Comentarios desactivados en Búsqueda de Tehuel, joven trans de 22 años: una foto y la angustia que crece
Una foto de Tehuel, joven trans desaparecido desde el 11 de marzo, fue encontrada en el peritaje del celular de una de las personas detenidas.
Por Soledad Mizerniuk y Victoria Rodríguez.
Tehuel es un joven trans al que vieron por última vez el 11 de marzo, en Alejandro Korn, provincia de Bs. As. Ahora se conoció que la última foto de Tehuel fue encontrada en el peritaje del celular de Luis Alberto Ramos, una de las personas detenidas. En la imagen se lo ve el día de su desaparición junto a Ramos y a Oscar Montes, el otro detenido.
El 11 de marzo, Tehuel de la Torre (22) se despidió de su novia para encontrarse con Ramos, quien le había ofrecido un trabajo como mozo. Con esa información, tras la denuncia por la desaparición del joven, la policía comenzó investigar al hombre de 37 años y se definió su detención.
El 28 de marzo la Justicia determinó también la misma medida para Montes (46) y se lo imputó por encubrimiento en concurso real con falso testimonio. Esta definición se vincula con el hallazgo producido en las últimas horas, cuando se conoció que en el celular de Ramos había una foto en la que aparecían los dos hombres y el joven trans en la casa de Montes.
El lunes en la Ciudad de Buenos Aires hubo una marcha en el Obelisco para pedir justicia y que se intensifique la búsqueda.
Tehuel De la Torre cumplió 22 años el 26 de marzo. Desde el 11 de este mes está desaparecido. Aquel día salió de su casa de San Vicente hacia el barrio La Esperanza, en Alejandro Korn. La primera persona en denunciar su ausencia fue su pareja. Lo hizo en la comisaría primera de San Vicente y declaró que el joven fue a la casa de un hombre que conocía para una entrevista de trabajo como mozo en un evento.
En un operativo policial en la casa de esta persona, se encontró un teléfono incendiado y prendas que podrían pertenecer a Tehuel, por la descripción de su pareja. El hombre se encuentra detenido. Y hay también otra persona detenida, acusada de encubrimiento.
“Estamos angustiados, lo único que queremos es que aparezca Tehuel”, insiste su hermana, Verónica Alarcón. Para ella la foto es un indicio más de que “estuvieron juntos en algún momento”. “Quiero que se haga Justicia. Si estas personas tienen algo que ver, quiero que lo paguen. Quiero que ellos hablen y que aparezca mi hermano. Yo quiero encontrar a Tehuel como sea”.
Alarcón dice que hasta antes de ayer a la noche estuvieron realizando allanamientos pero aún no les dijeron nada sobre los resultados. “Estoy conforme con la Justicia, pero mi cabeza va a dos mil. Queremos que todas las pericias terminen cuanto antes para que nos llamen y nos digan algo”, remarca y agradece el acompañamiento que, desde el primer momento, reciben por parte de amigas, amigos, organizaciones y profesionales.
Para aportar datos
La última vez que vieron a Tehuel, estaba vestido con un pantalón gris, una camisa manga corta blanca y una campera azul, gorra y zapatillas azules. Tiene contextura robusta, tez blanca, cabello corto de color oscuro y mide alrededor de 1,56 metros.
“Si alguien sabe de algo por favor llame a la policía, la familia lo espera”, pidió su hermana. Quien tenga alguna información sobre su paradero debe comunicarse con la UFI Descentralizada de San Vicente: por teléfono al 0221-429-3015 o por mail en perdes@mseg.gba.gov.ar.
Comentarios desactivados en Continúa búsqueda de Tehuel, joven trans de 22 años desaparecido desde el 11 de marzo
Tehuel es un joven trans al que vieron por última vez el 11 de marzo, en Alejandro Korn, provincia de Bs. As.
Noticia en progresión
Tehuel De la Torre, joven trans que el viernes 26 de marzo cumplió 22 años, desapareció el 11 de marzo pasado. Ese día salió de su casa de San Vicente hacia el barrio La Esperanza, en Alejandro Korn. La primera persona en denunciar su ausencia fue su pareja. Lo hizo en la comisaría primera de San Vicente y declaró que el joven fue a la casa de un hombre que conocía, L.A.R, de 37 años, para una entrevista de trabajo como mozo en un evento.
En un operativo policial en la casa de esta persona, se encontró un teléfono incendiado y prendas que podrían pertenecer a Tehuel, por la descripción de su pareja. El hombre se encuentra detenido. Y hay también otra persona detenida, acusada de encubrimiento.
En diálogo con Presentes, Verónica Alarcón, hermana del joven desaparecido, insistió: “Hay que seguir buscando para encontrarlo. Hoy es un día especial, es su cumpleaños, y está toda la familia destrozada por no poder tenerlo acá”. En torno a las hipótesis que investiga la Justicia, la mujer opinó: “Yo creo que estuvo en la casa de este hombre. Él lo conocía de antes porque ambos participaban en marchas. Creo que desde hace unos tres años, aproximadamente”.
La investigación está en manos de la fiscala Karina Guyot, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada de San Vicente. Participan en los operativos de búsqueda la Gendarmería Nacional y perros entrenados de la Policía Federal Argentina. Los rastrillajes, algunos de las fuerzas de seguridad y otros en los cuales se suman los vecinos de San Vicente, se multiplicaron en los últimos días en las zonas descampadas de los alrededores de los barrios de La Esperanza y La Laurita, de Alejandro Korn.
Mientras avanzan los peritajes sobre los elementos secuestrados en la casa del sospechoso y realizó un levantamiento de rastros en busca de restos de sangre para un cotejo de ADN.
El viernes a la tarde se realizó una marcha de antorchas en su nombre, con el lema “El silencio de Tehuel es nuestro grito de justicia”. Tuvo como punto de partida El Cruce de Alejandro Korn (Hipólito Yrigoyen -ruta provincial 210- y Presidente Perón-) y finalizó en Mansilla al 1200, en el barrio La Esperanza, donde el joven fue visto por última vez.
Para el lunes se convocó en Ciudad de Buenos Aires
Verónica describió a Tehuel como un chico muy familiero, que se encargaba de los mandados y algunas tareas de la casa, y que se encontraba en la búsqueda de trabajo. “Cuando yo llegaba le pedía que me haga algún mandado, tomábamos mates, compartíamos muchas cosas, es muy divertido”, agregó.
A Tehuel le falta un año para terminar la escuela secundaria. Abandonó para poder “agarrar más changas”, tales como cortar el pasto, vender cosas de panadería. “Vivían el día a día, era necesario su aporte en la casa”, dijo su hermana.
Al trascender la noticia de la desaparición, en numerosos medios de comunicación se generó confusión sobre su identidad de género de Tehuel. Incluso una parte de su familia se mostró “ofuscada” por algo tan básico como su derecho a la identidad de género como como varón trans y en más de una oportunidad no quisieron reconocerla.
Al ser consultada sobre el tema, Verónica contó que Tehuel expresó su identidad desde los 13 años. “De parte de la familia del lado de mi mamá estaba todo bien. Lo entendíamos perfecto. Incluso, que yo sepa, no tenía tampoco problemas en la escuela por discriminación”. Muy emocionada por la fecha, cerró la entrevista con un mensaje para su hermano: “Feliz cumpleaños, donde sea que estés”.
Para aportar datos
La última vez que vieron a Tehuel, estaba vestido con un pantalón gris, una camisa manga corta blanca y una campera azul, gorra y zapatillas azules. Tiene contextura robusta, tez blanca, cabello corto de color oscuro y mide alrededor de 1,56 metros.
“Si alguien sabe de algo por favor llame a la policía, la familia lo espera”, pidió su hermana. Quien tenga alguna información sobre su paradero debe comunicarse con la UFI Descentralizada de San Vicente: por teléfono al 0221-429-3015 o por mail en perdes@mseg.gba.gov.ar.
Comentarios desactivados en Joven trans de 16 años quiso usar el baño en una fiesta y la atacaron hasta dejarla inconsciente
Una adolescente fue agredida a golpes cuando quiso usar el baño en una fiesta en Fray Luis Beltrán (Santa Fe).
Por Soledad Mizerniuk y Victoria Rodríguez, desde Santa Fe
A es una adolescente trans de 16 años. El fin de semana, en una fiesta en Fray Luis Beltrán (Santa Fe), fue atacada por un grupo de jóvenes que no querían que fuera al baño de mujeres. “Vos meá afuera en el árbol”, le dijeron y después la golpearon y patearon hasta dejarla inconsciente. “Mi hija está viva de milagro, si una patada se la daban dos centímetros más abajo la mataban, me lo dijo el médico”, cuenta a Presentes, Sol D’Alessandro, su mamá. Su familia asegura que A tuvo que dejar la escuela porque sufría acoso de sus compañerxs.
Fray Luis Beltrán es una ciudad de unos 16.000 habitantes a 150 kilómetros de Santa Fe capital. Es chica y la mayoría de sus habitantes se conocen. Es habitual que la gente de localidades cercanas cruce para participar de algún evento. A y su familia viven en Puerto San Martín, las dos ciudades están casi pegadas. El fin de semana, la adolescente fue con un grupo de amigos a una fiesta de egresados que se organizó en una casa de Fray Luis Beltrán.
La noche pasó tranquila hasta que ella tuvo que ir al baño. Cuando se acercó al que estaba dispuesto para las mujeres, un grupo de varones y mujeres cis la encaró y le quiso impedir que entre. “Uno de los chicos le dijo que era hombre y tenía pito”, cuenta la mamá de A. La adolescente respondió que ella iba a ir a donde quisiera, que a él no le tenía que importar qué tenía o qué no. “Ahí las chicas le empezaron a decir «Vos nos tenés envidia porque tenemos concha y vos no»”, agrega Sol y cuenta que su hija entró al baño diciéndoles que no envidiaba a nadie, que ella era feliz como era.
Cuando salió de la fiesta, el grupo la empezó a golpear. Ella se quiso alejar pero la detuvieron y la tiraron al piso, contó. Mientras estaba ahí tendida, otro grupo arengaba a los abusadores y sus amigos intentaban sacarla pero no podían. A dijo que recuerda haber escuchado, mientras trataba de cubrirse de los golpes, que alguien dijo “Peguenle, total es hombre”.
La policía la trasladó al hospital Granaderos a Caballo, donde constataron traumatismos en todo el cuerpo. El caso está en juzgado de menores. Los sindicados por la agresión son menores de edad. La fiscalía no interviene, informaron fuentes judiciales a Presentes.
Las secuelas
Hoy A tiene varias secuelas del ataque y no sólo en el cuerpo. Tiene muchos golpes en la cabeza, en los brazos y las piernas. “La sacó baratísima. Tuvo algunos mareos pero el médico dice que va a evolucionar bien”, explica Sol. Y agrega: “Emocionalmente está aterrada. No quiere salir más”.
El lunes por la noche viajó junto a su mamá a Rosario para hacer la denuncia contra las personas que pudo reconocer durante el ataque. Se presentaron en el Centro Territorial de Denuncias ubicado Rondeau al 700. Ahora esperan que la Justicia actúe y pueda sancionar a los responsables para que A tenga algún tipo de compensación. “Yo creo que a esa gente le falta amor”, analiza Sol y lamenta que ni las familias, ni lxs jóvenes se contactaron con ellas para disculparse por lo ocurrido. Aunque sí reconoce que en estos días tuvo una gran cantidad de muestras de apoyo de todos lados del país.
“No le deseo a nadie lo que nos pasó. A ella que sufrió el ataque y a nosotros porque nos afecta a todos. Como mamá que te llame a la madrugada la policía porque tu hija está inconsciente, es algo que no me voy a olvidar nunca”, dice Sol. Asegura que seguirán apoyando a A como lo hicieron desde los 11 años cuando ella les contó cómo se sentía y comenzó su transición. Ahora, además del acompañamiento emocional, la incentivan a hacer cursos, por ejemplo de estilista, que es lo que quiere ser cuando crezca. Y sobre todo, a poder retomar la secundaria en una Eempa (Escuela de Enseñanza Media para Adultos) cuando tenga edad para hacerlo.
María Claudia Naranjo es presidenta de la asociación Inclusives y Diverses, ella acompañó a A y su familia en la búsqueda de ayuda. “Tenemos una sensación amarga por lo que pasó. Estamos satisfechas por la repercusión favorable que tuvo el caso”, explica a Presentes.
Además dijo que espera que las medidas que tome la Justicia sirvan para dejar un precedente sobre este tipo de violencias. En ese sentido, dijo que desde el colectivo de las disidencias trabajan en el acompañamiento de niñeces trans en la región y que los resultados vienen siendo alentadores.
“En general la adolescencia está pasando por momentos muy difíciles en esta sociedad. Y en nuestro colectivo eso se vive de manera doble por todo lo sabemos que la mayoría sufre. Ni hablar en los pueblos más alejados de las metrópolis, donde es terrible construirte a tu manera de sentir. Por eso la mayoría de las personas trans y travestis terminan yéndose a las grandes ciudades solas y, a veces, lo hacen las familias enteras porque no solo sufre la niñez trans sino toda la familia”, analiza Naranjo.
Comentarios desactivados en Reclaman justicia por Jesús Ochandio, transformista asesinado en Mar del Plata
Por Sandra Maidana, desde Mar del Plata
La madrugada del 6 de marzo los vecinos del barrio Jorge Newbery de Mar del Plata fueron alertados por el humo de un incendio que se había desatado en la casa de la calle 210 y Colón. Una vez que el personal de bomberos pudo sofocarlo descubrieron en su interior el cuerpo de su morador, Alberto Jesús Ochandio de 68 años. La autopsia solicitada por la fiscalía n° 5 a cargo del doctor Alejandro Pellegrinelli reveló la presencia de más de veinte puñaladas. La saña, violencia y la intención de quemar el cuerpo para borrar huellas es típica de un crimen de odio, denuncian desde el activismo.
Dos días después del crimen se detuvo al presunto asesino: un joven de 27 años con prendas manchadas de sangre y algunas pertenencias de la víctima. El joven tenía una relación sexoafectiva con Jesús. A pesar que en su declaración en Tribunales negó los cargos, continúa detenido en la Unidad Penal 44 de Batán y la fiscalía tiene quince días -que se pueden prorrogar- para avanzar con la investigación y pedir la prisión preventiva.
“Amaba el teatro”
Jesús tenía una familia compuesta por su hermano Daniel, sus sobrinas Yanina y Daiana, tres sobrines nietes y uno en camino. Yanina habló con Agencia Presentes. “El tío fue una buenísima persona. Amaba el teatro. Era fanático de Mirtha Legrand a la que imitaba mucho y cuando venía a Mar del Plata la iba a ver. Ella lo conocía, sabía que la imitaba y le gustaba verlo”.
Jesús en su juventud tomó clases de teatro con Norman Briski. “En Mar del plata trabajó dando clases de actuación. En los cumpleaños se vestía y siempre algún show nos hacía y en los de los nenes también. Era muy gracioso”.
Pertenecía a la Cooperativa Atahualpa donde se desempeñaba como trabajador de la economía popular. Una de sus amigas, Cintia Pili, referente de género y diversidad de la organización lo recuerda. “Lo conozco hace más de 25 años, en su esplendor. Siempre de buen humor. Muy querido. Trabajaba en limpieza en los baños de públicos de plazas de la ciudad”. En esas tareas generalmente se emplean a mujeres, pero él era el único varón en ese puesto.
“Se trata de un crimen de odio”
“Solidario. Militante, cuenta Cintia. Cocinaba en el comedor comunitario La Ollita, que repartía viandas para 200 familias. Además estaba contento porque este año iba a empezar a dar clases de teatro gratuitamente”. Los cursos estaban previstos en la Casa Pueblo unido, el espacio de formación social, laboral y político al que pertenecía.
La Ochandio era en su personaje como actor transformista y humorista que con gran talento desplegaba personajes con los que construía piezas de comedia.
Cintia lo vio el viernes, el día antes de su muerte y le contó que había cobrado su sueldo. Sin embargo no puede vincular a su crimen con un robo. “Se trata de un crimen de odio a su orientación sexo afectiva. Quien fue detenido fue su pareja que para tapar las pruebas lo prendió fuego”.
Cintia asegura que “No es sólo pedir disculpas. La violencia es cuestión de clase. Somos diferentes, somos diversidad todes en el mundo. Pero nosotras somos sobrevivientes. Jesús logró muchas cosas, logró un lugar de pertenencia, logró estar y sentirse contenido. Lamentablemente se cruzó con una persona que lo asesinó.
“Hemos conseguido muchas cosas con la unión, hemos podido desterrar las diferencias que tenemos en derechos humanos tales como el matrimonio igualitario, la ley de identidad de identidad de género, el cupo trans y tenemos que seguir avanzando en conquistar nuevos derechos para todas las personas que habitan suelo argentino. Es imposible entender que haya tanto odio hacia personas tan lindas que no le hacían nada a nadie como era Jesús. Solo espero que se haga justicia”.
“Reclamamos una ley antidiscriminatoria”
En su comunicado oficial de la cooperativa Atahualpa declaran que “La Ochandio era un compañero militante muy querido por todas y todes, muy solidario. Trabajaba en la limpieza y mantenimiento de los baños públicos con 40 compañeras trabajadoras de la economía Popular de nuestro Movimiento y colaboraba en la cocina de un comedor comunitario. Además era actor transformista de gran talento, profesor de teatro que desplegaba personajes de humor y hacía reír a la gente, la actuación era su pasión.
“Desde nuestra organización junto a AMI (Asociación Mundo Igualitario de Mar del Plata) acompañamos el dolor de su familia reclamando justicia. Destacamos su identidad disidente, y reclamamos una ley antidiscriminatoria para atender a las violencias machistas hacia las disidencias sexo genéricas. Tendremos siempre la memoria de este gran compañero de militancia”.
La familia busca abogade
Yanina está recién llegada del juzgado al que fue a averiguar cómo iba la causa. Le dijeron que en cuanto hubiera novedades los iban a citar. Están buscando abogade. Daniel, su único hermano, está perplejo, sin poder entender. En una nota que salió por un canal de televisión local se lo vio tan triste que casi no pudo articular palabra. “No fue una muerte natural. Era lo único que le quedaba de su familia natal, explica la sobrina”.
Aún no se sabían pormenores de la noticia y se largó la Marcha del 8M que fue multitudinaria en Mar del Plata con más de 10 cuadras de personas caminando en avenidas con los mayores cuidados sanitarios posibles. La caravana llevó una bandera, cantitos y aplausos en reconocimiento de Jesús, su vida, su humor presente, ahora y siempre.
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Comentarios desactivados en Denuncian transfemicidio de Fabiola, activista de 22 años, en Resistencia (Argentina)
Por Alexis Oliva
Fotos: Archivo Presentes, gentileza familiares y amigues, Diario de la Región.
Familiares, colectivos de la diversidad sexual de Chaco y allegados de Fabiola Ramírez, una joven activista trans de 22 años, aseguran que fue víctima de un transfemicidio en Resistencia. Oficialmente la muerte ha sido calificada como “dudosa”. Aunque la Justicia dijo a Presentes que no se puede descartar aún ninguna hipótesis.
El viernes 5 de marzo a las 15:30, la policía encontró el cadáver de Fabiola Ramírez en su casa de barrio Rawson, en la zona sur de la ciudad de Resistencia. Informó de la investigación como “muerte dudosa”. Esa misma noche los canales de televisión locales titulaban: “Encontraron degollada a una mujer”. Para sus familiares y allegados no había dudas: “Fabiola fue asesinada en un crimen de odio. Fueron a matarla y la mataron por ser travesti”, aseguró a Presentes una de las voceras de los colectivos LGTBIQ+ que acompañan a la familia.
El primer parte policial indicaba que unos vecinos llamaron a la Comisaría Quinta Metropolitana para alertar que de la vivienda de calle Leandro Alem al 1800 “se sentían fuertes olores repulsivos”. Al acudir al lugar, los policías “hallaron sin vida” a Fabiola y “encontraron manchas similar a sangre” (sic). Los peritos judiciales trasladaron el cuerpo al Instituto de Medicina y Ciencias Forenses del Poder Judicial chaqueño para practicarle una autopsia, cuyos resultados aún no se conocen.
Manifestaciones para pedir Justicia
Las amigas de Fabiola advirtieron que llevaba varios días desconectada de las redes sociales y temieron que algo malo le hubiera ocurrido. Al conocerse la noticia, denunciaron su muerte como transfemicidio y el sábado se concentraron en la Plaza 25 de Mayo de la capital chaqueña para reclamar justicia.
Foto: el Diario de la Región.
Durante el fin de semana, algunos medios del Chaco informaron la detención de un sospechoso, una supuesta expareja de la víctima. Esta versión fue desmentida por la fiscalía y por las organizaciones de la campaña Justicia por Fabiola.
“Hay un asesino suelto en la ciudad, una investigación llena de información errónea y de desidia. Pero más que nada, La Fabi fue víctima de un sistema (social, estatal, patriarcal) que la vulneró y la puso en peligro, que le quitó la posibilidad de tener una vida digna en la que no tenga que pensar cada día en subsistir y que ahora silencia y margina su muerte”, dice el comunicado que dieron a conocer anoche.
“No descarto ninguna hipótesis”
Consultado por Presentes, el fiscal Roberto Villalba negó que hubiera un sospechoso detenido y la versión de que la víctima había sido degollada: “Nada de eso pasó”. “El médico forense del Poder Judicial (Osvaldo Mambrin) me va a enviar hoy un informe preliminar, pero me adelantó que el cuerpo no presentaba traumatismos ni golpes. Por el momento, no tengo elementos para modificar la calificación de ‘muerte dudosa’, pero no descarto ninguna hipótesis y me voy a apoyar en la ciencia médica”, aclaró el titular de la Fiscalía N° 6 de Resistencia.
No obstante, el funcionario señaló que en el domicilio de la víctima se encontraron manchas de sangre y la huella de una zapatilla. Además, se constató que faltaba su teléfono móvil, lo que habilita “muchas líneas de investigación”. “Estamos haciendo un gran esfuerzo para tratar de armar el rompecabezas de los últimos pasos y horas de Fabiola, cuyo fallecimiento se habría producido el miércoles 3, posiblemente después del mediodía. Esto va a llevar tiempo”, añadió.
El fiscal Villalba informó que hoy se reunirá con los familiares de la víctima y con las autoridades de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia. “Seguramente van a solicitar una ampliación de autopsia, un perito de parte y constituirse como parte querellante, lo que me parece muy bueno para ayudar a esclarecer el caso”, valoró.
Candombe, militancia y supervivencia
“Fabiola Pamela Ramírez era una chica como todas. Con solo 22 años, tenía sueños, proyectos y mucho amor. No había marcha feminista, del Orgullo y por los Derechos Humanos en que no la vieras levantar una bandera por Justicia e Igualdad. De un talento, solidaridad y ternura inmensa, ‘La Fabi’ era también una candombera apasionada, integrante de la grupa chaqueña Aguara Chacú”. Así describen sus compañerxs de la comunidad LGTBIQ+ chaqueña a la joven que en 2019 había regresado a su provincia desde Córdoba, donde vivió varios años y mientras buscaba trabajo intentaba terminar la secundaria y estudiar en la universidad. Uno de sus empleos en la capital mediterránea fue como proveedora de alimentos para la cantina trans de la Facultad de Filosofía y Humanidades (FFyH) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
La referente trans Ivanna Aguilera, una de las impulsoras de ese proyecto, la recuerda: “Fabiola estuvo en la primera selección de compañeres que iban a trabajar en la cantina. Era pura alegría y ganas de trabajar y participar. Ella viajó cuando presentamos el proyecto de Inclusión Laboral Trans y Travesti en la Cámara de Diputados de la Nación y cuando organizábamos festivales para sostener la cantina estaba siempre predispuesta. Recuerdo que le encantaba bailar”.
“Cuando la situación económica se agravó, le empezó a costar mucho estudiar y trabajar y tuvo que volver a su provincia, donde podía contenerla su familia. Ella se negaba a ejercer la prostitución para sobrevivir. Yo estuve en Chaco dando capacitaciones y ahí la volví a encontrar. Ella seguía militando la causa trans-travesti y quería volverse a Córdoba”, relata Ivanna con tristeza.
“Hay que hacer algo”
“Fue terrible enterarnos, nos quedamos helados –dice Thiago Galván, presidente del Centro de Estudiantes de FFyH cuando se creó la cantina trans y actualmente consiliario de la UNC–. Lamentablemente, es moneda corriente la violencia para el colectivo travesti-trans y sobre todo hacia las compañeras, estas operaciones trans odiantes que terminan decantando en asesinatos ensañados. Hay que hacer algo, ya no se puede mirar para otro lado”.
Fabiola y sus compañeres en la cantina trans de la de FFyH en la UNC.
Ivanna Aguilera es hoy coordinadora del Área Trans, Travesti y No Binarie de la FFyH, que en un comunicado exigió el “esclarecimiento y justicia por el transfemicidio de nuestra compañera”. Además, reclamó “una reforma Judicial urgente que nos brinde Justicia con perspectiva de género que haga valer todas las vidas por igual. Este 8M y más que nunca: ¡Basta de transodio!”.
8M en Chaco pidió Justicia por Fabiola
Los colectivos que integran la campaña Justicia por Fabiola convocaron a marchar a las 17, desde Avenida 9 de Julio y Las Heras, en el contexto de la movilización por el Día Internacional de la Mujer en la capital chaqueña.
Comentarios desactivados en Con piedras y golpes, atacaron a una activista trans y a un amigo en Tilcara
Por Elena Corbalán
Fotos: Facebook Sharon Mendoza
Una mujer trans y un amigo fueron agredidos de forma verbal y física el domingo en la localidad de Tilcara, en Jujuy. El hecho se cometió en la vía pública. El joven agredido terminó inconsciente y tuvo que ser hospitalizado. Ya recibió el alta y sigue su recuperación en su casa.
Una de las víctimas del ataque fue Sharon Renata Mendoza, activista conocida en la zona, Embajadora de la Colectiva LGBT en la Quebrada. Sharon tiene 30 años y es, justamente, una de las animadoras de las acciones de visibilización de la diversidad en esa zona.
El ataque, que incluyó insultos, golpes de piña y piedrazos, se conoció a través de un comunicado de la delegación Jujuy del INADI, que repudió el “violento acto de homofobia en Tilcara”. El delegado en Jujuy, Walter Méndez, dijo a Presentes que hizo público este hecho para visibilizar y contribuir a “erradicar este tipo de cosas”.
Piedras y golpes en Tilcara
Sharon dijo a Presentes que en Tilcara –localidad que atrae a muchxs turistas en la Quebrada de Humahuaca– existe mucho machismo. Para ella es bastante habitual recibir insultos y comentarios violentos y dolorosos por su identidad de género. Pero esta vez se asustó mucho.
El domingo último poco antes de la medianoche, cuando caminaban por una calle transversal a la avenida Costanera en Tilcara, Sharon y su amigo fueron atacados por “tres jovencitos” que lxs insultaron. A ella, por ser una mujer trans, y a él, por acompañarla. Tras los insultos, lxs atacaron a golpes de puño y luego “nos corretearon”arrojándoles piedras “medio grandes”. Sharon logró esquivarlas pero su amigo recibió una en la cabeza y otra en la zona de las vértebras, y cayó desmayado. Los atacantes aprovecharon ese instante para huir.
“Fue cuando me asusté un poco más porque él no reaccionaba, no respiraba”. Sharon le hizo las maniobras de primeros auxilios. El joven volvió en sí, “pero se desmayaba todo el tiempo”. Aunque llamó a una ambulancia, esta asistencia no llegaba y finalmente “nos auxilió un vecino” que los llevó en su automóvil al hospital de Tilcara. El joven quedó internado hasta la tarde del día siguiente. Sharon, que tenía dolor en los hombros, donde había recibido los golpes, estimó que en su caso los impactos fueron atenuados porque llevaba una mantilla doblada que le cubría los hombros.
El lunes por la mañana las dos víctimas hicieron la denuncia penal en la Comisaría tilcareña. No reconocieron a sus agresores, pero Sharon presume que son residentes del Tilcara. “Yo creo que son de acá del pueblo nomás, pero no los reconocí. Solo les vi la cara y cómo estaban vestidos ya no sé”.
Otras formas de discriminar
Aunque Sharon puso énfasis en afirmar que nunca antes había sufrido otro hecho de violencia similar, contó de otras formas de discriminación que viene sufriendo por ser una mujer trans.
Dice que hace poco le llegó su nuevo DNI, con el cambio de identidad de género. El trámite le demoró un año. Según la activista, en la delegación tilcareña del Registro Civil “le daban vueltas” y tuvo que viajar a la capital jujeña para destrabar el trámite.
Sharon es oriunda de Tilcara, ahora tiene 30 años de edad y lleva tres años y medio mostrándose de manera visible como ella se siente: una mujer. Cuenta que no tiene inconvenientes con su familia, pero le costó un poco. Dice que quizás porque hasta entonces era asidua concurrente a la Iglesia Católica, fe que mantiene. Sharon era la encargada de ocuparse de algunos elementos de la Iglesia como la vestimenta, por ejemplo, de la Virgen de Copacabana.
Discriminación naturalizada a LGBT+
Su respuesta a la pregunta acerca de si había sufrido agresiones antes por su identidad de género exhibe el grado de violencia que persiste en la sociedad norteña. Sharon dice: “No tanto, digamos, fueron así como insultos, bromas, como lo quieran tomar, pero nada serio porque nunca le tomo importancia porque a veces me pongo muy sensible y me duele lo que dicen”.
Tras la respuesta ella misma sostuvo que persiste “mucha discriminación” en Tilcara y está naturalizada hacia las personas que no se ciñen a la heteronorma. “Conozco a chicas que son más grandes que yo, que están acostumbradas a que las maltraten” y “da bronca porque a veces no se puede hacer nada porque ellas no quieren hacerlo. Creo que acá en el pueblo una ya se acostumbra a los hechos así. Yo, por ejemplo, nunca me acostumbré a los maltratos como persona de la diversidad”. Por eso se organizan marchas y otras acciones desde la diversidad sexual, dice, y “vamos haciendo visibilidad acá en el ambiente, pero no cambia mucho tampoco. Es el machismo”.
Marcha del Orgullo en Tilcara, Quebrada de Humahuaca.
En la capilla de la Virgen de Copacabana también recibía comentarios malintencionados, algunos insultos al pasar. Cuando decidió presentarse públicamente como se sentía, “se frenó un poco el insulto”.
“Con la decisión que tomé estoy bien, pero por ahí a veces el trato hacia mí ha cambiado acá en el pueblo. Yo sigo haciendo mi vida normal, trabajo, vuelvo a mi casa, mi vida normal, no molesto y no haga nada malo para los demás”. Sigue siendo creyente, pero no va a la Iglesia, “por respeto hacia la Virgen, porque me criaron con costumbres muy arraigadas, y yo aunque no esté en la Iglesia sigo manteniendo mi fe de católica”.
“Transfobia extrema“
En su comunicado, la Delegación Jujuy del INADI calificó este ataque como “un nuevo caso de transfobia extrema” en la provincia. Y además de repudiar “enérgicamente tales actitudes que van contra los derechos humanos más elementales de toda persona”, destacó que son un intensivo para que este organismo siga acompañando activamente las denuncias e impulsando que se las investigue y se actúe “con todo el peso de la ley sobre los agresores”.
“Desde nuestra institución acompañamos desde el primer momento y lo seguiremos haciendo, para asegurarnos que este caso no quede en el olvido y logremos que se identifique y sancione a los responsables”, añadió el INADI. Y señaló que el hecho de que se continúen “repitiendo estas situaciones nos demuestra qué lejos estamos de una convivencia ciudadana basada en el respeto a las diferencias y en la aceptación de las decisiones de cada persona”.
El INADI ofrece asesoramiento y acompañamiento a personas que sufran situaciones de discriminación, vía whatsapp, se pueden contactar a los números 1164921079 y 1161853968, todos los días, de 9 a 15. Las personas sordas pueden mandar video en LSA. También se encuentra disponible el mail de la delegación; jujuy@inadi.gob.ar.
Comentarios desactivados en Ataque homo-odiante a un activista de Dolores (Provincia de Buenos Aires): “Te pegamos por puto”
Por Verónica Stewart
El pasado domingo 14 de febrero, Cristian Leonardo Guevara (33) fue víctima de un ataque homoodiante en la ciudad de Dolores, en la Provincia de Buenos Aires. Tras ser arrojado al suelo y golpeado repetidas veces, Cristian fue al Hospital San Roque, donde los médicos determinaron que había sufrido lesiones leves. Por lo tanto, esa fue la carátula – la de lesiones leves – que recibió la causa cuando se acercó a la comisaría a hacer la denuncia. La misma se encuentra radicada en la fiscalía N° 5 – UDT, especializada en violencia de género.
Cristian había acompañado a la prima a buscar a su hija a un cumpleaños. Lo primero que les llamó la atención fue la cantidad de gente. “Cuando llegamos al lugar, nos encontramos con que había más de 150 personas”, explicó a Agencia Presentes. “Era una fiesta clandestina”. Cristian se acercó a la casa para buscar a Ludmila, la hija de su prima. Sin embargo, lo detuvieron a los pocos pasos; “vos no podés estar acá, vos sos puto”, le dijo el dueño de casa junto a su familia y un grupo de invitados. Cristian contestó que no venía con intenciones de pelear, y salió a esperar a Ludmila afuera.
No fue suficiente. Por más que Cristian intentara alejarse, sus agresores, A. N. y J. G. lo persiguieron. Finalmente, le pusieron la traba y lo arrojaron al piso. “Lo primero que hicieron fue darme una patada en la cabeza que me torció los anteojos”, contó Cristian. “Me golpearon en el piso y me gritaron ‘puto’. Les dije ‘¿qué pasa, por qué me pegan? Por favor, no me peguen, yo no soy violento’ y me contestaron ‘por puto’”. La golpiza continuó hasta que se acercaron su prima y un par de invitados más de la fiesta a tratar de detenerla, entre ellos una ex alumna de Cristian. Cuando logró levantarse, corrió hacia su auto. Uno de sus agresores lo persiguió y le dijo “tomatelas ya porque rompemos el auto.” Cristian se subió y arrancó.
“Di la vuelta a la manzana, estacioné el auto y llamé al 911. Pasaron diez, quince minutos. Volví a llamar, pasaron otros diez, quince minutos. Volví a llamar por tercera vez”, explicó Cristian. El patrullero nunca apareció. Tras reencontrarse con su prima y la hija de ella, fue al hospital y luego a la Comisaría de la Mujer y la Familia a hacer la denuncia. “La subcomisaria me dijo que no quería que el caso tuviera tanta visibilidad porque la fiesta clandestina nunca fue clausurada”, dijo Cristian. “Siguieron hasta las ocho, nueve de la mañana, siguieron mientras me habían golpeado y yo me había ido muy mal”. Ahora, la subcomisaria lo llama todos los días para ver cómo está y para preguntar si los agresores pasaron por su domicilio.
Desde la policía de Dolores, le ofrecieron un botón antipánico y se acercaron a su casa con un patrullero, pero con el paso de los días, dejó de contar con cuidado policial constante. “Ahí empecé con los ataques de pánico. Llevo cuatro, cinco días sin comer porque rechazo la comida, y siento desgano. Siento que incomodo a los demás y que no puedo ser yo”, dijo. En el trabajo, le otorgaron una licencia por diez días debido a las secuelas que dejó el ataque.
LGBT Dolores: Red de contención
Cristian es el fundador de la agrupación LGBT Dolores, que lo acompañó en todo momento. “Decidimos apoyarlo en nuestras redes sociales, tanto en las de la organización como en nuestras cuentas personales” contó Joaquín Caimi, miembro de la organización desde el año pasado, a Presentes. Además de esta difusión y del acompañamiento tanto físico como virtual que puedan hacer, la agrupación no tiene herramientas para hacer mucho más. “No contamos con ayuda de ningún lado. Todo lo que podemos llegar a dar, si es material, sale de nuestras casas. Lamentablemente, tampoco contamos con un espacio para albergar a chicxs que sufren todo tipo de violencias”, explicó Joaquín.
Sin embargo, la visibilización no es poca cosa. Joaquín asegura que en una ciudad como Dolores, donde sigue siendo difícil para el colectivo LGBT vivir tranquilo, la difusión de casos como los de Cristian es la clave para cambiar esa mentalidad. “Dolores es una ciudad muy cerrada, conservadora y que discrimina muchísimo”, dijo. “Se dan a conocer muy pocos hechos de discriminación, pero si no los visibilizamos siguen pasando desapercibidos. Visibilización es igual a importancia. Y si la gente no quiere adaptarse, les vamos a ganar por cansancio y se van a acostumbrar a ver los colores del orgullo por todos lados”, agregó.
Por su parte, Cecilia Coronel, integrante de la organización Mujeres y Diversidades Dolorenses, que también se hizo presente durante el acompañamiento a Cristian, destaca la importancia de la organización colectiva, transversal y horizontal. “Las acciones en la calle y las redes sirven para decirle al Estado que lxs estamos observando, que tenemos propuestas y que vamos por todo”, dijo a Presentes.
Crímenes de odio
Según el informe semestral publicado por el Observatorio de Crímenes de Odio LGBT de los 69 crímenes de odio perpetrados desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2020, el 16% fueron contra varones gays cis, mientras que el 54% del total corresponden a “lesiones al derecho a la integridad física, es decir violencia física que no terminó en muerte.” Dentro de estas lesiones, el 28% tienen como modalidad a los golpes. Es la segunda modalidad más común, precedida solo por la manifestación de la ausencia estatal (35%).
El informe también destaca que “en cuanto al vínculo de las víctimas de los crímenes de odio con los agresores particulares, en el 29% de los casos los agresores son vecinos/as o personas conocidas por ellas. En segundo lugar, el 26% corresponde a personas desconocidas por las víctimas”. Esto quiere decir que tanto como un cuarto de las víctimas fueron agredidas por desconocidos exclusivamente por su orientación sexual o su identidad de género.
El crimen homoodiante que sufrió Cristian se engloba dentro de la mayoría en tres características: la localidad geográfica, el lugar físico donde ocurrió el ataque y la edad de la víctima. Tanto como el 42,3% de las víctimas tiene entre 30 y 39 años. Además, la provincia de Buenos Aires fue el escenario de la mayor cantidad de crímenes de odio LGBT en la primera mitad del 2020 con el 35% de los mismos. Por último, el ataque fue llevado a cabo en la vía pública, como sucedió en el 49% de los casos.
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Durante la presentación de la versión del informe en español de Front Line Defenders, que se realizó hoy en un encuentro que se transmitió por las redes sociales, Bárbara Delgado, presidenta de la Asociación Trans Panameña; Leida Portal, coordinadora de la Asociación de Trabajadoras Sexuales Miluska Vida y Dignidad de Perú; Ana Karen López Quintana, presidenta de Tamaulipas Diversidad Vihda Trans de México y Georgina Orellano, secretaria general del Sindicato de Trabajadoras Sexuales (AMMAR) de Argentina coincidieron: las violencias que ya experimentaban se agudizaron en pandemia. Y se hicieron aún más evidentes las urgencias, sobre todo de trabajadorxs sexuales, personas LGBTI+ y de las personas que defienden los derechos humanos de estas comunidades. En el encuentro moderado por Alma Magaña de Fondo Semillas, destacaron la importancia de la colectividad para hacer frente a esta crisis.
“Nos enfrentamos a la discriminación, estigma, violencia y si tenemos COVID la discriminación es más fuerte. La población LGBT+ es la más vulnerable, marginada y discriminada“, dijo Ana Karen López Quintana (Tamaulipas, México) en la presentación
“Estamos expuestas a violencia permanente por denunciar a la policía y acompañar a las compañeras”, agregó Georgina Orellano, desde Buenos Aires, donde tiene sede AMMAR.
“En el Perú las compañeras sufren violencias y están pasando hambre durante la pandemia. Los tratamientos retrovirales están escasos y niegan los medicamentos“, advirtió Leida Portal, representante de la organización Miluska Vida y Dignidad y fundadora de la Red PLAPLERTS.
Ana Karen añadió que “el gobierno se enfocó en el COVID-19 y luego se olvidó de personas con diabetes, cáncer. Vamos a las casas, hacemos apoyo domiciliario. Las personas trans de tercera edad se ven aún más discriminadas“.
Las voces de estas activistas y defensoras de ddhh forman parte a la investigación de Front Line Defenders, que se realizó a través de entrevistas a distancia a más de 50 defensoras y defensores en Argentina, México, Perú, Ecuador, Tanzania, Uganda, Hungría, El Salvador, Malaui, Zimbabue, Suazilandia, Sri Lanka e Indonesia, entre abril y agosto de 2020.
“No es que sean violencias nuevas, pero la pandemia las exacerba. A pesar de esto se han logrado organizar en redes que finalmente salvan vidas” Alma Magaña de @FondoSemillaspic.twitter.com/xlvnASqEa4
Entre sus conclusiones da cuenta del aumento en la inestabilidad económica y habitacional, de ataques físicos, acoso, difamaciones y agresiones sexuales ejercida por las fuerzas de seguridad contra las y los defensores de derechos humanos. También de los riesgos que enfrentaron a la infección y muerte por Covid-19. Además, documenta el trabajo que realizan defensoras y defensores LGBTI+ y trabajadorxs sexuales para acompañar y sostener a sus comunidades. Otro de sus aportes es que visibiliza las conexiones entre la salud pública, la justicia económica y la sexualidad como “indisolublemente ligadas a la seguridad de los/as defensores de derechos humanos”.
“Por momentos yo me canso, por momentos no logro hablar. Pero debemos ser fuertes. Que el gobierno peruano no nos vea indiferentes a nuestra población”: Leida Portal, defensora de derechos humanos pic.twitter.com/TADMZ8ttcZ
Por ser visibles (como personas LGBTI+ o trabajadorxs sexuales) el riesgo de discriminación aumentó en pandemia.
La crisis por Covid-19 incrementó el número de personas LGBTI+ y trabajadoras sexuales sin techo. Provocó una demanda en refugios donde también fueron víctimas de redadas; arrestos; violencia policial; ataques de la sociedad y agresiones sexuales.
Disminuyeron los recursos para proporcionar alimentos y refugio a sus comunidades.
El cierre de clínicas de salud gestionadas por la comunidad empeoró el acceso a la salud, medicación, y seguimientos y prevención de enfermedades.
El cierre de fronteras y clínicas ocasionó que personas trans no accedieran de manera segura a su tratamiento de reeemplazo hormonal o tuvieran que suspenderlo.
Defensoras y defensores experimentaron agotamiento físico y psicológico, sentimiento de insuficiencia, culpa y fracaso.
Fueron blanco de campañas de difamación y sufrieron ataques físicos violentos tras discursos de odio que responsabilizaron a DDH, personas LGBT y trabajadorxs sexuales como responsables de la propagación de la covid-19.
DDH dieron respuesta a llamadas de emergencia de sus comunidades, tuvieron que trabajar en las calles y enfrentarse al acoso, discriminación y criminalización por su labor.
Lxs DDH trans estuvieron en riesgo por la violencia policial y acoso en los países donde se implementaron restricciones de movilidad por género. Estas medidas fueron implementadas en Perú, Colombia y Panamá.
Comentarios desactivados en Asesinan a un reconocido pastor gay de la Iglesia Evangélica Luterana Unida en Buenos Aires
El pastor Fabián Eduardo Kreischer no ocultó nunca su homosexualidad y su lucha por la diversidad. Foto: Facebook
El cuerpo de Fabián Kreischer (45) fue hallado en su casa de San Miguel. Investigan un posible crimen de odio que pudo haberse concretado en una cita por redes sociales.
Apenas la Iglesia Evangélica Luterana Unida publicó su pesar por el crimen del pastor Fabián Kreischer (45) -ocurrido en su casa de San Miguel el último fin de semana- los mensajes de despedida, agradecimiento y aprecio se multiplicaron. Y trascendieron las fronteras.
Es que Kreischer era además vicepresidente del credo para Argentina y Uruguay y un militante por los derechos de la diversidad sexual como pastor, como gay y como vocero para la comunidad de personas que conviven con HIV.
En castellano y en inglés, desde Perú, Brasil, Guatemala y hasta Minnesota, en los Estados Unidos; no importó el idioma ni el lugar para enviarle un adiós al hombre que “vivió con honestidad”, según escribió uno de sus allegados, no escondió su homosexualidad y luchó por los derechos de las minorías sexuales. Lo mataron con crueldad.
Nacido en Oberá, Misiones, el 3 de agosto de 1975, el cuerpo del pastor Fabián fue hallado este domingo en el departamento donde vivía en San Miguel, al lado de la sede de la Iglesia Evangélica Luterana Unida, donde era el titular de la Congregación San Pablo.
Hacía más de 20 años que había viajado a Buenos Aires en busca de poder desarrollar su vocación y estudiar teología: “Su orientación sexual, que no la ocultaba, y ser del Interior le hicieron el camino cuesta arriba, pero esperó paciente”, le dijo a Clarín Gustavo Gómez, presidente de la misma iglesia evangélica y amigo de Fabián.
Gómez fue uno de los que estuvo el 7 de febrero en la casa de la víctima, junto a la Policía. No quiso reconocer el cuerpo. “Estaba atado de pies y manos, tapado con colchones en su cuarto. Tenía varios cortes en el cuerpo: en la espalda, en el abdomen y en otras zonas”, explicaron las fuentes policiales y judiciales consultadas por Clarín.
Las fuentes no confirmaron que haya sido degollado, como indicaban las primeras versiones, tampoco que estuviera desnudo. Sí dijeron que “en la casa del pastor no había desorden, por lo que sedescarta el robo.
Según las fuentes, la investigación se inclina hacia los contactos que la víctima pudo haber establecido por redes sociales o aplicaciones. En esa línea, no se descarta la hipótesis de un crimen de odio.
Otros tiempos. Oficiando en la Iglesia de San Miguel. Foto: Facebook
“No estaba en pareja, pero ejercía su sexualidad muy libremente”, explicó Gómez. Fabián era HIV positivo desde 2001 y, lejos de ocultarlo, hizo de su experiencia de vida una voz autorizada para bregar en contra de los prejuicios y la discriminación. Hace unos seis años, publicó su historia de vida “¿Pastor, gay y con HIV?” en un documento, titulado “Espacio para cambiar”, de la Federación Luterana Mundial.
“Fue el primer pastor abiertamente gay que ordenó la Iglesia Evangélica Luterana Unida. Cuando comenzó su práctica, dijo que estaba en pareja y el resto del cuerpo pastoral se escandalizó. Él esperó pacientemente. La gente de San Miguel lo aceptaba y amaba, porque era una persona íntegra, comprometida y frontal”, recordó Gómez.
Aunque no se había casado, cuando recordaba a su pareja, que murió en 2018, decía que había “enviudado”. No fue su única pérdida; en los últimos dos años murieron su hermana y, el mes pasado, su padre, a quien viajó a Oberá para cuidarlo hasta el final.
“Estaba triste y abatido por la muerte del papá, pero con fuerza y proyectos, siempre muy optimista. Amaba la Iglesia, al prójimo, tenía una entrega absoluta y era un activista por los derechos y la diversidad”, semblanteó Gómez el ánimo del pastor tras el regreso desde Misiones.
La Iglesia Evangélica Luterana Unida en San Miguel. La casa de la víctima queda al lado del templo.
En la cuadra de Miguel Angel Delia al 1600, de San Miguel, donde vivía Kreischer y funcionaba su iglesia, no hay cámaras de seguridad municipales pero sí privadas: a ellas están abocados los investigadores en busca de alguna imagen del asesino.
También trabajan sobre el teléfono de la víctima: creen que podría haber concertado una cita por redes sociales.
El último dato del pastor con vida que manejan en la investigación lo aportó un vecino, que lo vio el viernes 5 de febrero. Después, nada más. Sus amigos intentaron contactarse con él, pero no contestaba su celular ni respondía los mensajes.
“Era súper dedicado, siempre respondía su WhatsApp“, contó Gómez lo que despertó el alerta del final trágico. “Era un ser íntegro: hacía lo que decía y decía lo que pensaba. Todos lo valoraban”, se angustió su amigo.
Al no tener respuestas, el domingo 7 de febrero sus allegados fueron hasta la casa del pastor Fabián y llamaron al 911 para denunciar su desaparición. Los policías de la Comisaría 1° de San Miguel respondieron.
“Cuando la Policía llegó, los amigos les entregaron las llaves del departamento”, explican las fuentes. Encontraron una escena de horror: el cuerpo atado de pies y manos, tapado con colchones en el cuarto y con varias heridas de arma blanca.
La causa es investigada por la fiscal Mirna Sánchez, de la UFI N°21 de Malvinas Argentinas, quien caratuló el hecho, en principio, como “averiguación de causales de muerte”.
“El informe preliminar de la autopsia no precisó la causa del deceso, sí que tenía varias heridas de arma blanca”, fue el escueto informe que dieron las fuentes.
DS
La Federación Luterana Mundial, a través del Secretario General de la FLM, Rev. Dr. Martin Junge, ha expresado su solidaridad y condolencias a la familia Kreischer y a la IELU.
BUENOS AIRES/Argentina, GINEBRA (LWI) – El domingo 07 de febrero se conoció la triste noticia de la muerte del Pastor Fabian Kreischer, quien fuera Vicepresidente de la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU). Kraischer fue hallado en su casa, en la localidad argentina de San Miguel, en el Oeste del Gran Buenos Aires.
Las iglesias miembro de la Comunión Luterana de la Federación Luterana Mundial (FLM), y las personas de la IELU están consternadas y. a la vez, recuerdan a Kreischer por su gran compromiso con la justicia y el Reino de Dios, especialmente con las personas más débiles y necesitadas. Kreischer, de 45 años, volcó su vida completamente hacia el servicio a Dios a través de la IELU. Su vocación pastoral, afirmada desde su juventud, lo llevó a abrazar a muchas personas, y durante los últimos tres años de su ministerio sirvió como Pastor en la Congregación San Pablo y como Vicepresidente de la IELU.
“Con profundo dolor y fuertemente conmocionados informamos el fallecimiento del pastor Fabián Kreischer, titular de la Congregación San Pablo, de San Miguel, y Vicepresidente de la iglesia”, señaló el Gustavo Gómez, Pastor Presidente de la IELU. Gómez da gracias a Dios por el testimonio de vida y el compromiso de Kreischer: “agradecemos al Señor por la vida y el ministerio de Fabián y pedimos por el consuelo que conforte a sus seres queridos y especialmente a la Congregación San Pablo”. La feligresía de la Congregación San Pablo ha afirmado recibir “la triste noticia del fallecimiento de nuestro pastor, Fabián Kreischer. Fabi fue un luchador de la vida, por muchas situaciones dolorosas que vivió”. Afirman también que “respondía con amor, paciencia, calma, sabiduría”. Finalmente, aludieron todavía “al amor al trabajo”, lo que “unía la dulzura de sus formas, su cariño transmitido”.
Como líder de la IELU, Kreischer ha representado y participado en eventos regionales representando a su iglesia y al Pastor Presidente. “En Fabián conocí a un pastor completamente comprometido con todas las causas del Evangelio de donde emana la justicia y el amor”, destacó la Revda. Dra. Patricia Cuyatti, Secretaria Regional para América Latina y el Caribe y para Norteamérica de la Federación Luterana Mundial (FLM). Cuyatti añadió que el ministerio de Kreischer “reflejaba siempre el compromiso de servir y estaba pronto a escuchar y acompañar a toda persona. Agradezco a Dios por todo lo que pudo hacer y ofrecer a través de Fabi, a la vez de afirmar la esperanza de volver a vernos, en la promesa que nos da la resurrección”.
La comunión Luterana mundial, a través del Secretario General de la FLM, Rev. Dr. Martin Junge ha expresado su solidaridad y condolencias a la familia Kreischer y a la IELU.
Red de Comunicaciones – LAC
Fuente Clarín/Federación Luterana Mundial (FLM), América Latina y el Caribe
La presentación oficial del registro -herramienta crucial para la inclusión integral- se hizo en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada. Del acto participaron activistas y referentxs del movimiento travesti trans, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD), Elizabeth Gómez Alcorta, y funcionarixs, entre ellxs dos de las personas trans que ocupan lugares claves en el ámbito público: Alba Rueda, subsecretaria de Políticas de Diversidad del MMGyD, y Ornella Infante, directora nacional de Políticas contra la Discriminación del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Cupo laboral travesti trans: que sea ley
“Este lanzamiento es un paso fundamental en la implementación del cupo laboral trans, promoviendo el ingreso y la permanencia en el empleo para todas las personas trans en igualdad de oportunidades”, expresó Rueda. Y agradeció el enorme trabajo que vienen haciendo las organizaciones travestis-trans “que cotidianamente luchan y arman esta agenda de reivindicación política”.
Esas organizaciones siguen luchando por una ley nacional de cupo laboral y de inserción integral travesti-trans. Y esperan que el Congreso la trate y sancione en 2021. “Nos falta que sea ley, y vamos a ir por ella”, dijo también la ministra Gómez Alcorta en el acto de ayer.
“Esta resolución aporta transparencia institucional y mecanismos claros de responsabilidad de las áreas de recursos humanos para la selección de los puestos de trabajo y el ingreso de las personas adecuadas”, expresó Alba Rueda. La funcionaria se comprometió a trabajar para que el registro “funcione como una verdadera y auténtica política transfeminista de nuestro Estado”.
Desde el INADI, Ornella Infante recordó el enorme y poderoso rol que tuvo el movimiento travesti trans para llegar a esta política pública. Y destacó “la lucha de diversas referentes como Claudia Pía Baudracco, Lohana Berkins, Diana Sacayán y tantas otras compañeras que lograron instalar un debate serio y visibilizar esta limitación que históricamente tuvimos las personas trans de ser putas, modistas y peluqueras, y que hoy tenemos la posibilidad de tener un gran abanico de posibilidades laborales”.
Cómo funciona el Registro
Según la información difundida por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad:
Las personas travestis y trans que deseen inscribirse podrán hacerlo sin importar si realizaron o no el cambio de DNI.
Las entidades u organismos deberán enviar a la Subsecretaría de Políticas de Diversidad del MMGyD los puestos de trabajo disponibles y sus características, para poder adecuar la búsqueda y entrecruzar la información de los perfiles laborales en función de las características del puesto de trabajo ofrecido y en base al lugar donde vive.
Se tendrán en cuenta variables para dar prioridad a situaciones de vulnerabilidad, como la falta de ingresos, nivel educativo, cobertura de salud y si recibe o no prestaciones estatales.
La selección de los perfiles se realizará de manera automática e inmodificable, a través de un procedimiento aleatorio simple en el sistema informático de gestión de información del Registro.
La Subsecretaría de Políticas de Diversidad solicitará a las entidades y jurisdicciones del SPN informes periódicos sobre el total de cargos cubiertos por personas travestis, transexuales y transgéneros.
Cómo anotarse en el registro
Para inscribirse hay que ingresar a este formulario y completar los datos requeridos: identificación, contacto, educación, ocupación, capacidades y aptitudes, experiencia laboral, saberes y cursos tomados.
También es posible adjuntar un cv al formulario.
Los datos que se completan están resguardados por la Ley 25.326 de Protección de los Datos Personales y el art. 43 tercer párrafo de la Constitución Nacional, quedando garantizado de este modo el derecho al honor y a la intimidad de quienes se anoten.
La inscripción al registro no garantiza el ingreso a un puesto disponible en el sector público nacional. Ni se considerará requisito, en ningún caso, para el ingreso.
Comentarios desactivados en Intendente de Azul (Argentina) amenazó a activistas por “draguear” la estatua de San Martín
Por Verónica Stewart
Fotos: Fran Bariffi
El sábado 9 de enero, la comunidad LGBT+ del municipio de Azul finalmente tuvo su primera Marcha del Orgullo a pesar de la pandemia. Con todos los protocolos y cuidados correspondientes se puedo llevar a cabo el festejo, a 30 años de la primera marcha en Argentina. Pero lo que tenia que ser una celebración, terminó con amenazas de la Municipalidad por haber colocado una bandera de la diversidad en la estatua de San Martín.
“Se dragueó a San Martín y se la volvió una abanderada de nuestra orgullosa bandera multicolor”, contó Patx Ruiz, organizadorx de la marcha. Funcionarios municipales dijeron que iban a tomar medidas legales contra lxs activistas.
El secretario de Jefatura de Gabinete y Gobierno de la Municipalidad de Azul Alejandro Vieyra lo llamó “un hecho deplorable y bochornoso”. Por su parte, el intendente Hernán Bertellys instruyó al Departamento Legal del Municipio para determinar si lo sucedido podía ser considerado un delito bajo el Artículo 222 del Código Penal, el cual castiga con 1 a 4 años de prisión a quien ultraje públicamente un símbolo patrio.
“La cuestión acá es odiante”, dijo Patx Ruiz. La respuesta del INADI fue veloz y contundente: en su comunicado, expresó su repudio por la respuesta de los funcionarios municipales. Aseguró que “si algunos tuviesen el mismo compromiso que tuvo San Martín con la diversidad cultural y su política de incorporar a los pueblos originarios al proceso libertario de nuestros países, deberían estar preocupados y ocupados por los colectivos y sector más vulnerados de Azul”.
Un Municipio hostil
Federica Ciuro, organizadora de la marcha, milita en La Plata y tiene experiencia con municipios hostiles. “A mí no me sorprendió”, dijo a Presentes. “Sabía que de algo se iban a agarrar. Les molestó porque saben que tenemos cintura y una impronta política, que sabemos lo que queremos.”
Por su parte, Patx Ruiz contó que al comienzo les ofrecieron ayuda pero a diez días de realizar el festival les aseguraron que sería imposible. “Un día y medio antes de la marcha nos dijeron que no íbamos a tener luz, que era indispensable para al menos leer el manifiesto, porque supuestamente no teníamos autorización”, dijo.
Ese aviso no fue enviado ni por parte de las organizaciones autodenominadas “pro vida” ni por la Policía cuando realizaron sus respectivas manifestaciones en Azul.
Lxs organizadorxs creen que esto puso en evidencia lo necesaria que era la marcha. “Las respuestas conservadoras tanto del gobierno local como de las personas que se expresaron en las redes sociales también nos hicieron dar cuenta de que hay toda una lucha para hacer en Azul”, contó Francisco Bariffi, quien estuvo a cargo de la comunicación de la marcha, a Presentes. “La respuesta del municipio no nos saca fuerza ni opaca toda la positividad que se pudo construir por nuestra parte”, agregó. Angie Ruiz, organizadora de la marcha, dijo a Presentes que “la angustia o el enojo que esto nos pueda generar lo transformamos en poder para seguir visibilizándonos”.
“Mientras ellos se aseguran los seis votos que les quedan en Azul, nosotras queremos que no se nos mueran las travas a los 35 años”, dijo Patx Ruiz. “Una está tratando de dilucidar el mar y las formas del otro lado del océano, y esta gente está peleándose en un charco de agua”.
“Hay que darle a Azul su pequeña historia marica”
La organización de la marcha contó con la adhesión de más de 40 instituciones, empresas, comercios y particulares. Así, la marcha puedo organizarse de manera autogestiva y horizontal, con todos los protocolos y cuidados por el Covid cumplidos en todo momento.
“A diferencia de marchas masivas esto se sentía muy íntimo no solo por el número de personas, que igualmente para Azul era bastante, sino porque nos conocíamos entre todxs”, destacó Francisco Bariffi. Un amigo suyo incluso comentó lo liberador que era ahora poder marchar dragueado por la misma ruta que, años atrás, tomaba para ir a rugby, “preguntándose por qué lo estaba haciendo o sintiéndose sin la posibilidad de expresarse con total soltura”.
Federica Ciuro, otra organizadora de la marcha, dijo a Presentes que “en la marcha vi gente que se burlaba de mí cuando era chica. De repente lxs vi y entendí un montón de cosas, que quizás se burlaban de mí porque querían ser yo. Fue una reparación histórica para mí, para mi yo adolescente y mi niñez, y también para la ciudad”.
Federica llegó a pensar que no había gente en Azul para llevar a cabo una marcha del orgullo, pero el sábado se dio cuenta de que había gente. Solo faltaba reunirse. En ese sentido, Patx Ruiz destacó lo importante que fue la marcha por ser “la primera vez de muchas mostras en jauría”. Agregó, también, que la respuesta tan intensa por parte de la ciudad le recordó la importancia de descentralizar la lucha.
“Hay que darle a Azul su pequeña historia marica”, dijo Ruiz. “Tenemos que dejar de comernos la idea de las pequeñas patrias y los patriotismos. Eso nos muestra lo de la estatua: ¿a qué próceres estamos viendo? Nos merecemos más Juana Azurduy y Diana Sacayán. Podemos cuestionar a San Martín. Hay próceres viviendo todos los días de los que la historia no habla. Ojalá esas fueran las discusiones que nos diera el Estado.”
El INADI criticó el intento de criminalizar la movilización
La subdelegación del INADI de Olavarría publicó un comunicado en el que repudió “la animosidad dirigida por parte de algunos funcionarios municipales hacia el colectivo de la diversidad al sugerir que algunas intervenciones manifestadas en la concentración ameritaban la imputación de algún tipo de delito”. El texto completo:
El pasado fin de semana se realizó por primera vez en la ciudad de Azul la “Marcha del Orgullo”. Un hecho histórico marcado por la relevancia de poder expresar y dar visibilidad en la comunidad de Azul, las demandas, aspiraciones y necesidades de sectores vulnerados y discriminados a lo largo de toda nuestra historia.
La misma fue convocada por el colectivo de la diversidad sexual, integrado por diversas organizaciones de la sociedad civil, quienes invitaron a acompañar la Marcha que históricamente visibiliza las propias demandas que todavía esta democracia adeuda, como la real aplicación de la Educación Sexual Integral (ESI); el cumplimiento de la inclusión Laboral Travesti-Trans; crear y diseñar políticas públicas tendientes a erradicar la discriminación y estigmatización en todos los ámbitos donde las personas desarrollan sus relaciones interpersonales; garantizar el acceso a la salud, la justicia y la educación, como así también el derecho a acceder a una vivienda digna.
Ante la preocupación manifestada por parte de las autoridades locales acerca de la situación sanitaria de una concentración, desde el INADI Olavarría queremos señalar que la misma se realizó con todos los cuidados y recaudos necesarios.
Asimismo, repudiamos la animosidad dirigida por parte de algunos funcionarios municipales hacia el colectivo de la diversidad al sugerir que algunas intervenciones manifestadas en la concentración ameritaban la imputación de algún tipo de delito.
Si algunos tuviesen el mismo compromiso que tuvo San Martin con la diversidad cultural y su política de incorporar a los pueblos originarios al proceso libertario de nuestros países, debería estar preocupado y ocupado por los colectivos y sectores más vulnerados de Azul.
En un contexto de pandemia debemos decir que las demandas de un colectivo vulnerado deben ser tratadas con urgencia y están para ser resueltas por el estado tal como expresaba la consigna de la concentración.
Lo que se necesitan son Políticas Públicas activas que traten de ir en búsqueda de aquellxs a lx s que se les profundiza la situación de desigualdad e invitamos a las autoridades locales a trabajar en ese camino.
Comentarios desactivados en Claudio Lepratti, el “Ángel de la bicicleta”
Por sus inquietudes religiosas y su vocación de servicio, en 1986 ingresó al Seminario de los Salesianos de la localidad de Funes cerca de Rosario buscando ser “hermano coadjutor”. Allí se formó, pero cinco años después abandonó el Seminario no sin antes hacer un “voto de pobreza”
Cada día recorría en bicicleta el trayecto desde Ludueña hasta Las Flores por la avenida de Circunvalación. Una vez le preguntaron por qué no se compraba un auto o una moto. “No quieras cambiarme la política”, respondió. El Pocho se autodefinía como un “cristiano revolucionario”. Hablaba poco pero cuando lo hacía era preciso. En una ocasión dijo: “El trabajo nos hace ascender como personas, mientras que la falta de trabajo nos incita a la violencia, a la droga, a la delincuencia”
| Jesús Herrero Estefanía en su blog Santoral Popular
Claudio Lepratti, más conocido como “Pocho”, era el mayor de seis hermanos. Había nacido en Concepción del Uruguay en 1966, pero decidió vivir en el barrio Ludueña donde durante años coordinó Talleres para niños y adolescentes y daba clases de teología en la escuela del padre Edgardo Montaldo. Según Edgardo: “La figura de Pocho es la de aquel que se entregó a la causa de los demás, se entregó a los adolescentes de Ludueña, los convocó a campamentos, les enseñó a tocar la guitarra, los instó a estudiar, a ser solidarios, a vivir con dignidad a pesar de la pobreza, a no bajar nunca los brazos”.
Pero la historia de Claudio comienza mucho antes y, en sus 35 años de vida, estuvo llena de acciones liberadoras y relaciones entrañables.
Por sus inquietudes religiosas y su vocación de servicio, en 1986 ingresó al Seminario de los Salesianos de la localidad de Funes cerca de Rosario buscando ser “hermano coadjutor”. Allí se formó, pero cinco años después abandonó el Seminario no sin antes hacer un “voto de pobreza”.
En 1992 fue cuando se traslada al barrio de Ludeña y se dedica a conocer la realidad y a trabajar con organizaciones de base. Comienza a ayudar a los adolescentes humildes del barrio mientras participaba y promovía la formación de niños y jóvenes de barriadas en una Agrupación que bautizaron como: “La Vagancia”.
En esos años, creó y redactó una revista llamada “El Ángel de la Lata” mientras que coordinaba las labores de diversas Comunidades Eclesiales como el grupo “Desde el Pie”. Su incesante actividad incluía su cooperación con la Asociación Trabajadores del Estado de Rosario (ATE) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).
Al tiempo Claudio militaba en la “Cocina Centralizada” de la ciudad de Rosario donde participó de la Carpa como uno de tantos trabajadores despedidos por sus actividades sindicales.
A partir de 1996 pasó a desempeñarse como “personal no docente” de Comedores Escolares en la Escuela 756 del barrio Las Flores, hasta el día en que lo asesinaron.
Cada día recorría en bicicleta el trayecto desde Ludueña hasta Las Flores por la avenida de Circunvalación. Una vez le preguntaron por qué no se compraba un auto o una moto. “No quieras cambiarme la política”, respondió. El Pocho se autodefinía como un “cristiano revolucionario”. Hablaba poco pero cuando lo hacía era preciso. En una ocasión dijo: “El trabajo nos hace ascender como personas, mientras que la falta de trabajo nos incita a la violencia, a la droga, a la delincuencia”.
Un año antes de ser asesinado, viajó a Brasil para participar de un Encuentro del CESEEP (Centro de Servicios de Evangelización y Educación Popular), en el que se encontró con algunas de importantes experiencias de organización y lucha popular de América Latina, por ejemplo, las desarrolladas por las Comunidades Eclesiales de Base de Brasil, el Movimiento de los Sin Tierra, el Zapatismo de Chiapas en el sur de México, el Centro Memorial Martín L. King de Cuba y un centenar de militantes de base de otros países latinoamericanos.
Durante el mes de diciembre de 2001, policías venidos desde la ciudad de Arroyo Seco, acechaban el Centro donde trabajaba Claudio con la intención de detener a las personas que se encontraban en el lugar.
El 19 de diciembre, el Comedor estaba repleto de menores de edad comiendo. Los policías comenzaron a disparar hacia el interior. El Pocho se subió al techo del Comedor para defender que en el interior solo había niños y gritó a los policías: “¡Hijos de puta, bajen las armas que aquí solo hay pibes comiendo!”.
Tras ese grito, uno de los uniformados apuntó con una escopeta y Claudio murió al instante.
Desde ese día, las villas miseria de Rosario encontraron un claro referente humanizador inspirado en la fe cristiana cuyas horas de continuo trabajo se comparaban a las de las hormigas, a las que él mismo admiraba por su enorme capacidad y esfuerzo. Por ello, hoy pueden verse diversos graffitis que recuerdan la figura de una persona marcada por la solidaridad y la lucha por la desigualdad.
Para recordar la vida de Claudio Lepratti, León Gieco compuso la canción: “El ángel de la bicicleta”:
“Cambiamos ojos por cielo / sus palabras tan dulces, tan claras / cambiamos por truenos. Sacamos cuerpo, pusimos alas / y ahora vemos una bicicleta alada que viaja / por las esquinas del barrio, por calles / por las paredes de baños y cárceles /
¡Bajen las armas/que aquí solo hay pibes comiendo! /
Cambiamos fe por lágrimas / con qué libro se educó esta bestia / con saña y sin alma / Dejamos ir a un ángel / y nos queda esta mierda / que nos mata sin importarle / de dónde venimos, qué hacemos, qué pensamos / si somos obreros, curas o médicos /
¡Bajen las armas/que aquí solo hay pibes comiendo! /
Cambiamos buenas por malas / y al ángel de la bicicleta lo hicimos de lata / Felicidad por llanto / ni la vida ni la muerte se rinden / con sus cunas y sus cruces /
Voy a cubrir tu lucha más que con flores / Voy a cuidar de tu bondad más que con plegarias /
¡Bajen las armas/que aquí solo hay pibes comiendo! /
Cambiamos ojos por cielo / sus palabras tan dulces, tan claras / cambiamos por truenos /
Sacamos cuerpo, pusimos alas / y ahora vemos una bicicleta alada que viaja / por las esquinas del barrio, por calles / por las paredes de baños y cárceles /
¡Bajen las armas/que aquí solo hay pibes comiendo!”
Comentarios desactivados en Una mujer trans fue asesinada de una ráfaga de 20 disparos en Rosario (Argentina)
Natalia Maldonado, de 24 años
Ocurrió este sábado por la noche. Los investigadores intentan identificar a los sospechosos por el crimen. Otro joven fue herido en el ataque y se encuentra fuera de peligro
Una mujer de trans de 24 años fue asesinada este sábado por la noche en medio de una ráfaga de disparos realizada por al menos tres hombres que iban a bordo de un vehículo en la localidad de Granadero Baigorria, en Rosario. Por estas horas, los investigadores intentan identificar a los autores del crimen. Además de la mujer, en el ataque fue herido un hombre que tuvo que ser trasladado a un hospital de la zona y se encuentra fuera de peligro.
El violento episodio tuvo lugar en la calle Montevideo al 1300, cuando Natalia Maldonado se encontraba junto a un grupo de personas conversando sobre la vereda. En ese momento, al menos tres hombres a bordo de un vehículo les dispararon en más de 20 oportunidades.
Tras el ataque, Maldonado, quien según testigos vivía en el barrio de La Paz y se desempeñaba como trabajadora sexual, cayó al piso de un balazo en el pecho y en otras zonas del cuerpo mientras que los sospechosos se escaparon. Los testigos dieron aviso al 911 y Maldonado fue trasladada al Hospital Eva Perón, donde al poco tiempo de ingresar, falleció.
Además, otro de los jóvenes que estaba con ella, identificado como R.F., de 20 años, resultó herido de un disparo en una de sus piernas, pero fue asistido en el centro asistencial y hasta este mediodía se encontraba fuera de peligro.
En la causa intervino el fiscal de turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, quien ordenó la intervención del Gabinete Criminalístico para que realizara el relevamiento de la escena del crimen, donde se secuestraron más de 20 vainas servidas que fueron enviadas a analizar para determinar su calibre, agregaron las fuentes.
Además, a pocas cuadras del lugar se halló un auto de características similares al que había participado en el ataque, de acuerdo a las indicaciones de los testigos, por lo que Spelta solicitó el decomiso del vehículo y hasta esta mañana aguardaba los resultados de las pericias.
El auto, según informaron a Infobae fuentes de la investigación, contaba con orificios de disparos de arma de fuego. Ante esto, el fiscal Spelta ordenó un dermotest a la víctima y al otro herido: sospechan que pudo haber ocurrido un enfrentamiento, pero aún no está corroborado. Los investigadores tienen que determinar si los orificios son recientes o de vieja data.
En Rosario la violencia no da tregua. En las últimas semanas se conocieron una serie de crímenes escalofriantes. Todo comenzó cuando un indigente que revolvía la basura de un contenedor de la calle Lituania al 5600 en el barrio Saladillo de Rosario se encontró con una escena macabra: dos cabezas y dos brazos dentro de una bolsa de consorcio, envueltas en film, en tres paquetes distintos. Luego, a pocas cuadras, en otro contenedor los investigadores se encontraron una pierna derecha y otra izquierda. Minutos después, a seis cuadras de distancia, hallaron más restos humanos: una pierna izquierda, otra derecha y lo que aparentemente era el fragmento de un brazo.
Los hallazgos dieron inicio a una investigación a cargo del fiscal de Homicidios Patricio Saldutti, que arrojó más resultados: los detectives encontraron el torso completo de un cuerpo, envuelto también en una bolsa de consorcio, sobre la orilla del arroyo Saladillo en la localidad de Villa Gobernador Gálvez, cerca de donde encontraron los demás fragmentos humanos. Los restos, días más tarde, fueron identificados y pertenecían a dos hombres que sospechan que el crimen fue una venganza por una rencilla relacionada con el narcotráfico que azota en esa ciudad santafesina.
Comentarios desactivados en Brutal asesinato de una abogada lesbiana pionera del matrimonio igualitario: la encontraron degollada en su casa de La Plata
Se trata de Verónica Dessio, que tras una demanda judicial en 2010 había logrado autorización de un tribunal para casarse con su pareja antes de la sanción de la Ley. La Justicia ahora investiga si se trató de un femicidio
El miércoles 23 por la noche (algunas hipótesis indican que podría haber sido el jueves de madrugafa) la abogada y activista lesbiana Verónica Dessio, de 49 años, fue apuñalada hasta su muerte. Tenía un corte profundo en el cuello y heridas de arma blanca en el cuerpo. Carolina Pérez encontró a quien ahora es su ex pareja pero también, su amiga, en medio de un charco de sangre. La Justicia investiga ahora si se trató de un femicidio.
Según declaró ante la fiscal Ana Medina, de la UFI nro.1 –que lleva adelante el caso– la puerta de entrada no estaba forzada y en la casa no faltaba ningún objeto. En el quincho, además, tampoco se encontró el arma blanca que se utilizó para cometer el asesinato.Por otra parte, un vocero policial indicó que “los peritos que trabajaron en el lugar vieron que la propiedad de un vecino posee cámaras de seguridad, por lo que se pidió la filmación para su análisis”.
Ellas vivían en dos casas separadas en un mismo terreno sobre calle 5 bis, en las afueras de la ciudad, y compartían la tenencia de su hijo, de ocho años.
Activista lesbiana feminista, Verónica Dessio, de 49 años, era una referencia ineludible en el ámbito jurídico de La Plata. Y es que además de su compromiso militante, esta abogada trabajaba desde hace décadas en la sede del Poder judicial, en la Mesa de Entradas de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires allí donde funciona la Suprema Corte de Justicia bonaerense. Esas mismas escaleras por las que Verónica subía cada mañana, se transformaron en escenario para una amplia convocatoria que se realizó hoy a partir de las dos de la tarde para exigir el esclarecimiento del crimen. Llevada adelante por familiares, amigxs, compañerxs de trabajo y organizaciones sindicales, las consignas fueron #JusticiaporVeronica y #NiUnaMenos.
“Un papel no nos va a cambiar en lo cotidiano pero nos dará un lugar jurídico y nos garantizará derechos como a cualquier matrimonio”, le dijo Verónica a Clarín en mayo de 2010. Por entonces, ella y su pareja, Carolina López impulsaron un amparo ante el Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata para que el registro civil les permitiera tomar un turno para unirse en matrimonio. Esta situación, inédita hasta entonces, convirtió el casamiento de Verónica y Carolina en el primero de la comunidad LGTBI+ en la provincia de Buenos Aires, poco antes de la sanción del matrimonio igualitario en nuestro país.
Después de nueve años de relación, Verónica Dessio y Carolina Pérez se casaron en junio de 2010 en La Plata y fueron el primer matrimonio entre mujeres en un Registro Civil bonaerense (Télam)
Este crimen muestra el reverso de la lucha por derechos. El asesinato pone en escena, una vez más, la deuda que tiene el poder judicial en cuanto a la necesaria incorporación de una perspectiva de género que atraviese tanto a los procesos como a quienes los llevan adelante. Y es que invisibilizar las asimetrías de poder inhibe la posibilidad de hacer justicia.
Sus compañerxs realizaron un acto para exigir justicia por lo que denuncian fue un crimen de odio. Mientras los investigadores buscan nuevos testigos y pistas que conduzcan a una hipótesis sobre la autoría del crimen, distintas entidades que representan a trabajadores del Poder Judicial se expresaron para pedir Justicia por la víctima. “Repudiamos el violento asesinato de la compañera judicial Verónica Dessio y nos sumamos al pedido de justicia. Nos solidarizamos con sus familiares, amigues y seres queridos”, publicaron en un comunicado en sus redes sociales desde la Departamental La Plata de la Asociación Judicial Bonaerense. “En medio de la conmoción por el terrible asesinato de la trabajadora judicial Verónica Dessio, nos solidarizamos con su familia y con todos sus seres queridos”, indicaron desde la organización Judiciales De Pie. “Exigimos el esclarecimiento de este terrible crimen. ¡Que su muerte no quede impune!”.
Desde la Secretaría de Género de la Asociación Judicial Bonaerense, Débora Bertone alertó sobre la posibilidad de que se trate de un crimen de odio. “Los avances en la investigación descartan un robo. Entonces la primera pregunta que aparece es por qué la mataron. La violencia del crimen no solo da lugar a un posible femicidio sino además, a un crimen odiante. Por eso ahora más que nunca reinvidicamos su compromiso LGTBI+, su feminismo, su lucha para que la justicia no fuera un espacio cerrado y patriarcal” .
También se expresó en ese sentido la agrupación La Celeste: “Tanto las causas como las o los autores de este hecho aberrante que nos conmociona a todos y todas, se encuentran bajo investigación. Exigimos el completo esclarecimiento de las circunstancias del caso y el castigo a los o las responsables”. Y agregaron: “Hacemos llegar nuestras condolencias en este momento tan doloroso a sus familiares y a sus compañeros y compañeras más cercanos”.
Valeria Ríos es amiga de Verónica. La conoció cuando empezó a trabajar en el poder judicial hace 13 años. Compartían oficina, tareas y cotidianidad. Actualmente, Verónica trabajaba en la Mesa de Entradas pero el cambio de sector no alteró el vínculo. “Ella era la voz autorizada cada vez que había que tratar un tema de derechos de mujeres o disidencias. Ella ponía el cuerpo en esa militancia, como se evidenció cuando se casó, adelantándose a la sanción del matrimonio igualitario”. Y agregó: “Nosotrxs somos trabajadorxs judiciales. Por eso más que nunca necesitamos y exigimos una respuesta que llegue con celeridad para el esclarecimiento del asesinato, un proceso judicial que no revictimice a la víctima y sentencias ejemplares pensadas con perspectiva de género”.
Comentarios desactivados en La Navidad de las travas: a sala de hombres por no tener documento
Por Alma Fernández
Cuando llegué a Buenos Aires, llegué como todas. “Pobre marica de catorce años y soñadora”, me dijo. “¿Quién te paró aquí? ¿Cómo te llamás? ¿Vos sabés quién manda aquí? ¿Por qué viniste a Flores? ¿De dónde sos? ¿Vos sabés que aquí se paga la plaza?”
– Me llamo Alma, soy tucumana, me trajo la Débora Britos, yo no pago plaza- contesté.
Nos empujamos a los gritos con tironeo de cabellos, cachetazos, patrullero, sin documentos las dos a la comisaría y que no se diga más nada y calladitas.
Lo que se vino después fueron hermosos días de cumbia y copeteo entre clientes, robos y delincuencia para sobrevivir y ser felices también.
Carla Saracho, alias “Carlita de Flores” –tal como figuraba en las actas contravencionales de la comisaría– era de Mariano Acosta, localidad de Merlo, de mamá paraguaya y papá chaqueño. Habían llegado en el año `97 desde Paraguay corridos por el hambre y las ganas de salir adelante. El padre realizaba trabajos de albañilería, hasta que en el año 2000 tuvo un accidente. Desde entonces la mamá de Carlita trabajó todos los días por ella y sus hermanitos, que eran cinco en total. Carlita era una de las mayores en su casa y, como en toda familia atravesada por la necesidad, los hijos más grandes tienen que ver por el bienestar de los más chiquitos.
Así como si nada nada te toca crecer y empezar a tener responsabilidades. Qué invisibles, crueles, hasta violentos pueden ser el capitalismo y este sistema binario que tanto nos flagelan pretendiendo invisibilizar algo que jamás se podrá tapar. Tan arraigada está la cultura heterosexual a la institución familiar que vuelve ciegos de odio a nuestros padres, hermanos y parientes.
Carlita, no fuiste la excepción. Arrojada a los quince años de tu casa, a causa de la ignorancia y las desigualdades de las clases sociales, por el simple hecho de ser diferente, el único camino que elegiste fue el mismo que elegimos todas: prostituirte. Noche, drogas y alcohol, momentos de clientes mal disfrazados de Romeos. Siempre decíamos que esos no eran príncipes, esos eran ratitas, porque ni a ratas llegaban. Cuántas navidades paradas prostituyéndonos a las doce de la noche en la zona roja, cuántas travestis al igual que nosotras andan caminando solas por la zona como si fuera cualquier otro día, buscando algo para olvidar y desear que ese día se pase rápido, al mismo tiempo que en las casas de la ciudad todo el mundo se abraza, sonríe y festeja. Esos momentos también nos los merecemos, yo lo creo y también lo sueño.
Fue unos días después de Navidad en la ribera de Quilmes cuando descubriste que se venía la noche. Los días que siguieron fueron ir al médico que inmediatamente te dio tu tratamiento. Lo tomabas siempre. El problema fue pagar el lugar donde vivías y esa mujer maldita que te veía temblar y no le importaba. Esa fiebre maldita que te ardía por todas las espaldas, que tan bien disimulabas como que no tenías nada, para que las otras trans no dijeran: “está picada”, “el bicho” o “estás muy flaca”. El problema fueron los clientes y la droga que traían en sus bolsillos, porque hasta esa suerte tenía la marica: mucho Chongo, mucho chongo con droga.
Había comenzado el otoño, al igual que las hojas secas vos te estabas secando. Bajar tan rápido de peso se nota y más en la mirada maliciosa de las maricas. Fuimos al Muñiz, no había cama en la sala de hombres, había una en sala de mujeres pero como no tenías hecho el cambio registral en el documento no podías entrar, porque “las otras internas se quejan”. Eso nos dijeron.
Esa semana fue todo muy duro. Teníamos que pagar la quincena del hotel y todo lo que necesitabas para curarte. No me iba a conformar con verte padecer triste y apagada, con esos ojos intentando sobrevivir, incluso a esto. Recorrer la zona roja buscando colaboración en esas amigas que tanto querías y que tan ausentes estuvieron a la hora de tu ocaso.
Necesitábamos juntar 800 pesos para gastos en materiales descartables, para que te puedan atender. Moví cielo y tierra para poder juntarlos. Salí a trabajar un lunes, llegué a 200. Salí un martes, llegue a 500. El miércoles con todas las pilas, apenas llego a la zona, la brigada de investigaciones me manda a la fiscalía por no tener documentos. Te voy a ver un jueves, yo vestida de prostituta, y vos agonizando sola en una punta de la sala, al lado de un baño húmedo que tenía las ventanas rotas por donde entraba un viento que no te hacía bien. Pero claro, eso no le importaba a nadie. Total somos putos, nacimos para sufrir.
Llego a mi casa a alistarme para bajar a la parada tempranito. Salgo del baño a la pieza y del lado de afuera siento tus pasos, esos pasos molestos y cortamambos que tenías cuando arrastrabas los pies. Eso me pareció tan habitual que fui corriendo a abrir la puerta pensando que estabas vos. No había nadie. “Qué tonta soy”, pensé, “me confundí, cierto que la Carlita está internada”, dije y seguí en lo mío.
Esa noche fue un éxito: junté para todo lo que te hacía falta. Salí corriendo, me tomé un taxi, me fui sin dormir para poder hablar con el medico que te atendía. Cuando llegué la cama estaba vacía y tus cosas amontonadas en un rincón. Justo en el momento en que junté para todo lo que te hacía falta, pero no llegué, nunca me lo perdoné. Yo tenía que haber llegado a tiempo.
Lo que vino después fue tristeza, y las mismas travestis diciéndome: “la vida sigue, no llores, no muestres debilidad, ya se te va pasar”. El mismo silencio reflejado en mis pares es el que escuché de una sociedad que históricamente no habla de nosotras, invisibilizándonos hasta en el trato cotidiano, agrediéndonos con palabras cargadas de odio y silencio, que el colectivo travesti y trans tanto supo resignificar –y lo seguirá haciendo.
¿Cómo no hablar de violencia, si de violencia hablamos todos los días? De violencia hablamos, claro que sí, desde nuestras palabras agresivas, cargadas de odios y represión, que nunca sintieron un poco de amor de parte de las personas y de la sociedad. De violencia hablamos todos los días, para que no nos sigan matando, para que esos calabozos que tanto nos desean no nos sigan llamando. De violencia hablamos hoy y todos los días hasta que logremos una sociedad más justa e igualitaria para todas. De violencia hablo, hoy y todos los días hasta que la sociedad entienda que sin oportunidades morimos a los 35 años y sólo el uno por ciento de mi colectivo llega a los sesenta. La prostitución a la que nos empujan es una madama de mal corazón, que va dejando al pasar un tendal de alcohólicas y drogadictas incurables. Cuántas veces con lo único que pudimos pagar un alquiler o llevar un plato de comida a nuestras bocas fue con nuestros cuerpos, fue con nuestras vidas.
Luchar contra un Estado que nos expulsó de todas partes hasta volvernos ilegales, incluso hasta en las prácticas, esas prácticas malditas que lo único que hacen día a día es quitarnos la poca dignidad que nos queda. Matándonos, alejándonos, juzgándonos hasta obligarnos a vivir una vida de represión violenta, inmerecida, innecesaria. Hasta cuándo seguiremos sobreviviendo camaleónicamente para así intentar ser felices, o simplemente vivir, como mi amiga Carla que vivió simplemente para morir olvidada. Recordarla en una Navidad más.
Comentarios desactivados en Mara Gómez hace historia en Argentina: “A mí el fútbol me salvó la vida”
Por Verónica Stewart
El 7 de diciembre de 2020 fue, quizás, el día más importante en la vida de Mara Gómez. Hizo lo que sabe y lo que disfruta, lo que hizo tantas otras veces antes de esa mañana: se puso la camiseta número 7 y tomó su lugar como delantera para jugar a la pelota. Pero éste fue un partido distinto a todos los demás, no solo en su vida sino en la historia del fútbol en la Argentina. Fue el día en el que Mara se convirtió en la primera mujer trans en jugar en la primera categoría de fútbol profesional en Argentina.
Cuando se le pregunta a unx jugadorx de fútbol que llega a la máxima categoría si alguna vez se hubiera imaginado pisar una cancha como profesional, la respuesta es siempre que no, que es un sueño hecho realidad. Para Mara, imaginarse ese escenario era doblemente difícil: implicaba no sólo pensar en la posibilidad de ser profesional, sino la de jugar en la categoría correspondiente a su género autopercibido, y no al asignado al nacer.
Por eso, el resultado del partido, en el que su equipo Villa San Carlos de Berisso perdió 7-1 contra Lanús, fue anecdótico. “Fue muy lindo volver después de tantos meses de no pisar una cancha”, comentó Mara a Presentes. “Y también saber que estaba pasando algo histórico, algo que va a generar un antes y un después. Pero en el momento en el que estaba jugando, solo me enfoqué en jugar”.
El fútbol: primer refugio
Mara empezó a jugar a los 15 años cuando la invitó su vecina, Adriana, a jugar en las canchitas que había frente a su casa, donde se disputaba el torneo barrial. Para Mara, que sufría tanta discriminación que pensaba en matarse, ese gesto pequeño fue inmenso. “A mí el fútbol me salvó la vida”, contó Mara. “La pasaba mal por la discriminación que vivía día a día. Terminó siendo una terapia para mí, una contención psicológica”. Sin embargo, también sufrió discriminaciones en la cancha, principalmente porque los equipos rivales la consideraban una desventaja. Pero ella, en sus propias palabras, “jugaba mal. Hay que cambiar las perspectivas que tiene la gente sobre otrxs solo porque son trans”.
A pesar de ser la cancha un espacio de felicidad para Mara, la burocracia detrás de escena no fue fácil. Hasta cumplir los 18 años y, amparada por la Ley de Identidad de Género, hacer el cambio de género en el documento, no solo no pudo empezar el camino hacia jugar profesionalmente, sino que algunos equipos la excluían y la discriminaban por ser trans. Una vez respaldada por la ley, Mara pasó por varios equipos y ligas hasta que, luego de ser bicampeona con el club Las Malvinas en la Liga Amateur Platense, se unió a Villa San Carlos en primera.
Además de hacerse los estudios médicos de rutina que le corresponden a cualquier jugadora, Mara tuvo que dar cuenta de su nivel de testosterona el cual, según el COI, debe ser inferior a 10 nanogramos por mililitro en sangre para todos los deportes de alto rendimiento. Mara contó a Presentes que “con la AFA, tuvimos el mejor trato, cosa que no esperábamos. Tiene que ver con que hay una Ley de Identidad de Género que me avala y me protege, me ampara a nivel Estado. Gracias a esa ley, hoy puedo estar en la máxima categoría”, agregó.
Por su parte, Lorena Berdula, representante no hegemónica de Mara, señaló que deberá hacerse el test de testosterona en sangre cada vez que comience el campeonato. “Si bien es una mirada biologicista y una condición totalmente patriarcal, pensamos que de algún modo hay que comenzar a dialogar con estas instituciones que también son patriarcales”, explicó a Presentes. “La idea es que vayamos superando esto para dialogar con la Conmebol cuando le toque jugar y con la FIFA si es convocada para la selección, y así poder desbinarizar estos reglamentos no solamente deportivos sino institucionales”.
El camino hacia la igualdad
La inclusión de Mara en primera categoría se trata, sin dudas, de un momento bisagra en el deporte. A pesar de ser el fútbol el deporte más popular en la Argentina, su práctica profesional sigue siendo privilegio de los varonescis. Mientras que los jugadores de primera división en la categoría masculina ganan un sueldo promedio de $80.000, en la que algunos jugadores cobran más de $300.000, todas las jugadoras de fútbol profesionales en la Argentina tienen otros trabajos para mantenerse, ya que el sueldo promedio para ellas es de $20.250.
Así, mientras que los críticos de la inclusión de Mara al fútbol profesional femenino alegaban que su participación implicaría una desventaja injusta en la cancha por la fuerza asociada a la biología masculina, la lectura de Mara es diferente. “Yo estuve adentro de la cancha el otro día y nos ganaron igual”, dice. Continúa explicando que las normativas de aquellos torneos mixtos donde los hombres no pueden rematar al arco si hay una mujer atajando tienen que ver con que “el hombre estuvo más años jugando al fútbol. Es una forma de dar paridad”.
La inclusión en los deportes, por lo tanto, pareciera tener todo que ver con recursos invertidos y poco con hormonas. “Hay que desbinarizar los deportes para desbinarizar los diferentes ámbitos sociales”, dice Mara a Presentes. “Tenemos que romper con que los hombres tienen que jugar al fútbol, ellos pueden bailar ballet y las mujeres jugar al fútbol. El deporte no tiene ni género ni sexo. El deporte es un deporte. El fútbol es fútbol, y la gente que tiene pasión por eso tiene que tener el derecho de practicarlo libremente sin discriminación.”
Comentarios desactivados en Claudia Vásquez Haro, primera mujer trans en doctorarse en una universidad pública argentina
Claudia Vásquez Haro se convirtió en la primera femineidad trans/travesti en doctorarse en una universidad pública de Argentina. El 11 de diciembre en la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata recibió el título de Doctora en Comunicación tras la defensa de una tesis sobre “Identidades Golondrinas desde una Epistemología del Despojo”. La activista de Otrans analizó las prácticas político-comunicacionales de las feminidades travestis y trans migrantes peruanas en La Plata, donde vive. En este perfil realizado para el aniversario de esa ciudad, la historia de Claudia y el rol crucial de la Facultad de Periodismo en su formación y activismos.
Fotos: Facebook de Claudia Vásquez Haro y Archivo Presentes/Ariel Gutraich
Claudia Vásquez Haro llegó a La Plata el 5 de noviembre de 2000, después de aterrizar en Ezeiza en un vuelo que había salido de Lima, Perú. Su hermana Laly, la mayor de seis hermanxs, la esperaba aquel día en el aeropuerto con un bolso con ropa. Claudia tenía 26 años y después de abrazarse fuerte con Laly lo primero que hizo fue entrar al baño del aeropuerto y cambiarse.
Con la liviandad y determinación de quien ha decidido pegar un salto, se quitó el equipo deportivo y suelto que había usado durante el viaje y se puso una remerita negra de gasa y un pantalón de vestir beige. Después se subió a unos zapatos con taco alto, con cierta sensación de elevarse también unos centímetros por encima de la vida y empezar una existencia -que en rigor ya había empezado- donde pudiera ser plenamente Claudia. Con la fantasía de vivir con libertad su identidad de género, se repetía: “Acá nadie me conoce. Acá voy a hacer la mía. No tengo que pedir permiso, va a ser más fácil”.
Muchos años después, en otro aeropuerto, tendrá otra revelación, otro tránsito: la autopercepción platense.
—Vine motivada por mi hermana. Siempre fue para mí una segunda madre. Hacía mucho me venía diciendo que en Argentina la educación era pública y gratuita, y que había más apertura a los temas de género. Llegué con la idea de concretar mi deseo y de estudiar como Claudia —dice con un suave acento peruano.
Era una adolescente cuando su hermana Laly dejó la casa familiar en Trujillo para venirse a La Plata a cursar la carrera de enfermería. Claudia desde los 13 años usaba tacos y pelucas, y tenía una expresión de género femenina.
—Yo sabía que La Plata era un lugar estratégico para estudiar. No como en la Capital, donde la UBA queda perdida. Acá la universidad es eje central de la vida urbana. Y creo que la construcción de la identidad platense es pluridiversa en todo sentido.
Hace 20 años su hermana Laly vivía en Villa Argüello, y hacia ahí enfilaron desde Ezeiza. Una villa de peruanos -recuerda Claudia- en el borde de la ciudad, donde un amigo de sus hermanxs, también llegado de Perú, le había prestado un terreno a Laly y la familia había levantado una casilla. En La Plata la comunidad migrante peruana es la tercera más numerosa, después de la boliviana y la paraguaya.
El primer oficio de Claudia fue el que aprendió en Perú, donde peinaba a reinas de belleza y era experta en colorimetría. Empezó cortándoles el pelo a los contactos de su hermana y en pocos meses se convirtió en la peluquera más famosa del barrio José Luis Cabezas, en el límite entre Berisso y Ensenada.
Pero en esos primeros tiempos, mientras Argentina entraba en una grave crisis política y económica, Claudia hacía lo que podía: limpiar casas, cuidar a personas mayores. No había mucha plata para cortarse el pelo y ella cambiaba sus manos de tijera por bolsas de arroz.
Se maquillaba poco y aunque siempre le gustó estar superarreglada y coqueta, se vestía sencilla. No quería llamar la atención.
A veces se hacía pasar por la madre de su sobrino Francis, para que su identidad travesti no la hiciera quedarse fuera de una oportunidad laboral. Después consiguió empleo en dos peluquerías grandes de la ciudad: “Supercortes” y “Pelomanía”. Con parte de lo que ganaba seguía estudiando. Durante dos años cursó en la Cámara de Peluqueros y Peinadores de La Plata todo lo que podía y también en la Escuela de Formación Profesional de la calle 59: oratoria, recursos humanos, protocolo y ceremonial.
De chica fue una persona estudiosa y aplicada, con sed de aprender. Pero en Trujillo iba a una escuela centenaria para varones y a los 12 le sugirieron a su madre que era mejor que se retirara. Se cambió de colegio. Su padre igual la retaba si no sacaba las mejores notas. Más tarde se instalaría con él un silencio de 12 años.
Claudia salía de clases y pasaba por la peluquería de Omar, un amigo que le enseñaba el oficio y le prometía: “Esto te va a dar un plato de comida”.
Al terminar la secundaria, con diploma de excelencia por sus notas, Claudia probó un par de carreras pero ninguna la convenció. Mientras tanto, cortar, peinar y teñir le daba un sustento y luego un nombre. En una competencia de peluquería ganó el primer lugar y se hizo conocida. Pero no era fácil ser una persona con identidad travesti en los 90 en Trujillo. Tenía 18 años cuando decidió por primera vez mudarse, y con ayuda materna abrió su propio salón de belleza en Cajamarca, donde llegaron a trabajar 10 personas bajo su mando.
–Siempre fui migrando —dice.
Cuando Claudia llegó a la Argentina, no se habían aprobado aún ni la ley de Matrimonio Igualitario (2010) ni la de Identidad de Género (2012). Pero acá sí podía vivir su identidad.
Uno de sus primeros gestos políticos en la adolescencia fue delinearse las cejas de manera permanente. Fue su modo de resistir: cada vez que detenían a las jóvenes trans en las calles de Trujillo por el solo hecho de ir maquilladas, la policía les arrojaba agua en la cara, como si la identidad fuera algo que se quita y pone. Así que un día a Claudia se le ocurrió que si se tatuaba las cejas, cuando le tiraran agua iban a seguir ahí, incólumes y desafiantes a cualquier represión.
En La Plata el clima parecía distinto. Hasta que la llevaron detenida.
—No me olvido más: íbamos por calle 7 con Romina, una amiga trava. Estábamos comprando ropa, regias nosotras, con nuestros bolsos, cuando la policía nos pidió documentos.
“¿Qué hemos hecho?”, preguntó con acento peruano. El policía le respondió con un golpe que la dejó en el piso.
—Estaba asustada, no sabía de los códigos de faltas. Nos trataban en masculino y terminamos en la comisaría.
Romina, más experimentada, demostraba que no tenía miedo y los policías le respondieron con dos cachetadas: “No se vistan como mujeres, ustedes son hombres. Lo dice el edicto. No pueden andar por la calle”.
Las llevaron a la comisaría primera y luego a la novena, la misma donde mataron y desaparecieron a Miguel Bru, un alumno de periodismo de la misma facultad donde después estudió Claudia.
A Romina la hicieron quitarse la ropa y desfilar desnuda. Claudia pensaba: “Ahora se van a burlar de mí porque tengo todo relleno con push up…”.
—Al final labraron un acta. Nos pusieron lo que quisieron. Nos armaron una causa diciendo que les habíamos faltado el respeto. Nos mandaron a la jueza y la jueza nos castigó. Fue tan injusto…
La palabra injusto quedó resonando en su mente y en el cuerpo. Era tan presente la sensación de que eso les estaba pasando a otras que Claudia intentaba buscar explicaciones. Mientras seguía trabajando de peluquera, se anotó en la Facultad de Periodismo.
—Fui a buscar las respuestas a mis preguntas.
En 2005 en la facultad (entonces en 4, entre 43 y 44) conoció a Lohana Berkins y a Marlene Wayar, activistas travestis. Habían ido a presentar el libro La gesta del nombre propio. Ese encuentro fue clave. Al finalizar la charla, Claudia compró el texto.
Publicado por la editorial de las Madres de Plaza de Mayo, coordinado por Lohana y Josefina Fernández y con prólogo de Diana Maffia, se trata de una investigación colectiva realizada por activistas travestis y trans, investigadoras y feministas, que recoge y analiza datos sobre la violencia estructural que padecen las personas travestis y trans: una de las tantas es el abuso policial.
Claudia lo terminó esa misma noche, en tres horas.
—Nunca había tenido tantas ganas de leer algo. ¡Nunca había comprado un libro de travestis! Me partió la cabeza. Lo que me pasaba a mí nos pasaba a todas. Fue un despertar. Decir: “No estoy sola, hay otras compañeras luchando y con más experiencia”.
Claudia ya se había acercado al activismo desde su identidad migrante, porque unos años antes conoció a la referenta Lourdes Rivadaneyra cuando se presentaba una nueva ley migratoria. Pero entrar en la facultad y conocer a Marlene y a Lohana representó el gran salto en conciencia y política. Un modo de relacionarse con otrxs y con el territorio platense desde una perspectiva nueva. Porque fue también en 2005, en las aulas de Periodismo, cuando escuchó a Flavio Rapisardi y a Raúl Zaffaroni hablando de diversidad sexual.
—Fue entender que todo lo que nos ocurría a las travas era producto de otras cosas. Yo me tenía que cuidar por los edictos y por la ley migratoria. Una vez me estaban por deportar tras salir a defender a una compañera. Y me tuve que casar con la hermana de una amiga para que no me echaran. No me quería ir. Había armado mi circuito de amigues y militancia.
En esos días Claudia trabajaba por la mañana y a la tarde se iba a cursar. Cada tanto, la policía intentaba detenerla en alguna calle de la ciudad pero ella ya no sentía miedo. Les recitaba los principios de Yogyakarta sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos en torno a la orientación sexual y la identidad de género.
—Entré a la universidad y me apropié de ese espacio. Mis profesores estaban contentos, yo participaba en las clases. La facultad me abrió la cabeza. Fue mi primera trinchera en La Plata.
Después de años de trabajar en “Pelomanía” y “Supercortes” logró hacerse una clientela. A esa altura vivía en una casa en 116, entre 35 y 36, que le habían pedido que cuidara porque estaba en sucesión. Y ahí fue armando su saloncito de belleza. Quería terminar rápido la carrera: dejó de trabajar en relación de dependencia y se sostuvo con sus clientas. Estudiaba periodismo de lunes a jueves y atendía viernes, sábado y domingo.
—Soy organizada desde chica. Para no caer en el piso hay que armar un colchoncito, así no duele. Y esto sirve para la vida, el amor y cualquier cosa que encares.
Dice con orgullo que a esa casa fue Lohana. Y Lohana quería que todas las travas fueran a la universidad. Claudia se recibió en 2012. Años antes Jorge Jaunarena, secretario de Derechos Humanos de la facultad y miembro de la Asociación Miguel Bru le había propuesto participar más en el área, desde la diversidad sexual. Y cuando Claudia tuvo el título bajo el brazo le ofreció sumarse a la secretaría y coordinar algunas clases de géneros, tema del que se hablaba poco y nada.
Enseguida asumió como decana Florencia Saintout y Claudia siguió desplegando una labor académica mientras se abría a otro tipo de militancia.
En 2008, junto a otra compañera trans, Nicole González Beamonte (conocida en las redes como La Rubia Peronista), armó la primera organización trans de La Plata: Juntas por la Dignidad. Escribieron sus nombres en papelitos y así sortearon quién sería la presidenta y quién la vice. Después se fueron a recorrer La Plata, a buscar travestis y trans. Caminaban por las noches en zonas estratégicas: calle 1, la diagonal. Repartieron preservativos a unas 200 chicas travestis y trans.
“¿Vos no te prostituís?”, le preguntaban a Claudia.
“No. Yo soy peluquera: les puedo cortar el pelo, chicas”, ofrecía, para atraerlas a la militancia. Insistía: “Tenemos que reunirnos para reclamar por nuestros derechos”.
—Yo era la loca y ellas no daban ni pelota, se burlaban.
Claudia y Nicole (que entonces trabajaba en la Secretaría de DDHH) querían armar algo, invitarlas a una reunión. Fantaseaban: ¿a cuántas habrían podido interpelar en esas caminatas? “Con que vengan 20, hacemos historia”, se respondían. Pero llegó el día de la reunión y no fue ni una sola travesti.
En 2008 la Facultad de Periodismo de la UNLP otorgó un reconocimiento pionero a la identidad de género: fue la primera universidad pública de América Latina en reconocer la identidad autopercibida de sus estudiantes.
Las travas que intentaban sobrevivir en las calles -por falta de acceso a otro trabajo- se enteraron. Claudia jugaba al vóley con algunas, las peruanas, los fines de semana. Lleva más de 12 años jugando al vóley con ellas.
“¡Así que ahora en tu facultad te consideran mujer, nena! ¡Te felicito!”, le decían.
Cuando esas mismas travas sufrieron una detención violenta y arbitraria por parte de la policía, no dudaron en llamarla. Eran alrededor de 20 chicas. Claudia se indignó: se acordó del agua en la cara, de las horas interminables en la comisaría novena de La Plata. Llena de furia e impotencia, convocó a la facultad, a la Asociación Miguel Bru, a la Comisión Provincial por la Memoria. Y consiguió que llegaran los medios.
“Si quieren, hablen ustedes”, las arengó Claudia. “Pero pensemos qué vamos a decir. No nos vayamos por las ramas. Los medios siempre te quieren llevar por otro lado”. Terminó hablando ella con el periodismo.
Para 2011 ya era parte de la rosca y se sumaba a los grupos de trabajo por la ley de Identidad de Género. Se aprobó en mayo de 2012. Y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner entregó los primeros DNI con los nombres cambiados en la Casa Rosada, en julio de 2012: convocó a trans y travestis y ahí estaba, entre otras, Diana Sacayán, la impulsora del cupo laboral travesti trans que fue asesinada en 2015. (Y estaba Claudia, invitada por su militancia pero entonces aún sin su documento argentino: lo obtuvo en 2014 y fue la primera travesti migrante en recibirlo rectificado).
La ceremonia se transmitió en cadena nacional. La cámara en un momento se posó en Claudia, que reaccionó rápido:
—Gracias, Cristina, porque la ley también es para las migrantes —dijo.
—Por supuesto, claro que sí. Por la patria grande —le respondió la presidenta.
Las travas de La Plata vieron la escena por la tele. Esa noche, al volver, Claudia se fue a la zona roja y se quedó hablando con muchas. Las convocó a otra reunión.
—Esa vez llegaron 100 travestis juntas. ¡A las 4 de la tarde! ¡Algo que no había visto nunca! —se ríe.
Con esa base armó Otrans La Plata, que luego se expandió a Otrans Argentina.
—Construimos en la ciudad una organización territorial con identidad propia, liderada por travestis y trans.
En 2015 Otrans fue la punta de lanza para la Convocatoria Federal Travesti y Trans, con presencia en 18 provincias. Y además lleva adelante una iniciativa de comunicación sin fronteras: Sudaka TLGBI+, una agencia digital de noticias integrada por personas travestis y trans que busca disputar la hegemonía de las voces.
—Todo desde La Plata —resalta Claudia, y dice que un día se hartó—: Las travas nos cansamos. No queremos que nos convoquen a una marcha cuando ya está todo plantado. Las travas no somos un adorno. Entonces armamos acá nuestra propia marcha. Es curioso porque Otrans es el resultado de la violencia sistemática de la policía y el poder judicial que criminaliza a las compañeras travestis y trans. Porque donde hay mayor violencia está la otra cara: la resistencia. La Plata es la ciudad de las travas, travestis y trans. Pero los aportes de las migrantes aquí también son claves. Las migrantes han puesto el cuerpo. La mayoría de las trans que estaban en la cárcel eran migrantes. Y ellas son las que murieron en el macrismo. Hicimos un informe que dice que el 90 por ciento de travestis y trans privadas de su libertad en provincia de Buenos Aires son migrantes. ¿Por qué? Porque sabemos que la justicia es patriarcal, racista y xenofóbica. Y no nos olvidemos de que acá está el cordón frutihortícola más grande del país, compuesto por personas bolivianas.
Claudia tiene plena conciencia de que se organizaron en una ciudad emblemática para estos reclamos y por sus luchas estudiantiles y obreras, de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
La otra trinchera fue y sigue siendo el espacio público al aire libre: las calles y las plazas, que adora. Y todos los domingos juega al voley con sus amigas travas en los bosques platenses.
—Nada más revolucionario: es una de las prácticas políticas comunicacionales que desplegamos.
Otro de los lugares donde se siente en su hábitat es cuando marcha por las diagonales para reclamar. O, cada tanto, para celebrar.
—No hay mejor cosa que marchar por diagonal 74, que va de Plaza Italia a Plaza Moreno. Hay que pasar, eh… delante de esos bares llenos de pakis (heterosexuales) en nuestro recorrido de la Marcha del Orgullo.
Desde aquel vuelo que la trajo de Lima, Claudia tomó muchos aviones como activista trans de La Plata, de Argentina y de América Latina. En 2017 fue elegida para viajar a Ginebra con una misión histórica en la ONU: en nombre de 22 organizaciones de mujeres de la sociedad civil, entregó a la CEDAW (Committee on the Elimination of Discrimination Against Women, comité para la eliminación de la violencia contra las mujeres) un informe-denuncia acerca de la situación de los derechos humanos de travestis y trans en nuestro país.
Profesora de la Facultad donde se recibió, Claudia se ha convertido en una suerte de activista-embajadora de la interseccionalidad de sus identidades: travesti y migrante. En la primera quincena de diciembre defendió su tesis para convertirse en doctora en Comunicación, con una investigación que se centra en ese núcleo duro: “Identidades golondrina desde una epistemología del despojo”. Es un estudio de caso sobre las prácticas político-comunicacionales de las feminidades travestis y trans migrantes peruanas en La Plata.
Claudia no sólo se convierte en la primera femineidad travesti/trans en doctorarse en la universidad pública sino que lo hace con una tesos que aporta a la producción de conocimiento académica travesti/trans, dudando teoría desde los marcos de epistemología en relación al despojo y hace un cruce interseccional de género, raza y migración. Fue dirigida por Florencia Saintout y Adriana Archenti (UNLP) y Verónica González.(UNC) y el jurado (Facundo Ábalo, Silvia Delfino y Juliana Marinez ) la evaluó como sobresaliente.
La pandemia llegó cuando Claudia desplegaba nuevos proyectos en Radio Provincia AM 1270. Los lunes de 21 a 22 hace Sudaka, un programa transfeminista interseccional con perspectiva en derechos humanos, con la agencia de noticias que impulsa (y cumplió un año). Martes y viernes es columnista de cultura en Tarea fina, un magazine de la tarde por la misma emisora.
Desde que empezó el confinamiento, anduvo de acá para allá, pidiendo en las redes sociales desde alimentos hasta máquinas de coser para que sus compañeras trans, algunas privadas de libertad, pudieran hacer barbijos. Las condiciones de vida de estas personas, cuya expectativa de vida en América Latina es de 35 años, ya eran precarias y se agravaron con la pandemia.
Se estima hay unas 300 travestis y trans en La Plata, Berisso y Ensenada, y la mayoría sobrevive en base a la prostitución. Si no salen a la calle, no comen. A cualquier hora salían con Otrans a entregar alimentos o resolver detenciones arbitrarias, porque en teoría travestis y trans rompían el aislamiento cuando en realidad buscaban sobrevivir. En paralelo y junto a organizaciones de todo el país, Claudia siguió militando lo único que puede cambiar las cosas a largo plazo: la inclusión laboral travesti trans.
—Teniendo trabajo se puede hacer una cuarentena en casa. Sin trabajo no podemos proyectar una vida en igualdad de condiciones.
Claudia vive sola, “ahí donde termina Barrio Norte y empieza La Loma”, y su casa se fue convirtiendo en centro de acopio de alimentos y ropa. Un centro bautizado Pamela Macedo Panduro:
—En memoria de una compañera travesti trans migrante que murió privada de su libertad el 1 de enero de 2017, en la unidad penal de Florencio Varela —explica.
Un día Claudia tuvo que frenar. Pasó una semana volando de fiebre. El termómetro oscilaba entre 40 y 41 grados: tenía covid. Transpiraba tanto que sentía los labios completamente secos y sentía que se le iban a romper los ojos. La pasó muy mal. Sus hermanas enfermeras -Laly, la mayor, y Jessica, la menor- la siguieron de cerca por teléfono y su novio la cuidó.
—Haberme contagiado me hizo repensar muchas cosas. Entre ellas, resignificar y poner en valor los lazos de solidaridad. Quienes tuvimos este virus atravesamos momentos de absoluta soledad. Para mí, fue saber que esos lazos estaban más fuertes que nunca. Mi familia de sangre ha sido siempre clave para afrontar la vida y los problemas, y también mi familia trava. Nosotras ya hemos experimentado lo que significa estar confinadas. Y hemos resistido momentos muy difíciles a través de mecanismos que nos han enseñado a organizarnos y nos han dejado una experiencia vital.
Ya hace tiempo que Claudia no se sube a un avión. Pero una de las últimas veces tuvo una especie de revelación. En una escala, volviendo a Argentina, deseó profundamente estar en su casa. En La Plata.
Nací en Perú pero soy platense por adopción. Acá transcurren todos los días de mi vida, en la diversidad de pueblos y culturas que nutren a esta ciudad pluricultural. Así como elegí mi nombre, elegí dónde vivir y dónde proyectar mi vida. Soy travesti, migrante y platense.
*Acá Está La Plata/0221, donde se publicó originalmente este perfil, es un proyecto que despliega diez historias platenses. Editado por Abel Escudero Zadrayec retrata desde la mirada de diez escritorxs a diez personajes de La Plata. La historia de Claudia es una entre estas que viven la ciudad, la atraviesan y la encarnan en sus vidas.
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Comentarios desactivados en Red Iberoamericana de Educación LGBTI organiza su Primer Encuentro Internacional sobre Docencia Trans
Se trata del tercer cónclave sobre educación convocado por la Red. El evento contó con las participaciones del Experto Independiente sobre orientación sexual e identidad de género de Naciones Unidas, Víctor Madrigal-Borloz, de la Diputada de Cáceres, Amelia Molero Fragoso, de la relatora de la CIDH, Flávia Piovesan, entre otros/as.
El cónclave tuvo entre sus fines debatir “sobre la articulación de docentes trans como motor de cambio en el contexto educativo y como referente positivo y visible para niños, niñas y adolescentes LGBTI”, así como “la puesta en común de buenas experiencias de docentes trans, visibilizándoles como herramienta de cambio y sensibilización”.
Financiado por la Diputación de Cáceres, el cónclave es el tercero de “Actorías sobre Educación y Diversidad Sexual y de Género que organiza la RIE, referente integrado por Diversidad y Derechos (Argentina), Colombia Diversa (Colombia), Colectivo Trans del Uruguay (CTU), Fundación Igualdad LGBT (Bolivia),Fundación Triángulo (España), Instituto Brasileiro Trans de Educação (Brasil), Movilh (Chile) y Promsex (Perú).
Inaugurado por el Experto Independiente sobre orientación sexual e identidad de género de Naciones Unidas, Víctor Madrigal-Borloz, por la Diputada de Políticas Sociales, Igualdad, Participación y Atención Ciudadana de Cáceres, Amelia Molero Fragoso y los/as representantes de Fundación Triángulo, José María Núñez y Silvia Tostado Calvo, el evento debatió sobre “experiencias y estrategias en la práctica pedagógica trans en Iberoamérica”, “violencia y desafíos en el ejercicio personal de la docencia trans” y “fortalezas y oportunidades en el ejercicio profesional de la docencia trans”
La iniciativa tuvo exponentes y participantes a docentes LGBTI, la mayoría trans, sí como a autoridades
Docentes trans de Iberoamérica discuten el impacto de la práctica pedagógica desde profesionales de la educación trans, tanto a nivel escolar, como universitario, durante el 3 Encuentro de Actorías Claves sobre Educación y Diversidad Sexual y de Género #TransformandoLaDocencia 🌈 pic.twitter.com/Mcs9h12CKz
En el primer día expusieron los/as docentes Lucas Platero Méndez (España), Jacqueline Gomes de Jesus (Brasil) y Tamara Adrián (Venezuela); en el segundo; el académico Hernando Muñoz (Colombia Diversa,) la funcionaria de la Unesco, Mary Guinn Delaney y los/as profesoras/as, Collette Spinetti (CTU, Uruguay), Sayonara Nogueira (IBTE, Brasil), Andreia Lais Cantelli (Brasil), Alba Rueda (Argentina) y Alex Castillo (Guatemala).
Finalmente hoy será el turno de la Relatora sobre los derechos de las personas LGBTI de CIDH, Flávia Piovesan, de la activista Lidia Delgado (Fundación Triángulo) y de los/as docentes Brigitte Baptiste (Colombia), Bruno Montenegro (Perú) y Dayanna Louise (Brasil)
Actuó como moderador principal el activista de Promsex, George Liendo, junto a Thomas Nader (Brasil), Sayonara Nogueira (IBTE, Brasil) y Collete Spinetti (CTU, Uruguay), mientras que los cierres de las jornadas estuvieron a cargo de María Victoria Tavieres Castro (100% Diversidad y Derechos, Argentina) y Ramon Gomez (Movilh-Chile).
Comentarios desactivados en Violencia mediática transodiante a una compañera del Bachillerato Trans Mocha Celis
Por Manu Mireles y Matías Soich*
El pasado 15 de noviembre, varios medios digitales levantaron una noticia con el titular “DETUVIERON A UN HOMBRE QUE USABA IDENTIDADES ROBADAS PARA ALQUILAR DEPARTAMENTOS Y ABRIR CUENTAS BANCARIAS”. En las notas, se afirma que esta persona “utilizó una imagen suya vestido de mujer” y que “en su vida personal se transviste” (sic). Las notas fueron ilustradas con la imagen de un Documento Nacional de Identidad en el que se reconoce, a simple vista, el rostro de nuestra compañera Viviana González, egresada del Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis. Obviamente, el uso de su imagen se hizo sin su autorización y no tiene vínculo alguno con la noticia. La imagen fue publicada originalmente por Viviana hace meses, a propósito del aniversario de la promulgación de la Ley de Identidad de Género.
En un acto de profunda injusticia, estos medios decidieron ilustrar una noticia acerca de un delito con la foto del DNI de una persona trans sin ningún vínculo con el episodio. El uso no autorizado de la imagen de Viviana produce una falsa asociación entre su identidad y la de la persona investigada por los hechos delictivos. Junto con esto, las precisiones sobre el “vestirse de mujer” de esa persona -datos totalmente irrelevantes en relación con el tema- profundizan la asociación estereotipada entre travestismo y delito. Así, tanto la redacción de la noticia como el uso de la imagen criminalizan la identidad travesti-trans.
Se trata de un acto evidente deviolencia mediática por motivos de género, en tanto se difunden imágenes y estereotipos que, al construir patrones socioculturales que reproducen la desigualdad y legitiman la violencia, afectan directamente a uno de los grupos sexo-genéricos más vulnerados de la sociedad argentina como son las personas trans.
“Me siento horrible, siento que esto es un acto de transfobia. Encima publican mi DNI, me siento muy vulnerable, lastimada y perjudicada, porque las personas que vieron la noticia van a creer que es real. Si bien después cuando hice el reclamo algunos medios bajaron las fotos, me parece que el daño está. Ni siquiera tuvieron la empatía de pedir disculpas”, cuenta Viviana.
Comunicación masiva y estereotipos
Una vez más, la comunicación masiva construye y reproduce estereotipos de género que inscriben, en nuestros cuerpos y en nuestras identidades, distintos tipos de violencia. La impunidad con la que se manejan los medios masivos de comunicación respecto de las consecuencias sociales y personales de sus actos, así como la falta de registro que tiene gran parte de la sociedad sobre estos temas, resultan inaceptables.
Hoy le pasó a Viviana, quien cuenta con redes de contención, amor y militancia. Pero nos preguntamos: ¿qué pasa cuando esto mismo le sucede a una travesti que no cuenta con esos recursos? ¿Qué le pasará a la próxima persona trans cuya imagen se use arbitrariamente para ilustrar una noticia sobre delitos con los que nada tiene que ver? Sabemos con certeza que estará más expuesta a la agresión verbal y la violencia física, a recibir hostigamiento y golpes, incluso a ser subida a un patrullero y terminar en un calabozo o desaparecida. La violencia estructural contra las personas trans no es una abstracción, sino un encadenamiento concreto de acciones y omisiones con graves consecuencias sobre la vida de las personas. La comunicación irresponsable y la difusión de estereotipos que criminalizan las identidades trans constituye uno de sus eslabones.
Viviana González es expresidenta del Centro de Estudiantes del Bachillerato Mocha Celis, estudiante del Profesorado en Literatura y profesora de defensa personal feminista. Como parte de su activismo en la Mocha, ha dado una infinidad de notas y relatos en primera persona en los medios y en encuentros públicos, y se ha presentado en diversos escenarios con “La Karateka”, obra que relata la historia de su vida.
Desde la Mocha Celis repudiamos públicamente este hecho y estamos acompañando a Viviana a realizar la denuncia por violencia mediática. Exigimos, como medida mínima de reparación, una disculpa pública y la capacitación inmediata en perspectiva de género de lxs periodistas responsables.
*Docentes del Bachillerato Mocha Celis y activistas
“Lo valioso de Cesar y sus compañeros fue que tuvieron el coraje de hacernos pensar que había argentinos que reclamaban ser reconocidos y que amaban igual que nosotros y que muchas veces no podían disfrutar el amor como merecían”, dijo el presidente al presentar el nuevo cuadro en homenaje a Cigliutti.
Fernández sostuvo que “estamos reconociendo a una persona que hizo que la Argentina sea un poco mejor” en el acto, en el que participaron referentes de la CHA, organismos de Derechos Humanos y familiares de Cigliutti.
En el homenaje, en el que también estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, se exhibió un video contando la historia de militancia del ex presidente de la CHA.
El homenaje a César Cigliutti, expresidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).
Gómez Alcorta reconoció de Cigliutti “su enorme trayectoria por la ampliación y reconocimiento de los derechos de la población LGBTIQ+”.
“Su militancia fue pionera en la CHA, que presidió desde 1996 hasta su último día de vida. Convocó en 1992 a la primera marcha del Orgullo Gay en Argentina, que es un hecho político trascendente que año a año renueva el orgullo como respuesta política ante la discriminación”, aseveró la ministra.
César Cigliutti luchó por los derechos de la comunidad LGBTI+ en una Argentina donde todavía imperaba un silencio que dejaba cómodos a algunos.
Por eso me pone muy feliz este homenaje en este mes, en el que celebramos el orgullo de sentir que somos una sociedad mejor. pic.twitter.com/ycKjTYbqDj
“Homenajearlo es agradecerle lo que hizo por una sociedad más justa y debemos sostener su bandera y su compromiso para todo lo que nos falta conquistar“, agregó.
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