiene 17 años). Tanto Eideen como su grupo lo están acompañando en el diálogo con las autoridades. Lo mínimo que necesita una masculinidad trans en su adolescencia es poder cubrir su cuerpo como se le antoje, construir su imagen.
“Un binder sale 6.000 pesos, y nosotros lo podemos fabricar por mucho menos”, dice ahora Gaby. “Y para nosotres poder darles una mano a las diversidades es un montón. Es algo que nos atraviesa, que nos interpela, porque somos todes personas que venimos de espacios dónde hemos sido discriminado/a/es. Desde muy jóvenes”, saca cuentas Gaby, que tiene 35 años y una migración de por medio. “Yo vengo de Córdoba, una provincia que es bastante conservadora”, y para colmo de Alto Verde, un barrio “cheto”. Como lesbiana no binarie, se asentó en Moreno, el segundo distrito más pobre del Conurbano bonaerense, donde vive de una manera “mucho más fluida”, trabajando mientras toma mates compañeros, con una vida “comunitaria”.
“Y este espíritu también se refleja en los productos, pensando en causar un impacto social”, advierte.
Espíritu de lucha
“Acá nos organizamos con compañeres de todas las diversidades, y para poder tener una base, un ingreso, les compañeres son parte del Programa Potenciar Trabajo. Tal vez a las personas travestis y trans les cuesta mucho más el acceso a la educación y a la salud. Pero a las lesbianas, no binaries, y maricas del conurbano también nos cuesta conseguir trabajo por nuestra expresión de género”, aclara Vale Roxy (38). Ella es lesbiana no binarie, respecto de la amplia composición de la colectiva, que articula con el Estado en sus distintos niveles.
Talleres de la cooperativa textil Claudia Pia Baudracco. Foto: Ariel Gutraich.
En Moreno la relación con el municipio está allanada, porque desde diciembre de 2019 gobierna Mariel Fernández, la primera intendenta mujer, feminista, y de una organización social (el Movimiento Evita).
La textil también cuenta con el apoyo del INADI, y con una estrecha relación con Onella Infante, a quien Claudia Pía despertó a la vida política en su Santiago del Estero natal. El próximo paso es la máquina que sirve para el armado de las prendas y tapa costuras, la collareta, y la inclusión en ferias de todo tipo, para vender la producción, además de las ventas online y la difusión por redes sociales.
La Claudia Pía produce prendas para que abracen cuerpos rebeldes, pero tal vez su producto más valioso sea el espacio de conversación, visibilidad y lucha. Como remarca Gaby: “Nosotres somos del conurbano, somos pobres, somos travas, tortas, putos”, y “esa identidad es una fortaleza para llegar a más lugares, para competir con el mercado, un mercado para el que somos invisibles”.
Comentarios desactivados en Elecciones en Argentina 2023 Candidatxs LGBT+: Ornella Infante, la activista trans que quiere ser legisladora de Río Negro
Foto: Carlos Vallejo
Ornella Infante, candidata a Legisladora provincial de Río Negro, podría convertirse en la primera legisladora trans de la Argentina.
Desde Agencia Presentes encaramos un relevamiento de candidatxs LGBT+ para las Elecciones 2023 en Argentina que postulan para distintos cargos. Ornella Infante es la primera a la que convocamos para formular algunas preguntas, y conocer qué la impulsa y qué propone. A ella se irán sumando otras personas a lo largo de este año electoral*.
Ornella Infante, candidata a ocupar un cargo en la Legislatura provincial de Río Negro, podría convertirse en la primera legisladora trans de la Argentina. Tras su paso como directora de políticas antidiscriminatorias en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), después de militar por la Ley de Identidad de Género y de una larga trayectoria en el activismo y la política, el domingo 16 de abril se postuló como primera titular de la lista del Circuito Alto Valle Oeste, acompañando a Silvia Horne (candidata a gobernadora por Vamos con Todos).
Lugar en la lista: 1er lugar titular, Circuito Alto Valle Oeste
Ornella Infanti, en INADI. Foto de Archivo.
– ¿Por qué una persona de la diversidad sexual/cultural tiene que estar en el Congreso o en la Legislatura?
Las personas que forman parte del Poder Legislativo y del Estado deben parecerse a su pueblo, es la mejor manera de poder representarlos. Son lugares donde se toman decisiones. Quienes toman estas decisiones deben ser representativos de las comunidades a las que representan. Personas que integren las esferas del género y la diversidad, del movimiento campesino Indígena, de los trabajadores , entre muchas otras más. Mi compromiso es continuar con ese camino.
– ¿En qué momento ha decidido postularse y por qué?
La decisión de mi candidatura a legisladora de Río Negro no fue individual. Se trata de una iniciativa consensuada hacia el interior de la organización política en la que milito hace más de diez años, el Movimiento Evita, que forma parte del Frente de Todos. En la provincia de Río Negro esta alianza se llama Vamos con Todos.
-¿Cómo cree que se puede combatir el odio desde la política?
La única manera de combatir el odio que se difunde desde la política, es con más política. Se hace a través de políticas de Estado con promoción de derechos. Muchas veces logramos legislaciones vanguardistas, pero no empoderamos al pueblo. Es esencial que ambas vayan de la mano para poder generar el cambio que deseamos. Es necesario hacerlo para poder combatir esta problemática que es el odio. Pero también es necesario que los dirigentes políticos tengamos conciencia para erradicarlo.
– ¿Pensó alguna estrategia para responder a las campañas de difamación y desinformación de las personas lgbt en los medios?
Necesitamos poder pensar estrategias para contrarrestar la desinformación e incluso las operaciones de prensa que muchas veces se originan a través de los medios hegemónicos. Estas operaciones, por lo general, pretenden correr el foco de la discusión que se estaba dando. En varias oportunidades logramos hacerlo y obtuvimos un exitoso resultado. Es un arduo trabajo porque este sector cuenta con la gran maquinaria de medios de comunicación de todo tipo que manipula los discursos y desinformación
Ornella recibe en Casa Rosada y de manos de la la presidenta Cristina de Kirchner su DNI con su nueva identidad autopercibida en Neuquén. (Foto: Archivo)
– ¿Cómo hacemos para no retroceder en derechos?
La manera para no retroceder en derechos es conseguir y sostener a gobiernos nacionales y populares que garanticen el pleno ejercicio de los derechos consagrados, la promoción de los mismos, y que los poderes funcionen como corresponde. Que las iniciativas en el Congreso de la Nación y en las legislaturas provinciales, por ejemplo, se puedan debatir a través de sus representantes con total seriedad.
– ¿Cuál es el primer proyecto que va a presentar?
Agua Potable como derecho universal. Vivo en una provincia con el principal recurso y nuestros barrios no tienen agua. Todes debemos tener acceso al agua potable.
Recomendación
¿Una película, canción, lectura o consumo cultural que te marcó políticamente?
La razón de mi vida, de la compañera Evita.
Foto: De IntronCordis – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=113302314
*Estamos armando un especial de candidaturas de personas LGBT+ a elecciones 2023 en Argentina. A quienes quieran compartirnos otrxs candidatxs, pueden escribir a contacto@agenciapresentes.org colocando en el asunto del mail: CANDIDATXS ELECCIONES 2023 ARGENTINA. Muchas gracias!
Comentarios desactivados en Sobrevivientes trans y travestis declararon ante la Justicia como víctimas del Terrorismo de Estado en el Pozo de Banfield
Por primera vez en la historia, un juicio de lesa humanidad se enfocó en la declaración de cinco mujeres trans y travestis víctimas de la dictadura.
LA PLATA, Argentina. Por primera vez en la historia, un juicio de lesa humanidad se enfocó en la declaración de cinco mujeres trans y travestis víctimas de la dictadura en el Pozo de Banfield. También participó una testigo experta travesti, la activista Marlene Wayar. En la jornada 101 del juicio por delitos perpetrados en las brigadas del sur del Conurbano de la provincia de Buenos Aires, conocida como causa Brigadas, brindaron su testimonio ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata Carla Fabiana Gutiérrez, Paola Leonor Alagastino, Julieta Alejandra González, Analia Velázquez y Marcela Viegas Pedro, sobrevivientes, contaron a los jueces (Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico) que estuvieron cuando eran muy jóvenes en el Pozo de Banfield, uno de los 230 centros clandestinos que funcionaron en la provincia de Buenos Aires bajo el Terrorismo de Estado.
En la jornada de hoy las cinco mujeres trans/travestis que declararon como víctimas contaron que sufrieron la privación de su libertad en lo que luego supieron fue el centro clandestino Pozo de Banfield. Que sufrieron abusos, violaciones y diversos tipos de violencia sexual y psicológica. A muchas las obligaron a trabajar y las secuelas de los tormentos que padecieron permanecen hasta hoy. En sus relatos recordaron a muchas otras con las que compartieron cautiverio. Y dejaron en claro que ellas son sobrevivientes y que su declaración es también una forma de lograr Memoria, Verdad y Justicia para todas aquellas que quedaron en el camino y murieron a edades tempranas a causa de la violencia estructural, que continuó bajo otras formas pasada la dictadura cívico militar.
Esa persecución y criminalización que siguieron sufriendo, llevó muchas veces a travestis y trans a la justicia como acusadas. Hoy, después de muchos años, al menos algunas de ellas por fin pudieron contar lo que les pasó y ser escuchadas en el escenario judicial desde otro enfoque.
La audiencia duró 5 horas y fue transmitida a través de Youtube por La Retaguardia y El Pulso Noticias, dos medios cooperativos que cubren este juicio que inició en 2020. Fue una de las sesiones que convocó mayor cantidad de público.
“En términos simbólicos la audiencia de hoy fue muy contundente porque parte de lo que venimos diciendo desde distintos lugares es que durante el Terrorismo de Estado parte de la persecución también incluyó al colectivo travesti trans”, dijo a Presentes la Auxiliar Fiscal Ana Oberlin. “Sabemos que sufrieron violencia antes y después del Terrorismo de Estado pero eso no quita que hayan sido sometidas a los mismos dispositivos, como muestran estos cinco testimonios de víctimas travestis y trans”.
Oberlin es abogada especializada en Derechos Humanos, Género y Derecho Penal, doctora en Derecho y Ciencias Sociales y familiar de desaparecidxs. Ella considera que «la contundencia de estas declaraciones está dada porque esto que ellas mismas contaron hoy, no había tenido un reflejo dentro de una de las las cuestiones mas importantes que tiene Argentina como son los juicios de lesa humanidad que se vienen llevando adelante. Esto marcó la sistematicidad de la persecución a este colectivo hacia muchas más personas que las que logramos que lleguen a juicio hoy. En términos de lesa creo que hay un antes y después. Es la primera vez que hay un grupo tan grande de víctimas que son escuchadas. Ojalá este sea un primer paso y otros tribunales hagan lugar a esos planteos. Que tenga un reflejo y quede inscripto en una sentencia como parte de lo que pasó en Terrorismo de Estado”.
Para ellos nosotras éramos monstruos
La primera en declarar fue Fabiana Gutiérrez. Lo hizo por videconferencia, desde Italia, adonde llegó huyendo de las violencias hace más de 40 años. Carla contó que era una adolescente cuando fue llevada al Pozo de Banfield.
“En una de las noches que empecé a trabajar en la calle, yo era muy chica, vivía cerca de La Tablada, tenía 14 o 15 años, empecé a trabajar en la ruta. En 1976 o1977 fui llevada en un coche particular, yo era menor, lloraba, fui detenida a la fuerza. Fue la primera vez que me detuvieron. Me sacaron del auto a las patadas, me tiraron en un lugar que no se podría decir que era una celda.
Nunca fui registrada. Había otras chicas, me decían no vayas a decir que sos menor porque es peor.
Me sacaron los zapatos, me dejaron media desnuda. Para comer teníamos que pedirles que por favor nos dieran las sobras, y teníamos que pagarles con sexo. Si querés comer tenés que hacer eso. Hacer esto era chuparle el pene. A veces te daban un mate cocido o un pedazo de pan.
Tres noches estuve ahí adentro. Creía que me llevaban por prostituta. La primera noche me encontré ahí con otras colegas, me dieron fuerzas.
Yo vivía enfrente de los cuarteles de Tablada y en la rotonda conocí a Claudia Lescano, que ya no está mas.
La auxiliar fiscal Ana Oberlin le preguntó si recordaba otros nombres.
Estaba Estrellita, La Muñeco, La Jujeña, Paola Alagastino, con quien nos conocemos hace años. Estaba la Maricela. Quedamos pocas, muchas de las chicas murieron. Fui varias veces detenida, esa fue la primera”.
En una de las veces que me pegaron con un palo en la cabeza estuvo la Meri conmigo. Ellos nos daban patadas, nos decían putos de mierda. Cuqui López, La Perica, Norma correcaminos. Todas nos poníamos apodo. Yo era Fabiana la cañito. Me acuerdo de la Judith. De la Luli. De todas no me puedo acordar porque pasaron más de 40 años.
Yo era menor, cuando desaparecí mi mamá se dirigió a los cuarteles de La Tablada para ver si podía saber algo de mí. El oficial le dijo: no le habrá pasado nada. Yo salí al tercer día la primera vez.
No quería involucrar a mi familia, tener un hijo homosexual era la vergüenza del barrio. Me fui a lo de mi madrina a Villa Madero. Estaba cansada de estar en los calabozos, para ellos éramos animales pero cuando querían sexo nos venían a buscar a nosotras. Tenían problemas psicológicos porque nos terminaban pidiendo sexo oral o anal a cambio de un pedazo de pizza. No nos podíamos negar, si te negabas te mataban a palos.
Fabiana contó que anduvo por distintos lugares del país hasta que decidió irse a Italia en 1986.
Me vine sola. Nosotras nos acostumbramos a todo. Nosotras nos rompemos por las cosas que nos pasaron y nos hicieron. Que hoy se haga Justicia por nosotras es algo que ganamos después de tantos años de saber que no están más las chicas”, dijo Fabiana con la voz quebrada.
Ustedes sabrán que trabajamos en Panamericana, nos atropellaron y muchas también fallecieron ahí. Empezar en otro país no es fácil. Yo tuve suerte después de haber sufrido tanto y encontrar gente, trabajar en un restaurante. De la Argentina tengo lo peores recuerdos de mi vida por las injusticias que sufrí. Para ellos nosotras éramos monstruos. No se puede entender cómo nos trataban. Haces sexo con una persona y a la vez la odias, no se puede entender. Creo que tenían problemas psicológicos. Yo vi cuando le doblaban los brazos a una compañera. O cuando me pegaron un palazo en la cabeza, que me dejó secuelas hasta hoy, la cabeza toda hinchada, el cráneo astillado. Un amigo me llevó al hospital Salaberry. Hasta el día de hoy sigo teniendo dolores, pierdo la memoria a veces, sigo tomando pastillas. Son cosas que pasaron y cosas que quedan dentro de nosotras. Por más que somos fuertes a veces nosotras mismas nos rompemos.
Ellos hacían lo que querían con nosotras
Paola Leonor Alagastino fue la segunda testigo, también por videconferencia desde España. Contó que tenía 17 años cuando la llevaron de Camino de Cintura, la metieron adentro del baúl de un Falcon Blanco, en el invierno de 1977, y la llevaron a la Brigada de Bánfield, donde funcionó este centro clandestino.
“Cuando me bajaron, pensé que me iban a matar. Gracias a Dios no sucedió eso. Pero fui maltratada, violada, me pegaron con palos. Algunos estaban ahí de civil y algunos llevaban esas ropas no de policía, sino una ropa gris con botas negras. Teníamos miedo, nos trataban mal, nos insultaban, nos decían de todo. Querían sexo y si no había sexo, eran palos.
Nos daban el borde de la pizza. Nos decían puto, maricón, ustedes tienen que morirse, los vamos a matar, los vamos a tirar por ahí y quién los va a buscar.
Escuchábamos la picana a las chicas y chicos en otro piso arriba. Era un infierno todo eso. A Fabiana la agarraron y le pegaron con palos en la cabeza. No les importaba nada de nosotras, peor que un animal nos trataban.
Nos dábamos cuenta cuando llegaban al lugar los militares por esas botas que hacían ruido. Pum, pum. Gritaban y le daban picana. Nosotras pensábamos que nos tocaba. Hubo palo, violaciones, hambre, frío, insultos. Horrible lo que pasamos. Además de Fabiana recuerdo a Yenny, Mónica, Estrellita. Pero ellas no están mas con nosotras. Fallecieron todas. Estaba Maricela, está viva. Somos pocas. Perica. Cuqui. Marcela que falleció hace 2 o 3 años. Carla. Una vez me hicieron pasar a la oficina del comisario. Me mostraron una foto y me preguntaron: ¿La conocés a ella?
Cuando le preguntaron cómo sabía que a las secuestradas le aplicaban picana, contó que se daba cuenta por las lámparas y luces, que subían y bajaban, y por los gritos.
Estábamos en un lugar como si fuese que no existíamos.
Querían sexo y si la persona no quería, venían palos y más palos. No era sexo, eran violaciones. Ellos hacían lo que querían con nosotras. A estos putos hay que matarlos, decían.
Después me quedó miedo hasta de salir a hacer las compras.
Cuando llegué a España fui la personas mas feliz del mundo porque sabia que no iba a sufrir más.
Continuamente se sentía la muerte
Analía Velázquez, tercera testiga, declaró de modo presencial, sentada ante una mesa desde donde colgaba una bandera del Archivo de la Memoria Trans, que permaneció durante las declaraciones de las dos víctimas siguientes. El Archivo de la Memoria Trans colabora con esta investigación aportando datos de personas trans y travestis sobrevivientes que fueron víctimas del Terrorismo de Estado.
“Yo tenía 22 o 23 años. Fui secuestrada de la casa de mi familia y llevada al Pozo de Banfield, donde estuve en varias oportunidades. Por lo general siempre nos llevaban de madrugada.
He pasado todo tipo de torturas, también psicológicas. Me han violado. He escuchado cosa muy horribles por las noches. Ellos decían “máquina”, se sabía que eso era picana, y advertían que en cualquier momento me podía pasar. En una oportunidad me hicieron desnudar, llegué a conocer una cama elástica, toda de metal. Decían que ya me iba a tocar.
Cuando querían nos sacaban de la celda y nos hacían hacer strip tease, querían que bailáramos para ellos, a veces estaban alcoholizados. Recuerdo estar con una compañera y nos sacaban fotos y nos preguntaban cuál de las dos era más linda. Me he negado. Estaba muy nerviosa, siempre fui de temperamento nervioso. Y creo que el cuadro de ella estaba puesto en una de las oficinas del comisario. Esa chica se llamaba Claudia Lescano, creo que ya no esta.
Entre 1976 y 1978 estuve 6 o 7 veces en ese lugar. Recuerdo a Paola Leonor, Fabiana. Perica. Claudia Maderna. Judith.
No solo éramos travestis ni trans sino que había otras mujeres que hacían lo mismo que nosotras. En ese lugar sufrimos tortura, hambre, frio. Dormíamos sobre papel de diario. No nos daban de comer. Si bien a mi me atendía mi familia, no comía porque soy muy delicada. Estaba siempre como….enojada.
Mi familia me ponía un abogado para saber cual era mi destino y ese abogado me encontraba. Mi madre y mi hermana hacían hábeas corpus.
De día estaban policías y de noche militares. Me sacaban de madrugada y me bañaba con agua fría.
Continuamente se sentía la muerte, se oían los gritos de las personas a las que les daban picana. Hombres, mujeres, señoras y chicos que lloraban. Mamá no me abandones, gritaban.
Todo eso pasaba en el Pozo de Bánfield. Era un lugar como una pocilga.
Mi nombre de pila era Maricela. Tuve que hacer juicio para ser reconocida como mujer y como argentina. He salido en diarios, en revistas, en el noticieron, en televisión. Existía una revista que se llamaba Asi. . Mi familia estaba muy asustada porque se decía que yo era una delincuente, no lo era. El barrio estaba convulsionado. Ellos te inventaban causas, hacían lo que se les ocurría con nosotras.
Nos soltaban de madrugada. Me llevaban a una estación de trenes, yo iba pidiendo plata para poder llegar a mi casa. Nunca sabía dónde estaba, por donde salía.
A veces estaba 15 días, o 30, 60 y a veces hasta 90 días nos tenían tiradas en esos lugares.
Analía contó al Tribunal que en un momento tuvo que teñirse el pelo de negro y salir del país por Misiones para cruzar a Foz do Iguazú en Brasil. De ahí se fue a San Pablo, anduvo por Río de Janiero. Después volvió a la Argentina y cayó presa. Y se fue a Europa.
¿Cómo me siento después de todo esto que vivi? Con muchos miedos, con muchos temores que no se van. A veces no duermo, tengo pesadillas. He vivido en lugares muy oscuros. Tengo eso. Soy muy nerviosa.
La abogada de la querella de Abuelas de Plaza de Mayo, Coleen Torres, le preguntó si sabía la edad de los niños que mencionó en su testimonio, cuyos gritos escuchaba,
-Tendrían 6 o 7 años.
Ahora vas a saber lo que es bueno
A Marcela Viegas Pedro, como cualquier persona que va a declarar después de haber sufrido años de violencias, le temblaba la voz. Contó que cuando estaba por cumplir 15 años fue secuestrada en Camino de Cintura, provincia de Buenos Aires, adonde llegó escapando de Rosario (Santa Fe). Leer más…
Comentarios desactivados en Un gendarme amenazó con su arma a personas en un boliche LGBT de Jujuy
Un miembro de la Gendarmería ingresó a un boliche LGBT con un arma y profiriendo insultos homoodiantes. El pedido por una ley antidiscriminatoria.
SAN SALVADOR DE JUJUY, Argentina. La madrugada del domingo 16 de abril, luego de que fuera sacado por la seguridad, un gendarme intentó ingresar con un arma al boliche Babylon, en la ciudad de San Salvador de Jujuy. La firma informó que la acción de la propia seguridad del local logró evitar consecuencias mayores. El hombre fue detenido poco después por la Policía de la provincia.
Babylon es un conocido boliche ubicado en Alto La Viña, en la zona este de la ciudad capital de Jujuy. Su oferta propone justamente un lugar seguro para la diversión de las personas no binarias. Está abierto a cualquier persona, con la sola condición de que no haya actos discriminatorios ni de violencia.
Por eso, para las colectivas, la novedad del intento de agresión provocó gran conmoción y puso de relieve la violencia que soporta la comunidad LGBTIQ en esa provincia. Las organizaciones reclamaron la sanción de una ley antidiscriminatoria.
Discurso homofóbico
El boliche informó en sus cuentas oficiales que el hombre profería “un discurso homofóbico contra miembros de la #comunidadLGBTIQ+”. También destacó la acción de su personal de seguridad y de la Policía jujeña para detener al hombre.
Presentes pudo acceder al relato de una testiga que esa madrugada presenció el incidente en el boliche. “No sé si fue por homofobia”, opinó, antes que nada. Relató que había salido en ese momento. Luego vio cómo el gendarme volvía con un arma y que la remontó en la puerta del lugar. “Llamé, hablé con la policía y él se fue, parece, en una camioneta”.
Por información dada en la cuenta oficial del boliche se sabe que fue detenido y puesto a disposición de la justicia. No hubo información oficial sobre este aspecto. Según relató el dueño del boliche, Marcelo Fili, cuando vio a la policía el hombre se encerró en su vehículo. Luego tuvo que ceder y entregarse.
El boliche confirmó que el gendarme estuvo adentro y que fue “retirado junto a su acompañante por comportamiento violento y homofóbico”.
Después “pretendió volver montado en odio con un arma reglamentaria que tenía en el vehículo que usaba, junto a su uniforme”. Y “no dudó un segundo en gatillar de la forma más cobarde, al grito de tener intenciones de matar a todos los put*s”. “Nuestro jefe pudo preservar su vida, apoyado por las fuerzas policiales de Jujuy y todo nuestro staff de control”, insistió Babylon. Otras versiones afirman que el gendarme no llegó a gatillar su arma.
El propietario del boliche, Marcelo Fili, afirmó en declaraciones al Canal 2 de Jujuy que cuando el encargado de seguridad le impidió el ingreso, el gendarme “sacó un arma reglamentaria, se la puso en la cabeza a nuestro portero, gatilló, no salió el tiro, volvió a remontar. Se la puso al gerente del local en la cabeza, volvió a gatillar, no salió el tiro y así hizo diez intentos”.
Una ley antidiscriminatoria
El boliche emitió dos comunicados sobre el incidente. En el segundo, más extenso, lamentó el ataque a “un espacio donde una comunidad concurre a ser feliz, a relajarse a divertirse” con respeto, sostuvo.
Babylon “es el único boliche donde las disidencias podemos ir”, contó a Presentes Sara Pérez, de la Colectiva Antirracista Identidad Marrón Xuxuy y la Colectiva Campesina e Indígena Orgullo Quebradeño. “Hasta cuándo seguir tolerando estos hechos violentos en espacios que son los únicos donde podemos divertirnos, salir, sin ocultarnos. En realidad, es el único lugar”. Porque en los otros lugares “sentimos como una opresión. Porque la noche jujeña tiene ese tinte muy homofóbico, muy transodiante”, explicó.
Pérez, de 34 años, contó a Presentes que, en lo particular, ella evita exponerse. “Si vamos a lugares así en la noche jujeña evitamos la expresión de la identidad como forma de protegernos y de cuidarnos.Sabemos cómo es la noche”, indicó.“En la mayoría de los espacios existe esa violencia y ese insulto por ser marica o por ser trava.Y está esa cuestión ahí muy presente. La noche jujeña es violenta y para las disidencias sexuales es el doble”,aseguró.
Junto a otras, la Unidad de investigación y estudios para la acción y reflexión en disidencias sexuales Jujuy “Guepardxs” – Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy, la Comunidad de la Quebrada LGBTTTIQ+, el Colectivo Autoconvocado de la Diversidad Perico y Libres y Diverses – Jujuy, las colectivas que integra Pérez difundieron un comunicado en el que plantearon también esa cuestión del derecho a la diversión.
También hicieron “un llamado a la sociedad en la importancia del respeto y la decisión de la orientación sexual, expresión e identidad de género de cada persona”.
Las organizaciones afirmaron que este hecho confirma “la falta de implementación de políticas reales con perspectiva de género y de disidencias sexuales”. “Por más leyes o secretarías que se crean, nuestrxs cuerpxs siguen siendo violentadxs por el sistema. E incluso por las mismas instituciones que dicen ‘cuidarnos y protegernos’”, denunciaron.
Estas organizaciones, y también el Movimiento Ailén Chambi, se pronunciaron por la sanción de una ley de antidiscriminatoria. “Y por la incorporación de una perspectiva integral en las políticas de género orientadas al colectivo LGBTINB+”, agregó el grupo de colectivas.
“Tenemos derecho a divertirnos y a expresar nuestras identidades de género en los contextos festivos.Un ataque de odio no debe quitarnos el derecho a bailar, a gozar de un espacio seguro y a denunciar si hay algún acto violento que intente normalizar nuestras sexualidades”, aseguraron.
Ailen Chambi exigió que les legisladores nacionales “se comprometan con impulsar y sancionar el proyecto de ley antidiscriminatoria presentado por la Federación Argentina LGBT (FALGBT). Necesitamos una reforma legislativa que garantice nuestra protección y que en especial promueva un plan de acción para prevenir hechos de odio y violencia”, sostuvo en un texto que difundió por redes sociales. Allí también repudió “todo acto homolesbotransodiante” y exigió el esclarecimiento del hecho suscitado en el boliche. “Por una justicia que actúe con perspectiva de derechos humanos, género y diversidad”.
El uso de armas reglamentarias
Las colectivas que se pronunciaron en conjunto consideraron que lo más grave del incidente del domingo último en Babylon es que el agresor “forma parte de una institución que dicen ser defensores de la patria”.
Sara Pérez aseguró que en Jujuy se sigue usando el Código de Contravenciones para hostigar a las personas de las diversidades. “La policía sigue amedrentando a las chicas trans que trabajan. La violencia policial continúa, no ha parado ni por más capacitación que tengan, existe la violencia hacia nosotres en distintos contextos o en la misma calle”. Es tanta, dijo, que “capaz que lo tenemos bastante naturalizado de escondernos un poco en relación a nuestros sentimientos”.
¿Qué hacer contra la violencia machista?
Para Sara Pérez, lo primero es que el estado jujeño “acceda al diálogo” y que también las instituciones de seguridad empiecen “a ponerse en comunicación con las organizaciones, porque nosotres siempre estamos como accionando de distintos lugares, de distintas formas”, y el Estado no responde. Mientras tanto,“la diversidad sigue siendo víctima de la violencia de las diversas instituciones, no solamente de la Policía, sino también de los hospitales, las oficinas públicas, de la educación, no respetar las leyes y los derechos”. “Pensamos que el estado debe acercarse a nosotres”, que tome conciencia del trabajo que tiene que llevar a cabo para formar a las personas que integran las fuerzas de seguridad. Porque “son instituciones que son netamente machistas y clasistas”, aseguró.
Marina Vilte, del Movimiento Ailen Chambi, dijo a Presentes que el hecho puso de relieve dos aspectos centrales en las políticas públicas sobre el sector. Por un lado, la deuda del Estado argentino, que aún no sanciona una ley antidiscriminatoria, un reclamo que es incluso anterior a la sanción de la ley de matrimonio igualitario. Por el otro, la facilidad con que les miembres de las fuerzas de seguridad pueden andar armades aún fuera de servicio “y los únicos que pagan el pato son las disidencias y los pibes pobres”.
En un texto que difundió en redes sociales, el Movimiento recordó que“no es la primera vez que personal de las fuerzas de seguridad usan armas reglamentarias impunemente para amedrentar, amenazar, lesionar y hasta matar”.
Comentarios desactivados en Con mirada decolonial: Cientos de activistas LGBTI+ se reúnen en La Paz en una conferencia regional
Unxs trescientos activistas LGBTI+ de América Latina se reúnen del 24 al 29 de abril en La Paz (Bolivia) en la IX Conferencia regional de ILGALAC.
BUENOS AIRES, Argentina. Unxs trescientos activistas LGBTI+ de América Latina se reúnen del 24 al 29 de abril en La Paz (Bolivia) para intercambiar experiencias, contar sus realidades locales y compartir conocimiento sobre incidencia en derechos humanos. El punto de encuentro: la IX Conferencia Regional de ILGA LAC (Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex de Latinoamérica y el Caribe) en la Paz, Bolivia. El lugar fue elegido por votación en la Conferencia anterior, en 2019.
“Se iba a hacer el año pasado pero, por los tiempos de la pandemia, no llegamos. Se votó Bolivia por una voluntad de discutir las herencias coloniales y Bolivia es un estado plurinacional. También porque el país fue foco de un golpe de Estado en 2019 y queríamos apoyar la resistencia a ese golpe que atentó contra todos los derechos”, dijo a Presentes Darío Arias, co-fundador y coordinador de Conurbanos Por La Diversidad (Argentina) y cosecretario regional de ILGA LAC.
Descolonizar nuestras luchas
Con el lema “Descolonizando nuestras luchas, despatriarcalizando nuestros cuerpos”, la novena edición de esta conferencia pondrá el foco en la intersección de de una agenda transfeminista y antirracista, en un contexto de avanzada antiderechos en todo el mundo, en particular con los discursos y proyectos de ley anti-trans.
Además de activistas, irán integrantes de la academia, de organismos multilaterales y funcionarixs públicos de los distintos países de América Latina. De Bolivia, se espera a la ministra de la Presidencia, María Nela Prada.
La agenda diversa de América Latina
La conferencia tendrá nueve plenarias divididas en tres días, donde las organizaciones y funcionarixs estatales expondrán sobre la respuestas de los estados. También sobre a cooperación internacional frente a la pandemia de coronavirus; la situación de los derechos LGBTI+ y las violencias en distintos puntos de América Latina.
Habrá además 21 talleres para profundizar sobre las experiencias del activismo en litigio estratégico; liderazgo político; personas LGBTI+ privadas de libertad; personas LGBTI+ de la Vía Campesina; políticas de apoyo a juventudes y adultxs mayores, entre otros.
Si bien la organización convocante es ILGA LAC, dos organizaciones locales ofician de co-anfitrionas: Comunidad diversidad y Colectivo Tlgb de Bolivia.
Foto: Conferencia ILGA Mundo, Los Ángeles, mayo de 2022.
ILGA LAC es una asociación no gubernamental de base comunitaria centrada en la lucha contra la discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género como asunto global. Es una red regional de grupos, colectivas, colectivos y organizaciones de América Latina y el Caribe, dedicadas a lograr la igualdad de derechos para las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGBTI). Forma parte de ILGA Mundo, que nuclea a más de 1.700 asociaciones de la diversidad sexual en más de 160 países.
Entre sus trabajos está interpelar a organismos mundiales como Naciones Unidas, gobiernos e instituciones locales para que se garanticen los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex.
Comentarios desactivados en Carla Rivero, primera directora trans de Argentina: “Educar es la única manera de erradicar el odio”
Después de 28 años como docente, Carla Rivero es la directora de la Escuela Nº79 “República del Paraguay” de Tiro Suizo, zona sur de Rosario (Santa Fe).
BUENOS AIRES, Argentina. En la infancia, cuando jugaba con sus amigas, Carla se convertía en una directora de escuela. Soñaba con ocupar ese rol. Tras 28 años de recorrido en la educación pública, desde esta semana Carla cumple su sueño en la Escuela Nº79 “República del Paraguay” de Tiro Suizo, zona sur de Rosario (provincia de Santa Fe). Y hoy es la primera directora trans del país.
Carla Valeria Rivero llegó al cargo por de una licencia que se renueva mes a mes, y podrá acceder a través de un concurso. En su escritorio ya puso a disposición todo el contenido de Educación Sexual Integral para que lxs docentes lo usen en sus clases, pero también para que lo consulten cuando sea necesario. Después de leer los comentarios en las redes sociales, luego de una nota periodística que le hicieron hace unos días, se dio cuenta que todavía falta mucho camino para recorrer.
“Sigue habiendo una mirada inquisidora, acusadora. Porque sigue estando mal visto y porque hay una especie de acusación indirecta a pesar de muchos avances”, dice Carla a Agencia Presentes desde la escuela que dirige, minutos antes de salir hacia una manifestación.
Docencia y transición
Carla lleva 28 años de vida docente. Se recibió en 1996 y comenzó a ejercer al año siguiente en la escuela de Villa Gobernador Gálvez como docente de Matemáticas. Allí comenzó también su transición. Ella se reconocía Carla pero en los papeles figuraba el nombre asignado al nacer. «Imagínate que no me podían decir Carlos porque ya tenía unos pechos gigantes, entonces me empezaron a decir Carli», se ríe.
“Quedó Carli durante muchos años hasta que llegó la Ley de Identidad de Género. Ahí es cuando al personaje que yo había construido pude darle la legalidad, pero recién en 2012. Habían pasado muchos años, no fue tan rápido”, cuenta la docente.
“Sin ley identidad de género quedaba todo dentro de un marco personal. No teníamos nuestro nombre, era un fantasma, no teníamos legalidad y no teníamos cómo llamarnos. Siempre fui Carla Valeria, pero para el sistema yo no existía, era Carlos Alberto. Fue la comunidad donde transicioné la que me dio la posibilidad de sentir comodidad. En esa escuela donde trabajé 20 años construí un poco de la esencia de lo que soy”, agrega.
Carla dice que es crucial hablar de Educación Sexual Integral para no retroceder en los derechos que el colectivo travesti trans alcanzó en las últimas décadas.“Ayuda mucho a la infancia y a todas las adolescencias trans. Hace 25 años esto ni siquiera se podía pensar”, expresa.
Carla cuenta que cuando hizo su transición no existía la ESI y andaba con cautela a la hora de hablar con lxs estudiantes.“Hace 20 años teníamos que tener cuidado, todo podía ser malinterpretado. Se hablaba desde un lugar personal y no curricular, por eso insisto en la aplicación de esa ley. En aquel momento, para hablar de educación sexual teníamos que pedir una autorización a los padres. Y las clases se limitaban a la genitalidad y el aparato reproductivo”.
La primera docente trans en los ´90
Cuando comenzó en la docencia, a fines de la década del 90, Carla fue noticia.
Se escribieron algunos artículos periodísticos donde se destacaba que era la primera docente trans. Recuerda esos años como “una época de muchas luchas”. En el país había sólo tres personas trans que ejercían la docencia. Y en Santa Fe había sólo tres personas trans con trabajo formal: una amiga de Carla que estaba en el área de salud, otra conocida dentro de las fuerzas de seguridad y ella en educación.
Durante una reunión de padres de tercer grado la mujer se refirió a Carla de manera despectiva y discriminatoria. La frase fue grabada por la mamá de un alumno y gracias a eso, pudo denunciarla ante el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo).
“Se avanzó mucho. Pero para las personas trans sigue siendo complejo habitar todos los lugares sociales de cualquier ciudadano. En los 90, si bien había terminado la dictadura militar, no nos podíamos sentar en un bar. No podíamos ir a bailar adonde tuviéramos ganas. Había un montón de cuestionamientos desde lo social, lo político, y desde las fuerzas de seguridad que nos detenían. Hoy verme en un lugar así, después de tantos años, me alegra”.
El foco: garantizar la educación
En su regreso a Rosario, en 2021, Carla se encontró con algunas puertas abiertas, entre ellas la posibilidad de coordinar el bachillerato trans de Rosario. “Es un espacio que habitamos y que construimos en base al amor, la ternura”. Ese trabajo la ayudó, dice, a plantarse dentro de la escuela y a no perder de vista el objetivo: garantizar la educación de niñxs, adolescentes y adultxs.
“El sentido de todo esto es ése. Y me voy a enfocar en eso: garantizar la educación. Con todo lo que implica, con todas las fallas que tiene el sistema educativo que es bastante viejo y retrógrado. Habría que actualizarlo. Las escuelas públicas que tanto queremos o que tanto sostenemos se nos caen. Hay poca inversión, donde la infraestructura a veces es precaria. Los docentes sostenemos la escuela. ¿Y eso cómo se sostiene? Con amor. Es la única manera”.
Carla renueva mes a mes este cargo de directora, al que podrá acceder fácilmente gracias a su recorrido en la escuela. En este tiempo, insiste en que lo principal es lograr transversalizar la ESI en la escuela y participar activamente para disminuir la violencia contra las diversidades sexuales.
ESI es trabajar en el cuidado y el afecto
La docente afirma que, una vez llegada al cargo de directora le resulta imposible no tener una mirada retrospectiva de su carrera. También de la sociedad y sobre todo del ámbito educativo.
“Los cambios de paradigmas son culturales. Hay gente que sigue pensando que somos personas degeneradas, que es anti biológico. Cambiar esa mirada cuesta. Pero vamos dando pasos hasta que llegue el momento en que todo se transforme”, reflexiona Carla.
“La ESI no es hablar del aparato reproductor masculino o femenino. La ESI es trabajar en el cuidado del cuerpo, la prevención, el afecto. Debe darse desde lo transversal y en todas las áreas. Porque un cuerpo trans dentro de una institución pública está resistiendo un montón de cosas. Educar es la única manera de erradicar toda esta cuestión de odio y de violencia”.
Orgullo y libertad
Desde muy chica quiso ser maestra, pero también sacerdote. “Tenía un traje de cura y daba misa. Cuando me quisieron llevar al seminario, creo que tenía 11 años, mi mamá se opuso. Y hasta el día de hoy se lo agradezco”, dice entre risas.
“No cuestiono nada de lo que tenga que ver con la fe, tengo otra mirada sobre la Iglesia. Soy creyente, pero hay cosas que cuestiono a la institución”, afirma.
Creció entre papeles porque su mamá trabajaba en una oficina. “Tengo una madre que nunca me ha cuestionado. Una mujer muy buena que estudió hasta tercer grado pero que tuvo la visión de dejarme ser libre. Eso siempre se lo agradezco”, agrega. “Soy una persona abierta, muy libre. A algunas personas trans les molesta hablar del pasado o no les gusta decir el nombre que tenían. Yo no tengo problemas con esas cosas y lo planteo porque siempre lo viví desde un lugar de felicidad. Todas mis etapas las viví desde la felicidad y desde el orgullo. Porque si yo tengo que contar cómo fue mi vida anterior a ser trans fui una persona feliz, como fue mi vida después de ser trans”.
Comentarios desactivados en Maxim Tabari sobrevivió a un ataque de transodio, luchó 10 años para que la Justicia la escuchara y… absolvieron al acusado de intentar asesinarla.
En 2013 Maxim Tabari, una joven trans que vive en Traslasierra (Córdoba), sufrió un ataque al que sobrevivio con secuelas de por vida. Luchó 10 años para llegar a la Justicia. El acusado fue absuelto pero lo condenaron por lesiones leves a un policía.
Organizaciones LGBTIQ+ denuncian desidia policial y judicial.
Maxim Tabari era una joven trans de 19 años cuando el 28 de abril de 2013 fue atacada a palos por Matías Enrique Farías y su sobrino –entonces menor de edad–. La atacaron mientras dormía en su casa de barrio Villa Sarmiento, en la periferia de la ciudad de Villa Dolores, Córdoba. El ataque le causó un traumatismo de cráneo, lesiones en su rostro y la ruptura del tabique nasal. Y le dejó secuelas que hasta hoy demandan medicación y tratamiento.
Sin embargo, en los inicios la causa se calificó como “lesiones leves”. Diez años después, fue elevada a juicio en los Tribunales de Villa Dolores como “Farías Matías Enrique y otro, por homicidio calificado por alevosía con la intervención de un menor de 18 años en grado de tentativa”. Los colectivos LGTBQI+ que acompañan a la víctima consideran que este nombre – carátula- que le pone la Justicia, es insuficiente, por no contemplar “la explicación social que genera estos crímenes, el transodio que día a día vulnera los derechos de las diversidades en este territorio”. Así lo señalaron en un comunicado de Casa Diversa Traslasierra.
El juicio comenzó el 13 de marzo. Foto: Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra.
“Esa no fue la primera agresión. Un año antes hubo otra. A Matías Farías se le habían perdido siete porros mugrosos y me echó a mí la culpa. Llegó una mañana a mi casa y me rompió las cosas y la puerta. Esa vez vino con un cuchillo. Yo fui a la Policía de Villa Sarmiento, de Villa Dolores y a la Fiscalía y no me tomaron la denuncia. Entonces, lo tuve que denunciar en la radio. Así empezó todo. Pero el segundo episodio fue peor”, relata Maxim a Presentes.
Según su relato, Farías y su sobrino entraron a su casa y la atacaron mientras dormía. “Primero me pegó con un palo el sobrino. El primer instinto que tuve fue de reducirlo, pero me pegaron otros palos y me desvanecí. Salieron corriendo, yo sentí como un tropel, ya no podía ni ver”. Auxiliada por sus vecinos, debió ser atendida primero en el Hospital de Villa Dolores y en Córdoba capital. Todavía padece secuelas y lesiones irreversibles, como dolores de cabeza crónicos y un hundimiento en el lado derecho del cráneo.
Primer juicio por transodio en Traslasierra
Demorado por varios motivos –el hoy acusado estuvo prófugo y lo capturaron en diciembre, el extravío del expediente, las restricciones durante la pandemia, un abogado defensor afectado por el Covid, pero sobre todo por la lentitud en la investigación policial y judicial–, el “primer juicio por transodio de Traslasierra” comenzó el 13 de marzo. En el banquillo de los acusados sólo está sentado Matías Farías. Su sobrino, hoy de 27 años de edad, permanece con paradero desconocido desde el día en que atacaron a la joven trans.
“Parece que la Policía y la Justicia de Córdoba no pueden dar con una persona sin influencias. Algo pasa. Hace diez años que está prófugo, o sea que nadie lo fue a buscar”, dice Germán Romero Marcón, abogado que representa a la víctima.
Maxine, en el centro, en las audiencias del juicio que se lleva a cabo estos días en Córdoba. Foto: Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra.
«Nunca buscaron las pruebas para hacer justicia»
Para el querellante, la demora tiene una sola explicación: “Estamos en el interior del interior y Maxim es una persona sin recursos. Si no hubiéramos intervenido nosotros y las personas que se solidarizaron con ella, en dos años más hubiera terminado prescribiendo, como tantos delitos que prescriben en esta jurisdicción”.
“La instrucción y la investigación han sido deficientes. Se carecen de estudios clínicos, el material con que se produjo la herida y otros que demuestran la poca importancia que se le dio al caso y a la víctima”, expresan desde la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra. En otro comunicado posteado en su sitio de Facebook, añaden: “No habría juicio si no hubiera sido que ella amenazó con ‘traer un colchón y dormir en Tribunales hasta que hagan algo’ con su causa. Y así llegamos a un juicio tres veces cancelado”.
Para Ru Guzmán, militante de Casa Diversa, es necesario que exista “más formación en derechos humanos en las instancias legales. Y recordar siempre que las vidas trans existen y resisten en este territorio, a pesar de su obligada invisibilidad social”.
“Yo siempre fui a reclamar porque no pasaba nada y este (Farías) venía y me hacía burla. Se me reía en la cara –cuenta Maxim–. Si una se defiende porque la Justicia no hace nada, una tiene que hacer justicia por mano propia o esperar que Dios los castigue. En el juicio hay un montón de trabas para que yo no esté, porque saben que no me le callo a nadie. Nunca se ocuparon de buscar las pruebas para intentar hacer justicia”.
Una oportunidad
De los crímenes de odio en que fueron víctimas personas trans en los últimos años en Córdoba –Estrella Belén Sánchez, Denisse Montenegro, Cindy Arias, Pamela Torres, Marion Gorak, Viviana Echenique y Laura Moyano, entre otras– el único que llegó a juicio oral y público fue el de Azul Montoro. Azul fue asesinada de 17 puñaladas y un golpe en la cabeza el 17 de octubre de 2017. A su agresor, Fabián Casiva, se lo condenó a prisión perpetua el 22 de agosto de 2019 con la figura de femicidio.
El transfemicidio de Sofía Bravo, asesinada por el camionero Rodrigo Nicolás Espíndola el 6 de enero pasado en la ciudad de La Carlota, tiene la instrucción prácticamente concluida y debería llegar a juicio este mismo año.
El martes 4 de abril desde las 10, el juicio de Maxim Tabari tendrá su última jornada, con los alegatos de la fiscalía, querella y defensa, la deliberación de los jurados populares y la lectura de la sentencia.
Presentes consultó a la fiscal Eugenia Ferreyra si su calificación del episodio que se juzga contemplará el componente de discriminación y violencia de género, pero la funcionaria se excusó de responder: “Por ahora nada que informar, aún no ha terminado el juicio”.
Por su parte, el abogado de la querella anticipó que planteará la figura de “tentativa de homicidio calificado y agravado por alevosía, por la intervención de un menor y por violencia de género, por ser la víctima una persona trans”. “No sabemos qué va a solicitar la fiscalía, pero tenemos esperanza de que el jurado popular va a avalar la culpabilidad del acusado. Y que los jueces así lo van a apreciar”, manifestó a esta agencia el abogado Romero Marcón.
A días de que su pelea por justicia llegue al desenlace, Maxim les habla a quienes como ella han tenido que defender su identidad frente a discriminaciones y violencias. “A no callarse, a decir todo lo que uno siente y piensa. A luchar cada día por salir adelante y ser mejor persona. En esta vida nadie es perfecto y todos somos diferentes en cuerpo, pensamiento y actitudes. A nunca bajar los brazos y luchar por nuestros sueños, que después de la tormenta siempre sale el sol”.
Ahora, el Poder Judicial tiene en sus manos la opción de que este juicio sea para ella una experiencia de revictimización. O un punto de partida para empezar a reparar el daño con un poco de justicia.
30 de marzo de 2023
Alexis Oliva
Vic Guevara
Edición: María Eugenia Ludueña
Y, al final…
CIUDAD DE CÓRDOBA, Córdoba. La Cámara en lo Criminal y Correccional de Villa Dolores, en el oeste de la provincia de Córdoba, absolvió a Matías Enrique Farías por el intento de homicidio contra la joven trans Maxim Tabari. Le aplicó una condena de dos años y ocho meses de prisión pero no por haber estado cerca de asesinar a Maxim sino por haber intentado agredir a la policía durante la investigación. La sentencia causó estupor e indignación en la víctima y militantes LGBTIQ+ y de derechos humanos que la acompañaban en este primer juicio por transodio en Traslasierra.
Maxim fue atacada a palos 28 de abril de 2013 por Farías y un sobrino, por entonces menor de edad y hoy prófugo. Sus vecinos la encontraron desvanecida y sangrando y la llevaron al hospital. La agresión le causó un traumatismo de cráneo, lesiones en su rostro y la ruptura del tabique nasal. Todavía sus secuelas demandan medicación y tratamiento.
El fallo se conoció anoche pasadas las 22, luego de más de dos horas de deliberación de los jurados populares. Fue la culminación de extensa jornada que comenzó a las 10 de la mañana y duró doce horas, entre los alegatos, y el frustrante desenlace después de diez años de reclamo de justicia.
“Es una vergüenza”, dijo a Presentes Germán Romero Marcón, representante legal de la víctima, luego de escuchar el fallo. En su alegato, había pedido 15 años de prisión por “tentativa de homicidio calificado y agravado por alevosía, por la intervención de un menor y por mediar odio de género”. También propuso que se investigue el posible “incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos” de los agentes policiales y funcionarios judiciales que instruyeron la causa.
Por su parte, la fiscal Eugenia Ferreyra descartó la figura de tentativa de homicidio y consideró a Farías “coautor de lesiones graves –con alevosía– y por cometer tal delito con un menor”. En su calificación no incluyó el agravante por violencia de género y transodio. Solicitó para el acusado una pena de 5 años y 7 meses.
A su vez, el defensor Juan Pablo Bastos atribuyó toda la responsabilidad al sobrino de Farías prófugo e impugnó los informes forenses por estar “viciados de nulidad”. Planteó la absolución de su defendido, o en su defecto el mínimo de tres años que prevé la figura de tentativa de homicidio.
“Es una injusticia, pero la vida sigue”
“Está loco el mundo. No sé qué pensar. Obviamente, es una injusticia. Cuando dijeron que lo absolvían me quería levantar e irme. Pero por respeto me quedé. Esto ha sido una gran humillación para mí, pero la vida sigue”, expresó Maxim al salir de Tribunales tras conocer la sentencia.
Integrante de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra, Mari Luque manifestó: “En la sentencia ni se habló de la paliza que sufrió Maxim y que casi le cuesta la vida. Según la defensa, el que le pegó fue el menor, no Farías. Pero en estos diez años nunca se lo investigó ni se habló de que se vaya a hacer otro juicio. De terror. No sé cómo se sale de esto”.
Un juicio oral y público sin público
Desde el inicio del juicio, el 13 de marzo, los colectivos que acompañan a la víctima venían denunciando diversas irregularidades en el despliegue del juicio. El público estaba impedido de ingresar a la sala de audiencias y a Maxim no se le permitió escuchar los testimonios de la defensa, entre otras restricciones. “¿Por qué una causa pública impide a las organizaciones sociales y testigos populares entrar a la audiencia, convirtiéndose así y de repente en una causa privada? Al parecer jueces y fiscalía no trabajan en función de resguardar a la víctima”, cuestionaron desde la Casa Diversa Traslasierra.
En vísperas de la jornada de alegatos y sentencia, la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra recurrió a las secretarías de Derechos Humanos de la Nación y de la Provincia, para constatar si el tribunal presidido por el juez Carlos Escudero incurría en “una irregularidad al no permitir el acceso del público y de la víctima”.
En respuesta, Mariano Ariel Przybylski, titular de la Dirección Nacional de Políticas contra la Violencia Institucional, envió una carta a la Cámara en lo Criminal de Villa Dolores, solicitando que “se tomen las medidas pertinentes para garantizar la asistencia a la audiencia del día 4 de abril del corriente del público en general, así como de las organizaciones de derechos humanos en particular”. “Teniendo en cuenta que el art. 372 del Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba establece, como uno de los principios fundamentales de todo juicio, la oralidad y la publicidad, resulta imperioso que este derecho no se vea afectado”, fundamentaba el pedido.
5 de abril de 2023
Alexis Oliva
Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra
Comentarios desactivados en Por qué decir que la pedofilia es una orientación sexual es desinformar
Los debates sobre famosos y las acusaciones de delitos sexuales se multiplicaron en la tevé. ¿Qué consecuencias tiene abordar mal estas temáticas?
BUENOS AIRES, Argentina.La pedofilia es una práctica que se ejerce en una relación desigual de poder. En esa definición coincidieron especiales que a su afirmaron que no se trata de una “orientación sexual”, sino de un delito que implica sometimiento. Desarticularon, así el discurso que un programa de televisión difundió los últimos días. Allí la psicóloga Celia Antonini aseguró que en la pedofilia “el deseo sexual está puesto en menores de edad”.
“Esto es una orientación sexual (la pedofilia). Entonces pueden relacionarse normalmente, como cualquiera de nosotros. Pero el deseo sexual está puesto en menores de edad”, dijo Antonini el viernes pasado en el programa Intrusos de América TV.
Los dichos se dieron mientras la entrevistada (convocada como especialista) y el panel comentaban acerca de la organización que reclutaría desde hace más de 20 años a niños y adolescentes de la localidad misionera de Oberá (Argentina) para la explotación sexual y corrupción de menores en Buenos Aires. Por este caso se encuentran detenidas cuatro personas, entre ellas Marcelo Corazza, el primer ganador del reality Gran Hermano en Argentina y productor de la edición que acaba de finalizar. Los otros tres imputados fueron identificados por la Justicia como Andrés Fernando Charpenet, Raúl Ignacio Mermet y Francisco Rolando Angelotti, quien sería el jefe de la organización.
Frente a las declaraciones de Antonini al aire, las redes sociales se colmaron de repudios. Uno de ellos fue el de la médica, docente e influencer Sol Ferreira, conocida popularmente como Sol Despeinada.
“Imposible construir así, imposible. La construcción de discursos de este tipo no sólo no responde ninguna pregunta, sino que tiene cero perspectiva política sobre la relación de poder y manipulación que ejercen los adultos sobre las infancias y adolescencias. Rancio mal”, expresó a través de su cuenta de Twitter.
Imposible construir así, imposible. La construcción de discursos de este tipo no sólo no responde ninguna pregunta sino que tiene cero perspectiva política sobre la relación de poder y manipulación que ejercen los adultos sobre las infancias y adolescencias. Rancio mal. https://t.co/8smvCeKdlD
Presentes conversó con les especialistas en salud mental y abuso sexual Hernán de Arriba, Sonia Almada y Enrique Stola para saber por qué decir que la pedofilia es una orientación sexual es desinformar.
Qué dicen los especialistas
El psicoanalista y psiquiatra De Arriba enfatizó en que “la pedofilia no es una orientación sexual”, sino una práctica. “Es una situación de abuso. Se da cuando una persona tiene poder y actúa sobre otra en una situación de sometimiento porque no están en igualdad de condiciones para decidir sobre esa práctica”, explicó.
“La violencia sexual contra las infancias es un crimen contra la integridad que no está vinculado a la orientación sexual ni la identidad de género del agresor sexual”, coincidió la psicóloga y activista Almada. Además, consideró que “se trata de un crimen que se elige llevar adelante o no, a conciencia del daño que provoca”.
“El deseo del pederasta por el cuerpo infantil está vinculado a la utilización como objeto del mismo, al sufrimiento que produce, a la amenaza y a la prohibición”, indicó.
A su vez, para el psiquiatra Stola, al hablar sobre abusos sexuales en los medios de comunicación es necesario decir que es “claramente un delito”. Y agregó que “si hay algún tipo de interrogante o debate se tiene que discutir dentro de la academia”.
Además, advirtió que afirmar que la pedofilia es una orientación sexual, al igual que la heterosexualidad o la homosexualidad, es una manera de “pedir disculpas” por el acto que se lleva a cabo. O “una justificación” del mismo.
En Argentina, el programa “Las víctimas contra las violencias” del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos registró entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 a 3.219 niñas, niños y adolescentes (NNyA) víctimas en consultas por violencia sexual. De ese total, el 77% eran niñas.
A su vez, el 36,2% de los casos de violencia sexual contra NNyA sucedió en el hogar, y el 3,4% en la vivienda de un familiar. En este sentido, el 56,5% de los agresores fueron familiares y 17,7% conocidos no familiares.
«Situaciones como esta, donde se ve el abuso sexual, ponen en movimiento estructuras familiares de índole patriarcal en la que la gente implicada intenta negar lo que sucede. Intentan no verlo: ‘En mi familia no pasa’. Por ende, decir que está vinculado con una relación homosexual es un intento de alejar el problema de donde realmente está, que son los núcleos familiares”, señaló De Arriba. El psiquiatra también es analista en formación de la Asociación Psicoanalítica Argentina, integrante de la organización 100% Diversidad y Derechos y trabaja en el Hospital Borda.
Para Stola, “la homofobia, el rechazo a los homosexuales o el odio, está presente en todo el mundo. Ese prejuicio motoriza este tipo de especulaciones y cuando se dan estas noticias es la ratificación del prejuicio”.
Fortalecer la ESI
Para abordar la violencia sexual contra las infancias y adolescencias, les especialistas resaltaron la necesidad de garantizar la Educación Sexual Integral (ESI). También, advirtieron sobre el machismo presente dentro del Poder Judicial e invitaron a hablar sobre el tema.
“La ESI tiene que ver con el reconocimiento, el cuidado y el disfrute del propio cuerpo. Poder utilizar el cuerpo por fuera de las represiones que la sociedad impone en muchos momentos y también poder cuidar el cuerpo de situaciones que son dolorosas, que generan sufrimiento. Me parece que para hablar sobre abusos sexuales en las infancias es fundamental la ESI”, señaló De Arriba.
Para él está bien que se visibilicen estas situaciones. “Hay mucha gente que sufre en silencio”. “Una persona que es lastimada en la infancia sufre las consecuencias a lo largo de la vida. Se vive de una forma muy culpabilizante”, sostuvo. Resaltó, además, la importancia de que “las personas que lo han vivido puedan identificarse con esto. Hablar de lo que les pasa y empezar el camino de sanar estas heridas que quedan en cada uno”.
Stola remarcó a su vez la necesidad de trabajar sobre la justicia. “El Poder Judicial en general no les cree a los chicos, a las chicas, a los adolescentes y ataca a las madres que hacen las denuncias”, dijo. Y aseguró que es “hegemónicamente machista y no tiene formación en perspectiva de género”.
El proyecto tiene tres ejes. Por un lado, busca que se consideren imprescriptibles todas las formas de violencia sexual padecidas en la infancia y adolescencia. Si bien a partir de la ley 27.206 de 2015, los delitos de abuso sexual contra infancias son imprescriptibles, esta normativa muchas veces se contempla para las situaciones que se dieron luego de sancionada la ley. Por eso, el proyecto busca que se contemple ‘el derecho al tiempo’ de las y los sobrevivientes anteriores a ella.
Además, plantea cambiar la denominación del delito de “abuso sexual infantil” a “violencia sexual contra NNyA”. “‘Abuso’ significa el mal uso o uso indebido de un objeto y estamos hablando de sujetos y de ‘infantil’ no tiene nada porque se trata de la sexualidad adulta corrompiendo mente y cuerpo infantil”, explicó Almada.
Finalmente, propone la creación de una comisión de la verdad y la reparación “para investigar estos crímenes en todos los ámbitos como se ha hecho en otros países como Francia, Bélgica y Canadá”, indicó la psicoanalista.
“La deuda con la infancia es enorme. Debemos avanzar en acciones de visibilización, campañas de prevención, creación de espacios especializados de contención, asistencia y acompañamiento de las víctimas y cambios legislativos imprescindibles”, concluyó.
Comentarios desactivados en Memoria: ¿Por qué se habla de 400 desaparecidxs LGBT en Argentina?
¿De dónde sale la cifra de 400 detenides y desaparecides LGBT víctimas del Terrorismo de Estado en Argentina?
(Actualizada el 24/3/2023)
Al cumplirse otro aniversario del Golpe cívico-militar, con un modelo de Memoria, Verdad y Justicia que es ejemplo en el mundo y ha logrado condenar a más de mil personas en Argentina por delitos de lesa humanidad, activistas de la diversidad sexual vienen denunciando que los crímenes contra personas LGBT+ no han sido aun visibilizados ni castigados. Desde el activismo de la diversidad sexual, muches reclaman esto con la cifra simbólica de 400, una manera de pedir Memoria, Verdad y Justicia por las personas LGBT+ desaparecidas.
La primera mención a este número apareció publicada en 1987, en el libro de Carlos Jáuregui “La homosexualidad en Argentina”. Luego, en 1996, en un texto para revista Nx Jáuregui amplió: “Nuestra comunidad, como toda minoría en tiempos dictatoriales, fue víctima privilegiada del régimen. El fallecido rabino Marshal Meyer, miembro integrante de la CONADEP (Comisión Nacional para la Desaparición de Personas), creada durante el gobierno radical, expresó en 1985 a quien esto firma, que la Comisión había detectado en su nómina de diez mil personas denunciadas como desaparecidas, a cuatrocientos homosexuales. No habían desaparecido por esa condición, pero el tratamiento recibido, afirmaba el rabino, había sido especialmente sádico y violento, como el de los detenidos judíos”.
La cifra estimaba a muy grandes rasgos “cuatrocientos homosexuales”. En aquellos tiempos, la palabra “homosexuales” era un modo de designar a todas las identidades que no eran estrictamente heterosexuales. Incluía a gays, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y más. El contexto de aquella cifra era un número que en 1985 y con muchas limitaciones, recién empezaba a perfilarse y con los años, las denuncias, se convirtió en 30.000 personas desaparecidas. Pero las detenciones y persecuciones a personas LGBT no habían empezado en terrorismo de Estado.
Ivanna Aguilera es una sobreviviente trans. Tenía 13 años aquella tarde de mayo de 1976 en Rosario. Eran las siete y estaba junto a otras compañeras, frente al Automóvil Club en la Plaza de San Martín, a cinco cuadras de su casa, cuando vio venir un camión y dos jeeps del Ejército, según contó a Presentes. ”Nosotras recién estábamos descubriéndonos, saliendo a la calle. Íbamos a la plaza porque habíamos encontrado a una compañera trans, la Poropá, la primera que conocíamos. El camión paró y nos subieron a las trompadas. La compañera mayor nos protegió. Nos llevaron al Batallón 121 (ahí funcionó un centro clandestino de detención), donde fui apaleada, abusada sexualmente en grupo, picaneada en mi genitalidad y quebrada. Todo era acompañado con insultos sobre mi identidad: maricón, puto, degenerado, ustedes son una enfermedad, hay que matarlos de chiquitos”.
Ivanna Aguilera.
Ivanna cuenta que estuvo 72 horas secuestrada con sus compañeras. “Nos tiraron en un descampado a todas. Pero después una no sobrevivió”, dice. Más tarde, Ivanna sería detenida reiteradas veces. “Nos llevaban presas por nuestra sexualidad. Pero jamás nos ponían junto con lxs compañerxs presos politicxs, sino con la población común: violadores, delincuentes, ladrones. Y algunos volvían a abusar de nosotras. A las pocas que quedamos vivas nos pasó lo mismo. ¿Por qué nos llevaban y torturaban? Jamás nos lo dijeron. No estábamos en un gremio”, dice Ivanna.
Hoy vive en Córdoba y es presidenta de Devenir Diverse. “Las travas no tenemos justicia. Hace pocos años que empezamos a trabajar con ella. Y este genocidio para con nuestros cuerpos LGBTQ+ no se terminó cuando llegó la democracia. Hace sólo unos años que tenemos ley de identidad de género. Antes íbamos a un hospital y nos llevaban detenidas, por edictos policiales que fueron creados por la dictadura”.
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